EL SECTOR COOPERATIVO EN EL MERCOSUR DURANTE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI

EL SECTOR COOPERATIVO EN EL MERCOSUR DURANTE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI

Sandra Colombo (CV)
Paula Oxoby


5. La RECM: principales logros, dificultades y desafíos

En el caso particular de la Reunión Especializada de Cooperativas del MERCOSUR, las cuestiones previamente mencionadas han tenido una presencia casi protagónica en su vida institucional desde su creación en 2001 hasta la actualidad.
De la lectura de las Actas de las Sesiones Plenarias (SP en adelante) celebradas,  sedestacan las dificultades emanadas de la limitación de recursos para asegurar el funcionamiento pleno de la Secretaria Técnica (ST). Efectivamente, tras un breve periodo inicial marcado por entusiastas expresiones de compromiso y buenas intenciones, la preocupación por la falta de fondos y sus consecuencias se evidencia tempranamente.
En la II SP  (marzo, 2002), la ST indicó las grandes dificultades enfrentadas durante el trimestre dada la limitación de recursos y la necesidad de fortalecer las actividades en desarrollo. Este hecho motivó en esta misma sesión plenaria, la exploración de fuentes de cooperación alternativas a la contribución de los países miembros y sus entidades nacionales representativas, tarea que se vio inmensamente dificultada por la carencia en la RECM de una personería jurídica que le permitiera recibir y administrar fondos en una cuenta, lo que explica el papel de CUDECOOP en esta instancia.
Pese a que la III SP (septiembre, 2002) fue prolífera en demostraciones de buena voluntad  -el INAES se comprometió con una contribución de $15.000 para el desarrollo del sitio web, mas $3.000 para complementar recursos, mientras que Brasil por su parte fijó su aporte en $1.850 para actividades regulares y de soporte para la ST-; la IV SP (mayo-2003) se inicia con el planteamiento de las dificultades de la ST para cumplir con las actividades encomendadas dada la falta de transferencias de DENACOOP (Brasil) e INCOOP, al tiempo que se insta a la definición del monto de las contribuciones y se reitera como objetivo la búsqueda de alternativas de financiamiento para consolidar el trabajo institucional de la RECM.
En la V SP (septiembre, 2003) se resuelve ratificar el compromiso de las organizaciones del movimiento cooperativo de realizar los aportes de fondos, así también como el del INAES, en tanto único organismo que no había realizado su aporte.
Recién en la VII SP (marzo/abril, 2004) se dio cuenta de la finalización de la recolección del periodo 2002/2003, observándose a su vez la falta de aportes de Coninagro y Cooperar.
En la VIII SP (agosto, 2004) se dejó constancia de la falta del envío de partidas del INAES, DENACOOP, Cooperar y Coninagro, situación que originó la suspensión de las publicaciones previstas y el desarrollo del sitio web. A causa de esta situación, en la XI SP (noviembre, 2005) se acordó la búsqueda de recursos para la publicación de los materiales elaborados por la RECM: “Políticas Públicas en materia cooperativa”, “Cohesión Social”, “Integración Regional”, “Propuestas para el desarrollo cooperativo en áreas de frontera” y “La Economía Social en el MERCOSUR”.
A su vez, se constatan dificultades para la realización de las actividades -locativas y operativas- propuestas para el año en curso, dados los problemas financieros y económicos reseñados, que instaron a la ST una vez más, a dar voz a la inquietud derivada de los problemas ocasionados por las demoras de los aportes comprometidos, por lo que se recomendó que durante el año 2006 se priorizaran los recursos en torno al funcionamiento institucional de la RECM.
En la XII SP (abril, 2006) se comprueban nuevamente dificultades por el desfasaje entre el presupuesto anual  y los ingresos reales, así también como problemas financieros por el tiempo en el incurren los envíos de giros, previéndose el aumento de los aportes. Esta  iniciativa se concreto en el Plan de Actividades 2005/2006 de esta misma reunión, donde se duplicaron los aportes de Argentina y Brasil ante la evidencia de estancamiento en el área de difusión, dada la falta de recursos financieros.
A la vez, paralelas dificultades se registran en el área de la propia integración cooperativa regional, donde los avances realizados en los Encuentros de Frontera no pudieron ser extendidos y consolidados mediante la generación de foros de discusión y contactos, dada la falta de fondos1 .
La cuestión de la búsqueda de cooperación para el funcionamiento y desarrollo de la RECM se reiteró en la XIII SP (diciembre, 2006) al tiempo que se constataba la falta de aportes de la Superintendencia Nacional de Cooperativas (SUNACOOP) y se encomendaba a la ST las gestiones con distintos organismos para aumentar su aporte en el presupuesto 20072 .
La XV SP (agosto, 2007) observó dificultades derivadas de la falta de aportes de SUNACOOP, amortiguadas por el doblamiento voluntario de los aportes de CONPACOOP. En la XVI SP (diciembre, 2007) se constata el fracaso de las experiencias piloto del proyecto de Cooperativas de Frontera dada la insuficiencia de recursos de la RECM.
En la XVIII SP (agosto, 2008) se decide un nuevo aumento del aporte de los socios;  los problemas por falta de recursos financieros tienen lugar también en la XX SP (diciembre de 2009), donde se constatan también diferencias importantes entre el presupuesto previsto y el efectivizado. Pese a que la Secretaria Nacional de Economía Solidaria (SENAES), la Central de Cooperativas y Emprendimientos Solidarios (UNISOL)  y Unidad Nacional de Cooperativas de Agricultura Familiar y Economía Solidaria  (UNICAFES) se manifestaron considerando la cuestión del atraso de sus aportes, no se previeron respuestas de DENACOOP y SUNACOOP en esta temática.
En resumen, y en palabras del ST saliente: “la ejecución presupuestal tuvo permanentes dificultades con la llegada tardía de fondos por parte de los Organismos Gubernamentales (debido a sus dificultades de orden administrativo), a eso se agregaron los incumplimientos de partidas comprometidas por SUNACOOP de Venezuela en 2006 y 2007 que generaron un fuerte déficit estructural”.
Es importante mencionar también que el equipo de asesores profesionales encargado de brindar apoyo a las acciones de la RECM desarrolló sus actividades en forma voluntaria y fundamentalmente ad honorem, mientras la Secretaría Administrativa contó con un funcionamiento part time. Así lo expresa Betancourt en su informe de cierre de gestión: “El éxito y también las limitaciones de lo actuado por la ST están fuertemente relacionados a la naturaleza del esfuerzo realizado hasta el momento. El mismo se ha basado principalmente en el aporte voluntario de un grupo de personas e instituciones comprometidas con la Integración Regional y fuertemente involucrados en el desarrollo del protagonismo de los Movimientos Cooperativos como actores sociales dinámicos”.
Prueba de este compromiso fue la búsqueda exitosa de fuentes de financiamiento alternativas a los aportes  no siempre disponibles de los países miembros y sus representantes del movimiento cooperativo, que desembocó en iniciativas conjunta con múltiples entidades3 .
Siguiendo a Betancourt (Secretaría Técnica RECM, 2010) “No fue ni es el motivo por el cual se tiene eficacia en la administración el magro salario y las condiciones laborales existentes” en este sentido de la lectura de las actas e informes de la ST se percibe claramente un accionar basado en un fuerte compromiso con el proyecto regional y el sector cooperativo, que permitió superar muchos de los obstáculos reseñados y a su vez da cuenta de muchos de los avances de la institución.
Sin embargo, este fuerte compromiso basado en el esfuerzo individual o de un relativamente pequeño grupo de personas, si bien condición necesaria, no es suficiente para la consolidación de un proyecto cooperativo regional, o de su institución representante, la RECM.
Es importante destacar aquí, que esta situación de constantes problemas económicos y falta de recursos provoca un evidente desgaste sobre la organización, sus miembros y sus planes a futuro. La cuestión de la falta de financiamiento, se trató en quince de las veinte sesiones plenarias de la RECM, con el consiguiente peligro de agotamiento que acarrea la falta de resultados.
El caso de la página web de la RECM,  es paradigmático. En efecto, este mecanismo -idóneo para aumentar los niveles de transparencia y comunicación con el resto de la sociedad civil- ha encontrado múltiples obstáculos, reflejados en su recurrente aparición en las sesiones plenarias. Esta temática fue tratada desde la II sesión plenaria y posteriormente problematizado en las sesiones sucesivas:

  • III SP sobre la necesidad de traducciones al portugués, español e ingles,
  • IV SP sobre la necesidad de armar los contenidos nacionales,
  • VIII SP sobre la demora de las secciones nacionales en el cumplimiento de los trabajos prometidos,
  • IX SP sobre el atraso del desarrollo del sitio web dada la falta de cumplimiento de los acuerdo de financiamiento,
  • XIII SP sobre la falta de respuesta por parte del equipo designado por las organizaciones miembro de la RECM a los sucesivos requerimientos, (por lo que el tema fue asumido por la ST en colaboración con Neticoop),
  • XV SP a propósito de su actualización e incorporación a las paginas recomendadas del portal oficial del MERCOSUR,
  • XVIII SP sobre la ejecución solo parcial de la página web, solamente en español y basada en esfuerzos propios,
  • XIX SP sobre su actualización pero con un formato antiguo y desajustado del formato oficial del MERCOSUR hasta llegar a la actualidad, donde en su informe de cierre de actividades el ST expone casi  a modo de balance de estos casi diez años que “la Web (…) desarrollada por acuerdo con NETICOOP/CUDECOOP con un costo de mínima, tiene fuertes limitaciones operativas, (y) no responde al diseño MERCOSUR, pero ha permitido la transparencia total de lo actuado hasta el momento, pues allí se encuentran publicadas todas y cada una de las acciones y documentos de la RECM” . 

Asimismo, en la página web de la RECM se registra un comportamiento  inconsistente en la publicación de actas e informes. Así, las actas de la XVI sesión  plenaria llevada a cabo en diciembre del 2007 fueron añadidas a la página web en junio del 2010, situación que se repitió en la XVIII sesión plenaria de agosto del 2008, y en la XX de diciembre del 2009, ambas publicadas una vez más en junio del 2010.
Es importante destacar también que análoga situación se presenta en el ámbito de las publicaciones del material elaborado por la RECM, en este sentido en la XVIII sesión plenaria (abril 2008) quedaban pendientes de publicación informes altamente relevantes para los objetivos expresos de la RECM para el periodo estudiado, como: “Seminario-Taller: Las cooperativas en la integración: impactos y propuestas”, “Seminario Economía Social y Cooperativas: instrumentos para la inclusión social y laboral”; y Documentos de interés como “La Economía Social en el MERCOSUR”, “Para qué y por que la integración?, ó “Reedición y actualización del régimen legal de cooperativas del MERCOSUR”. Hasta la fecha no se ha mencionado ningún cambio en esta situación.
Otro ámbito donde la escasez de recursos plantea serios obstáculos a la operatividad misma de la RECM lo constituye el propio espacio físico de la institución. Desde la II sesión plenaria se trató la cuestión de obtener un espacio físico en el edificio MERCOSUR en Montevideo, posteriormente esta tratativa tuvo lugar en:

  • la VII sesión plenaria (a propósito de la continuación de las conversaciones),
  • la XI sesión plenaria (sobre avances en las negociaciones),
  • la XII sesión plenaria (fallo en la efectivizarían de la instalación de la oficina de la RECM),
  • la XIII sesión plenaria (alrededor del acuerdo para el usufructo de un espacio en la sede del MERCOSUR para la RECM),
  • la XV sesión plenaria (sobre la espera de la firma del acuerdo),
  • la XVI sesión plenaria (a propósito de las etapas finales de la negociación).

A partir de este punto los problemas nuevamente remiten a la falta de fondos, en la XIX sesión plenaria se hace referencia a la falta de recursos para afrontar el reacondicionamiento físico de las oficinas obtenidas, situación que se repite en la XX sesión plenaria, hasta que en la XXII sesión plenaria se informa sobre la instalación efectiva en el edificio MERCOSUR sito en Montevideo, en el año 2010.
El proceso de negociación llevó cuatro años (2002 a 2006) para una resolución favorable, dos años para la finalización oficial del trámite (2006-2008) y dos años más para la efectiva instalación, dada la necesidad de refacciones para las que no se contaba con recursos.
Hasta aquí se detalló una de las dificultades más importantes en la vida institucional de la RECM, la escasez de recursos financieros, proveniente del atraso o el fracaso en el cumplimiento de los compromisos económicos tanto de las instituciones nacionales representativas del sector como de su contraparte estatal, que en múltiples circunstancias pusieron en peligro la misma operatividad de la institución.
Lo antedicho conlleva una situación de vulnerabilidad institucional tanto para la RECM como para su ST, agravada por el hecho de que hasta antes del proyecto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID)4 , el aporte de los países miembros era la única fuente de ingreso del organismo, lo que a su vez restringe la autonomía de la RECM, de la ST y de sus producciones.
Al mismo tiempo, como pudo observarse, el efecto derrame de esta situación -la carencia de un sitio web actualizado, moderno, eficaz; la imposibilidad de publicar los informes, conclusiones de talleres y libros producidos; la carencia de un espacio físico acorde-, coarta también las posibilidades de concretar sus objetivos institucionales. En este aspecto particular se evidencian ciertas dificultades para la RECM especialmente en su capacidad de ampliar su espacio de incidencia institucional.
Entre los objetivos planteados para la institucionalidad de la RECM se destaca la armonización de aspectos legislativos, la complementación de actividades productivas y/o de servicios, el potenciamiento de los espacios comunes y recursos (del sector y del Estado), la armonización de políticas tributarias -con el fin de eliminar las asimetrías existentes-, y la libertad de circulación e instalación de cooperativas en la región, estableciendo una normativa clara y flexible a tales efectos  (I sesión plenaria).
Al mismo tiempo se planteaba el establecimiento de un vínculo de actuación con el GMC “que permita la retroalimentación del proceso de toma de decisiones”. En congruencia con estas directrices, en la III SP (2002), la RECM solicitó su incorporación al recientemente creado grupo ad-hoc sobre Integración Fronteriza, cuestión presente también en la V (2003) y IX (2005) SP, en las cuales se reiteró el interés de participar activamente en este grupo. Esta propuesta no contó con resolución.
En la VI SP  (2003), la RECM planteo su interés de participar también en el Sub Grupo de Trabajo de la Industria (SGT 7), foro de competitividad de cadenas de producción, y del Sub Grupo de Trabajo de la Agricultura (SGT 8). En la VII SP (2004) se gestionó una entrevista entre la RECM y el GMC que no logró llevarse a cabo por la cancelación por parte del GMC, argumentando falta de tiempo. En la VIII SP (2004) la RECM fue invitada a participar en el Foro de Competitividad Madera, aunque no pudo concretar su presencia dada la falta de recursos.
En la XI SP (2005) se realizó una solicitud formal al GMC para la recepción de una delegación de la RECM en pos de entregar los informes de Políticas Públicas y de Fronteras, petición que se reiteró en la XII SP (2006). Durante la XI sesión el GMC recibió de manos de la RECM  la “Declaración sobre Cooperativas, empleo y trabajo decente” al tiempo que sugirió su consideración por parte de las Coordinaciones Nacionales del Sub Grupo de Trabajo  de Relaciones Laborales, Empleo y Seguridad Social (SGT 10).
En la XV SP (2007) se resolvió presentar al GMC el proyecto de resolución que promovía el ingreso del Estatuto de Cooperativas en el Parlamento, e impulsar en el Parlamento la consideración y aprobación del Estatuto de Cooperativas del MERCOSUR.
En la XVI SP se informó que el Grupo de Alto Nivel del Empleo (Gan-Empleo) 5 había aprobado dos directrices que reconocían y promovían a las cooperativas y a las PYMES, confirmando así una línea de trabajo en estrategias de implementación. En esta misma oportunidad a propósito de la presentación del Estatuto de cooperativas al GMC, este sostuvo que esta cuestión permanecería en consulta interna, hasta  hallar la forma y procedimiento para su aprobación.
En la XVIII SP (2008) se reconocía la posibilidad de participar en el Grupo de Integración Productiva (GIP).
En la XX SP (2009) se dio cuenta de las gestiones en los Ministerios de Trabajo, para aprobar la iniciativa para internalizar la Recomendación 193 de Promoción de las Cooperativas de la OIT, al tiempo que se dejaba en evidencia la falta de progreso a propósito de la propuesta de la RECM de ingresar al GAP (Grupo de Asuntos Productivos). En esta misma sesión plenaria se dio cuenta de la aprobación del Estatuto de Cooperativas del MERCOSUR por parte del Parlamento, quedando entonces en la etapa de internalización en los parlamentos nacionales 6.
En la XXII SP (2010) se informó sobre la aprobación por parte del GMC de la propuesta de la RECM de formar parte del Grupo de Integración Productiva, mientras  aquel tomaba nota de los alcances y acuerdos de la RECM para la realización de la Conferencia Intergubernamental para la internalización de la propuesta 193 de la OIT: promoción de las cooperativas7 .
Lo expresado hasta aquí demuestra que indudablemente desde su creación, la RECM ha registrado avances significativos, desde la regularidad de sus reuniones, hasta sus relaciones extra-MERCOSUR que -si bien muy fructíferas y numerosas- no forman parte del objeto de estudio de estas páginas.
Pese a las falencias presupuestarias reseñadas, en lo concerniente a sus vinculaciones intra-MERCOSUR y su relacionamiento con otras instituciones dentro del bloque, la RECM ha sabido identificar áreas de acción conjunta, producir sinergias y buscar socios estratégicos en este sentido.
Se destaca  la  Directriz 02/08 del Grupo de Alto Nivel de Empleo, la incorporación formalizada por GMC al Grupo de Integración Productiva /GIP,  el trabajo de incidencia con los Ministerios de Trabajo y la Reunión de Ministros de Desarrollo Social en el proceso hacia la Conferencia Intergubernamental para la internalización de la recomendación 193 de la OIT,  el trabajo colaborativo con la Comisión Parlamentaria Conjunta, materializado en seminarios conjuntos y en la formación de la Comisión Especial del Estatuto de Cooperativas del MERCOSUR, y el relacionamiento con la Comisión de Representantes Permanentes del MERCOSUR (CRPM) en lo concerniente a la integración fronteriza.
El caso de la RECM representa una situación constante dentro del bloque regional que refleja una inmensa proliferación de “espacios de participación”  (Reuniones de Ministros, Reuniones Especializadas, Subgrupos, Comités, Grupos ad hoc, Foros, etcétera)  sin capacidad de decisión, sin recursos propios y sin autonomía con respecto a sus países de origen, que deben aprobar todas sus iniciativas y acciones a través de sólo dos organismos decisorios, el CMC y el GMC.
Pese a que la RECM ha sabido construir vínculos horizontales y también verticales -aunque con órganos sin capacidad decisoria-, una mirada sobre su interacción con el GMC deja ver un comportamiento sumamente errático, y en última instancia, una mirada sobre su capacidad efectiva de incidencia devuelve una imagen que  -a excepción del caso del Estatuto de Cooperativas del MERCOSUR- es bastante débil.
En este sentido, es oportuno recordar lo que Caetano, Vázquez y Ventura (2009) definen como “el predominio del Grupo (GMC) sobre el Consejo (CMC) y la Comisión de Comercio”, que implica una  concentración temporal del proceso decisorio al final del semestre. La casi totalidad de lo que se produce en los ámbitos negociadores a lo largo del semestre (a menudo, como consecuencia de años de negociación en los foros específicos) desemboca como una avalancha de papel sobre los escasos días de la última reunión del Grupo y las previas del Consejo. Esto explica en gran parte el alto grado de rechazo a las propuestas innovadoras, el grado de incongruencia sistémica del proceso decisorio, así como el escaso pragmatismo y la precariedad técnica de las decisiones.
En la RECM esto se observa efectivamente en el tiempo y recursos empleados en la producción, ya sea de informes o propuestas destinadas al GMC, que en oportunidades no se concretizan en reuniones o aprobaciones, dada la falta de tiempo o el incumplimiento por parte de la RECM de requisitos de presentación por ella ignorados.
Esta concentración tiene su correlato a nivel nacional, donde la RECM y su ST carecen de autonomía con respecto a sus delegaciones nacionales, quedando a merced de los cambios políticos domésticos y de los vaivenes económicos que afectan su funcionamiento y concreción de metas. Este se vio reflejado en las últimas sesiones plenarias, cuando Betancourt expresaba que “los cambios abruptos de Referentes Nacionales en el último periodo, han debilitado el trabajo en equipo, en la toma de decisiones y la coordinación de esfuerzos institucionales a los efectos de facilitar la ejecución, en tiempo y forma, de los acuerdos pre-existentes”
Frente a esta realidad, señala que “la mejor garantía para seguir transitando el camino de equilibrado cuidado por la lógica comunitaria es el de la mayor autonomía de la ST, coordinando con un equipo de Referentes Nacionales que puedan actuar y decidir a nombre de sus Secciones Nacionales y respondiendo ante la Sesión Plenaria por lo actuado. El presupuesto de ingresos debe aumentarse sustancialmente, así como establecer nuevos acuerdos de criterios para los mismos, con el cometido de mejorar la profesionalización de la secretaría administrativa, tener mayor autonomía para la coordinación con las secciones nacionales y en la ejecución de tareas encomendadas”.
Por lo tanto, la respuesta de este modelo de integración a la cuestión de la participación civil parecería reducirse a la creación de estos espacios, de su aceptación y a la posterior falta de apoyo -institucional, técnico, económico y financiero- a su gestión y a la carencia de cierto grado de capacidad decisoria.
En tanto representante del sector cooperativo a nivel regional, la RECM ha recorrido un camino en muchos aspectos ejemplar. Si se considera el núcleo de su eje estratégico, la integración productiva y las cadenas de valor, las políticas públicas favorables al sector, el trabajo intrafronterizo, y la armonización legislativa, es posible vislumbrar líneas de acción en todas ellas, destacándose por supuesto la aprobación del Estatuto de Cooperativas del MERCOSUR.
En el área de las políticas públicas, la RECM consiguió introducir la temática del Cooperativismo en la agenda del MERCOSUR, y avanzó en “el reconocimiento de los Movimientos Cooperativos como un actor relevante en la construcción regional, tanto a nivel del Foro Consultivo Económico y Social como de los demás diversos ámbitos especializados” (Secretaria Técnica RECM, 2010)8 .
Se destaca en este sentido su articulación y trabajo conjunto con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
El Memorando de Entendimiento firmado en el año 2008 entre el Mercosur y la AECID estableció que “las líneas de trabajo llevadas a cabo por el programa se realizarían en material de formación de capacidades y fortalecimiento institucional, genero, medioambiente, integración productiva, desarrollo local, rural y fronterizo, y salud” (www.mercosur.coop).
En este contexto, la RECM es parte del proyecto: “Promoción de los movimientos cooperativos del Cono Sur como instrumentos de inclusión social, generación de trabajo digno y como actores de desarrollo y profundización del MERCOSUR”, que tiene como objetivo “el diseño e instrumentación de políticas de incidencia ante los organismos del Mercosur, los gobiernos y Estados Nacionales, así como la generación de condiciones adecuadas para la promoción y fortalecimiento del cooperativismo como instrumento de inclusión social, laboral y de desarrollo regional. (www.mercosur.coop).
Uno de los componentes más promisorios de este proyecto –desde estas páginas- lo constituye la creación de un Observatorio sobre el desarrollo, el Cooperativismo y la Economía Social y Solidaria en el MERCOSUR (OMERCOOPESS), cuyos antecedentes más directos son el Observatorio Valenciano de la Economía Social y el Observatorio Español de la Economía Social.
Se prevé que esta iniciativa permita sistematizar la información nacional para armonizarla a nivel regional, facilitando a su vez la identificación “de puntos focales hacia dónde dirigir las políticas activas de promoción desde el enfoque de la integración regional con énfasis en la interoperación” (www.mercosur.coop).
En cuanto a la esfera de la integración productiva y las cadenas de valor se destacan iniciativas de trabajo conjunto con el  Grupo de Alto Nivel de Empleo, el Grupo de Integración Productiva /GIP y los Ministros de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de los países miembros.
Sin embargo, es necesario reiterar que más allá del Estatuto de Cooperativas, que aun se encuentra en proceso de incorporación en los parlamentos nacionales, sólo se perciben pasos decididos aunque lentos y no necesariamente avances significativos hacia políticas concretas en las otras áreas.
En el ámbito institucional, por su parte, la RECM está registrando cambios que -en ciertos aspectos- hablan de su madurez institucional. Este es el caso de la extensión y proyección de los planes de trabajo sobre los cuales se estructura el accionar de la RECM.  Hasta el año 2003 estos planes fueron semestrales, pero en la revisión realizada en la VI SP se decide que su alcance sea anual y finalmente en el año 2008, bajo Presidencia Pro-Tempore (PPT) de Argentina se aprobó la planificación de trabajo para el bienio 2008/2010.
Es indudable que esta ampliación -junto con la constante revisión de los planes de trabajo por parte de la ST- permite una visión mas estratégica, centrada en el mediano plazo, cuestión indispensable para el crecimiento de una institución y el avance de sus objetivos (Secretaria Técnica RECM, 2010).
En cuanto al funcionamiento de la RECM, se ha llevado a cabo una iniciativa muy promisoria materializada en la creación de un Manual de Procedimientos, cuyo objeto es “crear un instrumento administrativo básico que promueva la eficiencia y la optimización de las actividades que deben ejecutarse en la oficina de la RECM. Pretende guiar la tarea que se cumple en el plano administrativo para respaldar la obtención de los objetivos generales de la Institución”.
Este camino hacia una mayor profesionalización incluye también un mayor control y fiscalización de la ejecución presupuestaria, cuestión introducida por la ST en la XV SP (Acta 2/07) en la que se planteó dicha necesidad ante el crecimiento de las actividades y recursos. Se dispuso que esta nueva instancia de control se sumara al que realiza la auditoría externa de CUDECOOP. En dicha Sesión se resolvió que el seguimiento y fiscalización seria ejercido por un representante de la Presidencia Pro Témpore (PPT) en ejercicio y un representante del país que ejercerá la PPT en el período posterior. Desde el 2009 se acordó un sistema de fiscalización ad-hoc donde también firma el PPT entrante y el representante de la organización privada de su país.
En esta misma línea se ubica la más reciente reestructuración de la ST. Esta pareciera haberse visto acelerada por la renuncia del ST Daniel Betancourt, en la sesión de octubre del 2009, haciendo mención a una nueva etapa de la RECM, “donde se avizora una tipología de construcción institucional cualitativamente más compleja y con enormes desafíos para una sana y fructífera ejecución del Programa de Proyectos que han sido aprobados por los órganos del MERCOSUR y la Agencia de Cooperación Española para el desarrollo hasta fines del año 2011”.
A partir de este momento, se introdujo un plazo de dos años para este cargo, con opción a renovación. Esta medida, si bien intenta pautar el funcionamiento de esta posición, podría implicar profundos cambios, no necesariamente positivos. Es necesario recordar que la posición del ST ha sido -en la figura de Betancourt- una de las instancias con mayor grado de continuidad dentro de la institución, brindando así una estable plataforma para las Presidencias Pro Tempore, de sólo un semestre de duración.
Este nuevo funcionamiento posibilitaría sólo una oportunidad por término de trabajo conjunto entre la ST y la PPT, con importantes consecuencias para el desarrollo de una estrategia  regional continua, coherente y cohesiva.
En conclusión, a nivel institucional y regional, la RECM ha mostrado avances significativos aunque una visión más detallada deja ver “huecos” en ese avance.
Retomado la pregunta que cerró la sección anterior, a propósito de las oportunidades reales que los cambios a nivel regional y mundial -y su impacto sobre el MERCOSUR- abrieron para una mayor participación de la sociedad civil en el proyecto de integración, es necesario sin lugar a dudas, tomar en consideración los logros ya reseñados, alcanzados por la RECM, como sus dificultades y desafíos.
No obstante, queda camino por recorrer en cuestiones derivadas del funcionamiento propio del MERCOSUR, vinculado a las disfuncionalidades que, de forma acumulativa, generan obstáculos para el avance y profundización del proceso de integración regional -lo que Caetano define como “eje transversal”-, y que afectan directamente a las instituciones como la RECM.
Como consecuencia de la naturaleza regional de su enfoque al representar al sector cooperativo a nivel MERCOSUR, la RECM se ha mostrado sensible a la articulación con otros actores que -pese a pertenecer a otras agencias- pudieran contar con los mismos objetos que la RECM. Así se explica su interés por participar activamente en el grupo de Integración Fronteriza, de Asuntos Productivos, Ganempleo y el propio FOCEM. Sin embargo, este impulso parece estar relativizado por la debilidad de un proyecto colectivo en las instituciones decisorias.
Es indudable que la institución ha crecido y consolidado su agenda, pero si se tiene también en cuenta sus dificultades y la forma en que se alcanzaron los objetivos planteados, se observa un modus operandi no sustentable y no reproducible a otras instancias sociales al apoyarse primordialmente en esfuerzos y compromisos individuales.  Es imperativo -en términos de Caetano (2006)- el trabajo hacia una mayor densidad institucional, dirección que la RECM está comenzando a transitar, con medidas tendientes a lograr una mayor profesionalización y transparencia en su gestión.


1 La integración en áreas de frontera ha sido una preocupación de la RECM. Estas áreas, en general desfavorecidas por el proceso de la integración, presentan una activa participación de la sociedad civil y una importante presencia de cooperativas en sectores diversos, las cuales  tienen un rol fundamental en la creación del capital social y humano, en la creación de empleo sustentable, y en el mantenimiento de las economías locales. Debido a ello, la RECM se ha preocupado en potenciar el desarrollo cooperativo en estas áreas fronterizas, organizando desde el año 2004 los “Encuentros de Frontera” con la participación de los propios cooperativistas, y proponiendo políticas específicas que permitan superar las trabas legales y burocráticas para comercializar y brindar servicios entre cooperativas o entre éstas y agentes privados del otro lado de la frontera. Asimismo, la RECM alienta la presentación de proyectos  en zona de frontera –como la creación de corredores productivos-, que sean idóneos para ser considerados en el instrumento creado por el MERCOSUR para la superación de las asimetrías, como es el FOCEM, u otras fuentes de financiamiento multilaterales.

2 En tanto institución encargada de la fiscalización y control de las cooperativas en la República Bolivariana de Venezuela, SUNACOOP comenzó su participación en la RECM en el año 2006.

3 Entre ellas: a) Donación de honorarios percibidos por integrantes de la ST en el cumplimiento de funciones; b) Fundación Avine: Apoyo encuentros de Frontera y preparatorios del proyecto EMFESS; c) ACI Américas Programa Incidencia: Apoyo al fortalecimiento institucional y la temática de Políticas Públicas; d) CEPES: fondos para publicaciones; e) BID INTAL: Fondos para el desarrollo de Seminario en CHILE con DECOOP.

4 El Memorando de Entendimiento entre el MERCOSUR y la AECID fue firmado en 2008. Estableció que los objetivos específicos del Programa de Cooperación MERCOSUR-AECID serían  fortalecer la institucionalidad del MERCOSUR, impulsar acciones de desarrollo, contribuir a la generación de mayores niveles de cohesión social y apoyar en la reducción de las asimetrías entre los Estados Partes del MERCOSUR, contando con la participación de la sociedad civil. El proyecto dispone de una financiación total de 500.000 €. http://www.mercosur.coop

5 En el año 2005, en el marco de la Cumbre de Presidentes realizada en Ouro Preto, el CMC aprobó su creación para la formulación de una Estrategia MERCOSUR de Crecimiento del Empleo. Este grupo interministerial  con la participación de las organizaciones económicas y sociales que integran el FCES y la CSL, tiene como objetivo la elaboración de la Estrategia y  de las bases conceptuales, metodológicas y operativas para la implementación de esa Estrategia. 

6 El Estatuto responde al objetivo de posibilitar la existencia de cooperativas “transfronterizas”  que cuenten con asociados en más de uno de los países que forman el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), de manera de realizar de forma práctica y efectiva tanto la integración económica regional como la integración cooperativa. El proceso de elaboración del Estatuto de Cooperativas del MERCOSUR, llevado a cabo por la Comisión Jurídica de la Reunión Especializada de Cooperativas del MERCOSUR (RECM), ocupó varios años y contó con el apoyo y colaboración de la ACI Américas. El 28 de abril de 2009 el Parlamento del MERCOSUR reunido en la ciudad de Asunción lo consideró y aprobó por unanimidad. Una vez que todos los Estados parte ratifiquen el Estatuto y lo incorporen a sus leyes nacionales, contarán con la misma legislación sobre “cooperativas del MERCOSUR”. Uruguay fue el primer país en adoptar el Estatuto de Cooperativas del MERCOSUR. La Ley Nº 18723 fue publicada el día 12 de enero de 2011 y representa un gran avance en materia de legislación cooperativa en el país, además de ser el primer paso para la entrada en vigor del Estatuto.

7 La conferencia intergubernamental, que finalmente se realizó el 6 y 7 de diciembre de 2011, buscaba promover una instancia de discusión sobre las directrices que se enuncian en la Recomendación 193 de la OIT, para realizar un intercambio entre los actores gubernamentales, privados, nacionales y del MERCOSUR.

8 Se puede apreciar el reconocimiento de la relevancia de las cooperativas en las Declaraciones de las Cumbres Presidenciales del MERCOSUR en 2003 y 2006.