EL DESARROLLO LOCAL COMPLEMENTARIO

Mario Blacutt Mendoza

La Colonia

El español venido a esta parte de América, por lo general fue un buscador de fortu-na, amoldado a un sistema feudal sobre la base del trabajo de servidumbre. A diferencia del español, el colonizador inglés vino en busca de nuevo hogar, bajo un régimen salarial.  Eso marca la gran diferencia entre los territorios que ahora constituyen los EEUU y lo que conocemos como Latinoamérica.

Las principales contradicciones se expresaban entre los españoles y los criollos, por una parte y, por la otra, entre encomenderos con minas y encomenderos sin minas y entre los monopolistas y los que deseaban libre comercio. Sin embargo, postulo que la principal contradicción se daba entre el indio y el blanco, contradicción que subsiste hasta nuestros días.

Teóricamente, desde las bulas de Alejandro VI las colonias pertenecían al rey de España o al de Portugal en un sistema típicamente feudal. El fracaso de la Colonia devino porque los hacendados no pudieron cambiar hacia un régimen a capitalista, que en esas épocas era muy progresista.

Régimen político y social de la Colonia
El Consejo de Indias se establece en 1511 con jurisdicción económica, jurídica, religiosa; también tenía la autoridad de suspender órdenes del rey y de bulas papales. Los principales Virreynatos fueron los de Neva España (México) Perú (Alto y Bajo Perú) Nueva Granada (Colombia) y Buenos Aires; este último  formado en 1776 con lo que ahora es Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.

El virrey tenía la representación del rey, luego se crearon Capitanías Generales en Chile, Caracas, Guatemala y la Habana. Las Audiencias eran órganos de justicia y administrativos; la más importante fue la de Quito, que tenía autonomía y el Presidente era, prácticamente, otro virrey. Entre las autoridades inferiores, se tenían a los corregidores, sin sueldo pero con el derecho de vender mercaderías a los indios; sus privilegios duraron 7 años y, luego, 5. Los virreyes estaban bajo las directivas del Consejo de Indias; los derechos civiles que ahora conocemos se consideraban mercedes dados por el rey o alguna autori-dad. La esclavitud fue muy dura en Brasil y más suave en Centro América; así había dos sistemas de trabajo: el servil y el esclavista.

Régimen Administrativo y Financiero
El Consejo de Indias, en representación del rey, sancionaba los impuestos y nombraba a las autoridades. Había la Real Hacienda y posteriormente, tribunales de cuentas en Lima y México. Los virreyes fiscalizaban las cuentas pero a veces venían los Intendentes de la Real Hacienda. El Consejo de Indias enviaba visitadores para establecer o modificar los impuestos. Los ingresos se dividían en gastos de la Colonia y envíos al rey y el déficit de un virreynato se cubría con los ingresos de los otros virreinatos. Aún en 1770, las rentas de Buenos Aires procedían en un 85% de Potosí. Los diez-mos y primicias eran del clero,  por  las cláusulas del  Concordato, para sufragar los gastos del culto. Además tenían latifundios, obrajes, manufacturas, misas, haciendo de sus riquezas casi iguales a las de la corona

Clasificación de los Impuestos
El principal impuesto era el directo de capitación, conocido por “Tributo” y se aplicaba sólo a los in-dios por derecho de conquista. Tales impuestos eran cobrados en moneda o en especie. Otro impuesto importante era el que se aplicaba al comer-cio; se llamaba alcabala almojarifazgo. Existían también estancos o monopolios fiscales para los naipes, el tabaco, la yerba del Paraguay, la sal y el azogue. La venta de Cargos permitía grandes recaudaciones. Se licitaban los puestos para  alcalde, corregidores y otros similares, cargos que no eran rentados y cuyos sueldos debían ser pagados por el pueblo, especialmente, el indio. Las encomiendas eran tierras con indios dadas a la gente que había prestado servicios a la corona; paralelamente, había el régimen de servicios personales gratuitos.

Régimen Comercial
Se importaba lo que no podían producir por mantener un sistema feudal que les impedía privilegiar la producción industrial; se exportaban oro y plata. La corona tenía el monopolio del comercio que encomendaba a privados como sucedió con  la Casa de Contratación en Sevilla, luego, la de Cádiz 1720. Ambas tenían como tarea principal cuidar el monopolio del comercio, también funcionaron como aduana, cámara y tribunal de comercio, almacén y otros. Por su lado, los piratas franceses, holandeses, ingleses estaban bien mientras España tuviera oro.

El comercio monopolizado disgustaba a otras naciones que tenían manufacturas más adelantadas; para poder ponerlas en el mercado de los virreyes aparecieron los contrabandistas. En la práctica, gran parte de mercadería que salía de Sevilla a las Indias era de otros países que pasaba por española por los acuerdos clandestinos firmados entre las partes interesadas. Los fabricantes ingleses, holandeses, flamen-cos, franceses genoveses… vendían a los españoles o se asociaban con éstos. La incapacidad industrial de España le obligaba a tener un monopolio comercial pero no industrial.
Además de los impuestos, estaban los intermediarios y la defectuosa organización del comercio y la navegación. Los bienes de Sevilla-Portobelo-Panamá-Lima-Potosí aparecían en cantidades menores a las necesarias con el objeto de cobrar mayores precios. El almojarifazgo era un derecho de tránsito de mercancías que se rebajó del 10% al 7.5% y 5%; pero las mercaderías extranjeras debían pagar el doble. Otra fuente de ingresos fu la media anatá, esto es, la mitad del primer sueldo del funcio-nario nombrado por la corona. También estaba la alcabala: impuesto sobre ventas de cualquier mercadería; no importaba su origen y era pagada principalmente los indios. Este impuesto era del 2%; se lo quiso elevar al 6% en 1780, lo que dio lugar a sublevaciones y ocasionó el cerco a La Paz 1781. Los impuestos se cobraban sobre el valor de las mercancías puestas en el lugar de consumo, después de que ese valor se había incrementado con las ganancias de los comerciantes. También se arrenda-ba el derecho a cobrar impuestos a los “arrentistas” lo que equivalía a lo que hoy conocemos como una agencia de cobranzas. En los casos de arrendamientos a una propiedad, el cobro se realizaba comoo si la cosecha ya hubiera sido vendida. El monopolio de la Casa de Contratación fue combatido incluso en España, porque perjudicaba a los comerciantes. Se adoptó la pena de muerte al que, residiendo en las Indias, comerciara con otras naciones. Sin embargo los mismos comerciantes españoles eran los primeros en comerciar ilegalmente. Se reconoció a Inglaterra el envío de “barcos de registro” al Río de la Plata, barcos que internaban esclavos. El contrabando en Buenos Aires surgió por la necesidad de exportar carne y cueros; no tenían ni indios ni minas

El Contrabando
Barcos extranjeros que “sufrían averías” anclaban en puertos y vendían su mercade-ría sobornando a las autoridades. También se “salvaban naufragios”, en los que las boletas de Sevilla no habían sido rescatadas y se vendía las mercancías como españolas. El contrabando inglés, holandés y francés mina las bases del monopolio; mientras que el pirata se vuelve corsario y corsario es contrabandista. Francia ocupó Florida y de allí se dedicó al contrabando. Debido a las ideas mercantilistas reinan-tes en España, el monopolio era comercial, no industrial y las tarifas altas no prote-gían industrias sino el Comercio. Los comerciantes españoles desdeñaban bajo retorno industrial: preferían ganar el 300% en el comercio; esa codicia hizo de España la más atrasada de las potencias. Se prohibió la producción industrial en las colonias y el mismo comercio entre ellas; por ejemplo, el comercio entre entre el virreynato de Nueva España y Perú estaba prohibido

El tráfico entre Buenos Aires y Perú también estaba limitado, pero Bs Airs se proveía de Lima y Potosí; esto hacía que Potosí adquiriera más bienes de España, los que, a su vez, eran productos de naciones extranjeras que pasaban por españolas. El comercio a través de Portobelo daba a Lima gran importancia; esto no caía bien a Buenos Aires, lo que hizo que se estableciera allí el principal foco de contrabando y los reiterados reclamos de libertad de comercio. España no quería que Sud América produjera bienes ni, por supuesto, les compraba nada,sólo querían metales; pero Inglaterra sí compraba para su industria. Finalmente, se permitió exportar plata de Potosí a Buenos Aires en 1776.

El alto Perú, con el Virreynanto de La Plata, cambia de monopolio. Todo lo que ahora es la república del Perú se convierte en sede de la oligarquía hispano-criolla mientras que el contrabando desde Buenos Aires baja precios de los productos ingleses. Pero, en 1695 Buenos Aires dijo que Potosí estaba en decadencia y que por eso decrecía la importancia eco-nómica del Perú. Es de recordar que los in dios no compraban tejidos españoles; en realidad, no tenían ingresos suficientes para comprar nada. Este es otro rasgo que ha quedado hasta nuestros días como uno de los principales obstáculos al desarrollo de los países con altas proporciones de habitantes indígenas. Entonces de vio que la producción local del Río de la Plata había sustituido a la  española; así también, México enviaba al Perú mercancía más barata que las españolas. Los EE.UU también quiere comerciar con las colonias; ya se hace muy difícil vender productos traídos de España; la óptica mercantilista había fracasado otra vez: el comercio no fue fuente de desarrollo; pero no se quería reco-nocer que la dínamo principal del desarrollo era la industria, algo que no existía en España. La invasión inglesa a Buenos Aires barrió con el comercio controlado y abrió intereses comunes mercantiles entre Río de la Plata e Inglaterra. Este hecho fue uno de los más poderosos acicates de la Guerra de la Independencia.

Las Ferias
En Portobelo los barcos se concentraban dando lugar a ferias muy importantes en la época. La feria de Jujuy era famosa por la exposición de animales: caballos, mulas… Sucedía que el transporte se realizaba a lomo de mula y que España era el mayor productor mular. Pero, a partir de siglo XVII el Río de la Plata produce más y desbanca al comercio español en el ramo. La Feria de Huari fue, después de Potosí, el evento económico más grande en circulación de mercancías y dinero y tuvo mucho que ver en el desarrollo de Sudamérica. Se intercambiaban productos peruanos y españoles, procedentes de Lima, con los del Río de la Plata y los valles, con gran beneficio para la artesanía.También el comercio de negros tenía un impuesto de 2 pesos por la internación de cada uno; venían desde Guinea o Cabo Verde. Este tráfico de esclavos fue estatuido por La Gasca, el mismo hombre que habló de cómo “los concordes en concordia en paz y amor se juntaro…”. Los juegos de naipes estaban prohibidos para los indios

Conclusión
El problema de la libertad y de comercio tuvo gran importancia en las ideas de Inde-pendencia, pero  la apertura del puerto de Buenos Aires perjudicaba a productores agrarios y al artesanado del Alto Perú.  Se dejaba de adquirir productos del interior para comprar el británico, asunto que tuvo que ver con las sublevaciones indígenas

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