IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

IDENTIDAD Y CAMBIO SOCIAL EN UNA COMARCA DE CANTABRIA: EL CASO DE CAMPOO

Alfonso Muñoz Güemes (CV)

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5.    Historia económica de la comarca de Campoo.

      En esta sección, se aborda el proceso de transformación económico productivo de la comarca de Campoo, ya que es a partir de éste que se desarrollan la movilidad social y la recomposición de los grupos económico productivos que permiten la transición entre una comarca básicamente agrícola y ganadera, hacia una comarca industrializada.
      Con el fin de hacer esta síntesis histórica, se ha tomado como referente el año 1857, en el que entra en funcionamiento la línea de ferrocarril que pasa por Reinosa. Es a partir de éste momento que la comarca queda inscrita dentro de un ámbito ya no de comercio en pequeña escala de productos autóctonos dentro de la región, sino que se inserta en el sistema de economía de mercado español, sirviendo como punto de paso de productos que provenían de la meseta castellano leonesa, con destinos ultramarinos a través del puerto de Santander.
      El punto de cierre diacrónico se sitúa en la década de los años 90 de este siglo; tomando en consideración el proceso de transformación de la economía española producido por su ingreso a la Comunidad Económica Europea. Lo que sirve de marco de referencia para entender el proceso de desmantelamiento de la planta productiva industrial local, para pasar al sector terciario en el que se encuentra la comarca de Campoo.
      La economía rural de la casa de labranza1 anterior a la industrialización se basaba en la agricultura y ganadería de pequeña escala, destinadas tanto al autoabasto, como al mercado regional. La economía de subsistencia no existe, si se piensa en ella como el sistema de producción doméstico autárquico. La autarquía de la unidad familiar es, hoy en día, prácticamente inexistente debido a la economía de mercado que vincula a los núcleos familiares con los productos industriales básicos que provienen de áreas externas a sus localidades, a las que acceden con la renta producida por la venta de su producción.
      La interpenetración de los ámbitos rural y urbano ha posibilitado la dependencia bidireccional y el acceso al consumo de bienes mercantiles de producción externa. Por otra parte, la renta per capita del sector primario español es bastante alta actualmente, por lo que no existe dificultad en acceder al mercado de bienes consumo. En éste sentido, los actuales ganaderos y agricultores de Campoo son pequeños empresarios agrícolas que destinan su producción a los mercados ganaderos regionales, como el de Torrelavega. Unos producen ganado para cría o consumo. Mientras que otros producen forrajes y productos primarios para su venta en la industria provincial.
      En contraste, el antiguo productor agropecuario destinaba la producción de su núcleo doméstico a la satisfacción de las necesidades alimenticias o reproducción de su familia, dejando los excedentes para el comercio local en pequeña escala. Esto implica una lógica de intercambio de mercancías por su valor de su uso, antes que una producción especializada orientada a la acumulación de capital y crecimiento de la empresa. La lógica de producción orientada hacia el consumo regional es una resultante de procesos históricos y económicos que se irán detallando, y que es más reciente que la anterior formación histórico social orientada a la ganadería trashumante de baja productividad.
      La primera industrialización comarcal a finales del siglo XIX puede ser fechada por el asentamiento de la industria minera que ya existía desde mediados del siglo XVIII, pero que se especializa en el abastecimiento para la industria vidriera 2 ubicada en Campoo de Yuso en 1844; por el auge de las ferrerías locales3 como abastecedoras de materia prima, o como productoras de herramientas y maquinaria necesarias en la producción industrial que nacía en la comarca; por la instalación en Reinosa de la industria quesera de Boffard en 1880, y por la introducción del ferrocarril de vapor en 1857 como principal motor dinamizador del comercio.
      Las ferrerías de la comarca de Campoo son 4: ferrería de Bustasur, construida a finales del siglo XVIII por un comerciante de Reinosa que construyó el complejo vidriero de Campoo de Yuso; ferrería de Horna, fundada en 1754 y que funcionó hasta entrado el siglo XX; ferrería de Santiurde de Reinosa construida a mediados de los años 1700, y que estuvo activa hasta finales del siglo XIX dedicando su producción a la exportación ferrera hacia Castilla; ferrería de Pesquera construida en 1752 trabajó hasta mediados de la década de 1840. Es interesante notar que los propietarios de éstas ferrerías fueron básicamente comerciantes dedicados a la exportación de productos manufacturados con destino ultramarino, siendo además los constructores e inversores del camino que unía Castilla con Santander, pasando por Reinosa, el cual se terminó de construir en 1753. Más de un siglo después, en 1857, se pondría en funcionamiento el ferrocarril que sustituiría al comercio carretero, permitiendo así la introducción de la producción basada en la máquina de vapor.
      La mayor parte del territorio forestal que existió hasta antes de la industrialización comarcal referida, se fue utilizando cada vez más para usos pecuarios, conforme se cambió la dinámica de producción doméstica, hacia el abastecimiento urbano de productos cárnicos y lácteos, lo que obligó a los productores a tener más ganado, y por ende más áreas de pastos naturales. El resto de los suelos se destinaba en menor cantidad a tierras de cultivo (cereales de secano y leguminosas). Éstos últimos eran más frecuentes en los municipios del sur (Valderredible, Valdeolea y Valdeprado), en terrenos de transición hacia la Meseta Castellana.
      Así pues, la primera industrialización de Campoo se basó en las ferrerías5 y los molinos 6 harineros que utilizaron el cauce de los ríos Ebro e Ijar, mientras que la extracción de mineral y la fabricación de vidrios utilizaron la fuerza producida por carbón vegetal y hulla principalmente. Después vendría la importancia de la fuerza productiva del agua en los molinos. La deforestación comarcal se inició con el proceso de consumo de maderas tanto para la fabricación de carbón vegetal necesario en las industrias movidas por máquinas de vapor, como por el crecimiento que la Villa de Reinosa comenzaba a experimentar.
      Campoo de Suso y Valderredible se especializaron en la producción de patata, introducida en la comarca a finales del siglo XVIII7 . Durante las primera décadas de este siglo, se procuró fomentar el cultivo de árboles frutales, pero por las características del clima, solamente en la áreas meridionales se pudieron producir algunos cultivos. En esta primer etapa de transformación estructural en la comarca se dio también la instalación de industrias transformadoras de los recursos naturales (queserías, miel, etc.,). Industrias que hoy se han recuperado con el programa de auto empleo del INEM.
      En el orden ganadero, predominaba el ganado vacuno con mayor explotación de las razas autóctonas: tudanca y campurriana8 . Estas razas son de baja producción y no constituyeron la base de la industria ganadera. Fue hasta que se introdujeron la vaca suiza y holandesa, que se transformó la cuota productiva realmente9 . Era, por tanto, una ganadería extensiva de escaso rendimiento, destinada al auto abastecimiento de leche y derivados como los quesos. El ganado lanar, cabrío y de cerda procuraban el auto abastecimiento de carne en fechas festivas. El ganado caprino,10 sobre todo, proporcionó los aportes proteicos y lácteos de la población rural, hasta antes de la introducción del vacuno especializado que vino a satisfacer las demandas urbanas de la creciente población.
      Dada la abundancia de recursos forestales, el trabajo artesanal en madera siempre fue un complemento económico de los trabajos agrícolas familiares. Sobre todo, la explotación maderera se entiende como necesaria en tanto materia prima básica para la construcción fabricación de carbón; y como materia prima de infinidad de aperos de labranza y de uso cotidiano.
      En el siglo XVIII se instalaron en Reinosa varias fábricas de harina para exportar a América. Estas fábricas aprovecharon el cauce de los Ríos Ebro e Ijar y constituyeron un motor de la economía muy importante, al lado del comercio carreteril que llevaba y traía productos hacia Santander y Palencia, para ser distribuidos por el Canal de Castilla en el interior de la Meseta Castellana, y hasta Madrid. Sin embargo, la modificación de las rutas de los trenes, y la especialización industrial de Bilbao, hicieron que cada vez más Reinosa quedara fuera de las vías primarias de distribución y comercialización, por lo que la industria harinera decayó, junto con el comercio de lanas hacia ultramar, cuando Santander perdió importancia frente a Bilbao.
      En el interior de la comarca se establecieron flujos comerciales de productos agrícolas que se mercadeaban entre los distintos productores de los ayuntamientos. Por otra parte, algunos productos que llegaron de América se establecieron en la zona, formando parte de la dieta diaria. Estos son: el jitomate (o tomate), el maíz, el frijol, la papa y los pimientos y guindillas; así como diversas plantas como palmeras y cactáceas, entre las que aún quedan el maguey espadín que se estableció en la zona de Barcena Mayor.
      En épocas anteriores a la instauración de la industria y los servicios en Reinosa, los agricultores salían como "agosteros"11 para Castilla y el resto de la región montañesa. En Campoo de Enmedio se desplazaban para trabajar temporalmente en las minas y en algunos lugares de Valdeprado del Río, Valderredible y Valdeolea en la agricultura de secano. Esto evidencia, desde ese entonces, la tendencia migratoria temporal, y la movilidad espacial de los habitantes de la región. En Campoo de Suso existió la fabricación casera de prendas de lino.
      La segunda y definitiva etapa en la industrialización de la comarca de Campoo, que terminaría por consolidar el proceso de transformación social iniciado un siglo antes, se puede fechar a partir de la instalación de la fábrica de "Forjas y Aceros", en 1921. En Reinosa se dan las bases para una movilidad social más acentuada; es decir, que se posibilita el que antiguos propietarios de explotaciones agrícolas y ganaderas minifundistas, se desplacen hacia Reinosa a trabajar en la industria. Surge de este modo la figura del obrero mixto que combina a tiempos parciales el trabajo remunerado en la industria con su trabajo en la explotación pecuaria familiar.
      La transformación en la actividad económica en el Municipio de Reinosa, probablemente constituyó el principal motor de cambio en las actividades productivas de los  Municipios aledaños, y de la comarca en su conjunto. Se pasó de la economía agroganadera rural de autoconsumo, complementada con los ingresos monetarios procedentes del empleo en la construcción de caminos, en la limpia de la nieve de las carreteras, por la venta de productos manufacturados artesanalmente, o la ocasional concurrencia a los mercados regionales para la venta de ganado, hacia la economía de consumo por la percepción de salarios producto de la venta de la fuerza de trabajo en la industria. A través del paulatino desplazamiento físico hacia la ciudad por parte de los obreros mixtos, y por su cambio definitivo en el sector productivo, se consolidan las bases de la transformación social de la comarca.
      Los focos industriales de la zona, desde el siglo pasado y hasta los años treinta de este siglo son: el de Arija en la provincia de Burgos, cuyo ámbito de influencia se extendió hasta Campoo de Yuso y las Rozas en Campoo, y el foco industrial de Reinosa.
      En el Municipio de Las Rozas se explotó la minera de lignito desde 1756, año en el que se descubrió el mineral12 . Este era destinado a las ferrerías de la zona; sin embargo, no podía competir con las factorías de carbón de Asturias, por lo que declinó rápidamente ésta industria. A pesar de ello, en su momento esta extracción fue el motor económico que impulsó la primer fase transformadora de la economía comarcal al permitir el surgimiento de los primeros contingentes de obreros mixtos.
      En Arija se estableció la industria cristalera 13 que en su momento llegó a tener una planta de 600 obreros. Las obras del pantano del Ebro (1928-1947), emplearon a otros 600 obreros de Campoo de Yuso y las Rozas. Durante algunos años se vivió una transformación económico productiva en la región, que posibilitó, la movilidad social horizontal y vertical. Horizontal por la emigración o desplazamiento espacial para trabajar; y vertical o ascendente vinculando a estos sectores a la economía de consumo. Se posibilitó así, la transformación de las estructuras sociales tradicionales: las familias constituidas como grupos de producción para el auto abastecimiento, pasaron a ser familias nucleares, en las que sus miembros se fueron especializando en distintas actividades económicas en el ámbito urbano industrial, de servicios y comercial.
      En 1932 comenzó a funcionar CENEMESA, que después se llamaría ABB, S.A. en Reinosa, y que se dedicó a la producción de maquinaria eléctrica bajo patente y licencia de Westinghouse Electric & Manufactury Company14 .
      Según el extensísimo relato del Capitán de Fragata, Doctor Ingeniero en Armas Navales, ex-Director de la Factoría de San Carlos de la Sociedad Española de Construcción Naval, y ex-Director Comercial de Siderurgia y Armamento de Astilleros Españoles, S.A., Sr. José Amorós 15, la historia de esta empresa, se remonta al surgimiento de la  industria armamentística Española que nace con el siglo XX.
      La Sociedad Española de Construcción Naval se formó en 1918, respondiendo a los planes de autosuficiencia en la producción de armamentos de España, contenido en el “Plan de Escuadra Ferrándiz de 1907”. Este plan pasó por innumerables avatares, hasta que llegó a consolidarse con el fin de producir enteramente en España: 3 acorazados; 3 cañoneros de 800 toneladas; 3 destructores de 350 Tons.; 24 torpederos de 180 Tons.; 4 submarinos; así como la modernización de arsenales y bases navales.
      La Sociedad Naval fue creada por capital británico y por capital español, teniendo en su directiva a altos mandos de las fuerzas armadas de ambos países. Instaló fábricas además en Cádiz, San Fernando, El Ferrol, Sestao (Vizcaya) y Cartagena. En mayo de 1918 empezaron a levantarse los talleres de Reinosa, y no entraría en pleno funcionamiento hasta 1921.
      La importancia del hecho de la fundación de la empresa armamentística en Reinosa se refleja en el hecho de que a raíz de ello, el Rey Alfonso XIII le concedió el título de Ciudad en 1927. Según nos cuenta el citado Capitán de Fragata, el hecho de que la fábrica se instalara en Reinosa obedeció a varios factores, y entre ellos la climatología, que por sus bajas temperatura resultaba adecuada para contrarrestar las inclusiones de hidrógeno en el acero. Además de la abundancia de las aguas de los ríos, la importancia de la Villa como nudo de comunicaciones. Pero sobre todo por: <<Su natural situación estratégica, fuera del alcance de la mayor artillería naval entonces utilizada en Europa. Su distancia a la costa, aproximadamente 80  kilómetros, doblaba el máximo alcance de los cañones de 381 mm., y la aviación aún contaba con mucho escepticismo sobre su futuro bélico.>>16   Sin embargo, a pesar de las razones estratégicas, Reinosa fue bombardeada durante la Guerra Civil Española en diversas ocasiones y en lugares distintos. 17
      Ya pasados los avatares de la primera Gran Guerra, de la Guerra Civil y de la Segunda Guerra Mundial, la empresa Naval, comenzó a producir otro tipo de accesorios, sin descuidar la principal producción de artillería y tanques 18. Se destinó a la producción de toda clase de aceros de construcción, al carbono y especiales para aviación, automóviles y ferrocarriles; aceros de cementación, nitruración e inoxidables en cromo y níquel, resistentes al calor para válvulas de motores de explosión, resistentes al desgaste con manganeso; para chapas magnéticas de transformadores y motores eléctricos; placas y bolas estampadas para molinos y trituradoras, cigüeñales, bielas para automóviles, aviones, y un largo etcétera. La capacidad de producción anual era de 35,000 toneladas. Ocupaba en torno a los 2,000 trabajadores y sus principales clientes eran el Ministerio de la Guerra, las compañías ferroviarias, los astilleros y las fábricas metalúrgicas.19
      En la década 1920-1930 se crearon además en la región otras fábricas, como la Sociedad Anónima Cementos Alfa en Mataporquera. Su emplazamiento en Mataporquera obedecía a que esta población era un importante nudo de comunicaciones (ferrocarril del Norte y Robla), y a su situación estratégica con respecto a los mercados castellano, vasco y hacia el extranjero vía Santander.
      Estas tres grandes empresas de la comarca son las que, en conjunto, permitieron el proceso de transformación estructural y movilidad social más importante, y que perdura hasta el día de hoy. Pero no han sido las únicas fuentes de empleo, ya que en torno suyo, como abastecedoras, se crearon pequeñas y medianas empresas, que han trabajado como suministradoras de servicios especializadas. Además, existen todos los puestos de trabajo de la construcción y los servicios asociados a la urbanización requerida.
      El sector industrial de la comarca de Campoo se completaba con las siguientes industrias y talleres, entre 1930 y 1970:20 pequeña industria artesanal dedicada a la alimentación; construcción de muebles; talleres metalúrgicos, etc. Existían en Reinosa tres fábricas de pastelería y galletas, reliquias del abundante trigo que circulaba por el camino harinero; dos fábricas de embutidos con 10 empleados cada una; cuatro talleres de carpintería; dos imprentas con ocho empleados; una fábrica de harina; dos fábricas de quesos (una de ellas fue la primera fábrica de quesos en España); dos fábricas de chocolates; una fábrica de mantecas y derivados; una de lejías; cinco talleres de modistas y unos ocho talleres de fundición y mecánicos.
      En el área circundante a Reinosa, ya en el Ayuntamiento de Enmedio, existía una fábrica de curtidos en Matamorosa, una dedicada a la fabricación de tejas y material de construcción con 50 trabajadores, y un taller en Nestares de forja y estampación. En Valdeprado existió una cantera con 300 obreros. En la cuenca alta del Besaya, en la localidad de Santiurde, en una antigua ferrería y luego fábrica de harinas, estaba emplazada una de muebles y una cantera de caliza con 20 y 15 trabajadores respectivamente; y 1 fábrica de harinas y 1 quesería en Pesquera con 20 y 5 empleados.
      Todas estas industrias fueron desapareciendo según fueron absorbidas por el sistema de producción mercantil a gran escala, ya que las hizo empresas poco competitivas, de baja producción y con precios más altos. Al haber sido empresas que surgieron en un momento de la industrialización basada en la explotación intensiva de mano de obra, no tenían la tecnología suficiente para la automatización. Por eso, cuando se empiezan a incorporar nuevas tecnologías basadas en la electricidad y en la mecanización, la fuerza de trabajo humano y la maquinaria movida por vapor comenzaron a desaparecer paulatinamente.
      Por otro lado, la creciente incorporación de la región a la economía de mercado, facilitó el ingreso de los primeros centros comerciales en donde se compraban productos venidos de todas las regiones de España, lo que fue haciendo que las industrias agroalimentarias, de ropa, calzado, etc., se fueran desplazando hasta desaparecer, dando lugar a la inserción de los productos de consumo estandarizado en todo el Estado.
      Este consumo tiene que ver con el acceso a los salarios que permiten ingresos fijos que aseguran el poder de compra. Esto marcó una gran diferencia con respecto al sector rural, en el que se seguía produciendo, y más en el caso de Campoo, agricultura de secano, y ganadería de extensión de baja rentabilidad y escasa producción. Esto marcó en aquel entonces un proceso de distanciamiento entre las rentas urbanas y rurales, que se reflejaba en el acceso desigual a la sociedad de consumo en ambos sectores sociales de la comarca. Con el tiempo, y a la luz de los procesos históricos, este hecho diferencial fue retrocediendo, hasta alcanzarse los más altos niveles de renta, en el campo a mediados de los años 90.
      Para noviembre de 1995, se han dado una serie de factores económicos que han llevado al Estado a vender la planta industrial SIDENOR a un grupo empresarial de capital italiano. Entre los efectos que se han producido por esta venta, están los del recorte de personal por la modernización misma de la planta productiva.
      Sin embargo, la reconversión industrial que ha sufrido España, ha forzado a que se hayan dado despidos y jubilaciones más o menos cíclicamente. Muestra de esta problemática es el conflicto obrero patronal de 1987, que desembocó en disturbios y boicots hechos por los obreros, y que terminaron con la intervención de la Guardia Civil "sitiando" a la ciudad de Reinosa, con saldo de un muerto. En aquel entonces, se despidió a casi 500 trabajadores.
      Algunos motivos que inducirían al Estado a esta venta son los de considerar que SIDENOR estaría en riesgo de desaparecer de no privatizarse, después de que la Unión Europea prohibió la concesión de subvenciones a las siderúrgicas. Del polígono industrial creado originalmente con un millón de metros cuadrados de superficie, que dio origen a la creación de cuatro empresas y una sociedad anónima laboral, sólo ésta, y una de las empresas sobreviven hoy en día.
<<... la nueva situación que se plantea para SIDENOR aquí en Reinosa, puede ser muy grave. Pasaríamos a depender de una multinacional italiana que pasados ciertos años, y a la vista de una cuenta negativa de resultados, se retiraría probablemente para dejarnos condenados al cierre definitivo. En los años setenta había en Forjas y Aceros 2,000 hombres trabajando. Terminaremos 1995 con apenas 900. En una ciudad como Reinosa con un censo poblacional de 12,500 siempre regresivo, eso sería un drama enorme para nosotros y las generaciones venideras...
Tras el plan de viabilidad de 1988 que dejó la plantilla en 1250 operarios, la industria sigue produciendo aproximadamente lo mismo que entonces: unas 80.000 toneladas de laminados; unos 17.000 de forjados comerciales y unas 12.000 de piezas forjadas y fundidas.
Los resultados económicos fueron malos hasta 1994, pero las perspectivas de producción del plan de reordenación del sector de aceros especiales preveían para noviembre de 1995 que se terminaría el año con 3.000 millones de pesetas de beneficios. En estas circunstancias el gobierno pretende privatizar el Holding, lo que provoca serios recelos entre la población obrera de Reinosa>>.21
      Las siguientes tablas muestran el peso que tiene la producción industrial en Cantabria, frente  a la producción primaria y los servicios. De ellas se desprende que la industria, aunque en franco declive como principal aportadora del PIB Autonómico, sigue teniendo más peso que la primaria. Por otro lado, se evidencia la reconversión industrial por el número de parados y por el mayor índice del empleo en el sector de servicios, sobre todo de aquellos destinados al turismo exógeno. Estos datos son relevantes en la comprensión del proceso transformador de Cantabria y de la comarca de Campoo, en el sentido de mostrar el desplazamiento de las actividades económico- productivas del sector primario hacia otros sectores de la economía.

1 Gómez Pellón, Eloy: “La casa de labranza en Cantabria. Estructura y cambio”, en Montesino González, Antonio (Ed.): Estudios sobre la sociedad tradicional Cántabra. Continuidades, cambios y procesos adaptativos. Universidad de Cantabria. Asamblea regional de Cantabria. Santander, 1995. pp. 257-290.

2 Sierra Álvarez, José: El complejo vidriero de Campoo (Cantabria), 1844-1928. Ed. Cámara Oficial de Comercio Industria y Navegación de Cantabria. Santander, 1993.

3 Arroyo Valiente, Pedro & Corbera Millán, Manuel: Ferrerías en Cantabria. Manufacturas de ayer, patrimonio de hoy. Asociación de Amigos de la Ferrería de Cades. Fundación Marcelino Botín. Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria. Santander, 1993.

4 Arroyo Valiente, Pedro & Corbera Millán, Manuel: Op. Cit.  pp. 67-90.

5 Ibíd.

6 Sierra Álvarez, José: Op. Cit.

7 Madoz, Pascual: Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico. Santander. Ed. Consejería de Cultura, Educación y Deporte de la Diputación Regional de Cantabria. Valladolid 1984. Edición facsimilar. 
Menéndez Martínez, J. María: “El Camino de Reinosa, 1750-1800”, en Revista del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. 1987, No. 26.

8 Avance sobre la riqueza pecuaria en 1891 formado por la Junta Consultiva Agronómica. Dirección General de Agricultura, Industria y Comercio. Madrid, 1891.

9 De la Puente Fernández, Leonor: Transformaciones agrarias en Cantabria. 1860-1930: Especialización vacuna y construcción del espacio agrario. Universidad de Cantabria. Asamblea Regional de Cantabria. Bilbao, 1992.

10 De la Puente Fernández, Leonor: Op. Cit.

11 El nombre de "agosteros" se les dio por la relación con el mes de agosto, ya que la siega o recogida de la hierba en la región campurriana se hace en julio o mes de "praus"; de ésta manera, los jornaleros ya habían realizado sus labores agrícolas y salían a Castilla a la cosecha de cereales.

12 Arroyo V., Pedro y Corbera M., Manuel: Op. Cit.

13 Sierra Álvarez, José: Op. Cit.

14 Amorós, José: Reinosa crisol de la gran forja en España. SIDENOR, Santander, 1994.

15 Amorós José: Op. Cit. págs. 31 y ss.

16 Op. Cit. pág. 70.

17 Durante el trabajo de campo se recogió el testimonio de un hombre que narró que sus padres se conocieron durante un bombardeo de la Legión Cóndor en Campoo de Yuso. Se recogió el relato de un ganadero jubilado que estuvo escondido en la Sierra Cordel (un “Maquis”), después de que a causa de los bombardeos de las tropas Nacionales en Villacantid, decidiera enrolarse como miliciano Republicano. Además, se tienen las narraciones de dos informantes que en un recuento histórico de la ciudad de Reinosa, nos mostraron el refugio antiaéreo en el que se escondían cuando sobrevolaban los aviones la Villa.

18 Amorós, José: Op. Cit.

19 Gutiérrez Flores, Jesús: Veinte años de conflicto y Violencia como modo de relación. Un ejemplo de microhistoria: el Partido Judicial de Reinosa. (1926-1946).  Universidad de Cantabria. Facultad de Historia. Tesis de Licenciatura. Santander, 1993.

20 Gutiérrez Flores, Jesús: Op. Cit. pág. 35 y ss. Los datos sobre la industria en Reinosa que se presentan a continuación, son consignados por el autor citado.

21 Jesús Delgado para el periódico El País. Lunes 6 de noviembre de 1995. pág. 72. Entrevista con Fernando Fuente. Presidente de CCOO y del Comité de Empresa de SIDENOR.