Observatorio de la Economía y la Sociedad China
Número 15 - junio 2011

¿POR QUÉ HA SIDO MAYOR LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA EN CHINA QUE EN INDIA EN LAS ÚLTIMAS TRES DÉCADAS?

 

David Francisco López García (CV)
garcia.davidfrancisco@carm.es

 

ABSTRACT

The aim of this dissertation is to analyze the reasons for the reduction of poverty in China and India in the last 30 years. The dimensions of both countries have produced an effect at worldwide scale, since in this period, the number of poor people has declined for first time in History. At the same time, China and India have experienced a high economic growth, which has been necessary for this reduction on poverty. However, neither the growth rate nor the growth elasticity of poverty reduction has been similar in both countries. There have been some factors that have affected such differences. These are the type of political regime, the sectoral structure of the economy and the process of globalization. We also include other factors such as the role of the state, by providing education and redistribution of income, as well as the social fragmentation. Our results indicate that it is not the political regime itself that assures poverty reduction, but the change of political leaders and the implementation of liberalization reforms that promotes economic development and poverty alleviation. The modernization of agriculture, rather than industry and services, generates the most important poverty alleviation process. This process has been deeper in China than in India. Finally, the globalization process did not have a significant direct effect on poverty alleviation. By contrast, it has helped the economic development, through the industry and services, which have contributed to increase the living standards of those who have left poverty in early stages.
 

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Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

López García, D.F.:: "¿Por qué ha sido mayor la reducción de la pobreza en China que en India en las últimas tres décadas?" en Observatorio de la Economía y la Sociedad de China Nº 15, junio 2011. Accesible a texto completo en http://www.eumed.net/rev/china/


1. INTRODUCCIÓN

El objetivo de este estudio es analizar y comprender cuáles han sido las causas que han producido una disminución de la pobreza en China e India en las tres últimas décadas. Las grandes dimensiones de estos dos países han tenido efectos a escala mundial, ya que en éste período se ha reducido el número de pobres por primera vez en la Historia. Al mismo tiempo, China e India han experimentado un crecimiento económico espectacular, que ha sido una condición necesaria para la reducción de pobres. Sin embargo, tanto los niveles de crecimiento como los de reducción de pobreza han sido distintos en ambos países y el presente estudio trata de dar respuesta al porqué de estas diferencias.

2. TEORÍA

Este disertación está basada en el marco teórico que engloba a aquellos economistas que mantienen que el crecimiento económico es un instrumento positivo para la reducción de pobreza. Por tanto, se trata de analizar de forma práctica algunas de las teorías propuestas por Dollar y Kraay (2001) o Chen y Ravallion (2004 y 2008). Estos investigadores han demostrado con sus análisis de “crecimiento económico a favor de los pobres” (pro-poor growth), que al contrario de la creencia de que el modelo económico actual aumenta las divergencias entre personas y mantiene en la miseria a los más pobres, el desarrollo económico es beneficioso para los menos pudientes, ya que les ayuda a escapar de la pobreza.

La metodología de análisis se tratará de forma cualitativa, en vez de cuantitativa, a través de una serie de factores o variables que han afectado al crecimiento económico y por consiguiente a la reducción de la pobreza en China e India. Como hipótesis inicial se plantean tres factores (variables independientes) –régimen político, la estructura sectorial y el proceso de globalización– que afectan al nivel de reducción de pobreza (variable dependiente), a través del crecimiento económico.

Así pues, a continuación se analiza otro tipo de factores que han podido incidir en el nivel de pobreza, pero que no habían sido incorporadas a nuestra función inicial. Si se hubiera hecho un análisis de tipo econométrico, la función hubiera sido:

(1) pobreza (ccto)it = regpolit + estrsectit + globalit + εit

(2) εit = estado (educ, redistrib)it + diversocit (etnia, religión, cultura) + uit

donde pobreza mediría el porcentaje de personas que vive con menos de 1 dólar al día, ccto es el crecimiento económico que repercutiría a su vez al nivel de pobreza. En cuanto a las variables independientes, regpol se refiere al régimen político, que diferenciaría entre dictadura y democracia. Aún así, el comportamiento de todos los regímenes democráticos o dictatoriales existentes no es el mismo, sino que depende del “buen comportamiento” de sus líderes, así como en el desarrollo de las instituciones. La variable estrsect observa cómo está compuesta la estructura sectorial de la economía, es decir, como la evolución de los distintos sectores económicos –agricultura, industria y servicios– así como su peso en la economía ha afectado a la evolución de la pobreza. Por último, la variable global mide como ha afectado el proceso de globalización –apertura comercial así como el flujo de capitales e IED– a la disminución del número de pobres.

La variable εit también puede desglosarse como una función (2). Ésta mide el resto de variables que no han sido incluidas explícitamente en la función inicial (1), y que han podido tener un efecto en la reducción de los niveles de pobreza. Si bien los factores no incluidos pudieron ser múltiples, los que parecen tener una especial incidencia son la intervención del estado, en materia económica y redistributiva, así como la diversidad social, en términos culturales, étnicos y religiosos.

Al inicio del presente estudio, se valoró la posibilidad de haber llevado a cabo un análisis econométrico, es decir, de tipo cuantitativo. Sin embargo, no fue posible localizar datos de todas las variables para todo el período en los dos países ni que dichas variables utilizaran una metodología estadística homogénea. Por tanto se optó por hacer un análisis cualitativo, más descriptivo, para establecer cuánto y de qué manera afectaron dichos factores al crecimiento económico y éste a su vez, al proceso de reducción de la pobreza.

Otra de las razones que impidieron la elaboración de un estudio de tipo cuantitativo, es el hecho de que las variables están estrechamente relacionadas entre ellas, por lo que nos podría haber ocasionado problemas de multicolinealidad , al no ser capaz de aislar el efecto individual de cada una de las variables.

A continuación vamos a ver, a modo de ejemplo, como las variables han interferido entre sí. Los regímenes políticos de China e India decidieron llevar a cabo una serie de reformas políticas que afectaron a la estructura sectorial y al grado de apertura de sus economías. Estas reformas fueron adoptadas con el fin de incrementar el bienestar de sus ciudadanos. Así, se conseguía el beneplácito de éstos para que los dirigentes pudieran asegurar su permanencia en el poder. Por otro lado, el proceso de reestructuración sectorial exigía una mayor integración en el proceso de globalización de estas economías asiáticas. El objetivo era poder acceder a los mercados de todo el mundo para poder vender sus productos, por lo que la apertura económica ha ido cada vez a más. Así pues, el proceso de globalización ha interferido en la estructura económica. La mayor integración de ambas economías en el proceso de globalización las ha convertido en más interdependientes del exterior. La demanda de productos por parte de los consumidores extranjeros ha ido transformando la estructura sectorial de China e India, lo que les ha permitido especializarse en manufacturas y servicios, respectivamente. Esta mayor interdependencia del exterior ha permitido que actores extranjeros hayan influenciado en algunas de las políticas que han adoptado los gobiernos de ambos países.

3. ¿POR QUÉ COMPARAR CHINA E INDIA?

-Ambos países son los más poblados del mundo. India con alrededor de 1150 millones de personas y China con más de 1300 millones de personas –y juntos representan el 40% de la población mundial-. (CIA , 2010)

-Estos dos países son a su vez los que albergan a mayor número de pobres -El nivel de pobreza en 1981 en ambos países era similar. La población que vivía con menos de un dólar por día representaba un 63,76% en China mientras que en India era un 51,75%. Si tomamos como línea de pobreza el límite de 2$ diarios por persona, el nivel se sitúa en 88,12% y 88,92%, respectivamente. (Chen y Ravallion, 2008)

-Desde comienzos de los 80, ambos países han logrado un crecimiento de su PIB elevado y sostenido, siendo las dos economías grandes que más están creciendo en la actualidad (9% en China y 7-8% en India). (CIA, 2010)

-En las próximas décadas, ambos países se colocarán como las primeras economías mundiales. En 2009, China e India ostentaban el tercer y duodécima puesto en PIB medido en términos nominales, mientras que en PPA representaban a la segunda y cuarta economía respectivamente. (BM, 2010)

-El rápido crecimiento ha logrado sacar de la pobreza a más personas que en ningún otro periodo histórico. Si bien el número de pobres con menos de 1$ al día ha pasado en China de 730 millones en 1981 a 106 millones en 2005. India ha experimentado un ligero avance en términos absolutos, pasando de 296 a 266 millones a lo largo del periodo. Sin embargo, debido al importante progreso demográfico de estos países en las últimas décadas, si observamos los datos en términos relativos vemos como el porcentaje de pobres ha caído en ambos países. En el caso de China, dicho porcentaje ha pasado del 73,5% al 8,1%, mientras que en India ha pasado del 42,1% al 24,3% a lo largo de dicho periodo. (Chen y Ravallion, 2008).

-El elevado crecimiento económico para los dos países es consecuencia de la adopción de reformas estructurales en un periodo relativamente próximo. China comenzó a adoptar las primeras reformas a partir de 1978, alargándose dicho proceso a las siguientes décadas. Si bien, India disfrutó de un crecimiento económico a partir de los 80, no fue hasta 1991 cuando se llevaron a cabo las reformas, que permitieron que dicho crecimiento se haya mantenido hasta el presente.

-Para ambos países, las reformas tuvieron lugar tras un periodo previo de crisis económica y fueron ejecutadas por gobernantes recién llegados al poder. Las reformas adoptadas en China en 1978 por Deng Xiaoping ocurrieron tras el oscuro periodo de la Revolución Cultural (1966-76) y la muerte de Mao Zedong en 1976. En India, el crecimiento experimentado en los 80 fue costeado por un creciente déficit público y deuda externa que desembocó en 1991 en una crisis en la balanza de pagos. Ello originó un adelanto electoral que produjo un cambio de gobierno, el cual fue el encargado de adoptar las reformas.

4. FACTORES QUE HAN INCIDIDO EN EL CRECIMIENTO ECONOMICO Y LA REDUCCIÓN DE LA POBREZA

4.1. RÉGIMEN POLÍTICO

El régimen político en los dos países se ha mantenido constante desde mediados del siglo XX –dictadura del Partido Comunista Chino desde 1949 y democracia en India desde su independencia en 1947-. Han existido ciertos cambios dentro de estos regímenes en los que los nuevos líderes políticos fueron valedores del despegue económico de sus países.

4.1.1. DICTADURA EN CHINA

El PCCh accedió al poder en 1949. Durante las primeras tres décadas, los logros económicos no fueron muy acertados ya que la economía se basaba en un sistema de planificación socialista con especial importancia en la agricultura y las industrias de propiedad pública.

En este tiempo, tuvieron lugar dos periodos especialmente desfavorables. En el primero, El Gran Salto Adelante de 1958 a 1961, se intentó llevar a cabo un proceso de industrialización, pero el fracaso de las medidas adoptadas junto con algunas catástrofes naturales, provocó la muerte de millones de personas. El segundo periodo fue la Revolución Cultural, que duró de 1966 a 1976. Las acciones que se llevaron a cabo tenían como objetivo apartar del poder a los dirigentes pro-capitalistas dentro de PCCh, que querían emprender reformas económicas que corte liberal. La lucha por el poder dio lugar a una situación de violencia y desorden social que acabó 1976, cuando murió Mao. A partir de entonces, Deng Xiaoping se impuso como líder del PCCh, restaurando en el poder a la facción pro-capitalista. Tras un periodo de dos años en los que se pretendió normalizar la situación política y social, en 1978 se fueron adoptando las primeras reformas económicas que han permitido el despegue industrial en China.

En cierto modo, la decisión de adoptar reformas económicas que permitieran liberalizar la economía buscaba que se calmara el gran descontento social que se había generado durante el periodo precedente. Los nuevos dirigentes permitieron dar mayores libertades económicas a sus ciudadanos que elevaran su nivel de vida y así frenar una posible revolución contra el nuevo régimen. Se puede decir, que con el fin de mantenerse en el poder, los dirigentes chinos flexibilizaron y liberaron el ámbito económico, para que el aumento del bienestar sirviera como válvula de escape ante el mantenimiento de grandes restricciones en el entorno político. (Jha, 2004)

Esta decisión parece que ha tenido éxito ya que por el momento el régimen dictatorial ha logrado mantenerse en el poder durante tres décadas más y nada indica que a corto o medio plazo se vaya a producir un cambio democrático. Desde el inicio de las reformas, a través del desarrollo de los sectores agrícolas e industrial, cuya evolución analizaremos en el próximo apartado, el PIB chino ha logrado crecer en torno a un 9% al año, a la vez que se ha reducido el nivel de pobreza de forma drástica. De forma paralela, durante este periodo se han producido otras dos sucesiones de dirigentes políticos- Jiang Zemin (1993-2003) y Hu Jintao (desde 2003)- sin que se hayan producido convulsiones sociales que pusieran en riesgo el régimen de un partido único. No obstante, si bien se espera que el crecimiento de la economía china siga siendo elevado en las próximas décadas, se espera que este vaya sufriendo una desaceleración gradual en la medida en la que se van alcanzando mayores niveles de renta per cápita.

De igual forma, si bien la deficiente situación económica de la población china hacia finales de los 70 ocasionaba que los ciudadanos sólo estuvieran preocupados de incrementar su nivel de vida, conforme éstos iban satisfaciendo sus necesidades básicas, otorgaban una mayor importancia a las libertades políticas. Por tanto, el objetivo de liberalizar la economía para que el PCCh se mantuviera en el poder en un régimen dictatorial no parece que se pueda mantener en el largo plazo. Como ha ocurrido en otros países industrializados que han vivido bajo un régimen dictatorial, según se va desarrollando el país y va surgiendo una masa mayoritaria de clase media, aumentan las exigencias para que se produzca un cambio democrático.

4.1.2. DEMOCRACIA EN INDIA

India se convirtió en una democracia en 1947, tras su independencia de Reino Unido. Al contrario que en otros países occidentales, la democracia llegó a India antes de que ésta hubiera experimentado una trasformación industrial de su economía, así como de una expansión de la educación entre sus ciudadanos.

En las primeras décadas del periodo postcolonial, el crecimiento del PIB hindú fue sustancialmente moderado e incluso negativo en algunos años –en los 60 el crecimiento medio fue del 1,4% mientras que en los 70 decreció a una tasa media del 0,3%-. La importancia que suponía la agricultura, en la economía, y sobre todo en el empleo daban muestra del nivel de subdesarrollo por el que atravesaba la India.

El Estado intervino en la economía con el fin de llevar a cabo un proceso de industrialización mediante la adopción de políticas propias de la planificación socialista. El modelo elegido fue el de industrialización por sustitución de las importaciones (ISI), mediante el desarrollo de una industria pesada, enfocada hacia el mercado interior. No obstante, debido a que la producción no estaba sujeta a exigencias de eficiencia, la industria en India no terminó de establecer unas bases solidas. Por tanto, la industria no despegó en estas décadas debido a un excesivo control burocrático sobre la economía, el enfoque domestico para desarrollar la industria y un sector público, que participaba en actividades que iban más allá de sus funciones convencionales, como la provisión de servicios públicos y las infraestructuras. (Bhagwati, 1992)

En los 80, el crecimiento económico mejoró, pero a costa de un aumento en el déficit público, así como de deuda externa. Este crecimiento se volvió insostenible, desencadenando una crisis fiscal y de balanza de pagos en 1991. Si bien un nuevo gobierno había sido elegido en 1989, la gravedad de la situación macroeconómica y la incapacidad de los dirigentes para hacer frente a la situación, provocó un adelanto electoral en 1991, que trajo como resultado un cambio de gobierno, con la victoria del Partido del Congreso Nacional de India, que gobernaría en minoría durante la siguiente legislatura. Al poco de llegar al poder, el nuevo gobierno anunció una serie de reformas que iban a implementarse. Éstas incluían una inicial devaluación de la rupia y posteriormente se dejó que el tipo de cambio fluctuara libremente en el mercado. Así pues, se eliminaron y redujeron las licencias, restricciones, tarifas al comercio. (Srinivasan, 1996)

El balance general del programa de reformas ha sido positivo ya que el crecimiento del PIB indio en los 90 ha estado en torno al 6% y en los últimos años se ha acelerado hasta el 8%, convergiendo con el crecimiento chino. Dicho crecimiento ha permitido que el porcentaje de pobres en India con menos 1$ diario haya pasado de un 33,3% en 1990, a entorno a un 24,3% en la actualidad. Aún así, debido al fuerte crecimiento demográfico en el país, el número de pobres apenas ha descendido en 20 millones de personas. (Ver Tabla 1)

En el periodo inicial, la democracia en India impedía la implementación de políticas de desarrollo económico debido a la existencia de diversos grupos políticos. La necesidad de que se alcanzara un acuerdo suponía un largo proceso de negociación para que estas políticas se implementaran.

De manera concluyente, tanto en China como en India, el régimen dictatorial y democrático se ha mantenido en ambos países desde 1949 y 1947 respectivamente. No obstante, la existencia de crisis de carácter económico, político y social causó la ascensión al poder de nuevos líderes que llevaron a cabo una serie de reformas de liberalización económica que permitió, a su vez, un consiguiente crecimiento elevado y sostenido en las últimas décadas. El inicio de las reformas puso fin en ambos países a un largo periodo de lento crecimiento económico, marcado por la adopción de políticas de corte autárquico, más bien basadas en razones ideológicas o populistas, que de eficiencia económica.

De otra parte, tenemos que en China, el crecimiento económico puede amenazar al régimen dictatorial del PCCh a medio y largo plazo, según se va incrementando el poder adquisitivo de sus ciudadanos y estos van dando más importancia a las libertades políticas. Mientras tanto, en India ocurre lo contrario porque lo que provoca el crecimiento económico es consolidar el régimen democrático. Si el crecimiento se produce de forma generalizada y aumenta el bienestar de gran parte de la población, se mermarán las situaciones de miseria y evitará el surgimiento de movimientos radicales que estén a favor de instaurar un régimen dictatorial.

El crecimiento económico ha permitido que millones de personas hayan podido abandonar la pobreza. Sin embargo, este proceso se ha producido a una velocidad distinta, ya que el tipo de políticas adoptadas, así como el modelo de desarrollo, ha sido distinto. En la siguiente sección analizaremos como la estructura económica ha incidido en unos niveles de reducción de la pobreza distintos.

4.2. ESTRUCTURA ECONÓMICA SECTORIAL

China e India han experimentado en las últimas décadas una importante transformación en su estructura sectorial productiva. China e India han pasado de ser dos economías eminentemente agrícolas a convertirse en la fábrica del mundo y en un importante polo de servicios informáticos y de telecomunicaciones, respectivamente.

En la actualidad, en China la agricultura representa el 11% de su PIB, la industria el 47% y los servicios el 42%. Mientras tanto, estos porcentajes se sitúan en India en el 17, 26 y 57%. Para el caso de China, destaca el importante peso de la industria. En cuanto a India, podemos destacar dos aspectos. Por un lado, la escasa participación del sector secundario en el proceso productivo, que apenas alcanza poco más de la mitad que en el caso de China -26 frente a 47%-. Por otro lado, hay que destacar la importancia del sector servicios dentro del PIB indio.

Observando el bajo nivel del PIB per capita de los indios, con apenas 1.032$ al año (CIA, 2010), cabría esperar que la importancia relativa de los servicios fuera menor en la estructura económica, en detrimento de una mayor participación de la agricultura y la industria, como bien ocurre en otros países con una renta similar (Chad, Uzbekistán o Nicaragua, por citar a algunos).

A pesar de que los dos países presentan peculiaridades propias, en ambos se observa una importancia mayoritaria del sector secundario y terciario, ya que la agricultura representa un 11% en China y un 17% en India. A primera vista, podría parecer que las proporciones de las estructuras económicas no distan demasiado de aquéllas de los países industrializados, donde el papel del sector primario es minoritario. Sin embargo, el nivel de subdesarrollo se pone de manifiesto cuando observamos las cifras de participación de empleo. En el caso de China, el 43% de los trabajadores se encuentran vinculados a la agricultura, el 25% al sector secundario y el 32% al sector servicios. En India, estos niveles se encuentran en el 52, 14 y 34%. En ambos casos destaca la prevalencia de la agricultura en el empleo.

Haciendo un simple ratio entre participación del sector en el PIB y en el empleo, la productividad relativa de la agricultura en China es del 25,6% y en India del 32,7%, muy por debajo de las productividades de la industria y los servicios en ambos países (188% y 131,25% en el caso de China. 185,7% y 167,6% en el caso de India). Esto puede dar una idea de las grandes desigualdades que existen entre los agricultores, asentados mayoritariamente en áreas rurales, más pobres y con escasos servicios, en comparación con las regiones urbanas, predominantemente industriales y de servicios. (Ver Tabla 5)

Además, comparando los datos de productividad sectorial secundaria y terciaria en ambos países, observamos que existe una ventaja comparativa, aunque mínima, en la productividad industrial de China sobre India (188% frente a 185,7%). Mientras tanto, ocurre lo contrario para el sector servicios (131,25% frente a 167,6%). La ventaja comparativa en ambos países podría ser una de las razones por las que cada uno ha decidido especializarse en sus respectivos sectores.

A continuación vamos a analizar la evolución sectorial de estos dos países en las tres últimas décadas, así como la incidencia que esta transformación ha tenido sobre el nivel de pobreza.

4.2.1. REESTRUCTURACIÓN SECTORIAL EN CHINA

El proceso de reorganización sectorial de la economía china puede dividirse en dos períodos. El primero data de 1978 a 1984, en el que se llevan a cabo el grueso de las reformas que afectan a la agricultura. Este período viene caracterizado por el proceso de desmantelación del sistema comunal. El segundo período se sitúa desde 1985 hasta la actualidad, en el que se han llevado a cabo políticas de liberalización económica. Este período se ha caracterizado por una creciente importancia del sector industrial.

No obstante, en los últimos años el peso de la industria en el total de la producción ha comenzado a caer en detrimento de los servicios, debido a un mayor desarrollo de las finanzas, los transportes y las telecomunicaciones. Podríamos estar presenciando pues, el inicio de un tercer período de reorganización sectorial, sin embargo, aún parece ser pronto para analizar este proceso.

4.2.1.1. Reforma agrícola entre 1978 y 1985

La adopción de medidas para reformar la agricultura, además de ser crucial para el despegue económico de los países en desarrollo, ha supuesto un importante proceso para reducir la pobreza. Varios autores, como Ravallion y Datt (1996), afirman que el crecimiento del sector agrícola tiene un mayor impacto en la reducción de pobreza que el crecimiento de la industria y los servicios. Del mismo modo, el crecimiento generado en áreas rurales logra un mayor alivio de la pobreza que cuando se produce en áreas urbanas.

El negro período de la Revolución Cultural, de 1966 a 1976, y el posterior ascenso de Deng Xiaoping como líder de China tras la muerte de Mao en 1976, vino sucedido por un intenso período de reformas. Como apunta Soler (2008), “la falta de libertades civiles sobreexcitó el deseo de libertad económica”. Las reformas se adoptaron en un primer momento en el medio rural ante la falta de consenso sobre las medidas a adoptar en el ámbito urbano. Mientras unos eran partidarios de fomentar la competencia y liberalizar los precios, otros propugnaban la reforma de las empresas estatales . (Wu, 2005)

Según Lin (1992), la reforma agraria que mayor impacto supuso en el crecimiento del sector, así como en la reducción de pobreza rural, fue la descolectivización de la tierra. Para comprender mejor la inmensidad de esta medida a continuación se expone qué supuso el sistema de comunas.

Este sistema comunal se instauró en 1958 y consistió en organizar a pueblos y aldeas en equipos de producción. La propiedad privada de la tierra agrícola fue reemplazada por la propiedad colectiva. A los miembros de las comunas se les garantizaba una parte proporcional de la producción de grano. Los ingresos obtenidos de las cuotas fijadas por el Gobierno, eran divididos entre los miembros de las comunas según los inputs que cada hogar aportaba a la comuna cada año. El modelo no permitía que la productividad agrícola aumentara, por lo que sus niveles permanecieron bajos. (Wang, 2005)

En 1976 se permitió un experimento en la provincia de Sichuan, para que una parte de la tierra fuera cultivada bajo régimen privado. El resultado fue una mayor producción, por lo que el proceso de desmantelamiento de las comunas, que empezó en 1978, se fue expandiendo rápidamente por todo el territorio hasta completarse en 1984. El proceso de desmantelación comunal fue una de las distribuciones más igualitarias jamás llevadas a cabo en el mundo. La medida dio paso a un sistema de “responsabilidad familiar” en la que se dotaba a cada hogar de derechos individuales de cultivo sobre la tierra. A cada una de las familias le era asignada una parcela de tierra de tamaño similar. La extensión de la tierra suministrada estaba sujeta a variaciones según el número de miembros de cada hogar, así como la extensión agrícola de cada región. (Bardhan, 2010)

Lin (1992) muestra cómo entre 1978 y 1984 la producción agrícola se incrementó un 7,1% de media, frente al 2,7% del período 1970 a 1978. Aunque existe cierta disconformidad en cuanto a la reducción de pobres en el período de la descolectivización , todos afirman que en estos años tuvo lugar la mayor reducción de pobreza de China en las tres últimas décadas. Chen y Ravallion muestran que la mitad de los pobres que salen de la pobreza entre 1981 y 2005 (en total 400 millones), se produce hasta la mitad de los 80, antes pues, de producirse los grandes avances en comercio exterior e inversión en China. Esto da idea de la importancia que tuvo el proceso de descolectivización y el reajuste de los precios agrícolas, sobre la reducción de pobreza.

4.2.1.2. Reconversión Industrial y Modernización en China desde 1985 a la actualidad

El proceso de reconversión y fomento industrial estuvo estrechamente vinculado al de globalización. Este último lo analizaremos en la siguiente sección, por lo que se tratará de explicar ambos procesos por separado, a pesar de su estrecho paralelismo.

El período de reformas en la industria comenzó en la década de los 80, una vez comprobados los efectos positivos de la liberalización en la agricultura. Las medidas fundamentales fueron la reforma de las empresas públicas, la apertura al sector privado y un modelo industrial enfocado a la exportación.

4.2.1.2.1. Reformas en empresas públicas

Al igual que el resto de países de la órbita soviética, el régimen chino comenzó un proceso de inversión en industria pesada para alcanzar su desarrollo económico, aunque no con la intensidad de los regímenes europeos. Las industrias públicas no estaban sujetas a mecanismos de mercado, sino a un sistema de planificación que fijaba la producción, los precios y el empleo. Además, ya en los 50 se produjo un proceso de descentralización industrial, con la esperanza de que el desarrollo económico se expandiera por todo el territorio. Esta medida no fue del todo acertada debido a un proceso de proteccionismo interregional (Soler, 2008). El resultado fue la atomización de industrias con fuertes economías de escala.

El proceso de reconversión industrial para hacer a las industrias públicas más eficientes, trataba de sanear a estas empresas y generar empleo de larga duración. No obstante, en esta etapa se produjo un despido masivo de obreros públicos, lo que hizo aumentar la pobreza -mayoritariamente en ámbitos urbanos- hacia finales de los 80. En la Tabla 1 se observa como la pobreza pasó de un 38 a un 44% en el período 1987-90, debido a los despidos públicos.

El duro proceso de reconversión fue necesario, ya que se pretendía dar entrada a empresas privadas, tanto domésticas como extranjeras, así como la apertura comercial que suponía la competencia de productos extranjeros en el mercado chino.

4.2.1.2.2. Apertura a la iniciativa privada

La apertura al sector privado comenzó en 1978, aunque dicho proceso se ha ido acelerando a lo largo de distintas etapas. En una primera fase, de 1978 a 1987, se pasó de una política de relajación pasiva a promoción activa de la economía individual. La segunda fase, que fue de 1987 a 1997, el sector privado era considerado como un suplemento necesario para la economía. La tercera fase data de 1997 a la actualidad, en la que el sector privado supone el componente mayoritario en la economía. Los factores que propiciaron el desarrollo de este sector fue una reducción en la carga impositiva, la apertura del mercado doméstico, y la apertura al comercio internacional. (ADB, 2003)

El desarrollo privado de la industria y los servicios no era una tarea fácil en sí. China partía de un nivel de desarrollo inicial relativamente bajo y además, el sistema financiero no estaba desarrollado. A esto se sumaba que el Estado debía de hacer frente a reformas en sus empresas públicas, por lo que no pudo destinar recursos para incentivar el despegue del sector privado.

La opción que le quedaba al PCCh, era atraer recursos del exterior a través de la inversión extranjera directa (IED). El Gobierno, consciente del atractivo de su gran mercado de consumidores y de mano de obra barata, jugó con ventaja para exigir condiciones a las empresas extranjeras. De esta forma, se logró una entrada masiva tanto de capitales como de tecnología, que permitieron desarrollar el sector industrial de forma espectacular.

4.2.1.2.3. Apertura comercial

El rápido desarrollo del sector privado, tanto secundario como terciario, no sólo contribuyeron a mantener las altas tasas de crecimiento económico. Además, la gran cantidad de empleos que se estaban generando eran necesarios para reabsorber a los obreros públicos que habían sido despedidos y sobre todo, para emplear al gran excedente de trabajadores agrícolas procedentes del centro e interior.

A partir de la segunda mitad de los 80, el proceso de reducción de la pobreza sufre una desaceleración (Ver Tabla 1). En parte, a la supresión del sistema de descolectivización, y también por la ley de rendimientos decrecientes, que hace que cada vez sea más difícil disminuir los niveles de pobreza.

En resumen, hay que remarcar dos aspectos. Por un lado, el desarrollo de los sectores secundario y terciario a partir de finales de los 80 no logra una reducción de la pobreza tan intensa como en el período de reforma agrícola. Aunque por otro, el desarrollo ulterior de estos sectores contribuyó de manera clara a reabsorber la mano de obra excedentaria procedente de las obsoletas empresas públicas, y sobre todo de la agricultura, donde cientos de millones de chinos habían emigrado del campo a la ciudad.

Los cambios sectoriales afectaron a los niveles de desigualdad en China. Según el ADB (2004), las desigualdades disminuyeron en el período 1975-1985 debido al progresivo desmantelamiento de las comunas. En este período, la renta per capita rural creció más que la urbana. Mientras, entre 1986 y 2002, el crecimiento rural estuvo por debajo del crecimiento urbano, por lo que aumentó la divergencia entre los ingresos de la costa y los del interior .

4.2.2. REESTRUCTURACIÓN SECTORIAL EN INDIA

El peso relativo de la agricultura en la economía india permaneció constante hasta la década de los 80. Hasta entonces, las fluctuaciones del PIB venían marcadas por el ciclo de los monzones, quedando patente la importancia de este sector. (Jha, 2004)

A partir de entonces, la agricultura sufrió ligeras mejoras y su productividad fue mejorando de forma muy modesta. Se produjeron ciertos progresos técnicos y el Gobierno llevó a cabo algunas políticas de desarrollo, aunque no demasiado ambiciosas. Debido a que el crecimiento agrícola se situaba por debajo de la media agregada, la agricultura fue perdiendo peso en la composición sectorial india hasta situarse en el 17% del PIB en 2009. (Ver Tabla 3)

Un factor importante que ha incidido en la transformación sectorial en India fue la adopción de reformas económicas en 1991. Dicha implementación fue necesaria para llevar a cabo una estabilización de la economía y un ajuste estructural tras la severa crisis económica que azotó al país ese año.

A comienzos de 1991, India sufrió una aguda caída en su reserva de divisas debido a los galopantes déficits público y comercial, a lo que se sumó una importante salida de capitales. Una vez adoptadas las políticas necesarias para controlar la crisis -como el recorte en el gasto público o la devaluación de la rupia-, el Gobierno continuó adoptando reformas de liberalización económica de forma más gradual. Las medidas contribuyeron al saneamiento de las finanzas indias, pero no fueron ambiciosas para los sectores primario y secundario.

Los asuntos en materia agrícola son dependientes de los estados de India. El recorte presupuestario supuso una caída en las transferencias de recursos que el Gobierno otorgaba a las administraciones estatales. Por ello, la menor dotación de ingresos dejó un bajo margen de maniobra a los estados para llevar a cabo reformas e inversiones en la agricultura. Por otro lado, la reconversión industrial en India es un proceso tardío y lento en comparación a China. De una parte, fue tardío porque las reformas no se adoptaron hasta 1991, tras la crisis económica, que produjo un cambio de gobierno. De otra parte, el proceso de desarrollo industrial es lento porque al contrario que en China, no se ha ejecutado una fuerte liberalización y privatización de las empresas.

El Gobierno ha preferido adoptar una postura gradual hacia la liberalización empresarial, con el objetivo de que sean los propios indios quienes desarrollen el sector industrial, y no los extranjeros. Esto puede tener beneficios a largo plazo, pero causa que el desarrollo tenga un ritmo más moderado. Además, debido a que en India no se ha llevado a cabo una “revolución verde”, no se ha producido un excedente de mano de obra agrícola, que pudiera migrar a la industria. El subdesarrollo rural ha frenado el desarrollo industrial.

El crecimiento del sector secundario ha sido bajo y su peso en la economía ha ido oscilando en torno al 20% del PIB. En los últimos años, este sector ha ido cobrando algo más de fuerza, aunque en 2009 aún representaba el 26% sobre el total de la economía. Lo sorprendente en India, por su bajo nivel de PIB per capita de 1.032$ y por la importancia que aún juega la agricultura en su economía y en su sociedad, es el gran peso de los servicios con el 57% del PIB (Tabla 3). El desarrollo de este sector se ha producido en gran parte por el importante crecimiento que han experimentado el sector financiero y las tecnologías de la información y las comunicaciones – TICs–.

El sector financiero se desarrolló en dos fases. La primera fue a partir de 1969 con la nacionalización de bancos, que supuso un rápido proceso de bancarización; y posteriormente, con la liberalización financiera llevada a cabo por las reformas adoptadas a partir de 1991. El sector de las TICs se desarrolló en parte por ser uno de los pocos sectores en los que el Estado no había ejercido una importante regulación, ya que su desarrollo fue posterior al proceso de reformas. Además, India cuenta con una gran masa de angloparlantes y universitarios, a pesar de que su elevada tasa de analfabetización.

La transformación en materia de empleo fue mucho más modesta que la sectorial, en términos de producción. En 2009, la agricultura acaparaba al 52% de los trabajadores, mientras que el sector secundario y terciario representaban al 14 y 34%, respectivamente. Estos dos últimos sectores son demandantes de mano de obra con un grado mínimo de cualificación, sobre todo en los sectores financiero y tecnológico . El desarrollo de estos subsectores no ha generado un efecto spin-off en el proceso de reducción de pobreza, ya que los pobres son en su inmensa mayoría población rural, analfabeta y ligada a la agricultura. (Bustelo, 2010)

India no ha experimentado una evolución sectorial similar a la de otros países. Si clasificamos esta evolución en tres fases, la primera correspondería a un peso de la agricultura importante, con una industria y servicios minoritarios. En la segunda fase se produce un importante desarrollo del sector industrial, en detrimento de la agricultura, mientras los servicios también aumentan. En la tercera fase, la agricultura sigue bajando hasta un nivel marginal, mientras que la industria también sufre una disminución. En esta última fase, es el sector servicios quien genera la mayor parte de la producción.

Parece ser que India ha pasado directamente de la primera a la tercera fase. Es decir, en vez de vivir un proceso de “industrialización”, está experimentando un proceso directo de “terciarización”. Esta particularidad no le ha permitido a India disminuir su tasa de pobreza con la misma intensidad que si hubiera desarrollado primero su industria y después, los servicios.

Para reducir la pobreza a un ritmo mayor, sería necesario adoptar reformas más profundas, como la desamortización y posterior redistribución de la tierra a sus ciudadanos, con especial énfasis para aquéllos que no poseen tierra. De esta manera, se les podrá dotar de oportunidades para mejorar su bienestar social. De esta forma, al igual que con el desmantelamiento de las comunas en China, mejorarán las rentas de los agricultores y se producirá un excedente de mano de obra. La industria se tendría que desarrollar, adoptando las políticas necesarias para que este sector absorba al excedente de agricultores. Como resultado, el PIB crecería y se reduciría la tasa de pobreza de manera importante.

4.3. PROCESO DE GLOBALIZACIÓN

La globalización se referir al gran volumen personas, mercancías, capitales, servicios, tecnologías o ideas que fluyen a través de diferentes estados y continentes, cuyo proceso se ha intensificado en las últimas décadas.

No obstante, según afirma Dollar (2001), el proceso de globalización no es un fenómeno exclusivamente reciente, sino que sus orígenes se remontan al siglo XIX. Dicho proceso puede clasificarse en tres períodos. El primero tuvo lugar entre 1870 y 1910, por el importante flujo migratorio procedente de Europa hacia América y el resto del mundo. El segundo se originó en las décadas doradas que siguieron a la IIGM, de 1950 a 1980. En este período aumentó considerablemente el volumen comercial, aunque los actores que protagonizaron este proceso fueron los países desarrollados . El tercero tiene lugar a partir de 1980 y llega hasta nuestros días. La diferencia con la segunda etapa, a parte del mayor peso de los servicios y los flujos de capitales, se debe al mayor protagonismo de países en vías de desarrollo en el comercio mundial.

Como indica el autor, no todos los países en vías de desarrollo se han incorporado al proceso de globalización, sino que han habido unos países emergentes “globalizadores” y otros “no globalizadores”. Los segundos, localizados en África, Latinoamérica y Asia, han mantenido un bajo crecimiento económico. Por el contrario, los países emergentes “globalizadores” no sólo han visto acelerar su crecimiento, sino que han alcanzado tasas mayores a las de los países desarrollados. Esto ha permitido que se produzca un proceso de convergencia entre estos dos grupos de países.

El proceso de globalización en los países “globalizadores”, a partir de 1980, ha transcurrido en paralelo a un período de gran crecimiento económico y de reducción de pobreza . No obstante, en estos países, a parte de la liberalización económica, se han adoptado otro tipo de medidas que han producido el despegue económico y el consiguiente alivio de pobreza. Así pues, existen dudas sobre la dirección de la causalidad entre proceso de globalización y crecimiento económico. Es decir, si la globalización ha generado el crecimiento económico o bien ha sido el crecimiento económico el que ha permitido un mayor proceso de globalización.

Entre los países emergentes “globalizadores”, se encuentran tanto China como India. Sin embargo, su incorporación en el proceso de globalización se ha producido de manera distinta.

4.3.1. GLOBALIZACIÓN EN CHINA

Como ya se ha dicho, las reformas que se adoptaron en la agricultura china generaron, entre otros efectos, un gran excedente de mano de obra en el mundo rural. Los dirigentes comunistas no tuvieron más remedio que acelerar la liberalización para dar salida a las manufacturas y crear empleo industrial.

Ya que las empresas estatales se encontraban en un proceso de reconversión industrial hacia finales de los 80, el Gobierno chino optó por la apertura de capital extranjero, así como la privatización de empresas para acelerar su industrialización. Los dirigentes adoptaron una serie de medidas para acelerar la afluencia de inversión extranjera directa -IED-. La medida más singular fue el proceso de industrialización basada en las exportaciones. Para incentivar la llegada de capital extranjero, el Gobierno mejoró el marco jurídico para aumentar la confianza de los inversores. También se crearon Zonas Económicas Especiales -ZEEs-, que permitían a las empresas instaladas eludir el pago de aranceles e impuestos a la importación, así como la existencia de incentivos fiscales. (Bardhan, 2010). Además, China contaba con el atractivo de poseer un gran mercado de consumidores, y sobre todo, una gran masa de trabajadores con bajos salarios.

Desde 1983 a 1997, China ha reducido sus aranceles a la mitad, produciéndose el mayor esfuerzo durante los últimos cuatro años de ese período, en aras de una eventual incorporación a la OMC en 2001. En el período 1995-2000, China redujo a la mitad su arancel medio ponderado, pasando de un 35 a un 17%. En el quinquenio siguiente, ya dentro del a OMC, lo volvió a reducir a la mitad hasta alcanzar el 9%. (Soler, 2008)

El éxito de la apertura comercial así como la gran afluencia de IED, ha permitido un espectacular incremento del volumen comercial. Entre 1978 y 2005, las exportaciones han crecido en un 7.500%, mientras que las importaciones lo han hecho en un 5.800%. Esta cifra es muy superior al incremento del 700% del comercio mundial en dicho período. En este tiempo, China se ha situado en cabeza como mayor exportador mundial así como el país que presenta mayor superávit en su balanza de pagos. Su peso en el comercio mundial ha pasado del 0,8 al 7,3% (Bustelo, 2010). Además de la vertiente cuantitativa, la exportación china ha visto aumentar notablemente su “calidad” y grado de sofisticación, debido a la transferencia tecnológica que ha acompañado a las IED.

Uno de los aspectos negativos en el desarrollo industrial chino ha sido el aumento de las desigualdades -no hay más que observar que el Índice de Gini ha pasado de 0,28 en 1982 a 0,47 en 2004 (CIA, 2010). Por un lado, la propia naturaleza del sector industrial exige un proceso de concentración, para beneficiarse de las economías de escala. La industria se ha instalado mayormente en la costa, así como el sector servicios. Mientras, las provincias agrícolas del interior se han ido quedando atrás en términos relativos. Por otro lado, la productividad y los salarios de los sectores secundario y terciario están sujetos a una mayor desigualdad que la productividad agrícola entre trabajadores.

Para concluir, hay que destacar el fuerte paralelismo que ha tenido en China el proceso de industrialización y el de globalización. Sin dicha combinación, el desarrollo de ambos no hubiera sido tan trascendental. Estos procesos han contribuido en gran medida al elevado crecimiento sostenido de la economía china durante los últimos años, y sobre todo, en los más recientes.

Aunque el nivel de pobreza ha seguido decreciendo a lo largo del tiempo, esta reducción no ha sido tan intensa en los 90 y los años 2000 -donde la industrialización y la globalización juegan un gran papel-, como lo fue entre 1978 y mitad de los 80, con las reformas agrarias. (Ver Tabla 1)

Aún así, el desarrollo de la industria, así como los flujos comerciales y de capitales tuvieron un efecto positivo sobre la reducción de la pobreza. Además, permitió continuar incrementando el PIB per capita y el bienestar de los que previamente ya habían salido de la extrema pobreza, No obstante, estos procesos han generado un incremento de las desigualdades.

4.3.2. GLOBALIZACIÓN EN INDIA

Como se mencionaba anteriormente, India era y sigue siendo una economía predominantemente agrícola. Durante los 60 y 70 se llevaron a cabo estrategias de expansión industrial para incrementar la demanda de los productos agrícolas. India incrementó las barreras arancelarias para ayudar a desarrollar la industria doméstica, a través del modelo de industrialización por sustitución de importaciones -ISI-.

Este modelo continuó hasta la crisis macroeconómica de 1991. El modelo tuvo resultados decepcionantes por diferentes problemas y fallos. Por un lado, el desarrollo estaba enfocado hacia el modelo interior, con un gran número de consumidores de muy bajo poder adquisitivo. Por otro lado, el Estado intervenía en las empresas adoptando decisiones ineficientes. A ello se le unió una mala provisión de bienes públicos, que ha limitado el desarrollo del sector privado.

Las principales medidas adoptadas en 1991, tuvieron como objetivo el saneamiento de las cuentas públicas. Una vez que la crisis estaba bajo control, se fueron adoptando políticas de liberalización comercial y privatización, aunque a un ritmo gradual y controlado. Las leves reformas adoptadas se ven reflejadas en un crecimiento indio no tan elevado como el chino, si bien el incremento de las desigualdades han sido más modestas en el primer caso que en el segundo . (Jha, 2004)

Teniendo en cuenta los bajos niveles de productividad agrícola, así como el bajo peso de la industria, el sector que más se ha beneficiado del proceso de globalización en India ha sido los servicios. El bajo nivel de desarrollo industrial -sobre todo en lo referente a exportación-, así como el escaso peso de este sector en la economía, explican en parte que el volumen comercial de India sea bastante menor al de China . A pesar de ello, India destaca por la importancia de las exportaciones de servicios, y en especial, los relacionados con las TICs y las finanzas. (Bustelo, 2010)

Por tanto, sólo una minoría parece estar beneficiándose de manera clara del proceso de liberalización comercial. Además, se decía anteriormente que los empleados de las TICs y del sector financiero son trabajadores cualificados, por lo que el desarrollo de estos sectores no parecen tener un efecto directo sobre el resto de sectores para que éstos absorban mano de obra poco cualificada. De igual manera, el desarrollo de los servicios si bien contribuye al crecimiento del PIB, no ayuda a disminuir los niveles de pobreza. De ahí pues, a que la elasticidad crecimiento-reducción de pobreza en la India sea menor que en China. (Bardhan, 2010)

Por tanto, podemos decir que de manera general, el proceso de globalización no ha tenido un efecto importante en la reducción de pobreza en India ni ha mejorado de forma clara el bienestar de un porcentaje importante de la población, ya que prácticamente ha beneficiado al sector financiero y a las TICs, que no afectan a los pobres.

Según Chen y Ravallion (2008) (ver Tabla 1), la pobreza pasó del 42,1% al 33,3% de 1980 a 1990, mientras que de 1990 a 2005 la pobreza pasó del 33,3% al 24,3%. Es decir, durante los diez años antes de las reformas de apertura económica y mayor integración en los mercados globales, la pobreza disminuyó en 8,8 puntos porcentuales. Mientras, en el período posterior, que comprende quince años, la pobreza disminuyó 9 puntos porcentuales. Por tanto, no se observa de manera clara un efecto significativo de reducción de pobreza con la mayor integración de India y el resto del mundo a partir de la década de los 90.

4.4. OTROS FACTORES QUE HAN INCIDIDO EN EL CRECIMIENTO Y LA POBREZA

Hasta ahora hemos analizado los factores de la hipótesis inicial en el proceso de reducción de pobreza en China y en India. Así pues, en el transcurso de la investigación para la elaboración del presente estudio, han aparecido otro tipo de variables que no fueron contempladas en la función inicial y que son dignos de un breve análisis.

Son múltiples los efectos que han intervenido en el desarrollo económico y reducción de pobreza en las dos potencias asiáticas. Aún así, las consideradas más importantes son la intervención del estado, en materia educativa y redistributiva, así como el grado de diversidad que presentan estas dos sociedades.

4.4.1. INTERVENCIÓN DEL ESTADO

La provisión de bienes públicos es una medida esencial, justa y necesaria para dotar a los ciudadanos de oportunidades y garantías para mantener y desarrollar los niveles de bienestar. La provisión de educación a los ciudadanos les permite incrementar su capital humano, así como las oportunidades laborales. Esta provisión es especialmente importante en el caso de los más pobres, ya que a través de su empoderamiento, se les da la oportunidad para abandonar la pobreza y alcanzar un ascenso social.

Para los casos de China e India, las condiciones iniciales han sido más desfavorables para este último país. China, procedente de un sistema comunista clásico, expandió la educación primaria por todo su territorio en época de Mao. Este hecho permitió que a la hora de liberalizar su economía, “los agricultores no tuvieran grandes problemas para transformarse en obreros” (Murphy, 2004)

La provisión de educación en India ha sido bastante deficiente . No obstante, debido a su herencia inglesa y a su empeño de desarrollar las tecnologías, India cuenta con una destacada red de centros de educación superior que le ha permitido desarrollar una pequeña élite de trabajadores cualificados que han ido a parar al sector servicios. Cabe destacar que el nivel de infraestructuras en India es bastante deficiente en comparación con China, lo que limita el desarrollo de la industria así como la atracción de IED.

De la misma forma, es importante la redistribución de recursos para dotar a los más pobres de oportunidades para escapar de la pobreza. Tanto China como India cuentan con un modelo fiscal federal y que no está muy desarrollado. El carácter federal de los modelos hace que las transferencias que hacen los estados y provincias al gobierno central sean relativamente bajas. Aunque existe un modelo redistributivo entre provincias ricas y pobres, éste no es suficiente para impedir que las desigualdades territoriales sigan incrementándose en ambos países. La consecuencia es que las provincias y estados pobres no cuentan con suficientes recursos para la provisión adecuada de bienes públicos.

En 1991 en India y en 1994 en China se llevaron a cabo sendas reformas fiscales con el fin de aumentar la recaudación fiscal, pero los resultados muestran que no han sido suficientes, por lo que sería necesario adoptar políticas fiscales más ambiciosas. Además de la redistribución de rentas, también sería necesaria una redistribución de la tierra en India, como la llevada a cabo en China hace 30 años.

4.4.2. FRAGMENTACIÓN SOCIAL

Frente a la tónica en África o Latinoamérica, Soler (2008) apunta a un cierto carácter “benevolente” en la conducta de los gobiernos asiáticos, poco dados al despilfarro y más bien preocupados por el bienestar de sus ciudadanos a través del progreso económico. Se tiende a esgrimir cierto factor cultural, esto es, una cierta singularidad de los países de raíz china, india o incluso de tradición confuciana.

No obstante, hay estudios como el de Acemoglu y Robinson (2006), que tratan de desmitificar la benevolencia asiática. En él se demuestra como los países con abundantes recursos naturales tienden precisamente a contar con gobiernos dictatoriales y particularmente despilfarradores –como en África y Latinoamérica-, pues la naturaleza de su riqueza incentiva a su apropiación mediante la represión y acto seguido, a su gasto. Si a todo ello añadimos una cierta diversidad étnica o división social, es más probable entonces que el grupo que esté en el poder emplee el dinero de forma partidista y no precisamente en beneficio del país.

Así pues, en el caso chino, en lugar de gobernantes bondadosos, más bien no han existido abundantes recursos para expoliar, al mismo tiempo que el país ha gozado de una importante cohesión social y una cierta equidad social . De igual forma, en India, salvo alguna excepción , no ha sufrido grandes conflictos entre distintos grupos étnicos o religiosos. Aun así, este país posee una mayor diversidad social que China. Existe cierto grado de polarización en el aspecto étnico y religioso . La diversidad de lenguas es mayor en India que en China, y además a ello se le suma la diferenciación por castas.

Como ya se trató anteriormente, la existencia de una democracia en una sociedad tan fragmentada como en India, dio lugar a favoritismo de ciertos grupos Por el contrario, en China, este fenómeno no fue tan acusado debido a su mayor cohesión social y al régimen dictatorial.

5. CONCLUSIÓN

En este estudio se ha pretendido analizar los factores que han causado una reducción de la pobreza en China e India en las últimas tres décadas. En primer lugar, hemos visto como la naturaleza de un régimen dictatorial o uno democrático en sí, no ha originado un desarrollo económico desde un principio. Por el contrario han sido sendas crisis de índole económica y política las que han producido cambios de gobierno y de dirigentes políticos –que no de régimen-. Estos a su vez han adoptado reformas estructurales y de liberalización económica. La adopción de dichas reformas ha generado un crecimiento económico sostenido que ha permitido reducir la pobreza tanto en China como en India. Aún así, ya que China es una dictadura, las reformas en este país han sido más profundas. India evitaba generar tensiones sociales, lo que ha causado que el crecimiento, y sobre todo la reducción de pobreza, sean mucho mayores.

En segundo lugar, vimos la trasformación del modelo sectorial. La importante intervención en la agricultura, a través de la descolectivización de la tierra y el posterior e intenso proceso de industrialización, permitió sacar a millones de personas de la extrema pobreza, ya que el excedente agrícola de mano de obra fue absorbido por las fabricas. Esto permitió que los agricultores que habían abandonado la pobreza, una vez trabajando de obreros, siguieran incrementando su riqueza. Por el contrario, en India no se llevaron a cabo profundas reformas en la agricultura. La gran mayoría de la población aún sigue vinculada a ese sector y el nivel de pobreza es relativamente mayor. Además, los dirigentes optaron por llevar el proceso de modernización de su economía a través del desarrollo de los servicios. Este sector emplea a trabajadores cualificados, por lo que el mayor peso de éste en la economía, ha contribuido a la reducción de la pobreza de forma leve.

En tercer lugar, el proceso de globalización, si bien no ha tenido un efecto directo claro en la reducción de la pobreza de China, sí que ha ayudado al desarrollo del sector industrial. Éste se ha beneficiado de un mayor acceso a los mercados mundiales, sobre todo tras su ingreso en la OMC, por lo que ha podido dar salida a sus exportaciones, así como por la afluencia de IED para la instalación de industrias. En cuanto a India, la globalización apenas ha beneficiado a aquellos sectores que emplean a personal con una cualificación superior. Si bien esto ha ayudado al crecimiento de la economía, no ha generado un efecto directo sobre la reducción de la pobreza.

Además, hemos señalado otros factores como la intervención del Estado en materia educativa y redistributiva, como variable positiva en la reducción de pobreza, así como la fragmentación social que puede limitar a dicho proceso.

En términos generales, la reducción de pobreza en India ha sido menos intensa que la de China, no sólo porque el crecimiento económico chino ha sido mayor, sino que además la elasticidad crecimiento-reducción de la pobreza es mucho mayor en China que en India. Esto se debe a la desigualdad de oportunidades, en términos de posesión de tierra y capital humano, la cual es peor en India que en China.

Aunque parezca ser que China haya hecho mejor sus deberes que India en el objetivo de reducción de pobreza y a pesar de los centenares de millones de pobres que aun viven en ambos países, hemos de ser optimistas ya que por primera vez en la Historia el número de pobres ha decrecido en el mundo, ello se debe a las políticas y reformas adoptadas por estos dos países, así como las elevadas tasas de crecimiento alcanzadas en las tres últimas décadas. Esperamos que la tendencia continúe y estas políticas de desarrollo puedan trasladarse a otras regiones que aun sufren una intensa pobreza.

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