PLAN DE ACCIONES COMUNICATIVAS PARA POTENCIAR LA PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES  EN LA COMUNIDAD DE ALBA FLORES DEL MUNICIPIO DE COLOMBIA

PLAN DE ACCIONES COMUNICATIVAS PARA POTENCIAR LA PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES EN LA COMUNIDAD DE ALBA FLORES DEL MUNICIPIO DE COLOMBIA

Yusimí Ruiz García (CV)
Yelenis María Fernández (CV)
Everardo Luis Ramos Alvarez (CV)

Universidad de Las Tunas

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Epigrafe2.2 –Diagnóstico sobre la comunicación y la participación en la comunidad de Alba Flores

El diagnóstico comunicacional realizado a la comunidad de Alba Flores, permitió determinar los problemas más importantes y carencias más evidentes en torno a esta temática y a la participación, elementos que constituyen  prerrequisitos indispensable en el desarrollo endógeno.
Se realizaron encuestas a la muestra que es de 141 jóvenes entre 18 y 35 años, comprendidos en una población o universo de 470 jóvenes, lo que representa el 30% del total de población comprendida en esta edad. Las preguntas de las mismas dirigidas a indagar sobre como es el intercambio comunicativo con sus familias, amigos y vecinos, si ellos participan en las actividades que se planifican en la comunidad y que acciones propondrían  para contribuir  en el desarrollo comunitario.

La indagación se inició por la memoria histórica para fijar las experiencias acumuladas a partir del conocimiento. Esta se alimenta de la acción cotidiana de los miembros de la comunidad, a través de hechos, acontecimientos, saberes, y diferentes manifestaciones que caracterizan la vida en su devenir histórico. Se consideraron a las familias fundadoras de la comunidad para que aportaran los datos de la investigación, los acontecimientos históricos y culturales ocurridos en el contexto comunitario, personalidades que se han destacado, leyendas, mitos, costumbres, fiestas, bailes populares, canciones, juegos y tradiciones que constituyen la fuente de saberes que atesora la comunidad.
En la localidad existe una tarja a Cándido González Horta, mártir  del municipio, cuyo asesinato  fue efectuado por los esbirros batistianos  en ese lugar. Allí todos los años se realizan actividades políticas para recordar al joven combatiente del Ejército Rebelde que dio su vida por la Revolución. Además esta tarja constituye punto de referencia y forma parte del patrimonio tangible de la comunidad.
En su devenir histórico se han destacado comunitarios que forman parte de la identidad cultural y constituyen guías en la labor educacional, comunicativa y en la propia gestión de las problemáticas de la comunidad. Entre ellos se destacan Francisca Pérez, conocida cariñosamente por todos como Pancha, Julio Reyes atleta de alto rendimiento que ha representado a Cuba y a su comunidad en diferentes eventos internacionales en el boxeo, Bárbara Librada especialista en informática que promueve actividades en la localidad, y la artesana María Acosta que propicia el amor por esta tradición entre la nuevas generaciones.
Por otra parte en la recolección de datos se detectaron muchos problemas que constituyen la causa principal de la poca participación. Así lo declaró en la entrevista en profundidad que se le realizó a María Elena Naranjo delegada de la circunscripción # 42. Ella mencionó la falta de claridad en el lenguaje, la utilización de expresiones incorrectas, y las diferencias perceptivas entre los individuos que se están comunicando. Si no se tienen en cuenta estas diferencias perceptivas se pueden asumir actitudes que suelen desencadenar conflictos y hostilidades inexcusables.
En el intercambio dentro de la comunidad después de aplicadas las técnicas proyectivas se pudo detectar que se manifiestan en más del 60% de la población los diferentes niveles de la comunicación como es el caso del interpersonal, el intragrupal, el intergrupal, institucional y el masivo; aunque el acceso a los medios de comunicación es amplio, no hay costumbre de informarse a través de los noticieros, la preferencia es escuchar música mexicana, ver materiales audiovisuales grabados para DVD y realizar dramatizaciones colectivas espontáneas.
En cuanto a la participación como proceso encaminado a incrementar y redistribuir las oportunidades de los comunitarios en los procesos de toma de decisiones  se pudo corroborar el criterio de la autora que por lo general los índices de participación son bajos en esta comunidad. El 39% de los encuestados manifestaron que casi nunca asisten a las actividades A las reuniones convocadas por el grupo comunitario, mientras que el 61% declara que   la asistencia es baja y por lo general se llega tarde a las mismas. 
De igual forma un 26% manifestó  que hay pocos espacios para que la población participe. En la observación participantes se pudo constatar según el criterio de Cecilia Linares, destacada investigadora latinoamericana que solo se pone en práctica el nivel participativo: movilizativo y de consumo que son proyectos de acción ya elaborados en sus aspectos esenciales, a los cuales solo resta ejecutar o consumir. Es decir que los comunitarios de Alba Flores no les gusta intervenir con sus ideas, criterios  para transformar su entorno.
Para conocer la realidad de la comunidad se dieron los siguientes pasos:

  • Se contactó con los líderes naturales y sociales.
  • Realización de las dinámicas familiares.
  • Desarrollo de la observación participativa en el proceso de diagnóstico.
  • Desarrollo de la (Investigación-Acción-Participativa) durante todo el período del diagnóstico.
  • Determinación de las problemáticas comunicacionales.

La observación participante pudo demostrar que en Alba Flores el sistema de comunicación es a través de diálogos entre vecinos, con el flujo de mensaje de forma horizontal, aunque a veces se imponen criterios por parte de los jefes de familias hacia los hijos.
En la vida cotidiana de los comunitarios ocurren situaciones desagradables aparecen ruidos en la comunicación, principalmente por no contar con los recursos para desarrollar con calidad este proceso, principalmente problemas de orden subjetivos, peleas entre familias y vecinos, discusiones internas, conductas inadecuadas en los establecimientos que existen en la comunidad, como en la bodega, lechería, cafetería y barbería.
Entre las barreras comunicacionales que más interfieren están:

  • Ordenar, dirigir y mandar a alguien.
  • Advertir o amenazar.
  • Acusar, retar, juzgar o criticar.
  • Pedir disculpas constantemente, hacerse el mártir.
  • Echar a broma las cosas.
  • Distraer, cambiar el tema.
  • Minimizar el problema.
  • Usar un tono de voz inadecuado.
  • No se habla despacio y con coherencia.

Normas de la comunicación que se incumplen frecuentemente en el acto de intercambiar entre los comunitarios de Alba Flores:

  • Dejar de hablar mientras la otra persona lo está haciendo.
  • Hacer que la persona que habla se sienta relajada.
  • Demostrar que lo quiere escuchar.
  • Demostrar empatía.
  • Ser paciente.
  • Contener el temperamento.
  • Ser cuidadoso en las discusiones.
  • Hacer  preguntas sobre el tema.

El rumor ha sido un problema desde inicio de la naturaleza humana, este es un fenómeno social independiente que se produce en el intercambio oral entre los miembros de un grupo social dado acerca de un asunto que interesan a los mismos, proponiendo cierta ambigüedad. En esta localidad constituye un freno en el franco intercambio de los pobladores y se ha originado debido al poco volumen de información oficial y fiable que poseen, en ocasiones por aburrimiento, monotonía, y la necesidad de confirmación de la personalidad. Así como por la saturación emocional de algunos individuos.
Otra deficiencia encontrada durante el proceso de observación y constatada en el diagnóstico es la relacionada con la comunicación no verbal  que es la constituida por el conjunto de gestos, posturas, vestido, miradas y reacciones fisiológicas  que acompañan a la comunicación verbal. Lo anterior significa que en una conversación o entrevista, debemos estar muy atento a las señales que el sujeto nos brinda a través de este canal y buscar la correspondencia o incongruencia entre el mismo y el canal verbal. En las entrevistas el 50%  de los pobladores declararon que existen conductas no verbales que bloquean las comunicaciones y hasta llegan a  distorsionarlas. Por ejemplo las exageradas gestualidades en las conversaciones, formas inadecuadas de visitar las entidades, con shorts, chancletas y sin camisa.
El 75% de las entrevistas también arrojaron que en los diálogos se faltan el respeto, se hacen reacciones negativas con los ojos (torcerlos), expresiones de indiferencia cuando intercambian y  malas costumbres como no mirar al interlocutor y al alejarse lo que demuestra desinterés en el tema. Por lo que se debe  estar atento al comportamiento y tratar de mostrar una actitud lo más serena posible, lo cual se logra cuando se ha preparado bien para el encuentro que se va a sostener.
 Por su parte el grupo comunitario desarrolla el intercambio de forma descendente, con poca retroalimentación. Su sistema de trabajo está montado a partir de la realización de  reuniones  mensuales, donde se orientan las tareas y no se desarrollan actividades de intercambio, de consolidación de tradiciones y como forma de lograr estrechar las relaciones en el barrio.  La delegada de la circunscripción tiene articulado el sistema de despacho, aunque los comunitarios no respetan el horario establecido y la abordan, hasta en formas inadecuadas, en cualquier espacio y hora, ello repercute negativamente   en las relaciones personales y de comunicación.
El 67% de los encuestados manifiestan que las acciones de divulgación no son sistemáticas, ni eficaces, solo existe un solo comité de defensa con el mural, que se actualiza muy poco, estos medios alternativos no se utilizan como vías de información al pueblo. Por su parte el 33% declara que no hay una radio comunitaria, ni  folletos con informaciones necesarias sobre el VIH-SIDA, las enfermedades de transmisión sexual, la cultura alimentaria y la educación formal. Las  charlas sobre estas temáticas no son sistemáticas.
No se ha logrado aglutinar en su totalidad a las personas en torno al desarrollo comunitario y principalmente a los jóvenes en las edades comprendidas en esta indagación. Se evidencia de esta forma el débil trabajo desarrollado por las organizaciones de masas, específicamente la Federación de Mujeres Cubanas con las jóvenes arribantes que después de llegar a la FMC no se les incentiva para que participen en las actividades de la misma. Se carece de un sistema emulativo que propicie y estimule el quehacer comunitario en todas sus aristas (culturales, sociales y políticas.), así como la inexistencia de medios (vallas, pancartas y carteles) que propician un eficaz flujo de información, a lo que debe agregársele la inestabilidad de los líderes de estas organizaciones y la no planificación de actividades culturales y recreativas.
Esto ha traído como consecuencia, entre otros aspectos, la desmotivación de los comunitarios hacia las tareas específicas (limpieza de áreas recreativas, deportivas; labores de reforestación y embellecimiento de áreas. Sin dudas la poca participación de la población  en la organización y realización de las actividades culturales va en detrimento de la construcción de espacios para  la toma de decisiones que le posibiliten expresar la capacidad y creatividad individual y colectiva.
Sin embargo muchos comunitarios realizan intentos de creación conjunta, de fomentar la participación a través de  la celebración de días festivos (cumpleaños, días de las madres, de los padres, fin de año, incluyendo las fechas y conmemoraciones religiosas) de forma colectiva, mostrándose así  valores como el compañerismo, la solidaridad y la sensibilidad  que presentan los pobladores de Alba Flores.
Es por ello que resulta de vital importancia realizar diagnósticos comunicacionales para determinar las formas de intercambiar los comunitarios y cómo ello repercute en el desarrollo local y los procesos de participación social.