POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

Daniel Mora Máynez
Hiram Marquetti Nodarse

Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad Juárez

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1.3.2 - Industria Maquiladora y su impacto en el Desarrollo Regional

La intensificación del proceso de apertura económica, en particular, después de la formalización del Tratado de Libre Comercio, condujeron según Tamayo, (2000, p.24) a la erradicación de la vertiente regional de la política industrial en México, en tanto se “va tratar de incentivar el desarrollo regional” mediante el fomento de agrupamiento industriales y encadenamientos productivos, estos últimos caracterizado por su creciente dependencia del a los flujos de inversión foránea
La erradicación de la política de desarrollo industrial de corte regional respondió al supuesto de que en el largo plazo, las “diferencias entre regiones” en el rendimiento de los factores productivos, y por ende, en cuanto a la oferta de capital y trabajo, se reducirían progresivamente hasta desaparecer, en la misma medida que las externalidades favorables que se generarían en un grupo de entidades estaduales, se extenderían de manera progresiva a las otras.
La materialización de este supuesto implicaría que si la asignación de los recursos productivos se dejara al libre juego de las fuerzas del mercado, en consecuencia se alcanzaría el resultado de la reducción progresiva de los desequilibrios interregionales y, consiguientemente el avance hacia un estado de equilibrio nacional, es decir, que se “lograría en el largo plazo una tendencia convergente en las tasas de crecimiento de las diferentes regiones”; sin embargos, los resultados alcanzados en términos reales han sido muy diferentes a estas previsiones. 1
En estas circunstancias, progresó la tendencia a la elaboración de prioridades de política industrial o más exactamente de programas o planes de desarrollo a mediano plazo en la casi totalidad de las entidades estaduales, e incluso en algunos casos se elaboraron proyecciones a largo plazo.
El desarrollo de estos proyectos a escala estadual ofrecieron la posibilidad de mitigar en ciertos aspectos la ausencia de un marco nacional articulado de política industrial; pero desde el punto vista práctico se evidenció la presencia de un importante vacío, sobre todo en lo concerniente a la definición de las prioridades estratégicas de alcance nacional, ya que en los referidos programas estaduales por razones objetivas se va a conceder prioridad al mejor “aprovechamiento de los patrones regionales de ventajas comparativas”, cuya peculiaridad esencial lo va constituir el cómo lograr una mejor utilización del potencial existente en los sectores de mayor peso en la estructura económica regional, en paralelo, explorar aquellas opciones que podría aportar la industria maquiladora.
Las experiencias acumuladas en estos ejercicios evidencian que en las diferentes entidades estaduales, atendiendo a sus particularidades y potencialidades en términos de recursos, han trabajado con mayor o menor intensidad en proyectos específicos de políticas industriales. Estos proyectos de políticas tenían (tienen) el propósito de cubrir determinadas ausencias e incorporar aspectos que no están recogidos en las proyecciones de alcance nacional; empero cómo en la práctica este constituye un ejercicio complejo que a la postre pueden surgir contradicciones entre las propuestas de ambas partes; pero quizás los más complicado es encontrar soluciones que satisfagan ambos.
La evolución de ciertas contradicciones entre el nivel Federal y el estadual puede entenderse como un proceso natural; sin embargo, esta situación objetiva y también necesaria ha puesto de manifiesto que a nivel Federal, se debe alcanzar mayor integralidad en la definición de los temas relacionados con la política tecnológica, la promoción sectorial, innovación, desarrollo empresarial y en lo concerniente al nivel de aseguramiento real de que dispondrán las actividades de investigación y desarrollo.2
En consecuencia, los esfuerzos de elaboración de proyecciones de política industrial en las diferentes entidades estaduales, se han caracterizado por presentar un notables grado de diferenciación, situación que responde tanto a problemas de naturaleza histórica y al modo específico en que han sido insertadas las referidas entidades en las transformaciones que se produjeron en México, a partir de la segunda mitad del decenio de los ochentas del pasado siglo, las cuales según la opinión de varios especialistas propiciaron el incremento de las diferencias interestaduales; por consiguiente que el andamiaje regional mexicano se pueda subdividir en la actualidad en regiones ganadoras y perdedoras. 3
La dinámica económica y social en curso, lejos de propiciar la reducción de las brechas interaestaduales, ha contribuido a profundizarlas. Las entidades estaduales cuya base económica descansa en el sector agropecuario son las que presentan las peores condiciones socio-económicas, sobre todo en Chiapas, Oaxaca y Michoacán. Mientras que las entidades que han logrado mayores progresos, son aquellas en que la industria manufacturera y el sector maquilador han desempeñado un rol fundamental
La evolución de estas disparidades ha contribuido a la concentración del crecimiento del PIB nacional en un número reducido de entidades estatales, según estimaciones del INEGI al cierre del 2010 tan solo diez estados aportaban cerca del 70% del PIB nacional.
La evaluación del mapa de la distribución de la actividad económica en México, en particular de la industria maquiladora, denota la existencia de una creciente concentración regional (Ver Mapa 1), lo cual tiende a confirma la hipótesis de la subdivisión del país en regiones “ganadoras y perdedoras”. No obstante, esta afirmación no sería del todo precisa dado que es posible obviar la incidencia de factores históricos y otros de naturaleza temporal, por consiguiente, resultaría una conclusión extrema vincular los progresos y avances regionales, sólo al impacto reciente de la industria maquiladora y, por tanto a la intensificación del proceso de apertura económica.
La creciente concentración de la actividad manufacturera maquiladora en los estados que integran la Frontera Norte, sugiere que la búsqueda de respuesta efectiva al incremento de las brechas intrarregionales, presupone inexorablemente rescatar el diseño de una política desarrollo regional de carácter explícito como sugiere la OCDE, 2009. 4
En tales condiciones no se trata de eliminar las diferentes iniciativas que han surgido en las entidades estatales, de lo que se trataría es de armonizarlas y generar un marco de respuesta nacional que coadyuve al mejor aprovechamiento del potencial de progreso económico y social existente en las referidas entidades. 5
En adicción debe considerarse que la reducción del protagonismo de las políticas de desarrollo de regional de corte Federal, contribuyó también a que se instaurara un marco de flexibilidad muy amplio en que las estrategias de corte regional se caracterizaron por no presentar incongruencias sustanciales con las prioridades federales. Sin embargo, a pesar de la existencia de este marco de flexibilidad no siempre resulta posible lograr un adecuado equilibrio entre las prioridades estaduales y las federales, 6 en particular en el caso de las primeras porque carecen en del respaldo financiero necesario, lo que en ocasiones puede llegar hacer inviables determinadas prioridades de los planes de desarrollo regionales.
El análisis del tema de la diversificación de las exportaciones permite ilustrar la contradicción anterior. La ampliación de la oferta exportable nacional ha constituido una de las prioridades de la política económica nacional, tanto en lo concerniente a la oferta destinada a su comercialización internacional como en términos de mercados. El respaldo a esta prioridad ha sido significativo dado que fueron creados diversos mecanismos de apoyos en las diferentes Secretaría Federales. Asimismo, se destaca el elevado número de acuerdos o tratados de libre de comercio que ha formalizado México, los cuales ya totalizan 12 y garantizan un acceso casi expedito a más de 1 000 millones de consumidores a escala mundial e involucran a 44 naciones.
Los progresos alcanzados por México en la diversificación de las exportaciones pueden clasificar de significativos; pero con el hándicap de que el liderazgo en estos resultados lo ha desempeñado la industria maquiladora, mientras que la contribución de la oferta exportadora tradicional de diversas entidades estaduales han sido exiguos o muy limitados, debido entre otras razones a la falta de respaldo financiero oportuno y⁄o en las magnitudes requeridas. 7
La presencia de restricciones financieras ha constituido uno de los factores que ha afectado el cumplimiento de planes de desarrollo elaborados a nivel estadual, aunque no solo se trata de carencia de la cobertura necesaria de recursos financieros, sino que resulta inevitable considerar también las condiciones que impone el marco legal en el empleo de las asignaciones federales, especialmente las que concede la Secretaría de Hacienda, las cuales deben emplearse en partidas bien definidas.
En estas circunstancias, una de las opciones que se tratan de explotar con mayor énfasis, es la búsqueda de acceso a las fuentes de financiación internacional o en sus efectos realizar el otorgamiento de facilidades fiscales y de otro tipo a los inversionistas foráneos. La evolución de esta propensión ha contribuido a que en cada entidad estadual, se haya construido o elaborado con matices propios su propia estrategia de inserción en los flujos de inversión internacional. La orientación común de estas estrategias es lograr un mejor aprovechamiento del patrón de ventajas comparativas locales, aunque concediéndole prioridad máxima a la creación de empleos, en calidad propósito estratégico central.
La prioridad concedida a la creación de empleos ha contribuido a que este tema mantenga, un relativo sobredimensionamiento en relación a otras cuestiones de marcada importancia estratégica como son: i) la creación capacidades tecnológicas propias que coadyuven en el tiempo aminorar la dependencia de la inversión extranjera; ii) la pobre atención a la medición de la capacidad de arrastre y de generación de eslabonamiento productivo de las ramas que se impulsan por intermedio de la inversión foránea como ya se indicó. Esta situación ha propiciado que no se priorice en la magnitud requerida, la posibilidad de lograr un mejor aprovechamiento de otras ventajas potenciales. De tal forma, la problemática del empleo requiere de una reevaluación más orgánica. 8

1 . Véase. Merchand Rojas, 2007. Op.cit. p. 87

2 . Véase. Plan Estratégico de Trabajo. Fomento a la ciencia e innovación tecnológica en Baja California 2011-2015. Consejo de Ciencia e Innovación Tecnológica de Baja California. S.F. Programa Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Jalisco, Guadalajara, 2000. Programa Estatal de Ciencia y Tecnología e Innovación. Querétaro 2010-2015, Querétaro, Noviembre de 2010.

3. Véase para mayor detalle a Merchand, 2007.

4 . Según la OCDE, 2009, se requiere avanzar en la recomposición del proceso de planeación del desarrollo regional. En otra interesante investigación vinculada a esta problemática Ferreira (Compilador), 2003 realizan un exhaustivo análisis de los problemas que han surgido en México como resultado de abandonar la práctica la planeación a escala regional.

5. Véase. Ferreira, 2003. Op. Cit, pp. 17-19.

6. Véase. Stezano y Padilla, 2013.

7. Chacón, 2011: En esta investigación se demuestra como la estrategia de la diversificación adolece de proyecciones clara en términos de políticas y en el empleo de los incentivos disponibles. Al mismo tiempo revela las crecientes diferencias que existen en el sistema empresarial local para desarrollar estrategias activas de inserción en los mercados internacionales.

8 . En múltiples entidades estatales se han logrado avances, pero también se producido el incremente de la sensibilidad a las variaciones de la coyuntura internacional, al producirse el cierre temporal o salidas imprevistas de las empresas foráneas ubicadas en los territorios.