CAPÍTULO  III

 CARACTERIZACIÓN SOCIODEMOGRÁFICA Y CULTURAL

Contexto arqueológico, histórico y cultural

En el espacio geográfico que comprende el ANP no existen elementos arqueológicos, históricos o culturales. Con base en el Plan Municipal de Desarrollo Urbano de Naucalpan de Juárez (2006 – 2009), el territorio que comprende el municipio tiene sitios de valor arquitectónico, histórico y cultural, los cuales, están registrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como sitios arqueológicos que deben ser protegidos y preservados. Estos sitios son: “El Conde”, “Los Remedios”, “Satélite”, “Cerro del Tepalcate”, “Cerro La Malinche”, “Cerro de Moctezuma” “El Rodeo”, “Pueblo Perdido”, “La Luna”, “San Mateo Nopala”, “Regulador El Cristo” y “Tlatilco”.

En el aspecto del valor histórico – cultural, los sitios más significativos en el Municipio son la pirámide de El Conde, las Torres de Satélite y la Basílica Menor de los Remedios. Para el caso de la Pirámide del Conde, ésta fue decretada como monumento arqueológico a través del Decreto Presidencial publicado en El Diario  Oficial, el día 9 de enero del año 2002. Sus antecedentes se remontan al período Postclásico, entre los años 750 y 1521 después de Cristo. Formó parte del llamado Señorío Tepaneca y en la actualidad es una de las pocas muestras que se conservan de esa cultura, misma que en general, ha sido ampliamente afectada por el crecimiento urbano.
 
La Basílica Menor de Los Remedios, es un santuario que data del siglo XVI, éste fue decretado como monumento histórico religioso en 1953. El santuario, es considerado uno de los polos de atracción del turismo religioso más importante del Estado de México. 

Las Torres de Satélite constituyen no sólo un monumento artístico y cultural, sino también un hito urbano y una referencia obligada para la zona metropolitana de la Ciudad de México y los Municipios Conurbados del Estado de México. Este sitio es muy conocido por la mayor parte de los habitantes de este territorio.

Otros sitios de interés son la Ermita de Santa Cruz Acatlán y el Puente de Piedra que cruza el Río Chico de Los Remedios, El templo de San Bartolomé, La iglesia de Santa María Nativitas, La iglesia de Santa Cruz del Monte, La iglesia de Santiago Apóstol, La Ermita de los Remedios, El Acueducto de los Remedios, y la Unidad Cuauhtémoc con  su  puente peatonal que cruza el Boulevard Manuel Ávila Camacho.

Cabe resaltar que, en el espacio geográfico donde se encuentran las tres barrancas que conforman el área natural protegida, no existen zonas de valor arqueológico, histórico o cultural. No existen antecedentes al respecto, sin embargo, estos espacios naturales (barrancas), han sido aprovechados por la población de escasos recursos económicos y que vive en entornos adyacentes a las mismas, para recolectar hongos, plantas comestibles, plantas medicinales, plantas de ornato, flores, forraje para los animales domésticos y leña (situación que impacta a los componentes de estos sistemas). Estas actividades son realizadas por un número reducido de familias, y no es con fines económicos directos, sino, para complementar la subsistencia familiar.

Es importante considerar que durante el período de la Revolución Mexicana, los sistemas de barrancas desempeñaron funciones importantes, esto en virtud de que las familias locales (conocedores de estos ambientes) se resguardaban y protegían de los efectos sociales que provocaba el movimiento revolucionario. La mayoría de estos ambientes fueron importantes durante este período, aunque al respecto no hay referencias precisas ni estudios que sustenten esta reflexión1.