En Cuba, donde existe una población que rebasa los 11  millones de habitantes, tenemos algo más del 12,5 % de la población que  sobrepasa los 60 años. La población cubana ha ido envejeciendo por el  incremento de la esperanza de vida, el desarrollo demográfico y los movimientos  migratorios. (Anexo 1)
  El contexto socio-demográfico actual y perspectivo que  presenta el país es de un crecimiento poblacional muy bajo (nulo), con índices  de fecundidad por debajo del nivel de reemplazo, baja mortalidad infantil,  elevada esperanza de vida, y un saldo negativo de la migración externa. La  combinación de estos factores ha afectado, no solo el tamaño y el ritmo de  crecimiento de la población, sino también, su estructura por edades, dando  lugar a un franco proceso de envejecimiento. 1
  La definición de envejecimiento desde el punto de vista  demográfico está relacionada con el aumento en la proporción de personas de  edad avanzada con relación al resto de la población, sin embargo, se ha considerado  la importancia de definirla también como la inversión de la pirámide de edades,  debido a que el fenómeno, no es solamente un aumento de la proporción de  ancianos, sino también una disminución de la proporción de niños y jóvenes  entre 0 y 14 años.
  Cuba ha transitado desde un 11,3 % de personas de 60  años y más en 1985 hasta un 17,8 % en el 2010, lo que indica según  investigaciones de la ONEI, su ubicación en el Grupo III de Envejecimiento1  (mayor del 15 % la población de 60 años y más, respecto al total). Así, en el  término de 25 años el envejecimiento se ha incrementado en 6,5 puntos  porcentuales. Como perspectiva de la dinámica demográfica entre el año 2011 y  el 2025 la población de Cuba habrá disminuido en valores absolutos, en algo más  de 203 111 personas. La edad promedio pasará de 38 años alrededor de 44 años.  Casi el 26 % de su población tendrá 60 años y más, con un elevado crecimiento  absoluto de la de 80 años y más, si hoy tenemos 2 millones de personas de 60  años y más, para el 2030 serán 3,3 millones.2  (Anexos  2 y 3). 
  En nuestro  país, el Programa Nacional de Atención al Adulto Mayor (PNAM) posee como  aspiración, la de contribuir a elevar el nivel de salud, la satisfacción y  calidad de vida de los adultos mayores, a través de actividades de prevención,  promoción, asistencia y rehabilitación realizadas por el Sistema Nacional de  Salud Pública en coordinación con otros organismos y organizaciones del estado  involucrados en esta atención, teniendo como protagonistas a la familia, la  comunidad y el propio anciano en la búsqueda de soluciones locales a sus  problemas.
  Hay  instituidas políticas y métodos para atender al adulto mayor con amplias  proyecciones médicas, psicológicas y sociales, brindando como resultados una  vida de superior calidad, que posibilite que estas personas se sientan útiles a  la familia y a la sociedad.
  De esta  forma surgieron los programas de la Revolución, orientados a elevar la calidad  de vida del adulto mayor. Actualmente existen en las comunidades las Casas de  Abuelos que aseguran a éstos tranquilidad en su atención en el transcurso del  día, y les procura la participación en actividades que se efectúan en su  entorno social como son los Círculos de Abuelos, las Cátedras Universitarias  del Adulto Mayor, y más recientemente, los Club de los 120 años.
  Valiosas son las experiencias sobre el enfoque de este  período de vida desde el punto de vista médico, psicológico y social, en el que  participan médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales e  instituciones que brindan servicios geriátricos. 
  Los actores sociales deben desempeñar un papel activo  en función de la atención al adulto mayor acorde con la política del estado  establecida desde el propio triunfo de la Revolución, que en función de lo  anterior encarga a organizaciones como el MINSAP, INDER, MTSS, INAS, Cultura,  Vialidad y Transporte, Comercio y Gastronomía desempeños en correspondencia con  su encargo social, por lo que en la actualidad se hace imprescindible la  integración de los mismos.
  En 1984 se estableció el Modelo de Médico y Enfermera  de la Familia 3 que ha favorecido considerablemente la atención a los adultos mayores. Con esta  modalidad de atención comunitaria, se garantiza la dispensarización y el  constante y apropiado seguimiento del anciano. Ese mismo año, la Comisión de  Salud, Medio Ambiente y Servicios Comunales de la Asamblea Nacional, en  cooperación con las Comisiones de Trabajo y Seguridad Social, de Construcción y  de Vivienda realizó un estudio sobre la "atención institucional al  anciano"; del cual resultaron recomendaciones que sentaban las bases para  lo que posteriormente sería el Programa de Atención Integral al Adulto Mayor,  el cual se instauró en la segunda mitad de los años 90 debido a la crisis  provocada por la caída del campo socialista.
  Es en 1997 que se establece el actual Programa Nacional  de Atención Integral al Adulto Mayor, que se aplica en todos los niveles de  atención, e incluye, salud, seguridad social, deportes, cultura, derechos y  otros. Este es uno de los cuatro programas priorizados del Ministerio de Salud  Pública, lo cual hace evidente el interés del estado cubano en brindar una  atención esmerada a las personas mayores.
  a)  Subprograma  de atención hospitalaria En ocasiones es necesario acudir a la hospitalización,  producto del deterioro de las capacidades y de las funciones biológicas,  psicológicas y de adaptación al medio social debido al incremento de la edad.  Por lo que se enlaza la atención hospitalaria con la comunitaria para mantener  internado al anciano durante el tiempo necesario y reincorporarlo en lo posible  a su medio, desarrollando en ambos niveles de atención, labores de promoción,  prevención, tratamiento y rehabilitación.
  b)  Subprograma  de atención en instituciones Se realizan acciones de promoción, prevención, tratamiento y  rehabilitación en los ancianos cuya única opción es permanecer en una  institución, con el apoyo de la familia, las organizaciones sociales, de masas  y comunitarias, y así elevar su calidad de vida. En él se integran  instituciones como:
  - Hogares de  Ancianos: Brindan servicios de cuidado de corta, mediana y larga estadía  para ancianos frágiles y en estado de necesidad que no se benefician con otras  alternativas en la comunidad. La mayoría de las personas mayores en Cuba  permanece en la comunidad.
  - Centros  médico-psicopedagógicos: Unidades del Sistema Nacional de Salud, en  donde se proporciona atención preventiva, curativa y de rehabilitación a través  de acciones médicas, psicológicas y sociales calificadas; incluye la atención a  personas mayores con retraso mental con el fin de lograr su reinserción social.
  c)  Subprograma  de atención comunitaria al adulto mayor Surge  a partir de la necesidad de encontrar otras formas de atención al anciano, que  satisficiera al mismo tiempo sus demandas y la de sus familiares. La familia no  quiere internarlos en Hogares de Ancianos, pensando en su desarraigo familiar y  comunitario, además de la garantía de su atención durante el día, que los  miembros de la familia no podían ofrecer por sus ocupaciones. Este subprograma  es el eslabón básico en la atención al adulto mayor, pues incorpora a la  familia y a la comunidad en su gestión. Su principal protagonista, es el  anciano. La atención incluye la dispensarización de toda la población de 60 y  más, la realización de evaluaciones funcionales, la promoción de cambios en los  estilos de vida, hábitos y costumbres para prevenir y retardar la aparición de  enfermedades y discapacidades, así como para lograr su rehabilitación  comunitaria. Bajo este programa se ubican las siguientes nuevas modalidades:
  Hogares  de Día o Casas de Abuelos: Se  desarrolla un programa de actividades desde la mañana hasta las cinco de la  tarde, se garantiza desayuno, merienda, almuerzo y comida, con una dieta  especial para los diabéticos. Como parte de las actividades del día realizan  ejercicios físicos y de relajación, juegos de mesa y excursiones. La atención  es por un personal especializado, que de forma general, lo integran una trabajadora  social y un técnico de terapia ocupacional, entre otros. De esta forma se  satisfacen las necesidades de los adultos mayores, además de las demanda de sus  familiares al no querer ingresarlos en hogares de ancianos, pensando en el  desarraigo familiar y comunitario del anciano. 
  Círculos  de Abuelos: Agrupaciones de adultos mayores  de base comunitaria que realizan actividades, deportivas, culturales,  recreativas, de promoción y prevención que aspiren a un envejecimiento  saludable y una longevidad satisfactoria. Su objetivo principal es mantenerlos  activos física y socialmente, garantizando la salud mental.
  Equipo  Multidisciplinario de Atención Gerontológica (EMAG)Equipo formado por un médico  especialista, una enfermera, una trabajadora social y un psicólogo todos con  Diplomado en Gerontogeriatría Comunitaria, dedicado a la atención comunitaria  integral al adulto mayor, y que apoya al Médico de Familia. Se ocupa, de la  atención integral al anciano con riesgo (solos, frágiles, discapacitados,  etc.), brinda asistencia médica especializada a través de un sistema de  evaluación geriátrica, coordina las respuestas que solucionen las necesidades  de los ancianos por él atendidos, dirigido a mantener su permanencia en la  comunidad. Apoya al médico de la familia en el Sistema de Atención Primaria de  Salud y a la comunidad en el desarrollo de un envejecimiento y vejez saludable.
  Además existen otras formas de apoyo a las personas que  lo requieren, como el Asistente Social a  Domicilio para la atención a las personas que viven solas o altamente  dependientes; la protección a los adultos mayores solo, el cobro de las  pensiones y jubilaciones en el domicilio. 
  Se han instaurado escuelas  de cuidadores, con manuales y programas especialmente para personas que  atienden a pacientes con Alzhéimer, demencias, postrado, etc.
  Se creó en Cuba la Universidad  del Adulto Mayor, que contribuyen a la integración social de los ancianos y  les permite mantenerse activos, promoviendo estilos de vida saludables que  provocan bienestar en su salud.
  Los ejemplos mostrados dan cuenta de políticas sociales  y sectoriales bastante efectivas para brindar atención esmerada a las personas  mayores.
  La familia interactúa con estas políticas a la vez que  desarrolla sus propias estrategias de sobrevivencia; hace ajustes y busca  adaptarse a cada circunstancia. Se generan tensiones a nivel del hogar,  comunitario y social, que devienen en nuevos desafíos.
  A fin de consolidar el trabajo de prevención de la  violencia hacia el adulto mayor, debe haber una unión de todos los factores en  las comunidades, continuando el fomento de una cultura de justicia y de  igualdad que no acepte ninguna forma de abuso.
  Un gran reto en nuestro país es trabajar para que todas  las instituciones y profesionales se integren para disminuir la violencia  intrafamiliar hacia los ancianos; y para lograr esto es necesaria la  sensibilización y capacitación de todos.
  El trabajo comunitario da otro paso de desarrollo con  la aparición de los Órganos Locales del Poder Popular y con la concepción del  Médico de Familia. El paradigma de atención de Salud a estas personas en el  país, el cual no se diferencia con el resto de la población, cumple con los  principios básicos de la universalidad, obligatoriedad y gratuidad. A todo este  desarrollo comunitario se añadió el desarrollo de la medicina geriátrica y en  1984 se aprueba la especialidad de Gerontología y Geriatría y ya en el  siguiente año comienza la formación de especialistas en esta rama actualmente  se realiza a través de la aplicación de Políticas Sociales 
  Reconocemos que existe un nivel de promoción del tema  por la radio y la televisión, pero consideramos que no es suficiente a partir  de todas las consecuencias que trae consigo y que sería de mucha ayuda si se  hiciera de manera micro social, como por ejemplo en la comunidad, por la  incidencia de los/las trabajadores sociales comunitarios que surgieron con el  objetivo de ser los médicos del alma, por la F.M.C que en nuestro país es la  organización encargada de velar por la garantía y la atención a las problemáticas  de la mujer, en este caso de la fémina adulta mayor, por los CDR que aglutinan  la mayor cantidad de personas en el país y por el resto de los factores  comunitarios.. 
  Debe existir una unificación factorial en las  comunidades para fortalecer el trabajo en la prevención de la violencia hacia  la tercera edad para seguir construyendo la cultura de la justicia y de la  igualdad que fundamente las relaciones entre los seres humanos en los ámbitos  de la familia y la sociedad. Una cultura que no admita ninguna forma de abuso o  discriminación. 
  A pesar de que las redes de apoyo sociales informales  (la familia, especialistas, vecinos) y formales (FMC, CDR, PNR y Médico de la Familia) de la comunidad  trabajan en función de intervenir la violencia contra los ancianos, es  necesario ampliar la información y definición sobre este término y las  diferentes formas de manifestarse, en aras de facilitar estrategias de  intervención, prevención, disminución y participación comunitaria ante  problemas de violencia hacia la ancianidad que se generan en nuestras  comunidades.
1 Entre diciembre del 2010 y marzo del 2011 se levantó la Encuesta Nacional de Envejecimiento Poblacional (ENEP-2010) en las 14 provincias del país, vigentes en ese momento, y el municipio especial Isla de la Juventud. Tuvo por tanto una representatividad nacional y la muestra fue diseñada de modo que también pudieran obtenerse resultados de igual calidad por regiones en las cuales se subdividió el país y que se detallan más adelante.
2 Datos de la Encuesta Nacional de Envejecimiento poblacional. 2010.
3 García Quiñones, Rolando y Marisol Alfonso de Armas. Envejecimiento, políticas sociales y sectoriales en Cuba”