Sonia Castellón Castillo    (CV)
            soniam@fch.suss.co.cu 
Eduardo Ledesma Alonso 
            
            
Universidad de Sancti Spíritus
                  
                                 
		      
			
			
			
RESUMEN. 
              El  funcionamiento familiar es, por concepto, el conjunto de relaciones  interpersonales que se generan en el interior de cada familia y que le confieren  identidad propia. Existen múltiples teorías y modelos para estudiarla y en Cuba  ya se han desarrollado varios, sobre todo para su aplicación en la atención  primaria de salud. Sin embargo, los investigadores más clásicos de este tema en  nuestro país confirman la falta de estudios que no privilegien a los  informantes clave, que superen las limitaciones positivistas y que busquen la  exploración familiar en el contexto del grupo humano como unidad de análisis. Particularmente  en la Psicología, y especialmente en Cuba, el material estrictamente  metodológico de orientación cualitativa publicado es muy poco y no existe un  consenso académico implícito sobre dicha estrategia, que pueda ser abiertamente  utilizado en investigaciones de este corte, aun cuando la Psicología como  ciencia tiene sobrada experiencia en el uso de esta metodología. Un enfoque  cualitativo sería la alternativa a una Psicología positivista y cuantitativa y,  en el caso de los estudios de familia, sería un hecho esperado y necesario en  los estudios para este campo. Este artículo propone un enfoque metodológico  cualitativo en la exploración del funcionamiento familiar en una comunidad  suburbana de Sancti Spíritus, a punto de partida de la influencia de la familia  en el desarrollo armónico de las relaciones sociales de los niños en edad  escolar.
              Palabras  clave: funcionamiento familiar, grupos  humanos, relaciones sociales, edad escolar, investigación cualitativa. 
ABSTRACT.
The concept of family functionality is about the  interpersonal relationship on the family center, what gives them, this unique  identity.  There are many theories and  models for family’s researches and, also in Cuba, the research are developing  some models specifically for health uses. However, the most important research  science workers they confirm one absents of the qualitative research that  alternative to quantitative psychological studies on these area. These suggest  is a qualitative research about the family’s functionality in the suburban area  on the Sancti Spíritus municipality.  Our  star point is the family’s functionality influence on the school children’s and  they normal social relationship development, on the social human groups.
              
              Key words: family’s functionality, social human  groups, social relationship, school children’s, qualitative research.
INTRODUCCIÓN.
La  familia, vista con enfoque sistémico, “vive” en una  macroestructura, que incluye elementos de  naturaleza ecológica, representados por el ecosistema en su concepción más  amplia, así como la cultura y elementos de índole socioeconómico, en  correspondencia con la formación económico-social a que pertenezca, de la cual,  además, constituye la célula fundamental de la sociedad, que puede y debe  complementarse con otras instituciones, pero jamás podrá ser sustituida por  ellas. A la familia, vista desde ese ángulo, se   le plantean por tanto variadas exigencias. 
Primeramente,  al ser considerada célula social, se le otorga la  cualidad de unidad mínima de la sociedad,  pero  a la vez se le da  valor como sistema social y se  reconoce su complejidad como organismo vivo.  Por otra parte se reconoce la importancia de la familia como institución, siendo  imposible ser reemplazada  por ninguna  otra, dado su papel rector en el proceso de socialización de los individuos,  proceso cambiante a través del tiempo y en las distintas sociedades. 
Su  carácter institucional la ubica en una estrecha relación con la sociedad, no  sólo por constituir el mejor espacio de vínculo e intermediación entre el  individuo y el sistema social, sino como espacio privilegiado para la acción de  políticas sociales y económicas. 
En  ese entorno más cercano al individuo, que media entre lo cultural en general y  el sujeto, y al que algunos autores denominan microestructura, se incluyen  elementos como, la presencia, calidad y facilidad de acceso a instituciones  educacionales, de salud, culturales, deportivas, de cultura física,  la cantidad y calidad del transporte, el  acceso a una alimentación adecuada, así como el clima y el ingreso familiar,  poniendo entonces a la familia en el plano de asegurador por excelencia, del  acceso de los individuos a las facilidades   sociales, para lo cual deberá poner en funcionamiento sus propias  potencialidades como grupo humano.
Por  otra parte, en el plano individual, están presentes tanto el componente  biológico como el psicológico de los sujetos miembros de la familia. En éste se  incluye la regulación personológica del individuo, sobre las instancias  biológica, macro y micro-estructurales. El resultado de dicha regulación podrá  constatarse en el estilo de vida, cuando se refiera a un solo individuo y en el  modo de vida, como expresión de las regularidades de los estilos de vida de los  sujetos pertenecientes a la familia.                                                                                 
Es  evidente que  para analizar a la familia,  se hace  necesario combinar las  interrelaciones de indicadores a nivel macro y microsocial, así como sus  características grupales, donde no pueden quedar excluidas las de sus miembros  como individualidades interconexas. Por eso su estudio se torna complejo e  involucra a muchas ramas del saber humano, haciéndolo necesariamente  interdisciplinario, holístico  e  integrador según las tendencias actuales en el estudio de las ciencias humanas. 
Entonces,  considerando todos estos elementos y apreciando además las coyunturas  históricas concretas de la sociedad en si, deberemos privilegiar la  investigación que tome en consideración cada elemento y de ahí la premisa de  estudiar a la familia partiendo de su condición como sistema de intercambio.
Por  todo lo anterior, debemos considerar en primera instancia, que la familia  cubana no escapa a la influencia de los cambios mundiales, ni a los problemas  que tiene la familia como institución a nivel internacional. 
Los  problemas económicos y de interacción familiar que pueden generar conflictos  severos en los hogares y en la crianza de los niños, se ven también en la  sociedad cubana; familias y menores pueden responder de manera resiliente, sin  embargo otros pueden enfermar o desencadenar una crisis de funcionamiento o, en  definitiva, retardar su desarrollo individual y/o grupal.
La  familia cubana, favorecida por políticas sociales muy ventajosas,  ha sido y es, a la vez, protagonista de  tensiones y contradicciones gestadas en el nivel macrosocial. Los efectos de condiciones  coyunturales muy singulares, de la sociedad cubana, pueden fortalecer a la familia,  pero también debilitarla; sus efectos dependen de la integración de múltiples  factores, entre los que se pueden contar los económicos, los psicológicos y los  sociales.
En  el plano de la familia algunos de los indicadores que Cuba comparte con países  desarrollados son  la divorcialidad, la  reducción del  número promedio de hijos,  la elevación de la esperanza de vida, la disminución de la mortalidad infantil,  el incremento de la tercera edad.   Autores  consideran que esos  progresos, hacen que enfrentemos problemas que se corresponden con países de  altos niveles de desarrollo. (Durán, 2001)
Pero,  la vida familiar, donde se gestan esos indicadores,  es diferente a la de los países desarrollados,  porque somos un país subdesarrollado, que transita por una larga crisis  económica, y que ha sido constantemente amenazado y agredido desde el exterior. 
La  vida familiar del cubano está marcada por problemas habitacionales, bajas  entradas en el presupuesto de las familias,   dificultades con los recursos y servicios, pero también por la seguridad  social y de salud, la educación gratuita, garantizada en todos los niveles de  enseñanza, la cultura y los deportes para todos. 
En  Cuba hay conflictos de familia generados por la pobreza, pero estos no  incluyen el miedo al desamparo social; la  escasa marginalidad no tiene causas comunes con las de otros países pobres ni  ricos; la violencia social es algo extravagante en Cuba y nuestros padres no  tienen que preocuparse de que les roben a sus hijos, estos no duermen en las  calles; a ellos les esta prohibido trabajar, por lo que la explotación de la  niñez es algo muy alejado de la vida cotidiana en nuestro país. 
Cuba  hace una diferencia, aquí los niños y las  niñas tienen familia y en esas familias se hace una vida, si no perfecta, al  menos no amenazada por el exceso de consumismo y la penetración de la  tecnología, que ha sustituido, en muchos países, a las conversaciones y afectos  familiares por la pantalla de un ordenador o de una televisión por cable. 
Sin  embargo y a pesar de los altos niveles de instrucción de la población cubana,  aún tenemos problemas que escapan a  las  políticas sociales  de protección: las  dificultades en la comunicación, los patrones de crianza erróneos y la  violencia doméstica, son entre otros algunos de los problemas que vemos a  diario en nuestras comunidades.
 De hecho, se ha comprobado que el  funcionamiento familiar es fuente de bienestar cuando se trata de familias  potenciadoras  del desarrollo  psicoemocional pero puede ser todo lo contrario si se trata de aquellas  disfuncionales o multi problemas, donde las tensiones emocionales, la falta de  afecto, la escasa o nula comunicación, la escases de límites y reglas y la  inadecuada distribución de roles, entre otros, pueden generar problemas a los  miembros de las familias, no solo en el plano psicológico, sino también en el  social e incluso en el biológico.
Visto  de este modo, es obvio que la familia es una categoría de lo grupal,  enfatizando la unidad biopsicosocial en su determinación recíproca con la  sociedad y por tanto, el desarrollo familiar no es de ningún modo la suma del  de sus miembros. Familia es un concepto que encierra múltiples variables  difíciles de resumir y mucho más de clasificar.
Por  eso, la intervención familiar es una de las tareas más difíciles  para un terapeuta, y por tratarse de un  espacio muy privado e íntimo al que no todos los miembros facilitan su acceso.  El terapeuta o investigador de la familia requiere del cuidado de aspectos  éticos importantes que se exigen al profesional para que desempeñe  adecuadamente su rol, que incluye por tanto una visón holística, integradora y  compleja para la comprensión de la psicología de la familia y sus vías de  intervención.
Se  comprende entonces que a la Psicología de la familia le queda mucho camino por  andar, (Arés, 2007) y se considera de gran interés el estudio del tema de la  disfunción familiar, ya no en el marco de las investigaciones cuantitativas, de  las cuales existen resultados e instrumentos, incluso validados en nuestra  población, sino con una metodología cualitativa que nos permita explorar los  indicadores más importantes, teorizar sobre ellos y dar respuesta a las  problemáticas más acuciantes de la familia cubana actual.
En  nuestra experiencia, hemos observado las múltiples problemáticas que acontecen  cotidianamente en las familias, y llama la atención la influencia que ejercen  los núcleos de convivencia sobre los escolares, tanto a partir de los procesos  estructurales como de la dinámica en las relaciones intrafamiliares.
¿Qué  distingue a las familias de los escolares del resto de los grupos humanos con  los que se relacionan los niños en cuanto a su funcionamiento?
¿Cómo  la funcionalidad o disfuncionalidad familiar favorece o afecta el normal  desarrollo de la socialización de los escolares? 
Estas  preguntas permiten construir un problema de investigación:
¿Cómo  influyen las características distintivas del funcionamiento familiar en el  desarrollo de la socialización de los escolares?
En  función de solucionar el problema de investigación surge el siguiente objetivo  general:
Describir  las características distintivas del funcionamiento familiar y su influencia en  el desarrollo de las relaciones sociales de los escolares.
Los  objetivos específicos son:
DESARROLLO.
    La  funcionalidad familiar es un concepto de carácter sistémico, que aborda las características  relativamente estables, por medio de las que se relacionan internamente como  grupo humano, los sujetos que la conforman. Es el conjunto de relaciones  interpersonales que se generan en el interior de cada familia y que le confieren  identidad propia. 
    La  dinámica relacional conforma la calidad del ambiente y la atmósfera del hogar,  le imprime al mismo un clima agradable, de satisfacción o un clima  desagradable, de tensión y regula el desarrollo del grupo familiar como un  todo.
    Los investigadores  de la familia, que generalmente provienen del campo de la terapia familiar, debaten  actualmente la pertinencia de las dimensiones que deben conformar el concepto  de funcionamiento familiar así como los indicadores para su evaluación; sus  métodos evaluativos son fundamentalmente clínicos, lo que ha traído consigo que  hiperbolicen el valor de uno u otro de estos procesos interactivos como  causantes de las disfunciones familiares, a la vez que descontextualizan la  familia de su entorno socio-cultural y obvian el valor de lo personológico e  intrasubjetivo en el proceso de hacer familia. 
    A  pesar de esas limitaciones, las investigaciones para la evaluación del  funcionamiento familiar han aportado métodos y teorías de indudable valor,  aunque en la bibliografía consultada sobre el tema “funcionamiento familiar”  hallamos una gran variedad de acepciones y descripciones del concepto.  
    Así  se ha definido que la funcionalidad familiar no es sólo el cumplimiento de las  funciones familiares, sino el proceso resultante de las interacciones entre los  convivientes en el seno de esta institución, es decir, que funcionalidad  familiar es la síntesis de las relaciones intra familiares.  
    La mayoría de los autores  coinciden en aceptar que, el funcionamiento familiar se concreta a partir de  dos procesos esenciales, que operan a partir de la dinámica relacional  sistémica en el seno de la familia.
| Estructura: | Dinámica: | 
| más estable y permanente | morfogénesis de la familia, constituye un proceso vivo e interactivo | 
| tiende a hacerse resistente a los cambios | a partir de la cual discurren los cambios | 
| estructura visible constituida por la composición de la familia (numero de sus integrantes, las condiciones socioeconómicas, la distribución de los espacios, el estado de la vivienda) | menos visible, permite la adaptación a las crisis | 
| estructura subyacente que tiene que ver con los espacios psicológicos (las jerarquías , las estructuras de poder, los roles que cada miembro asume, los límites) | estilos comunicativos, relaciones triangulares y duales, sistema emocional, estilos afectivos, solución a los conflictos y movilización de las redes de apoyo familiar y social | 
| Papel biunívoco en la comunicación y estructuración personal y grupal | 
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También  en la literatura revisada se encuentra que, de acuerdo al criterio con el cual  se evalúa la familia, por lo general se puede clasificar la misma en funcional  o disfuncional.
    Según  Westley y Epstein (citados por Ares, 2007), para que una familia sea funcional  debe cumplir tres funciones esenciales, la satisfacción de necesidades  materiales, el tránsito por el ciclo vital y la solución a las crisis.
    Arés  (2007), cita también el modelo teórico de Chagoya L, a partir del cual se considera  que la funcionalidad de la familia se mide por la capacidad para resolver,  unidos, las crisis que se les presentan a la familia, así como por las formas  en que expresan sus afectos, en como se permite el crecimiento individual, y  como se produce la interacción  entre  ellos respetando la autonomía y el espacio individual. Este modelo teórico se  asemeja bastante al de Walsh F, el cual introduce el concepto de creatividad  para afrontar los cambios, pero no sugiere la forma de medirla.
    Otro autor, (Kinball  Young), introduce el término “fuerza familiar” que se refiere a los recursos  que  tiene la familia en términos  personales, salud mental y física, habilidades para las relaciones, valores  morales y en términos materiales y económicos. (Arers, 2007)
    El Modelo  Circumsplejo de Olson, Rusell y Sprenkle   incluye la cohesión y la adaptabilidad, que se refieren a la unión  emocional, intelectual y física de los miembros de la familia, así como a la  habilidad de la familia para cambiar la estructura de poder, relaciones de rol  y las reglas en dependencia de las situaciones de estrés. (ob.cit.) 
    La  prueba denominada APGAR familiar, creada por Smilkstein y colaboradores, mide  la percepción del funcionamiento familiar a partir de cinco elementos  denominados adaptabilidad, participación, gradiente de desarrollo, afectividad  y resolución.  Los resultados de esta  prueba permiten clasificar a las familias según la satisfacción de sus miembros  en altamente funcional, moderadamente   funcional y severamente disfuncional. (ob.cit.)
    En  Cuba se han realizado un grupo de investigaciones relacionadas con el  funcionamiento familiar (Castellón, 2003; Louro, 2004) y su mejor manera de  medirlo, unas orientadas a la influencia de la funcionalidad familiar en la  salud de sus miembros (ob. cit.), otras en la esfera educacional, así como  algunas, bastante recientes, sobre la reestructuración de la familia cubana  ante la crisis económica (Durán, 2001), y también las vinculadas a las  modificaciones del contenido psicológico en los patrones de crecimiento y  funcionamiento familiar, desde el plano psicológico de las representaciones  sociales.
    Asimismo,  se han producido investigaciones que han permitido valorar algunas disfunciones  vinculadas con la relación familia-sociedad-cultura y  las contradicciones que genera, sobre todo en  el área de las teorías de género. En las vinculadas a la Psicología social se  ha hecho énfasis en determinantes psicosociales del malestar familiar,  producido por al cultura y el contexto socio histórico.
    Uno  de los productos más acabados de la teoría y metodología en este campo, en  Cuba, resulta el modelo de evaluación familiar de la Dra. Isabel louro, (2004),  que incluye un test de funcionamiento familiar, sucintamente denominado FFSIL,  el cual mide la disfunción familiar y permite clasificar, por medio de las  respuestas de informantes clave, cómo y a qué niveles funciona la familia del  sujeto. Este modelo también contiene un inventario de características  familiares de riesgo, que puede usarse con fines de salud y que clasifica a la  familia ubicándola en un cuadrante de una matriz, estadísticamente elaborada,  lo cual resulta una herramienta muy útil para la medicina comunitaria.
    Otra  teoría aceptada y de cotidiano uso en Cuba, también utilizada generalmente con  fines de salud, aunque no sólo en eso, es la Arés (2004), la cual propone  elementos en el orden del análisis, la evaluación, el diagnóstico y la  intervención. 
    Según  esta autora y sus colaboradores (Arés y Louro, 2004), cuando se habla de  funcionalidad o disfuncionalidad familiar, se ha logrado definir que las  familias funcionales enfrentan  las  crisis familiares unidos, cada miembro acepta un papel para enfrentarlas e  identifican los problemas respetando la autonomía, a la vez que el espacio y  los roles están bien definidos. En ellas se   estimula la creatividad y se favorece el cambio, se respeta la  individualidad y la diversidad, así como se cumple con la misión social de cada  uno, sin afectar negativamente el proceso de interacción, la calidad de las  relaciones internas y el desarrollo individual según los requerimientos de cada  etapa. (Louro, 2004)
    Las  familias disfuncionales no expresan los sentimientos negativos, no identifican  los problemas, no son capaces de enfrentar las crisis, no se comunican con  claridad, utilizan dobles mensajes, no permiten el desarrollo individual, la  unión no es productiva y existe confusión de roles. (Louro, 2004)
| Indicadores funcionales de la familia | Indicadores de    familias | Indicadores familias multiproblemas | 
| Ambiente familiar organizado y cuidado independientemente de las condiciones materiales de vida. | 
 | Carencia de hábitos de higiene y salud. | 
| Jerarquías claras entre padres e hijos y entre generaciones. Estilos democrático y participativo. | 
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| Roles genéricos claros aunque flexibles, roles psicoemocionales potenciadores de la autoestima, roles funcionales equitativos. | Fracaso en los papeles parentales y confusión de roles. | 
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| Límites entre subsistemas claros, permeables y flexibles. | Límites confusos. | Roles y límites confusos y entremezclados. | 
| Ética relacional justa. | 
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| Capacidad de expresar afectos positivos con lenguaje de sentimientos, permiso para expresar la hostilidad sin carácter violento ni destructivo. | Deprivaciones del cariño parental. | Problemas de relación intrafamiliar: malos tratos, enfermedades psicosomáticas, gritos, peleas, incestos, abandonos. | 
| Capacidad empática de los miembros. Respeto y comprensión por los problemas de los otros miembros de la familia. | Ausencia de reglas explícitas y gran cantidad de reglas implícitas y/o secretas. | 
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| Sentimiento de pertenencia, identidad familiar. | Amenazas continuas de separación. | Historia de abandonos y pérdidas. | 
| Patrimonio simbólico amplio y diverso. | 
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| Rutinas cotidianas claras y establecidas. | 
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| Capacidad de celebrar y emplear tiempo ritual. | 
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| Comunicación clara con direccionalidad adecuada, directa y con apertura. | Presencia en su interior de un “chivo expiatorio”. | Bajo o nulo nivel de instrucción de los padres. | 
| Capacidad de solucionar los conflictos de manera efectiva. | Fuerte resistencia al cambio. | 
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| Capacidad de aprender de las crisis. | Conflictos continuos y crisis cíclicas y repetitivas. | Crisis cíclicas. | 
| Capacidad de utilización de las redes de apoyo formal e informal. | Mal funcionamiento social | Conflictos judiciales y policiales. | 
(Psicología de la familia, Ares, 2004)
El  conocimiento del funcionamiento familiar es de vital importancia para el  trabajo profesional del psicólogo. El dominio de las categorías e indicadores  que sirven de expresión al funcionamiento familiar, resultan de gran utilidad  teórica y práctica para la comprensión del tema, sobre todo si pretendemos  vincularlo, de alguna manera al desarrollo de las cualidades personales de los  niños en edad escolar.
    Poco  se sabe sobre la adaptación de los niños a los cambios que tienen lugar hoy en  el entorno familiar. Pero, sí se sabe que la presencia del padre y la madre  -siempre que sea posible- y la estabilidad del núcleo familiar, son factores  esenciales en el desarrollo pleno y armonioso  de su personalidad.
    La  familia, independientemente de su estructura, es la primera y más importante  base para conformar una sociedad. En ella, los niños reciben las premisas de su  educación y adquieren los primeros valores sociales, reglas de comportamiento y  de comunicación, respeto por sí mismos y por cuanto les rodea, aprenden allí  cómo convivir con los demás. Los niños se relacionan con amigos, vecinos y  otras personas, las relaciones que la familia tenga con los demás se verán  reflejadas en el futuro del niño, ya que de la misma manera se relacionará él  con sus semejantes. En la familia se aprende a asumir diferentes funciones: a  cooperar, a compartir, a recibir y a establecer rutinas.
    La  función de socialización es, en opinión de los psicólogos, una de las funciones  más importantes y abarcadoras de la familia, pero la misma se está modificando  cualitativamente, según Arés (2010), las investigaciones dan cuenta de que ya  no existe una única familia de referencia, sino estructuras de vínculos  transitorios y que ante estas nuevas realidades familiares hay que trabajar por  un proceso de socialización más enriquecedor y flexible adecuado a las  exigencias de la sociedad actual. (Arés y Benitez, 2010)
METODOLOGÍA  QUE SE PROPONE.
    Se  selecciona la muestra de 10 niños y sus familias, de la escuela Primaria  “Orlando Nodarse Verde”, de la comunidad suburbana Camino de las cañas, del  municipio Sancti Spíritus.
    Los  niños seleccionados cumplen los siguientes requisitos de inclusión:
Las familias cumplen los siguientes requisitos de inclusión:
Para el desarrollo de la investigación de corte cualitativo con basamento metodológico en la teoría fundamentada, iniciamos con un esquema de obtención de datos, para facilitar la búsqueda de información.
1.-        Entrevista  familiar.
    2.-      Escalas valorativas. (FFSIL)
    3.-      Descripción de láminas (técnica proyectiva  - elaboración narrativa).
    5.-      Técnica de la carta "Quisiera de  ti…" (dirigida al escolar).
    6.-      Composiciones abiertas.
    7.-      Escudo familiar.
    8.-      Taller de reflexión.
1.-   Test de completar frases.
    2.-   Asociación de palabras. 
    3.-   Dibujo libre.
    4.-  Descripción de láminas (técnica proyectiva -  elaboración narrativa).
1.- Grupo nominal.
Las categorías de análisis son elegidas inicialmente sobre el modelo para la evaluación familiar propuesto por Ares (2004) y se desarrolla el proceso de análisis de los datos a partir de la elaboración teórica, fundamentada en los elementos proyectados por los miembros de la familia, el niño y otros informantes; asimismo se toman los hechos o datos de hechos, tal cual se comportan, aplicando a ellos los elementos valorativos antes expuestos. Se realizará la triangulación de la información según metodología propuesta.
RESULTADOS  ESPERADOS.
    La  culminación de este estudio está pronosticada para julio del 2014.
    Se  prevén resultados en el orden teórico y práctico, con la obtención de un  sistema de categorías que describan la influencia del funcionamiento familiar  en las características de la socialización de los escolares, con el cual se  pueda elaborar estrategias para su modelaje y aplicación en situaciones operativas  del trabajo con familias, niños y comunidades, tanto en el plano de la  psicología como de la pedagogía y/o ciencias afines; dando respuesta a los  requerimientos del conocimiento sobre la socialización, como proceso del  desarrollo psicológico, en las condiciones actuales de la evolución familiar y  social.
BIBLIOGRAFÍA.