INNOVACIÓN E INTELIGENCIA ESTRATÉGICA

INNOVACIÓN E INTELIGENCIA ESTRATÉGICA

Luis Héctor Perego (CV)
Romina Silvia Miguel
(CV)

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Algunos Conceptos:

El creciente uso de términos como «información» y «conocimiento» en contextos diferentes da lugar con frecuencia a dificultades de interpretación de su significado, por lo que considero oportuno realizar algunas definiciones para este compendio:

Datos. Palabras, cifras, hechos inconexos y no elaborados a los que les falta el marco de referencia conceptual. En ausencia de un contexto, poco o nulo significado puede extraerse de los datos.

Información. Hace referencia a una comprensión de las relaciones existentes entre datos, aun cuando no se disponga de una base de explicación de por qué los datos son tales, ni una indicación de los posibles modos de variación de los datos con el tiempo.

Conocimiento. Se aplica este concepto cuando se cuenta con pautas o modelos de relación entre datos o información; estos esquemas pueden representar conocimiento para un usuario, siempre que éste sea capaz de reconocerlos y comprender sus implicaciones, pudiendo así predecir modos de evolución del modelo en el tiempo con una fiabilidad suficiente.

Inteligencia (o «saber») que significa la comprensión de los principios que subyacen a los modelos de representación del conocimiento por parte del usuario.

Este punto de vista implica que la información, el conocimiento, la inteligencia o el saber son algo más que simples acumulaciones o conjuntos:

• Un conjunto de datos no es información.
• Un conjunto de informaciones no es conocimiento.
• Un conjunto de conocimiento no es saber.
• Una acumulación de saber no significa la «verdad».

Inteligencia Estratégica y la Información Globalizada

La “revolución digital” ha generado documentos que se transforman en flujos de información a una escala verdaderamente mundial. Este nuevo escenario nos proporciona datos y datos de los distintos acontecimientos que se producen en el mundo, segundo a segundo: avances científicos en el mundo, situación económica de los países, catástrofes climáticas, acontecimientos bélicos, situación de las cotizaciones mundiales en bolsa,  etc.

Todo ello permite que las personas mejor informadas tengan más posibilidades económicas, sociales, sanitarias, educativas, investigadoras, sobre las que no la tienen. Del mismo modo que los países que tienen mayor acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) tienen una mayor posibilidad de desarrollo frente a los que no lo tienen, como demuestra la literatura científica al respecto centrada fundamentalmente alrededor de la denominada “brecha digital” o fractura digital.

Nos encontramos pues inmersos en datos digitalizados en servidores de información integrantes de la red Internet. Acceder a información a través de un buscador sobre un tema está a mano de casi todos. Pero hoy día esto no basta ¿dónde está el conocimiento en esta maraña de mega información? Cuando se habla de información científica y técnica en la Red, lo más relevante es discernir, esto es, discriminar la información relevante de la que no lo es, es decir, seleccionar la información pertinente y sólo ésta, de la que no lo es, para la toma de decisiones en las empresas, en la ciencia, la administración, la política, la cultura, la educación,  etc.

De ahí la necesidad de disponer de tiempo como de recursos para que dicha información sea aceptada como materia prima para su:

  1. procesamiento
  2. explotación y difusión de fuentes externas e internas
  3. evaluación y diagnóstico de fuentes y recursos
  4. validación de la calidad
  5. transformación en conocimiento nuevo
  6. Inteligencia / Producto
  7. Toma de decisiones

Pero ello no es tarea del informador, del emisor primario del mensaje, sino del analista/profesional que considera las fuentes como un recurso estratégico y que tras un proceso de análisis, evaluación y diagnóstico determina la calidad de la información y del proceso, arbitrando y posibilitando la herramienta adecuada que permita el acceso a la información pertinente que precisa el gestor para la toma de decisiones en la actual economía del conocimiento, y ello, en un mundo tan competitivo en el que la industria de los contenidos ya se presenta como un recurso de valor añadido a la propia economía y donde la innovación “no tecnológica” es una realidad que se incluye en la versión actualizada del Manual de Oslo (OCDE 2005), como veremos más adelante, donde se habla de la “innovación organizacional” como la implementación de un nuevo método de organización aplicada a las prácticas de negocio, al lugar de trabajo, esto es, a las relaciones externas de la empresa de cualquier ámbito o negocio. 

Por otra parte, el permanente cambio del contexto estratégico mundial expuesto anteriormente que representan las Tecnologías de la Información y del Conocimiento (TIC) y la Sociedad del Conocimiento, obliga a los agentes sociales, económicos, administrativos, culturales, etc., a reorientar el trabajo desde un punto de vista analítico, función profesional que requiere una gran preparación para los profesionales no sólo en el área de su especialidad, Biblioteconomía y Documentación, sino que precisa de habilidades y capacidades de otras materias, aunque no sean de su área, para efectuar la :

1. Búsqueda y recuperación de la información externa.
2. Síntesis de la información que reciben: Modelos de análisis.
3. Comprensión de situaciones.
4. Crear escenarios prospectivos nuevos.
5. Procedimientos específicos: toma de decisiones.