MANUAL PARA LA PROMOCIÓN DE LAS PYMES MEXICANAS: ELEMENTOS ADMINISTRATIVOS Y JURÍDICOS A CONSIDERAR EN LA PLANEACIÓN INTEGRAL DE UTILIDADES

Rafael Espinosa Mosqueda
asesorneg@yahoo.com.mx

1.1.5. Su influencia en el plan nacional de desarrollo de la nación

Para iniciar este tema se comenzará por definir el Plan Nacional de Desarrollo (PND) y sus objetivos enfocados a las PYMES.

La Presidencia de la República (2007a) sustenta al PND como un instrumento que se elabora durante los primeros seis meses de cada sexenio, siguiendo el mandato establecido en el artículo 26 de la Constitución y la reglamentación de la Ley de Planeación y es el documento en el que se fijan los objetivos, estrategias y prioridades para el desarrollo integral y sustentable del país.

Es preciso destacar antes de comenzar este tema que se han conseguido progresos en materia de las PYMES, pero es necesario que se planeen apoyos para seguir avanzando, estos deben de ser urgentes ya que ellas son importantes  para la economía  de México.

Castellanos (2006) columnista del Economista, en su artículo llamado “El de Fox, un sexenio para las PYMES”, señala que durante el sexenio del Ex presidente Vicente Fox Quesada, existió la  responsabilidad de atender a las PYMES, de destinar dinero que aunque fue poco o insuficiente, existió para permitir ir probando estrategias en capacitación y en cadenas productivas.

A partir del PND 2006 y la creación de diversos programas como son el Fondo de Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (FAMPYME) y el Fondo de Fomento a la Integración de Cadenas productivas (FIDECAP), han impulsado a las PYMES en su economía.

Sigue describiendo Castellanos (2006) que sin embargo, los especialistas consideran que esto es sólo el comienzo, y que los planes de trabajo, financiamiento y asesoría, entre otros, que hoy operan, deben ser analizados y en su caso modificados para lograr la madurez que necesitan para atender adecuadamente a las PYMES, quienes son las que generan alrededor de 70% de los empleos en el país y 50% del PIB.

La SE (s.f.a) afirma que las MIPYMES son un elemento fundamental para el desarrollo económico de los países, tanto por su contribución al empleo, como por su aportación al PIB. En el caso de México, las MIPYMES generan el 52% del PIB y contribuyen con el 72% de los empleos formales.

Se estima que en 2006 existían en México 4’007,100 empresas, de las cuales el 99.8% son MIPYMES.

Para garantizar que la política tenga los resultados esperados, es necesario reconocer que cada segmento empresarial, tiene necesidades particulares y requieren de apoyos específicos y focalizados a su naturaleza para lograr su desarrollo y consolidación.

Por lo anterior, la estrategia de atención a las MIPYMES centra su propuesta en la creación de una política de desarrollo empresarial basada en cinco segmentos empresariales: emprendedores, microempresas, pequeñas y medianas empresas, empresa gacela y empresas tractoras; los cuales reciben atención del Gobierno Federal a través de cinco productos: financiamiento, comercialización, capacitación y consultoría, gestión e innovación y desarrollo tecnológico.

Dentro de los cinco productos antes mencionados el primero es el de financiamiento y dentro de las diferentes fuentes se encuentran el FAMPYME y el  FIDECAP.

El FAMPYME dice la  SE, (2008a), que su objetivo es impulsar a las MIPYMES a integrarse a las cadenas productivas y consolidar su posición en los mercados local, regional, nacional e internacional. Este fondo apoya a productores y personas físicas con actividad empresarial que presenten proyectos para desarrollar su competitividad y mejorar sus habilidades empresariales.
Los recursos aportados por el FAMPYME permiten apoyar a las empresas en los conceptos de capacitación, consultoría, estudios y metodologías especializadas, así como innovación y desarrollo tecnológico. Los montos de apoyo, así como la cantidad máxima que puede otorgarse, varían entre las MIPYMES. A las empresas más pequeñas se les da un apoyo mayor.

Con relación al programa FIDECAP la SE (2008b), lo describe como un instrumento que brinda apoyo financiero para fortalecer la capacidad productiva de las empresas en todo el país, aprovechando sus ventajas competitivas. De esa manera se pueden consolidar regiones que por su propia vocación productiva lleguen a ser competitivas a nivel internacional, y sectores que permitan reconstruir e integrar nuevas cadenas productivas entre las empresas.

El FIDECAP impulsa el desarrollo empresarial de manera coordinada con los gobiernos estatales y municipales, empresarios y diversas instituciones públicas y privadas, mediante los siguientes tipos de apoyo; proyectos productivos, infraestructura industrial, centros de vinculación empresarial y promoción empresarial.

Otra fuente de financiamiento desarrollada por el estado es el Fondo de Apoyo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fondo PYME), que es administrado también por la SE (2008c) y lo define como:

 Un fondo de apoyo para la MIPYME, que tiene como objetivo general, promover el desarrollo económico nacional, a través del otorgamiento de apoyos de carácter temporal a proyectos que fomenten la creación, desarrollo, consolidación, viabilidad, productividad, competitividad y sustentabilidad de las MIPYMES, y las iniciativas de los emprendedores, así como aquellos que promuevan la inversión productiva que permita generar más y mejores empleos, más y mejores MIPYMES y más y mejores emprendedores.
Para ser más específicos en los objetivos que tiene el Fondo PYME. La SE (2004, p.6), establece un acuerdo por el que se establecen las Reglas de Operación que más adelante serán explicadas, para el apoyo al Fondo, en el cual señala los siguientes objetivos:

I. Contribuir a la conservación y generación de empleos formales.
II. Promover el desarrollo económico regional y sectorial.
III. Fomentar la creación de micro, pequeñas y medianas empresas competitivas y estimular el fortalecimiento de las empresas existentes.
IV. Fomentar la cultura emprendedora.
V. Promover oportunidades de desarrollo productivo.
VI. Fomentar la innovación, el desarrollo y la modernización tecnológica de las micro, pequeñas y medianas empresas.
VII. Estimular la formación de consultores y capacitadores especialistas en atención a las micro, pequeñas y medianas empresas.
VIII. Impulsar la estandarización de calidad de servicios de capacitación y consultoría a las micro, pequeñas y medianas empresas, a través de procesos de certificación.
IX. Fomentar en las micro, pequeñas y medianas empresas, el uso de las tecnologías de información y comunicaciones, a través de plataformas de capacitación y consultoría.
X. Fomentar la integración y fortalecimiento de cadenas productivas estratégicas.
XI. Contribuir al desarrollo de infraestructura industrial, comercial y de servicios.
XII. Impulsar la inversión productiva.
XIII. Fortalecer la presencia de las micro, pequeñas y medianas empresas en los mercados nacional e internacional.
XIV. Estimular la inversión de recursos financieros para la creación e inicio de operaciones de las micro, pequeñas y medianas empresas.
XV. Fomentar la integración y/o asociación empresarial.
XVI. Fomentar el acceso al financiamiento en general y al crédito en particular, de las micro, pequeñas y medianas empresas.
XVII. Multiplicar y fortalecer los canales y productos financieros dedicados a las micro, pequeñas y medianas empresas.
XVIII. Desarrollar el Sistema Nacional de Financiamiento para las micro, pequeñas y medianas empresas.
XIX. Fortalecer la capacidad de gestión del empresario de las micro, pequeñas y medianas empresas ante el sistema financiero, mediante el impulso a la cultura financiera y el extensionismo.
XX. Procurar el acceso de las micro, pequeñas y medianas empresas a las coberturas de riesgos cambiarios y de tasas de interés que operan en el mercado de derivados financieros.
XXI. Promover y difundir los programas, instrumentos, productos, herramientas y acciones para elevar la competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas.
XXII. Apoyar el encadenamiento competitivo, eficiente y rentable entre grandes empresas y las micro, pequeñas y medianas empresas.

Este Fondo cuenta con unas reglas llamadas reglas de operación, señala la SE (2007)son el acuerdo que se establece para el otorgamiento de apoyos del Fondo PYME, aquí se encuentran los lineamientos, principios y criterios para la operación del Fondo, las siete categorías de apoyo, (Formación de Emprendedores y Creación de Empresas, Innovación y Tecnología, Gestión Empresarial, Fortalecimiento Empresarial, Proyectos Productivos, Acceso al Financiamiento, Realización de Eventos PYMES)  y los montos para cada categoría, subcategoría y concepto de apoyo.

También cuenta con un manual de procedimientos, la SE (2008d) menciona en éste, las precisiones operativas, técnicas y procedimientos para el desarrollo del fondo, describe cada una de las etapas del proceso de otorgamiento de los apoyos del mismo.

Además de estar dirigido a las MIPYMES, también ayuda a los emprendedores, talleres familiares inscritos en el registro de los talleres familiares de la SE.

Cabe mencionar que la SE  a través del fondo PYME no otorga apoyos directamente a empresas, ya que el objetivo del fondo es apoyar al mayor número de MIPYMES mexicanas mediante proyectos con gran impacto estatal, regional y sectorial, el apoyo es dirigido a un número determinado de empresas mediante un organismo intermedio y con el apoyo del sector privado, académico, el gobierno estatal u otros participantes que aportan recursos al proyecto (SE, s.f.b).

La misma SE (s.f.c) aclara quiénes pueden ser un organismo intermedio en un proyecto y dice que los gobiernos de los estados a través de las dependencias cuyo ámbito de competencia se relacione con los objetivos generales y específicos del fondo PYME, los ayuntamientos, las delegaciones políticas del Distrito Federal, los organismos públicos descentralizados estatales, los fideicomisos de carácter público; las personas morales sin fines de lucro, consideradas organizaciones de la sociedad civil, los fideicomisos de carácter privado o mixto, confederaciones y cámaras, organismos y asociaciones empresariales, instituciones académicas, tecnológicas y de investigación y centros de investigación, asociaciones de intermediarios financieros, laboratorios, fondos de financiamiento y entidades de fomento; cuyos fines u objeto sean compatibles con al menos uno de los objetivos del fondo PYME, así como aquellos que reconozca el consejo directivo al momento de dictaminar los proyectos que se someten a su consideración.

Se debe de recalcar que los proyectos deben de fomentar la creación, desarrollo, consolidación, viabilidad, productividad, competitividad y sustentabilidad de las MIPYMES y las iniciativas de los emprendedores, así como aquellos que promuevan la inversión productiva que permita generar empleos tal y como lo sustenta el artículo 1 de las reglas de operación del fondo PYME (SE, 2004, p.5).

Nacional Financiera [NAFIN], (s.f. a), es una banca de desarrollo y dentro de sus programas de emprendedores da a conocer el programa de “Inversionistas Ángeles”, conformado por  un grupo de personas que invierten por cuenta propia en posiciones accionarias, en compañías en su fase de inicio o aquellas que están en crecimiento.

El objetivo del programa es identificar proyectos de emprendedores, evaluar su viabilidad y buscar los apoyos financieros necesarios para garantizar su implementación, mediante la formación de “Inversionistas Ángeles” y la aplicación de diversos apoyos financieros complementarios (fondos de participación que aportan recursos en calidad de asociación en participación), contribuyendo de esta manera a fomentar el espíritu emprendedor y la generación de empleos en el país.
 
Los proyectos de los emprendedores deben ser innovadores; entendiéndose por innovador cuando cubre una necesidad no satisfecha por el mercado, puede ser mediante el producto, servicio, canal de distribución y/o un modelo de negocios diferente.

NAFIN (2004a) ejemplifica con el caso  de Endeavor, que es una organización no gubernamental que se dedica a evaluar proyectos productivos. Analizan aproximadamente 300 proyectos anuales, y cuentan con un proceso de evaluación minucioso y profesional con un equipo local, una red de mentores, un equipo internacional y un panel de selección. Finalmente entre cuatro y seis proyectos son los que llegan a obtener el sello Endeavor.

En materia de emprendedores, y sobre todo, en cuanto a planes para incubar o crear negocios sólidos, el gobierno mostró un cambio en su agenda nacional a finales del 2001.

 Fernando Fabre, director general de Endeavor México, comentó que previo al Plan Nacional de Desarrollo que se dio a conocer en el 2002, los “changarros” y el autoempleo eran los esquemas a impulsar. Sin embargo, agrega el especialista, finalmente se visualizó a los emprendedores como eje de desarrollo económico del país dando un giro positivo.

Los tres programas han tenido resultados mixtos, los más exitosos son;  el Programa de Inversionistas Ángeles, que se ha convertido en el fondo de capital semilla más activo de México, y el fondo PYME cuyo máximo logro ha sido la creación de más de 200 incubadoras de empresas alrededor de 5 aceleradoras de negocios (Castellanos, 2006).

Los emprendedores juegan un papel muy importante en el ámbito de las PYMES pues son los que se encuentran al frente, de aquí nacen tres programas: Avance de CONACYT, Programa de “Inversionistas Ángeles” patrocinado por NAFIN y el fondo PYME dirigido por la SE, ya  mencionados los dos últimos.

 Debido al tema de investigación se tratará a continuación las Incubadoras de Empresas.

La SE (2004, p.9), en su Acuerdo por el que se Establecen las Reglas de Operación para el Otorgamiento de Apoyos del Fondo de Apoyo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fondo PYME), en el artículo 3, fracción XXI define a las incubadoras como:

Los centros de apoyo a emprendedores que facilitan la creación de empresas mediante servicios integrales de articulación y acompañamiento empresarial para el desarrollo y/o puesta en marcha de su plan de negocios, evaluando su viabilidad técnica, financiera, de mercado y con orientación a las vocaciones productivas, regionales y sectoriales, y que convencionalmente proveen espacios físicos, acceso a equipo, de capacitación y asesoría en aspectos administrativos, de logística, de mercado, de acceso al financiamiento, así como servicios de información y apoyo técnico.

Una incubadora de empresas es un centro donde pueden orientarle para hacer realidad esa idea de un negocio que quisieran convertir en empresa.

Existen 3 tipos de incubadoras:

Incubadora Tradicional. Apoya la creación de empresas de sectores tradicionales cuyos requerimientos de infraestructura física y tecnológica, así como sus mecanismos de operación son básicos. Su tiempo de incubación generalmente es de 3 meses.

Incubadora de Tecnología Intermedia. Apoya la constitución de empresas cuyos requerimientos de infraestructura física y tecnológica, así como sus mecanismos de operación son semi-especializados e involucran procesos o procedimientos semi-desarrollados, es decir, incorporan elementos de innovación. El tiempo de incubación aproximado en estos centros es de 12 meses.

Incubadora de Alta Tecnología. Apoya la creación de empresas de sectores especializados o avanzados entre los que se encuentran los siguientes: tecnologías de la información y comunicación (TIC´S), microelectrónica, sistemas microelectromecánicos (MEM´S), biotecnología y farmacéutico entre otros. Los proyectos que ingresan a estos centros pueden tardar hasta 2 años en completar su proceso de incubación (SE, s.f. d, p. 1).

Las Incubadoras de Empresas son administradas por diversos organismos de carácter particular con la finalidad de fomentar y apoyar la creación y desarrollo de empresas factibles, proporcionando los recursos necesarios para transformar ideas en proyectos viables y a su vez, en empresas exitosas que contribuyan al desarrollo de una región determinada.

El  Instituto Tecnológico de Monterrey es uno de ellos y en cada uno de sus Campos han implantado un modelo de incubación  divido en tres etapas, previa evaluación de cada uno de los proyecto de negocios como sigue:

Proceso de Incubación:
Evaluación.
I. Pre-incubación: plan de negocios.
II. Incubación: nueva empresa.
III. Post-incubación: empresa consolidada y en desarrollo (Tecnológico de Monterrey, 2007).

En la página Web de la   Presidencia de la República Mexicana (2007b) el presidente Felipe Calderón comenta el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 y estructura el mismo en cinco capítulos que corresponden a los cinco ejes de política pública de éste:

El eje 2 denominado “economía competitiva y generadora de empleos” sustenta la finalidad de la política económica de la presente Administración, que será la de lograr un crecimiento sostenido más acelerado y generar los empleos formales que permitan mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos. Mejorar las condiciones de vida y las oportunidades de todos (Presidencia de la República Mexicana, 2007c).

Ya de manera específica el apartado 2.6 “Pequeñas y medianas empresas” del plan antes mencionado soporta la línea de trabajo para la creación, desarrollo y consolidación de las PYMES y describe que:

A pesar de que se han conseguido avances importantes es necesario continuar con una política integral de apoyo para el desarrollo de las MIPYMES; con énfasis en las de menor tamaño, con el propósito de establecer las condiciones que contribuyan a su creación, desarrollo y consolidación.

Con base en información del INEGI, se estima que las MIPYMES constituyen el 99% del total de unidades económicas del país, representan alrededor del 50% del PIB y contribuyen a generar más del 70% de los empleos en México. Dado lo anterior, es fundamental fortalecer a las MIPYMES como parte de la estrategia para aumentar los niveles de productividad del país y generar empleos.

Otro de los elementos para apoyar a las PYMES es que, si bien los diferentes costos de hacer negocios afectan a todas las empresas, son particularmente onerosos para las micro, pequeñas y medianas empresas. Mientras que el mismo costo administrativo puede ser una proporción muy reducida de los ingresos de una empresa de gran envergadura, puede implicar que una cantidad elevada de las ventas de una pequeña empresa tenga que destinarse a cubrir costos de transacción.

Para promover la creación, desarrollo y consolidación de las MIPYMES el Plan Nacional de Desarrollo formula su objetivo 6, e impulsa cuatro estrategias:

Estrategia 6.1.
Favorecer el aumento de la productividad de las MIPYMES e incrementar el desarrollo de productos acorde con sus necesidades.
La atención de las MIPYMES debe centrar su propuesta en la creación de una política de desarrollo empresarial basada en cinco segmentos: El primero incluye a emprendedores, mujeres y hombres que se encuentran en proceso de creación y desarrollo de una empresa; el segundo está compuesto por las microempresas tradicionales; el tercer segmento contempla a las pequeñas y medianas empresas; el cuarto incluye al grupo de MIPYMES que tienen un mayor dinamismo en su crecimiento y en la generación de empleos respecto del promedio; y el quinto está conformado por aquellas empresas establecidas en el país que, por su posición en el mercado, vertebran las cadenas productivas. Estos segmentos recibirán atención del Gobierno Federal a través de cinco estrategias: financiamiento, comercialización, capacitación y consultoría, gestión e innovación y desarrollo tecnológico.
Adicionalmente, se apoyará el desarrollo de proyectos productivos y empresas sociales, que generen empleos y que permitan a los mexicanos tener un ingreso digno y mejores niveles de vida.
El incremento gradual en la escala de operación es parte del proceso que le permitirá a las MIPYMES asegurar su rentabilidad y ser exitosas en su proceso de desarrollo. En muchas ocasiones ello implicará incursionar en nuevos mercados, lo cual requiere de una información suficiente sobre las condiciones y los precios en los mismos.
Estrategia 6.2.
 Consolidar los esquemas de apoyo a las MIPYMES en una sola instancia.
El apoyo a las MIPYMES se ha llevado a cabo con una gran diversidad de programas que ha derivado en una dispersión de esfuerzos y recursos, así como en una multiplicidad de estrategias diversas, no necesariamente compatibles entre sí. Esto hace necesario revisar la oferta institucional y reestructurar los esquemas de apoyos, estableciendo mecanismos de coordinación que permitan generar sinergias y conduzcan a un mayor impacto de la política con menores costos de operación. Para ello, el esquema de apoyo a las MIPYMES se consolidará en una sola instancia que coordine los programas de apoyo integral a estas empresas, de acuerdo con su tamaño y potencial, que sea referente a nivel internacional y que permita impulsar efectivamente a las empresas y a los emprendedores con proyectos viables que favorezcan la generación de empleos. En este sentido, se agilizará la entrega de los recursos para apoyar a las MIPYMES.
Estrategia 6.3.
Impulsar el desarrollo de proveedores, elevando el porcentaje de integración de los insumos nacionales en los productos elaborados en México y consolidando cadenas productivas que permitan una mayor generación de valor agregado en la producción de bienes que se comercian internacionalmente. Con ello se busca seguir una política integral de desarrollo de sectores que resultan estratégicos por su contribución a la generación de valor agregado y el nivel de empleo formal bien remunerado y, la promoción del desarrollo regional equilibrado.
Estrategia 6.4.
 Revisar y ajustar los programas actuales de apoyo para que permitan lograr un escalamiento de la producción hacia manufacturas y servicios de alto valor agregado.
Para ello es clave complementar el apoyo directo con recursos financieros mediante un servicio conducente a mayor capacitación y habilidad administrativa, y programas de asesoría y consultoría que faciliten la expansión de las empresas, la adopción de nuevas prácticas de producción y de las tecnologías más avanzadas (Presidencia de la República Mexicana, 2007d).
Objetivamente para ver la aplicación de las estrategias del Plan Nacional de Desarrollo se toma  lo que describe  Castro (2007), en el marco de la declaratoria inaugural de la Séptima Semana Nacional PYME, donde el presidente Felipe Calderón anunció que en colaboración con la base comercial, de desarrollo y del Fondo PYME, se espera apoyar a las PYMES con 70 mil millones de pesos en créditos.

El mandatario reconoció que “la mayor parte de la economía del país gira alrededor de las pequeñas iniciativas” y aseguró que “apostar por México es abrir una tienda, una pequeña fábrica, un restaurante”.

También recordó que si bien existían apoyos para el sector, éstos “eran dispersos”, sin embargo con los recursos del Fondo PYME y los apoyos de la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (perteneciente a la SE), se espera impulsar a medio millón de emprendedores.

Sigue comentando Castro (2007) que por su parte, Eduardo Sojo, secretario de Economía, explicó que en la Semana PYME participarán mil trescientos expositores repartidos en once pabellones, en los cuales se realizarán alrededor de 160 actividades entre seminarios, talleres y conferencias. Subrayó que el gobierno federal está comprometido a “diseñar programas y políticas públicas para generar más y mejores empleos, más y mejores empresas y más y mejores emprendedores”.

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