VULNERABILIDAD Y DESIGUALDAD SOCIAL EN MÉXICO. Un acercamiento a su problemática y su realidad en educación, salud y violencia laboral

VULNERABILIDAD Y DESIGUALDAD SOCIAL EN MÉXICO. Un acercamiento a su problemática y su realidad en educación, salud y violencia laboral

Omar Alejandro Pérez Cruz
Mireya Patricia Soto Arias
Claudia Angélica Alcaraz Munguía
Susana Aurelia Preciado jiménez

Universidad de Colima

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Burnout en educación básica

Eva Galia Castañeda Alarcón.
Omar Alejandro Pérez Cruz

Introducción

            El estrés es un problema psicosocial que en la actualidad se ha vuelto muy relevante y a la vez estudiado. De igual manera en los últimos años el estrés, así como también el burnout se han convertido en temas muy investigados en todas las áreas, principalmente en contextos laborales (Alejandro, 2013).
Etimológicamente, la palabra “estrés” significa presión y de acuerdo con la Real Academia Española (2010), el estrés es “Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”.

Fue en un trabajo de Hans Selye en 1936 que se utilizó el concepto estrés por primera vez, en él se define el estrés como: "una respuesta no específica del cuerpo a cualquier requerimiento. Se desarrolla como reacción a un estímulo llamado “estresor” e implica un proceso de adaptación que se manifiesta mediante cambios en los niveles hormonales".

De acuerdo con esta definición, Esteve (1994) pone de manifiesto la dimensión biológica del estrés, es decir, el ser humano como un todo responde orgánicamente, con cambios en el organismo a todo estresor que incide sobre la persona.

Es así, que en este trabajo de investigación se buscó realizar un diagnóstico de la situación actual que guarda este fenómeno social en una escuela primaria de la ciudad de Chihuahua, México. 

El estrés en la infancia

Triades (2002) en el libro “Estrés en la Infancia” afirma que el concepto de estrés implica al menos cuatro factores, los cuales son:

  • Presencia de una situación o acontecimiento identificable.
  • Dicho acontecimiento es capaz de alterar el equilibrio fisiológico y psicológico del organismo.
  • Este desequilibrio se refleja en un estado de activación marcado por una serie de consecuencias para la persona de tipo neurofisiológico, cognitivo y emocional.
  • Estos cambios, a su vez, perturban la adaptación de las personas.

Con base en su teoría, Rispoli (2004) considera que se podría concebir al estrés como una condición específica y básica en la producción de numerosas enfermedades muy difundidas en la actualidad. El estrés pues, representa la base sobre la que se desarrollan no solamente problemas de ansiedad o de tipo depresivo, sino toda una serie de modificaciones funcionales precursoras de enfermedades.

Norfolk (2000) describe el estrés como un ingrediente inevitable de la vida, similar al hambre o a la sed. Esta afirmación supone que todos tenemos estrés, el problema surge cuando esa tensión producida en el organismo ante un estímulo es negativa y agobia a las personas. Toda persona tiene un nivel de ansiedad que mejora el rendimiento y por encima de ese nivel pueden surgir consecuencias perjudiciales.
Debido a los altos índices de personas presentando estrés y a que éste término ya no estaba acorde a los padecimientos presentados por la gente, fue que Freudenberger (1974), un psicólogo clínico, empleó por primera vez el término burnout y lo utilizó para describir un conjunto de síntomas físicos y psíquicos (estado de hundimiento físico y emocional como resultado de las condiciones de trabajo) sufridos por personal sanitario. En su trabajo mostró que, después de algunos meses de trabajo, estos profesionales compartían algunos síntomas que ya habían sido observados y estudiados, pero en forma aislada. Se podía observar el sufrimiento. Algunos decían que ya no veían a sus "pacientes" como personas que necesitasen de cuidados especiales, dado que ellos no se esforzaban por dejar de usar drogas. Otros decían que estaban tan cansados que a veces ni deseaban despertar para no tener que ir al trabajo. Otros afirmaban que no lograban cumplir los objetivos que se habían imaginado. Se sentían incapaces de modificar esta situación; se sentían derrotados.

A pesar de que fue Freudenberger quien implementó el término, el interés por el término burnout o agotamiento profesional surgió a partir de los trabajos de Maslach desde 1976, quien dio a conocer esta palabra de forma pública dentro del Congreso Anual de la Asociación de Psicología APA, haciendo referencia a una situación cada vez más frecuente entre los trabajadores de servicios humanos, y esta situación implicaba el hecho de que después de meses o años de dedicación, estos trabajadores terminaban "quemándose". Esta autora describió dicho proceso como "un síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal" que puede ocurrir entre individuos que trabajan con personas (Esteve, 1984; Alvarez, Cantú, Gayol, Leal y Sandoval, 2005).

Al abordar la definición del síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) es importante subrayar que está patología debe ser entendida como una forma de acoso psicosocial en el trabajo. Es una situación en la que el trabajador se ve desbordado y se percibe impotente para hacer frente a los problemas que le genera su entorno laboral, en especial su entorno social. Los individuos se sienten desgastados y agotados por la percepción continuada de presión en su trabajo. Por tanto, el SQT tiene su origen en el entorno de trabajo, no en el trabajador (Gil– Monte, 2005).

Es debido al estrés que aqueja a tantas personas en la actualidad, que se pensó en estudiar si existe y cuáles son las consecuencias que provoca el burnout en los niños en edad escolar, específicamente de 4º de primaria de la escuela General Ignacio Zaragoza en la ciudad de San Buenaventura, Coahuila.
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, se puede decir que se comprueba que existe un creciente índice de incidencia de burnout entre la población adulta, específicamente en el área laboral, sin embargo, hay líneas de investigación que han empezado a centrarse en mostrar a los niños como individuos que también pueden presentar burnout en contextos estresantes o donde perciban presión, como por ejemplo: la escuela.
Desde 1985 Knaus expresaba que el burnout en estudiantes era un síndrome subestimado por la investigación, que sin embargo se presentaba potencialmente peligroso y pernicioso en niños de edad escolar. Según este autor, entre un 10  y un 25 % de los niños de esta edad sufren burnout, lo que le equipara a los adultos no sólo en frecuencia, sino también en intensidad.
Por otra parte, Williams (1981) encontraba semejanzas entre el trabajo del adulto y el “trabajo escolar” del niño ya que las interacciones personales estaban moldeadas por las demandas del proceso de trabajo. Hasta tal punto deben los estudiantes someterse a las reglas escolares que aquellos perciben una falta de control absoluto sobre el ambiente escolar lo que conduce necesariamente a la frustración, apatía y angustia. 
De acuerdo con estos planteamientos no parece exagerado comparar las exigencias en el trabajo de los adultos con la sobrecarga de información y tareas que el niño en edad escolar experimenta en su educación académica.
Knaus (1985) menciona los siguientes síntomas en el niño con burnout: alienación y sensación de aislamiento como consecuencia directa de la falta de control sobre el ambiente e imposibilidad para cambiarlo; bajo autoconcepto y trastornos de conductas potenciales: delincuencia, fobia a la escuela, fracaso escolar, etc,; al igual que en el adulto, se encuentra la aparición de depresión y aumento del riesgo de suicidio. Además de la presión que los niños viven en los contextos escolares, Knaus menciona que también pueden influir y predisponer al burnout, algunas variables de personalidad, tales como:
-Niños con pobres habilidades, que tienen una propensión a la frustración y al abandono mayor que el resto de compañeros y que identifican su frustración con el contexto en el que desarrollan su actividad escolar.
-Niños desinteresados, que perciben falta de recompensas y atractivos y conciben la escuela como un contexto aversivo y desagradable.
-Niños con déficits atencionales, que tienen una concentración mínima y “desconectan” más rápidamente de la enseñanza reglada.
-Niños con problemas conductuales, que suelen ser fácilmente marginados con lo que refuerzan sus acciones dirigidas a no rendir académicamente y a mostrar conductas antisociales y antirreglamentarias.
-Niños ansiosos, que se ven afectados en parcelas como la atención, concentración y memoria y tienden  a un desaliento prematuro.
-Niños perfeccionistas que ven el aprendizaje en la escuela de forma obsesiva y van generando un contexto percibido como excesivamente aversivo.

Estas características propuestas por Knaus (1985) darían como consecuencia una tipología de niños tendientes a sufrir burnout y que manifestarían el mismo de diversas formas: agresivos, apáticos, de evitación y excesivamente concienzudos. Estos tipos no serían inamovibles, sino que podrían manifestar un estilo de comportamiento diferente según el momento y el lugar en el que se encuentren.
Se pueden encontrar numerosas investigaciones sobre burnout en adultos, pero partiendo de las propuestas anteriormente mencionadas, se puede admitir que si existe la posibilidad de que este padecimiento también se pueda estar presentando en los niños actualmente.

Metodología

Dentro de las limitaciones de este proyecto, cabe mencionar que solamente se analizará a los alumnos de 4º A y 4º B de la escuela primaria General Ignacio Zaragoza. Este estudio solo mostrará los resultados de las consecuencias del burnout en el periodo de tiempo durante el cual se desarrolla el mismo.

El estudio se realizó con una muestra de 51 niños de 4º de primaria pertenecientes a la escuela General Ignacio Zaragoza.
El 61% de ellos son niñas y el 39% son niños. El 100% de ellos están cursando la escuela primaria General Ignacio Zaragoza del municipio de San Buenaventura, Coahuila y todos ellos son de 4º grado, siendo el 49% de 4º grado sección A y el 51% de 4º grado sección B.
Para la recopilación de la información se utilizó un instrumento propuesto por Alejandro (2012), que consta de 25 ítems los cuales son: 3 ítems de datos generales y 22 ítems restantes presentados en escala de Likert, mismos que fueron agrupados en 3 categorías, las cuales son: agotamiento emocional, realización personal y despersonalización.
El instrumento de recopilación de la información fue aplicado a los estudiantes de 4º grado de primaria de la escuela anteriormente mencionada. Para tal efecto se aplicó el instrumento en su salón de clases. El análisis de los datos se realizó mediante el programa Statistica.

Resultados

Después de la recopilación y análisis de los resultados se puede concluir que en los estudiantes de 4º grado de primaria si hay algunos índices significativos de que exista burnout, principalmente en la categoría de “realización personal”, la cual muestra que los niños no se sienten realizados con respecto a su educación académica.
En la siguiente tabla 1 se muestran las frecuencias y porcentajes, en las cuales se observa que, del grupo de 4º A se respondieron 25 encuestas y de 4º B fueron 26, siendo el 40.98% de la sección A y 42.62% de la sección B. No hay datos perdidos.

La siguiente tabla 2 muestra el análisis descriptivo de la variable compleja: agotado emocionalmente, en donde el rango es de 6, siendo la mínima de 0 y la máxima de 6. Acercarse al 0 significa que no hay agotamiento emocional, mientras que acercarse o llegar al 6 significa que hay agotamiento emocional. Se puede observar que solo la variable simple “Me siento emocionalmente cansado por la escuela”  alcanza una media de 3 puntos.

Por otra parte hay 3 variables que sobrepasan la media pero no significativamente, las cuales son “Cuando me levanto por la mañana y tengo que ir a clases, no me siento con ganas de ir”, con una media de 3.25; “Siento que estar todo el día en la escuela me cansa”, con una media de 3.49 y “Siento que estoy demasiado tiempo en la escuela”. Así mismo el resto de las variables no son significativas porque son menores que 3, las cuales son: “Cuando termino mi día de clases me siento vacío”, con una media de 1.27; “Siento que mi escuela me está cansando”, con una media de 2.31; “Me siento frustrado en mi escuela”, con una media de 2.82; “Siento que trabajar en contacto directo con mis compañeros me cansa”, con una media de 2.10 y “Me siento como si estuviera a punto de estallar emocionalmente”, con una media de 2.06.

La tabla 3 muestra el Análisis descriptivo de la variable compleja: realización personal, en donde el rango es de 6, siendo el mínimo 0 y el máximo 6. Acercarse más al 0 significa que no hay realización personal y acercarse al nos indica que si la hay.  En esta tabla se encuentra solo una variable simple que sobrepasa la media de 3, el resto están por debajo de la media, esto nos indica que los niños no sienten realización personal en la escuela, por lo tanto podría decirse que es un indicador de que hay burnout en ellos, estas variables simples son las siguientes: “Siento que puedo entender fácilmente a los maestros”, con una media de 2.18; “Siento que estoy influyendo positivamente en la vida de mis compañeros a través de mis estudios”, con una media de 2.43; “ Me siento con mucha energía en mi escuela”, con una media de 1.90; “Siento que puedo crear con facilidad un clima agradable con mis compañeros”, con una media de 2.35; “Me siento querido después de haber trabajado toda la clase con mis compañeros”, con una media de 2.20; “Creo que consigo cosas valiosas en esta escuela” con una media de 2.90 y “Siento que en mi escuela los problemas emocionales son tratados de forma adecuada”, con una media de 2.86.  La única variable simple que sobrepasa la media es la de “Siento que trato con mucha responsabilidad las tareas de la escuela” con una media de 3.78.
La tabla 4 muestra el análisis descriptivo de la variable compleja: despersonalización, en donde el rango es de 6, siendo la mínima de 0 y la máxima de 6. Acercarse al 0 significa que no hay despersonalización y acercarse o llegar al 6 significa que si la hay.

En esta categoría se encuentra solo una variable simple que sobrepasa la media, la cual es “Me parece que mis compañeros me culpan de alguno de sus problemas”, con una media de 3.10 lo cual no es significativo para indicar despersonalización. El resto de las variables simples están por debajo de la media, dichas variables son: “Siento que estoy tratando a algunos compañeros como si fueran cosas sin sentimientos”, con una media de 0.92; “Siento que me he hecho más malhumorado con mis compañeros”, con una media de 1.78; “Me preocupa que los estudios me estén volviendo malhumorado”, con una media de 1.75 y “Siento que realmente no me importa lo que les ocurra a mis compañeros”, con una media de 2.57.
Conclusiones
Indudablemente, en la actualidad se observa que hay un creciente índice de padecimiento de burnout en adultos, pero es realmente preocupante que ahora también los niños estén presentando este síndrome, pues si no es sano que los adultos lo presenten, mucho menos los niños en edad escolar, ya que los lleva a tener diferentes problemas de índole psicológico, fisiológico y psicosocial y en esta sociedad actualmente tan agresiva, lo que se necesita son niños sanos en estos tres aspectos, para que crezcan felices y sean a futuro unos buenos ciudadanos del mundo.

En cuanto a los 4 factores que implican el estrés según Triades (2002) se confirma que, los niños a los que se les aplicó el instrumento, están padeciendo síntomas de falta de Realización Personal, lo cual se puede ver en la tabla 3, en donde las respuestas de los alumnos estuvo significativamente por debajo de la media, lo cual refleja que los niños no se sienten realizado en su contexto escolar.

Rispoli (2004) menciona que debido al estrés, además de presentar ansiedad y depresión, también puede haber una serie de modificaciones funcionales precursoras de enfermedades. En la presente investigación se encontró que los niños analizados “No se sienten con energía en la escuela” situación que se puede considerar extraña, ya que por lo general, los niños en edad escolar son muy activos. Por lo tanto, de acuerdo con lo expuesto por Rispoli (2004) se confirma que hay modificaciones funcionales, solo quedaría investigar si posterior a eso se presentan enfermedades en los alumnos.

Según Maslach (1976), el burnout como es síndrome de “agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal” que puede ocurrir entre individuos que trabajan con personas, lo cual se confirma en esta investigación, en donde se encuentra que los niños analizados no sienten “realización personal”, ya que, como se menciona anteriormente, es la categoría en donde en 7 variables de 8 obtuvieron una puntuación menor a la media.

En la presente investigación se observa que el estrés crónico que tienen los niños se da en su contexto escolar, lo cual va de acuerdo con lo expuesto por Gil-Monte (2005), quien menciona que el burnout tiene su origen en el entorno de trabajo, no en el trabajador.

De acuerdo con Knaus (1985) el burnout afecta entre un 10 y un 25% de los niños de edad escolar, misma afirmación que se confirma al encontrarse que los niños analizados en el presente trabajo no sienten “realización personal”.

Por otra parte, Williams (1981) menciona que los niños deben someterse a las reglas escolares, por las cuales perciben una falta de control absoluto sobre el ambiente escolar lo que conduce necesariamente a la frustración, apatía y angustia. Este planteamiento también es confirmado con esta investigación, según lo encontrado al analizar la variable compleja de “realización personal”.
Referencias

  • Álvarez, D. M.; Cantú, V. A.; Gayol, L. M.; Leal, K. G.; y Sandoval, K. I. El síndrome de burnout y el profesional de la educación. (2005)
  • Alejandro Pérez Cruz, Omar (2012). Análisis de la seguridad laboral mediante la medición de los niveles de estrés laboral. Revista Forum Empresarial. Vol.17, Issue 2, p. 53-71. 19p.
  • Esteve, J.M. El malestar docente. Barcelona.: Paidós (1994)
  • Gil – Monte, P. R. El síndrome de quemarse por el trabajo (Burnout): Una enfermedad laboral en la sociedad del bienestar. Madrid: Ediciones Pirámide. (2005)
  • Knaus, W. J. Student burnout –a rational emotive education treatment approach. En A.
  • Ellis y M. E. Bernard, Clinical applicatios of rational emotive therapy. Nueva York: Plenum Publising Corp. (1985)
  • Maslach, C. Burnout: A Social Psychosomatic Análisis. Paper Presented at the Meeting of
  • American Psychological Association. San Francisco. (1977)
  • Norfolk, D. El estrés del Ejecutivo. Cómo reconocer el estrés y utilizarlo en beneficio
  • propio. Edic. Desusto, España. (2000)
  • Real Academia Española. Diccionario de la lengua española 2001) Obtenido de http://www.rae.es/rae.html
  • Rispoli, Luciano. Esperienze di base e svilluppo del sé. Franco Angeli, Milano. (2004)
  • Selye, H. A syndrome produced by diverse nocuous agents. Editorial Nature. (1936)
  • Triades, M. V. Estrés en la Infancia. Su prevención y tratamiento. Madrir: Nancea. (2002)
  • Williams, J. M. An exploratory look at alienation in elementary school children. Nueva York: Springer (1981)