PSICOLOGÍA ECONÓMICA: INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN EL NIVEL DE POBREZA EN LA COMUNIDAD DE GUARARI DE HEREDIA Y LA CARPIO EN LA URUCA, COSTA RICA

PSICOLOGÍA ECONÓMICA: INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN EL NIVEL DE POBREZA EN LA COMUNIDAD DE GUARARI DE HEREDIA Y LA CARPIO EN LA URUCA, COSTA RICA

Carlos Alberto Guido Masis
Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología

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CAPITULO II. 

MARCO TEORICO

    1. Relación de la personalidad con la pobreza.

Durante las últimas décadas el tema de la personalidad ha tenido un enorme resurgimiento, teniéndose un importante progreso es sus diversas acepciones (Funder, 2001). En mucho esta revitalización ha sido producto del reconocimiento de la universalidad de la Teoría de los Cinco Factores. Esta teoría ha promovido e integrado la investigación, la organización jerárquica y la armonización de taxonomías de la personalidad en un modelo sólido y a prueba de comprobación científica, y asumiendo las bases biológicas, fisiológicas, neurológicas, genéticas, psicológicas y sociales propios de la personalidad, lo cual esclarece los orígenes y contenidos observables de las diferencias individuales (Zuckerman, 2005).

La Personalidad es definida desde la perspectiva de la Psicología como “un patrón de pensamientos, emociones y comportamientos perdurables y distintivos, que caracterizan la forma en que un individuo se adapta al mundo” (Santrock, González y Francke, 2004, p. 363), igual definición expone la literatura clásica con la distinción de los conceptos conexos de “características” o “rasgos”, así también como propiedades permanentes e individuales,  se dice además “distintivas” porque diferencian a unos de otros, dichas características o rasgos definen la “relación” de este individuo con su entorno social y ecológico, y finalmente refiere a un “patrón” como la suma total y completa de dichas características (Kagan & Havemann, 1972, p. 401). Tenemos entonces que la personalidad es única e irrepetible pero quizá lo más significativo de ella es que predice el comportamiento del individuo ante determinadas circunstancias del entorno que le rodean.
La personalidad también definida por Cohen y Swerdlik (2001, p. 396) como “una constelación única de rasgos y estados psicológicos del individuo”, incluye variables como estados emocionales, expectativas, valores, actitudes, aculturación, cosmovisión, identidad personal, sentido del humor y estilos cognoscitivos y conductuales. En vista que esta definición también posibilita la evaluación de la personalidad y para ello veremos la diferenciación respecto al uso de los términos rasgos, tipos y estados psicológicos.

Los rasgos encierran una caracterización relativamente perdurable, propia y particular de cada individuo (Guilford, 1959). Los rasgos de personalidad presentan dos características, siendo una de las más importantes el carácter de ser distinguibles que significa diferenciación entre individuos, no es lo mismo ser amistoso que ser rudo. El contexto o situación en la cual se exterioriza el rasgo tiene especial implicancia en su significación, una conversación entre amigos durante un almuerzo puede ser considerada como amigable pero una conversación entre amigos en una emergencia puede ser vista como ruda.

Otra característica de los rasgos de personalidad es su condición de relativamente perdurable pues depende también del contexto o situación, aparte que pueden ser modificables por la educación y el aprendizaje. Sin embargo, representan una característica propia del individuo, siendo esta la base fundamental de la teoría de las diferencias individuales.

Los tipos de personalidad expresan el patrón de comportamiento dentro de una taxonomía determinada por el conjunto de rasgos y estados psicológicos. Así hablamos de un tipo de personalidad pasivo o activo, romántico o aventurero, dependiendo de los rasgos materializados en el comportamiento. La importancia de los tipos es que ha familiarizado los rasgos dentro del concepto de tipologías de personalidad, de mucha utilidad práctica en estudios sobre la psicología de la personalidad.

Los estados de personalidad reflejan la exhibición transitoria de algún rasgo o grupo de rasgos que denotan una inclinación o predisposición del individuo en su comportamiento. Un trabajador puede encontrarse en un “estado de ansiedad” ante una entrevista de empleo y su comportamiento sería una clara manifestación de ansiedad y alteración emocional. Una vez superada la entrevista aparecería otro estado diferente de “relajamiento” con otras manifestaciones conductuales.

Entonces los pensamientos, emociones y comportamientos del individuo yacen organizados en una estructura jerárquica que denominamos como la personalidad, siendo ésta la instancia integradora de rasgos, tipos, estados y características individuales. Así cada teoría de la personalidad intenta explicar cuáles de sus características son las más representativas e importantes, la relación entre características, la forma en la que estas relaciones se establecen y sobretodo, la forma como pueden ser cambiadas estas relaciones. La gran mayoría de estas teorías han surgido de la experiencia y estudio de la práctica clínica con pacientes perturbados mentales, otras del estudio del aprendizaje y las diferencias individuales. Si resulta evidente es que la personalidad posee tres substratos –el biológico, el psicológico y el cultural; y a partir de allí se estructuran las teorías más renombradas de la personalidad y su aplicación terapéutica, a saber el psicoanálisis de Sigmund Freud y sus discípulos, el conductismo y su aplicación en el aprendizaje de B. F. Skinner, John Dollard & Neal Miller, Albert Bandura, entre otros, y la teoría del self 1de Carl Rogers. (Kagan & Havemann, 1972). De ahí la diversidad de interpretaciones sobre la personalidad.
Sin embargo, el problema de la personalidad puede ser visto con mayor claridad desde dos perspectivas altamente reconocidas –la orientación idiográfica y la nemotécnica. La primera sustentada en estudios clínicos de la conducta anormal donde el caso individual es una clara preocupación de la práctica psicoterapéutica y cuyo máximo exponente es el reconocido psicólogo G. W. Allport (1937). La contribución de este autor estriba en la llamada “psicología del individuo” donde el estudio intensivo y extensivo de los rasgos o características comunes de una persona en un momento determinado lleva a conceptos genéricos. La postura nemotécnica se centra en el estudio de pocos rasgos en una gran cantidad de individuos, lo cual lleva a señalar que hay muchas dimensiones en las cuales el individuo difiere con otros, pues cada individuo tiene un único perfil2 de estas dimensiones y nadie más posee exactamente el mismo patrón de organización de estas dimensiones. Por ejemplo, Hall & Lindzay (1957) enfatizan más en la comunalidad de rasgos o características que en sus aspectos únicos. De esta postura sale la descripción de términos como rasgos y tipos de la personalidad. Cuando decimos que una persona es altamente sociable, activa, comunicativa la describimos por sus rasgos o sus características sobresalientes; aunque simplemente podemos calificarla con el tipo de personalidad denominado extravertida. (Wright D.S. & Taylor Ann, 1971). Estas dos descripciones son básicas para el estudio científico de la personalidad, sobre la cual gira la presente disertación doctoral.
Los rasgos y los tipos de personalidad brindan las respuestas acerca del comportamiento diverso de las personas ante situaciones similares. Las diferencias individuales del prototipo nemotécnico enuncian rasgos de personalidad que pueden ser asociados a conductas específicas, de aquí se deriva la capacidad predictiva de la personalidad hacia ciertos fenómenos o sucesos de la existencia vivencial de los individuos. Durante la última década ha surgido un enorme crecimiento del interés científico y académico por el estudio de la personalidad y su relación con la predicción del comportamiento individual, con referencia a la teoría de los rasgos de la personalidad. (Funder, 2001). Esencial ha sido el reconocimiento de la universal estructura multinivel de la personalidad definida por cinco factores o dominios comprensivos conocidos como el “Modelo de los Cinco Factores” o simplemente los “Big Five” (Los Cinco Grandes). (Ozer & Reise, 1994).
La clasificación de la personalidad a través de la aplicación de pruebas psicológicas se ha convertido en una de las industrias más rentables en los últimos años, al punto de alcanzar los $450 millones en el año 2007. Existen más de dos mil cuestionarios de personalidad en el mercado y cada día nuevas compañías ingresan a este lucrativo mercado. Y ello se debe a que dichas pruebas se destinan a la predicción de candidatos para ocupaciones laborales específicas. (Newman, 2008).
La alta credibilidad de la industria de la psicometría se deriva de los altos estándares éticos y validez empírica demostrada por largos años, además del amparo que provee la Asociación Americana de Psicología, ente profesional que regula la práctica profesional de la psicología en los Estados Unidos de América. No quiere ello decir que no existan controversias académicas por el uso, aplicación e interpretación de las pruebas psicométricas.

Las pruebas psicométricas son usadas por más del 80% de las 500 compañías catalogadas por la Revista Fortune y por más del 75% del Times Top 100 en el Reino Unido. En suma, compañías de tecnología, finanzas, consultoras, ONG’s, servicios, turismo, gobierno y muchas otras hacen un uso intensivo de estas pruebas. (Newman, 2008)

Las pruebas psicométricas brindan un método confiable para seleccionar al mejor aplicante de trabajo de acuerdo a las características de cada puesto de trabajo, igual cuando se trata de promociones y sucesiones, midiendo las demandas intelectuales del puesto con las rasgos de inteligencia, actitud y personalidad del aplicante o solicitante.

En consecuencia, la medición psicométrica de la personalidad con el propósito de pronósticos ocupacionales puede extrapolarse a la aplicación de su uso en el ingreso laboral, sea éste formal o informal. Siendo que a partir de este ingreso se determina tradicionalmente el nivel de pobreza de la población. Entonces, el problema de investigación del Programa de Doctorado reside en la definición de la influencia de la personalidad en el nivel de pobreza, según el ingreso obtenido. Situación que no ha sido visualizada aún en los estudios sobre la pobreza en el país, por lo que este tema de investigación traduciría beneficios no solo para la comprensión integral de la materia sino también para el país pues facilitaría la transición a nuevos esquemas de atención de esta población.

No se conocen estudios sobre el tema en el país, lo cual significa la opción de ofrecer un aporte científico a la resolución de un problema de real interés nacional e internacional y donde el investigador en persona como experto tiene una proyección personal de consultor altamente especializado. Un nuevo esquema de abordaje de la pobreza es un tema nacional de discusión obligada y se coliguen decisiones trascendentales para el Gobierno de la República. El producto final del programa doctoral es una tesis de graduación con estrategias y análisis de escenarios que ayudarían a la toma de decisiones en el campo.

1 El Self  representa la conciencia individual de la propia personalidad (Morgan C.T., p.202)

2 Representación mental presentada en forma de diagrama de los resultados obtenidos por un individuo en diversos test. Término creado en 1909 por el psicólogo ruso Gregori Rossolimo con el Test del perfil mental.