Contribuciones a las Ciencias Sociales
Abril 2012

CUBA: EN POS DEL CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS DEL MILENIO

Mónica Cortina Castellanos (CV)
mcortina @ uci.cu
Briseis Godinez Valdés (CV)
briseis @ uci.cu
Universidad de las Ciencias Informáticas

 

Resumen
En septiembre del 2000, los jefes de estado y gobiernos del mundo se dieron cita en lo que quedó registrado en la historia como la Cumbre del Milenio, donde se trazaron un conjunto de metas a cumplir en el 2015, conocidas mundialmente como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que son el resultado de un análisis multidimensional de la situación existente, las cuales sirvieron de pauta para definir los ocho objetivos a cumplir por los diferentes países.
Desde entonces, los ODM se han convertido en estándares internacionales para monitorear el desarrollo de los diferentes países, teniendo en cuenta que el avance para su cumplimiento tiene un gran impacto social en el mejoramiento de la condición humana.
Sin embargo, a doce años de este encuentro no todas las naciones exhiben resultados acorde al compromiso realizado. Bien diferente son los indicadores alcanzados por Cuba, a pesar de ser una nación bloqueada y subdesarrollada. El país está a la vanguardia como pocas naciones del mundo, en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lo cual es el resultado de la voluntad política gubernamental y de su desarrollo social.
En este trabajo analizamos el cumplimiento y monitoreo por Cuba de los ODM, así como las acciones que emprende el gobierno cubano para perfeccionar los resultados alcanzados y los que están por cumplir.

Palabras Clave: Compromiso, Cooperación, Educación, Empoderamiento, Salud, Objetivos de Desarrollo del Milenio, Voluntad Política.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Cortina Castellanos, M. y Godinez Valdés, B.: "Cuba: en pos del cumplimiento de los objetivos del milenio", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, abril 2012, www.eumed.net/rev/cccss/20/

INTRODUCCIÓN
En el año 2000, los Jefes de Estado y Gobierno en Naciones Unidas de 189 Naciones , se trazaron un conjunto de metas a los cuales denominaron Objetivos de Desarrollo del Milenio, fijando por primera vez, su cumplimiento para el 2015.
Los ODM, también conocidos como Objetivos del Milenio hacen referencia a:
Erradicación de la pobreza, (Objetivo1), Educación primaria universal, (Objetivo 2), Igualdad entre los géneros y Empoderamiento, (Objetivo 3), Mortalidad infantil, (Objetivo 4), Salud materna, (Objetivo 5), Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, (Objetivo 6), El sustento del medio ambiente, (Objetivo 7), Fomento de las Alianzas Globales, (Objetivo 8).
Sin embargo, partiendo de la situación actual y los avances alcanzados, se considera improbable que en el 2015, se cumplan los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), a los que se comprometieron.
Cuba a pesar del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EE:UU, ha dado pasos importantes en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). En consecuencia, suscribió la Declaración del Milenio e hizo suyos los Objetivos de Desarrollo acordados, así como el espíritu de la convocatoria, impulsando un proceso participativo con vistas a continuar mejorando los indicadores sociales.
Tales resultados, son el reflejo de la política social aplicada en los últimos 50 años, que ha mantenido el concepto de desarrollo humano sostenible con equidad en el centro de su estrategia de desarrollo nacional, lo cual ha permitido exhibir logros remarcables en los seis primeros objetivos, donde varios de los indicadores han sido cumplidos plenamente hace ya varios años.
No obstante, las autoridades cubanas trabajan junto a las agencias de la ONU y la red del PNUD, de manera coherente y coordinada en la realización de los compromisos antes del plazo fijado, lo que ha permitido no sólo lograr las cifras trazadas para el 2005, sino alcanzar las establecidas para el 2015, en algunos de
los objetivos. El país encamina sus esfuerzos a mejorar los indicadores de los ya vencidos, lo que redundará en mayor desarrollo humano y justicia social.
En este trabajo nos aproximaremos a analizar el comportamiento y nivel de cumplimiento actual en Cuba, de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en pos de contribuir al mejoramiento de los objetivos del proyecto revolucionario, que ha creado un modelo de desarrollo económico, encaminado a la sostenibilidad, con un carácter inclusivo y de impacto social, ubicando los intereses del ser humano como centro y beneficiario principal.
1. CUBA  EN  POS  DEL  CUMPLIMIENTO  DE  LOS  OBJETIVOS  DEL MILENIO.
Si hacemos un análisis del cumplimiento de los ocho (ODM), podemos afirmar que Cuba exhibe satisfactorios resultados, siendo nuestra nación uno de los países del Tercer Mundo con mejor hoja de servicio ante el monitoreo internacional de los llamados (ODM), ya que muestra un cuadro general envidiable con relación a su desempeño: donde tres de ellos ya fueron alcanzados, otros tres son de probable cumplimiento y los otros dos se consideran potencialmente cumplidos.
Los tres objetivos considerados cumplidos son:

  •   Lograr la enseñanza primaria universal (Objetivo 2),
  •   Promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer (Objetivo3),
  •   Reducir la mortalidad infantil (Objetivo 4).

El Objetivo 2, lograr la enseñanza primaria universal, es ya una meta cumplida en Cuba, en tanto la educación para todos, se considera una expresión de la lucha por la igualdad y la justicia social, que se inserta plenamente en la concepción
desarrollada en el país, en la cual, la educación constituye un proceso social, organizado y dirigido por el Estado y sus instituciones, que concibe la sociedad cubana como educadora en su esencia.
Los niños y las niñas en Cuba ostentan los mismos derechos en cuanto a acceso a la educación primaria secundaria y terciaria. Las proporciones hombre/mujer que se muestran en los diferentes grados de escolarización en el país, nos permiten mostrar un acceso similar a la educación y a su vez porcientos elevados respecto a esta relación.
Lo que para los cubanos nacidos en Revolución es un derecho propio, la enseñanza primaria universal, es en muchos países del mundo una quimérica aspiración. El 99,7% de las niñas y niños entre seis y once años están matriculados en centros de esa enseñanza y en las especiales. Incluso, desde el 2000, más del 98% de los estudiantes que iniciaron primer grado llegan al sexto de manera satisfactoria.
Desde 1980, por lo general, las hembras matriculadas en la enseñanza media, la técnica y profesional y la superior superan a los hombres, alcanzando esta última para 1996, la cifra de 151 mujeres por cada 100 hombres.
Respecto a la enseñanza universitaria, a partir de la década del 80, comienza en Cuba un proceso paulatino de feminización de la enseñanza superior que ya alcanza en el año 1998, el 60% de la matrícula del país, cifra que representa un total de 300 000 mujeres en las aulas universitarias para un para un 48% de los graduados de ese nivel. La enseñanza universitaria en los marcos de la relación hombre/mujer, reveló que de 134.2% en el año 1990, experimentó un incremento hasta 172.1% en el año 2008.

El aspecto educacional, tanto en su componente instructivo como educativo se convierte en factor fundamental que tributa al acceso ocupacional en cualquier actividad del entramado productivo. La inserción de hombres y mujeres en el
proceso de desarrollo del país, es el reflejo de: Una estrategia desarrolladora que sitúa al ser humano como beneficiario principal, de una política educacional que comprende todo el sistema de enseñanza, así como de una voluntad política que erige como principio el ideario martiano de ser culto para ser libres.
Aunque se pronostica de PROBABLE que se mantenga el mismo nivel de cumplimiento para toda la etapa hasta el 2015, Cuba partiendo de un análisis crítico de las debilidades e insuficiencias del sistema de enseñanza en todos sus niveles, se ha propuesto llevar a cabo un conjunto de acciones para revertir esta situación, lo que tributara a un fortalecimiento y consolidación de su sistema educacional que elevará la calidad del cumplimiento del objetivo.
Un estudio de calidad efectuado por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación, mostró que Cuba obtuvo los mejores resultados entre los 16 países latinoamericanos y caribeños en que se realizó. A pesar de esto, existe la percepción entre la población de que en los últimos años ha existido un deterioro de su sistema educativo.
Tales valoraciones fueron manifestadas en las 15.687 asambleas ciudadanas de análisis de los problemas económicos y sociales del país en las que participaron más de cinco millones de personas, en las cuales, se consideró que los desajustes en el sistema educativo cubano son percibidos por la población como uno de los principales problemas del país, equiparables a otros como la vivienda y el transporte.
Este diagnóstico popular, tuvo como resultado la puesta en marcha de diversas transformaciones y medidas de choque. Ante la baja preparación de los llamados "maestros emergentes", se acordó centrar la atención en la elevación de la preparación del personal docente, como pivote para garantizar no sólo una educación en expansión sino en profundidad.
Lo anterior, se refuerza con los programas de superación post graduada, que tienen como colofón, la obtención de grados superiores académicos y científicos, garantizándose para el futuro un mayor número de máster y doctores vinculados directamente a la docencia.
Como complemento, además se propició el retorno voluntario a las aulas de maestras y maestros jubilados, los cuales ostentan una vasta experiencia profesional que tributará a la formación de los noveles y la elevación de la calidad.
El Objetivo 3, promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, exhibe resultados innegables ya que desde el inicio de la Revolución, sin incluso proponerse un enfoque de género, la dirección del país decretó leyes y medidas que desde su propia concepción iban dirigidas a darle una posición privilegiada a la mujer en la sociedad.
Si bien a nivel mundial, hoy se habla de la feminización de la pobreza, ellas constituyen un porciento considerable de la fuerza de trabajo. Son las mujeres el 45% de la fuerza laboral en el sector estatal civil, mientras que los servicios constituye el principal proveedor de empleo, con un 46,3%. Por su parte, la agricultura absorbe el 36,7 %. La pobreza femenina está determinada por las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres. Los ingresos brutos promedios, por hora de las mujeres representan alrededor del 75% de los hombres.
Bien diferente es la situación en Cuba donde este objetivo se encuentra respaldado constitucionalmente. Cuatro de sus artículos tributan al alcance de la igualdad de género y empoderamiento de la mujer.
Artículo 41.- Todos los ciudadanos gozan de iguales derechos y están sujetos a
iguales deberes.
Artículo 42.- La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen
nacional, creencias religiosas y cualquiera otra lesiva a la dignidad humana está
proscrita y es sancionada por la ley Las instituciones del Estado educan a todos,
desde la más temprana edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos.
Artículo 43.- El Estado consagra el derecho conquistado por la Revolución de que los ciudadanos, sin distinción de raza, color de la piel, sexo, creencias religiosas, origen nacional y cualquier otra lesiva a la dignidad humana: -tienen acceso, según méritos y capacidades, a todos los cargos y empleos del Estado, de la Administración Pública y de la producción y prestación de servicios; -ascienden a todas las jerarquías de las fuerzas armadas revolucionarias y de la seguridad y orden interior, según méritos y capacidades; -perciben salario igual por trabajo igual;
-disfrutan de la enseñanza en todas las instituciones docentes del país, desde la escuela primaria hasta las universidades, que son las mismas para todos; -reciben asistencia en todas las instituciones de salud;
-se domicilian en cualquier sector, zona o barrio de las ciudades y se alojan en cualquier hotel;
-son atendidos en todos los restaurantes y demás establecimientos de servicio público;
-usan, sin separaciones, los transportes marítimos, ferroviarios, aéreos y automotores;
-disfrutan de los mismos balnearios, playas, parques, círculos sociales y demás centros de cultura, deportes, recreación y descanso.
Artículo 44.- La mujer y el hombre gozan de iguales derechos en lo económico, político, cultural, social y familiar.
La Constitución legitima la plena participación de la mujer en el desarrollo del país. A través de las organizaciones e instituciones gubernamentales, el Estado, en función de facilitar a la mujer, en especial a la trabajadora, el desempeño de sus responsabilidades, promueve acciones como la creación de círculos infantiles, seminternados e internados escolares, casas de atención a ancianos, entre otras, que propician la realización del principio de equidad.
Cuba presenta al mundo datos de evidente avance en la equidad de género. En 2004, el 63 % de las graduadas universitarias fueron mujeres y accedieron, en mayor cuantía que los hombres, a puestos de trabajo más cualificados evidenciando la participación de la mujer en la sociedad, en particular en la actividad científico-tecnológica, lo cual estuvo condicionada por las dimensiones del proyecto socioeconómico.
Indicador. Trabajadores físicos en la actividad de ciencia y tecnología según su categoría ocupacional.
Sería muy difícil pensar en la economía y en la sociedad cubana en su conjunto sin la activa presencia de las mujeres, pues la propia política llevada a cabo desde el mismo triunfo revolucionario en cuanto a la protección y desarrollo de la mujer, ha posibilitado mostrar las siguiente cifras en porcientos que demuestran en buena medida el desarrollo de las femeninas y el lugar importante que ocupan en la sociedad.
La presencia de las mujeres en el empleo, a partir de los datos censales, permite apreciar las variaciones ocurridas desde 1953, donde las trabajadoras representaban el 17.1%, del total de los trabajadores. En 1970, la cifra alcanzada era del 18.3%.1 Según el Censo de Población y Vivienda realizado en 1981, en
Cuba ya la tasa de actividad femenina fue de 32,8%. Tan sólo en nueve años (1990) alcanzó el 42,2 % para un crecimiento promedio anual de 5,2%.
Al cierre del 2009, los ocupados en la economía ascendieron a 5 072,4 miles de trabajadores. Del total, 1 934,1 miles son mujeres y 3 138,3 miles son hombres, el salario medio mensual alcanzó los 429 pesos, la tasa de desocupación fue de 1,7 correspondiendo el 2,0 a las mujeres y el 1,5 a los hombres.2
Hoy en día, las mujeres cubanas representan el 46,7% de la fuerza laboral estatal civil; 25,4% de los trabajadores por cuenta propia; 65,6% de los técnicos y profesionales, más del 70% de los técnicos y profesionales de la salud y la educación; el 63,8% de los médicos generales integrales y 51,6% de los investigadores del sistema de ciencia y tecnología. En la actualidad, del total de la fuerza laboral, ellas representan el 66,5% de la fuerza técnica y profesional del país.
En relación a la actividad científico-tecnológica, de un total de 71 699 trabajadores las mujeres representan el 54% de la fuerza laboral. Analizando la composición en cuanto a calificación, encontramos que de ese total, el 64% son graduados de nivel superior y el 20% de nivel medio. De ellos, el 60% de las féminas está vinculado directamente a la actividad de investigación e innovación4
La participación femenina en la ciencia, está respaldada por la elevada matricula de mujeres en los Institutos Superiores Politécnicos, donde la mitad de los alumnos son muchachas que estudian carreras de Ingeniería. Sin embargo, se aprecia una menor cuantía de féminas en las carreras de Ciencias Exactas. En las disciplinas que componen estas ciencias se revela, por ejemplo que la presencia femenina en Física, es mayor que en Matemática y Cibernética.
De manera que, una explicación al fenómeno podemos encontrarla en una construcción histórico-social que le situó a hombres y mujeres, un papel y lugar en la vida en sociedad y en relación a la ciencia. El análisis anterior se complejiza por el hecho de que las mujeres en el desarrollo de su profesión, sufren un retardo lógico en su formación profesional debido al matrimonio, a la familia y los hijos, a lo que se suma criterios sociales que prevalecen también en Latinoamérica y en el mundo.
En el campo de los derechos sexuales y reproductivos, además del derecho garantizado por las instituciones públicas de salud a la interrupción del embarazo, debemos resaltar, por ejemplo, la existencia en Cuba de la licencia de maternidad y/o paternidad remunerada por 18 semanas con la opción de prórroga hasta un año, en este caso con el 60 % del salario.
La promoción de la igualdad de género en nuestro país, no sólo es desde el punto de vista productivo sino también en la política. Las mujeres ocupan importantes cargos en la esfera productiva y científico técnica pero también han aumentado su presencia en el Parlamento.
Aunque, las estadísticas de la Unión Interparlamentaria (UIP) confirman que el grado de representación de la mujer en los órganos legislativos de un país no es directamente proporcional al desarrollo social o económico y revelan que el machismo que se atribuye a muchos países latinos no se refleja en la composición
de sus parlamentos.5
Si bien, las mujeres han avanzado en la participación social en diferentes esferas, aún es baja la participación de las féminas en los poderes legislativos del mundo, pues apenas alcanzan el 18,7% de los puestos parlamentarios, ya que de los 44 mil 214 legisladores contabilizados en los parlamentos estudiados, solo ocho mil 267 son mujeres.6
Los escaños en los poderes legislativos, constituyen uno de los indicadores de empoderamiento donde Cuba muestra mejores avances. En el año 1975, las mujeres en cargos de dirección eran el 15.2%, en 1981 el 21.1%. Ya para 1990, fueron el 34.3% las que ocuparon escaños en el parlamento nacional, cifra esta incrementada hacia el año 2008, donde representaron el 43.3% de los puestos a ocupados en la Asamblea Nacional del Poder Popular,7 mientras que en las provincias las féminas ascendieron al 40,63% y a 27,3% a nivel municipal.8 .
La cifra de mujeres representadas en el Parlamento es elevada. Tal nivel de representatividad ubica a Cuba, en el cuarto lugar mundial y el primero en América, lo cual está respaldado por un estudio efectuado por la Unión Interparlamentaria (UIP) que demuestra que las cubanas ocupan 265 de los 614 escaños.
Cuba ha logrado superar su propio récord de participación femenina en las asambleas municipales, provinciales y en la Asamblea Nacional del Poder Popular, con lo que sobrecumple las aspiraciones expresadas en la Cumbre de Beijing, de incluir un 30% de mujeres en los parlamentos. Hay que acotar que este posicionamiento lo alcanzó, sin necesidad de establecer cuotas fijadas en leyes, a las que han debido recurrir varios países.
Lo anterior, contrasta con las cifras de otras regiones del mundo. En América Latina el promedio de representación de mujeres en el parlamento es del 22%; en Europa 21,4%; en Asia 18,5%; en África Subsahariana 18%; en el Pacífico 15,3% y en los Estados Árabes 9,6%. A nivel mundial, Suecia tiene un 46,4% de mujeres en su única cámara legislativa, mientras que Sudáfrica tiene el 44,5% en la Cámara de Diputados y 29,6% en el Senado.
La mujer cubana, está representada también en otros escaños de poder: En el Consejo de Ministros, 7 de sus 32 miembros son ministras, para un 25,9%, las cuales son secundadas por 49 viceministras constituyendo el 39,2%, mientras que 12 mujeres forman parte del Consejo de Estado representando el 40 % y una es vicepresidenta del país (la Contraloría General de la República). Atrás parecen haber quedado las razones que impedían una mayor representatividad de las mujeres cubanas en esos puestos.9
Con relación a cargos políticos las mujeres cubanas tienen una participación creciente. Actualmente ellas representan más del 40% de los miembros del Comité Central del Partido. Otras dirigen en los Comité Provinciales y Municipales a lo largo y ancho del territorio nacional.
El comportamiento de empoderamiento y género, en la actividad científico-tecnológica, demuestra que la promoción de mujeres a cargos directivos es de solamente algo más del 20%. Lo anterior, pone a relieve que la pirámide no crece proporcionalmente.

Tal situación, no significa que si bien hemos avanzado todavía existan insatisfacciones, en el objetivo de promover la equidad de género y la autonomía de la mujer. Su avance no sólo depende de la voluntad política de un Gobierno y de las estrategias y políticas puestas en marcha.
En la sociedad cubana aún subsisten tendencias muy arraigadas que ralentizan el camino hacia la equidad En eso inciden aspectos culturales, las tradiciones, las costumbres que ni siquiera las leyes, decretos y resoluciones a favor de la mujer han podido borrar. Persisten determinadas concepciones y estereotipos sexistas en la división sexual del trabajo, tanto en el ámbito social como familiar.
En este sentido, cabe destacar el trabajo gubernamental como principal promotor de los cambios legislativos, que unido a la estrategia de inserción en los programas públicos de la perspectiva de género, han incidido paulatinamente en la transformación necesaria y deseada de la mentalidad ciudadana, poniendo en función de esos objetivos a los medios de comunicación y otros actores sociales.
En el plano internacional, Cuba es firmante de las convenciones y tratados internacionales que reflejan los derechos de la mujer (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer) por lo que expresa, reafirma y cumple sus compromisos con los acuerdos y tratados internacionales en materia de género, muy especialmente con los emanados de la IV Conferencia Mundial de las NNUU sobre la Mujer. Por todo lo anterior, se considera que el objetivo 3, ha sido cumplido en Cuba y se proyecta una vigilancia hacia el 2015, en función de su sostenibilidad.

El Objetivo 4, reducir la mortalidad infantil, es uno de los indicadores cuyos resultados no dejan dudas, de cuanto Cuba viene haciendo por disminuir día a día la proporción de niños muertos por cada mil nacidos vivos.
Cuba, de país con una salud pública precaria se ha transformado en una nación que es considerada una potencia médica a nivel mundial. El país cuenta con un sistema nacional de salud articulado a lo largo y ancho del territorio nacional que implementa disímiles programas, con una cobertura que garantiza el acceso a los servicios de todos los sectores de la población, sin distinción de sexo, color de la piel o procedencia social.
Los indicadores de salud que hoy el país muestra son el resultado de la prioridad que la Revolución le brindó a la salud pública desde el mismo triunfo revolucionario.
Algunos resultados relevantes del sistema de salud pública cubano1.

  • Sistema gratuito universal de salud.
  • Sesenta y dos médicos por cada 10 000 habitantes (161 habitantes por médico).
  • Un médico de familia por cada 120-160 familias.
  • Formación de más de 18 000 médicos cubanos a partir del curso 2004-2005.

  Esperanza de vida al nacer en 2011: 80 años mujeres, 75 años para los hombres.
Mortalidad infantil en el 2011, (4.9 por cada mil nacidos).

  • Mejores indicadores del mundo en el control de la hipertensión: 61% de la población hipertensa en Cuba recibe medicación y 40% se encuentra bajo control.
  • Bajo nivel de prevalencia de VIH en 2001: 34,5 por 1 millón de habitantes.
  • Incidencia anual de infección por el VIH en 2001: 58 por 1 millón de habitantes.
  • Primer país en eliminar la polio en las Américas (en 1962).
  • Programa de control del dengue más eficaz de las Américas.
  • Primer país en eliminar el sarampión en las Américas (en 1996).
  • Formación de 11 500 extranjeros en el curso 2004-2005.

Una gran incidencia en la baja mortalidad infantil tiene la puesta en marcha de un sin número de programas de salud, dentro del que se destaca el Programa Materno Infantil (PAMI).
“La prioridad brindada al Programa materno infantil, la integralidad de su concepción, la intersectorialidad en su aplicación práctica, el mejoramiento sistemático de sus acciones preventivas, de diagnóstico y educativas, así como el permanente monitoreo y evaluación, son fortalezas que junto con la voluntad política del Estado para dirigir recursos a este programa fundamentan sus resultados”2 .
En los últimos cuatro años, la consistencia de este programa ha permitido alcanzar cifras inferiores al 5 por ciento, ubicándola en la más baja de América Latina junto a Canadá, lo cual es el resultado de un sistema integral que garantiza un acceso con equidad a los servicios asistenciales a la madre y al niño.

La tasa de mortalidad infantil es un indicador de salud que mide el riesgo de morir durante el primer año de vida, el más crítico, en la supervivencia de un ser humano, el cual es considerado un indicador demográfico internacional que muestra de forma sintética los avances que un país tiene en cuanto a la protección de la madre y el niño, a su salud, seguridad material educación y socialización.

La aplicación de este programa a lo largo del territorio nacional ha permitido que
de los ciento sesenta y ocho municipios del país, 17 tengan cero mortalidad infantil, donde siete provincias tienen tasas por debajo de 4,9 que es la media nacional 3.
Las provincias que han alcanzado tan destacados resultados son: Las Tunas (3,5), Artemisa (3,9), Pinar del Río (4,0), Holguín (4,0), La Habana (4,3), Ciego de Ávila (4,4) y Granma (4,4). Estos resultados son debido a la combinación de un conjunto de factores donde coexisten en tiempo y espacio, la voluntad y decisión política gubernamental, un elevado nivel de escolaridad de la población, un abarcador programa de vacunación que cubre al 100 por ciento de los niños, un sistema sanitario universal accesible y gratuito, monitoreado por un sistema primario de salud, donde el médico y la enfermera de la familia tienen un papel protagónico.
Otros tres Objetivos de Desarrollo del Milenio, se consideran de cumplimiento probable:

  • erradicar la pobreza extrema y el hambre (Objetivo 1),
  • Mejorar la salud materna (Objetivo 5)
  • Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades (Objetivo 6).

En el Tercer Informe de los ODM 2010: “Estado del cumplimiento y pronóstico 2015 de los ODM en Cuba”, al analizar la marcha del cumplimiento del Objetivo1, erradicar la pobreza extrema y el hambre se considera:
“La situación actual favorable en materia de pobreza extrema y hambre, el avance constatado en materia de empleo, seguridad y asistencia social conjuntamente a las consideraciones señaladas sobre las estrategias y políticas que previsiblemente se aplicarán permiten evaluar como PROBABLE el cumplimiento en el 2015 de este Objetivo”.
Hay consenso mundial, de que en Cuba no se presenta la pobreza extrema, esa que asoma en los rostros famélicos y los vientres inflados. No hay cubanos desprotegidos, ni discriminados, no hay niños ni niñas hambrientos mendigando un pedazo de pan, sin hogares, con el camino condicionado al robo y la prostitución.
Se considera que la tasa de 1 ó 2 dólares diarios, que se toma para determinar el umbral internacional de medición de la pobreza carece de toda lógica en el caso de Cuba. Tal aseveración, está fundamentada en la política de subsidios a la canasta familiar y a un sinnúmero de bienes y servicios por parte del Estado, que incluye: la educación, la salud, el transporte, la vivienda, la electricidad, el teléfono, los espectáculos culturales y deportivos.
Teniendo en cuenta las demostradas inversiones en capital humano, realizadas por Cuba desde el mismo triunfo revolucionario, destacamos al indicador educación como responsable en la disminución de la pobreza extrema.

Aunque diferentes estudios realizados por organismos internacionales consideran que esa política de subsidio condiciona la no existencia de pobreza extrema en el país y por tanto la no existencia de graves situaciones de exclusión y desamparo, eso no significa que no existan capas y sectores poblacionales vulnerables, sobre todo después del derrumbe del campo socialista
En tales circunstancias, donde Cuba perdió a sus antiguos socios y el 85% de su comercio exterior, se produjo un retroceso en numerosos parámetros sociales y se comenzaron a identificar segmentos de la población en desventaja social por razón de edad, bajos ingresos, insalubridad de vivienda y otros. No obstante, en las peores condiciones económicas vividas en el país desde el triunfo de la Revolución nadie quedó desamparado.
Aunque con niveles de deterioro, la sociedad siguió promoviendo una protección social, a través de la cual se garantizó el acceso igual y libre que tienen todos los cubanos a bienes y servicios sin tener en cuenta su aporte laboral, lo que los sitúa en igualdad de condiciones como miembro de la sociedad y contribuyó en alguna medida a palear los efectos negativos del llamado Período Especial.
Ante un nuevo escenario la dirección del país orientó realizar un diagnóstico integral nacional para determinar las necesidades sociales hogar por hogar. Para ese fin se creó, en el año 2000, el Programa de Trabajadores Sociales integrado por 42.000 jóvenes.
Hoy en día, el programa se subdivide en más de 200 programas integrales que abarcan entre otras acciones: atención personalizada a familias en condiciones de precariedad o afectadas por desastres naturales, a niños y niñas con riesgo nutricional, a personas con discapacidades y a jóvenes desvinculados a los que se les paga un salario por estudiar.
Con el nuevo siglo, el país realizó esfuerzos encaminados a mejorar la disponibilidad de alimentos gradualmente, lo que disminuye el riesgo a la subnutrición. Las estrategias nacionales para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria, han promovido nuevas acciones del Estado como el desarrollo de la agricultura urbana, la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo para producir alimentos y la liberación gradual, de productos que antes integraban la canasta básica subsidiada.
A pesar de los esfuerzos y de la existencia de una voluntad y política gubernamental, los resultados aún no son constatables. Continúan las dificultades para proveer a la población de productos cárnicos y lácteos debido a la escasa producción nacional y a los débiles mecanismos de estimulación de la producción agrícola en el país, a lo que se unen los elevados precios que tienen los productos agrícolas y pecuarios en el mercado nacional, que dificultan el consumo por parte de la población.
A lo anterior se le suma, la tendencia alcista actual que presentan los precios de los alimentos en el mercado mundial, que obligan al país a realizar mayores erogaciones de divisas para garantizar la canasta básica y otros productos que necesita la población.

Cuba trabajará en garantizar la seguridad alimentaria y consecuentemente en el alza de los niveles nutricionales de su población, disminuyendo de esta manera, la posibilidad de la presencia del flagelo de la pobreza extrema, en nuestra sociedad.
A la luz de la actualización del modelo económico cubano, se proponen cambios en la concepción de la política de subsidios. Se plantea ir reduciendo el subsidio a los productos y en cambio prestar ayuda económica aquellas familias y personas que realmente necesiten apoyo estatal, dando de esta forma una atención diferenciada a las capas y sectores de más bajos ingresos.
Si tenemos en cuenta el análisis multidimensional de la pobreza realizado por Naciones Unidas, podemos decir que Cuba continuará trabajando para el 2015, en función de que ese objetivo se mantenga como de probable cumplimiento. Tal aseveración está determinado por el comportamiento en nuestro país de los indicadores comprendidos en el análisis del PNUD: Niveles de Vida, Niveles de Educación y Salud.
Cada uno de ellos está determinado por un conjunto de sub-indicadores que hacen posible su medición y calidad de su comportamiento. El indicador Nivel de Vida, incluye los bienes y servicios, la electrificación, acceso a agua potable, piso, saneamiento y combustible. El indicador Nivel de Educación incluye, matrícula escolar y años de instrucción. El de Salud, incluye mortalidad infantil y nutrición.
En cuanto al cumplimiento probable del Objetivo 5, Mejorar la salud materna, los resultados alcanzados en Cuba están condicionados por otros indicadores que tributan a este objetivo.

La esperanza de vida de al nacer de la mujer en Cuba es elevada, se ubica alrededor de los ochenta años. Todo ello está respaldado por un sistema de atención primario que garantiza en el territorio nacional una creciente salud reproductiva de las féminas. Indudablemente, las mujeres se benefician de un conjunto de programas de salud, los cuales tributan al incremento de la calidad de vida, en particular, la salud materna.
La situación actual es bien contrastante con la existente en la nación antes del Triunfo de la Revolución, donde en materia de salud, el país mostraba índices altos de no acceso al sistema sanitario, que elevaban las tasas de mortalidad por enfermedades predecibles.
Las mujeres que en aquel entonces tenían numerosos hijos, alumbraban fuera de instituciones hospitalarias, con auxilio de las llamadas parteras o comadronas, no siempre con las mejores condiciones higiénico-sanitarias, lo que tributaba a elevadas tasas de mortalidad materna e infantil.
Una combinación de factores han incidido en la disminución sostenida de la mortalidad materna en el país. Desde la percepción social de la mujer como gestora de la salud para la familia y teniendo como referente los cambios de la calidad de la vida de la sociedad cubana, el nivel de instrucción alcanzado por la mujer, el acceso a la salud en general y atención primaria a la embarazada, así como alcance de los derechos sexuales y reproductivos.
A estos resultados ha contribuido el hecho de que desde 1986, el 99 % de los partos, se realizan en instituciones de salud. Esta cifra en la actualidad alcanza entre el 99.9 y el 100%, lo cual disminuye el riesgo de muerte de la madre y del niño. (Informe MINSAP, 2000).
La maternidad se convirtió en Cuba en un asunto de interés social. No sólo las instituciones de salud han tributado a los resultados alcanzados por Cuba, en cuanto a lo que salud reproductiva se refiere. Organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas, juegan un papel activo en la movilización de las féminas para dar cumplimiento a los programas asociados a la salud reproductiva. (Pruebas citológicas, VIH, enfermedades de transmisión sexual, entre otras.)
La mujer cubana está protegida por leyes que garantizan una maternidad segura y saludable. Disfrutan de una atención primaria, a lo largo del período gestacional con un elevado pesquizaje de la salud del feto y la madre, apoyados en desarrollo de ciencia y la tecnología en función de la salud reproductiva (Ultrasonidos, Alfafetoproteína, Agniosíntesis, pruebas de ADN entre otras, a lo que se suman estudios genéticos, a nivel de áreas de salud para detectar en etapas tempranas cualquier anomalía fetal).
Al inicio del embarazo se establece una clasificación de riesgo genético, se hacen estudios de electroforesis de hemoglobina para identificar portadores de anemia drepanocítica (sicklemia). A las gestantes de 37 años y más se le aplican estudios para detectar enfermedades debido a alteraciones cromosómicas (síndrome de down) dándose la posibilidad de realizar un estudio prenatal citogenético.
La Tasa de mortalidad materna de Cuba se encuentra entre las más bajas de América Latina. En el 2008, la razón de muertes maternas fue de 46,5 por 100 000 nacidos vivos.; por causas directas (MMD) fue 29.4 y por causas indirectas fue de 17,1 por 100 000 mil.4
Las líneas del Programa en que se está haciendo énfasis y las tendencias en los indicadores permiten pronosticar como PROBABLE el cumplimiento de este Objetivo en el 2015.
El nivel de la salud materna es de los mejores de América Latina y el Caribe, lo que nos permite ubicarnos en el tercer lugar en la lista de porcentajes más elevados de cobertura anticoncepcional.

Si comparamos la tasa de mortalidad materna existente en el país, podemos afirmar que es privilegiada con relación al resto de la mayoría de los países del tercer mundo y equiparable con la que muestran algunos países desarrollados. La madres fallecidas por cada 100 mil niños nacidos vivos en Cuba, es inferior al nivel mundial, mientras que América Latina tiene una mortalidad materna de 400 por cada 100 mil niños nacidos vivos 5.

Las cifras alcanzadas por Cuba no son casuales. Este logro se deriva del Programa Materno Infantil, resultado de la política social cubana que abarca todo el territorio nacional y que se mantiene como uno de los buques insignia de dicha política.
Este programa comprende un seguimiento médico a las mujeres embarazadas, incluyendo la realización de pruebas avanzadas para el diagnóstico precoz de anomalías congénitas; se controla el desarrollo del recién nacido hasta cumplir un año; se incorporan a hogares maternos a gestantes de riesgo o de zonas apartadas; se brinda apoyo a la alimentación de la gestante a través de suplementos dietéticos; y se continúa preservando la atención institucionalizada del parto y la promoción de la lactancia materna.
El Programa Materno Infantil es un eslabón importante dentro de las metas trazadas en cuanto a política de salud. Actualmente, se diseñan nuevas y diferentes estrategias para la reducción de ese indicador en el país, con vista a acercarlo al compromiso contraído de reducción de la mortalidad materna en los ODM, lo que puede valorarse como probable,  teniendo en cuanta la tendencia de su evolución desde el año 1990.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) plantean en su primer indicador oficial básico disminuir en tres cuartas partes la razón de muerte materna (directa + indirecta), lo que supone que tengamos que alcanzar una tasa de 10,5 x10000 N.V. de MM al arribar al año 2015.
El Tercer Informe de los ODM 2010, al analizar la marcha del cumplimiento del Objetivo 6, Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, refleja como Cuba continúa una vigilancia extrema en cuanto a enfermedades endémicas ya erradicadas, como la malaria, la tuberculosis, las diarreas, la poliomielitis, la fiebre amarilla, las enfermedades infecciosas que minaban la salud de la población en Cuba. Se han eliminado del territorio nacional además: el paludismo, el tétanos neonatal, la difteria, la meningoencefalitis posparotiditis, la rubeola, el sarampión y la tosferina.
Muchas de estas enfermedades, han desaparecido resultado de un amplio sistema de vacunación que desde edades tempranas reciben nuestros niños, ancianos y población vulnerable y que constituyen el eje central de un programa nacional de combate contra estos males.
Por otra parte, Cuba se mantiene entre los países de más baja prevalencia del VIH, comportamiento que contrasta con la región caribeña, que es la segunda más afectada del planeta. En el Tercer Informe de Cumplimiento de los Objetivos del Milenio presentado por Cuba, se considera que en el territorio nacional la forma predominante de transmisión del VIH es la sexual (99,4%), mientras que la sanguínea y la materno infantil han sido mínimas por lo que no constituyen problemas de salud.

El VIH/SIDA en Cuba es considerado de baja transmisión: en el 2004, la prevalencia estimada en la población sexualmente activa era de 0,05%, siendo los homosexuales los más afectados. Las cifras que ostenta el país en materia de VIH han sido fruto de las políticas de salud y educación sexual emprendidas.
Dichas políticas han transitado por diferentes etapas que van desde el aislamiento sanatorial, hasta un programa integral en todo el país dirigido a la inserción social de las personas afectadas, a las cuales el Estado le brinda de manera gratuita el tratamiento antirretroviral. En Cuba se desarrolla, además, un pujante programa nacional para impulsar las relaciones sexuales seguras y el uso del condón, vinculándolo a otras iniciativas como las campañas contra la homofobia y la transfobia.

El estado es abanderado de un programa de inserción de las personas con VIH en la sociedad, convirtiéndolos en los principales agentes promotores en la lucha contra las enfermedades de transmisión sexual. Las políticas de empleo igualmente favorecen a los enfermos en cuanto a su incorporación laboral tanto en la esfera productiva como de los servicios.
Los afectados reciben una atención altamente especializada, médica y social que les permite alcanzar una mayor y mejor calidad de vida incluyendo a la familia como núcleo de la sociedad.
Cuba ha desarrollado importantes investigaciones que le ha permitido obtener medicamentos para combatir los efectos negativos de la enfermedad y continúa trabajando con la esperanza de descubrir una vacuna que permita la cura del VIH.

Las metas de Salud deben tributar sin lugar a dudas al cumplimiento de los ODM ya analizados.
Metas en salud

  • Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre.
  • Reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad en niños menores de 5 años.
  • Reducir, entre 1990 y 2015, la mortalidad materna en tres cuartas partes.
  • Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la propagación del VIH/sida.
  • Haber detenido y comenzado a reducir, para el año 2015, la incidencia de paludismo, tuberculosis y otras enfermedades graves.
  • Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas que carecen de acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.
  • En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo a un costo razonable.

Los otros dos restantes ODM, se consideran potencialmente cumplidos, ya que depende de las acciones en curso que el país prevé realizar en el plazo concebido.

  • Garantizar la sostenibilidad ambiental (Objetivo 7)
  • Fomentar alianzas globales para el desarrollo. (Objetivo 8)

En cuanto al Objetivo 7, garantizar la sostenibilidad ambiental, es necesario subrayar que la creación del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente constituyó un paso importante para la creación de una Estrategia Nacional de Medio Ambiente en la que se incorporaron los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales.

La concreción de las acciones en función de alcanzar la sostenibilidad ambiental ha permitido que Cuba aparece como el único país que combina un alto Índice de Desarrollo Humano (IDH) con una baja "huella ecológica", indicador que señala la energía y recursos per cápita consumidos en cada país.
Nuestro país ha adquirido mayor conciencia y potenciado nuevas habilidades para emplear de modo racional los recursos, así como desarrollar instrumentos y acciones para su protección. Entre ellas podemos enumerar:
·    la búsqueda de mayor eficiencia en los procesos productivos,
·    la paulatina introducción de prácticas de Producción Más Limpias,
·    el trabajo en pos de la utilización de fuentes alternativas de energía,
·    la protección y conservación de los paisajes naturales de gran valor por
medio del Sistema Nacional de áreas protegidas.
·    el empleo de productos biológicos en la agricultura y la tendencia de ese
sector hacia la sostenibilidad,
·    el reciclaje de diferentes materiales y desechos
Especial atención merece el análisis de la "Revolución energética" . Programa que se desarrolla desde 2005, que tiene como objetivo el ahorro de recursos energéticos y la diversificación en la generación de energía.
Dicho programa, trajo implícito el cambio de tecnologías y un mayor énfasis en el desarrollo de la energía renovable, dejando a un lado las obsoletas centrales térmicas y apostando por otras fuentes energéticas como la solar.

Unido al problema del cambio tecnológico se ha desarrollado una política de Educación energética y medio ambiental, con el objetivo de sensibilizar a la población con el ahorro de energía, para lo cual se ha elevado la tarifa eléctrica según niveles de consumo. Unido a esta medida, se realizó la sustitución subsidiada de millones de equipos electrónicos deficientes y el cambio gratuito de bombillas incandescentes por otras de menor consumo (bombillos ahorradores).

Lo anterior, es reflejo de la conciliación de las necesidades del desarrollo con los requerimientos de la sostenibilidad en las actuales circunstancias, lograda sobre la base de la calificación técnica y científica del pueblo.

  • Una contribución Programa Nacional de Mejoramiento y Conservación de Suelos.
  • Programa Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
  • Plan Turquino-Manatí.
  • Programa Nacional de Producción de Materia Orgánica.
  • Programa Forestal Nacional.
  • Estrategia y Programa Nacional de Protección contra Incendios forestales.
  • Estrategia Ambiental del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
  • Plan de Inversiones para Acueducto y Alcantarillado (PIAC).
  • Programas y Estrategias ambientales de los diferentes sectores de la economía.
  • Plan Nacional para la Introducción de la Producción Más Limpia en la
    Gestión Ambiental Empresarial.
  • Programa Nacional de Ahorro y Uso Racional del Agua. Programas de desarrollo tecnológico.

Plan de Acción de la Estrategia Nacional de la Diversidad Biológica. Plan del Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba. Programa de Diversidad Biológica en Cuencas Priorizadas. Plan de Acción Nacional de Bioseguridad importante al desarrollo sostenible, lo representa la Estrategia Ambiental Cubana. Los principales planes, programas y estrategias cubanas tributan directamente en la lucha por el desarrollo sostenible en nuestro país. Entre ellos se cuentan:
Hay que destacar, que otros programas adquieren mayor significación en la actualidad, teniendo en consideración la escasez de recursos tan importantes para la vida como el agua y la biodiversidad.
En cuanto al Programa Nacional de Ahorro y Uso Racional del Agua (PAURA), está encaminado al ahorro de ese recurso tan preciado debido a las afectaciones en la cuenca fluvial y los efectos del cambio climático.
Aunque desde el 2004, el acceso al agua potable de forma sostenible, alcanzaba al 95,6% de la población cubana, al 98,2% de las zonas urbanas y al 87,3 % de las áreas rurales, existen territorios desfavorecidos. Las provincias del Oriente del país (Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo) se encuentran entre las más afectadas.
La forestación es otro de los programas priorizados. Su materialización permitirá luchar contra la erosión y desertificación de los suelos, así como al rescate de la diversidad vegetal de nuestra superficie boscosa. Al cierre del 2008, se alcanzaba un 25,7% de superficie cubierta de árboles, de las cuales el 84,2% corresponde a bosques naturales y se han identificado un total de 253 áreas protegidas; de ellas, 91 de significación nacional y 162 local.
Cuba en función de darle cumplimiento a ese objetivo se ha propuesto para el 2015, reducir a la mitad, el porcentaje de personas que carecen de acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento. La construcción del Acueducto en Santiago de Cuba es un ejemplo de las acciones concretas que nuestro país emprende.
En cuanto al Objetivo 8, Fomentar alianzas globales, el Tercer Informe sobre el Cumplimiento de los ODM, demuestra como Cuba a pesar de ser un país en desarrollo y bloqueado, ha sido capaz de materializar importantes programas de ayuda, cooperación y solidaridad en diferentes regiones del mundo, por lo que se valora que nuestro país ha impulsado el fomento de las alianzas globales más que el resto de las naciones del planeta.
Esas acciones le han merecido el reconocimiento y admiración de los habitantes de esos territorios y de los organismos internacionales que catalogan y ubican a Cuba como el principal impulsor de los programas de cooperación Sur-Sur en el mundo.
Sin hacer un análisis exhaustivo de los efectos económicos y sociales de esos programas, consideramos pertinente enumerar algunos de los más significativos.

  • PROGRAMA INTEGRAL DE SALUD

Cuba brinda servicios médicos en 110 países de varios continentes, con los cuales ha firmado más de 800 proyectos de cooperación, que son cubiertos por 38.865 cooperantes internacionalistas. Desde 1963 hasta 2004, el número total de cooperantes cubanos en otros países del Sur ascendió a 223.280.
Dentro de estos proyectos, hay que destacar, el llamado Programa Integral de Salud que Cuba lleva a cabo en 28 países del Sur, desarrollado mediante brigadas médicas que prestan servicio en zonas con severos déficits sanitarios y difíciles condiciones de vida.
OPERACIÓN MILAGRO
Este es uno de los programas que desde su propia concepción, objetivo y alcance tiene un gran impacto social. Se trata de devolver la visión a personas sin recursos económicos de toda América Latina y el Caribe mediante operaciones oftalmológicas gratuitas que pretende operar en 10 años (período 2004-2014) a 6 millones de personas. Ese programa es una muestra fehaciente de solidaridad entre los pueblos y constituye una iniciativa y financiación conjunta de los Gobiernos de Cuba y Venezuela.

  • ESTUDIANTES DEL MUNDO BECADOS EN CUBA

Entre 1961 y 2005, se graduaron en Cuba, becados por el Gobierno antillano, 45.352 jóvenes procedentes de 129 países, el 66 % de los cuales procedía del África  Subsahariana.  En  el  2006,  el  número  de  becarios  extranjeros  en universidades cubanas ascendía a 25.596 jóvenes. Uno de los estandartes de esta política solidaria es la Escuela Latinoamericana de Medicina, creada en 1999.
         YO SÍ PUEDO
Este novedoso método de alfabetización ha sacado del oscurantismo en pleno siglo XXI, a millones de personas de 28 países del mundo. Tan sólo del período de 2001 hasta junio de 2008, la alfabetización de cerca de 3,2 millones de personas. Ese método ha sido traducido e implementado en 14 idiomas, llegando incluso al llamado Primer Mundo, para ser aplicado, por ejemplo, en la ciudad andaluza de Sevilla.
El método cubano de alfabetización "Yo sí puedo", fue premiado por la UNESCO con el Premio de Alfabetización 2006 Rey Sejong.
         BRIGADA MÉDICA CUBANA HENRY REEVE
La Brigada Henry Reeve surgió en el año 2005, para brindar ayuda humanitaria de Cuba al pueblo de EE UU, tras el paso del huracán Katrina. Rechazada por la Administración Bush, se consolidó entonces como el "Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias", y ya ha prestado servicios cuando el terremoto de Pakistán y el tsunami en Sri Lanka e Indonesia en 2005, las inundaciones en Bolivia en 2007 y el terremoto de China en 2008.

Cuba a pesar de su difícil situación económica agudizada por el bloqueo y la actual crisis económica, pone muy en alto su vocación internacionalista y demuestra que no es necesario ser rico y tener mucho si los principios de solidaridad se imponen: Seguirá compartiendo lo que tiene.

ALGUNAS CONSIDERACIONES GENERALES
La política de la Revolución y su amplio proyecto social, encaminado a alcanzar la seguridad alimentaria, la protección del acceso a los alimentos disponibles, la política de subsidio y el establecimiento de estrategias nacionales, permite aseverar que en Cuba no se presenta hambre y pobreza extrema.
En esta aseveración inciden el elevado acceso que tiene la población cubana a servicios como: el agua, alcantarillado y saneamiento, electricidad y otros bienes. Servicios incorporados en los análisis de la ONU, como elementos que tributan a la disminución de la pobreza. Lo anterior, posibilita clasificar el (Objetivo1), Erradicación de la pobreza extrema, como de probable cumplimiento y con posibilidad de alcanzarlo para el 2015.
La educación primaria universal, (Objetivo 2), es una realidad en la sociedad cubana, prácticamente desde los inicios de la Revolución, que se planteó el libre acceso de forma gratuita a la educación en todos los niveles de enseñanza, sin discriminación de sexo, raza y religión. Dicha política le permite a Cuba mostrar elevados niveles de formación técnica y profesional que nos permite contar con una fuerza de trabajo altamente calificada.
Cuba muestra adelantos incuestionables en la promoción de la igualdad de género (Objetivo 3), lo cual se manifiesta en la participación activa de la mujer en todos los ámbitos o esferas de la sociedad cubana, con especial énfasis de la actividad tecnocientífica, que son resultado de las políticas públicas cubanas, de los programas y proyectos, encaminados a favorecer de manera creciente su incorporación en los procesos económicos, políticos y sociales.
El indicador Empoderamiento es un componente del Objetivo 3. El mismo está determinado en Cuba por la elevada participación de la mujer en el Parlamento, cargos estatales y políticos, lo que hace ubicar a la nación en un lugar cimero, al ocupar el primer lugar en cuanto a representación parlamentaria en América Latina y el cuarto en el mundo. Tal comportamiento ha permitido clasificar de cumplido este objetivo.
Las bajas tasas de mortalidad infantil (Objetivo 4),  alcanzadas en nuestro país, las cuales son comparables e incluso superan, los índices que muestran los países del primer mundo, son la muestra más palpable de la viabilidad del proyecto social cubano. Las cifras alcanzadas (4,9%) por cada mil nacidos, son el resultado de un programa integral desde los cimientos de la sociedad que se extiende a todo el territorio nacional que ha coadyuvado al cumplimiento de este objetivo.
Aunque Cuba exhibe resultados incuestionables en el indicador salud materna, (Objetivo 5), este objetivo se proyecta para el 2015, como de probable cumplimiento. Lo anterior, está respaldado por un grupo de acciones que tienen su máximo colofón en el Programa Materno Infantil. Junto a este programa existen un conjunto de leyes e indicadores que protegen el desarrollo de la madre y el niño. Si bien las tasa de mortalidad materna en Cuba es una de las más bajas en América Latina y del mundo, todavía resulta necesario trabajar en función de alcanzar la meta establecida de 10,5 por cada 10 000 nacidos vivos de MM.
Cuba, exhibe dentro de la región uno de los índices más bajos de prevalencia del VIH/SIDA, derivado del sólido pesquizaje que se tiene sobre la enfermedad, acompañado de una elevada educación sexual a la población que potencia practicas seguras y libres de contagio ante cualquier enfermedad de transmisión sexual.
El gobierno cubano ha potenciado el desarrollo de importantes investigaciones, que tienen como resultado medicamentos entre otras que mitigan las consecuencias de esta terrible enfermedad.

Cuba continúa una vigilancia extrema en cuanto a enfermedades endémicas ya erradicadas (Objetivo 6). Muchas de esas, como el paludismo, han desaparecido como resultado de un amplio sistema de vacunación que desde edades tempranas aplica el sistema de salud.
Garantizar la sostenibilidad ambiental. (Objetivo 7), a partir de la creación del CITMA y de una Estrategia Nacional de Medio Ambiente, se logró la incorporación de principios y programas nacionales de desarrollo sostenible que han derivado un conjunto de acciones que han posicionado a Cuba como el único país que combina un alto índice de desarrollo humano con una baja huella ecológica. Aunque es necesario continuar trabajando en la efectividad de los programas y en la educación medioambiental, este objetivo se considera potencialmente cumplido.
A pesar de ser Cuba un país en desarrollo y bloqueado, es abanderada en la materialización de programas de ayuda, cooperación y solidaridad en diferentes regiones del mundo. El accionar de Cuba en el Fomento de las Alianzas Globales, (Objetivo 8) ha permitido catalogar este objetivo de potencialmente cumplido, ya que se valora que Cuba ha fomentado las alianzas globales más que el resto de las naciones del mundo, accionar que ha merecido el reconocimiento y admiración de los organismos internacionales, gobiernos y habitantes de esos territorios. Un conjunto de programas puestos en marcha avalan estas consideraciones.


BIBLIOGRAFÍA
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Ø Informe de Cuba a la XI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL. Brasilia, Brasil, 2010.

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Ø Oficina Nacional de Estadística. Informe de la Oficina Nacional de Estadística. 2010. “Una mirada a Cuba”.
Ø Pérez Cedeño Eulalia. “Las mujeres en el Sistema de Ciencia y Tecnología. Estudios de Casos. Editorial. Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (OEI). 2001.
Ø Pérez Valenzuela Mariela. “Desigualdad de género, causa básica de violencia contra las mujeres”.26/11/10. En http://desdecuba.blogcip.cu/.
Ø Ríos Roca Alvaro. “La Revolución Energética en Cuba “. OLADE.
Ø Zito Míriam. “La Mujer Cubana, Dueña hoy de su Destino”. En: http://www.tvavila.icrt.cu/noticia.


1Según gráfica elaborada por Mathis Wackernagel, investigador del Global Footprint Network (California),

2Ríos Roca Álvaro. “La Revolución Energética en Cuba “. OLADE.


1 Franco Manuel y colectivo de autores. “La salud en Cuba y los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, en Opinión y Análisis. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 21(4), 2007.Pág. 241.
Opinión y análisis

2 Tercer Informe Nacional sobre el Cumplimiento de los ODM (2010).

 

3 Tomado de Granma 3/1/2012. Fuente: Dirección Nacional de Estadísticas del MINSAP.

4 Informe de Cuba a la XI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL. Brasilia, Brasil, 2010.

5Tercer Informe Nacional sobre el Cumplimiento de los ODM (2010).


1 Informe de la Oficina Nacional de Estadística. 2010. “Una mirada a Cuba”.

2 Oficina Nacional de Estadística 2010.

3 Pérez Valenzuela Mariela. “Desigualdad de género, causa básica de violencia contra las mujeres”.26/11/10.

4 Zito Miriam. “La Mujer Cubana, Dueña hoy de su Destino”. En:ttp://www.tvavila.icrt.cu/noticia.
 

5 La UIP, creada en 1889, es la organización internacional que representa a la rama legislativa de los gobiernos a escala mundial y principal interlocutor parlamentario de las Naciones Unidas y lleva la voz de los parlamentos a los procesos de toma de decisión de las Naciones Unidas, presentando regularmente sus resoluciones a la Asamblea General

6 AIN. “Cuba cuarta en el mundo por número de mujeres en el Parlamento”.30/09/10.

7 Fuente. Oficina Nacional de Estadística de Cuba 2009.
 

8 Tercer Informe Nacional sobre el Cumplimiento de los ODM (2010).

9 Informe de Cuba a la XI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la CEPAL. Brasilia, Brasil, 2010.