NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

Salvador Luna Vargas (CV)

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Turismo Rural en México

Existe una política de desarrollo de la comunidad, la cual apelaba a las fuerzas potenciales de las comunidades más deprimidas de los países pobres, particularmente rurales, para tratar de revertir las situaciones de pobreza extrema para ellos se recurre a los técnicos a ayudar a las comunidades identificadas a “definir las necesidades individuales y colectivas de sus componentes, a planificar grupal e individualmente la forma de abordar su satisfacción y la resolución de los problemas más serios para la comunidad, a ejecutar dichos planes maximizando los recursos disponibles en la misma y suplementando dichos recursos con la ayuda material y de servicios de las agencias gubernamentales y privadas de fuera de la comunidad”(Barsky, 1990:11).
Este tipo de políticas son las que se manejan en México para aminorar las condiciones de pobreza en la que viven muchas comunidades (sobre todo rurales), a través de proyectos y subsidios.
El gobierno federal promovió en 2001 el uso público de los ecosistemas a través de la creación de proyectos productivos comunitarios que incorporaran actividades de aventura, de observación de flora y fauna silvestre y de turismo rural entre las comunidades que se encuentran en zonas de alta marginación, en zonas de influencia de las ANP, o en zonas rurales con población indígena, esto para brindar oportunidades de desarrollo y empleo a las comunidades locales, todo esto de una manera sustentable.
En el 2001 la Secretaría de Turismo desarrolló el “Estudio Estratégico de Viabilidad del Segmento de Ecoturismo en México”, como antecedente de la firma del Convenio General de Colaboración para el Desarrollo del Ecoturismo, Turismo Rural y demás Actividades de Turismo de Naturaleza, firmado el 4 de octubre de 2004, y que además contó con la participación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Secretaría de Economía (SE), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca, Alimentación (SAGARPA), la Secretaría de Turismo (SECTUR), la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (CDI), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), el Consejo de promoción Turística de México (CPTM) y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
El propósito de este convenio fue conjuntar esfuerzos y recursos para impulsar acciones que privilegien la conservación y el aprovechamiento racional de los recursos naturales, el desarrollo de las comunidades rurales e indígenas, así como la rentabilidad de las empresas turísticas a través del fomento, desarrollo, difusión y promoción del ecoturismo, turismo rural y demás actividades de turismo de naturaleza, dentro de un marco de sustentabilidad y competitividad (Sectur, 2007:15).
En estos mismos años comenzó a haber un despunte en el ámbito del sector privado orientado al segmento turístico, como lo es el turismo de aventura y ecoturismo en distintos lugares del país, como en la Península de Yucatán, Baja California, Veracruz y la región central de México, conformando así, del 2001 al 2007 más de 400 empresas comunitarias y privadas dedicadas a la operación de servicios turísticos en ecoturismo –según la Sectur (2007)-, turismo de aventura y turismo rural, demostrando así el creciente interés de los visitantes nacionales y extranjeros por realizar actividades de tipo turístico en ambientes naturales, pero que sin duda es el turismo de aventura el de mayor preferencia sobre el ecoturismo y el turismo rural, lo cual demuestra que el turismo sustentable aún no está lo suficientemente desarrollado en México, para ser primordial en el turista de sol y playa y el que busca la aventura más que el mero contacto con la naturaleza. Aunque las ramas turísticas del ecoturismo, el turismo de aventura y el turismo rural pertenecen al área del turismo de naturaleza, como lo mencionó el servicio de investigación en turismo de la Columbia Británica en Canadá (Tourism British Columbia) en 2005.
En México aún no son claras las definiciones de las áreas del turismo, aunque existen los conceptos de cada una, es difícil deducir donde comienza una y donde termina otra, se puede decir que está en fase de construcción como política pública, y aún no hay claridad ni consenso entre las dependencias del gobierno federal y las localidades y regiones donde se realizan actividades de ecoturismo, turismo de aventura y turismo rural, como lo asevera el CESTUR.
El ejemplo más claro es el que ocurre con la SEMARNAT, CONANP, CONAFOR, Instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales dedicadas a la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas en áreas naturales, especialmente en aquellas con alguna modalidad de protección, para estas organizaciones e instituciones el turismo de naturaleza es la vía para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, mientras que para las Secretaría de Economía, Fonaes, Sagarpa, CDI y Sedesol, el turismo es visto como un medio para que a través de proyectos productivos comunitarios se generen beneficios para aminorar la pobreza y en general con el rezago social de las áreas rurales de alta marginación y población indígena, que en sí son comunes denominadores en México.
Por otra parte para la Sectur, el turismo de naturaleza primeramente debe ser un conjunto de productos turísticos competitivos, cuyos resultados garanticen bienestar social, conservación ambiental, y desarrollo económico, con la participación responsable y comprometida de los sectores públicos, privados, y social (Sectur, 2007: 67).
Posiblemente el turismo rural es el que vincule las dos posiciones, desde el punto de vista social como el de la conservación ambiental, ya que en muchos de los poblados rurales aún se encuentran en entornos con mayor conservación de flora y fauna y por ende existe un equilibrio entre sociedad y biodiversidad, símbolo de la mayor parte de las culturas mesoamericanas que debido a sus tradiciones ancestrales se contempla un gran respeto hacia la naturaleza, ya que sus actividades diarias son en correlación con la diversidad biológica. De hecho Boege Eckart (2008) hace el análisis de (Harmon, 2001) y enfatiza la importancia que tienen las poblaciones indígenas para la biodiversidad, formando una simbiosis entre humano- naturaleza, así lo describe:
De los 25 países con mayor número de lenguas indígenas, 10 son mega diversos. Estas correlaciones se deben, entre otras, a la variedad de suelos, ecosistemas, climas, barreras geográficas y de economías de subsistencia y de intercambio local y regional. […] El mismo estudio propone la posibilidad de que fenómenos ecológicos de pequeña escala se deban a esta correlación de la diversidad biológica-lingüística, en donde las poblaciones adaptan sus culturas a las características ambientales y transforman el ambiente a partir de sus conocimientos. […] al crear agrosistemas con cultivos múltiples se desarrollan elementos complejos de coevolución entre las especies cultivadas, como simbiosis entre leguminosas, bacterias fijadoras de nitrógeno y gramíneas como el maíz (pág. 49).
Es de esta manera que los pueblos han coexistido con su medio ambiente, y así han ido adaptando sus culturas a características como la variedad de suelos, ecosistemas, climas, barreras geográficas y economías de subsistencia y de intercambio local y regional.
La Sectur tiene un método para medir la percepción en virtud de qué consideran los habitantes de las localidades y regiones quienes registran los efectos directos o indirectos de las actividades de ecoturismo, turismo de aventura y turismo rural, es decir, los efectos económicos, sociales y ambientales, ya sean positivos, negativos o neutros dentro de la localidad.  Esos son los siguientes:

  • Evaluar la importancia económica relativa de la actividad turística en la comunidad
  • Evaluar la percepción que tiene la misma comunidad sobre las actividades que desarrollan las empresas de turismo de naturaleza
  • Evaluar la percepción de la comunidad sobre la relevancia de los recursos naturales y la transformación del paisaje de las localidades
  • Evaluar el grado de participación de los habitantes sobre acciones de conservación en su localidad

Para cada objetivo la Sectur diseño variables clave e indicadores cuantitativos y cualitativos, desde la dimensión  económica, dimensión social y dimensión ambiental, nuevamente las tres directrices de la Agenda 21.
Desde el año 2004, el gobierno federal ha creado un conjunto de mecanismos de financiamiento para el apoyo del turismo de naturaleza, con la finalidad de mejorar los niveles de educación y bienestar de los mexicanos, lograr un desarrollo social y humano en armonía con la naturaleza, elevar y extender la competitividad del país y asegurar el desarrollo incluyente. 1
Según la Sectur existen 11 dependencias federales que cuentan con programas y presupuesto para realizar acciones que pudieran apoyar el desarrollo de la actividad económica definida como turismo de naturaleza (que engloba el turismo de naturaleza, turismo de aventura, ecoturismo y turismo rural), desarrollándose en regiones con condiciones de pobreza, alta marginación y lugares con atractivo natural, que pueden caer en un término de explotación. Estas son las dependencias federales que cuentan con los programas:

  • Comisión Nacional de áreas Naturales Protegidas (CONANP):

La CONANP a través del Programa de Desarrollo Regional Sustentable (Proders) otorga un monto máximo de apoyo por beneficiario de 1.16 millones de pesos (mdp) para la realización de: 1) estudios técnicos encaminados al desarrollo comunitario y micro-regional, manejo y monitoreo de recursos naturales, pre factibilidad y factibilidad; 2) proyectos comunitarios dedicados a la conservación y restauración de ecosistemas, y al aprovechamiento sustentable de flora y fauna silvestre, ecoturismo e infraestructura acuícola; 3) capacitación comunitaria, en términos de gestión, aplicación de nuevas tecnologías y cultura ambiental.

  • Comisión Nacional Forestal (CONAFOR):

La CONAFOR ha destinado apoyos para el turismo de naturaleza, mediante el Programa de Desarrollo Forestal (Prodefor), el cual contempla acciones que contribuyan a mejorar los ingresos de los propietarios forestales, ya sea mediante la diversificación de sus ingresos o el fortalecimiento de la cadena productiva. De esta forma mediante su programa aporta recursos para apoyar proyectos de ecoturismo y de turismo de aventura, en conceptos como infraestructura y equipamiento para facilitar la práctica de las actividades, en terrenos forestales. A partir del 2006, la CONAFOR instrumentó el Programa Pro árbol, el cual reúne en una sola convocatoria los apoyos que otorga la CONAFOR en torno al objetivo de impulsar el desarrollo forestal, prioritariamente en los 101 municipios con mayor índice de marginación en México. El Pro árbol es un programa conformado por 45 conceptos de apoyo entre los cuales se encuentra el turismo de naturaleza como parte de la categoría de “Producción y productividad forestal”.

  • Fondo Nacional de Apoyo a Empresas Sociales (Fonaes):

Para el caso del turismo de naturaleza, entre 2001 y 2007, Fonaes destinó más de 24 millones de pesos al apoyo de 92 proyectos de turismo rural, los cuales han generado 728 empleos permanentes en estas comunidades marginadas. Los recursos se canalizaron para financiar la construcción y equipamiento de hoteles, cabañas, restaurantes y palapas, y diseñar paseos turísticos en zonas rurales de Colima, Nuevo León, Quintana Roo, Yucatán, Guanajuato y Guerrero, estados ubicados en zonas prioritarias para el desarrollo de turismo de naturaleza.

  • Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa):

Mediante el Programa para la adquisición de Activos productivos y el Programa de Soporte, la Sagarpa otorga recursos a personas físicas y morales de las localidades rurales en condiciones de marginación alta y muy alta, para desarrollar o apoyar proyectos de tipo ecoturísticos en su equipamiento, así como en la capacitación y transferencia de tecnología.
A partir de que se decretó la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, se aprobó el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable, actualmente este instrumento se ha transformado en el Nuevo Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC 2007-2012), el cual tiene como objetivo la generación y diversificación de empleo, garantizar a la población campesina el bienestar y su participación e incorporación al desarrollo nacional, dando prioridad a las zonas de alta y muy alta marginación y a las poblaciones económica y socialmente que más lo requieren.
En la vertiente de “competitividad” el PEC 2007-2012 considera la promoción del turismo rural y su diversificación de las fuentes de ingreso de los productores rurales mediante la participación en el desarrollo de circuitos de naturaleza y el equipamiento de las áreas naturales protegidas (ANP) con infraestructura y equipamiento para el desarrollo de actividades de turismo de naturaleza.
Para ello en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2008, en el eje de la “Competitividad”, ramo 21, se asigna un monto de 135 mdp para el apoyo del ecoturismo y turismo rural.

  • Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI):

En ésta dependencia federal se hace especial énfasis, ya que es por parte de esta, que la localidad de “El Aguacate” cuenta con la infraestructura turística para poder recibir al visitante.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas es un organismo descentralizado de la Administración Pública Federal, no sectorizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio que cuenta con autonomía operativa, técnica, presupuestal y administrativa.
La CDI tiene como fin apoyar el desarrollo de la población indígena, lo cual promueve mediante el Programa Turismo Alternativo en Zonas Indígenas. De esta forma se aprovecha el potencial de las regiones indígenas del país. La CDI otorga recursos para elaborar y ejecutar proyectos para la revaloración, conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos y atractivos naturales, así como de su patrimonio cultural.
El objetico del programa es contribuir al desarrollo de la población indígena, mediante la ejecución de acciones en materia de turismo alternativo, específicamente de ecoturismo y turismo rural, aprovechando el potencial existente en las regiones indígenas, otorgando apoyos para elaborar y ejecutar proyectos encaminados a la revaloración, conservación y aprovechamiento sustentable de sus recursos y atractivos naturales, y de su patrimonio cultural, así como para coadyuvar a mejorar sus ingresos (CDI, 2012).
Los recursos se destinan a:

  • Infraestructura para instalaciones
  • Equipos y materiales
  • Servicios de asesoría y asistencia técnica

Los montos pueden ser de hasta 1.5 millones de pesos en infraestructura

  1. Secretaría de Turismo (Sectur):

La Sectur como responsable del desarrollo y promoción del turismo en el país establece acciones de apoyo a la actividad con los gobiernos estatales mediante los Convenios de Reasignación de Recursos. A través de este instrumento se acuerdan acciones conjuntas entre federación, estado y municipio para la promoción, o ejecución de obras para fortalecer la imagen urbana en localidades con vocación turística así como para la instalación de la señalética en sitios turísticos para fortalecer los productos turísticos. Los recursos presupuestales son manejados entre las dependencias de gobierno.

  1. Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol):

Opciones Productivas. Apoya proyectos viables sustentables de comunidades en condiciones de pobreza, con hasta 90% de la inversión de un monto máximo entre 300 y 500 mil pesos. Los apoyos pueden ser canalizados a infraestructura productiva, activos fijos, capital de trabajo o inversión diferida. La aportación máxima por beneficiario o socio será de 15 mil pesos.

  1. Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol):

Como parte de las estrategias para el desarrollo social, el Indesol ejecuta acciones de apoyo para proyectos de organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas de educación superior, centros de investigación y gobiernos municipales que tengan como propósito fomentar el desarrollo social de la población en situación de pobreza, exclusión, marginación, desigualdad por género o vulnerabilidad social. Se han considerado estas acciones o investigaciones de este tipo, ya que pueden ser dirigidas al desarrollo del turismo de naturaleza.
El Programa Social de Coinversión. Apoya hasta con 2mdp anuales, para la ejecución de proyectos sociales, pudiendo destinar dichos recursos, al pago de materiales y recursos humanos.

  1. Secretaría de Economía (SE):

La Secretaría de Economía realiza acciones para promover el desarrollo de la economía del país y en especial de las micro, pequeñas y medianas empresas mediante el programa Mipymes. Bajo esta estrategia, el gobierno federal asigna recursos a dichas empresas para conservar o generar empleos, ya sea para la implementación de nuevos modelos tecnológicos o para el desarrollo de las investigaciones o consultorías que las promuevan, así también otorga recursos para la ejecución de obras de infraestructura y para la inversión en equipo. Las empresas de turismo de naturaleza que cumplan con las condiciones que señala el programa pueden recibir el apoyo del Mipymes.

  1. Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve):

Para apoyar proyectos juveniles y que en su caso favorezcan al turismo de naturaleza el Imjuve cuenta con el programa Proyectos Juveniles, a través del cual otorga recursos a agrupaciones civiles mexicanas sin fines de lucro con proyectos de desarrollo social para jóvenes de 12 a 29 años.

  1. Financiera Rural

La Financiera Rural cuenta con líneas de crédito específicas para el desarrollo de la industria turística vinculada al medio rural y proyectos rentables, para apoyar la generación de empleos y el desarrollo regional de localidades rurales.

Cada dependencia invierte distintas cantidades para las acciones de apoyo al turismo de naturaleza, en el año 2005 las dependencias federales invirtieron 237 millones de pesos, siendo el gobierno federal el mayor inversor con una representación del 72.3% en promedio y obtuvo un excelente crecimiento pasando de $49.2 mdp en 2001 a $237.0 millones de pesos en 2005, significando así un crecimiento de 381.7%. Por otra parte, la inversión de los gobiernos estatales, municipales y las ONG tuvieron una participación promedio de 27.7% en el periodo y el gasto pasó de $32.3 mdp en 2001 a $120.9 mdp en 2004, con un incremento acumulado de 274.3% como se muestra en la siguiente tabla.
Tabla XLII. Inversión del Gobierno Federal en Turismo de Naturaleza 2001-2005.


Año

Gobierno Federal

Gobierno, estatales, municipales y ONG

2001

49.2 mdp

32.3 mdp

2002

174.5 mdp

56.2 mdp

2003

128.1 mdp

31.7 mdp

2004

171.8 mdp

50.9 mdp

2005

237 mdp

120 mdp

Figura 8. Inversión en apoyo al Turismo de Naturaleza 2001-2005.
Inversión en apoyo al turismo de naturaleza 2001-2005
La mayoría de la inversión solicitada en 2005 para las acciones fue para la Infraestructura y equipamiento (construcción y equipamiento de alojamientos tipo cabañas y albergues, construcción de comedores o restaurantes, de servicios hidrosanitarios, áreas de acampar, torres para avistamiento de aves, senderos y la adquisición de equipo para el desarrollo de las actividades de turismo de aventura), con un monto de $331.8 mdp, siendo el 92.7% de toda la inversión, le suceden la Promoción por $14mdp (3.9%), Estudios con $4.4mdp (1.2%), Asesoría técnica $2.8mdp (0.8%), Eventos $1.9mdp (0.5%), Capacitación e Impresos $1.8mdp (0.5%), y otras acciones con $1.1mdp (0.3%).
Muchas de esas cabañas fueron construidas con el recurso de la CDI, y el CESTUR, reporta una disparidad en cuanto al diseño e imagen arquitectónica, por ejemplo mencionan que para las ZPTN 2 Sierra Norte y Costa tienen un modelo de “cabaña” que se ha replicado en todos los proyectos comunitarios y que puede concluirse que son de calidad bastante aceptable, pero en el caso de la ZPTN Los Tuxtlas, los alojamientos no cumplen con los estándares mínimos de calidad turística y de funcionalidad (áreas y distribución de los espacios, materiales utilizados). Este mismo fenómeno se presenta en el nivel de operatividad de los servicios: agua, sanitarios, regaderas con agua caliente, entre otros, misma situación que ocurre en la localidad “El Aguacate” ya que los servicios como lo son el agua, regaderas con agua caliente no son constantes y existen temporadas del año en que no hay agua en la localidad, ni siquiera para la población, así que tienen que ir a los escurrimientos de agua subterráneos para abastecerse del líquido cuando las sequias afectan a gran parte de la población.
De hecho el estudio que elaboró el CESTUR en coordinación con la (Sectur, 2007) describe la problemática en las regiones que han sido beneficiadas con algún recurso de las dependencia federales, ya que se desconoce en muchas de ellas si existió una supervisión de las instancias financieras durante el desarrollo de los proyectos. Otra problemática es que en gran parte de los proyectos financiados se cuenta con  atractivos turísticos con potencial de desarrollo, pero no productos turísticos que puedan favorecer la visitación.
Otra advertencia que hace la Sectur es que a muy pocos proyectos productivos comunitarios se les ha considerado en el rubro de infraestructura política para la prevención y control de impactos ambientales, especialmente en el caso del tratamiento de aguas residuales, uso de fuentes de energía alternas, manejo integral de desechos sólidos y en general infraestructura orientada a prevenir impactos negativos sobre el medio ambiente desde una perspectiva más regional y no sólo de manera particular, a nivel únicamente de empresa comunitaria.
Queda en las dependencias revisar minuciosamente los proyectos aceptados para el desarrollo turístico de las localidades, pero sobre todo que se hagan continuas supervisiones después de haber entregado los proyectos, ya que muchos de esos son abandonados o mal utilizados posteriormente, pero sobre todo que sean productos turísticos orientados hacia la naturaleza y a la mayor parte de la comunidad.
Como lo describe el CESTUR, la promoción de los recursos asignados son aún insuficientes, y bien dice que si el gobierno federal quiere posicionar en el mercado nacional e internacional a los proyectos y empresas comunitarias que realizan turismo de naturaleza, ecoturismo, turismo de aventura o turismo rural, en una primera instancia deben promoverse sólo los que garanticen su funcionalidad, calidad en la operación y el servicio, seguridad y accesibilidad, ya sea dentro de las localidades o en las  ZPTN.
Además se debería de proporcionar apoyo a esos proyectos que fueron aceptados pero que se encuentran estancados o fuera de funcionamiento, por diversos motivos, como la falta de capacitación, falta de cooperación y falta de asistencia técnica, ya que muchos de esos lugares que fueron beneficiados no supieron como operar la infraestructura que les fue asignada para la actividad turística, como lo es el caso de “El Aguacate”, inmerso en un lapso temporal fuera de operación por estas mismas razones.
Las necesidades de crecimiento y desarrollo, por un lado, y el permanente deterioro y la depredación que sufren los recursos naturales y culturales, por otro, no permiten decir con exactitud y certeza hacia qué lado debe inclinarse la balanza. Su aprovechamiento, fundamentado según se dice en concesiones bien delimitadas y concienzudos planes de manejo, no ha detenido la permanente destrucción y disminución de bosques, fuentes de agua y biodiversidad de la región. Tampoco se tienen buenos resultados de la histeria ecológica con la cual se han tratado de mantener intocadas extensas áreas naturales. Conforme más hablan unos de aprovechar técnica y racionalmente los recursos, y otros de lo necesario que es mantener en toda su belleza y potencialidad las áreas naturales, más se incrementan los problemas naturales, culturales, sociales, políticos y económicos que padecen las sociedades latinoamericanas. Se camina, ineluctablemente, hacia la destrucción de la vida (Monterroso, 2011:285).

1 Zonas Prioritarias de Turismo de Naturaleza para la Sectur, entre las que se encuentran: Corredor de la montaña Hidalgo, Sierra Norte Oaxaca, Costa Oaxaca, Yum Balam Quintana Roo, Sian Ka’an Quintana Roo, Tuxtlas Veracruz y Jalcomulco Veracruz.
2 Guía de Apoyos federales para proyectos de Ecoturismo, SECTUR 2004, en: “Elementos para evaluar el impacto económico, social y ambiental del turismo de naturaleza en México”. Sectur. CESTUR. Universidad Autónoma Metropolitana. p.102