4.1.3 Chile

Los asaltos y robos en el caso chileno para el lapso en estudio no sólo afectaron a civiles según lo informado por la prensa. El fiscal general del Ejército de Chile, coronel (J) Marcelo Cibié, también fue víctima de un asalto, amenazado con arma de fuego y hasta esposado por uno de los dos delincuentes que, en su propia oficina en Febrero del año 2006, robaron 9 pistolas de colección, $ 100 mil en efectivo, US $ 50.- de su secretaria, diversas especies y hasta zapatos del fiscal y su procurador. 1
Los delitos menores, en particular cuando son numerosos o reiterativos, así como las fallas de sistemas de control de delitos, pueden causar no sólo molestias que afectan negativa e indirectamente la calidad de vida de la población, sino además costos directos y de pesada carga financiera. En un reportaje del periodista Héctor Rojas del diario La Tercera de Chile, se señala que el 99% de los casos de activación de un sistema de seguridad no tiene relación con la ocurrencia de un robo. Esta enorme y costosa ineficiencia llevó a la policía chilena a anunciar una propuesta de endurecimiento de las normas, para las empresas privadas que ofrecen el servicio de alarmas domiciliarias y los usuarios que incurriesen en reiteradas falsas alarmas. 2

Un estudio fechado en enero del 2005 elaborado por el ex jefe del  Departamento de Seguridad Privada  de la División de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, abogado Héctor Musso, mostraba que entre los años 2002 y 2005 Carabineros había gastado más de $ 2.400.- millones en atender falsas alarmas, con una pérdida de más de 164 mil horas hombre. Al margen de las molestias ocasionadas a los vecinos o transeúntes por la preocupación que significa el ruido de una alarma estridente, los datos del Cuadro Nº 4.2 permiten comprender lo que había estado sucediendo con los costos del sistema.
El término “saqueo express”, en otro ámbito de la noticia, comenzaba a ser utilizado a fines del año 2007 cuando  Patricio Moreno, jefe de tienda de la exclusiva marca de ropa “Lacoste”, relataba lo acontecido tras el robo de un local ubicado en calle Vitacura en Santiago. El hecho ocurrió cerca de la medianoche, cuando cuatro sujetos llegaron hasta la intersección de calles Nueva Costanera con Pedro de Villagra y arrojaron una pesada piedra de unos 40 centímetros de diámetro a la puerta de vidrio. En menos de un minuto los malhechores alcanzaron a robar unas 140 prendas de vestir, avaluadas en unos 3 millones de pesos chilenos, y luego se dieron a la fuga. La policía, en un suceso en que la calidad de vida fue afectada negativamente, actuó en el sentido positivo, realizando los peritajes y toma de huellas dactilares de rigor que fueron encontradas en el lugar.3

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