EL SISTEMA 4MAT DE ESTILOS DE APRENDIZAJE EN LA ENSEÑANZA DE LA FISÍCA A NIVEL UNIVERSITARIO

EL SISTEMA 4MAT DE ESTILOS DE APRENDIZAJE EN LA ENSEÑANZA DE LA FISÍCA A NIVEL UNIVERSITARIO

Mario H. Ramírez Díaz (CV)
Instituto Politécnico Nacional de México

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2.1 ¿Qué es el aprendizaje?

Antes de abordar cualquier teoría de estilos de aprendizaje es necesario partir de una definición misma de aprendizaje, pero esta definición no es única y depende en muchas ocasiones del autor. Por ejemplo, Beltrán (Beltran, 1990) define el aprendizaje como:
Un cambio más o menos permanente de la conducta que se produce como resultado de la práctica”.
Por su parte Hilgard (Hilgard, 1979) propone esta otra definición:
“Se entiende por aprendizaje el proceso en virtud del cual una actividad se origina o se cambia a través de la reacción a una situación encontrada, con tal que las características del cambio registrado en la actividad no puedan explicarse con fundamento en las tendencias innatas de respuesta, la maduración o estados transitorios del organismo (por ejemplo, la fatiga, drogas,…)”.
Es curioso mencionar que para el mismo Hilgard su propia definición no es totalmente satisfactoria desde el punto de vista formal, en este sentido Díaz Bordenave (Díaz Bordenave, 1986) ofrece una definición más completa:
“Llamamos aprendizaje a la modificación relativamente permanente en la disposición o en la capacidad del hombre, ocurrida como resultado de su actividad y que no puede atribuirse simplemente al proceso de crecimiento y maduración o a causas tales como enfermedad o mutaciones genéticas”.
Para Alonso (Alonso, 1997) la confusión sobre el concepto de aprendizaje se debe a no diferenciar entre tres enfoques que describen aspectos no siempre homogéneos, luego entonces el aprendizaje puede ser entendido:

  1. Como producto.
  2. Como proceso.
  3. Como función.

Nuevamente para Alonso un concepto de aprendizaje desde el punto de vista didáctico debe de tener tres dimensiones:

  1. Dimensión cognitiva
  2. Dimensión comportamental
  3. Enriquecer las propias expectativas existentes y las capacidades operativas.

Por otro lado A. Bartolomé y C. Alonso (Bartolomé, 1992) hablan de cuatro niveles de aprendizaje, puesto que las informaciones se sustentan sobre cuatro aspectos del individuo:

  1. Sus saberes o sus maneras de saber hacer en los campos específicos.
  2. Sus capacidades de multiplicadoras.
  3. Sus recursos estratégicos.
  4. Su motivación, sus actitudes con respecto al aprendizaje.

Zabalza (Zabalza, 1991) realiza una aproximación alterna del aprendizaje considerando las aportaciones de todas las teorías de aprendizaje que se derivan para el proceso didáctico:

  1. El aprendizaje como constructor teórico, ¿Cómo se aprende?
  2. El aprendizaje como tarea del alumno, ¿Cómo aprenden los alumnos?
  3. El aprendizaje como tarea del profesor, ¿Cómo enseña a aprender?

A partir de los aspectos anteriores Alonso (Alonso, 1997) da una definición ecléctica de aprendizaje:
Aprendizaje es el proceso de adquisición de una disposición, relativamente duradera, para cambiar la percepción o la conducta como resultado de una experiencia.

2.2 Teorías de Aprendizaje

Existen múltiples intentos para clasificar las teorías del aprendizaje, Pérez Gómez (Pérez Gómez, 1992) elige como criterio la concepción de aprendizaje en sí misma, distinguiendo dos corrientes, la primera que concibe el aprendizaje como proceso ciego y mecánico de asociación de estímulos y respuestas, el segundo enfoque considera que en todo aprendizaje intervienen peculiaridades de la estructura interna, dentro de estas teorías se distinguen tres corrientes: Aprendizaje social, Teorías cognitivas (como la Gestalt) y teorías del procesamiento de la información.
Alonso (Alonso, 1997) distingue por su importancia pedagógica ocho tendencias de las teorías de aprendizaje:

  • Teorías Conductistas
  • Teorías Cognitivas
  • La Teoría Sinérgica de F. Adam
  • Tipología de Gagné
  • Teoría Humanística de Rogers
  • Teorías Neurofisiológicas
  • Teorías de Elaboración de la Información
  • El enfoque constructivista

Este último enfoque es el que ha predominado en años recientes en el medio del aprendizaje, sin embargo, como señala Alonso (Alonso, 1997):
“La actividad constructiva no es una actividad exclusivamente individual. En la educación escolar hay que distinguir entre aquello que el alumno es capaz de hacer y aprender por sí solo y lo que es capaz de aprender con la ayuda de otras personas.
“El profesor debe de intervenir, precisamente, en aquellas actividades que un alumno todavía no es capaz de realizar por sí mismo, pero que puede llegar a solucionar si recibe la ayuda pedagógica conveniente”. Y, añadimos nosotros, según su propio Estilo de Aprendizaje.”

2.3 Estilos de aprendizaje

Al igual que en la definición de aprendizaje, los estilos de aprendizaje suelen tener diferentes acepciones dependiendo del autor que la formule, a pesar de esto existe una mayor uniformidad de criterios. Para R. Dunn, K. Dunn y G. Price (Dunn, 1979), Estilo de Aprendizaje es:
“la manera por la que 18 elementos diferentes, que proceden de cuatro estímulos básicos afectan a la habilidad de una persona para absorber y retener”
 Para Hunt (Hunt, 1979) es el nivel conceptual el que caracteriza el Estilo de Aprendizaje:
“es una característica basada en la teoría del desarrollo de la personalidad que describe a la persona en una jerarquía de desarrollo creciente de la complejidad conceptual, autorresponsabilidad e independencia”.
Para Schmeck (Schmeck, 1982) un Estilo de Aprendizaje es:
“simplemente el Estilo Cognitivo que un individuo manifiesta cuando se confronta con una tarea de aprendizaje”.
Gregorc (Gregorc, 1979), en cambio afirma que el Estilo de Aprendizaje consiste:
“en comportamientos distintivos que sirven como indicadores de cómo una persona aprende y se adapta a su ambiente”.
Para Claxton y Ralston (Claxton, 1978):
“Estilo de aprendizaje es una forma consistente de responder y utilizar los estímulos en un contexto de aprendizaje”.
Y Riechmann (Riechmann, 1979):
“Estilo de Aprendizaje es un conjunto particular de comportamientos y actitudes relacionados con el contexto del aprendizaje”.
Butler (Butler, 1982) indica que los Estilos de Aprendizaje:
“señalan el significado natural por el que una persona más fácil, efectiva y eficientemente se comprende a sí misma, el mundo y la relación entre ambos”.
Para Smith (Smith, 1988), Estilos de Aprendizaje son:
“los modos característicos por los que un individuo procesa la información, siente y se comporta en las situaciones de aprendizaje”.
Kolb (Kolb, 1984) incluye el concepto de Estilos de Aprendizaje dentro de su modelo de aprendizaje por la experiencia y lo describe cómo.
“algunas capacidades de aprender que se destacan por encima de otras como resultado del aparato hereditario de las experiencias vitales propias, y de las exigencias del medio ambiente actual.
Llegamos a resolver de manera característica, los conflictos entre el ser activo y reflexivo y entre el ser inmediato y analítico. Algunas personas desarrollan mentes que sobresalen en la conversión de hechos dispares en teorías coherentes, y, sin embargo, estas mismas personas son incapaces de deducir hipótesis a partir de su teoría, o no se interesan por hacerlo, otras personas son genios lógicos, pero encuentran imposible sumergirse en una experiencia y entregarse a ella.”
Finalmente después de analizar el conjunto anterior de definiciones de estilos de aprendizaje Alonso (Alonso, 1997) toma como propia la siguiente:
“Los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los discentes perciben, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje.”
En este trabajo se seguirá la definición dada por McCarthy (McCarthy, 2006):
Los Estilos de Aprendizaje son el resultado de las preferencias en la forma en que la gente percibe y procesa experiencias.
Los estilos de aprendizaje se pueden describir con la construcción de cuatro cuadrantes. Pero los estilos de aprendizaje no son lo más importante en sí mismos, no ofrecen una guía para los maestros. Para esta guía se necesita un ciclo de aprendizaje.”
Después del conjunto anterior de definiciones sobre estilos de aprendizaje es conveniente poder clasificarlas en función de parámetros claros, bajo las cuales se puedan agrupar. Gallego (Gallego, 2006) se remite al modelo de “capas de cebolla de Curry”:
“Curry clasificaba las distintas herramientas y modelos de estilos de aprendizaje con la “analogía de la cebolla” diferenciando tres capas o tres niveles de modelos.
El primer nivel, la parte exterior de la cebolla, la más fácilmente observable y en la que más fácilmente se puede actuar, se centra en las preferencias instruccionales y ambientes de aprendizaje.
El segundo nivel o estrato de la cebolla se basa en las preferencias de cómo se procesa la información. Esta teoría facilita al estudiante sus preferencias vitales en el modo de aprendizaje en el aula y el docente puede planificar con mayor precisión y adecuación al currículum, el proceso de aprendizaje y la acción didáctica en el aula. La propuesta de Kolb podría incluirse en este apartado1 .
Y el tercer nivel o corazón de la cebolla, se relaciona con las preferencias de aprendizaje debidas a la personalidad.”
Siguiendo nuevamente a McCarthy (McCarthy, 1987) establece que:
“hay dos grandes diferencias en la forma en que aprendemos, la primera es cómo percibimos y la segunda cómo procesamos. Percibimos la realidad de forma diferente, tomamos las cosas en formas diferentes. En situaciones nuevas algunos de nosotros procesamos primordialmente sintiendo mientras que otros a través de pensamiento”
Para McCarthy esta forma en la cual percibimos y procesamos la realidad es debido a cómo actúa el sistema mente-cerebro dado que diferentes partes del cerebro procesan de manera diferente la información, esto provoca en el individuo una forma particular de preferir cómo procesa la información y a eso se le puede llamar en principio estilo de aprendizaje.
En la proximidad del siglo veinte, el grueso de la investigación aceptada en cognición y aprendizaje humanos estaba enfocado en descubrir leyes generales del conocimiento humano o principios de inteligencia. Varias investigaciones sobre habilidad mental generaron métodos estadísticos para clasificar a los seres humanos en términos de inteligencia. En esta época, la mayoría de los teóricos apoyan la idea de que la inteligencia estaba determinada biológicamente y era virtualmente sinónima de formas específicas de pensamiento abstracto. Sin embargo, al mismo tiempo de la revolución científica, muchos teóricos e investigadores comenzaron a cuestionar como incompleta esta visión de la inteligencia y aprendizaje humano. Este cambio aunque rastreable a través de varias etapas de desarrollo, puede atribuirse en gran medida a Dewey y constituye la base de sus esfuerzos para reformar el sistema educativo de los Estados Unidos.
En 1916, Dewey escribió “Experiencia y Educación”, en donde afirmaba que todo aprendizaje requería una interacción transaccional entre un individuo y su ambiente. La teoría con bases biológicas de Dewey, construyó un caso para el aprendizaje por acción en vez del aprendizaje por abstracción o repetición maquinal. Así pues, él prefería la palabra “instrumentalismo” como una descripción de su filosofía educativa, que enfatizaba la evaluación de las consecuencias prácticas de las ideas. Para Dewey, la experiencia, la interacción de un individuo con su ambiente como un campo de evaluación para las ideas, fue de suma importancia.
En 1933, Dewey publicó “¿Cómo Pensamos?”. Este libro describe su método de cinco pasos para el pensamiento, que involucraba: (1) reflexionar sobre un problema, (2) establecer los límites o características del problema en términos precisos, (3) probar posibles soluciones y postular un amplio rango de hipótesis, (4) considerar los posibles resultados y actuar conforme estas consideraciones, y (5) aceptación o rechazo de las soluciones. Las etapas de pensamiento de Dewey, fueron diseñadas para sistematizar un “método” que permitía trabajar a través de cada experiencia humana mientras esta surgía.
Debe resaltarse aquí que la filosofía educativa de John Dewey enfatizaba la importancia de la experiencia humana como una ruta hacia el entendimiento humano. Para este fin, Dewey escribió extensivamente acerca de la interconexión entre los aspectos científicos, sociales, estéticos y morales de la educación. Sus escritos claramente reflejan su creencia en la “experiencia educacional consumatoria”, una en la que tanto el individuo como su ambiente están en armonía.
Dewey es un contribuyente significativo al sistema de estilos de aprendizaje. Su postulado de que la educación de desarrollo requiere la provisión de experiencias que informen al aprendiz de los límites y contradicciones de su forma de percibir y construir el mundo, es modelado a través de los ocho pasos del Sistema de Estilos de Aprendizaje.
Hoy en día, los investigadores están confirmando el significado de la experiencia personal en la disposición del funcionamiento del cerebro y las habilidades cognitivas. Usando tecnología de exploración cerebral es posible documentar que el cerebro humano, aunque “atado” para funcionar de formas específicas, es también increíblemente flexible en la disposición de estas funciones. Como resultado de estos estudios, existe una creciente evidencia de que cada ser humano perfecciona un conjunto específico de operaciones cognitivas, (y no otras), como resultado de adaptaciones personales a las experiencias de la vida. Estas operaciones cognitivas, referidas frecuentemente en la literatura como potenciales intelectuales, resultan en altos niveles de competencia en diversas áreas del esfuerzo humano. Adicionalmente, también se apoya la idea de que el cerebro humano continúa adaptándose y extendiéndose durante la vida entera del individuo. Desde ésta aún más amplia perspectiva, ese potencial cognitivo no está escondido en la mente, esperando la perfección; en cambio, evoluciona y se diversifica a través del uso, es claramente comprobable que las ideas de Dewey acerca de la importancia de la experiencia en el aprendizaje son correctas.
Otra teoría, basada en la experiencia, del aprendizaje humano y desarrollo personal, ampliamente investigada, es (como se mencionó anteriormente) la teoría del Aprendizaje Experimental de Kolb (Kolb, 1984). También basada en una visión expandida de la capacidad intelectual humana que involucra probar las ideas en experiencias reales, la Teoría del Aprendizaje Experimental se enfoca en esos modos adaptativos del aprendizaje de los que se pueden formar líneas de pensamiento y acciones productivas. De acuerdo con Kolb, el aprendizaje y desarrollo personal son procesos sinónimos que involucran la integración continua de un conjunto de sistemas independientes que dan significado a las circunstancias de la vida. Kolb nombra específicamente estos sistemas, (o modos), de la siguiente forma: Experiencia Concreta (EC), Observación Reflexiva (OR), Conceptualización Abstracta (CA) y Experimentación Activa (EA).
En el corazón de la teoría de Kolb se encuentra la convicción de que el aprendizaje es un proceso continuo y recurrente, a través del cual los individuos refinan e integran modos adaptativos básicos para percibir, pensar, actuar y sentir. Las mayores afirmaciones del Modelo de Kolb incluyen las siguientes: (1) el aprendizaje es un proceso continuo, no un resultado, (2) el aprendizaje se fundamenta en la experiencia personal, (3) el aprendizaje requiere la resolución de conflictos entre los diferentes modos de adaptación al mundo dialécticamente opuestos, y (4) el aprendizaje involucra interacciones entre el individuo y su ambiente en las que las experiencias son transformadas en conocimiento y acciones.
Para Kolb, el aprendizaje es la tarea central de la vida, constante y que involucra todo lo demás, y la forma en que se aprende es un determinante principal del desarrollo personal. Según Kolb, la Teoría del Aprendizaje Experimental, es un concepto holístico que objetiva la resolución de tensiones entre formas básicas de adaptación personal. La teoría de Kolb está, por lo tanto, fundamentada en la idea que los individuos alcanzan mayores niveles de complejidad cognitiva a través de la integración de modos preferidos y menos preferidos de adaptar sus circunstancias personales.
El Ciclo del Aprendizaje de Kolb es la base teórica del Modelo Sistema de Estilos de Aprendizaje. De acuerdo con Kolb, las adaptaciones al ambiente proceden a través de una dialéctica natural recurrente que comienza con la valoración de la experiencia previa del aprendiz. Esta valoración (generalmente un juicio afectivo), crea el contexto para involucrarse en la percepción a través de la observación y reflexión.
Estas observaciones permiten al aprendiz moverse a una segunda etapa del proceso opuesta al efecto y experiencia personal, una etapa que requiere un cambio de la afección a la abstracción conceptual y la construcción de una teoría valida. De la construcción y asimilación de esta teoría, el aprendiz procede a la comprobación, o tercera etapa del ciclo en la que se determinan las implicaciones para la conducta. La fase de prueba es opuesta a la de percepción y observación reflexiva. El ciclo se completa con la integración de estas implicaciones en una nueva síntesis construida que forma un compuesto para la acción.
Así pues, el Modelo del Aprendizaje Experimental de Kolb describe un proceso a través del cual los cuatro modos o estilos de la experiencia humana se comprometen a varios niveles de complejidad para crear niveles más complejos de entendimiento. Para Kolb, el compromiso adaptativo está entre y más allá de los modos de Experiencia Concreta (EC), Observación Reflexiva (OR), Conceptualización Abstracta (CA) y Experimentación Activa (EA), es un pre-requisito para el aprendizaje y desarrollo personal. La decisión de confiar en una estrategia adaptativa por encima de otras es personal. También se pudiera intentar resolver el problema al reflexionar en él y diseñar un plan, o manipulando y probando aplicaciones hasta encontrar una solución. El balance y experiencia con los cuatro modos adaptativos de aprendizaje es la base de la teoría de Kolb. Dicho simplemente, según Kolb, “los individuos expanden su aprendizaje y proceso adaptativos al ejercitarlos”.
Adicionalmente, de acuerdo a Kolb, cuando visiones contrastantes del mundo resueltas constantemente a través de la supresión de un modo y la dependencia en el opuesto, el aprendizaje tiende a volverse automatizado alrededor del modo confiado y limitado en las áreas suprimidas. El resultado es un estilo “preferido” de aprendizaje. Kolb asegura, “con el tiempo, las fuerzas de acentuación operan en individuos de tal forma que las tensiones dialécticas entre estas dimensiones son resueltas consistentemente en una manera característica. Algunas personas desarrollan mentes que son buenas en asimilar hechos disparatados en teorías coherentes, aunque estas mismas personas son incapaces de, o no interesadas en, deducir las hipótesis de la teoría. Otros son genios lógicos, pero encuentran imposible involucrarse y rendirse a una experiencia. Cada uno de nosotros, en una forma única, desarrolla un estilo aprendizaje que tiene algunos puntos débiles y fuertes”.
Kolb también ha popularizado un sistema de clasificación que identifica cuatro “estilos” básicos del aprendizaje:

  1. Los divergentes (EC+OR) se basan en sus experiencias concretas y procesan sus experiencias reflexivamente;
  2. Los asimiladores (CA+OR) se basan teorías y conceptualizaciones abstractas, que procesan reflexivamente;
  3. Los convergentes (CA+EA) se basan en conceptualizaciones abstractas del mundo, y procesan éstas activamente;
  4. Los acomodadores (EC+EA) se basan en sus experiencias concretas y las procesan activamente.

Usando estos cuatro estilos de aprendizaje, Kolb articuló su concepto de “prensa ambiental del aprendizaje”, la idea de que la complejidad diferenciada inherente en cada ambiente facilita un tipo particular de adaptación. De acuerdo con Kolb, una situación que demanda experimentación con alternativas de conducta, resalta y refuerza la experimentación activa. Así pues, para Kolb, una tarea o ambiente particular puede ser particularmente fértil para resaltar una u otra competencia genérica adaptativa. Kolb reporta que su análisis de estos cuatro estilos de aprendizaje en profesiones revela que los Divergentes tienen una excesiva representación en las profesiones sociales, los Asimiladores, en las profesiones basadas en la ciencia, los convergentes, en carreras de ciencias naturales/matemáticas y los Acomodadores, en ciencias sociales. Nuevamente, cada aprendiz expande sus procesos adaptativos y de aprendizaje ejercitándolos, de acuerdo con Kolb:
Los divergentes son aptos de abandonar el reto y tedio del análisis abstracto a cambio de la búsqueda de nuevas emociones, o resistir y retrasar la toma de decisiones requeridas para tomar acción cuando se requiere. Los convergentes, en cambio, son aptos para ignorar o estereotipar a los demás con tal de aplicar principios abstractos a la resolución de problemas. Lo primero frecuentemente se defiende contra la complejidad simbólica y conductual, mientras que lo último se defiende contra lo efectivo y perceptual. Los acomodadores y asimiladores, similarmente, tienen sus maneras de reducir y defenderse contra tipos de complejidades para los que están mal equipados para tratar”.
La Teoría del Aprendizaje Experimental de Kolb, específicamente su ciclo de interacción entre los modos de adaptación de Experiencia Concreta (EC), Observación Reflexiva (OR), Conceptualización Abstracta (CA) y Experimentación Activa (EA), es la base teórica para el Sistema 4MAT de McCarthy.

1 Se verá más adelante que también la propuesta de MacCarthy.