PROPUESTA DE GUÍA DE ADMINISTRACIÓN EDUCACIONAL DEL EJERCICIO JURÍDICO DE LOS ESTUDIANTES DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE CIENFUEGOS

PROPUESTA DE GUÍA DE ADMINISTRACIÓN EDUCACIONAL DEL EJERCICIO JURÍDICO DE LOS ESTUDIANTES DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE CIENFUEGOS

Katiuska Hernández Fraga (CV)
Universidad de Cienfuegos

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Capítulo 2. El componente laboral en la formación del jurista. Caracterización del Ejercicio Jurídico de los estudiantes de Derecho de la Universidad de Cienfuegos. Resultados de los instrumentos aplicados.

La administración educacional de los procesos que tienen lugar en las universidades constituye hoy una de las prioridades de la Educación Superior en Cuba. La práctica histórica universitaria, en su afán por lograr una educación superior de excelencia, define tres procesos: el docente-educativo, el investigativo y el de extensión. En ellos intervienen como sujetos: estudiantes, profesores, personal administrativo, investigadores y autoridades estatales, en una compleja red de relaciones sociales en vínculo permanente con la comunidad y el medio social donde se desarrollan.
El proceso docente-educativo que rige en la universidad se entiende como el proceso que prepara y supera al estudiante para su futura vida profesional y garantiza el mantenimiento de la cultura de la sociedad. Dicho elemento es analizado a través de la teoría de los procesos conscientes, la cual posibilita explicar de modo esencial los procesos que tienen objetivos preestablecidos, mediante la determinación de los componentes1 de dichos procesos y de las relaciones entre los componentes que expresan las leyes2 de su desarrollo (Álvarez de Zayas & Sierra Lombardía, La Universidad de Excelencia, pág. 8).
Las funciones del proceso docente-educativo son: instructiva, desarrolladora y educativa. La primera es la acción generalizadora que se lleva a cabo en aras de alcanzar el dominio de habilidades y el conocimiento. La segunda se ejecuta en aras de potenciar las facultades tanto físicas como espirituales para la solución de problemas en la labor del egresado; y la tercera es la formación de otras cualidades trascendentales de la personalidad del educando como convicciones, sentimientos, valores, voluntad, actitud y otras que lo preparan para la vida en general (Álvarez de Zayas & Sierra Lombardía, La Universidad de Excelencia, pág. 7).
El resultado de la interrelación de las funciones anteriores es el egresado con capacidad cognitiva y cualidades personales que lo caracterizan y le permiten desempeñarse y competir en un mercado de trabajo y cambio constante. Las asignaturas que se imparten por los profesores como parte del proceso docente-educativo, están encaminadas a formar profesionales capaces de resolver problemas con la lógica propia de la investigación científica para la introducción, innovación y creación de tecnología.
Como todo proceso que tiene lugar en la universidad, el docente-educativo posee sus funciones propias. Sin embargo, es un proceso que se planifica, organiza, regula y controla, de ahí que tenga su dimensión administrativa. La misma es la proyección del proceso encargada de la conducción del mismo, para lograr resultados deseados al menor costo posible con la optimización de los recursos humanos, materiales y financieros utilizados (Álvarez de Zayas & Sierra Lombardía, La Universidad de Excelencia, pág. 12).
Dentro del proceso docente-educativo la práctica laboral es el componente que pretende evitar la separación entre la teoría y la práctica. En un intento por concebir la práctica laboral muchas instituciones educacionales utilizan, atendiendo a como matizan el concepto de administración, lo que se conoce por gestión educativa. (Ruiz Calleja, Dirección y Gestión Educativa, 2004, pág. 9).
La Universidad de Cienfuegos se encuentra inmersa en el perfeccionamiento de la administración educacional a nivel de institución y en las actividades curriculares que conforman el Plan de Estudio de las carreras que en ella se estudian. La carrera de Derecho de la Universidad de Cienfuegos trabaja de forma intensa por alcanzar la administración educacional de todas las asignaturas que conforman su Plan de Estudio. El trabajo metodológico de la Disciplina Principal Integradora se encamina a la preparación de la asignatura EJ, también llamada práctica laboral, en las funciones administrativas de planificación, organización, mando y control.
A pesar de los esfuerzos realizados no se logra en el componente laboral de los futuros juristas desarrollar las funciones propias de la administración de modo satisfactorio. Sin embargo, resulta trascendental su correcta administración, toda vez que en ella se encuentra el conjunto de habilidades prácticas que tienen que vencer los estudiantes durante los cinco años de la carrera de Derecho.

2.1 El componente laboral en la formación del jurista en Cuba.

En pleno siglo XXI la universidad se convierte en una institución que trabaja por alcanzar resultados prominentes en la formación de profesionales; en la introducción, innovación y creación de tecnologías, en el descubrimiento científico y en el desarrollo y extensión de la cultura; en fin, en la excelencia universitaria para reafirmar su relevancia y pertinencia.
Los cambios paradigmáticos en la formación del profesional de la enseñanza universitaria en el nuevo siglo traen consigo una concepción diferente de la docencia, en la que juegan un papel fundamental el componente laboral de los estudiantes y los roles que desempeñan profesores y estudiantes en el proceso de enseñanza aprendizaje. La concepción del profesor como transmisor y del estudiante como receptor, es sustituida por la concepción del docente como orientador; guía que acompaña al estudiante en el proceso de construcción de conocimientos y en el desarrollo de habilidades y valores asociados a un desempeño profesional eficiente, ético y responsable (González Tirados & González Maura, 2007, pág. 1).
La visión diferente de la docencia es acogida en el Plan de Estudio D de los estudiantes de Derecho, el cual presupone la combinación del componente práctico, docente e investigativo en la formación de sus profesionales. La formación del futuro jurista incluye la solución de problemas novedosos con la aplicación de los conocimientos científicos y técnicos aun y cuando no se dispone de todos los conocimientos para su solución.
El estudiante de Derecho aprende al resolver problemas imprevisibles que surgen en la práctica, y dispone de los conocimientos científico-tecnológicos y las habilidades adquiridas durante los cinco años académicos para solucionarlos. En la formación estudiantil está presente el componente investigativo como fuente para adquirir conocimientos y dar cumplimiento al principio saber para resolver. El carácter de formación científica del profesional expresa el dominio de las habilidades y de los conocimientos necesarios para el desempeño competente de la abogacía, además de la formación investigativa básica para enriquecer la práctica profesional.

2.1.1 La práctica laboral del estudiante de derecho.

Se denomina prácticas laborales al conjunto de actividades realizadas por el estudiante de Derecho que se encuentra trabajando de forma temporal en una institución del sector jurídico y pone especial énfasis en el proceso de aprendizaje y entrenamiento laboral. Los practicantes se nutren de la adquisición de habilidades útiles para desarrollar una correcta profesión o técnica. Las prácticas profesionales ofrecen oportunidades a los estudiantes puesto que les permite ganar experiencia en el ámbito laboral, realza el interés por alguna especialización dentro de la profesión y permite a los organismos judiciales identificar los posibles graduados que se ubican en sus instituciones.
El componente laboral en la carrera de Derecho tiene por objetivo propiciar un adecuado dominio de los modos de actuación que caracterizan la actividad profesional y a la vez al desarrollo de los valores que aseguran la formación de un profesional integral apto para su desempeño futuro en la sociedad. Dicho componente contribuye al desarrollo de la conciencia laboral, la disciplina y la responsabilidad en el trabajo; además de integrarse como un sistema con las actividades académicas e investigativas para el cumplimiento de las metas trazadas (Cruz Rodríguez, Oliva Uriarte, Grual, & Quesada, 2010).
Las necesidades y expectativas de los estudiantes tienen que ser acordes con la propia realidad y su futuro profesional. Es importante que todos los actores confluyan para dar valor añadido al futuro profesional. Las entidades jurídicas que acogen estudiantes responden a sus necesidades formativas contenidas en el perfil curricular del propio estudiante. Los centros universitarios tienen que desarrollar guías de prácticas en función de los diferentes perfiles curriculares y trabajar con indicadores y filtros para la idoneidad de las prácticas en las entidades. Los estudiantes, por su parte, son los actores principales en período de formación y objeto de evaluación por las instituciones y centros universitarios (Codinas, 2007).
Para seguir el criterio marxista-leninista-martiano de que la práctica constituye la reafirmación de la verdad, los Planes de Estudio de la carrera de Derecho establecen la necesidad de vincular los estudiantes a las actividades de producción o servicios durante el período de su formación. Las prácticas se efectúan en las entidades que reúnen los requisitos y condiciones indispensables para cumplir con la formación de los futuros profesionales.
Al formarse los estudiantes de Derecho en la responsabilidad, integración a la esfera productiva y creatividad en la solución de problemáticas reales vinculadas a su profesión, se forman profesionales capaces de dirigir procesos llegado el momento. El estudiante en el período de práctica tiene que ser capaz de adquirir tres tipos de destrezas fundamentales: (González Pérez, Cabrera Albert, García Rodríguez, & García González, 2011).

  • Destrezas técnicas: capacidad de utilizar las herramientas, procedimientos y técnicas de una disciplina o especialidad para obtener conocimientos y aplicarlos.
  • Destrezas humanas: capacidad de trabajar con otras personas como individuos o grupos y entenderlos y motivarlos.
  • Destrezas conceptuales: capacidad mental de coordinar e integrar todas las actividades e intereses de las instituciones.

2.1.2 Importancia de la administración educacional del componente laboral en la formación del estudiante de Derecho.

La Educación Superior proporciona competencias sólidas para el mundo de hoy y de mañana; y contribuye a la formación de ciudadanos dotados de principios éticos comprometidos con la construcción de la paz, la defensa de los derechos humanos y los valores de democracia (La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio social y el desarrollo, 2009).
La importancia del perfeccionamiento del componente laboral en la carrera de Derecho de la Universidad de Cienfuegos, es una realidad social e institucional que se impone desde las décadas de los sesenta y los setenta con el objetivo de que el estudiante se proyecte más allá del marco estrecho del aula y se mantenga vinculado a la realidad de la vida. El nuevo concepto implica un diseño armónico del currículo de la carrera para balancear la actividad investigativa en la universidad con el desarrollo de habilidades prácticas en el entorno real de actuación.
La combinación del estudio con el trabajo es un factor vital en el desarrollo de la Educación Superior, y posee dos raíces teóricas que se integran en el pensamiento de Fidel Castro cuando expresa que el trabajo es el gran pedagogo de la juventud. Una de las raíces llega a través de la figura de José Martí, quien enriquece lo más progresista del ideario pedagógico de Cuba; mientras que la otra proviene de los clásicos del marxismo (Morejón Hernández, 2009).
El pensamiento pedagógico martiano se sustenta en la realidad económica de Cuba cuyos recursos son eminentemente agrícolas. El mismo señala la necesidad de borrar el divorcio que existe entre la teoría y la práctica, el estudio y el trabajo y propugna la fusión de las actividades en la obra educativa de la escuela cubana. Para él, el hombre crece con el trabajo que sale de sus manos y enfatiza: "Puesto que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para vivir. En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con que en la vida se ha de luchar. Escuelas no debía decirse, sino talleres. Y la pluma debía manejarse por la tarde en las escuelas; pero por la mañana, la azada." (Martí, Obras Completas, 1973, pág. 13).
Las raíces teóricas marxistas y martianas de combinar el estudio y el trabajo se sustentan y llegan a la práctica cubana por el pensamiento y la acción de Fidel Castro, quien expresó: “Cualquier análisis que hagamos sobre el presente, nos lleva a la convicción de que la vieja concepción universitaria no podía mantenerse y los hombres más preclaros, los que fueron capaces de ver más lejos, en el futuro de la sociedad humana, plantearon, además, la combinación del estudio y del trabajo como la forma verdaderamente revolucionaria de educar.” (Castro Ruz, 1972, pág. 3).
El vínculo con el mundo del trabajo puede intensificarse con la utilización por los docentes y los estudiantes de las posibilidades de aprendizaje profesional y de combinación del estudio y el trabajo. Además se requiere la revisión de los Planes de Estudio para que se adapten mejor a las prácticas profesionales (La educación superior en el siglo XXI: visión y acción, 1998). La correcta estructuración de las prácticas laborales permite al estudiante vincularse a las actividades profesionales, y aprender a trabajar con diferentes personas y a influir con ellas en lo que respecta a su participación activa en la construcción de la sociedad socialista.
La Educación Superior en Cuba, para lograr la formación integral de sus profesionales, tiene como propósito desarrollar una filosofía y una proyección pedagógica en las cuales queda explícito que los estudiantes tienen que aprender haciendo. Al respecto Horruitiner plantea “La vinculación del estudio con el trabajo constituye la segunda idea rectora de la Educación Superior cubana. Ella expresa la necesidad de formar al estudiante en contacto directo con su profesión, bien a través de su vínculo laboral estable durante toda la carrera, o a partir de un modelo de formación desarrollado desde el trabajo.” (Horruitiner Silva, 2006, pág. 30).
El componente práctico en la carrera de Derecho se encamina a desarrollar el amor por el trabajo que imprime al comportamiento diario una conducta moral, realista, integral y responsable. Se potencia el compromiso social y activismo con iniciativas y actitudes creadoras ante el trabajo; unido a sentimientos de solidaridad, compañerismo y amistad que refuerzan actitudes humanistas, sensibles y honradas.
La práctica laboral es un excelente vínculo para la formación profesional del estudiante, identifica al joven con la ética del sector y sus tradiciones y contribuye a consolidar el trabajo con los valores declarados en el Plan de Estudio D como: laboriosidad, responsabilidad, colectivismo, disciplina, identidad profesional, exigencias, entre otros. Durante el período de práctica se crean cualidades reveladoras de la formación laboral relacionadas con los valores anteriores como:

  • Responsabilidad:
  • Estudiar diariamente en especial lo que resulta difícil.
  • Pensar en lo que se hace y realizarlo con claridad.
  • Cumplir con los requisitos establecidos para la disciplina laboral y social.
  • Cumplir de forma profesional las tareas sociales e individuales asignadas.
  • Conocimiento y asunción de sus deberes.
  • Laboriosidad y colectivismo:
  • Trabajar y estudiar para ser cada día mejor.
  • Mantener buenas relaciones interpersonales.
  • Aceptar la ayuda que le brindan.
  • Colaborar con otros en el cumplimiento de sus tareas.
  • Demostrar satisfacción personal por la labor que realiza.
  • Exigencia, disciplina e identidad personal:
  • Espíritu crítico y autocrítico.
  • Intransigencia ante lo mal hecho.
  • Flexibilidad y objetividad de sus valoraciones.
  • Amor a la profesión y al ser humano.
  • Dominio de las tareas con independencia y creatividad.
  • Ejemplo en su presencia personal y actuación sistemática, tanto en la institución laboral como en la comunidad.

La propuesta curricular cubana del Plan de Estudio D en la carrera de Derecho tiene sus raíces propias, emana de la política educacional y conserva rasgos comunes para cualquier tipo de enseñanza como: el papel de la relación estudio-trabajo en la formación de la personalidad, la contextualización histórica en los marcos nacionales, regionales y mundiales, la formación integral del ser humano, y la práctica laboral como eje importante en la planificación del currículo.
El principio de la combinación estudio-trabajo se ejecuta en Planes de Estudio que incluyan asignaturas integradoras. Las mismas comprenden un conjunto de habilidades relacionadas con un sistema de conocimientos que permite que el egresado se relacione con la vida, la realidad social, el modo de actuación y el trabajo futuro. En aras de dar cumplimiento al principio; la Resolución No.210, de fecha 31 de julio de 2007, del Ministerio de Educación Superior (MES), establece en su artículo 104, dentro de las formas organizativas fundamentales del proceso docente-educativo, la práctica laboral.
La práctica laboral es más que una forma organizativa del proceso docente dispuesta por las reglamentaciones ministeriales, pues constituye el eje central de una concepción pedagógica de nuevo tipo que descansa en la filosofía de aprender pensando, investigando y haciendo. La misma resulta el medio idóneo para cumplir con lo que hace aproximadamente una década viene orientando el Partido: la formación de un jurista de perfil amplio capaz de aplicar los conocimientos adquiridos en las aulas.

1 Los componentes de los procesos conscientes son: problema, objeto, objetivo, contenido, método, medio, forma y resultado.

2 Las dos leyes de los procesos conscientes son: ley que establece el vínculo entre el proceso y el medio social; y ley que establece la relación entre el objetivo, el contenido y el método.