ASPECTOS DE FILOSOFIA DE LA CIENCIA Y SUSTENTABILIDAD

ASPECTOS DE FILOSOFIA DE LA CIENCIA Y SUSTENTABILIDAD

Ramón Rivera Espinosa
Universidad Autónoma Chapingo

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INTERDISCIPLINARIEDAD, ORIENTACIÓN NECESARIA ANTE LOS PROBLEMAS DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO.

Jorge Galindo González 1
CCH O UNAM

Resumen

La interdisciplinariedad aun cuando no es una orientación reciente en el escenario de la ciencia como una práctica que busca contribuir en la resolución de los problemas contemporáneos, si lo es en tanto, un enfoque que se piensa viable y pertinente para enfrentar problemas de nuestro tiempo como son los medio ambientales, de la salud, de justicia, de producción de alimentos, etc., los cuales se caracterizan por los múltiples factores, dimensiones y sentidos que intervienen en su estudio y posible resolución. Así, el presente trabajo en un primer momento se plantea una breve reflexión sobre los cambios que han gestado y fortalecido tanto la superespecialización disciplinar como las prácticas interdisciplinares. Cambios que van desde el insospechado incremento en la producción, manejo, distribución y uso de información en el ámbito del quehacer científico hasta el surgimiento de nuevas especialidades que, como parte del marco de los enfoques interdisciplinarios ha ido determinando una pugna entre las especializaciones y las nuevas necesidades, de abrir el quehacer investigativo acorde al espíritu de los tiempos. Asimismo se hace una reflexión acerca de la propuesta de F. Wallner de promover un Realismo Constructivo como plataforma para el desarrollo de los enfoques interdisciplinarios, en el entendido de que el quehacer científico es un proceso y por ello representa un espectro de cambios que plantean la necesidad de pensar y construir dialógicamente de manera incluyente y no sectaria, los diversos elementos y situaciones que impacten la vida en nuestro entorno tanto local como nacional y planetario, a manera de un ejercicio impostergable de responsabilidad colectiva.

Resume

Interdisciplinary although it is not a recent trend on the stage of science as a practice that seeks to contribute in solving contemporary problems, if it is therefore an approach that is thought feasible and appropriate to address problems of our time as They are the environmental, health, justice, food production, etc., which are characterized by multiple factors, dimensions, senses involved in the study and possible resolution. Thus, the present work at first raises a brief reflection on the changes that have gestated and strengthened both disciplinary and interdisciplinary superspecialization practices. Changes ranging from the unexpected increase in production, management, distribution and use of information in the field of scientific work to the emergence of new specialties that as part of the framework of interdisciplinary approaches has been determining a struggle between the majors and the new needs, opening the research work according to the spirit of the times. A reflection on the proposal of F. Wallner to promote a constructive realism as a platform for the development of interdisciplinary approaches, with the understanding that the scientific work is a process and therefore represents a spectrum of changes that arise are also making need to think and build dialogically inclusive and non-sectarian way, the various elements and situations that impact life on local, national and global environment, by way of an inevitable exercise of collective responsibility.
A la memoria del Maestro
Leonardo Bazan2

I

Sobre el origen de la interdisciplinariedad

El tiempo, la duración, la historia se imponen, de hecho a todas las ciencias.
Fernand Braudel

El verdadero objeto de la investigación interdisciplinaria es la reestructuración o reorganización de los ámbitos del saber, por medio de intercambios que consisten en recombinaciones constructivas
Jean Piaget.

El ser es todo el hacer.
 G. F. Hegel.

En el mundo contemporáneo, hablar de investigación es impostergable, pensar y dialogar sobre la importancia y viabilidad de la interdisciplinariedad al marcar de los tiempos, es la tendencia obligada, para algunos tal vez la iniciativa con mayores opciones y posibilidades de producción, para otros algo imposible. Por ello partimos de preguntarnos ¿por qué la interdisciplinariedad y no tan sólo la especialización (o hiperespecialización) que se viene practicando?, Considero que esto es resultado de los procesos y cambios sociales y culturales, en especial a partir de la consolidación de la tercera revolución científica-técnica-industrial, pues siguiendo esta tesis de Manuel Cazadero (1995), vivimos en el espectro de la época, los efectos de las innovaciones científicas y sus consecuentes productos tecnológicos e industriales, todos ellos, fruto de la era electrónica y en específico de la computación, del avance de los medios de información y comunicación, donde el tiempo social se ha visto trastocado, se ha visto alterado; reorientando y redefiniendo el ethos epocal. Baste como un ejemplo la masificación de los aparatos de información, comunicación y  entretenimiento; la televisión, los radios desde los bulbos y transistores hasta los microprocesadores actuales que permiten que estos sean portátiles por su menor tamaño, asimismo los actuales aparatos e implementos tecnológicos que inciden en las formas de informarnos, comunicarnos, trabajar, transportarnos relacionarnos y hasta entretenernos. Por ello, hoy la computación tiene un importante impacto y suele orientar muchas de las actividades humanas tanto en las casas, como en los centros industriales, comerciales, y educativos, así esta tecnología ha permeado los procesos de generación, almacenamiento, distribución, uso y consumo de información y conocimientos. Como ejemplo recordemos el temor que generó en el mundo financiero e industrial la llegada de un nuevo milenio, debido al posible impacto del cambio de fecha en los sistemas computarizados del mundo tecnológicamente globalizado.

De todos es conocido el hecho de que múltiples y variados sistemas computarizados son capaces de realizar tareas en lo industrial, comercial y cotidiano, actividades que antaño eran realizadas por la intervención humana directa, y aun cuando los seres humanos seguimos participando en estos procesos, la presencia de estos sistemas ha alterado la manera de hacerlo. Esto  ha reconfigurado nuestro mundo de la vida; ya sea como procesadores de textos, como controladores de procesos macroindustriales o microbiológicos (a partir de los microchips de silicio), incluso con las posibilidades de hacer procesadores moleculares basados en las propiedades complementarias del ADN, capaces de registrar, al menos en teoría, emociones.

Este panorama nos lleva a una interrogante sobre la computación, como un ejemplo de integración dialógica de saberes, de interdisciplinariedad, pues ¿a qué área pertenece?, al parecer a varias pero a ninguna de forma categórica. No, su desarrollo ha sido posible gracias a que es un área de conocimiento donde a través de un lenguaje común (las matemáticas) se han ido presentando sus avances, mismos que no han dependido del material utilizado, sino de los avances en los ámbitos matemáticos que las sustentan.

Ahora bien, en la vida académica el impacto de los implementos computacionales también ha sido notable, sobretodo en el quehacer de investigación científica, puesto que el incremento de la producción, almacenamiento, distribución y consumo de conocimiento e información ha permitido un crecimiento inimaginado del número de científicos e investigaciones actualmente en funciones y desarrollo. Hoy es un hecho que existen en el mundo más de la mitad del total de científicos registrados en la historia de la humanidad occidental, es decir, hoy están entre nosotros más de la mitad del total de los mentes científicas que registra la historia, lo cual a su vez resulta en un incremento de áreas, temas y problemas que se traducen en una gran cantidad de investigaciones que ha su vez generan nuevas especializaciones que inciden directa o indirectamente en diversos ámbitos de la vida contemporánea.

Estos desarrollos tecnológicos en muchos sentidos son resultado de la especialización científica disciplinar que se promueve con énfasis desde el siglo XVIII, cuyo avance tiene un fuerte incremento hacia el siglo XX, sobre todo con la aparición de los procesos computacionales, presentándose un efecto de autoincremento: donde a mayores investigaciones, mayor conocimiento e información, a mayor conocimiento e información mayor número de temas de investigación, a mayor número de temas de investigación, mayor número de investigadores. Pero con el problema de la superespecialización, pues, esta generación de información se ha traducido en que

Hoy, las disciplinas forman un conjunto abigarrado de conocimiento y, en torno a cada una, se aglutinan grupos de profesionales que se identifican corporativamente con ellas. No obstante las fronteras disciplinarias son borrosas. Por ejemplo… Sí tomamos al azar un ejemplar de la prestigiosa revista Science, encontramos artículos de biología estructural computacional, de ecología del bentos marino, de evolución molecular y de física de membranas celulares. ¿Se puede hablar de la existencia de la biología cuando ningún especialista en cada uno de estos temas puede discutir los últimos avances de su campo con los colegas de los otros? En una ocasión, uno de nosotros tenía urgencia de saber cuáles de los nucleótidos son purinas y cuáles son pirimidinas, le preguntó al primer biólogo que encontró .que resultó ser un ecólogo de vegetación tropical- quien con gran honestidad respondió que no tenía idea e que son las purinas y las pirimidinas.3

Así el mundo de la vida contemporáneo se ve trastocado en su dinámica por estos factores; pues la elevada generación de información y conocimiento a su vez está provocando la superespecialización. Este hecho parece ser factor en contra de la posibilidad de la interdisciplina que aunado a factores desprendidos de estos hechos como:

a) la descalificación de este enfoque como una “metáfora” mal rimada,
b) el uso del término interdisciplinario con propósitos meramente administrativos y corporativos de grupos con intereses no académicos,
c) su utilización para el logro de prebendas y espacios en los centros de investigación o universidades, donde es necesario profesar la fe del grupo para ser integrado,

provocan poca aceptación de este enfoque, incluido el desconocimiento de sus fundamentos tanto teóricos como metodológicos que posibilitarían una práctica orientada por el afán de articulación de saberes en la búsqueda real de soluciones y alternativas a la problemática contemporánea.

Con estas breves reflexiones quiero hacer hincapié en el contexto en el que surgen las orientaciones en la manera de hacer investigación que hoy nos ocupa; la interdisciplinariedad concebida en lo general con poca claridad, como la confluencia, mezcla o suma de diversas disciplinas, en tanto que estos implementos tecnológicos (como la computación), ha mutado la manera de hacer, de pensar y de relacionarse de las distintas disciplinas al hacer investigación, y por lo tanto de hacer ciencia y generar tecnología. Así el avance de las especialidades disciplinares permitió la consolidación de nuevos y fructíferos campos de investigación, donde a su vez han venido reconociendo los límites de estas prácticas científicas ante los nuevos problemas y retos surgidos de dicha revolución, por ejemplo los problemas ambientales, la sobrepoblación, la sobreexplotación de los recursos naturales, la distribución de la riqueza, las nuevas enfermedades, la riqueza y pobreza extrema entre otros. Situaciones que demandan en mayor medida, una reflexión y análisis desde diversas disciplinas, pues el cisma de la corriente positivista y neopositivista en el escenario científico, con el reconocimiento del papel del sujeto investigador y sus valores en el proceso científico, aunado a otras contribuciones como la de Gödel acerca de la incompletad, demandan una concepción distinta a la neopositivista, puesto que la visión de un sólo método y por lo tanto de una única manera de hacer ciencia resulta insuficiente ante los problemas de nuestro tiempo. Esta especialización así como las necesidades y situaciones actuales del proceso social, sumada a este cambio de enfoque, ha generado la necesidad y el resurgimiento de nuevas maneras de hacer investigación, como lo es la interdisciplinar; la cual retomo como un enfoque que reconoce la investigación como un proceso de intercambio, reconocimiento y contribución a partir del diálogo y conocimiento mutuo entre varias disciplinas afines, con el propósito de dar respuestas a preguntas, resolver o enfrentarse a problemas que son demasiado amplios o complejos para poder ser resueltos por una disciplina o profesión, concepción que me permite enfatizar la idea de multireferencialidad como vía de reflexión para pensar en la interdisciplinariedad, partiendo del hecho de que el mundo contemporáneo y en específico nuestras regiones nacionales, presentan características específicas que requieren reconocer la necesidad de integrar las distintas concepciones y perspectivas, como campos de estudio disciplinares, que enriquecen la posibilidad de conocer, comprender y predecir las partes o ámbitos que conforman el problema o fenómeno a estudiar. 

No es casual que los conceptos de interdisciplinariedad y complejidad sean recientemente retomados en el escenario del quehacer científico 4,  aun cuando en el siglo XX se apuesta por la interdisciplinariedad sobretodo a partir de la década de los 70’s, es erróneo pensar que se trata de una idea reciente, puesto que han existido tentativas en otras épocas, creándose propuestas de época en época en uno de los grandes ejes de la historia de las ciencias. Así, en la medida del avance de las especializaciones, la preocupación por la integración o articulación de los conocimientos, provoco la búsqueda de reagrupamientos que pondrían remedio a la incontrolable disgregación de los campos del saber, tanto como la de los hombres de ciencia. Sí hacemos un poco de historia, encontramos desde los tiempos de Platón la intención de unidad del saber a través del Trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el Cuadrivium (aritmética, geometría, astronomía y música), en la Escuela de Alejandría el compromiso de integración del conocimiento de la gramática, aritmética, mecánica, medicina, música, astronomía. En el Renacimiento con Bacon y su utopía de la unidad del saber en su escrito La Nueva Atlantida (1627). También la denuncia de Comenio en 1637 sobre la fragmentación del saber en disciplinas aisladas que no promueven la unión entre ellas, proponiendo a la pedagogía como camino de la panshopía. En el siglo XIX Michelet, en su discurso sobre la unidad de la ciencia señala que la ciencia pierde su atractivo más vivo, cuando piensa las diversas ramas como extrañas entre sí, cuando ignora que cada estudio desentraña y fertiliza a las demás.

Es con el capitalismo y sus revoluciones industriales que se presenta la necesidad de la especialización, presentándose la centralidad de la disciplinariedad como vía para generar el conocimiento requerido en los procesos industriales y económicos, resultando una marginación de los intentos de integración disciplinar. Rigen los intereses de las empresas que orientan y alientan la especialización, a pesar de coexistir con el ideal de una cultura sustentada en poseer conocimientos de todas las especialidades, mientras que las labores fabriles y empresariales demandan un saber específicamente disciplinar. En este contexto los trabajos de Augusto Comte y Marx, representan aun cuando diferentes, propuestas y logros de interdisciplinariedad, permitiendo con ello mantener vivo el interés por el enfoque interdisciplinario.

De acuerdo a Piaget nosotros ya no tenemos la necesidad de dividir la realidad en compartimentos impermeables o plataformas superpuestas, correspondientes a las fronteras aparentes a nuestras disciplinas científicas y por el contrario, nos vemos constreñidos a buscar interacciones y mecanismos comunes. Presentándose así la interdisciplinariedad como uno de los problemas teóricos y prácticos más esenciales para el actual quehacer científico. Por ejemplo hoy en día no hay un acuerdo en su conceptualización, siendo para algunos una de las características claves del enfoque interdisciplinar  y para otros una razón de peso para no seguirla, pero en nuestro enfoque esta situación es importante porque el no tener una concepción única, permite la flexibilidad y la práctica dialógica necesaria para la articulación de saberes entre disciplinas afines, No obstante  compartimos la idea de que la interdisciplinariedad no tiene muchas opciones de concreción entre disciplinas que parten de supuestos ontológicos y epistemológicos distintos o hasta opuestos, ya que esto genera dificultades muchas veces no rebasables para la práctica del diálogo e intercambio fructífero5 . Donde los procesos de especialización que implican la idea de una conceptualización del quehacer científico que la distingue de otras áreas, ha generado de forma casi natural nuevas disciplinas que paradójicamente son claros ejemplos de integración disciplinaria en áreas afines de conocimiento pero, con la salvedad de presentar rasgos interdisciplinarios innegables, tal como la bioquímica en el área experimental y la concepción contemporánea de la Historia y la Antropología en las Humanidades y las Ciencias Sociales, por citar algunos casos.
Recordemos que el investigador se forma construyendo una base de conocimientos cada vez que va a continuar haciendo investigación. Y para poder avanzar tiene que reconstruir parte de su saber y no sólo acumular datos e información.

Construir                                      Reconstruir

De esta forma para que haya conocimiento se tiene que “abandonar”, superar el conocimiento anterior, por ello siguiendo a Bachelard, se afirma que el conocimiento se conquista, se construye y se comprueba.

Así, para el ejercicio de la investigación se reconocen al menos cuatro niveles de orientación:

a) epistemológico, b) ontológico-disciplinar, c) metodológico y d) técnico.

En el epistemológicose establecen los supuestos acerca del conocimiento de los que se parte, en el ontológico-disciplinar ¿cuál es el objeto de la investigación? ¿qué estudia…? el metodológico es el de las estrategias del conocimiento, es decir se contesta a la pregunta ¿qué actividades voy a desarrollar?, mientras que en el técnico se establece la pregunta ¿con qué lo voy a desarrollar?

En la epistemología se parte de responder a las preguntas básicas: ¿es posible el conocimiento seguro? ¿hasta dónde yo puedo conocer? ¿en qué consiste conocer?, entre otras.
Entendiendo que en los ámbitos de lo metodológico y de las técnicas, existe una mayor flexibilidad para su establecimiento, en tanto que en el ontológico disciplinar y el epistemológico, la libertad de creación esta limitada, es decir, en los dos primeros niveles se parte de los supuestos generales (tesis básicas) que han de regir los siguientes niveles, siendo que en lo metodológico y lo técnico, existe mayor libertad de acción, puesto que puedo usar cualquier técnica en diversos ámbitos, pero no puedo establecer diversas concepciones epistemológicas para una misma investigación, por ejemplo, afirmar que la realidad es una y esta dada y que por lo tanto la labor de la investigación es sólo descubrir y establecer dichos descubrimientos para predecir los sucesos, para después afirmar que la investigación ha permitido al investigador, construir una razonable comprensión de la misma. Por ello los niveles técnicos y metodológicos implican haber definido con anterioridad los marcos del conocimiento, para ver con mayor claridad desde donde debo y me puedo mover al hacer investigación.

Por ello, es central destacar algunas de las diferencias existentes entre la interdisciplina, la transdisciplina, la pluri y multidisciplina, pues la interdisciplinariedad implica la interacción entre dos o más disciplinas que puede ir desde la simple comunicación de ideas pasando a la integración (articulación) reciproca de conceptos fundamentales, hasta compartir los fundamentos ontológicos y epistemológicos de la construcción metodológica, aspecto que sólo es posible entre áreas afines de conocimiento por lo complicado que todavía resulta hoy día, el intentar articular dos concepciones distintas o hasta opuestas de hacer ciencia, como lo vemos en el siguiente cuadro que muestra algunas de las pretensiones de las principales tradiciones de investigación contemporáneas6

Así la interdisciplinariedad conlleva el reto de lograr cierta unidad, relaciones y acciones con reciprocidad de interpretaciones entre diversas ramas de un saber científico, puesto que se parte de la noción de no afectar la estructura de cada área de conocimiento pero sí llevarla a la arena del diálogo y encuentro, a partir del extrañamiento (Verfremdung) como momento metodológico que permite una integración de saberes a partir de reconocer el cómo, el para qué, el por qué y con qué de las otras disciplinas involucradas, por ello la interdisciplinariedad como enfoque es fundamentalmente una filosofía de trabajo cristalizada al momento de confrontar los problemas y retos de una sociedad, donde lo trascendente no es la dirección de alguna disciplina (Interdisciplinariedad universalizante), sino la participación de varias para contribuir a la construcción de un saber que de respuesta al problema en turno (Interdisciplinariedad constructiva).

La idea de la multi y la pluridisciplinariedad tiene poco que ver con el enfoque interdisciplinar, ya que estas se refieren a relaciones de intercambio o cooperación, pero manteniéndose cada una en sus ámbitos ontológicos, epistemológicos, metodológicos y técnicos si es el caso, es decir, aquí no se presenta una integración de saberes para generar uno nuevo, sino una suma o agregado sin intenciones de articulación y mucho menos de extrañamiento (Verfremdung) o diálogo. Mientras que la transdisciplinariedad implica una fusión de distintas disciplinas para constituir un solo método y un solo paradigma, situación que para algunos teóricos es la necesaria transformación (evolución) de la interdisciplinariedad.

II
Interdisciplina y Realismo constructivo

La complejidad de lo real, es estudio y la gestión de casi todos los problemas, exigen aproximaciones interdisciplinarias… Contra la fragmentación autárquica de las disciplinas, una nueva concepción de la “objetividad científica” se expande al iluminar el carácter complementario y no contradictorio de las ciencias experimentales, que crean y manipulan sus objetos, y las ciencias narrativas, que tienen como problema las historias que se construyen creando su propio sentido.
Prigogine

Nosotros no quisiéramos confundir arbitrariamente al científico individual en sus procedimientos, sino que queremos que él libremente abandone la manera de pensar de sus métodos y también libremente regrese a ellos.
Fritz Wallner

Pensar en la integración de saberes demanda alguna orientación básica para dicho propósito, consideramos que la propuesta de Fritz Wallner (2005) sobre el Realismo Constructivo (RC) es sumamente sugerente, además de viable si pensamos en la interdisciplinariedad como un medio, no un fin, como una filosofía para hacer investigación y no como un canon. Sí partimos de las ideas básicas de que el conocimiento es un constructo social, además de estar histórica y socialmente determinado, entonces la empresa de investigación tiene que involucrar a más de una manera de hacer ciencia y por lo tanto de hacer conocimiento.
Así, partiendo de la primera orientación explicita de Wallner (1994), que afirma la existencia de una importante distinción para hacer ciencia a partir de establecer la coexistencia de la realidad efectiva (Wirklichkeit) (W) y  la realidad (Realität) (R) esta última producto del quehacer científico, es decir una realidad construida por la acción científica investigativa, distinción que permite establecer una distinción ontológica y epistemológica importante respecto de los enfoques positivistas y neopositivistas, pues en estos enfoques, se parte de la existencia de una única realidad que es el objeto de estudio del investigador, en el Realismo Constructivo no. Antes bien, se concibe el reto de construir la realidad (R) a partir del diálogo e interacción entre las disciplinas involucradas, entre sus estructuras conceptuales básicas que permitan una comprensión mayor del problema.

Así, pensar en la necesidad de construir la realidad (R) permite reconocer que los discursos científicos representan maneras de ver, arribar y conocer la realidad efectiva (W), donde la atención constante como vigilancia epistemológica es importante para el logro de los propósitos cognoscitivos.

A esta primera propuesta se suma la de practicar el extrañamiento (Verfremdung), así señala Wallner

…proponemos dar al científico... una herramienta, que le permita reflexionar sobre sí mismo; desarrollar modos de proceder cuya aplicación le permita al científico comprender lo que hace. Procuramos esto no colocando los métodos de una determinada ciencia en el contexto de un conocimiento universal, sino utilizando un procedimiento llamado “extrañamiento” (Verfremdung), proponemos a los científicos que coloquen sus enunciados, sus sistemas de proposiciones, que conforman una teoría, en un contexto que le es a esta teoría ajeno. Muchos de esos enunciados parecerán, entonces, sin sentido, pero de esta manera es ciertamente posible, por medio de múltiples y sucesivas pruebas y variaciones, encontrar contextos que hacen comprensibles determinadas estructuras de esos sistemas de proposiciones, contextos que previamente no eran directamente comprensibles (Wallner, 1994, pp. 24,25. Cursivas del autor).

Dicho extrañamiento da al investigador la posibilidad de dialogar en el ámbito de otra visión sobre el problema en turno, permite que se logren sentar las bases de una comunicación, de un diálogo que admita la interpelación y la comprensión mutua, que los acerque a una comprensión significativa, trascendente de otras áreas y disciplinas de conocimiento. La experiencia de Esther Kravzov Appel (2001) 7 sobre su participación en una investigación interdisciplinaria, es un buen ejemplo de dicho extrañamiento. Kravzov señala a grandes rasgos como fue involucrándose en otros ámbitos disciplinares ajenos al suyo (que es el humanístico social), y la forma en que paulatinamente fue “aprendiendo” y “comprendiendo” los andamiajes conceptuales de otros espacios de investigación. No sin antes enfrentarse a sus propios prejuicios por no tener una idea con bases razonables del quehacer de otros científicos en su propio campo. El resultado afirma ha sido insospechado además de enriquecedor; logró una integración y articulación de saberes a partir de dicha interacción.
De acuerdo a Wallner el extrañamiento es el punto metodológico central que depende de los supuestos epistemológicos y ontológicos mismos que al combinarse con la concepción de Realidad (R) como producto y no como punto de partida y llegada, permite ver que en el enfoque constructivista existen posibilidades para lograr la articulación de saberes con miras a buscar soluciones a los nuevos problemas que enfrentamos. Por ejemplo, el problema de la justicia y su relación con la explotación de los recursos naturales por parte de los grupos indígenas, demanda un equipo de investigadores de diversas áreas que habrán de enfrentarse el reto de construir propuestas de acción a partir de las interacciones con enfoque interdisciplinario, como resultado de una demanda social, donde no bastan ya las propuestas y proyectos tecnológicos y o científicos, pues la dimensión legal, moral política, económica son referentes importantes en dichos procesos, tan es así que proyectos como el de llevar formas alternativas (“ecológicas”) de producción de energía a zonas apartadas del país, han resultado en contradicciones, pues en varios casos, los implementos fueron abandonados o no usados por los habitantes de algunas de las comunidades involucradas.

Las instancias de poder en la concepción del Realismo Constructivo juegan un papel determinante, porque hasta hoy, la mayoría de la investigación, responde a instancias institucionales o de grupos institucional, sean públicos o privados. En especial a las políticas gubernamentales de fomento a la investigación, que no son en absoluto desinteresadas, en general responden a las relaciones que se tengan con el poder político, económico y o administrativo, relaciones que ocupan una buena parte del tiempo de los investigadores. Es decir, la ciencia ha de estar comprometida con algunas instancias de poder, aspecto que arroja orientaciones para comprender mejor el complejo proceso del quehacer científico.

Por estas relaciones, las comunidades científicas han de hacerse eco de las preocupaciones sociales, han de incorporar elementos de reflexión ética, jurídica y ambiental que marcan direcciones pero también límites para la vida científica actual. Por ello el hacer investigación con el enfoque interdisciplinario ha de considerar cu circunstancia, es decir, su tiempo y espacio que determinan las relaciones en las que tendrá sentido su actuar. Pues es necesario que la ciencia se vuelva a hacer cargo de los problemas éticos, políticos, administrativos, económicos, ambientales, legales, sociales… puesto que son problemas inherentes a su propio hacer. De ahí que el diálogo ha de practicarse permanentemente, como parte esencial de la articulación de saberes ante los retos y problemas que enfrenta la ciencia actual, pues sus afanes tienen resultados que en mayor o menor medida afecta a la sociedad en la que se encuentra inserta.

El ámbito de la enseñanza, de la formación de nuevas generaciones de científicos es otro aspecto ha trabajar en el Realismo Constructivo, pues la ciencia como una serie de saberes implica la responsabilidad social de dar continuidad a su hacer, a partir de la organización de las universidades y centros de investigación. En este sentido, la autonomía, la libertad de cátedra, la exigencia de la interdisciplinariedad, como fundamento de una didáctica de la investigación, tienen su propio espacio en el enfoque del Realismo Constructivo.
La ciencia como un discurso, socializa a la vez que instruye, de manera similar a los espacios de la vida cotidiana, sin embargo existe el problema de que esta socialización tiene similitudes a una iniciación sectaria, generalmente en un lenguaje más o menos impenetrable, más o menos esotérico. Sabemos que es común que las universidades y centros de investigación tengan el aspecto de ser casi sociedades secretas, donde sus publicaciones están destinadas a los iniciados, al respecto Julían Marías señala que

Conviene recordar que estas comunicaciones, dirigidas a especialistas y, precisamente, por ello, no tuvieron la menor consecuencia, lo cual me ha hecho revisar mis ideas acerca de para quién vale o no vale la pena escribir (Julían Marías, apud. Waller, 1994, p. 8)

Razones que llevan a afirmar que la enseñanza de la ciencia ha de ir más allá de la formación de nuevos talentos, ha de ampliarse a áreas afines, como un primer paso, asimismo a las disciplinas aparentemente más alejadas, e incluso ha de acercar su enseñanza al público en general, como un ejercicio de responsabilidad y corresponsabilidad. Así la propuesta del extrañamiento obliga a flexibilizar, ajustar o cambiar el tono del lenguaje, en tanto que puede permitir “ver” los hábitos metodológicos en muchos, casos estrechos, y unidimensionales, permite “ver” la organización de la ciencia que por lo general es en estancos separados y jerarquizados, hecho que limita el desarrollo e impacto del hacer científico, de tal suerte que al “salir” vía extrañamiento (Verfremdung) de su propio ámbito, se busca precisamente ingresar a la actividad científica como una actividad eminentemente social que demanda comunicación y diálogo, en la búsqueda de dar y recibir respuestas a los problemas que nos ocupan.

Así el quehacer científico requiere de una apertura, de construir una comunidad, no sólo de los círculos científicos sino de este con su entorno social, tal vez así la interdisciplinariedad como filosofía del trabajo de investigación, permita corresponder a la confianza y responsabilidad que la sociedad deposita en esos hombres y mujeres llamados científicos.

III
A manera de conclusiones

Resta señalar que nuestro ethos epocal esta enraizado en un proyecto derivado de la ilustración, aquel que Kant marco como la mayoría de edad intelectual en la que invita a la humanidad a hacer uso de su razón, el directo Sapere Auden, atrévete a sabersería una forma de sintetizar partes centrales de la reflexión que hoy les comparto. No es fácil pensar desde los pies de otro, tampoco es fácil comprender las razones del otro, pero esto resulta más difícil si lo que buscamos es traer feligreses a nuestro sagrado templo del saber. Siento que si no aprendemos a escucharnos, aceptando nuestra parte de responsabilidad, las posibilidades de vivenciar un enfoque interdisciplinario son escasas, sino es que nulas. El extrañamiento propuesto por Wallner representa un reto, a la vez que una posibilidad de reconocer errores, limitantes y aciertos en la propia actividad científica de investigación.

Los tiempos actuales son de constante cambio, de búsqueda frenética de saber, aunque muchas veces no sea para contribuir a mejorar las situaciones humanas, es un hecho que estos cambios demandan actitudes de apertura, de autocrítica, de reconocer que no se puede todo, pero que en conjunto podemos más. Por ello afirmamos que la interdisciplinariedad es viable en áreas afines y un claro asunto por resolver en el plano epistemológico y ontológicas en las especialidades disímbolas, sin embargo podemos avanzar si partimos de escucharnos sin descalificarnos, de abrir nuestra formación a las posibilidades de otros enfoques y áreas diferentes a las nuestras. Después de todo, como lo afirmara Hegel, el sujeto es la suma de sus acciones, y el saber popular con cierta coincidencia asevera que, por sus obras los conoceréis.

Bibliografía
Cazadero, M., 1995, Las revoluciones industriales, Fondo de Cultura Económica, México.

Wallner, F., 1994, Ocho Lecciones sobre el Realismo Constructivo, Ediciones Universitarias de Valparaíso, de la Universidad Católica de Valparaíso, Chile.

Wallner, F., y otros, 1994, La interdisciplinariedad y el Realismo  Constructivo, Departamento de Epistemología y Ciencia Cognitiva, Universidad de Viena, Austria, Editorial, Biblioteca de Textos Universitarios, Salta, Argentina.

Rodríguez Gómez y otros 1996 Metodología de la investigación cualitativa, Ediciones Aljibe, México.

Vilar, S., 1997, La Nueva Racionalidad. Comprender la complejidad con métodos transdisciplinarios, Editorial Kairós, Barcelona.

Memorias del Primer Encuentro La experiencia Interdisciplinaria en la Universidad, México, UNAM, 2001, consultado en http://www.unam.mx/ceiich/Interdisciplina/intertex.html el 13 de agosto de 2005.

1   Programa “Jóvenes Hacia la Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales” en la Escuela Nacional del Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Oriente. UNAM.

3 Köppen, Mansilla y Miramontes 2005 Interdisciplina de los sistemas complejos, en Ciencias, año 4, vol., 3, N° 79 julio-septiembre,  México.

4 Aunque ambos conceptos se generan en tiempos distintos, el segundo hacia los inicios del siglo XX, mientras que el primero podemos ubicarlo desde los griegos con Platón con su intención de integrar el saber de su tiempo.

5   Este aspecto demandaría un mayor desarrollo pero por su amplitud no lo hacemos en este trabajo que tiene otros propósitos

6 Rodríguez Gómez y otros 1996 Metodología de la investigación cualitativa, Ediciones Aljibe, México, p.36.

7 Consultado en, http://www.unam.mx/ceiich/Interdisciplina/kravzov.html el 13 de agosto de 2005.