MIGRACIÓN INTERNACIONAL, DESEMPLEO Y DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO ANTE LOS DESAFÍOS DE LA GLOBALIZACIÓN

MIGRACIÓN INTERNACIONAL, DESEMPLEO Y DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO ANTE LOS DESAFÍOS DE LA GLOBALIZACIÓN

Martina Rodríguez Domínguez
Emilio Hernández Gómez
Eduardo Meza Ramos

Universidad Autónoma de Nayarit

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3.2 Comportamiento del desempleo en México

En el contexto de la economía mundial, Estados Unidos crece a tasas históricamente bajas y su mercado laboral muestra una tasa de desempleo alta, resultado en parte por el endeudamiento y el entorno externo respecto a la crisis en Europa y desde otra perspectiva, la falta de acuerdos para reducir el elevado déficit público (BBVA, 2012).
En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pronostica que el desempleo seguirá como producto de la crisis financiera que prevalece en el planeta y que la recesión en el empleo en el ámbito laboral llegará más allá de la posible recuperación en el sistema financiero mundial (Figueroa, Ramírez, González y Espinosa, 2012).
El modelo de desarrollo implementado por la mayoría de los países americanos expulsores de fuerza de trabajo no ha generado crecimiento ni desarrollo económico, sino precarización laboral y desempleo, desigualdad social estancamiento productivo y mayor dependencia económica  del exterior (Morales, 2009).
Por otra parte, diversas investigaciones coinciden y plantean que el crecimiento económico conlleva al fenómeno migratorio como una consecuencia, pero también un aumento en el desempleo generado por la introducción de alta tecnología en los procesos productivos de diversas actividades económicas (García, 2007a).
Es decir, la introducción de la mecanización en los sistemas productivos desplaza empleos inferiores y genera una nueva clasificación porque siempre habrá un nivel inferior en cualquier jerarquía, los empleadores entonces requieren de trabajadores que necesiten ganar dinero y el que cubre esos requisitos es el migrante (Massey, Durand  y Malone, 2009).
Los desplazamientos de población de los países pobres hacia los países desarrollados se han visto impulsado por el desempleo que ha deteriorado la calidad de vida, lo que se expresa en aumento de la pobreza (Muñoz, 2002).
El aumento en el empleo en México durante 1970-1981 fue 8.7 millones de empleos, en 199l el aumento fue de 1.5 millones más, equivalente a un 0.7%  anual, respecto a la década anterior, el déficit fue de 7.2 millones de empleos sin incluir el difícil por aumento de la población mexicana. la situación en Estados Unidos según datos proporcionados por el censo, refleja que la población residente nacida en México aumento 1.7 millones entre 1980 y 1990, por lo que se deduce que según cálculos efectuados del total de la población que no pudo ingresar a la fuerza de trabajo el 24% emigró a Estados Unidos (Verduzco, 2000), esta situación impulsa a los mexicanos con bajo nivel de educación a migrar a Estados Unidos en búsqueda de un trabajo y mayores salarios, aunque la población calificada también migra para encontrar un ingreso mayor, debido a las altas tasas de desempleo  (De la Cruz y Núñez, 2013).
En México la ineficiencia del mercado laboral se justifica por las rigidez del sector laboral, entre las que pueden mencionarse los sindicatos, los salarios mínimos, los contratos colectivos, las jornadas de trabajo por día y no por hora, etc., que impiden su correcto funcionamiento, por lo que la existencia de las altas tasas de desempleo se adjudican a la falta de reformas estructurales que promuevan el libre mercado, aunque la liberalización del mercado de trabajo va acompañada de una creciente asimetría social que favorece al capital en detrimento de la clase trabajadora (Rodríguez y Gaona, 2011).