MERCOSUR: POLITICAS MACROECONÓMICAS, ACTORES Y SUJETOS SOCIALES, NEGOCIACIONES y ACUERDOS DE INTEGRACIÓN EN BRASIL Y ARGENTINA

MERCOSUR: POLITICAS MACROECONÓMICAS, ACTORES Y SUJETOS SOCIALES, NEGOCIACIONES y ACUERDOS DE INTEGRACIÓN EN BRASIL Y ARGENTINA

Eugenio E. Espinosa Martínez (CV)
Universidad de La Habana

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1.4.- Globalización del paradigma neoliberal de políticas macroeconómicas

Las políticas macroeconómicas constituyen una de las expresiones de la actuación del Estado como actor institucional, aunque son variados los actores y factores que las determinan.

En el contexto de los cambios globales, los actores internacionales han reaccionado impulsando el modelo neoliberal de políticas macroeconómicas y de Estado mínimo. El Profesor brasileño Vizentini le concede gran importancia a esa derechización de las sociedades en crisis y su influencia sobre el Mercosur (Vizentini 1990).

Los impactos globales de la crisis y el cambio radical en los modelos macroeconómicos colocaron en primer plano el asunto de la inadecuación de las políticas implementadas. La ONU aborda la cuestión al preguntarse: "?Porque en tantos países ricos empeora la distribución del ingreso y aumenta la pobreza y el uso indebido de drogas? (...)?Porque tras tantos años de ajustes en el decenio de 1980, las economías de America Latina no se liberan aún de la trampa de la deuda?(...)?Era inevitable la actual recesión de America del Norte y Europa?" (ONU 1991: 2,3).

El debate sobre la inadecuación de las políticas macroeconómicas neoliberales -generalmente asociado a su carácter recesivo y a su incapacidad para recuperar el crecimiento con tasas bajas de inflación- no se limitó a la naturaleza de la crisis económica sino que se amplió a las discusiones sobre la naturaleza de la crisis política y de las relaciones Estado-sociedad.

Las primeras percepciones de los actores institucionales sobre la crisis económica como cíclica y coyuntural fueron rápidamente superadas por la constatación de que junto a la inflexión del ciclo subyacía una crisis estructural de amplio espectro internacional, de largo aliento y profundamente enraizada en las tendencias estructurales de la economía mundial, rasgos que se presentan en sus diversas caracterizaciones:

- crisis de estangflación y grandes desequilibrios en la economía internacional ( Williamson 1983 y 1990),
- crisis estructural del estilo o patrón de acumulación de la posguerra (Griffith-Jones y Sunkel 1986, CEPAL 1985, Belluzzo y Coutinho 1984, Estevez y Lichtenszejn 1981, Prebisch 1982),
- crisis global del sistema económico mundial abarcando países capitalistas y socialistas, centrales y periféricos (Gunder Frank 1988, Castro 1983, Salama et Valier 1990, Furtado 1987, Szentes 1989, Miller 1990, CEPAL 1985b).

Este agrupamiento responde a una secuencia lógica, teórica y cronológica: a medida que la crisis persistía y se profundizaba, y mientras fracasaban las políticas para resolverla, se ampliaba el contexto de interpretación de las teorías para explicarla y la búsqueda de alternativas para superarla. Este proceso no es privativo de la economía sino que se presenta, además, en las dos dimensiones de la política, nacional e internacional:

- a través del debate crisis del Estado & crisis del régimen político, tanto en sus formas de regulación como en las relaciones Estado-Sociedad (Henrique y Draibe 1987),
- en las discusiones sobre la naturaleza y límites de las transiciones democráticas pactadas y restringidas (O'Donnell 1988, Cuevas 1988, Calderón y Dos Santos 1990),
- en las interacciones cultura/política/economía (Espinosa 1993),
- en la incertidumbre y vulnerabilidad crecientes de los Estados periféricos frente a un escenario internacional hostil y altamente competitivo, excluyente y en continua y rápida transformación, que conduce a un notable aumento en los estudios sobre los escenarios internacionales y las políticas exteriores latinoamericanas y a la búsqueda de alternativas -entre ellas la integración- que protejan la relativa autonomía amenazada (PROSPEL 1988, 1989-1990, 1991, RIAL 1989, 1990, 1991) 1 .

La emergencia de las macropolíticas neoliberales se asocia al caracter estructural de la crisis en los '80 (Prebisch 1982, Villarreal 1982, Salama 1990), aunque sus diversas variantes evolucionaron en el tiempo y adoptaron distintas modalidades por países. Lichtensztejn llama la atención sobre la íntima relación histórica entre los ciclos de internacionalización del capital y los ciclos de políticas económicas, asociando el auge del monetarismo (neoliberalismo) al ciclo de internacionalización financiera de los '80 (Lichtensztejn 1983).

Si para los economistas la crisis está asociada a la sustitución del keynesianismo por el monetarismo, para los sociólogos y politólogos como Graciarena, por ejemplo, la crisis del Estado Benefactor (Welfare State) en los países centrales coincide con la crisis del Estado desarrollista y del régimen político militar autoritario en los países semiperiféricos, llamando la atención sobre las dos vertientes de la crisis: interna e internacional y destacando dos tendencias: "en un sentido interno, a la macrocefalía del Estado nacional, centralizador y dominante hacia adentro en su relación con la sociedad civil, frente a la que conquista progresivamente una mayor autonomía; en contraste, en el otro sentido, hacia afuera, en el Estado dependiente, periférico, endeudado, subordinado en sus relaciones con el mundo internacional, que está poblado de bloques estratégicos, campos ideológicos, pactos internacionales compulsorios, corporaciones transnacionales y mercados planetarios que lo someten a determinaciones diversas" (Graciarena 1984: 71).

A la valoración de Graciarena, Calderón y Dos Santos añaden la crisis de las transiciones democráticas (Calderón y Dos Santos 1990).

Es en ese contexto global que las políticas macroeconómicas neoliberales evolucionan con sus diferentes variantes y que cambian las acciones de los actores: en el caso de los Estados capitalistas centrales, del FMI, de la banca transnacional acreedora y de los Estados semiperiféricos como Brasil y Argentina, se distinguen tres momentos en sus actuaciones: 1980-1984, 1985-1988 y 1989-1992.

1     La fuerte interacción entre estas dos dimensiones de la política -nacional e internacional- junto a la emergencia de actores económicos, institucionales y sociales que las impactan indistintamente, ha reforzado los estudios que asumen la óptica de la llamada teoría pluralista o conductista, que tiende a borrar las diferencias entre política interna y externa y que enfatiza en el estudio de los actores específicos (Tomassini 1988). La proliferación de este enfoque está asociada a las contradicciones entre los diversos actores exacerbadas por la propia crisis.