INFLUENCIA DEL CAPITAL HUMANO  PARA LA COMPETITIVIDAD DE LAS PYMES EN EL SECTOR MANUFACTURERO DE CELAYA, GUANAJUATO

INFLUENCIA DEL CAPITAL HUMANO PARA LA COMPETITIVIDAD DE LAS PYMES EN EL SECTOR MANUFACTURERO DE CELAYA, GUANAJUATO

José Enrique Luna Correa (CV)

1.1.5.   Innovación.

        Parece existir consenso, tanto en esferas académicas como de negocios, de que uno de los mayores recursos de una empresa es su conocimiento tecnológico junto con su capacidad para generar innovaciones (Gómez, 2008). El factor tecnológico junto con la capacidad de innovar es una fuente crítica de ventaja competitiva (Suárez, 2001).

A pesar del gran incremento de estudios que abordan el papel y la naturaleza de la innovación, aun no se ha alcanzado una definición del concepto de innovación ampliamente adoptada.

El concepto de innovación es por tanto complejo y difuso; sin embargo, parece existir un denominador común a todas sus definiciones: el concepto de novedad Zaltman (1973), Damanpour (1991), Nadler y Nadler (1994), Longenecker (2001), El Manual de Oslo (OCDE) (2010), define innovación como “la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o método organizativo en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”.

Esta es una definición más acotada que la que propuso Schumpeter, pero en el mundo de las políticas públicas sectoriales con frecuencia se usa como marco de análisis para la formulación de políticas. Muchos académicos señalan que debería expandirse para incluir las innovaciones organizacionales y de servicio, por ejemplo: Everett (2004), Minzberg (2000), y Miller (1999).

Los diseñadores de política de cualquier nivel de gobierno están buscando maneras de entender el rol de la innovación en el desarrollo de sociedades modernas y los marcos sobre los cuales pueden construir sus políticas; en general, buscan “marcos” económicos. Con frecuencia comienzan con  productos, procesos, mercados, recursos y organizaciones.  Pero la innovación no es solamente un fenómeno económico, sino también un fenómeno social.  Rogers (1983), en su libro difusión de innovaciones, analiza como se comunican, adoptan y adaptan las innovaciones.

En particular, establece la distinción entre un inventor, el individuo que genera una nueva idea y el innovador quien disemina la idea a aquellos que la implementan. La innovación es en buena medida un asunto de comunicación y otro de invención. En la mayoría de los casos la innovación se percibe como una innovación tecnológica.

La innovación es una ventaja competitiva que todos los actores de la productividad deben alentar: las instituciones educativas, las empresas y las instancias gubernamentales. No será por decreto, debe ser a través de un plan estratégico de generación y fomento de la innovación convencidos de que es una ventaja competitiva de carácter urgente. (González, 2008).

Por muchos años la política tecnológica estuvo bajo el  “paraguas” de la política industrial o de investigación y por ende la de educación. Cuando la política de innovación emergió como un ámbito diferente, se amplió la creencia de que la innovación se deriva de manera natural y sin problemas del descubrimiento científico, por ejemplo, el modelo de innovación lineal. De acuerdo con González (2008) el fundamento actual se desarrolla a partir de nuevos marcos, como la economía institucional y evolutiva, las teorías del aprendizaje interactivo y el modelo de innovación interactivo o de redes, que enlaza la oferta con la demanda. Todos esos desarrollos son el fundamento del enfoque de los sistemas de innovación, que proveen un marco conceptual para entender las complejidades del proceso de innovación, los arreglos institucionales que pueden afectarle, y que contribuyen a extender la esfera de creación de políticas de innovación.