ELEMENTOS DE LA HISTORIOGRAFÍA DE  LA UNIVERSIDAD Y LA DEPARTAMENTALIZACIÓN EN LA  SANTIAGO DE CALI EN ESTOS LOS  TIEMPOS DEL PARADIGMA DE LA ECONOMÍA GLOBAL

ELEMENTOS DE LA HISTORIOGRAFÍA DE LA UNIVERSIDAD Y LA DEPARTAMENTALIZACIÓN EN LA SANTIAGO DE CALI EN ESTOS LOS TIEMPOS DEL PARADIGMA DE LA ECONOMÍA GLOBAL

Germán López Noreña (CV)
Guillermo Peñuela Fernandez (CV)

Universidad Santiago de Cali

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6.2 EL NUEVO METODO DE ENSEÑANZA COMO NUEVA APUESTA PEDAGÓGICA: LA ESCOLÁSTICA

La escolástica, del latín scholasticus, término con orígenes a su vez del griego σχολαστικός, el que significa aquel que pertenece a la escuela, hace alusión al movimiento teológico y filosófico que intentó instrumentalizar la filosofía grecolatina clásica para comprender la revelación religiosa del cristianismo, constituyéndose en la corriente filosófica y teológica dominante durante el pensamiento en la Edad Media; y la que se basó en la coordinación entre la fe y la razón, en la que predomina una clara subordinación del elemento racional a la fe y la que pregonaba el ser la filosofía sierva de la teología.
Saber filosófico y teológico cuyo inicio se da especialmente en las escuelas, tanto catedralicias, como más tarde urbanas y monásticas, para luego seguir en las universidades que como evolución de ellas comienzan a aparecer en la época. Siendo así la denominación de escolástica palabra derivada del término latino schola, e igualmente con intima relación con el vocablo griego scole, que significa ocio; luego schola equivaldrá luego a clases, escuela, grupo intelectual.
En Cicerón aparece ya el término schola con connotación polisémica y con los significados de lección, de aula y de grupo filosófico. A su vez Scholasticus en Quintiliano equivale a retórico, profesor de elocuencia; más tarde, significará sencillamente profesor. En resumen es posible afirmar el haber sido una corriente de pensamiento dominante en el ejercicio pedagógico de las Escuelas Catedralicias1 y en los Estudios Generales 2 que como ya se dijo dieron origen a las universidades en la Europa Medieval.
El proceso de formación de la Escolástica no sólo se debió al componente filosófico grecolatino, dado que a él se sumó corrientes del pensamiento árabe y judaicas. Siendo necesario resaltar en lo concerniente al aporte grecolatino a los pensadores islámicos y judíos el redescubrimiento de las obras de Aristóteles.
Redescubrimiento de Aristóteles para el mundo medieval –y también para nuestros tiempos- que se produce en lo que podríamos dividir en tres etapas:

  • La primera hacia el siglo X, con la traducción e introducción de la Lógica Vetus –aclarando que ya para este siglo se disponía de traducciones de algunas obras lógica del estagirita como la realizada por Boecio hacia los años 510-522 (Barnes, 1981; Correia, 2001;Ebbesen, 1990), siendo ellas precisamente del libro de las Categorías y del De Interpretatione- quecon a la Isagoge de Porfirio, fueron denominados como la Lógica Vetus, y los que se constituyeron en los referentes bibliográficos estándares para la enseñanza de la Lógica de la época en mención (Dov Gabbay and John Woods, eds., 2004). Alrededor de las traducciones de Boeccio, Molina Cantó (2006, pág. 150), escribe lo siguiente:

Desde hace unos años, la valía del trabajo intelectual de Boecio (480-524) ha sido puesta seriamente en cuestión. En efecto, de ser considerado sin discusión como uno de los más ilustres hombres de talento del medioevo temprano y como el principal gestor del traspaso de la Antigüedad a la Edad Media, ha pasado a ser considerado por algunos estudiosos actuales más bien como un copista y comentarista poco original y como una suerte de “traductor mecánico” de comentarios griegos sobre la obra lógica de Aristóteles. No se duda, por cierto, del hecho de que haya sido uno de los primeros traductores del corpus lógico de Aristóteles al latín, empresa inmensa y valiosa que fue llevada a cabo por nuestro autor casi en su totalidad, sino de su trabajo como comentarista y tratadista original.

Las Categorías (Guariglia, 1977; Moravsick, 1968) proporcionan al estudioso medieval un análisis y una clasificación de las nociones, en unión de la Perihermeneia (de la interpretación), ambas pertenecientes al corpus teórico del Órganon (del griego antiguo όργανον, "instrumento", "método" las que son un conjunto de obras de lógica escritas por Aristóteles y compiladas por Andrónico de Rodas), las que conllevaron a un estudio de las proposiciones; inscribiendo estrictamente el estudio teológico de ese tiempo a la gramática.

  • La segunda etapa consistió en la entrada en escena del pensamiento Aristotélico, hacia el s. XII, y específicamente en lo relacionado con la traducción de los libros restantes del Órganon, siendo ellos :

Primero Analítico (en griego antiguo Αναλυτικων πρότερων, en latín Analytica priora) y Segundo Analítico (en griego antiguo Αναλυτικών υστέρων, en latín Analytica posteriora). Siendo el primero uno de los textos más importantes de Aristóteles y, para la Lógica, el que es un estudio científico del silogismo y de las diferentes tipos de demostración:
"Nuestra primera tarea consiste en indicar el objeto de estudio de nuestra investigación y a qué ciencia pertenece éste; qué concierne a la demostración y qué pertenece a una ciencia demostrativa. Enseguida tendremos que definir el significado de premisa, término y silogismo, y distinguir entre un silogismo perfecto y uno imperfecto; después de eso, necesitaremos explicar en qué sentido se dice que un término está o no está enteramente contenido en otro y qué entendemos por ser predicado de todo o de ninguno."
(Analiticos. Primero., 24a).
Y en los Segundos Analíticos (Mure, G. R. G; 2007),el hijo celebre de Estagira aborda las necesidades básicas de la demostración, como también de la Definición y del Conocimiento Científico3 :

"Toda la didascalia y toda la disciplina dianoética se adquieren de un saber que precede al conocimiento. Esto es evidente sea cual fuere el saber considerado: la ciencia matemática se adquiere de este modo, tal como las otras artes. Lo mismo acontece con los raciocinios dialécticos, sean estos hechos por silogismo o por inducción, porque todos ellos enseñan a través de un conocimiento anterior: en el primer caso, suponiendo que las premissas son admitidas por el otro, en el segundo caso, demostrando lo universal mediante lo particular ya conocido. Por otro lado, de análogo modo es como los argumentos retóricos persuaden, una vez usándolos, o paradigmas, lo que es una especie de inducción, o entimemas, lo que no deja de constituir un silogismo"
(Analiticos. Posteriores., 71a).

A los Analíticos Primeros y Analiticos Segundos se sumó la traducción de los Tópicos (Aristóteles, 1982; Graciela Chichi, 1994; Escudero Jesús Adrián, 2011) y las Refutaciones Sofisticas (Gourinat Jean B, 2002)el cual es un estudio del razonamiento probable, y de sus diferentes lugares; o en otros términos, una teoría del saber y de la demostración. A lo que responderá en las escuelas urbanas una teología que se formulará en problemas, y en interrogantes; que se centrará más en los problemas especulativos, sin depender tanto del texto. Desde esta óptica, por lo tanto, se puede hablar así de una teología bajo el régimen teórico de la dialéctica concibiéndose este término en su sentido general de tratamiento por el razonamiento lógico.

  • Y finalmente la tercera, en lo que concernió a la entrada de Aristóteles a principios del s. XIII (Cervera Novo, 2011) en la que se dota a la ciencia sagrada de un componente filosófico que ya no es puramente formal, sino que tiene que ver con el orden de los mismos objetos, y el contenido del pensamiento. Aristóteles, y la filosofía, se aposentan e introducen en el pensamiento cristiano no como maestro del razonar, sino como un maestro en el conocimiento del hombre y del mundo, es decir de la naturaleza; aportando una metafísica, una psicología, una ética. Surgiendo de esta manera una nueva teología, la que al menos con S. Alberto Magno y S. Tomás, se trata de comprender e interpretar bajo el régimen de la filosofía.4

Ya mencionados los anteriores elementos en lo relacionado del aporte del redescubrimiento de las obras Aristóteles para con el pensamiento filosófico de la Edad Media de los siglos X al XIII -e incluso para todas las épocas de la historia Occidental-, se puede decir siguiendo a C Vasoli (1982) que:

La cultura occidental pudo beneficiarse de una rica serie de obras griegas y arábigas, con una excepcional importancia histórica y especulativa. A la logica vetus, constituida por la Isagoge, las Categoriae, y De interpetatione y los comentarios de Boecio, se agrega de manera estable la llamada logica nova, constituida por los primeros y los segundos Analíticos, los Tópicos y los Elencos sofísticos, y ya se conocen en su integridad la Metaphysica de Aristóteles, los libros naturales de la Physica, el De generatione, el De coelo, parte de los Meteorologica y dos o tres libros de la Ethica Nicomachea. Por lo demás estos textos se hallan acompañados de gran cantidad de comentarios e interpretaciones árabes, de las doctrinas neoplatonizantes del Liber de causis y de las concepciones de Avicena y de Alfarabí. Los filósofos occidentales, que durante toda la mitad del siglo XII habían seguido con mucho interés la difusión inicial del saber greco-árabe, se encuentran por primera vez, en toda su magnitud, con el testimonio de tradiciones y de actitudes intelectuales, que han evolucionado con plena independencia de la tradición religiosa cristiana, y con un modo de interpretar y de entender la realidad, la naturaleza y el hombre, que resulta profundamente ajeno a la línea teológica de las escuelas occidentales.

Finalmente, es necesario a manera de síntesis sobre la Escolástica -en razón del haber sido el método de enseñanza común en las futuras universidades medievales ha aparecer después del siglo XII-, resaltar de manera general algunos aspectos de ella. Y uno de ellos, lo es, el mencionar de su evolución ideológica generalmente concebida en tres fases:

  • Una primera, relacionada con lo ideológico en la que la escolástica evolucionó en tres fases. Fases, cuyos inicios se dan con la identificación entre razón y fe, en donde para los miembros del clero religioso Dios es la fuente de ambos tipos de conocimiento y la verdad es uno de sus principales atributos, de tal manera que Dios no podía contradecirse en estos dos caminos a la verdad y, como última instancia, si había algún conflicto, la fe debía prevalecer de forma hegemónica siempre sobre la razón, así poniéndose de presente la supremacía de la teología sobre la filosofía (Rovira Rogelio, 1991; Pérez de la Borda 1995).
  • Luego se dio una segunda fase en que se impone la creencia de general aceptación sobre la existencia de una zona en común entre la razón y la fe.
  • Y a finales del siglo XIII y en los albores del XIV, en una tercera fase, se acentúa la separación y divorcio entre razón y fe, ahondándose así una especie de cisma entre la filosofía y la teología.

En el cuadro consecutivo se plasman las diferentes etapas de la Escolástica en la época Medieval. En él se condensan características y los grandes representantes las cuatro fases de ella, a saber:
La Preescolástica comprendida del siglo VI al siglo IX, y que tiene a Escoto Erigena como su más connotado representante. Dándose en este periodo interesantes situaciones y las que de manera general se puede enunciar que correspondieron a la decadencia moral y cultural; a la organización de escuelas; sumisión a la autoridad religiosa; e inicio del pensar dialéctico.
Escolástica Temprana que va desde el siglo IX hasta el XII, siendo representantes altamente significativos San Anselmo de Canterbury y pedro Abelardo,, entre oros. Fase de la Escolástica matizada por la reforma monástica, las cruzadas, y al final de ella la fundación de las primera universidades.
Alta Escolástica cronológicamente ubicada en el siglo XIII y denominada por los estudiosos de esta propuesta pedagógica “La Edad de Oro de la Escolástica” con grandes representantes como Santo Tomas de Aquino, San Buenaventura y Duns de Escoto. Época de la escolástica en la que se redactan grandes escritos y se incorporan elementos de la filosofia árabe, aristótelica y judía.
Baja Escolástica en el siglo XIV, con Guillermo de Ockam como su gran exponente y caracterizada por el divorcio de la fe y la razón, en dónde el debate universitario pierde rigor epistemológico centrándose en aspectos formales en detrimento del contenido.
Descripción: http://www.luventicus.org/articulos/04U004/esquema.gif

Etapas y Cronología De La Escolastica En El Medioevo
FUENTE: http://www.luventicus.org/articulos/04U004/esquema.gif

Y en lo que atañe al elemento cronológico de la Escolástica en la época Medieval pueden distinguirse esencialmente tres épocas, a saber:

  • Desde los inicios del siglo IX y al fin de la centuria XII de nuestra era la escolástica está marcada por la disputa teórica de los universales (Klima, 2008; Gracia J, 1994 y 1984), en la que se da una acentuada confrontación entre los realistas encabezados por Guillermo de Champeaux, a los nominalistas representados por Roscelino y a los conceptualistas (Pedro Abelardo).
  • Del siglo XII al fin del XIII tiene lugar la entrada de Aristóteles en el mundo filosófico del medioevo, primero indirectamente a través de los filósofos judíos y árabes, siendo el caso, especialmente con Averroes, para luego ser traducido directamente del griego al latín por San Alberto Magno y por Guillermo de Moerbeke, quien ofició como secretario de Santo Tomás de Aquino.
La tercera abarca todo el siglo XIV: en la que Guillermo de Occam se decide teóricamente por el Nominalismo (Feibleman, 1962; Penner, 1987) y se opone al Tomismo5 distinguiendo la filosofía de la teología (López Cuétara, 2001; Rodríguez-Pereyra, 2008).

1 Las escuelas catedralicias o episcopales son instituciones de origen medieval que se desarrollan alrededor de las bibliotecas de las catedrales europeas con la función específica de la formación del clero. Su origen está en las escuelas municipales romanas, las cuales, tras la caída del Imperio de Occidente y la subsiguiente desaparición de las instituciones romanas, terminan por adherirse a la Iglesia, única organización que sobrevive a la disolución imperial. Verse a: Fernández A, 1993; Le Goff J, 1989;

2 Desde la Edad media, en las catedrales se creaban unas escuelas que servían para la formación del clero. A falta de otras escuelas, también los seglares acudían a ellas para instruirse, y al cabo del tiempo, reconociendo la labor importante que hacían, las más notables recibían de la Iglesia Católica o de Reyes y Emperadores el título de Studium Generale, que indicaba que aquella era una Escuela de renombre, que tomaban bajo su mecenazgo, otorgándole rentas para su sostenimiento; éstos eran considerados los centros de enseñanza más prestigiosos del continente. Los profesores de un Studium Generale eran animados a dar cursos en otros institutos por toda Europa, así como a compartir documentos. Ello inició la cultura de intercambio presente aún hoy en las universidades europeas. Durante el siglo XIII los Studium Generale existentes eran: Bolonia, Italia; París, Francia; Oxford, Inglaterra; Cambridge, Inglaterra; Montpellier, Francia; Palencia, Reino de Castilla, España; Salamanca, Reino de León, España; Alcalá, Reino de Castilla, España; Módena, Italia; Vicenza, Italia; y probablemente, también el de Salerno, Italia. Vease a: Rahdall H, 1958; Pozo Ruiz A, 2007.

3 De los estudios sobre los Analíticos posteriores de Aristóteles véase la tesis doctoral de Leonardo Rujano (2007) titulada Analytyca Posteriora y El Uso De Los Silogismos En La Ciencia De Aristóteles (Demostración y Ciencia En Aristóteles). Investigación realizada en la Facultad De Filosofía y Letras, del Departamento De Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona, bajo la dirección del Doctor Víctor Gómez Pín y la tutoría del Doctor Miguel Candel Sanmartín.

Trabajo de investigación que el autor resume de manera general como un estudio sobre la ciencia expuesta por Aristóteles en su obra los Analíticos Posteriores, y la que se centra en la teoría de la demostración y el uso del silogismo en la ciencia.

4 Pensamiento filosófico de Aristóteles que con sus obras saturó y fue de notable influencia en pensadores árabes como Maimónides (Aguinis, 1976; Beltrán & Fullana, 2005; Dubnow, 1977; Hayoun, 1998; Heschel; 1997; Orián, 1975; Perednik, 2005), Avicena (Cruz Hernández, 1949; Dimitri, 1988; Guerrero, 1996; Reisman (ed.), 2003; Amos, 2006) y Averroes (Alonso, 1998; Castillejo Gorráiz, 2000; Coccia, 2007, Maiza Ozcoidi, 2001). Y en los filósofos cristianos, siendo especialmente los casos de Alberto Magno (Jesús Álvarez y Martínez Puche, 2003), Buenaventura de Fidanza también conocido como Buenaventura de Bagnoregio (Gómez, 2008; Chavero, 1993) y Pedro Abelardo (Ricardo da Costa, 2010; Santiago-Otero, 1983 y 1984; Raña Dafonte, 1998; Fortuny, 2001).

5 Sobre el Tomismo y la vida y obra de Santo Tomas de Aquino se recomienda la siguiente bibliografía: Eudaldo Forment (2002). Santo Tomás de Aquino. El oficio de sabio. Ariel, 2007. ISBN 84-344-5227-8; Louis Lachance (traducción Jorge Cervantes y Juan Cruz Cruz) (Mayo 2001). Humanismo político, Individuo y Estado en Tomás de Aquino. Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-1872-4; William E. Carroll (traducción de Óscar Velásquez) (2002). La creación y las ciencias naturales, Actualidad de Santo Tomás de Aquino. Santiago de Chile: Ediciones Universidad Católica de Chile. ISBN 956-14-0705-1; Marie Dominique Chenu OP (1954). Introduction a l’étude de Saint Thomas d’Aquin. Paris: Institute d'études médiévales; Fernando Haya Segovia (1997). El ser personal. De Tomás de Aquino a la metafísica del don. Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-1487-7; Octavio Nicolás Derisi (1945). La doctrina de la inteligencia de Aristóteles a Santo Tomás. Buenos Aires: Cursos de cultura católica; Fernando Haya Segovia (1992). Tomás de Aquino ante la crítica. La articulación trascendental de conocimiento y ser. Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-1171-1; C. Fabro, F. Ocáriz, C. Vansteenkiste, A. Livi (1990 (segunda edición)). Tomás de Aquino, también hoy. Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-0678-5; Ángel Luis González (1979). Ser y participación. Estudio sobre la cuarta vía de Tomás de Aquino. Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-0576-2; Gabriel Chalmeta (2002). La justicia política en Tomás de Aquino. Una interpretación del bien común. Pamplona: EUNSA. ISBN 84-313-1988-7; Gilbert Keith Chesterton (1985, Undécima edición). Santo Tomás de Aquino. Madrid: Espasa-Calpe. ISBN 84-239-0020-7; Eduardo Hugon, O. P. (1985, Undécima edición). Las veinticuatro tesis tomistas.. México D.F.: Porrúa. ISBN 84-239-0020-7; F C. Copleston (2007). El pensamiento de Santo Tomas. Breviarios fondo de cultura económica. ISBN 978-968-16-1215-3.