EL ESTUDIO OPERATIVO DE LA PSICOLOGÍA 
UNA APROXIMACIÓN MATEMÁTICA

EL ESTUDIO OPERATIVO DE LA PSICOLOG?A UNA APROXIMACI?N MATEM?TICA

Josep Maria Franquet i Bernis

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PRÓLOGO

A menudo resulta problemático aventurarse en introducciones que no pretendan reflejar ni una nerviosa síntesis del trabajo al que preceden, ni una alevosa mención a posibles predecesores, ni siquiera una leve apología de la exposición posterior. Sin embargo, sí voy a tratar de definir mi postura acerca de la utilidad y eficacia que, desde un punto de vista orgullosamente científico, adorna el móvil principal de esta humilde obra.

Aunque el título puede inducir a error, cuando nos referimos a la disciplina denominada “Psicología matemática” debemos tener en cuenta que no se trata de un saber sobre la mente y la conducta; es simplemente el conjunto de conocimientos matemáticos, principalmente estadísticos, como tendremos ocasión de comprobar, que el psicólogo utiliza para construir una psicología científica; o también, la aplicación de los modelos matemáticos para el estudio de la conducta humana. La psicología diferencial, la experimental, la psicometría y la psicofisiología son las disciplinas psicológicas que más utilizan los recursos de la matemática para sus investigaciones sobre la mente y el comportamiento. Ahora bien, mediante nuestro estudio pretendemos la introducción de nuevas herramientas matemáticas, basadas fundamentalmente en la Teoría General de Sistemas y en la Investigación Operativa, que puedan resultar de utilidad para la consecución de los mismos o parecidos fines.

La aplicación de la Teoría de Sistemas y de la Investigación Operativa al estudio de la Psicología, constituye, probablemente, uno de los recursos intelectuales ciertamente inexplorados -por su novedad- y más prometedores -por el ingente aporte de instrumentos operativos que representa- de entre los que la ciencia psicológica podría jamás hacerse apropiación, al tiempo que la enriquece mediante una concepción más profunda y amplia de su campo de acción. La eficacia intachable que aquellas técnicas matemáticas han venido demostrando en su aplicación al enfoque y resolución de cuestiones científicas de diversa índole, induce claramente a pensar -sin excesivo optimismo- en el magnífico porvenir que, con la sistematización de su contexto, aguarda a la ciencia social que es objeto de nuestro estudio, abriendo nuevos caminos y descubriendo prometedores horizontes en un futuro no más lejano que el mismo comienzo de su aplicación.

De la concepción anteriormente expresada surge la genuina intención que mueve nuestro ánimo en estos comienzos: la colaboración en el avance y profundización de la Psicología experimental mediante el suministro de un material de trabajo eminentemente metodológico y que conduzca, en consecuencia, a una nueva concepción de dicha ciencia en la cual, la claridad y la eficiencia sean las características más sobresalientes y, sin duda alguna, también las más meritorias.

Es por esta razón, y pretendo con ello justificar los recursos empleados, que consideramos preferible subordinar un tratamiento integral y excesivamente teórico de la problemática planteada a un desarrollo escueto y transparente de los temas psicológicos contemplados. Y es por ello, también, que el nivel matemático que se maneja viene a ser sólo el indispensable para justificar una exposición acorde de la doctrinología psicológica empleada por la Teoría de Sistemas. Por otra parte, ya en la segunda parte de nuestro trabajo se hace hincapié sobre la aplicación de otras diversas técnicas científicas al estudio de la Psicología, y se proyecta esgrimir una instrumentación que exija mayor base matemática, mucho más por perentoria necesidad que por banal ostentación científica. De este modo, pretendemos justificar el hecho de la inclusión del primer epígrafe del Capítulo 1, dado que, ya desde un principio, se pensara en la conjunción de los dos trabajos en uno solo, a pesar de las innegables diferencias temáticas y metodológicas existentes entre ambos. En el anexo 2 se presentan, en fin, algunos ejercicios completos de aplicación de la Estadística descriptiva (deductiva) y de la Estadística inferencial (inductiva) a los variados problemas que plantea la Psicología aplicada.

De todo lo dicho, puede deducirse fácilmente que casi todas las aspiraciones que conmueven a este modesto autor -cuya formación psicológica es más bien escasa- se concretan en la visión (más o menos alejada en el tiempo) de una crítica-reforma racional y constructiva de su trabajo, efectuada por profesionales de la Psicología que, como resulta evidente, son los únicos capaces de complementar el instrumental operativo que se propone con unos conocimientos específicos de la ciencia social que nos ocupa.

Ciñéndonos, concretamente, a la realidad tangible que el aspecto formal del trabajo nos deja entrever, es conveniente hacer notar que la terminología empleada en algunos casos puede parecer extraña y abstracta. En efecto: a fin de dotar a las ideas que se intentan inculcar de una propiedad insoslayable, hemos optado por la no trascripción al lenguaje vulgar de multitud de conceptos que vienen revestidos, en la matemática moderna, de una simbología original y característica. En todo caso, el desconocimiento de esta última, por parte del lector, puede ser rápidamente paliado con la consulta apropiada a los numerosos libros y publicaciones existentes al respecto.

A lo largo de cualquier investigación, como la que ahora presentamos, se acumula toda una serie de débitos intelectuales y profesionales que resulta harto difícil describir en toda su extensión; pese a ello, algunos nos parecen especialmente relevantes. Tampoco olvida, quien esto escribe, la formidable deuda de gratitud contraída con los que fueron sus guías y maestros, algunos de ellos ya desaparecidos. Mi reconocimiento, en fin, a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) a través del Patronato de nuestro Centro Asociado de Tortosa, que ha posibilitado la publicación del libro, a las profesoras Cinta Alegría, Raquel Revuelta y Ann Thorson, competentes compañeras en las tareas docentes universitarias, por sus orientaciones y ayuda y, en general, a todos cuantos se han interesado por la elaboración de la presente obra, aportando sugerencias y valiosos consejos dirigidos a la mejor consecución de nuestro empeño. Muy particularmente, quisiera agradecer a mi hijo José María (¡cuántas horas!) su cuidadoso esmero puesto en la composición y tratamiento del texto, e incluso sus acertadas observaciones en relación a aspectos diversos de la obra, bien propias de un experto profesional.

Y por último, ya una vez hecha nuestra aquella antigua observación de que “si mucho tienes, más habrás de menester”, quisiera hacer hincapié en la especial relevancia que poseen los gráficos, ejemplos y esquemas que -a modo de paradigma- tienen como misión proporcionar una perfecta comprensión de los problemas psicológicos sistémicamente tratados. La finalidad de su inclusión, amén de la elegancia y claridad que aspiran poseer los conceptos en ellos expresados, no es otra que la esperanza de que confieran a nuestra obra un carácter mucho más ilustrativo y exacto.

Tortosa, enero de 2008

EL AUTOR