ESCENARIO INTERNACIONAL, VENTAJAS Y DESVENTAJAS PARA MÉXICO Y LAS EMPRESAS

ESCENARIO INTERNACIONAL, VENTAJAS Y DESVENTAJAS PARA MÉXICO Y LAS EMPRESAS

Mónica Teresa Espinosa Espíndola (CV)
Adolfo Maceda Méndez (CV)
Francisca Adriana Sánchez Meza (CV)
(Coordinadores)

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Internacionalización y estrategias de vinculación de la universidad–sector productivo

Irene Juana Guillén Mondragón1

Introducción
El objetivo de la presente investigación es identificar las estrategias convencionales de vinculación entre la universidad y el sector productivo, asimismo, reflexionar respecto del papel de las universidades y del rol que juegan los universitarios en la configuración de las nuevas estrategias de vinculación profesional, en un entorno cambiante y competitivo, es decir, en un contexto de internacionalización en el que las entidades del sector productivo, tanto nacionales como de procedencia internacional requieren de capital intelectual más creativo y flexible.
La metodología empleada en la indagación es documental; se realizó una revisión de casos para conocer algunas de las diferentes estrategias de vinculación que se originan cuando las instituciones públicas de educación superior se involucran en relaciones de colaboración con organizaciones del sector productivo. Asimismo, para conocer algunas de las fortalezas y limitaciones en el establecimiento de vínculos de interacción conjunta.
En el trabajo se presentan algunas nociones de lo que significa el concepto vinculación, también se hace un acercamiento a la teoría de la triple hélice; un modelo heurístico propuesto por Etzkowitz y Leydesdorff (Leydesdorff, 2012), para exponer los elementos teóricos que sustentan el origen de las diversas modalidades de vinculación entre la universidad, el estado y la empresa, aunque en este trabajo sólo se analiza la relación entre la universidad y las organizaciones del sector laboral.
Finalmente, se reflexiona acerca de las oportunidades que la vinculación ofrece a los participantes; entre ellas, para la universidad, la posibilidad de que ésta promueva a sus egresados entre organizaciones mexicanas y extranjeras, así como la experiencia de compartir con la sociedad el conocimiento que genera. Para los estudiantes, la factibilidad de aprender haciendo, de nutrirse de las experiencias del mundo laboral para fortalecer su perfil profesional y contribuir al desarrollo social. Mientras que para las organizaciones, el resultado del enlace con la universidad se traduce en acceso al conocimiento de vanguardia mediante la incorporación de profesionales de excelencia altamente comprometidos con el desarrollo de la sociedad y del país.

Metodología
En la estrategia de indagación se utilizan fuentes documentales;  se revisó el modelo teórico de la triple hélice y casos de estudio relacionados con la vinculación, los cuales, de acuerdo con Yin (1994; 2003), explican complejos fenómenos sociales de la vida real. Con la exploración de la literatura se busca conocer algunas de las actividades y formas de vinculación que implementan instituciones públicas de educación superior. Por otro lado, la revisión de los casos permite descubrir las manifestaciones de la teoría y/o las variaciones que surgen en contextos específicos (Hernández, et al: 2003).
En este orden de ideas, el acercamiento a los casos permite conocer las experiencias particulares de vinculación, asimismo, descubrir las diferencias entre las prácticas que cada institución instrumenta; disimilitudes que pueden deberse a la identidad de cada institución, al marco legal que la rige, a la orientación de los encargados de la vinculación y al prestigio de la institución, entre otras razones. Del conocimiento de las experiencias universitarias en torno a la vinculación, se pueden encontrar principios y formas generales de interacción que se han analizado a la luz de la teoría de la triple hélice, los hallazgos constituyen un punto de partida para abrir nuevas líneas de indagación (Hernández, et al: 2003).

Antecedentes de la vinculación 
Hoy, vivimos en un mundo en el que domina la idea de la sociedad del conocimiento y en el que la competitividad organizacional se afianza no sólo en el uso eficiente de los recursos materiales, financieros, tecnológicos, sino también, en el conocimiento tácito y explícito (Nonaka y Takeuchi, 1999), un recurso intangible difícil de acceder por la competencia. Esta noción ha permeado con mayor fuerza el mundo de las organizaciones privadas debido a las condiciones impuestas por la globalización y la internacionalización de los negocios; una situación que obliga a todas las entidades del sector productivo, sin importar su naturaleza, ni tamaño, a considerar su desarrollo en términos de la creatividad y la innovación. 
El imperativo por el conocimiento ha dado origen a la aproximación de actores de tres mundos (Viale y Ghiglione, 1998), que hasta hace tres décadas -por lo menos en México- eran distintos y distantes: la universidad, la empresa y el gobierno.  Este fenómeno social ha sido analizado a partir del modelo de la triple hélice, una propuesta teórica de Eztkowitzy Leydesdorff (2000), para el estudio de las economías basadas en el conocimiento y para explicar las relaciones y los tipos de cooperación que se dan entre los participantes. La vinculación ha propiciado el desarrollo de nuevos conocimientos y la puesta en marcha de  actividades dirigidas a la mejora continua y la innovación, para coadyuvar en la transformación organizacional y en el desarrollo social y económico de las entidades y actores participantes.
Para reflexionar respecto de la problemática y las perspectivas de las interacciones entre la universidad y el sector productivo, así como del rol de los universitarios en las estrategias de vinculación, es necesario preguntarse ¿qué se entiende por vinculación? y ¿cómo se articulan las nuevas formas de colaboración entre la universidad y las organizaciones del sector productivo? Cuestionamientos que derivan del reconocimiento respecto de su naturaleza disímil y objetivos aparentemente distintos, pero a la vez, convergentes en su utilidad social. Algunas de las respuestas a tales interrogantes las encontramos al repensar el papel de las universidades como espacios naturales de creación de conocimiento, es decir,  como “entrepreneurial universities”, las cuales para optimizar el servicio que prestan a la sociedad, deben asumir una tercera actividad sustantiva: la vinculación. Esta actividad es diferente a la docencia, pero relacionada  con ella y con una investigación orientada internacionalmente para apoyar la creación de redes de conocimiento y la transferencia de saberes al sector productivo, así como para la incubación de nuevas industrias.
En el escenario económico actual todas las organizaciones requieren de un amplio y dinámico capital intelectual –constituido por capital humano, capital estructural y capital relacional-  (Rincón, 2002) para responder a los imperativos de la competencia. Necesitan conocimiento, experiencia, tecnología y aplicación de ésta, relaciones con clientes y proveedores, y destrezas profesionales para detentar una ventaja competitiva directa en el mercado. En virtud de lo anterior, las organizaciones, mediante la vinculación con las universidades, pueden acceder a un capital humano; profesores,  alumnos y egresados, altamente competitivo y profesional, asimismo, a la infraestructura de laboratorios y tecnología para la solución de problemas específicos.    
Indudablemente, para las instituciones de educación superior mexicanas, la vinculación es un tema relativamente nuevo, mientras que para las instituciones de enseñanza de algunos países desarrollados como Canadá y los Estados Unidos, por mencionar algunos, la convergencia entre la universidad y las organizaciones es una práctica cotidiana. De acuerdo con Varela (1997), la vinculación tiene como propósito la capitalización del conocimiento por su valor económico.  Este autor señala que la vinculación universidad-empresa inicia antes de la Segunda Guerra Mundial, y que son Alemania y los Estados Unidos quienes protagonizan esta práctica. Por otro lado, en 1970, en los Estados Unidos, se presenta el antecedente más relevante en la vinculación universidad-empresa: la reducción del presupuesto oficial para la investigación, un evento que obligó a las instituciones de educación superior a buscar otras fuentes de fondos para continuar con las actividades sustantivas de investigación.
En México, ha existido un notable distanciamiento entre la universidad, la empresa y el gobierno. Este alejamiento quizá se explica por la enconada crítica de algunos catedráticos o por el temor de la universidad a desvirtuar sus funciones sustantivas, mientras que en la empresa el alejamiento tiene sentido por los prejuicios respecto del carácter puramente académico que se le asigna a su contribución. Por otro lado, es imperativo reconocer que las Instituciones Públicas de Educación Superior (IES, por sus siglas), poco participan en la educación de los miembros –líderes- del mundo empresarial, ya que quien más contribuye con la instrucción de los cuadros de mando, son las universidades privadas, además, los industriales no están informados de la investigación científica que se produce en las IES, incluso como lo señala Cedano ( et. al, s/a): “pocos fuera de la comunidad académica conocen lo que hace la universidad, incluso, la misma comunidad universitaria (en sus diferentes áreas de investigación) desconoce los proyectos de investigación universitarios”.

El modelo de la triple hélice: la vinculación universidad empresa en un contexto de internacionalización.
La vinculación tiene diferentes connotaciones. Para la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES, 2008, citado por Moreno y Maggi, s/a), la vinculación refiere estrategias y acciones institucionales que involucran al personal académico y a los estudiantes de todas las disciplinas en programas y acciones conjuntos entre las instituciones educativas y la sociedad.
Por otra parte, Casalet y Casas (1998, citado por Moreno y Maggi, s/a), la definen como una relación de intercambio y cooperación entre las instituciones educativas, los centros de investigación (en su caso) y el sector productivo, que tiene como objetivos promover el avance académico, el desarrollo científico y tecnológico y la solución de problemas concretos planteados por la sociedad en general. Esta relación se puede llevar a cabo de manera operativa mediante convenios, contratos o programas que beneficien a ambas partes.
Finalmente, Acuña (s/a), señala que la vinculación puede explicarse desde dos puntos de vista, es decir, desde el enfoque académico y desde la perspectiva de las organizaciones del sector productivo. Para las IES, es un mecanismo que permite elevar la calidad de la investigación y de la docencia y mejorar la comprensión e integración con las necesidades de la sociedad  En tanto que, para las organizaciones, la vinculación implica una mayor producción de satisfactores a partir del uso de tecnología –equipo y conocimiento- proveniente de la universidad, es decir, de innovaciones tecnológicas que aseguran la generación de productos de mejor calidad y menor costo. La vinculación universidad empresa se sitúa teóricamente dentro del modelo de la triple hélice.
La triple hélice, es un modelo heurístico desarrollado por Etzkowitz y Leydesdorff (Leydesdorff, 2012) y es útil para analizar las economías basadas en el conocimiento. Asimismo, ha sido utilizado como herramienta para el desarrollo regional y para sustentar el desarrollo de incubadoras, además de ser  viable para explicar las diferentes relaciones e interacciones entre la universidad, el sector productivo y el gobierno.
Los autores señalan que la  triple hélice reconoce la evolución de los sistemas de innovación. En este tenor,  se habla de tres diferentes aspectos o submodelos de la triple hélice, los cuales surgen del acercamiento y del movimiento de conexión en el que se marcan o se diluyen fronteras para dar paso a la interacción. En primer lugar, la triple hélice I, se describe como una modalidad en la que el estado - nación contiene a la academia y a la empresa, y regula las relaciones que se generan. En segundo lugar,  la triple hélice II, señala que hay una separación de las esferas institucionales, es decir, el estado, la academia y la industria, cada una, está separada con fronteras claramente definidas y relaciones delimitadas. Finalmente, la triple hélice III, indica una superposición de las esferas en la que se genera una infraestructura de conocimiento, se establecen redes y organizaciones híbridas como las spin-off.
La triple hélice propone un nuevo paradigma en el que se reconoce el papel fundamental de la universidad como creadora de conocimiento y “artífice del desarrollo económico y social del país” (Casalet, 2012), por lo que le asigna una misión emprendedora y el carácter protagónico para articular los esfuerzos de la industria y el gobierno. Para que la universidad esté en posibilidad de ejercer esta nueva facultad se requiere de un cambio de mentalidad en la concepción de lo que hasta ahora es la universidad. Esta transformación debe darse tanto en el interior del seno educativo como en el exterior, entre todos los miembros de la sociedad, especialmente entre los directivos de empresas y líderes de gobierno.
La universidad, por su parte, deberá desarrollar habilidades para evaluar la relevancia social y económica del conocimiento que se genera en su seno, y elegir el que sea susceptible de vinculación con actores del sector productivo. Asimismo, tiene el reto de crear mecanismos de coordinación para  transferir el conocimiento y coadyuvar en la generación de valor económico y social. Por lo anterior, el mayor desafío de la vinculación universidad-empresa es crear mecanismos eficientes para acercar a la comunidad científica, a la sociedad y a la planta productiva e involucrarlos en relaciones de intercambio.
Hoy día,  el resultado de la globalización económica ha generado entre las empresas de clase mundial el imperativo por una mayor competitividad económica, científica y tecnológica. Por lo tanto, su competitividad se sustenta en la innovación. En este contexto, la mayoría de las empresas mexicanas, ya sean micro, pequeñas o medianas, enfrentan los embates de las empresas globales. Algunas con mayor capital intelectual logran articularse en relaciones de dependencia con grandes empresas, mientras que otras, con menores recursos y con más limitaciones para articularse en cadenas productivas, requieren de la vinculación con la universidad para fortalecer sus procesos organizacionales. De esta forma, se puede señalar que estos son los espacios del sector productivo en los que la participación de los universitarios se torna más relevante.       
De acuerdo con Soto Vázquez, Castaños Rodríguez, García Ponce de León, Parra Cervantes, Espinosa Meléndez y Vázquez Piñón (2007), la vinculación universidad-empresa, teóricamente se sitúa como una de las tres interfaces del modelo modificado III de la triple hélice de Etzkowitz y Leydesdorff (2000, citado por Soto, et al. 2007), en la que se pueden construir modelos particulares complementarios de vinculación para articular relaciones nuevas, como es el caso del “Modelo de Vinculación Profesional” creado por la UAM-I, para acercar a los universitarios al sector productivo, un ámbito en el que la solidaridad entre las partes es fundamental para beneficio mutuo (Guillén, 2012).

Algunas experiencias de vinculación universidad-sector productivo
En esta sección se esbozan algunas investigaciones relacionadas con la vinculación universidad-empresa, con la finalidad de exponer los principales hallazgos para conocer las estrategias de vinculación puestas en práctica, tanto en el contexto nacional como en el internacional. En el cuadro 1 se presentan las modalidades más comunes de vinculación; la columna izquierda exhibe información aportada por el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social y el manual de Desarrollo Local de la CEPAL, y en la columna derecha se listan las formas que adopta la vinculación entre las empresas y las siguientes universidades: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Universidad Autónoma de Nuevo León (UNAL), Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Universidad de Guadalajara (U de G), Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Universidad Veracruzana (UV), todas entidades públicas mexicanas.
Cuadro 1


Comparativo de estrategias de vinculación

El Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social, y el Manual de Desarrollo Local de la CEPAL.

Estrategias de vinculación en 6 universidades mexicanas.

  1. La consulta y asesoría técnica que la universidad dirige a la empresa.

* Impartición de cursos de educación continua.
* Prestación de servicios de asesoría y consultoría. 

  1. Los proyectos de investigación y desarrollo tecnológicos, demandados por la empresa.

* Realización de proyectos de investigación para el diseño de procesos y productos.

  1. La cesión de patentes y licencias de explotación.

 

  1. La formación de recursos humanos a la medida de la empresa.

Formación y capacitación de trabajadores.

  1. La creación de pequeñas empresas para la explotación de los resultados de investigación (spin-off y/o start-ups).

Creación de incubadoras de empresas y proyectos de emprendedores.

  1. La creación de parques científicos, tecnológicos y unidades de incubación. 

Transferencia de tecnología y creación reciente de parques tecnológicos.

 

Prácticas profesionales, residencias o estancias profesionales

* Reuniones académicas y eventos conjuntos.
* Diseño de programas de formación de investigadores para la solución de problemas específicos del sector productivo

 Fuente: Elaboración propia
Lo que salta a la vista en el cuadro comparativo es la poca o nula aportación de las universidades mexicanas al desarrollo científico y tecnológico del sector productivo, debido al vació en la cesión de patentes y licencias. Ese fenómeno encuentra alguna explicación  en los bajos niveles de producción científica de patentes, a cargo de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), el cual en 2009 fue del 0.9%, mientras que para 2010, sólo se registraron 229 propuestas (Moreno y Maggi (s/a)), de las cuales no se precisa si son aportaciones de la comunidad académica de élite o de otros actores sociales.
A pesar de las carencias antes señaladas, se notan algunas de las acciones tradicionales de vinculación, así como el avance en la vinculación de jóvenes universitarios con entidades del sector productivo, mediante configuraciones tales como: las prácticas profesionales, residencias o estancias profesionales. Sin embargo, el estudio no aporta información de los resultados de este tipo de vinculación. Lo que se conoce es la obligatoriedad de los programas para los alumnos, un hecho que tiende a disminuir el interés de participación y a desestimar el valor de la oportunidad y la tutela que les brinda la institución educativa para insertarse en el ámbito laboral.
Otra experiencia universitaria que puede aportar información al conocimiento de la vinculación, es la del programa de vinculación profesional de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I). Esta estrategia de vinculación entraña la participación de jóvenes universitarios en organizaciones del sector productivo durante el verano, aunque en su origen sólo observa las estancias de alumnos, una de las  formas habituales de vinculación, la participación de los alumnos que están por egresar o de recién egreso, en este caso, es a titulo voluntario. Su adhesión tiene como objetivo realizar actividades de carácter profesional vinculadas con su perfil profesional.  La diferencia del programa de la UAM-I, con respecto de los programas de prácticas profesionales y de residencias industriales de las universidades antes mencionadas, es la participación multidisciplinaria, voluntaria y deliberada para resolver problemas organizacionales, para plantear mejoras a las empresas o para hacer una propuesta de valor con el propósito de apoyar el desarrollo de la organización anfitriona, y de los actores sociales, en el caso de organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, con esta participación se busca que el alumno enriquezca su perfil profesional y adquiera experiencia laboral. Otra diferencia esencial es la apertura de la vinculación con organizaciones productivas, con instituciones de gobierno y con entidades de carácter social.
El programa tiene una antigüedad de 5 años, tiempo durante el cual se ha logrado comunicar y mostrar la excelencia de los profesionales que se forman en la UAM-I, la actitud de servicio a la sociedad y el arrojo con que se desempeñan. Los resultados de esta experiencia son valiosos, por lo que se puede decir que la vinculación universidad-empresa, propiciada por la UAM-I, ha contribuido al desarrollo social y a la innovación organizacional de las entidades del sector productivo que se vinculan con la universidad en calidad de anfitrionas o socios estratégicos.
Entre los resultados más relevantes que permiten hacer tal aseveración, se encuentran  la creación de un manual de lumbricomposta, una publicación que la alumna de Ingeniería Bioquímica industrial pone al servicio y mejoramiento de un proyecto social de la comunidad de Sierra Nevada en el Estado de México. El mérito de la alumna radica en la habilidad para combinar el conocimiento científico con el conocimiento empírico aportado por los miembros de la comunidad; con la obra se apoya el desarrollo comunitario y se preserva la sabiduría de la comunidad.
Otra contribución significativa de la vinculación es la del Ingeniero Fernando Pérez, quien en 2012, ganó el "Premio de Ingeniería de la Ciudad de México 2012" obteniendo el primer lugar en la categoría "Profesionales y Técnicos del STC" en el área de "Sistemas Informáticos", con el proyecto "Caja Negra" para monitorear remotamente los trenes con el fin de supervisar su desempeño y evitar accidentes. Esta innovación tecnológica, además de coadyuvar en la innovación de la organización, tiene un impacto social relevante.
Por último, es importante señalar que las condiciones que ha generado la economía del conocimiento, la globalización y la internacionalización progresiva de capitales (Heydebrand 1989), en el contexto mexicano representan un desafío para que las universidades públicas contribuyan al desarrollo del país, apoyando a las micro, pequeñas y medianas empresas, mediante diversas formas de vinculación. Asimismo, la presencia   de  empresas internacionales en el contexto nacional representa una oportunidad para que los egresados de las universidades públicas se internacionalicen, para muestra, un botón. En 2009, el programa de vinculación profesional, envió a un alumno de ingeniería en energía a  una empresa alemana: las aportaciones innovadoras y el desempeño del alumno lo situó en posición de empleo en un nivel de responsabilidad ejecutiva. El desempeño profesional del Ingeniero en energía al frente de la empresa alemana le dio prestigio en el ramo y actualmente labora en una empresa austriaca como director nacional de ventas con representación internacional

Algunas reflexiones finales
En nuestro país, el acercamiento entre las IES y las entidades del sector productivo debe fortalecerse para coadyuvar al crecimiento económico y bienestar social. Con la puesta en marcha de las diversas actividades de vinculación universidad-empresa, todos los participantes –alumnos, empresas e instituciones educativas- resultan beneficiados:
* Los alumnos tienen la oportunidad de observar, participar y practicar en situaciones reales la complejidad de su profesión, su ingreso a organizaciones mexicanas y, en algunos casos, a empresas extranjeras ubicadas en el contexto nacional, les dota de experiencia y del fogueo necesario para un mejor desempeño profesional al egresar.
*Las instituciones educativas se benefician con la vinculación porque mediante ésta cumplen de forma más amplia su compromiso social. Asimismo, con la participación de alumnos en las diversas organizaciones, tienen la oportunidad de mostrar la calidad de los profesionales que forma y de recibir a cambio reconocimiento social.
* Las empresas que se vinculan con las instituciones públicas de educación superior obtienen de esta relación apoyo para actualizarse y capacitar a sus miembros. Asimismo, tienen la disponibilidad de tecnología, conocimiento y procesos de vanguardia generados en el seno universitario, además de acceso a laboratorios e instalaciones adecuadas para la investigación, desarrollo e innovación de procesos y productos, elementos que redundan en una mejor competitividad.
Finalmente, con la vinculación, las instituciones públicas de educación superior tienen la posibilidad de socializar los beneficios de la ciencia, la técnica y la cultura con la sociedad de forma directa o en coordinación otros organismos públicos, privados y sociales. 

Referencias
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1 Profesora Investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana – Unidad Iztapalapa, adscrita al Departamento de Economía, Área de Investigación Planeación Estratégica de las Empresas y al Cuerpo Académico “ Estrategia Empresarial Mexicana”.
e-mail: ireneguillenm@gmail.com; ireneguillen_mondragon@hotmail.com