ASPECTOS DE FILOSOFIA DE LA CIENCIA Y SUSTENTABILIDAD

ASPECTOS DE FILOSOFIA DE LA CIENCIA Y SUSTENTABILIDAD

Ramón Rivera Espinosa
Universidad Autónoma Chapingo

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LA EPISTEMOLOGÍA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA BURGUESA

Dr. Orlando E. Moreno Pérez
Fes Aragón, UNAM

Resumen

Muchos de los que estudiamos economía, hemos aprendido que la economía convencional que se enseña en las escuelas de economía tiene un sesgo de clase que le impide explicar el devenir de los procesos económicos, por lo que su utilidad es la de justificar las condiciones  que permiten la explotación capitalista.

 Es por eso que el entendimiento de la lógica del pensamiento económico burgués nos puede dar elementos para comprender su naturaleza, tanto ideológica, como filosófica para responder preguntas tales como ¿de qué manera actúa la mano invisible, para que, a pesar de que cada individuo actuando de forma egoísta, posibilite que se alcance el bienestar social? ¿cómo se alcanza el equilibrio y la equidad en el intercambio internacional, a partir de las ventajas comparativas? ¿cómo se obtiene el equilibrio económico general?

Resume

Many who studied economics, have learned that conventional economics is taught in schools of economics has a class bias that prevents you explain the evolution of economic processes, so its use is to justify the conditions allowing capitalist exploitation.

  That's why understanding the logic of bourgeois economic thought can give us insights into their nature, both ideological, philosophical as to answer questions such as how does the invisible hand works, so that, even though each individual acting selfishly, enables that social welfare is reached? How balance and equity in international trade is reached, from the comparative advantages? How the general economic equilibrium is obtained?

Introducción

John Nash, quien en 1994 ganó el premio Nobel por sus descubrimientos acerca de la denominada “Teoría de los Juegos”, en donde se demuestra que una sociedad maximiza su nivel de bienestar, cuando cada individuo busca su propio bienestar, pero también buscando el interés de los demás integrantes de la sociedad. De esta manera, encuentra que, un comportamiento individualista perjudica a todos los miembros de la sociedad, al obtener menor bienestar que el que tendrían con una actitud de cooperación. Además, descubre que pueden existir múltiples niveles de equilibrio, dependiendo el papel que jueguen los diversos jugadores, ya se trate de un juego cooperativo o un juego no cooperativo entre ellos. Con estos descubrimientos que, por lo demás, también pueden ser aplicables a diversas disciplinas de las ciencias sociales, se demuestra  que los postulados hechos por Adam Smith son erróneos.

De aquí surgen dos interrogantes: ¿Por qué, a pesar de haberse demostrado que los postulados de los que parten tanto la llamada teoría clásica, como la neoclásica son erróneos,  continúan enseñándose en todas las escuelas de economía? Por otra parte, ¿por qué no se difunden los resultados de los descubrimientos hechos por Nash?

Es evidente que, la difusión de las teorías económicas convencionales sirve de base para poder justificar la existencia de países dominantes y dominados, al tiempo que ocultan el carácter depredador del capitalismo. 
Si bien esto es cierto, es insuficiente para explicar el origen de esta forma de pensamiento que tiene como fundamento una cosmovisión que está arraigada en la conciencia social surgida de la modernidad capitalista y que se ha impuesto a prácticamente toda la sociedad contemporánea.

El planteamiento de este trabajo que pretende dar respuesta al origen de esta cosmovisión de la realidad económica es el siguiente: El fundamento epistemológico de la economía política burguesa lo encontramos en el pensamiento de la cristiandad europea, cuya base es el escolasticismo y que hace del discurso económico, un discurso basado en la fe; por lo que, más que un pensamiento científico, es un pensamiento teológico.

Bases de los postulados económicos

Para poder desarrollar mi argumentación debo partir de los postulados que han servido de base del discurso económico.
 En principio, reconocemos que la economía se basa en dos supuestos: El ser humano entendido como  “individuo”, actúa a partir de la búsqueda de satisfacer sus deseos (más adelante serán sus decisiones: Las expectativas racionales); y el segundo supuesto es de que: al buscar satisfacer sus propios deseos, alcanza el bienestar colectivo.

Ambas nociones tienen sus raíces en el pensamiento escolástico y eurocentrista de la cristiandad1 .

Esta cosmovisión parte de la noción de un dios2 creador de individuos aislados unos de otros, no de personas miembros integrantes de una comunidad (ser social).

 A partir de estos principios, entendemos la realización del ser humano, como un ser enajenado, al no tener nada que ver con los demás como un ser social, únicamente tiene que ver con ese dios. En el proceso de  secularización del pensamiento eurocéntrico, ocurre  la interiorización de esta noción de cristiandad, sin que represente  una ruptura con ésta; más bien, representa el mismo pensamiento pasado por el pensamiento ilustrado 3.

La paradoja entre bien individual y bien común, se mantiene en el momento en el que se habla del mundo providencial en el que el ser humano es creado como una máquina (organismo), destinada al cumplimiento de un propósito de carácter utilitario.

Así, la resolución de esta paradoja se convierte en un acto de fe. Es por esta razón que estos dos supuestos están en el origen del diagnóstico de los males económicos (desempleo, pobreza, inflación, etc.). El crecimiento económico es un horizonte indeterminado en donde se resolverán estos problemas.
La condición del crecimiento económico es la estabilidad monetaria y el despliegue de las llamadas políticas ofertistas. Ambas condiciones dependen de una buena administración de los mercados. Esto implica la desaparición de la política y su sustitución por la tecnocracia. Lo que provoca la asimetría entre el interés privado y el público.

Como consecuencia, la sociabilidad se construye a partir del proceso económico. Las relaciones de intercambio entre individuos están determinadas desde afuera por el mercado (El dios de la modernidad, una entidad externa, ajena y extraña), que aparece al principio como la providencia, para después aparecer como un fenómeno natural externo a los individuos.

La epistemología de la Economía Política burguesa

 La ideología burguesa nos presenta a la economía  como una ciencia exacta que determina mecánicamente el comportamiento del ser humano; además el humano establece la jerarquía de sus motivos internamente.  Éstos son sopesados individualmente. La determinación de la individualidad extingue la noción de lo social. Esto es un rasgo fundamental de la modernidad.

Así, existen dos líneas de la lógica económica: Una reducción del ser humano que se relaciona con los otros a partir del hecho utilitario de la propiedad, despojado de toda consideración ética y, en consecuencia, sin ninguna otra consideración que no sea la racionalidad económica, creando así al homo económicus, un ser que consume. Esta es la fundamentación filosófica que  permite la constitución de las leyes de la economía.

Por lo tanto, la condición para que las leyes de la economía funcionen es que el humano se comporte en estos términos, por lo que el supuesto liberalismo, es en  realidad, un proyecto totalitario al reducir al humano a un ser determinado por la lógica utilitarista de la racionalidad de las leyes económicas, como un ser sin ética,  sin sentimientos, pasiones y demás expresiones humanas, reducido a ser un sujeto económico individual, solamente  se relaciona socialmente en términos económicos.
La economía se constituye de esta manera, como un sistema autoreferencial, en donde las distintas nociones no guardan ninguna relación con las necesidades humanas4 que no sean las que establece la lógica económica del capital.
Así, el crecimiento, la competitividad, la eficiencia, están autoreferenciadas a su propia lógica; son nociones autistas, por lo que estas nociones solamente se refieren al eficiente y adecuado comportamiento de las variables económicas, sin ninguna vinculación con lo humano, ni con las consecuencias sociales que pudieran acarrear sobre las vidas de las personas, ya que éstas no existen, porque lo único que realmente existe es la lógica económica. En consecuencia, la racionalidad económica se revela como una racionalidad instrumental5 en donde la factibilidad técnica se convierte en el único criterio de verdad 6.

En este contexto, podremos entender la afirmación que todo economista convencional repite como dogma de fe: el mercado es el que asigna de manera adecuada y racional los recursos económicos; lo que significa que  un recurso es asignado eficientemente (La providencia: Concepción fisiócrata), cuando es asignado por el mercado (dios: La mano invisible de Smith).

De aquí podemos concluir que actualmente se entiende la racionalidad humana, solamente como una racionalidad instrumental y calculable. Es ésta la que define los fines y los propósitos de la existencia humana. Ya no son la razón ni la ética  las que permiten al individuo fijar sus fines y propósitos, sino que, la función de la razón, su voluntad, está en relación con la lógica instrumental y calculable.

Otro aspecto que es inherente a esta lógica es la noción del progreso humano, su liberación de las restricciones de la naturaleza, por lo que se hace necesario conocerla objetivamente (materia).
 Existe la idea de la creación de un mundo artificial que libera a la humanidad de las restricciones que impone la naturaleza; por lo que, el desarrollo de este mundo artificial es el progreso que se extendería a toda la humanidad, convirtiéndose en su máxima aspiración; por lo que, la construcción de un mundo artificial tiene como única limitación su factibilidad técnica, cuantificable. Esta idea de progreso es, también, una idea autoreferenciada cerrada sobre sí misma.

Por otra parte, tenemos la noción del mercado autoregulado (dios autoexistente, soberano y omnipotente) como el principio en el que se basa la racionalidad económica autoreferenciada y autista de la sociedad, ya que, para esta lógica, no existe otro mundo fuera de sí mismo.

La base de esta racionalidad instrumental es la epistemología del pensamiento eurocéntrico, conocido como “occidental”,  cuya fundamentación la encontramos, por un lado, en el proceso de objetivación de la noción sujeto – objeto (idea – materia); en segundo lugar, el conocimiento no tiene que ver con lo real, sino con el método (Descartes).

A partir de aquí, lo moderno está asociado con esta base epistemológica que da sustento a la racionalidad económica que, a su vez, se articula con una relación triangular:   a) el paralelismo entre la noción de individuo (noción que es construida a partir de esas bases epistemológicas) y racionalidad instrumental; b) lo relevante hoy es el procedimiento, lo que importa no son las consecuencias sociales, sino el procedimiento. Hayek plantea que la sociedad debe basarse en un hecho procedimental: la libertad del individuo, y las consecuencias que deriven no corresponden al ámbito racional del individuo; c) la sustitución del ser humano real, por su representación. En la medida que hemos construido la lógica como una lógica económica, a partir de una representación del ser humano, es necesario que disciplinemos al ser humano real a conformarse a esa representación.

Esta racionalidad tiene su origen en la cristiandad. Por eso debemos hacer una crítica del mundo religioso. Sus rasgos principales son:

  1. La creencia de un dios fuera del mundo (Un ser extraño y ajeno). Este mundo fue creado para el individuo. Para poder conocer el mundo sólo se puede hacer mediante la fe. El pensamiento escolástico planteaba que la fe es la condición del conocimiento. La escolástica es un método que racionaliza la realidad a partir de la fe. Análogamente, en el mundo contemporáneo en el ámbito de la economía: creer en la lógica del mercado es lo que permite la construcción de toda la racionalidad económica.
  2. La cosmovisión griega entiende al mundo desde la perspectiva del dualismo antropológico 7, como  un mundo cerrado. La cosmovisión europea “occidental” de la cristiandad, también es dualista antropológica, pero es abierta. Esto plantea lo siguiente: Todo lo que existe es voluntad de Dios (impuesta desde afuera). El nominalismo 8 se enfrenta a la idea que existe el bien, que existen  los universales como algo externo a dios. En la medida en que el humano es finito y dios es infinito, entonces el sentido del mundo es inalcanzable.

Traducido al lenguaje moderno tenemos que la constitución de los sistemas sociales, políticos y económicos tienen como única función reducir la complejidad del mundo infinito. Su construcción es un hecho completamente arbitrario que no tiene nada que ver con la verdad, tiene que ver con la fuerza, con el poder.

 Aquí  aparece la noción de que el mundo ya no tiene sentido, el lenguaje ya no es un medio de conocimiento, sino simplemente es un medio de comunicación, en donde lo que cuenta es lo mero instrumental que cierra la posibilidad de hablar de consecuencias.

 La conversión del lenguaje cognitivo por el lenguaje transformativo es la característica del mundo moderno. En este sentido, la lógica del mercado aparece como un lenguaje artificial; como algo desprovisto de lo natural, aparece como un código que tiene que ser obedecido, no como un discurso que debe interpretarse por el sujeto, sino un lenguaje que el sujeto debe obedecer.
Esta noción del lenguaje está claramente expresada en Guillermo de Occam: De dios solamente podemos deducir tautologías. Nada en el lenguaje humano puede reducir a Dios. Así, los problemas económicos del desempleo, la pobreza, la desigualdad, no producen ninguna deslegitimación del sistema, simplemente producen sentimientos, son algo místico. Esto es consecuencia de que la razón aparece como algo interno del individuo. No se puede hablar del otro.

La posición de Occam es separar la ciencia de Dios con las ciencias sociales y naturales y ésta tiene consecuencias: el lenguaje es autoreferenciado, con lo que el sentido del mundo es algo místico.

Por lo tanto, para las ciencias sociales la totalidad, la realidad, aparece como algo ajeno, extraño e inaccesible. Así, la verdad es algo fuera del mundo que es la voluntad de Dios, lo que permite entender la verdad como un sistema cerrado, esta concepción de la realidad  facilita su formalización matemática, dando lugar al lenguaje artificial que supone la subsunción del sujeto al sistema formal.

Esto explica porque las nociones de lo cualitativo, lo complejo desaparecen de la ciencia social, ya que solamente lo cuantitativo, lo medible, es objeto de estudio científico.

En el caso de la economía esto se ve muy claro: la economía abandona los principios objetivos del valor y en su lugar aparece la noción del deseo y más adelante, ya como ciencia formal, aparece la noción de los precios; De este modo, la economía se convierte en  la ciencia de los precios. Estos cuantifican los deseos en términos monetarios. Los deseos cuantificados monetariamente son reales. Los demás no existen; no existen como demanda solvente y, por lo tanto, económicamente no existen.

Por eso, actualmente la economía se entiende como una ciencia de la exactitud, la complejidad del ser humano queda fuera de la ciencia. Así el entendimiento de la realidad se reduce a describirla. El orden es un objeto simplificado, por lo que el pensamiento prescriptivo no tiene sentido, o al menos, un sentido científico útil;  el trabajo de la ciencia social es describir la realidad.

Una consecuencia de lo anterior es que la fijación de los fines, no guarda ninguna relación con la verdad, sino con el acuerdo intersubjetivo. Hemos pasado del mundo providencial a la lógica intersubjetiva del mercado.  Por lo que la formalización del sistema económico tiene como finalidad la simplificación del mundo; es decir, crear un sistema que, mediante las formalizaciones matemáticas, permita al sujeto económico tomar una decisión. La racionalidad tiene que ver con la simplificación, con algo meramente instrumental. Por lo que la verdad solamente tiene que ver con el hecho de la intersubjetividad. La verdad tiene solamente relación con la comunicación, no con el conocimiento; tiene que ver con ese lenguaje artificial que solamente imparte órdenes. Es por eso que la lógica del mercado impone órdenes. Los agentes económicos tienen que obedecer esta lógica, ya que por este medio son disciplinados a las “leyes del mercado”.

Hoy lo único importante es la noción de orden en función del sistema económico. Por lo tanto, las consecuencias sociales del establecimiento de ese orden formal, no tienen sentido fuera de éste.

 Como la única verdad válida es la del propio sistema económico, su racionalidad instrumental y su orden. Su aceptación es un mero acto de fe. A partir de este hecho de fe se puede conocer la verdad y se puede instrumentalizar todo el proceso de la economía.

De esta manera, es como, detrás de esta lógica y de este orden, aparece la mano invisible, más allá de nuestras voluntades.  En este sentido, el ser humano reducido a esa condición de individuo, que vive en un mundo enajenado, extraño y desconocido, ve el mundo como algo exterior a él, no creado por él.

 Así, aparece una paradoja: en la medida en que se va dominando la naturaleza, se va desarrollando la tecnología, en esa medida, se va dando un extrañamiento de las relaciones sociales, se van fetichizando éstas, se van cosificando.

 Esto tiene relación con la noción escolástica de la cristiandad, con el dios absolutamente despiadado, el dios cruel. En el campo de la economía, dios (el mercado determinado por la lógica de la razón instrumental) designa el lugar de cada individuo, en el sistema económico, según su voluntad, sin que sea algo transparente, por el contrario, aparece como algo misterioso,  como parte de ese orden formal.

Es por esto que no es casualidad que, en la actualidad, exista un paralelismo en el desarrollo de la racionalidad moderna y el desarrollo de la religiosidad. No es casual que el fanatismo fundamentalista, tanto en occidente, como en oriente, se relacione con el fanatismo economisista de la lógica del mercado como explicación última de los procesos económicos.

Conclusión

 Tanto la racionalidad económica, como la racionalidad religiosa tienen el mismo origen: el escolasticismo como estrategia argumentativa, basada en una racionalidad instrumental que parte de la fe para conocer al mundo. En este sentido, la racionalidad económica, su lógica autoreferenciada, su sistema y su orden, aunque aparece formalizada matemáticamente, está basada en un acto de fe; es decir, es una racionalidad teológica surgida del nominalismo cuyo representante más conocido en el ámbito económico es Guillermo de Occam.

Por lo que, para poder superar esta situación de enajenación tenemos que comenzar por reconocer estas raíces teológicas que son el fundamento epistemológico del pensamiento moderno y contemporáneo capitalista. 

A partir de lo anterior, podemos entender porque la Economía Política burguesa convencional está divorciada de la ética y del entendimiento de que detrás de los fenómenos económicos existen relaciones humanas, relaciones sociales de producción que se establecen entre las clases sociales. Esa no es su función. Por el contrario, su función como parte fundamental de la construcción social de individuos como agentes económicos, es producir cuerpos dóciles para la regulación eficiente del sistema.

Estamos ante la producción masiva del homo economicus, cuya premisa para su existencia es esta epistemología de la ceguera 9 que ha impedido a la humanidad la transformación social que sólo puede ser alcanzada mediante la construcción de una epistemología de la visión, capaz de construir el conocimiento – emancipación como alternativa para la elaboración de un nuevo paradigma que supere la forma hegemónica de conocimientos eurocéntricos basados en el dualismo antropológico, el escolasticismo, el nominalismo empirista y el utilitarismo que son, a su vez, la base de   la razón instrumental, fundamento de la epistemología de la modernidad capitalista.

Esto sólo puede surgir desde el Sur. Desde las víctimas del sistema de explotación y del colonialismo. Su emancipación debe ser la de la humanidad entera; por lo que, debe ser anticapitalista, anticolonialista y antiimperialista.

Bibliografía

Adorno, Theodor, Dialéctica de la Ilustración, Editorial Trotta, S.A. 2009, España.

Bilbao, Andrés, “Las raíces teológicas de la lógica económica. Elementos para una crítica al liberalismo” en la serie: Las ciencias y las humanidades en los umbrales del siglo XXI. Videoteca de Ciencias y humanidades, CIICH, UNAM. 1998,México

De Sousa Santos, Boaventura, Una epistemología del Sur, CLACSO – Siglo XXI editores, 2009, México.

Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una epistemología del Sur, Siglo XXI editores, siglo del hombre editores, Universidad de los Andes, 2010, México.

Dussel Enrique, Ética de la liberación. En la edad de la glbalización y de la exclusión, Editorial Trotta, S.A. 1998, España  

Horkheimer, Max, Crítica de la razón instrumental, Editorial Trotta, 2010, España.   

1 Entiendo como cristiandad a la doctrina dominante hegemónica surgida en Europa occidental a partir de Carlo Magno y que encuentra su máxima expresión en el pensamiento escolástico. A diferencia del pensamiento  judío y, por lo tanto, oriental, de su fundador Jesús de Nazareth, quien teniendo como base el pensamiento crítico de los profetas del antiguo Israel, plantea una sociedad fundada en la igualdad, el amor y la solidaridad. Más allá de la discusión de su contenido y de su ulterior utilización por parte del Estado, este tipo  de pensamiento surge desde la perspectiva de las víctimas del sistema y, por lo tanto, es contrario al pensamiento dominante hegemónico. Para mayor profundización sobre este tema ver. Dussel, E. Ética de la liberación. En la edad de la globalización y de la exclusión, Editorial Trotta, S.A. 1998, España.

2 Éste es un ser extraño, enajenado y enajenante.

3 Para profundizar en este aspecto ver Adorno, T. Dialéctica de la Ilustración, Editorial Trotta, S.A. 2009, España.

4 Esto ha sido demostrado en el Capital. Crítica de la Economía Política, en donde Marx demuestra que el capitalismo es la forma más desarrollada de la enajenación económica, al ser un sistema 
inhumano, cuya única finalidad es satisfacer las necesidades de la acumulación capitalista.

5 Esta concepción parte de entender la razón como dominio, como negación de su potencial emancipador. La razón es la forma como el capitalismo ejerce su dominio directa y totalmente sobre los individuos atomizados. En palabras de Horkheimer, “Es una enfermedad que afecta a la razón… en la civilización, tal como la hemos conocido hasta la fecha. La enfermedad de la razón tiene sus raíces en su origen, el afán del hombre de dominar la naturaleza, y la “curación”depende del conocimiento de la esencia de la enfermedad originaria…Desde la época en la que la razón se convirtió en el instrumento  del dominio de la naturaleza humana y extrahumana por el hombre, su intención propia, la de descubrir la verdad, se ha visto frustrada. Lo cual debe atribuirse a su conversión de la naturaleza en mero objeto…” Horkheimer,M, Crítica de la razón instrumental, Editorial Trotta, S.A. 2010, España.

6. Ver nota 63 de Dussel, E, Op. Cit. p. 79

7 Esta concepción entiende la realidad dividida en dos: Lo inmaterial, ideal o espiritual y lo material, en lugar de entenderla de manera integral. De ahí, la dicotomía de entender la existencia de dos ámbitos de la realidad que se proyectan en la mente humana como mundos externos, ajenos, distintos y excluyentes

8 Doctrina que postula que los conceptos generales (universales) son abstracciones de realidades individuales. Guillermo de Occam nominalista con tendencias empiristas planteaba la separación entre la lógica filosófica y los contenidos de la fe. Ejerció gran influencia en el pensamiento de Hobbes,Locke y Berkeley.

9 Término empleado por Boaventura de Sousa Santos para explicar entre otros aspectos, la tendencia de las ciencias sociales, pero particularmente de la economía convencional, de estudiar falacias, con el objetivo de producir un conocimiento – regulación para reproducir el capitalismo y el colonialismo que es la forma de ignorancia que impide alcanzar el conocimiento – emancipación. Para profundizar en estos conceptos, ver: De Sousa Santos, B, Una epistemología del Sur, CLACSO – Siglo XXI editores, 2009, México.