PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

Jorge Isauro Rionda Ramírez (CV)

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REFORMA EDUCATICA ¿HACIA DÓNDE?

La educación en México es un rubro que es abandonado desde que en el país se implemente el modelo neoliberal de desarrollo socio económico en el año de 1982. El traumatismo del 02 de octubre de 1968 y de los movimientos magisteriales como estudiantiles de 1971 y 1973 hace que en la nación se promueva la instrucción y la capacitación operacional a cambio de la educación. No se quiere revolucionarios del sistema, simplemente se desea crear cuadros de reproductores del mismo.
A 30 años de abandono educativo, la infraestructura como la superestructura educativa ponen a la nación a la altura de países con abierto rezago en su desarrollo social y económico como lo es la República dominicana o Haití. De las 30 naciones que integran la Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económico (OCDE), que supuestamente contiene a las naciones más desarrolladas del mundo, México ocupa el último lugar en materia de calidad educativa.
El grado de analfabetismo funcional rebasa tres cuartas partes de la población entre los10 y los 15 años de edad. Hay una abierta deserción prematura de los programas educativos desde la primaria hasta a nivel posgrado. El promedio de escolaridad es de 11.5 años. Por dar algunos indicadores de la gravedad del problema.
La reforma educativa se centra en reformas a los artículos 3º. y 73º. Constitucionales. Se orientan no tanto a mejorar la calidad de la educación en el país, sino a cuestiones de control político y a trasladar la carga pública del sector, en especial en materia de contrataciones, a la iniciativa privada. Cuestión que va con base a los lineamientos neoliberales de contar con un aparato de gobierno menos representativo. Es parte del desmantelamiento del Estado.
Por una parte la elección de candidatos a plazas por parte del Estado permite la selección de maestros con base a premios y castigos políticos a sectores, grupos, sindicatos educativos del país.  Por otra parte, da el recurso para prescindir de los “indeseables” como adelgazar la masa de profesores del sector público.
Las bases laborales de contratación se flexibilizan a contratos temporales renovables a juicios de evaluación dados desde la base patronal, y con intereses de la misma, sin considerar los de los trabajadores de la educación.
La creación de un Instituto nacional para le evaluación de la educación, que sería una paraestatal “autónoma” donde la Junta de gobierno estaría integrada por personajes puestos desde la propia SEP, quienes velarían ante todo por los intereses de la misma y no propiamente de la calidad de la educación.
Se desea que las escuelas públicas puedan obtener “cuotas” de particulares tales como los padres de familia para el remozamiento, ampliación, mejora de planteles como de muebles que comprenden las escuelas, lo cual descansa de carga financiera al Estado.
Interesante hacer evidente que ante la reforma no existe un estudio que las avale. Apenas en este año (2013) el INEGI inicia un diagnóstico de la situación real de inmuebles, muebles, número y perfil de profesores, número de estudiantes y nivel educativo, entre otros aspectos. Falta una visión regional del problema pues la situación en el medio urbano es similar al prevaleciente en el medio rural, ni es lo mismo en el sur del país como Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que en el norte en estados como Nuevo León o Chihuahua. Incluso a nivel local existen contrastes entre barrios por componerse de clases sociales de extracción económica distinta.
La caída de Elba Esther Gordillo, más allá de sus evidentes crímenes y abusos como líder sindical, obedece al interés de debilitar a la única fuerza firme y fáctica a que se enfrenta la reforma propuesta por el Estado. El pacto con partidos políticos no es un pacto con la ciudadanía, se trata de viles concertacesiones de poder a cambio de echar a andar las reformas que requiere el Estado. Nunca se ha consultado ni tomado en cuenta la opinión de los profesores y los trabajadores de la educación.
Las reformas neoliberales son precisamente aquellas que sugiere Carlos Salinas de Gortari “tras bambalinas” al actual régimen de Enrique Peña Nieto. Reformas que van hacia la educación (el cargo financiero y político más pesado para el aparato de gobierno), la reforma laboral en pro de la flexibilidad laboral, la energética en razón de la privatización de rubros de la refinación del petróleo o de la generación de energía eléctrica y la hacendaria, que incluya al sector informal de la economía (que integra a la población más humilde del país), así como la reorientación del gasto fiscal a programas menos populares y más de fomento empresarial.
El discurso deja en claro la lógica del mercado y no de la equidad. Se habla de mejoras en la gestión, el mejor manejo de los recursos, la competitividad de cuadros y perfiles para el mercado laboral, la calidad del producto (egresados), rentabilidad de la inversión en infraestructura como en fortalecimiento de la oferta educativa, por citar la principal retórica discursiva. Dejando de lado aspectos tales como la mejora en el proceso de aprendizaje, la mejora en la preparación de los educadores en materia pedagógica, mejora en la educación y en la ciencia en sí, la ampliación de la matrícula como la atención de sectores de la población prioritarios, estratégicos como vulnerables, aumento de los recursos, principalmente.
Destaca el interés en desaparecer asignaturas tales como civismo (Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada). Recientemente las de historia y filosofía. Instrucción Vs. Educación. Ciudadanos menos conscientes a cambio de trabajadores más eficientes y eficaces.
Esto es parte de un perfil educativo propio de un desarrollo posmoderno desde la óptica del desarrollo periférico, de un país maquilador, en sujeción y subsunción del centro de desarrollo, dejando de lado su precepto nacional a cambio del de la globalización, en un sentido vertical, de arriba hacia abajo, impositivo y de carácter imperialista.