CONSERVACIÓN Y MANEJO DE UN ÁREA NATURAL PROTEGIDA EN EL VALLE DE MÉXICO

CONSERVACIÓN Y MANEJO DE UN ÁREA NATURAL PROTEGIDA EN EL VALLE DE MÉXICO

José Isabel Juan Pérez, Jesús Gastón Gutiérrez Cedillo, Irma Eugenia García López, Alfredo Ángel Ramírez Carbajal, José Emilio Baró Suárez, José Gonzalo Pozas Cárdenas, Adolfo López Suárez y Arturo Vilchis Onofre (CV)
Universidad Autónoma del Estado de México

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Análisis demográfico y socioeconómico

Con base en el diagnóstico anterior, es conveniente reflexionar que la falta de un programa de conservación y manejo del ANP, en estrecha relación con la carencia de una aplicación efectiva de las políticas ambientales (conservación, protección, restauración y aprovechamiento) son causales de la problemática existente en los ambientes de las tres barrancas; pues aunque existen declaratorias oficiales del decreto de éstas como ANP, hasta el momento (julio de 2013) no ha habido cumplimiento ni respeto de los componentes de los sistemas de barrancas. Una situación que complementa la problemática existente en el ANP, consiste en que no hay precisión de los límites de cada una de las barrancas, pues para determinar las poligonales existen diversos métodos y equipos, los cuales son variables en su margen de exactitud. Por ejemplo, La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), posee cartografía disponible en línea de manera gratuita en formato shapefile en dos sistemas de referencia (coordenadas geográficas y coordenadas métricas). Los datos y cartografía fueron integrados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Al comparar los datos de cada uno de los polígonos integrados por esta dependencia, con los datos contenidos en las Declaratorias de la Gaceta del Gobierno del Estado de México, se observan algunas diferencias de exactitud, situación vinculada con el uso del equipo de medición de precisión1.

Del total de entrevistados, solamente el 32% tiene conocimiento de que la Barranca Arroyo Plan de la Zanja, Barranca Arroyo Santa Cruz y Barranca El Huizachal, están decretadas cono ANP, esto, es otro factor que impide la conservación y protección de los componentes de los sistemas, pues tal y como se observó en trabajo de campo, estos ambientes han sido convertidos en reservorios de residuos líquidos y sólidos, situación que afecta la calidad ambiental de los componentes.

Otro factor que incide en las condiciones actuales de las barrancas es la existencia de vegetales introducidos al ecosistema natural, por ejemplo, eucalipto (Eucalyptus camaldulensis), cedro (Cedrela adórate) y casuarina (Equisetifolia). Esta condición está relacionada con acciones de reforestación, cuyos responsables son las dependencias o empleados que sin conocimiento en la materia, o por cumplir con metas de cobertura vegetal, autorizan este tipo de actividades. Las acciones de reforestación están influyendo en la estructura y composición del ecosistema propio de las barrancas “bosque de encinos”, aunque como tal, ya no existe, pues precisamente, en éste hay otras especies de árboles y arbustos no propios del ecosistema, intercalados y compartiendo el mismo espacio geográfico.

El impacto ambiental de las barrancas representa un indicador de presión sobre la biodiversidad del ecosistema, por lo que, algunos vegetales y animales silvestres deben ser protegidos, esto con la finalidad de evitar su pérdida. Por esta razón, las actividades y acciones del programa de conservación y manejo del ANP están integradas con un enfoque holístico, y de esta manera tratar de coadyuvar a la protección de los componentes de los sistemas.

  • 1 Algunos equipos de precisión tienen margen de error hasta de cinco metros. En el caso de los equipos que funcionan con sensores remotos, éstos pueden modificar su nivel de precisión por nubosidad, sombra, edificaciones, entre otros.