LA SUBJETIVIDAD MEDIÁTICA ANTE UN CONTEXTO ISOMORFO EN LOS PROCESOS DE FORMACIÓN UNIVERSAL DEL INDIVIDUO, A TRAVÉS DE AMBIENTES VIRTUALES EN LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO

Lya Adlih Oros Méndez

MARCO TEÓRICO.

Desde la concepción de un sujeto de estudio.

Es necesario empezar a abordar el referente histórico que atañe al nivel de Educación Superior a nivel Licenciatura y que encabeza el sujeto de estudio donde actualmente se ofrecen los servicios de técnico superior universitario, licenciatura, posgrado,  encontrando en licenciatura la educación normal, tecnológica y universitaria y dónde solo se evocará el estudio de ésta última. Dicho sistema educativo fue caracterizado en los años ‘70, por presentar una vinculación entre la universidad y los sectores mayoritarios y empobrecidos del sector social, al constituir y consolidar una educación como una objeto de estudio multidisciplinar, en el que se reconocían inmersas , y diversas disciplinas, como : sociología, economía, estadística, antropología social, administración, historia, ingeniería de sistemas y otras, contándose con 212 mil estudiantes de Educación Superior de los cuales el 70% de los inscritos correspondía a una universidad pública.

En los ‘80 el pensamento neoliberal ha gestado la comprensión de vinculación con la sociedad, como relación entre universidad-industria: calidad de la educación, excelencia académica, eficiencia y eficacia del sistema educativo, iniciándose la etiquetación de un sistema educativo moderno: eficiente, equitativo y responsable, bajo un Programa de Modernización Educativa (1989-1994), en otras palabras una modernización  anárquica.

La transmisión de información, plantea en los procesos de formación actuales el desafío de construir signos y símbolos cuando las señales ya no son controladas por el dispositivo pedagógico tradicional, el del pizarrón, el aula y el cuerpo del docente, sino por tecnologías de información y comunicación,  entre ellas: pantallas, celulares, dispositivos de audio y ondas electromagnéticas. El asalto del afuera de la escuela, ya sea el hambre, la tecnología o una combinación de ambas, u otros factores, exigía que la escuela no fuera más un interior autosuficiente, posibilitándose la producción de subjetividades por las clases disciplinares y de control, legitimadas por medio de las tecnologías de información y comunicación.

Lo anterior tiene sentido, cuando es posible señalar en los ´90 bajo un Programa de Desarrollo Educativo (1995-2000) una acentuada planeación, soportada por una  extensión universitaria, la cual viene a proponer el autodidactismo, en el que el educando  busque formarse por medios distintos a los que le imponen los discursos y obligaciones sociales, coadyuvando la minimización de la mirada regulada como ejercicio de poder áulico, modernidad remarcada por Ibarra (2002), quien también bajo el tenor de sus investigaciones, hace referencia y compara los “signos vitales” de las universidades durante el periodo presidencial de Carlos Salinas de Gortari, quien creó una sólida política de descentralización de la educación.

En los ‘90, se caracterizó por los esfuerzos gubernamentales por modernizar  a las Instituciones de Educación Superior (IES) a través de políticas de evaluación y diferenciación, encausadas a elevar la calidad y la eficiencia de un sistema educativo,  diversos programas de incentivos externos fueron ejecutados para inducir cambios en el perfil de desempeño de las instituciones y del sistema sobresaliendo un contexto de crisis económica prolongada y una escases  de recursos financieros de carácter público para las universidades, viéndose  tildadas por un periodo de transición (Acosta, 1998).

Si la década de los ‘90 se significó por el esfuerzo estatal, por introducir mecanismos de evaluación y financiamientos diferenciales en las universidades, será necesario en la actualidad buscar la evidencia de una evaluación de los resultados de dicha intervención gubernamental. En el año 2000 se logra incrementar la matrícula a  casi dos millones,  de los cuales  830 mil inscritos corresponden a las instituciones públicas, lo cual demuestra la dependencia que la educación está adoptando en  instituciones privadas, más que en las públicas, en donde el Programa Sectorial de Educación 2001-2006 en un período encabezado por un sexenio Foxista que se  ve acentuado por una participación política y científica-tecnológica. Dentro de éste marco temporal se sitúa de la misma forma González (2001), quien expone la investigación de la universidad mexicana del siglo XXI.
                                                                                    
Actualmente,  en el sexenio del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, la Secretaría de Educación Pública  en su Programa Sectorial de Educación 2007-2012, sitúa de manifiesto entre sus objetivos el ofertar una mejor calidad de la educación, al igual que una mayor igualdad de oportunidades educativas, resultando el uso  didáctico de las tecnologías de la información y la comunicación para apoyar el aprendizaje de los estudiantes, ampliando sus competencias para la vida, en apego a una política pública como lo señala el artículo tercero constitucional. Entre otros objetivos se hace mención a una educación relativa y pertinente que promueva el desarrollo sustentable, la productividad y el empleo, a través de la competitividad, soportada por la ciencia y tecnología como principales  puntales de desarrollo.

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