PENSAMIENTO SOCIOPOLITICO Y EDUCATIVO DE SIMON RODRIGUEZ

PENSAMIENTO SOCIOPOLITICO Y EDUCATIVO DE SIMON RODRIGUEZ

Ysrael O. Márquez Ramírez (CV)
José G. Viloria Asención
(CV)
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

Volver al índice

VIDAS, SIMILITUDES E INFORTUNIOS DE SIMÓN RODRÍGUEZ, JEAN JACQUES ROUSSEAU Y MIGUEL JOSÉ SANZ

Laureano Rodríguez
Doctor en  Ciencias de la Educación
Facilitador del Núcleo Ciudad Bolívar
Participante activo de la Línea de Investigación
Dinámicas Psicosociales y Ambientes de Aprendizaje,
Núcleo Regional de Educación Avanzada Caracas.
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.
 rodricesa2@cantv.net

Acontecimientos en la vida de los hombres

 A Simón Rodríguez (Caracas, 1769-Amotape, 1853), le correspondió vivir en una época de profundos cambios políticos que no guardaron correspondencia con la magnitud de sus pensamientos y de su obra creadora; por lo que sus preocupaciones, fundamentalmente de naturaleza educativa, fueron muy mal interpretadas, es decir, recibidas más no aplicadas y corrieron la suerte de quedar archivadas como las expresiones poco prácticas de un visionario.

     Sin embargo, el aspecto a tratar es curiosamente la similitud de los sucesos y experiencias vividas por Rodríguez, Rousseau y Sanz, los cuales a pesar de vivir con escasos años de diferencia en relación a las épocas, se podría decir que fueron contemporáneos, por ejemplo, cuando muere Rousseau en el año 1778 ya Rodríguez había nacido en el año 1769, y Sanz nace en 1756.

       Jean Jacques Rousseau (1712-1778)  es considerado uno de los pensadores más originales del siglo XVIII, uno de los que más ha influido en el desarrollo de las ideas políticas de nuestro tiempo. Sabemos que Rodríguez tuvo que ver o influir de manera determinante en el quehacer político del país, pues sus influencias tocaron muy de cerca al Libertador Simón Bolívar.

     En el caso de Miguel José Sanz (1756-1814), jurista, político y periodista, fue considerado uno de los ideólogos de la Independencia, también fue uno de los miembros del Real Consulado de Caracas y Asesor Jurídico del mismo. Se desempeñó brevemente en La Secretaría del Congreso de 1811, cargo que abandonó para ocupar La Secretaría de Estado, Guerra y Marina. En 1812 presidió la Cámara Provincial de Caracas.

     La vida de estos tres hombres universales, en lo que respecta a coincidencias de lo que aconteció en sus vidas, encontramos, por ejemplo, que Rousseau escribió un libro titulado “El discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres”, el cual es considerado una de las piezas fundamentales del pensamiento rousseauniano, y fue escrito en la etapa de madurez del pensador. En él se exponen sus puntos de vista básicos sobre el individuo y su comportamiento en la sociedad.

     Rousseau concebía que dentro de la especie humana se encontraban dos suertes de desigualdades; una que llamó natural o física, por cuanto se haya establecida por la naturaleza, y que consiste en la diferencia de edad, de salud, de las fuerzas del cuerpo y de las cualidades del espíritu o del alma; otra que puede llamarse desigualdad moral o política porque depende de una especie de convención y que se haya establecida, o al menos autorizada, por el consentimiento de los hombres. Esta consiste en diferentes privilegios, de los cuales gozan algunos en perjuicio de los demás, como el ser más ricos, más honrados, más poderosos que estos o en condiciones de hacerse obedecer.

     Este autor planteaba que no era posible preguntar cuál es el origen de la desigualdad natural, por cuanto la respuesta estaría enunciada en la simple definición de la palabra; menos aún es imposible indagar si no existe alguna relación esencial entre las dos desigualdades, pues sería tanto como preguntar, con otras palabras, si los que mandan valen necesariamente más que los que obedecen, y si la fuerza del cuerpo o del espíritu, la sabiduría o la virtud, se hallan siempre entre los mismos individuos en proporción con el poderío o la riqueza: cuestión buena quizás a plantear entre unos esclavos escuchados por sus amos, pero que no conviene a unos hombres razonables y libres que buscan la verdad.

     Sin embargo, lo que se plantea en este trabajo es lo relacionado no con la capacidad del hombre, ni con lo que pueda lograr, sino a las circunstancias que viven cada uno de los seres humanos. Al respecto, La Biblia plantea en El Antiguo Testamento, en el Libro de Eclesiastés, que todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme al juramento. Luego Salomón, el escritor de Eclesiastés, sigue diciendo: este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, luego sigue diciendo: me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.

     Podrá haber diferencias físicas, mentales, espirituales y aptitudes y destrezas para desempeñarse en cualquier actividad u oficio a nivel individual, como lo plantea Rousseau en su “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la  desigualdad entre los hombres”, pero un mismo suceso acontece en la vida de los seres humanos.

     Tanto Rodríguez como Rousseau y Sanz, que fueron hombres dados a las letras, al estudio, al intelecto, dieron sus aportes a la educación, al igual tuvieron que ver directa o indirectamente con los procesos políticos de sus tiempos. En el caso de Rodríguez, en 1794 presenta al ayuntamiento caraqueño un escrito donde esgrimía sus ideas relacionadas con educación, titulado “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras de Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento”. Se trataba de un planteamiento crítico sobre la enseñanza de la escuela de la época, el cual no fue tomado en cuenta por las autoridades.

    La obra de Rousseau, El Emilio o de la Educación hace un análisis de la educación donde enfoca los procesos mediante los cuales el niño se sociabiliza y pierde su bondad e inocencia natural frente a la fría cultura racionalista y libresca, propone una educación que siga y fomente los procesos naturales, humanos, sin alterarlos y que se basen en los sentimientos naturales del amor a sí mismo y del amor al prójimo. Criticando la pedagogía ilustrada, Emilio se educará a sí mismo para dar lugar a una sociedad más libre y cercana a su estado natural. Esta obra fue prohibida inmediatamente luego de su publicación por el parlamento de París en 1762, después fue prohibida en Ginebra, en Holanda y en Berna.

Entre similitudes y coincidencias, diferencias

      Los sucesos, acontecimientos y vivencias de los hombres pueden tener coincidencias similares, como se plantea en párrafos anteriores, cuando se cita la Biblia refiriéndose a que un mismo suceso acontece a todo hombre, sin embargo, en relación con los pensamientos e ideas, los hombres tienen sus diferencias, eso es lo planteado por Rousseau en su libro “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres”.

      Se ha dicho que los fundamentos y principios de Rousseau influyeron de manera determinante en los  planteamientos de Rodríguez, pero si se analiza un poco la profundidad de los pensamientos de estos dos grandes hombres podemos ver que en esencia tienen sus diferencias.

     Simón Rodríguez, cuando escribe en 1794 su documento relacionado con el estado actual de la escuela, demostrado en seis reparos, no se perciben las influencias o los planteamientos hechos por Rousseau en el Emilio o de la educación, más bien, como lo plantea Carlos Jorge en su libro “Educación y revolución en Simón Rodríguez”, se nota una influencia española, ya que para ese momento llegaban a la capital de la República de Venezuela ideas de los educadores españoles, expuestas principalmente por Jovellanos, que para los años de 1774 y 1775 da a conocer sus obras: Discurso sobre el fomento de la industria popular y el Discurso sobre la educación popular de los artesanos y su fomento,  por Meléndez Valdés.

     Uno de los planteamientos principales donde podemos observar una abismal diferencia en el planteamiento de ambos pensadores es, por ejemplo, cuando Rodríguez dice que el hombre debe ser educado para vivir en sociedad, que es su único lugar, mientras Rousseau propone una educación que fomente los procesos naturales planteando que el hombre nace bueno y se corrompe viviendo en sociedad.

     En el caso de Miguel José Sanz, durante los años de 1800 a 1802 redactó unas ordenanzas para el gobierno y policía de la muy ilustre ciudad de Santiago de León de Caracas, cabeza de la provincia de Venezuela, las cuales fueron extraviadas, quedando solo un fragmento sobre educación. En 1804 redacta un escrito llamado “Exposición sobre educación”.

     Luego entre 1810 y 1811 redacta otro escrito titulado “La educación pública es el primer fundamento del amor general a la ley y de la felicidad de los pueblos”. En este documento plantea que el ciudadano debe observar las leyes, que la opinión pública forma al estado y a la ley y dice: “No puede la felicidad reinar en una sociedad sin la bondad y sabiduría de sus leyes y ejecutores, no es reconocida y amada generalmente, también plantea en ese documento que la educación pública forma al ciudadano para amar la ley y sostener su felicidad, dice también que los hombres tienen diferentes facultades, pero iguales derechos, explica qué es el pueblo soberano, y en sus últimas partes plantea que el hombre civil debe y tiene que conciliar sus intereses con los del Estado y la sociedad, y que la educación pública puede regenerar a los hombres y formar ciudadanos

     El Cabildo Municipal de Caracas, al igual que a Rodríguez en su momento, no estuvo conforme con muchas opiniones expresadas por el letrado en su proyecto educativo. Más tarde Sanz, a consecuencia de un pleito que sostuvo con la familia del Marqués del Toro, fue expulsado en 1809 a Puerto Rico por el capitán general Juan de Casas, y regresó meses después del movimiento de abril de 1810.

     Miguel José Sanz estuvo vinculado, al igual que Simón Rodríguez, al Libertador, ya que Sanz se desempeñó como Curador del niño Bolívar. Esta amistad lo ayuda, ya que después de la capitulación de San Mateo, en 1812, fue encerrado en los calabozos de Puerto Cabello por las autoridades realistas, que le siguieron causas de infidencias, pero fue puesto en libertad en junio de 1813. Al llegar Bolívar a Caracas en agosto del mismo año, Sanz se incorporó de nuevo a la causa republicana.
     En Julio de 1814, cuando las fuerzas realistas se acercaban a Caracas, Sanz siguió la emigración a Oriente y llegó a la Isla de Margarita. A instancias del General José Félix Ribas, quien lo nombró consejero de guerra. Luego volvió a tierra firme y el 5 de diciembre de ese mismo año, en la Batalla de Urica, donde fueron derrotadas las tropas republicanas, muere el llamado Licurgo de Venezuela, Miguel José Sanz. Se cree que en esa batalla se perdieron varios de sus  importantes escritos.
 
Se cambian los nombres y escriben sobre Botánica

    Simón Rodríguez,  en 1797, está vinculado al proyecto de independencia, inspirado por el pedagogo mallorquín Juan Bautista Picornell, en asociación con los venezolanos Manuel Gual y José María España. El descubrimiento y fracaso de la tentativa revolucionaria determina su salida, que será para siempre, de Venezuela. Ese mismo año pasa a Kingston (Jamaica) donde residirá por algún tiempo y cambiará su nombre por el de Samuel Robinson.

     La personalidad de Jean Jacques Rousseau era controversial y sus opiniones le granjearon la oposición de las autoridades de Francia y Suiza, alejándose de él muchos de sus amigos y conocidos. En 1762 huyó a Prusia y luego partió hacia Inglaterra, donde fue amparado por el filósofo escocés David Hume, con el que también terminó polemizando a través de diversas cartas públicas. A su regreso a Francia, en 1768, se hace llamar con el falso nombre de Renou.

     En septiembre de 1830, circula un ensayo científico de Rodríguez, el cual llevó como título “Observaciones sobre el terreno de Vincocaya”, donde destaca aspectos sobre botánica y observación de la naturaleza.

     Igualmente se sabe de Rousseau que durante su estancia en Inglaterra se ocupó de la redacción de un tratado sobre Botánica; publicado póstumamente, La Botánica (1802).

     Tanto Simón Rodríguez como Jean Jacques Rousseau y Miguel José Sanz nos han legado una herencia valiosa como fruto de sus intelectos, sus vivencias e infortunios que a pesar de todos los embates y vicisitudes que les tocó afrontar nos permite encontrar un fundamento para la comprensión de nuestras vidas.

BIBLIOGRAFIA

ABBAGNANO, N y VISALBERGHI, A. Historia de la Pedagogía. (2001) Editorial       
                        Fondo De cultura económica. México.

CANELON, Juan Saturno. Biografías escolares: Miguel José Sanz. (1973)
                      Caracas.

Diccionario de Historia de Venezuela de Edición Polar. (1997). Segunda Edición.
                       Tomo III

Historia de las ideas pedagógicas en Venezuela Antología Documental Selección.   
 (2004)    Libros o guías de la U.C.V. Selección. Escuela de educación.  Facultad de Humanidades y Educación.

JORGE, Carlos H. Educación y Revolución en Simón Rodríguez. (2000). Monte
                       Ávila Editores Latinoamericanos.

La Santa Biblia (1992) Broadmam & Colman Publishers. Nashville, Tennessee
                         Estados Unidos.

MORALES, Favio. (1992). Simón Rodríguez. Ediciones La Casa Bello. Caracas.

ROUSSEAU, Jean Jacques. Discurso sobre el origen y los fundamentos de la  
                       Desigualdad entre los hombres. (1973) Ediciones Península.
                       Barcelona

RUIZ, Gustavo A. Simón Rodríguez, Maestro de Escuela de Primeras Letras. (1990)
                        Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Caracas.