VISIÓN DE LA PLANEACIÓN Y DESARROLLO TERRITORIAL DESDE NAYARIT

VISIÓN DE LA PLANEACIÓN Y DESARROLLO TERRITORIAL DESDE NAYARIT

María Lourdes Montes Torres (CV)
Eduardo Meza Ramos
Ricardo Becerra Pérez
(Coordinadores)

Universidad Autónoma de Nayarit

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HISTORIA DE VIDA DE UN MIGRANTE SUDAMERICANO EN TEPIC

Alejandra Guadalupe Gutiérrez Torres
Susana Marceleño Flores

Resumen
En el año 2004, entraron a México por la frontera sur  1 829 703 migrantes, de los cuales el 78.1% pertenecían al flujo documentado (Árumbula & Santos, 2007). ¿Cómo vive un migrante en México? y ¿Cómo son tratados por los propios mexicanos? son el referente de esta investigación. Mediante un estudio de caso de un migrante sudamericano en Tepic, se busca dar una posible respuesta a esta interrogante. Si bien los reclamos hacia Estados Unidos porque acepte los miles de migrantes que residen allá, son titular en todos los medios; este ensayo invierte la mirada al interior, en búsqueda del entendimiento entre los mexicanos y los migrantes que viven en el país.

Palabras clave:
Migración, racismo, cultura, nacionalidad.

Introducción
La situación de la migración en México es un fenómeno interesante, por la ubicación geográfica, pasado histórico y cultural, está ligado a Centroamérica; así como el compartir la frontera norte con Estados Unidos, representan una situación compleja. México, tanto es destino, origen y tránsito de los migrantes, señala Guadarrama (2009). Dos aspectos son fundamentales en este estudio, de dónde provienen los migrantes centroamericanos y por qué han decidido residir en Nayarit. El lugar de origen según Durand y Massey (2003), puede interpretarse de dos maneras: con referencia al lugar de nacimiento o al lugar de residencia, que no siempre son los mismos.  Según datos del Censo 2000, el 16.6% de los migrantes residentes en el país provenían de Centro y Sudamérica (INEGI, 2000). Este mismo estudio, calcula que en Nayarit vivían aproximadamente entre 5 y 9 mil migrantes internacionales. Datos más recientes, indican que para el año 2010, vivían en el país 961,121 personas que habían nacido en un país distinto (INEGI, 2010). De ello surge la gran interrogante de este estudio ¿Qué pasa con los migrantes que residen en el país?

Para lograr dar respuestas a estos cuestionamientos, este estudio se divide en tres apartados, el primer es una recopilación de los antecedentes sobre la migración y el marco jurídico respecto a la temática. El segundo, abre un referente sobre la migración de centro y sudamericanos en México y el último aborda la discusión entre tópicos sobre el racismo, cultura y nacionalidad.

Antecedentes y marco jurídico de la migración en México

El emigrante es la persona que cambia su lugar de residencia habitual de una unidad geográfica a otra, ya sea de país, entidad federativa, municipio o delegación; señalan Rocha y otros (2008). En México existe una regulación respecto a la estadía de los migrantes. Según la máxima ley, en el artículo 33 señala que son personas extranjeras las que no posean las calidades determinadas en el artículo 30 constitucional (Este especifica las condiciones para ser mexicanos por naturalización) y gozarán de los derechos humanos y garantías que establece esta constitución (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Ultima reforma, 15 de octubre del 2012).

Por su parte en la Ley General de Población en los artículos 42, 43 y 44, ahora derogados; señalaba once categorías por las cuales un extranjero puede ingresar al país. De las cuales cuatro son pertinentes a esta investigación:

  • Transmigrante. Es una persona en tránsito hacia otro país y que podrá permanecer en territorio nacional hasta por treinta días.
  • Visitante. Persona que se interna al país para dedicarse al ejercicio de alguna actividad lucrativa o no, siempre que sea lícita y honesta, con autorización para permanecer en el país hasta por un año. 
  • Inmigrante. Es el extranjero que se interna legalmente en el país  con el propósito de radicarse en él, en tanto adquiere la calidad de inmigrado.
  • Inmigrado. Los inmigrantes con residencia legal en el país durante cinco años podrán recibir la calidad migratoria de inmigrados. Este puede dedicarse a cualquier actividad lícita con las limitaciones impuestas por la Secretaría de Gobernación. El inmigrado puede entrar y salir libremente del país en el momento que lo desee, pero si permanece en el extranjero más de 3 años consecutivos pierde su calidad migratoria (Lizárraga, s.f.).

La Ley de Migración, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 25 de mayo del 2011; deroga los artículos que se consideraban respecto a la migración en La Ley General de Población, y forma parte de las reformas jurídicas para gobernar los diversos procesos migratorio que ocurren en el país, señala Morales (2012). En las reformas de las treinta calidades y características migratorias que se contemplaban en la Ley General de Población, las agrupadas en las calidades de No Inmigrante, Inmigrante e Inmigrado, son sustituidas por tres grandes grupos de condiciones de estancia. Las cuales se definen de la siguiente manera:

  • La condición de Visitante prevé a los extranjeros que van a permanecer por estancias cortas en el país, ya sea como turistas o personas de negocios; visitantes con permiso para recibir una remuneración en el país, por estancias menores a 180 días; visitantes o trabajadores de las regiones fronterizas; y visitantes por razones humanitarias o para realizar un procedimiento de adopción. Con las visas por razones humanitarias se reconoce el derecho de los migrantes a acceder a la justicia.
  • La condición de Residente Temporal se podrá otorgar a los extranjeros que deseen permanecer en el país por estancias menores a 4 años y en esta categoría se incluye a los estudiantes, que podrán permanecer en México por el tiempo que duren sus estudios. Los residentes temporales contarán con permiso para recibir una remuneración en el país, sujeto a una oferta de empleo y tendrán derecho a la unidad familiar para ingresar o reunificar a su cónyuge, concubina o concubinario; así como a sus hijos o a los hijos del cónyuge, concubina o concubinario, siempre y cuando sean menores de edad y no hayan contraído matrimonio o se encuentren bajo su tutela o custodia.
  • La condición de Residente Permanente se podrá otorgar a los extranjeros que deseen residir indefinidamente en el territorio nacional por razones de asilo político, reconocimiento de la condición de refugiado y protección complementaria; por reunificación familiar; o por que hayan transcurrido cuatro años desde que el extranjero cuente con permiso de residencia temporal. También se define en la ley y se otorga esta condición a los apátridas tanto de iure, como de facto (Ley de Migración, 2011).

Las reforma a la Ley General de Población, dispuestas en Ley de Migración; en el artículo 40°, considera la visa de visitante con permiso para realizar actividades remuneradas, sin embargo en el artículo 32° de la Constitución en último párrafo, señala de manera textual:

“Los mexicanos serán preferidos a los extranjeros en igualdad de circunstancias, para toda clase de concesiones y para todos los empleos, cargos o comisiones de gobierno en que no sea indispensable la calidad de ciudadano” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Ultima reforma 15 de octubre del 2012).

Las leyes buscan facilitar el empleo de los migrantes, sin embargo la máxima ley antepone la preferencia de cargo y empleos a los mexicanos. Lo que podría interpretarse como una política proteccionista. Ninguna ley está por encima de la Constitución; es decir que lo que dicta el artículo 32° Constitucional tiene mayor peso que los reglamentos y leyes. Y aunque la política de México ha sido de puertas abiertas, el empleo digno y remunerado para los migrantes, sigue siendo uno de los puntos cruciales por reformar.

Migrantes de América en México

La migración es un fenómeno con el que se vive diariamente en México. Bastaría abrir cualquier página de un diario para notar los titulares, donde dos encabezados resaltan. Por un lado las marchas de connacionales en los Estados Unidos en el reclamo de sus derechos y por otro, la ola de violencia hacia los migrantes que llegan de Centro y Sudamérica. Paradójico es vivir entre dos perspectivas.

 La migración es una acción colectiva que se origina en el cambio social y que afecta a toda la sociedad, tanto en las áreas de salida como en las de llegada (Meza & Hérnandez, 2008). En este mismo artículo, los autores señalan: “El individuo que migra busca maximizar su bienestar. Por lo tanto el emigrante potencial comparará su situación presente con la de destino y dependiendo del balance entre los beneficios y los costos orientará su decisión”.  El empleo, salud, educación, son algunos de los motivos que hacen que los migrantes dejen su lugar de origen en búsqueda de mejores condiciones de vida. Este proceso se facilitan por las denominadas redes migratorias, los cuales son conjuntos de lazos interpersonales que conectan a los migrantes con otros migrantes que los precedieron, mediante nexos de parentesco, amistad y paisanaje (Durand & Massey, 2003).

No hay una certeza sobre el número de migrantes centro y sudamericanos en México debido al problema de las fuentes. La migración centroamericana de tránsito irregular por México mantuvo una tendencia creciente entre 1995 y 2005, posteriormente cambia a la baja a partir de 2006 y se estabiliza durante 2009-2010, señalan en su estudio Rodríguez et al (2011). Una aproximación del fenómeno, es la encuesta EMIFSUR (2010-2012), los datos reportados en el primer trimestre del 2012, contabilizaban 156,800 migrantes procedentes de Guatemala con intención de cruzar a México para trabajar. Sin embargo el dato  mantiene sesgos ya que sólo es referido a Guatemala, sin considerar los demás países.  Con datos del Instituto Nacional de Migración en el año 2004 el flujo de extranjeros por la frontera sur indocumentados fue de 400, 235 y documentados de 1 429 468 migrantes (Árumbula & Santos, 2007).

En otro estudio titulado “Los Extranjeros en México”, señalaba que en el año 2000, en México residían 492 617 personas que habían nacido en otro país; de los cuales 430 954 provenían de algún país del continente Americano y de ellos el 16.6% es decir aproximadamente 71 538 provenían de Centro y Sudamérica. Ante estos datos estudiar el fenómeno migratorio hacia México es trascendental, en pro de entender los roces de la migración.

Racismo, cultura y nacionalidad: los roces de la migración

La tierra natal es la identidad geográfica que se asume para responder a la pregunta ¿de dónde eres?, señala Brito (2009); este argumento sirve de preámbulo para este análisis, el significado del lugar de origen.  Las identidades colectivas, implican la existencia de uno a varios aspectos materiales y rasgos culturales compartidos con diversos grupos sociales (Almada, 2008), por lo cual al migrar la identidad del lugar de origen es importante.

Los migrantes viven en la frontera entre dos países, dos culturas y dos identidades. Ya que como bien refieren Barbosa y Mendoza (2008), la condición de los migrantes conlleva a una alteración en la vida de los grupos o individuos. Retener o asimilarse se convierte en un dilema cotidiano. La migración internacional incrementa la diversidad dentro de una sociedad. Esto presenta una cantidad de problemas para el Estado. El más obvio tiene que ver con la política social: puede ser que los servicios sociales y la educación tengan que planearse y prestarse en formas nuevas que correspondan a diferentes situaciones de vida y prácticas culturales. La inmigración y la diversidad étnica amenazan ideas como las de nación porque crean un pueblo sin un origen étnico común (Castles & Miller, 2004). Estos conceptos llevan a una discusión entre el fenómeno migratorio y el proceso de transculturación cuando la vida transcurre en las fronteras no territoriales entre dos países.

Método
La investigación se enfocó en un estudio descriptivo de un caso específico. Para los fines de la investigación se seleccionó un migrante proveniente de Sudamérica residente en Nayarit. Mediante una entrevista de preguntas semi-estructuradas permitieron obtener información sobre los tres grandes temas que aborda este estudio. La primera sección de la entrevista estuvo enfocada en el ingreso migratorio al país. La segunda en cómo es la vida de un extranjero en México y la tercera en el arraigo cultural y la identidad entre las dos naciones. La entrevista fue video grabada, posteriormente mediante el uso de software se transcribió e interpretó. Los resultados se exponen en la siguiente sección.

Resultados y Discusión
El migrante al que refiere esta investigación es de origen peruano nacido en el departamento del Amazonas en 1985, en los últimos años antes de salir de su país residió en la capital Lima. Llegó a México aproximadamente hace once años, acompañado de su hermano menor y su madre. El proceso para venir a México se les facilitó debido a que tenían un familiar de origen mexicano el cual les mandó una carta de invitación para que pudieran ingresar al país. Según él mismo lo relata en la entrevista, fue su pariente el que realizó los trámites aquí en México, para lo cual les solicitó pasaportes y actas de nacimiento. Después de uno o dos meses, les envió la carta de invitación, para que les fuera otorgada la visa. Este caso es un ejemplo de lo mencionado por Durand y Massey (2003), respecto a las redes migratorias, en las cuales la primera generación de migrantes que ya se establecieron en el país permite traer a otros migrantes y conformar los flujos migratorios.

La carta invitación especificaba los motivos, que inicialmente era cuestiones recreativas. Debía estar expedida por un mexicano o un familiar, que se haría cargo y responsable de las personas que invita. Anteriormente a este proceso, ya había solicitado la visas, sin embargo como no podían demostrar un trabajo estable y solvencia económica, es decir motivos para regresar al país, el permiso les fue negado, por lo cual optaron por la carta de invitación. El flujo migratorio de centro y sudamericanos a México es muy alto como se ha analizado, por lo cual las autoridades en el extranjero tienen que mantener políticas que aseguren que los migrantes regresarán a su país de origen.

Después de los tres meses que se otorgan en el permiso de turista, llegó la decisión nada fácil de quedarse en el país. Ante estas circunstancias tenían que regularizar su estadía. Tanto él como su hermano, al ser menores de edad, quedaron como dependientes económicos de su madre. El status de ella le permitía trabajar en el país y poder mantener a la familia. Aunque hablamos que esta migración y estos procesos se llevaron en el año 2001, donde todavía era vigente la Ley General de Población, la actual Ley de Migración considera las reformas para la visa con actividades remuneradas.

A él, por su parte, le otorgaron un permiso que le permitiera estudiar en el país, para lo cual fue necesario contar con una persona en Perú que le enviara dinero, así como una carta de la institución a la que iba a entrar y mantenerse como alumno regular. El primer conflicto que enfrentó fue la revalidación de los estudios ya que entre ambos países no se lleva el mismo sistema, allá no se cursa la preparatoria, sino que son cinco años de secundaria, por lo cual cuando empezó a estudiar en México revalidó hasta el segundo año de bachillerato. Actualmente estudia la Maestría en Ciencia Biológico Agropecuarios, por la Universidad Autónoma de Nayarit.

Durante los primeros años se mantuvieron en la modalidad de No Inmigrantes, actualmente pasaron a la categoría de Inmigrante, con la intención de nacionalizarse. Cabe mencionar que en la entrevista estos términos fueron adoptados por el propio migrante, sin hacer referencia a las nuevas categorías de la legislación vigente. En el proceso de nacionalización, debe mantenerse dos años en esa calidad, para posteriormente realizar el trámite en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Según menciona son tres niveles para nacionalizarse, el ultimo nivel el Inmigrado ya no es necesario acudir a migración a pedir prórroga, esta categoría les permitía trabajar como si fuera mexicano, pero sin nacionalizarse. Por ello como su intención explícita es la de obtener la nacionalidad, no ha buscado esta categoría. 

Durante estos once años, sólo ha regresado en dos ocasiones a su tierra natal, en el 2005 y la última en el 2011. En la categoría de No Inmigrante se tenía la facilidad de hacer viajes en cualquier momento, ya que no había restricciones ni era necesario algún permiso ante la Secretaría de Relaciones Exteriores, sólo debe estar dentro de la vigencia del permiso. Con la calidad de Inmigrante se le sigue permitiendo salir del país, sin embargo no puede permanecer más de 180 días fuera. Cada año debe de estar renovando su estadía ante las autoridades competentes.

Los primeros años fue sorpresa para sus compañeros el que fuera extranjero, por el acento, hoy ya pasa desapercibido. Acertaban a decir que si era del sur, incluso llegaron a pensar en que era chiapaneco. Recuerda a manera de gracia la pregunta que todo mundo le formulaba -¿Por qué te viniste a México?- y a propósito del tema contesta la misma pregunta de aquél entonces, -A México por la facilidad de ya tener un familiar aquí, el bienestar económico y las oportunidades de educación-. Durante gran parte de la entrevista las oportunidades que él observa en el país salen a relucir,  entonces la plática retoma otro sentido. Si México es el país de las oportunidades, la pregunta sería entonces ¿por qué tanta gente migra a Estados Unidos? sobre esta cuestión lo analiza como algo ilógico y señala con un argumento más enérgico -“Ustedes como lo tienen aquí, no lo saben aprovechar”- y continúa exponiendo sus ideas -En Estados Unidos hay mejor paga, aunque la falta de trabajo puede ser un motivo-.

Sobre estos temas continuamos la charla con el racismo. A lo que él menciona que el trato de las autoridades ha sido bueno y respetuoso. Pero también habla de la responsabilidad de hacer algo por México, ya que no puede permanecer sin hacer nada en el país; estudiar, trabajar o practicar algún deporte, es lo que siempre le han dejado claro en migración,  -¿Pero qué pasa con quien no viene en la misma igualdad de circunstancias?-.           El ser ilegal desde su perspectiva es llevar una vida a escondidas, procurando no tener contrato, o recurriendo malamente a conseguir documentos de manera apócrifa, como lo ha sabido de algunos conocidos que no cuentan con papeles.  En México el color o la forma de vestir no denotan la calidad de extranjero y la policía no te puede detener sólo los agentes migratorios, refiere en la entrevista. Por lo que considera que la manera en la que se introduce al país y lo que haces en él, es lo que realmente determina que sus condiciones de migrante sean tan diferentes de los demás.

Respecto al trabajo él no ha buscado, se ha dedicado más a sus estudios. Comenta que alguna vez iba a trabajar, pero al ser extranjero, no había esa opción porque en esa empresa nunca se había presentado el caso. Más no sabe si en realidad  no le quisieron dar el trabajo o como era una cuestión atípica para los empleadores, ellos no sabían qué hacer con un extranjero. En el caso de su hermano comenta que fue a buscar trabajo al sur de Nayarit. A él le dijeron que aunque solicitara un trabajo de lo más sencillo, si venía un mexicano a pedir el mismo trabajo, por leyes mexicanas se le da el trabajo a éste. A excepción de que  el extranjero tenga una característica superior al mexicano. Con la finalidad de justificar ante las leyes la contratación de un extranjero; por lo cual se les exige estar más preparados. Este caso ejemplifica lo dictado en el artículo 32° Constitucional, a lo cual, el cuestionamiento lógico fue  -¿Cómo ve un migrante esta ley?-. Para él, le resulta lógico, las leyes tienen que velar por los intereses del propio México, si no fuera así, de todos los países vendrían a México.

De haberse quedado en Perú las oportunidades no habrían sido las mismas. Por lo que sus expectativas es nacionalizarse, estudiar un doctorado y trabajar en el país. Su familia ve con buenos ojos, cuando el externa ese deseo por naturalizarse, ya que por su formación  sería difícil insertarse de nuevo en Perú. También ellos en algún momento han platicado su deseo venir a México, al ver las oportunidades que han tenido tanto él como su familia, pero no es fácil dejar el país; y señala -Uno extraña, quiere volver, lo que más añoro es la familia, es lo que más extraño del país, desearía ir a Perú y conversar con ellos. Lo segundo es la comida-.

Las costumbres, muy a pesar de hablar el mismo idioma, no dejan de ser diferentes. -Se extraña la comida, la música- refiere al cuestionamiento. En un balance señala que no hay un estado perfecto; por tener crecimiento económico hay que sacrificar la familia, no se puede tener todo. En cuestión de las tradiciones, recuerda una actividad que realizaban en Perú para fin de año. La cual consistía en la quema de un muñeco, hecho con ropa vieja y relleno de aserrín, que simbolizaba dejar lo viejo, sin embargo nunca lo han  llevado a cabo en México por no sentirse diferentes a las costumbres locales.

Respecto a las fiestas cívicas, en Perú la principal celebración es el día de la independencia la cual se realiza el 28 de julio, en México procuran reunirse con otros peruanos. Explicando la fiesta habla del desfile, los cuetes, y la fiesta; así como en todas las casas del Perú ponen su bandera. Y ahora la cuestión gira en torno -¿Y tienes tu bandera?-, expresa que sí les gustaría tenerla y no, ya que prefiere que no lo vean de una manera diferente los mexicanos. Hace énfasis en decir que no le gusta que se den cuenta que es extranjero, la gente ya lo sabe, más desconoce qué pasaría si pusieran una bandera diferente afuera de su casa.

El balance entre Perú y México; para él sigue siendo positivo, el primero es el país que lo vio nacer, el segundo el que la ha brindado tantas oportunidades.  Él se considera peruano por su familia, pero también se siente mexicano, incluso lo considera como su segundo país. Al tener la doble nacionalidad, la pregunta ¿De dónde eres?, será una gran disyuntiva y él dice que ante ello contestará, -Soy mexicano porque es la última calidad en la que estoy, entonces diré soy mexicano pero nací  en Perú-. Y aunque ve su futuro aquí en el país, también considera pasar la vejez y morir en Perú aunque cierra diciendo -pero por lo pronto mi futuro esta acá-.

Conclusión
A lo largo de la entrevista se observan los puntos críticos que se abordan en el marco de referencia. Las legislaciones que facilitan la entrada de los migrantes y como en algunos aspectos resultan contradictorias. De igual forma las reformas a las categorías no han sido definidas, ya que en el caso de este estudio, el migrante sigue utilizando los anteriores parámetros. Otra parte interesante es la aculturación y cómo los migrantes buscan pasar desapercibidos en el país de destino. Este estudio es un caso de una migración legal y documentada, en el cual el exponente hablaba de los beneficios y oportunidades en el país, habría que contrastar los resultados con un caso en condiciones diferentes y analizar el resultado entre ambas, entonces serian una aproximación más directa al cuestionamiento inicial  ¿Cómo vive un migrante en México?

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1 Se refiere al monto total estimado de cruces migratorios de guatemaltecos que proceden de Guatemala y que manifiestan la intención de cruzar a México para trabajar, y de los migrantes guatemaltecos que trabajaron en México y se dirigen a su país de origen.