Contribuciones a las Ciencias Sociales
Febrero 2012

¿TEORÍAS DE LA MIGRACIÓN?, UN ACERCAMIENTO IMPOSTERGABLE A LA REALIDAD DE LA EMIGRACIÓN Y SU PRESENCIA EN EL CINE CUBANO

 

Lisbet López Saavedra (CV)
llopezs@ucf.edu.cu
Universidad de Cienfuegos

 

Resumen
El aspecto migratorio ha sido tratado en el cine cubano desde 1959 y  a partir de los años noventa y sobre todo en la primera década del siglo XXI se abandona el tratamiento peyorativo del tema y comienza a ser tratado como un fenómeno social que afecta cada vez a mayores sectores de la población. Por esta razón serán expuestas en este segmento un grupo de las teorías migratorias que desde nuestro punto de vista aportan elementos para comprender dicho fenómeno en la realidad cubana de este siglo.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
López Saavedra, L.: "¿Teorías de la migración?, un acercamiento impostergable a la realidad de la emigración y su presencia en el cine cubano ", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Febrero 2012, www.eumed.net/rev/cccss/18/

Introducción
La diáspora cubana ha ocupado en los últimos años un lugar importante en el quehacer cinematográfico de la isla. Este estudio recoge desde la perspectiva sociológica diversos enfoques teóricos que profundizan en la cuestión migratoria y que  permiten al mismo analizar como este tema se manifiesta en los contenidos abordados por filmes realizados fundamentalmente a partir de los años 2000. Esta conjunción le permite al lector reconocer la existencia de ciertos puntos de contacto  entre teoría y práctica.

Desarrollo
La primera de las propuestas que consideramos importantes para nuestro estudio es la de Ernest George Ravenstein, quien resume sus ideas en el conocido modelo de push and pull, el que explica el porqué  de los movimientos migratorios, tomando como causa esencial de estos desplazamientos las razones económicas, incluyendo variables asociadas a las zonas de origen y de destino, haciendo énfasis en factores que operan en la sociedad de origen  ¨empujando¨ a los individuos a salir de su país de residencia  hacia otro con mejores condiciones económicas.  Este modelo da lugar al grupo de teorías de push and pull, que tratan el tema migratorio desde el punto de origen, adecuan una serie de factores expulsores, que se equilibran por medio de factores que operan en los países que generan atracción sobre los migrantes potenciales. Ravenstein planteaba en su modelo teórico que: …”las leyes opresivas, los altos impuestos, un clima poco atractivo y desagradables condiciones sociales  han producido y aún producen corrientes de migración, pero ninguna puede compararse con las que se producen del deseo inherente en la mayoría de los hombres por mejorar sus condiciones materiales de vida.”1
Puede decirse que esta teoría se enmarca en aspectos como el mercado de trabajo, la oferta y demanda de mano de obra establecida entre sociedades en condiciones desiguales. En lo que respecta a las sociedades emisoras y a las zonas de expulsión, se toma a la migración como forma de autorregulación de los desequilibrios en países de bajo desarrollo económico, denotando en el modelo un claro sesgo económico, que no repara en los efectos negativos que puede acarrear este tipo de migración sin fronteras, al recalcar sólo en sus aspectos positivos en los lugares de residencia como: …” la disminución del desempleo, por medio de la reducción de la mano de obra sobrante, inyección de tecnología , conocimiento, inversión de capital transmisión de la modernidad en forma de valores y habilidades, etc.” 2. Las consecuencias de esta movilidad indiscriminada, propuesta en este primer modelo explicativo se refleja en las sociedades  actuales donde priman la xenofobia , el abuso y otras discriminaciones , sin tener en cuenta el condicionamiento sociohistórico en el que se desarrolla el movimiento de migrantes, tanto en las sociedades de origen , como en las de destino.
A pesar de sus limitaciones esta propuesta  posee puntos de contactos con  nuestra realidad, expuesta en los filmes cubanos sobre todo a partir de la última década del siglo pasado, con el recrudecimiento de las condiciones económicas condujo al éxodo de cubanos a diversas latitudes del mundo, especialmente a Estados Unidos, que tenían como su telón de fondo entre otros motivos los económicos e ideológicos, en menor medida, pues ya comenzada la primera década del siglo XXI, el fenómeno migratorio en Cuba ha evolucionado a tal punto que, llevan consigo toda una serie de alternativas y estrategias asociadas, las que han sido utilizadas como paliativos a las dificultades planteadas en el país de origen, de lo que nuestro cine se hace eco.
Por otra parte, la Teoría de la Dependencia, desarrollada en Latinoamérica, reúne en sí un conjunto de teorías y modelos que tratan de explicar las dificultades que encuentran los países en vías de desarrollo para el despegue económico, impulsadas por Raúl Prebisch, Fernando Henrique Cardoso, Enzo Falleto, entre otros. Esta teoría propone que la dependencia establece un vínculo entre las migraciones internacionales con el desarrollo desigual de las naciones y el capitalismo a nivel mundial; basándose en las relaciones asimétricas originadas por las disparidades económicas, tradicionalmente reflejadas en la división internacional del trabajo, se deja atrás el esquema de las relaciones equitativas entre los países y comienza a verse como una relación de dependencia de las naciones subdesarrolladas respecto de las potencias económicas. Aparecen en este marco teórico los conceptos de centro y periferia. Las causas esenciales del subdesarrollo, se encuentran íntimamente ligadas a las mentalidades imperantes en las sociedades, necesarias de cambiar por ideas en las que primen la racionalidad y el progreso. Superar el subdesarrollo, según esta teoría podría influir positivamente en la disminución de los flujos migratorios, sobre todo por cuestiones económicas. La Teoría de la Dependencia entiende el subdesarrollo como producto histórico al igual que las migraciones, resultado de la aplicación del modelo económico capitalista explotador, regente del modelo económico mundial, que se inserta en lo ideológico, cultural y político. En cuanto al aspecto migratorio, esta teoría explica dicho proceso insertado en la dinámica del sistema capitalista mundial, basada en la división internacional del trabajo que perpetúa las migraciones y el subdesarrollo por medio de la explotación de las áreas emisoras y periféricas. Al considerar a los procesos migratorios como parte de la estructura capitalista, se toma a la posición social como variable principal en este tipo de estudios; por esto los migrantes no son analizados individualmente sino como grupos sociales, definidos por su acceso a los medios de producción y su status social.
Este enfoque permite comprender como se instrumenta la dinámica migratoria, en grupos de individuos que, con diferentes status determinan emigrar como vía de escape a condiciones desfavorables, lo que ha sido mostrado en los filmes como parte del conflicto que acarrea tomar la decisión de emigrar. Se resalta el nexo entre el fracaso de estrategias económicas aplicadas en el país y la respuesta a esta en forma de movimientos poblacionales a países de destino. Con esto, se denota que los flujos migratorios, sobre todo los ocurridos en la última década no pueden adscribirse a un único segmento social, sino que involucra a todos los sectores de la población, sobre todo económicamente activa, en mayor medida jóvenes  profesionales y técnicos preparados.
En las 2 últimas décadas del siglo pasado, el análisis de las migraciones, fue explicado por la Vertiente Psico-Social, representada por un amplio conjunto de sociólogos y psicólogos, interesados en la materia migratoria, quienes en comunión dan lugar a esta propuesta teórica, que enfatiza en las características de los individuos entremezclados en estos fenómenos, haciendo hincapié en sus motivaciones, percepciones, conflictos y mecanismos que ellos utilizan para insertarse en los flujos migratorios. Muchos de sus estudios se centran en el problema de la identidad étnica y el sentido de pertenencia a un grupo de origen dado; con esto, la mayor ventaja de esta perspectiva, es que enfatiza en el proceso de toma de decisión individual, que a la postre repercute en el ámbito más cercano al individuo decisor, su familia, etc.; su mayor desventaja reside en su incapacidad para explicar la incidencia de los aspectos sociales y económicos, que desde la macrosociedad, inciden considerablemente en la ocurrencia de estos fenómenos a escala micro.3
Esta  teoría es conveniente para nuestro análisis pues si existe un elemento en el que se detiene nuestra cinematografía al abordar el tema de la emigración cubana, es precisamente en la percepción grupal e individual de la emigración como fenómeno que les toca de cerca, así como en los motivos recurrentes que intervienen en esta decisión; con esto se completa el tema de la identidad y el rol que juega en este caso. La cinematografía cubana insiste en presentar, desde diversos ámbitos todo una serie de condicionantes que inciden  directamente en la decisión de de emigrar, lo que contextualiza y redimensiona la opción migratoria, no sólo a nivel individual, sino social. El conjunto de motivaciones, percepciones, conflictos que determina la decisión de emigrar, son puntos clave para la investigación, y por tanto, no pueden pasar por alto, los elementos que aporta la Teoría Psico-Social  
Los modelos sistematizados anteriormente se caracterizan por su estaticidad, en ciertos aspectos de sus contenidos, tanto en las perspectivas macro y micro, planteando problemas al explicar el fenómeno migratorio en toda su complejidad. Varios científicos sociales plantean la necesidad de elaborar una Teoría Articuladora de todos los elementos componentes que inciden en las migraciones, desde la economía doméstica hasta el propio sistema capitalista, pueden integrar variables como género, clase, etnia, raza, etc., haciendo de la migración la estrategia de un grupo doméstico en un contexto determinado. De esta manera, estos estudios empiezan a integrar campos de análisis, mucho más amplios, dando lugar a la perspectiva transnacional, definida como el proceso en el cual los migrantes forjan y mantienen relaciones sociales multitrenzadas. En este momento, los estudios de las redes migratorias adquieren relevancia, al incluir el análisis de las regiones de origen y de destino y las relaciones de interacción establecidas entre ambas, incluyendo aspectos como el parentesco, amistad, entre otras. Las redes construyen una serie de relaciones sociales que organizan y dirigen la circulación de fuerza laboral, bienes, servicios, información, ideologías, entre las comunidades de envío y las de destino, lo que tiene una estrecha relación con los argumentos de las películas cubanas de inicios de este siglo, que comienzan a tratar ese tema desde nuevas perspectivas, al plantear el tema alejados de tabúes que signaron su tratamiento antes. Denotándose que la emigración cubana, en mucho de los casos está basada fundamentalmente en redes migratorias, que accionan toda una serie de complejos mecanismos para la salida del país, o incluso la estancia y manutención de los individuos en el mismo. Siempre se hace evidente los vínculos que desde la última década se establecen entre los de aquí y los de allá, marcando diferencias con etapas precedentes de la historia cubana.

El fenómeno de la emigración en la cinematografía cubana del 2000 a 2007: algo que “no pasa de moda”.

El fenómeno de la emigración, que ha estado presente en toda la historia de la nación de una u otra manera, a partir del triunfo revolucionario de 1959, hace de este tema una de los que más impacto ha tenido en la dinámica social cubana, lo que no encontró un correlato en la producción cinematográfica del ICAIC, entre otras cuestiones por la prevalencia de elementos que entorpecían su presentación en las obras de cine. Si en las primeras 3 décadas de esta institución se realizaron a penas 7 películas que abordaban de manera negativa y peyorativa este fenómeno, que  a partir de los ´90, el detonador de esta condición e imprescindible antecedente para la comprensión del fenómeno y con más fuerza en los 2000 se convierte en un tópico muy recurrente en las historias narradas por el Séptimo Arte en Cuba, multiplicando su presencia considerablemente respondiendo al contexto en que surge, plagado de  con situaciones sustancialmente diferentes a lo acontecido anteriormente dígase el éxodo del Mariel, los balseros y los sucesos del 5 de agosto de 1994, que impactaron dramáticamente en la subjetividad del cubano, dando al traste con la formulaciones al respecto de este tema.  Concordando con la opinión de los expertos, puede decirse que es este el tema central del cine cubano de las últimas 2 décadas, dando muestras de una apertura ideológica alejada de concepciones que recriminan las decisiones de los individuos de vivir en otro sitio; es claro que este es ya un tema que se ha “popularizado” tanto, que ya involucra a un gran número de personas considerablemente superior a períodos precedentes por lo que necesariamente su respaldo es a mayor escala.
De modo que ese respaldo se manifiesta entonces en una serie de películas en las que se insertan las escogidas para esta investigación.
En “Miel para Oshún” el regreso de un hombre que de pequeño fue llevado por su padre a los Estados Unidos, inicia esta historia donde este tema es central. En este caso, se manifiesta lo dramático de la separación, de lo duro del regreso a la tierra natal, dejando atrás las miradas que reparan en lo “beneficioso” en su condición del que trae las cosas y resuelve de este modo los problemas de los de aquí  (en el caso de la prima Pilar), además de que va directamente al reflejo de la soledad, la falta de identidad del emigrado, debatido entre 2 realidades sustancialmente diferentes, los conflictos desentrañados con este regreso en sí mismo, lo que demuestra que comienza a notarse diferencias en los modos de tratar el tema migratorio, visto en esta ocasión desde una perspectiva humanista, que profundiza en un problema que va más allá de motivos económicos, cuantitativos, instalando nuevas formulaciones conceptuales, que  muestran el establecimiento de una manera de interacción y diálogo – de una magnitud antes insospechada - con el exilio, que sin dudas es un factor constante en los filmes de la última década en Cuba, al igual que la prevalencia en los emigrados en estos filmes que en sus líneas y comportamiento de sentimientos como la nostalgia, melancolía y el desarraigo, que marca sus cosmovisiones a causa del exilio y la lejanía; en este caso de un hijo que busca a su madre, que enrola al protagonista en una búsqueda del seno materno, acompañado por 2 cubano que le guían el camino en este “retorno a la semilla”, que se vuelve un canto a la cubanidad perdida en ese individuo.
Con esto, el repudio a los que se fueron de los que se viven en la isla no se evidencia, todo lo contrario, dando muestras de la flexibilización de los criterios  de la masividad, la misma que en otro contexto los negaba, pero que en este momento comprende que es esta una opción personal que no debe ser reprochada, así se denota una clara despolitización del tema migratorio en nuestros medios de comunicación, especialmente en el cine realizado en la isla en la última década. Así, en “Miel para Oshún”, la visión del emigrado se naturaliza, como parte de una realidad que admite lo cruel de la separación y se conduele de ella, de este modo, la mirada cinematográfica y específicamente los guiones de estas obras y los criterios d los especialistas remarcan los cambios que en el discurso y las concepciones populares han tenido lugar en lo referente al tema de la emigración. De manera que, en este caso no solo se trata el caso del que “vive allá”, sino de las aspiraciones de algunos de los cubanos involucrados en la crisis para resolver sus problemas (la amiga de Pilar que es jinetera), que ve en esta opción el encontrar la respuesta a su necesidad de poseer una estabilidad económica, que ella prevé se corresponda con la emocional; presentando una pincelada de este tema desde aquí, con lo que se abre el diapasón al tratamiento del tema de la emigración no solamente en la narración de las historias de los que se fueron, sino también de los que desean hacerlo, hasta el momento levemente abordado en nuestro cine.  
En el caso de “Video de familia”, el tema de la emigración se presenta como un conflicto en el seno de una familia cubana, donde prevalecen 2 posiciones: la del padre, un comunista arcaico, que se niega a mantener una relación sin reproches con el hijo que decidió partir y la del resto de la familia que comprende que esa separación – aunque dolorosa - le beneficia de cierto modo. Con esto se develan las principales posiciones tomadas frente al tema migratorio, de un lado el padre admite que no esperaba que su hijo resolviera sus problemas con abandonar la tierra en que fue formado, a la que debía haber retribuido con su esfuerzo, en representación del discurso oficial, y del otro lado, una posición con “los pies puestos en la tierra”, que reconoce que la ayuda enviada desde allá es necesaria para el sustento y que mira al ese individuo como una persona que escogió realizar su vida en otra latitud, lo que no lo hace precisamente un enemigo.
Ese conflicto generacional, rompe con la unidad monolítica de criterios, expresados durante 3 décadas en el cine cubano con respecto al tema migratorio. En esta obra, se presenta las vicisitudes, los problemas de una familia criolla, que son en definitivas los de toda nuestra sociedad, así como las estrategias de los cubanos utilizan para apalear las condiciones del período especial, que pone en ridículo posturas caducadas como las del padre, mientras el resto de la familia, como se ha expresado antes, comprende este fenómeno como integrado en la dinámica mundial. Con esto, puede decirse que el cine cubano realizado en la última década se caracteriza por presentarse dotado de una fuerte carga simbólica y polisémica, que lo enriquece, al permitir  una pluralidad d miradas que en este caso están puestas sobre el tapete, que nos cerca a posiciones sobre el tema de la emigración más desprejuiciadas, sin abandonar la presentación de una realidad contradictoria sobre el tema de la diáspora cubana, la que se reconoce como un elemento importante para el sustento económico para la familia actual, por lo que se asume como una eficaz estrategia para afrontarla, por lo que el enjuiciamiento social y moral al “que se fue” desaparece casi completamente, como las   múltiples connotaciones sociales de este fenómeno.
Esta película retoma el tema de la emigración, en la que la motivación principal para la salida no es ya los motivos políticos que esgrime con vehemencia el padre del protagonista, sino el deseo de aumentar la calidad de vida propia, creando una especie de compromiso con su familia que permanece en la isla.
De  modo que se retoma el tema de la ruptura en los lazos familiares, establecidos a partir de este momento de una manera novedosa, el desarraigo, el ocultamiento de la verdadera identidad, la que se espera poder manifestar sin trabas en la sociedad en la que reside.
También está claro que la emigración no es la única alternativa ante la crisis, siempre existe la posibilidad de superar los acontecimientos sociales negativos. El filme llega a su término con los problemas familiares resueltos: el padre consiente el regreso de su hijo en la visita que tanto se había postergado, así el  regreso se convierte un motivo de aceptación y reconciliación familiar.
En resumen, este cortometraje reafirma la tendencia creciente en el cine cubano de tratar el tema de la emigración desde una perspectiva novedosa, la que reúne en sí una serie de elementos que lo hacen muy diferente a su tratamiento previo. De un lado el término de los reproches por afrontar una situación que radica en la condición misma del ser humano, la despolitización de un tema que había estado en el punto de mira de toda una sociedad, que, a consecuencia de nuevos rasgos socioeconómicos, responde abriendo las puertas a los hijos que ante esa situación tomaron la decisión de probar suerte en otras latitudes, en lo que también influye la apertura hacia nuevos países destino, que tiene el motivo económico, como en el caso de esta obra, en el centro de la motivación del movimiento, que en este caso involucra no sólo a las nuevas generaciones, sino hasta las más ancianas.
En “Viva Cuba”, el fenómeno de la emigración resulta el centro del argumento de esta obra, basada en la relación entre una niña y un niño; a ella su madre quiere la quiere sacar del país, no repara en preguntarle  a su hija si desea  vivir en otro país lo que en primera instancia causa rechazo, desconcierto en la niña, igualmente en su amiguito. Para la madre de Malú, el salir del país en el que se “ahoga” y que “esto se hunde y no lo arregla ni el médico chino”, es una bendición, la solución a los problemas de su vida no solo económicos, sino de convivencia en un medio en el que se cree superior, por lo que es rechazada en  el lugar donde vive, de modo que su percepción acerca del tema migratorio resulta en definitivas mucho más superficial de lo que es para su hija, mostrando una de las caras de la interpretación que recibe este tema en algunos de los estamentos de nuestra sociedad, para lo que es una manera de “avanzar” en la vida y de alejarse a problemas cotidianos. Contraponiéndose a esta idea está la pequeña Malú, que encarna otro modo de percibir el tema de la emigración, que para ella significa dejar atrás su escuela, sus amigos y el lugar donde ha vivido toda su vida, lo que muestra el modo en que emigrar resulta ante todo un acto de desarraigo, de pérdida de su identidad, cuando le pregunta a Jorgito: ¿si mi mamá se casa con un extranjero y me lleva de cuba, yo también me vuelvo extranjera?, a lo que el niño no sabe que contestarle. Para logra su objetivo de quedarse en el lugar donde descansan los restos de su tía Nina, elabora un plan para que su padre no autorice su salida. En esta mirada de la niña no prevalecen criterios mediados por la política, las cuestiones económicas, como en el caso de su madre, ella sencillamente quiere quedarse en Cuba porque es este su lugar. Nuevamente la despolitización del tema migratorio en el quehacer cinematográfico del patio se pone de manifiesto, primero porque el personaje protagónico quiere quedarse en Cuba no por el sistema político que tiene, o por sus concordancia con la ideología dominante, sino por otros motivos, porque es aquí a donde pertenece; igualmente en el caso de la madre, una emigrante en potencia, no se pone de manifiesto el país para el que parte, sino que denota una apertura real en los destinos de los que se van.
En este caso,  la emigración para Malú significa algo negativo, funesto, pues significa romper con los vínculos afectivos que la unen a sus amigos de la escuela, a su entorno en general. Esta mirada al fenómeno migratorio cubano desde puntos de vistas opuestos, da cuenta de la diversidad de cosmovisiones que al respecto ha elaborado el cubano, con lo que se enriquece el tratamiento
de este tópico en la última década, contando en esta ocasión con mayor cantidad de recursos expresivos, reparando en que esta decisión de hecho impacta de modo importante los modos de construir las subjetividades de los individuos involucrados en este proceso, que no deja de ser traumático para ellos y al mismo tiempo una decisión que ha de respetar los criterios de cada una de los implicados, por lo que en el filme no se reprocha la idea de que una persona desee vivir en otro lugar, de hecho para los estudiosos, en todos los casos antes analizados es bien claro que es este un derecho de cada ser humano elegir el lugar donde puede vivir, sino por las consecuencias emocionales que desencadena. El elemento meritorio de esta propuesta es que pone temáticas tan complejas como la de la emigración en la boca de unos niños cubanos que sufren en carne propia las consecuencias de un fenómeno de grandes magnitudes como este, lo que significa un elemento de cambio en el abordaje de este tópico en el cine cubano contemporáneo, pues es este caso la primera y única vez – hasta el momento – que una película cubana es protagonizada por niños y que aborde este tema, es resultado de la centralidad de este en nuestra filmografía de la última década.
En el caso de “Páginas del diario de Mauricio”, el tema migratorio, es uno de los principales en la historia que sobre su vida narra un cubano que en el día de su cumpleaños 60 reflexiona sobre lo acontecido en su vida. La decisión de su hija de quedarse en uno de los países de la antigua URSS, en el que estudiaba, en el momento de la caída del muro de Berlín, primero y luego el derrumbe del Campo Socialista, provoca en Mauricio, hombre apegado a ideología política de la Revolución, serios cuestionamientos. En primer lugar la decisión de su hija de vivir en otro lugar para el protagonista es igual a una alta traición no solo al modelo social en que ella fue formada, sino a las concepciones de su padre, por lo que Mauricio, en primera instancia toma a la emigración desde una perspectiva negativa y politizada considerablemente, que desmorona las expectativas que tenía de que su hija retribuyera con sus esfuerzos a la sociedad que la formó, en los primeros compases del filme, se corresponden con la manera de abordar la emigración en las primeras décadas de la Revolución, las que documenta como parte de su argumento, lo que desencadena en el rompimiento de los vínculos afectivos con la hija ausente, como modo de reprochar y manifestarle su desacuerdo con la decisión que tomó. Sin embargo, el contorno que rodea a Mauricio, aún en estas circunstancias (por ejemplo la madre de Tatiana, su amigo Guillermo), resultan más flexibles, lo que comprenden como parte de decisión de cada individuo. Con el paso del tiempo y la entrada de la historia en la década de los ´90 y la consabida crisis económica y la modificación en las estrategias de supervivencia de los cubanos ante el contexto, opera un cambio en la conducta de Mauricio en su relación con su hija, suavizando las tensiones entre ambos, quien mantiene ya comunicación con ella de manera estable, que representa lo que sucedió a gran escala en materia de relaciones entre los de aquí y los de allá, dejando atrás concepciones políticas, creencias en general y en los roles que los de “a fuera”, antes marginados comienzan a  jugar para el sustento  de sus familiares de la isla, de allí que el principal cambio notado en le personaje se encuentra en su ideología, la que aunque se niega aceptar por completo la idea de la lejanía de sus hija le conmueve, con lo que los sentimientos familiares pasan a tener un papel más importante y central en la dinámicas individuales y grupales, quedando atrás el reproche del porqué de la partida. Con el avance de la película, la postura del padre reacio, va dando forma a la de un padre que ya no intenta encontrar respuesta a la pregunta ¿por qué te quedaste? sino que ansía volver a ver a su hija sobre todas las cosas. Aunque el ansiado encuentro entre padre e hija se realiza en otra tierra, prevalecen sentimientos encontrados, de un lado la incomprensión persistente, aunque más tolerante del padre y por el otro la ausencia de respuestas convincentes de la hija, de cualquier modo es un paso de avance en la relación entre ambos.
Lo más llamativo de este filme es que refleja de un modo claro la evolución que ha tenido el tema de la emigración en la percepción de los cubanos, primero discriminatoria y negativa, luego se suaviza por una perspectiva que humaniza y naturaliza esta cuestión, ajustada a las variaciones que las estructuras sociales cubanas han sufrido en los últimos años.
Por otra parte, en el propio filme en una parte de la historia se presenta una perspectiva diferente sobre la emigración, que, aunque colateral, no deja de ser interesante y que marca diferencias con la percepción que del fenómeno tiene le protagonista. Y es la manera de afrontar el tema el ex esposo de Mirtha, la segunda esposa de Mauricio, que era en la historia un “maceta”, al que le roban casi todo y el modo que encentra para recuperarse del golpe es saliendo del país de manera ilegal, viendo a esta como una vía eficaz para recobrar su status, de solucionar sus problemas materiales. Demostrando la coexistencia de puntos de vistas diversos en este aspecto. Esa evolución que se muestra en una cinta que abarca un período convulso de la historia cubana en cuanto a ese tema, confirma que las relaciones de nuestra nación con el fenómeno de la emigración se realiza desde posiciones más abiertas y, por lo tanto provechosas ara la comprensión social de un tema tan complejo como este.
Así, un tema del que prácticamente no se hablaba unas décadas antes, ante una coyuntura histórica pasa a ser el centro temático de las principales expresiones del arte contemporáneo, entre ellas el cine. En resumen, las principales características de la manifestación de este tema en los guiones de los filmes analizados, junto a las expresiones recogidas entre los expertos y la mía propia están las que siguen: la naturalización del fenómeno migratorio antes tomado como un aspecto negativo y causa, incluso discriminación entre los que se van y los que se quedan, lo que deja atrás oscuras páginas, que en realidad sesgaban la visión cubana de un fenómeno de dimensiones globales; lo que está estrechamente relacionado con la consabida despolitización en el abordaje del fenómeno, que es visto insertado en la dinámica de estructuras sociales con cada vez más complejas estrategias de supervivencia, a tono con las condiciones el nuevo contexto social en la nación; así el emigrado se abandona  la imagen del “gusano” ingrato, sin compromiso con las causas de su nación, por una imagen más flexible, en la que los individuos tiene derecho escoger el lugar donde quieren vivir; insertado en una idea del isleño, “encerrado” en una especie de prisión natural, así el mito de la insularidad, provoca el deseo de ver lo que hay fuera de los límites nacionales un espíritu que plaga nuestras representaciones artísticas de este período, llamando a la atención sobre un tema que requiere ser entendido en todas sus aristas.

Conclusiones

El fenómeno migratorio se coloca como epicentro temático de las producciones cinematográficas de nuestra industria durante la última década, a diferencia de lo realizado por esta en momentos precedentes de su filmografía, presentando una reflexión marcada por la naturalización de la percepción del mismo, que pasa de ser un tema negativo a ser reflejado como parte de las opciones individuales, alejada de concepciones politizadas y sin espíritu condenatorio. En el período 2000 – 2007, se hacen evidentes cambios sustanciales en el abordaje de estos temas, con respecto a etapas precedentes en el cine cubano, haciéndolo un momento significativo para este, aunque quedan elementos por abordar, a saber: el tema de la homosexualidad femenina, la transexualidad, así como la mirada del fenómeno migratorio desde la perspectiva de los países receptores, entre otras.

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2 De la Riva  Carballo, Martha y Enara Echart  Muñoz. Migraciones y Desarrollo hacia un marco común y coherente, en Revista Española Desarrollo y Cooperación #19, 2007, 53p.

3 Véase: Crespo Conde, Tania. Los estudios sobre emigración cubana. Una sistematización necesaria. Tesis de Diploma. Dpto. de Sociología, Universidad de La Habana, 2001, 16p.