CONCEPCIONES ACERCA DE LA REGIÓN EN LA PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA

CONCEPCIONES ACERCA DE LA REGIÓN EN LA PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA

Leonid Elsido Hernández Sánchez (CV)

2.1.2. La visión de  región y la teoría marxista clásica en el siglo XIX.

El marxismo, aunque no refiere concepto alguno acerca de las construcciones humanas en el espacio como el caso de la nación moderna o la región, sí debate acerca de lo que acontece desde el punto de vista histórico atendiendo fundamentalmente a lo económico y las relaciones que se establecen entre las diversas clases sociales que interactúan en esta etapa.

La concepción marxista clásica analiza el papel del hombre en relación con la naturaleza y entre sí a escala social, lo cual implica una manera superadora de enfocar el tema en otra dirección. Enmarcan el contenido espacial en la función fundamental del Estado  partiendo de sus  orígenes, porque busca las relaciones existentes entre las diferentes clases sociales y su papel en la historia. Marx y Engels no se preocupan por el estudio de las estructuras espaciales  y su formación, sino por las superestructuras esencialmente humanas y la relación de las mismas con las formas económicas de la sociedad. De ahí que los conceptos de fuerzas productivas y relaciones de producción sean contentivos de toda la amalgama de conceptos acerca de las formas que adoptan las construcciones sociales. El marxismo decimonónico peca a veces de urbecentrista  al buscar las causas de los fenómenos sociales en las naciones europeas tomando en consideración superlativa el papel del proletariado de las ciudades en las transformaciones a escala nacional, reduciendo en cierta medida el papel de las periferias en el acontecer histórico de los movimientos del siglo XIX.

Sin embargo, a la hora de analizar determinados casos para ejemplificar el accionar de distintivos grupos humanos, Engels reconoce las diferencias contentivas de cada comunidad regional en el momento de ejecutar cualquier acción por parte de los partidos de las recién nacidas  izquierdas cuando se comienza a teorizar acerca de una opción contraria a la hegemonía del capital.

En las reflexiones acerca de “El problema del campesino en Francia y Alemania” 1 , Engels se debate en los problemas de las comunidades rurales y la opción de reformas en pos de la efectiva cooperación de estos con los proletarios  de las ciudades. Plantea que la evolución de las fuerzas productivas en el campo por efecto de la industrialización agrícola llevara irremediablemente al campesino a convertirse en proletario, sin embargo, la clase campesina es muy heterogénea y el proceso de trasformaciones con este fin es complicado: “La población campesina a la que nosotros podemos dirigirnos está formada por elementos muy diversos, que a su vez varían mucho según las diversas regiones 2.

Lo antes expuesto reafirma que, aunque los clásicos del marxismo, y en este caso Engels, no toma en consideración las diferencias regionales de manera general, si tiene en cuenta que existen grupos de comunidades a nivel del espacio regional con marcadas diferencias en este caso de las formas y organización de la producción. Mientras en las ciudades el proletariado decimonónico es generalmente homogéneo y por lo tanto constituye una masa con ideas afines entre sí, en las áreas rurales las diferencias son más marcadas atendiendo a que el sector campesino es mucho más antiguo en cuanto a formación histórica, y sus raíces se encuentran en, primeramente el fin de la economía de apropiación, y para el caso europeo posteriormente, el colonato imperial romano y  a continuación el sistema de vasallaje feudal. Engels de hecho no se explica por qué si “como futuro proletario (el campesino), debiera prestar oídos a la propaganda socialista…hay algo que se lo impide, por el momento, y es el instinto de propiedad que lleva en la masa de la sangre”3 . No comprende como “cuanto más difícil se le hace la lucha por su jirón de tierra en peligro, más violenta es la desesperación con que se aferra a él”4 .  

Indiscutiblemente, el móvil que justifica tal afirmación de Engels se encuentra en la necesidad de atraer a la masa campesina al plano de la lucha del proletariado en plena construcción del capitalismo del siglo XIX y las contradicciones que se observan  ya de manera clara en el contexto de la lucha de clases.

No se explica entonces por qué en el artículo de Engels, no aparecen otras propuestas para la incorporación del campesino, así como la  no consideración del mismo a la lucha del proletariado, reduciendo los móviles que atan al campesino a la tierra a expresiones casi románticas y finalmente, al concluir, redunda en la idea de subordinar la masa campesina a la labor meramente partidista y del movimiento proletario.

Otra es la concepción de Engels respecto al problema del campesino desde arriba, es decir, con una visión distante, al no aparecer explícitamente los elementos de la tradición histórica del campesinado, ni los rasgos identificativos de la población rural como clase social añeja que supervive a las clases sociales estándares de cada formación económica de la sociedad. Por lo tanto, no se toma en consideración que la tierra constituye no solo el mero medio de producción del campesinado, sino el vínculo tradicional a determinadas formas de las vidas históricamente forjadas.
 
El problema del campesinado decimonónico y su dependencia, para Engels se identifica con el arraigo a la tierra, el cual  tiene orígenes en el apego por dependencia económica primeramente,  pero los elementos socioculturales o lo que llama Engels “el instinto de propiedad”5 del campesino se presenta como sentimiento forjado por la tradición y la  identidad consolidada.

El grado de heterogeneidad que observa Engels en las diversas regiones en la población campesina estriba no solo en las diferencias existentes entre el resultado de la producción agrícola de una región a otra, sino en la estratificación social consolidada históricamente en estas regiones, las relaciones añejas de producción y los elementos de la cultura que son determinantes para caracterizar  la población rural.

Es válido aclarar que la intensión del investigador en este caso no es analizar asuntos puntuales tratados por el marxismo, que, por supuesto concibe con precisión meridiana el acontecer que  contemporaniza a sus exponentes y lo analiza en toda su dimensión a partir de la valoración de las partes implicadas. El investigador se  refiere más bien a aquel, en este caso  Engels,  que en el discurso sobre temas puntuales de la realidad deja entrever eslabones fluctuantes entre lo nacional y lo local, entre lo político administrativo y lo sociocultural constatando la existencia de la región como intermezzo nada desdeñable para el tratamiento de los asuntos nacionales y las particularidades locales. Los  exponentes del marxismo no pretenden conceptuar el objeto región, pero el mismo se encuentra implícito en su obra,  por lo que lo analizan a partir de la valoración crítica realizada a determinados aspectos del acontecer regional. Ambos son relevantes, no para la realización de un análisis conceptual de objeto,  sino como medio de verificación desde el marxismo de la existencia del mismo y de las estructuras lo componen.

No es objetivo del investigador en su informe apuntar cada una de las consideraciones del marxismo clásico decimonónico acerca de determinados aspectos de la realidad que se representan a escala espacial intermedia, conociendo que sus exponentes tratan aspectos considerables del momento que viven.

No obstante, el asunto de la región, no en términos conceptuales, sino en la puntualización de aspectos concretos de la realidad no deja de ser tratado de manera general.

Carlos Marx en el artículo acerca de la dominación británica en al India plantea en un primer párrafo “El Indostán es una Italia de proporciones asiáticas” 6 y luego compara, “La misma riqueza y diversidad de productos del suelo e igual desmembración en su estructura política” 7. Indiscutiblemente aborda el aspecto regional adjetivizador en la comparación entre una Italia desarticulada a mediados del siglo XIX que conserva las estructuras territoriales medievalistas y la península del Indostán con su diversidad económica, política, étnico lingüística y religiosa. Marx además valora el impacto de la dominación inglesa como consecuencia de la desarticulación de las estructuras sociales indias a partir de la destrucción de la industria doméstica. No solo apunta aspectos vinculados con lo regional hindú sino que va más allá, analizando la desarticulación de las comunidades originarias por efecto del colonialismo británico.

En la carta de Marx  a P.V. Annenkov del 28 de diciembre de 1846 8, se realiza un análisis del proceso de separación entre la ciudad y el campo en Alemania durante los siglos IX al XII que indiscutiblemente aborda el tema de la conformación regional alemana.

En carta de Marx a L. Kugelmann del 23 de febrero de 18659 se abunda sobre el proceso de reconstrucción del estado alemán a partir de la descomposición paulatina de los principados germanos y por supuesto de las estructuras territoriales a escala regional impuestas por la economía natural.

Engels, a su vez, en su texto Acerca de las relaciones sociales en Rusia 10 incluye aspectos referidos al proceso de estructuración de las relaciones de servidumbre no solo en  el panorama ruso sino que también abunda sobre Alemania, la India, Irlanda, Polonia y Ucrania, estableciendo comparaciones entre estos territorios en dimensiones micro y macro espaciales, lo que deriva indiscutiblemente en el tratamiento de lo regional, repito que adjetivizado y no de la región sustantiva,  y lo local en el proceso de relaciones de producción establecidas.

De manera general, que en  los clásicos no se conceptúa la cuestión del espacio nacional y menos el de lo regional. El problema  de las formaciones sociales en sus relaciones histórico-económicas y su relación con las consecuencias de estas, desde el punto de vista cultural no aparecen explícitamente en el pensamiento de estos autores.  Además, el método general para el estudio de las formaciones humanas en el espacio territorial a partir de los análisis económicos, sobre todo del análisis de las relaciones de producción, lo cual, a juicio del investigador, constituye el aporte principal a la metodología, para la observación de las construcciones humanas en el espacio nacional y regional.


1 Engels, F. El problema del campesino en Francia y Alemania. Marx, C. y Engels. F., Obras Escogidas en Dos Tomos.  Editorial Progreso. Moscú. 1955. Tomo II. pp. 420-442

2 Engels, F. El problema del campesino en Francia y Alemania. Marx, Carlos y Federico Engels. Obras Escogidas en Dos Tomos.  Editorial Progreso. Moscú. 1955. Tomo II. pág. 422

3 Engels, F. El problema del campesino en Francia y Alemania. Marx, Carlos y Federico Engels. Obras Escogidas en Dos Tomos.  Editorial Progreso. Moscú. 1955. Tomo II. pág. 424

4 Ídem.

5 Ídem.

6 Marx, Carlos. La dominación británica en la India. Marx, Carlos y Federico Engels. Obras Escogidas en Dos Tomos.  Editorial Progreso. Moscú. 1955. Tomo I. pág. 499

7 Idem. pág. 499

8 Marx, Carlos. Carta a Pável Vasílievich Annenkov.  Marx, Carlos y Federico Engels. Obras Escogidas en Dos Tomos.  Editorial Progreso. Moscú. 1955. Tomo I. Páginas 531-541

9 Marx, Carlos. Carta a Ludwig Kugelmann.  Marx, Carlos y Federico Engels. Obras Escogidas en Dos Tomos.  Editorial Progreso. Moscú. 1955. Tomo I. Páginas 436-439

10 Engels, F.Acerca de las relaciones sociales en Rusia. Marx, Carlos y Federico Engels. Obras Escogidas en Dos Tomos.  Editorial Progreso. Moscú. 1955. Tomo II. pág. 409-433