Contribuciones a las Ciencias Sociales
Diciembre 2011

ARTEMIO FERNÁNDEZ PÉREZ: SUS APORTES AL PERIODISMO EN PUERTO PADRE



Yanisleidy Feble Barea
Galina Pérez López (CV)
galinapl@ult.edu.cu
José Luís Marañón Rodríguez (CV)
oseluis@ult.edu.cu


RESUMEN
El periodismo posee un significado básico en la comunicación social. Muchos expertos en diferentes épocas han considerado que la sociedad no pudo ni puede alcanzar ninguno de los niveles de desarrollo: económico, social, ideológico, cultural, científico, ajena a los procesos comunicativos, en los cuales difundir la información ocupa el lugar esencial, principalmente, en la sociedad moderna, por los enormes adelantos científico-técnicos.
Por haber dejado huellas imprescindibles en su labor como hombre comprometido con la información al pueblo, destinada a satisfacer necesidades del saber humano sobre los sucesos, en los cuales mujeres y hombres crecen con el trabajo que sale de sus manos, se realizó la historia de vida de Artemio Bartolo Fernández Pérez. 
La  vida y obra del historiado se valora a partir de dos momentos significativos. En el primero: se aborda el período de su nacimiento, contexto familiar la juventud y parte de su adultez. En el segundo período: formación como corresponsal voluntario y la consolidación de su obra.
Artemio Fernández Pérez, constituye una figura representativa de su tiempo, no sólo como corresponsal voluntario sino, también, como investigador. Su labor contribuyó al desarrollo del periodismo en el territorio de Puerto Padre durante las décadas de 1960 y 1970.

Palabras claves: periodismo, corresponsal, corresponsal voluntario.



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Feble Barea, Y.; Pérez López, G. y Marañón Rodríguez, J.: "Artemio Fernández Pérez: sus aportes al periodismo en Puerto Padre", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, diciembre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/16/

Desarrollo
La información periodística y el corresponsal voluntario.
El periodismo posee un significado básico en la comunicación social que, aunque hace bastante tiempo dejó de ser una actividad humana secundaria, no ha sido hasta fecha reciente que se le estudia e investiga como técnica o como parte de una ciencia, a partir del concepto de su función social.
Muchos expertos de la comunicación en diferentes épocas consideran que la sociedad no pudo ni puede alcanzar ninguno de los niveles de desarrollo: económico, social, ideológico, cultural, ajena a los procesos comunicativos, en los que difundir la información ocupa el lugar esencial, principalmente, en la sociedad moderna, por los enormes adelantos científico-técnicos.
El origen latino del término comunicación (comunis, poner en común algo con otro), prueba su existencia desde tiempos lejanos y también refiere una de las formas de entenderlo como un proceso donde se produce una relación recíproca de compartir, intercambiar, dialogar con el otro.
En su libro Comunicación Social, Luis López Viera la define como:
“un proceso en el que intervienen dos o más seres o comunidades humanas, que comparten experiencias, conocimientos, sentimientos, aunque sea a distancia, a través de medios artificiales. En este intercambio los seres humanos establecen relaciones entre sí y pasan de la existencia individual a la existencia social comunitaria” (2003:9).
Durante este proceso de intercambio entre actores, el periodismo ocupa lugar central, a partir de un contenido de interés general.
 “Hay tanto que decir, que debe decirse en el menor número de palabras posible, eso sí, que cada palabra lleve ala y color”. Aquí distinguimos la esencia de lo que para Martí debe ser el ejercicio del periodismo. En este análisis advertimos que ya Martí vio lo que hoy conocemos como ley de la comunicación que dice: todo mensaje se construye a partir de la selección y combinación; es decir, estamos frente a un suceso del cual debemos escoger los datos de mayor interés para los públicos y la forma en que vamos a comenzar y concluir el mensaje.
Las últimas dos palabras de la frase martiana significan que el mensaje debe llegar lejos y a muchas personas (ala) y que su contenido sea de interés general y contribuya a cambios de conductas (color).
El valor social del periodismo fue comprendido con profundidad por algunos fundadores, entre ellos  Carlos Marx, Federico Engels, Carlos Manuel de Céspedes, el propio Martí, Lenin, Fidel Castro, Che Guevara, que concibieron este ejercicio como poderoso medio para que las masas asciendan a la ideología revolucionaria.
La información periodística contemporánea es un producto comunicativo de consumo cotidiano, cuya demanda aumenta en la medida en que el proceso de independencia económica y política incorpora nuevos pueblos a la corriente de la cultura, la historia y del progreso.
Son muestras de este proceso Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina, Brasil, pueblos inmersos en la integración de América Latina. No en todos, pero en una parte de sus medios de difusión, estos países libran, también, una lucha enérgica contra el imperialismo y el neocolonialismo.
Muchos autores han abordado el término periodismo desde diferentes ángulos de a cuerdo con el desarrollo histórico y social.
En palabras de José Martí, “la prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante, es proposición, estudio, examen y consejo”  (Del diccionario Pensamiento Martiano)
Martí habla de prensa en el sentido de la opinión favorable o adversa que una persona puede tener del contenido de determinadas publicaciones, pues en su época no existían otros medios de difusión como la radio, el cine y la televisión.
Para José Antonio Benítez (5) el periodismo es “comunicación colectiva o técnica de la comunicación social.
El periodismo no es solamente la transmisión o la comunicación de noticias o información de actualidad. Es, también, comunicación de ideas, opiniones, juicios críticos” (1971: 14).
 El objeto del periodismo es la realidad social actual, la historia contemporánea en su totalidad que se refleja y difunde por aquel a manera de información social y con determinada intención propagandística.
Considera que el periodismo puede contribuir a la educación del hombre, transmitiendo muchas cualidades positivas, como la honradez, la firmeza, la bondad, la fidelidad a los intereses del pueblo, la intransigencia con lo mal hecho y combatiendo el egoísmo, la codicia, la indiferencia.
El periodismo es una de las vías que tienen los trabajadores para desarrollar su forma de pensar y de trabajar en la nueva sociedad que están construyendo, para  aprender una serie de principios y conceptos dirigidos a ese objetivo, y resolver problemas que se presentan en la realización de las tareas.
Los obreros, campesinos, estudiantes y el resto de los grandes grupos sociales, han de preocuparse por enriquecer su opinión social y comportamiento colectivo. El periodismo debe contribuir a esos empeños.
En el Cuarto Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, el General de Ejército Raúl Castro Ruz expresó:
“El periodismo es una de las profesiones que exige mayor vocación, no sólo para escribir, narrar o filmar, sino para indagar, investigar y, sobre todo, vocación para el trabajo ideológico entre las masas. Un periodista es, por el sólo hecho de su profesión, un reproductor de ideología, un hombre que multiplica sus apreciaciones por millares de ejemplares o se hace escuchar por centenares de miles de receptores de radio y televisión, en millares de salas cinematográficas, que llega con sus puntos de vista a los ciudadanos de todas las profesiones y edades y que puede hacer mucho por su correcta orientación” (Benítez; 1989: 7).
En Cuba existen las condiciones para desarrollar este tipo de periodismo, porque cuenta con personal calificado y una importante red de medios de comunicación de masas al servicio de todos sus habitantes.
El ejercicio del periodístico tiene como esencia estimular la reflexión y el razonamiento por encima de estados emocionales, entre  oyentes, lectores y televidentes, a favor de la participación consciente en los asuntos de la Revolución.
Periodismo. Profesión de periodistas. Conjunto de periodistas. Prensa periódica. Así lo define escuetamente el diccionario Nuevo Larousse, 1975, hasta el punto de reducir el concepto solo a quienes ejercen la profesión y al periódico como único medio de comunicación masiva.
En su obra Martí corresponsal, el también cubano Ramón Becali (6)  define: “el periodismo es la respuesta al deseo y la necesidad de comunicar a otros las impresiones recibidas, informar los hechos presenciados, de dar a conocer la verdad, de esclarecer los acontecimientos” (1976: 29).
Para él quien ejerce el periodismo posee la curiosidad como disposición congénita, es el investigar por excelencia; su interés está puesto en los sucesos, por encima de las cosas mismas. Más que escudriñar, otea anhelante, como queriéndole arrancar los secretos al futuro para ofrecerlos frescos, palpitantes a través de sus informaciones.
El periodismo es analizado por Vladimir Hudec como:
                           “el conjunto de expresiones escritas o impresas, habladas o gráficas o de combinación mutua, que se publica periódicamente y están destinadas a interpretar la realidad social de actualidad y de importancia universal, en forma documentada, y que mediante su difusión por distintos medios ejercen un impacto a escala de masa sobre un público socialmente diferenciado” (1988: 26-27).
 El periodismo orienta socialmente a ese público, formula y expresa sus opiniones, sus actitudes y acciones sociales diferenciadas, su concepción del mundo; le ofrece una explicación de los fenómenos, procesos y tendencias contemporáneas en toda su multiformidad, de las leyes que determinan la función y el desarrollo de la vida económica, social e ideológica de la sociedad desde el punto de vista de clase.
Mientras, Juan Abraham Ramos Suyo (7) considera que “el periodismo se dirige a la razón de la multitud a cambio de advertirle y señalarle algo sólido y enseñar las nociones científicas de las opiniones públicas” (1989: 3-4).
En sentido general estos autores dan una definición coherente del concepto de periodismo; sin embargo, aún en el mundo capitalista subsiste, mayormente, contenidos publicitarios que buscan exaltar más las pasiones con informaciones carentes de argumentos.
Después de estas ideas sobre la percepción que se tiene del oficio, se requiere  incluir los atributos que lo distinguen y que no se deben desprender de ningún análisis que se haga del mismo.
En su libro “El Periodismo: esencia, funciones sociales, desarrollo”, Vladimir Hudec plantea nueve características básicas y le da el primer orden a la actualidad (estrecha vinculación y orientación hacia los problemas del momento, a los hechos, fenómenos, cuestiones ideas del presente y también evaluación de acontecimientos históricos, que guardan relación con la actualidad). Después habla de:

Otro aspecto importante a saber es qué característica posee la actividad periodística. Este término representa una diligencia social, ideológica y política que consiste en:

Si  la clase o grupo social desea facilitar la implementación de las leyes naturales del desarrollo social y evitar la distorsión de la verdad, debe regirse por estos principios vinculados a la cognición y evaluación de la realidad objetiva:

Otra serie de principios expresa el papel que se adjudica a las masas en la transformación de la sociedad. Aquí la actividad periodística se rige por los principios del carácter popular y el impacto sobre las masas.
Tras abordar el aspecto histórico-concreto y otros aspectos del periodismo dediquemos atención a la persona encargada de su ejercicio. Aquí es importante hacer una diferenciación entre el carácter profesional y no profesional, aunque en ambos casos una u otra persona dedica contenidos periodísticos a una masa diferenciada del público.
El profesional cumple una labor asalariada diaria o semanal vinculado a un órgano de prensa, una emisora radio o televisión y el no profesional la realiza de forma voluntaria. A este último le dedicaremos nuestra valoración.
El término “corresponsal” es enfocado de distintas maneras, de acuerdo con el lugar y la función que éste cumple.
 El periodista peruano Juan Abraham Ramos Suyo dice en su obra “Tecnología de la comunicación alternativa y el periodismo interpretativo”: los corresponsales son las personas, no todas profesionales, que tienen residencia en la mayoría de los casos fuera del medio en el que presta sus servicios noticiosos e informativos. La presencia de los corresponsales propios, permite la realización de muchas tareas a nivel nacional, local y regional”.
En el diccionario aparece el concepto de corresponsal como el periodista que envía noticias a su periódico desde otro país.
Ahora bien, ninguna de las fuentes bibliográficas consultadas define el término “corresponsal voluntario” como tal.
Para esclarecer en lo posible lo que puede ser el significado del “corresponsal voluntario”, recogimos testimonios de personas que estuvieron vinculadas al movimiento desde que surgió y hasta su desaparición.
Abel Peña Labrada: “el corresponsal voluntario es la persona que, independientemente de su labor, ocupaba gran parte de su tiempo libre a divulgar en los medios de comunicación todo el cúmulo de tareas que realizaban los trabajadores en los distintos sectores como la producción, los servicios, las inventivas y racionalizaciones para mantener el proceso de trabajo, además de las organizaciones de masas”.
José Lobón Palau: “el corresponsal voluntario es el compañero con ciertas cualidades, entre ellas la idoneidad, vocación, habilidad para escribir, el nivel cultural, que se dedicaba a difundir la noticia que acontecía en su comunidad, centros de trabajo y organizaciones”.
En opinión de Rafael Quiroga Álvarez, “el corresponsal voluntario es la persona que de forma voluntaria y desinteresada, sin recibir remuneración, dedica parte de su tiempo libre a ofrecer información de su centro de trabajo, estudio u organización  a que pertenece, así como de otras partes su entorno”.
Raúl Martes González: define al corresponsal voluntario como la persona que existe en una empresa, comunidad, y desarrolla una labor de información al pueblo de forma estable, a través de uno o varios medios de difusión masiva y por lo cual no recibe remuneración alguna. Esta persona es previamente seleccionada y capacitada para desempeñarse como tal.
Otro elemento significativo en la labor del corresponsal voluntario radica en que él es parte del colectivo protagonista de los sucesos en el centro de trabajo, vive y siente el hecho en relación directa con la realidad, porque está dentro del escenario donde mujeres y hombres participan en el proceso creativo que después dará a conocer, como un récord productivo, el otorgamiento de la condición de vanguardia nacional o una respuesta ante el llamado de extender la gestión mercantil por necesidad del país.
Esta realidad no la puede vivir el periodista, no le es posible, pues este responde al cumplimiento de un plan de trabajo diversificado en cuanto a temáticas y sectores, que no le permiten estar día tras día en el mismo centro laboral.  
En nuestra opinión, el periodismo es el ejercicio de narrar historias cotidianas que el periodista capta de la realidad donde los hombres desarrollan la actividad  creadora para producir y reproducir la vida material y espiritual de una sociedad determinada. Presenta estos hechos en varias formas creativas como son la noticia, la entrevista, el reportaje, el artículo, la crónica, el comentario, el editorial, que son los géneros del periodismo más utilizados en los medios de comunicación masiva.
El corresponsal voluntario tiene limitaciones en este sentido, porque posee restringidos conocimientos sobre habilidades periodísticas y carece de los  medios técnicos para su ejercicio, entre ellos grabadora, micrófono, baterías, casetes, etc.
Por eso, su labor se basa en difundir solamente la noticia, que se le facilita por ser un género menos extenso y no requiere de los instrumentos antes mencionados a no ser la pluma, la agenda y la habilidad.
Resulta conveniente definir el concepto de noticia. El diccionario de la Real Academia dice: noticia es suceso o novedad que se comunica en cualquier arte o ciencia, que hace docto o erudito a algunos.
Otros diccionarios la identifican como “noción”, “suceso reciente”.
En su libro La Noticia integral, Benítez argumenta que los diccionarios dan abstracciones sobre la noticia que no satisfacen. Alguien ha dicho que la noticia es más fácil de identificar que definir, lo cual explica, en parte, que no exista una definición única, aceptable y aceptada de este término tan antiguo y tan moderno.
El autor sugiere estas definiciones:
“La noticia es información, pero información periodística estrechamente vinculada a la actualidad, con una forma determinada, dentro de un texto específico en el que han hallado su sistematización los elementos constitutivos de los hechos de actualidad o de los acontecimientos recientes que se narran o describen” (1989: 27).
 “Es algo que ha sucedido y en lo que se haya interesado un gran número de personas” (1971: 39).
En el primer esclarecimiento, el autor escribe un amplio concepto, pero no incluye el término interés general. El segundo planteamiento es más completo, pues tiene en cuenta a los públicos.
Por su parte, Juan Abraham Ramos Suyo dice que “la noticia periodística es todo acontecimiento actual, interesante y comunicable” (1989: 46).
La mayoría de los autores, a la hora de definir el concepto de noticia, lo hacen con el verbo interesar incluido. Cuando el periodista no tiene en cuenta a quienes se va a dirigir, el resultado siempre es negativo porque las personas buscan la noticia por su utilidad.
Entre los estudiosos de este género existe división de criterios. Unos consideran que noticia e información son similares en la definición, otros establecen diferencias.
La información, dice una parte de ellos, “es acción y efecto de informar, de enterar, instruir, de enseñar en todos los dominios del pensamiento y la actividad humana: política, económica, artística, científica, técnica”.
Para Benítez, uno de los clásicos del periodismo cubano, la noticia es sinónima de información en el sentido de la actualidad. Así argumenta: el término información debe contemplarse en sentido genérico, común a toda una serie de fenómenos relacionados con la necesidad de conocimiento del hombre. A partir de este principio él ve dos categorías de información:
1) información de actualidad (noticia), que comprende la relación de hechos y acontecimientos estrechamente vinculados con la actualidad,
2) información general, que comprende la relación de hechos y acontecimientos sin vínculos directos o indirectos con la actualidad.
Cuando una persona acude a una biblioteca y hace uso de un libro determinado se puso en contacto con una cantidad de conocimiento escrito, que puede ser literario, artístico, científico, etc. En este caso ha obtenido una información de una fuente pasiva, que se denomina información enciclopédica, la cual no tiene relación alguna con la actualidad, es decir, con el suceso que atrae la atención en un momento dado, en un tiempo presente.
No obstante la divergencia, la información o la noticia de actualidad adquiere una importancia vital, hasta el punto que podría considerársele como un factor de desarrollo. Esta circunstancia, sumada al hecho de que responde a una necesidad de conocimiento y de formación, convierte a la información de actualidad en documentación social.
Tampoco los criterios son coincidentes en las definiciones del resto de las formas del periodismo, como son la entrevista, el comentario, el reportaje, la crónica, el artículo, el editorial, el ensayo, que son géneros por excelencia en los medios de comunicación de masas.
Las definiciones sobre periodismo expuestas por varios autores reflejan la esencia del periodismo, que es la de proporcionar información útil, que tienda a satisfacer los intereses de los oyentes, televidentes y lectores, en los que inciden de manera directa efectos psicológicos proporcionados por los mensajes transmitidos, entre ellos el utilitario, de prestigio, de consolidación de la posición, de satisfacción por el interés cognoscitivo, emocional, estético y otros.

Un acercamiento a la historia del periodismo escrito y radial en Cuba y Las Tunas.
Las investigaciones y los estudios alrededor del periodismo desde el punto de vista técnico y función social, por ejemplo, no se remontan más allá del siglo XX. Sin embargo, existen formas de su manifestación desde la antigüedad, entre ellas la noticia, que aparece junto a la actividad productiva y la elaboración del lenguaje articulado. Entonces la noticia era oral y directa.
Los pequeños grupos humanos fueron sumando otros medios para satisfacer sus necesidades comunicativas. Así aparecieron los tambores, el telégrafo de bambú, las señales de humo. El instinto descubridor del hombre, permitió que acumulara experiencias durante siglos hasta llegar al uso del dibujo, el alfabeto, la escritura, la imprenta.
La integridad del alfabeto y la escritura, determinaron el surgimiento de la noticia manuscrita, el aviso y el periódico primitivo como medio de comunicación. En fuentes consultadas no encontramos fecha que permita establecer con exactitud el nacimiento de la noticia manuscrita. Se cuenta que las primeras hojas impresas comenzaron a salir de las imprentas a fines del siglo XV.
La Gazeta de la Havana1 y El Papel Periódico de La Havana2 en 1790, fueron las primeras publicaciones periódicas en Cuba. Los temas predilectos en aquellos periódicos eran la producción manufacturera, el comercio y, también, aunque no mucho en un principio, la vida política. Por otra parte se dedicaba mucha atención a catástrofes, calamidades naturales, epidemias, expediciones bélicas, actos y sucesos eclesiásticos y cortesanos.
La forma manuscrita de difundir la noticia trascendió a otros siglos, algunos tan cercanos como el XIX.
Por ejemplo, en Puerto Padre circuló una hoja escrita a manos por oficiales españoles defensores de cuarteles ubicados en La Anacahuita, durante los años de 1897 y 1898. EL nombre fue “El Lagarto”3 .
Con la llegada del nuevo siglo, aparece el primer periódico impreso quincenario de literatura, que premió con Medalla de Plata el jurado de la Exposición Búfalo, que se llamó “El Faro”. Su número inicial fue el 10 de octubre de 1902 y cesó el 15 de abril de 1903.
Puerto Padre sobrepasó el número de  30 publicaciones impresas entre 1897 y 1961. En estas publicidades estuvo presente la labor de mujeres y hombres que enviaban informaciones a sus dueños, siempre de forma voluntaria.
Otro poderoso instrumento de comunicación social surge en 1922, en Estados Unidos: la radio. Cuba es el segundo país en contar con este recurso de difusión masiva desde el 22 de agosto del propio año, al Luis Casas Romero 4 crear una pequeña planta transmisora, en La Habana. En esta fecha se celebra en Cuba el Día de la Radio Cubana.
Puerto Padre se unió a lo que Oscar Luis López llama en su libro La Radio en Cuba “momento de romanticismo radial”, el 24 de febrero de 1940, la primera planta del norte de Oriente, con el nombre de “CMKY, Radio Puerto Padre”. Sus creadores fueron el libanés Pedro Zacca Cheda y el puertopadrense Rafael López Cabrera.
También, en Estados Unidos se inaugura la primera señal de televisión y Cuba vuelve a ser la segunda nación en poseerla el 24 de octubre de 1950.
Este maravilloso medio de imágenes y sonidos se inaugura en Puerto Padre a las 11 de la mañana del 8 de octubre del 2006.
Como consecuencias del avance vertiginoso de la ciencia y la técnica, el nacimiento de la radio y la televisión en la primera mitad del siglo XX propicia nuevas condiciones para difundir los acontecimientos de interés general.
En mejores circunstancias ahora, el periodismo posee, mucho más que otros medios de comunicación, el poder de influir, sugerir, educar, persuadir, transformar.

El movimiento de corresponsales voluntarios en Las Tunas.
Los antecedentes de este grupo están en la aparición de los primeros periódicos y la radio en la primera mitad del siglo XX, cuando personas como Fernando García Grave de Peralta, Antonio Cabrera, Filiberto Peiso, José Martínez Ochoa, Nicolás de la Peña Rubio, Alcides Ramírez,  se dedicaron a escribir  voluntariamente sobre acontecimientos importantes en el término municipal de Puerto Padre. Estas personas ejercían una profesión y al mismo tiempo aportaban noticias  a estos medios de prensa.
A este ejercicio se le incorpora en 1940, por iniciativa de Pedro Sacca Cheda, la salida al aire de la emisora Radio Puerto Padre, "La onda musical del Norte de Oriente", y con ella surgen otros corresponsales como Aracelis Bello, Rosendo Casadeval, Rafael Nadal y José Manuel Magariño.
Al Triunfo de la Revolución Cubana estos medios pasan a manos del pueblo, con el objetivo de impulsar las transformaciones que inicia el proceso revolucionario. Por ejemplo, el periódico “Sábado” pasa a manos del Estado el 20 de enero de 1961, porque las demás publicaciones ya habían desaparecidos, y la emisora “Radio Puerto Padre” fue nacionalizada el 1ro de julio de 1961.
Por este hecho se hace mayor la necesidad de seleccionar un número superior de corresponsales que de manera voluntaria garanticen el flujo de información procedente de los principales centros laborales de la región de Puerto Padre, debido a la carencia de personal profesional en ese momento para este tipo de función. Solamente existía un redactor (José Lobón Palau)
Por tal motivo surge a principios de la década de 1960 el movimiento de corresponsales voluntarios, en sectores tales como salud pública, educación, comercio, gastronomía, instalaciones portuarias y organizaciones, entre ellos los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP); y, principalmente la industria azucarera, el sector más importante de la economía del territorio.
Son  considerados fundadores los hermanos Artemio y Alfredo Fernández Pérez, Juan Nápoles  Urrutia, Raúl Ramos, Orlando Cordoví Barea, Herminio Reynaldo Reyes, Nelson Marrero, Octaviano Velásquez, Freddy Pérez Pérez, Raúl Zayas, Ricardo Varela…
A partir de esta fecha el flujo de informaciones procede de múltiples lugares, fundamentalmente, de la ciudad de Puerto Padre, Delicias, Vázquez, San Manuel, Cayo Juan Claro, Chaparra y de lugares tan distantes como Río Blanco, Piedra Hueca, San Miguel y Diego Felipe.
El movimiento de corresponsales voluntarios alcanza un sólido desarrollo en las décadas de 1960 y 1970. Ante el incremento de la colaboración, en noviembre de 1972 se decide crear un centro de información, este surge a mediados de diciembre del propio año, para recibir, seleccionar las más importantes para su envío a los medios y controlar  cantidad y calidad.
En este período el movimiento  "es el arma principal en cuanto al envío de las noticias locales", valora el periodista Rafael Quiroga Álvarez.
El empeño de los corresponsales está dirigido a destacar los logros en cada uno de los centros de trabajo, hay un reflejo, esta vez, de forma sistemática y ampliada, del acontecer cotidiano de  los principales sectores de la economía y los servicios, gracias al esfuerzo y la dedicación de hombres y mujeres del pueblo.
Todo el trabajo informativo que desarrollaban los corresponsales voluntarios se difundía por la emisora Radio Libertad, ya sea de manera escrita o por vía telefónica, y por el semanario “El Forjador “, de la Región Tunas-Puerto Padre.
La labor periodística de los corresponsales voluntarios llegó a ocupar más del 90 por ciento de la programación informativa, estructurada en forma de noticieros y boletines de la emisora Radio Libertad.
Este grupo de corresponsales fue dueño del boletín “La Chispa azucarera”, fundado en 1968 por Artemio y su hermano Alfredo. Además, ellos garantizaban un programa radial con informaciones y música, que se llamó “Aquí la Región Guiteras”.
Para impulsar la labor informativa, la COR y la Unión de Periodistas editaban el diario “VAN”, donde se le daba cabida a las noticias de los corresponsales durante la Zafra de los 10 Millones. En 1971 imprimían un parte diario sobre los resultados de la cosecha, una hoja suelta editada a dos caras, que adoptó el nombre de “Ofensiva en la Zafra”; en el que, también, Artemio dejó sus huellas como corresponsal.
Fue tan significativa la colaboración del movimiento que logró despertar el interés de analistas de la información del ICRT a nivel nacional, en cuanto al hecho de proporcionar contenido para un programa diario por control remoto desde el central Antonio Guiteras, que se llamó “Hombres del Azúcar”.  Luis Pérez Delgado y su esposa Josefa vieron la iniciativa como algo que debía tenerse en cuenta para aplicarla en los demás centrales azucareros del país.
La Comisión de Orientación Revolucionaria (COR), es la encargada de dirigir, orientar y estimular a los corresponsales en esos años. Por ejemplo, se impartían seminarios de capacitación sobre temas fundamentales y la técnica del periodismo útiles en la realización de la noticia, mediante los cuales se crearon conocimientos de base para su posterior desempeño de los corresponsales.  Sus contribuciones siempre las hicieron  a través de este género, como forma de facilitarle la labor y crearles mayores posibilidades para la transmisión de informaciones con inmediatez.
Por iniciativa de la COR, se establece una emulación, donde se medían aspectos como la cantidad de noticias enviadas a los medios de prensa y el reflejo del acontecer diario en su centro de trabajo. Se celebraban los chequeos, en los que se discutían los resultados de la emulación el último domingo del mes en la escuela ideológica del partido Willy Barcárcel en Santa María 2, en Delicias, y después se emplearon otros escenarios. Este centro se utilizaba como referencia, además, para impartir seminarios. 
En estas actividades participaban todos los corresponsales del movimiento, se estimulaban moralmente los mejores y se seleccionaba el más destacado de la Región, condición que Artemio recibió durante 10 años consecuentitos.
A finales de la década de 1970 se pensaba como llevar a los medios un periodismo superior, con mejores perspectivas, no sólo de informar, sino, también, con posibilidades de valorar, emitir juicios críticos. Ya lo importante no era la cantidad de informaciones, la calidad ocupaba ahora la preocupación mayor entre los dirigente del movimiento y de los medios.
A partir de entonces se empiezan a aplicar nuevos conceptos, entre ellos el ejercicio del criterio, el uso de los efectos psicológicos  de la información en los medios de comunicación masiva, y la dramaturgia en la programación informativa.
En la década del 80, la dirección y orientación directas del movimiento de corresponsales voluntarios pasa a las administraciones de las entidades, organizaciones de masas y órganos de prensa a los cuales pertenecen.
Prácticamente, desaparecen los chequeos de emulación y estímulos al trabajo, declina la labor informativa y el control de los medios sobre los corresponsales. Esto condujo a que de forma gradual dejara de funcionar el movimiento.
Aunque el mismo desaparece como movimiento, quedaron personas que de forma individual siguieron su colaboración con la emisora y otros medios. Artemio estuvo entre ellos.
Años después hubo intentos por revitalizar el trabajo de los corresponsales, ante la salida al aire de estaciones de radio como la mal llamada Radio Martí, que desde mayo de 1985, transmitía día y noche desde Estados Unidos, difundiendo propaganda, programas informativos junto a espacios dramatizados, entre ellos, boletines, noticieros y novelas,  que reflejaban sucesos tergiversados de la realidad cubana.
Varios de los corresponsales dieron una respuesta importante, pero ya no con las mismas energías como lo hicieron durante los años 60 y 70. Quizá habían perdido el ímpetu por la falta de organización acostumbrada y la estimulación a sus jornadas voluntarias a favor de la difusión de los acontecimientos en sus centros de trabajo.
El movimiento de corresponsales en el municipio de Puerto Padre, significó, además de su amplia labor informativa desde los centros de trabajo, escuela y fuente de las que salieron periodistas profesionales como Ángel Luis Beltrán, hoy redactor-reportero del periódico “Sierra Maestra, de Santiago de Cuba; Freddy Pérez Pérez, redactor-reportero del semanario “26”, de Las Tunas; Herminio Reynaldo Reyes, corresponsal  de Radio Reloj; Oscar Herrera García, de Radio Victoria; Ricardo Varela, corresponsal de la Agencia de Información Nacional, y otros.
                   
Vida y quehacer periodístico de Artemio Fernández Pérez.
A principios de la segunda década del siglo XX, Delicias es escenario de un suceso trascendental: se construye el central de igual nombre y desarrolla aceleradamente el cultivo de la caña de azúcar, que constituiría el fenómeno más significativo en la vida económica y social de la región en aquella época.
El inicio de la producción de sacarosa en 1911  junto al comienzo de construcciones de viviendas, centros comerciales, educacionales y de recreación le dieron un carácter de prosperidad al poblado  y sus alrededores, a tono con lo que permite la propiedad privada capitalista y las relaciones que los hombres establecen en el proceso de trabajo. 
En este ambiente nació, en Delicias, el 20 de octubre de 1916 Artemio Bartolo Fernández Pérez. Procede de una familia humilde y numerosa; sus padres son José Fernández Carralero y Rosalía Pérez Pupo, ambos de origen obrero.
Cursó sus estudios primarios hasta el cuarto grado en la escuela Pública No 5, en Vista Alegre, años en los que sostiene una amistad profunda y que mantiene hasta su muerte con Andrés González, cariñosamente, Rolando, quien atestigua sobre la niñez de Artemio:
” Él y yo fuimos amigos desde niños, me quería mucho y yo a él, jugábamos juntos a las bolas y al trompo. Tenía un carácter muy especial, era muy inteligente, comunicativo y sociable; creó buenas relaciones con sus compañeros, participaba siempre en la pizarra”.
Se ve obligado a abandonar los estudios en los primeros años debido a la situación económica de su familia, pues su padre era obrero de la compañía americana que administraba el central Delicias y trabajaba recogiendo hierba para la caballeriza de un colono, por lo que su salario era mínimo. Con suma humildad pudo pagarles pero escasos, los estudios a sus 9 hijos.
La familia Fernández Pérez se distinguía por ser respetuosa y consagrada. Desarrolló valores morales como la honestidad, modestia y honradez; principios, entre ellos la solidaridad; imprimía confianza y ayuda a vecinos y amigos. Artemio recibió de ellos todos esos aspectos que le ayudaron al desarrollo de su personalidad.
Desde niño fue muy querido y admirado por todas las personas que lo rodeaban.
Artemio tuvo una infancia como todos los niños pobres, llena de necesidades y vicisitudes. Al respecto su hija Sonia opina:
 “en una ocasión, para un 6 de enero, mi padre y sus hermanos prepararon para los Reyes Magos hierba y agua del potrero para recibir un regalito, ese día, mi padre buscó debajo de su cama y encontró un jarrito con tapa y dentro una raspadura, al ver eso dijo: ”que Reyes Magos más malos, no me dejaron juguetes”.
A finales de 1932, ya Artemio es un joven de 16 años, edad en la que aumentan los sueños y las aspiraciones, cuando inicia una etapa de búsqueda, pero para el pobre es más de tiempo para aportar su esfuerzo en cualquier responsabilidad.
Para sostener la economía de su familia ayuda a su padre junto con sus hermanos a trabajar una parcela de tierra que tenían en la Aguada del Negro. Durante este mismo año se vincula a las actividades en la industria azucarera.
Artemio era un hijo ejemplar, aplicado y muy responsable. Mantenía una estrecha relación con sus hermanos, era cariñoso y activo. Antonio, hermano, comenta:
 “Mi padre educó hombres y mujeres de bien, revolucionarios y honestos. Él nos decía: quiero que sean honrados, no quieran ajeno lo que les quepa en un ojo”.
Durante esos años, la situación con el empleo era un muy difícil. En el ingenio sólo trabajaban familiares y amistades excepcionales de personas responsables de distintos departamentos en los que se dividía la industria.
Jóvenes como Artemio Fernández entraban escondidos al central en las planchas vacías que traía la locomotora desde el Cayo Juan Claro, pues la guardia jurada le prohibía la entrada a personas que no fueran obreros del centro. Una vez dentro del central, se presentaba a la entrega del turno de trabajo de las 6 de la mañana y si faltaba algún obrero, ocupaban el puesto; de esa manera conseguían trabajo par ayudar a su familia.
Comienza a trabajar en 1933  como obrero fijo en el central Delicias, bajo la dirección de The Cuban American Sugar Company, en el departamento de fabricación de azúcar como enganchador de sacos de 325 L.
Por la necesidad que se vivía, se vio obligado a trabajarle a la compañía americana la jornada laboral de 12 horas por 5 centavos cada una.
La zafra tenía un período activo de tres meses. El resto del año se nombraba “tiempo muerto,” en el que él se dedicaba a otras actividades que pudieran aportarle algo de dinero. Vendía boletines de pasajes para La Habana en el tren que viajaba de Velasco  a Sabanazo.
Desde estos años, Artemio meditaba sobre la cruel explotación que le imponía el sistema capitalista y las situaciones precarias por la que atravesaba el obrero azucarero, por lo que va alimentando ideas con principios revolucionarios y muy pronto se integra a las filas del Partido Socialista Popular. De ahí su participación con un grupo de jóvenes en actividades de carácter progresista.
Emprende su carrera de colaborador a principios de los años 40, cuando ocupa la secretaría de propaganda del centro cultural de su localidad, institución  que surge en nuestro país después de terminada la Guerra Civil Española. Con tal motivo y en apoyo solidario al pueblo español, se edita y distribuye el semanario “Nosotros,” responsabilidad que estuvo a cargo de Artemio Fernández y su hermano Alfredo.
En este mismo tiempo, conoce a la joven bayamesa Susana Infante Saborit, quien se establece, en Delicias, en compañía de una hermana, a raíz de la muerte de sus padres. Funda una relación de noviazgo, la cual se consolida sobre la base de respeto, amor y aprobación de Carmen, hermana, y su esposo Juan Febles. Desarrolló un vínculo muy afectuoso con ambas familias. Valentín Febles recuerda:
“Nuestra relación comienza cuando visitaba a mi tía Susana. Artemio reunía las condiciones para contraer matrimonio con ella. Era un joven muy decente, pacífico, no era depravado, respetaba a mis padres y a la casa”.
Esta relación se consolida y contraen matrimonio el 29 de septiembre de 1945, de dicha unión conyugal nacieron 5 hijos: Artemio, Sonia, Xiomara, José y Rafael, los cuales se desarrollaron en el seno de una familia humilde, pero de mucho respeto, reconocida por su modestia, solidaridad y humanismo.
Artemio sintió gran desvelo porque la educación de sus hijos fuera de inclinación revolucionaria, de ahí que en el seno de su familia se respiró siempre aire de fidelidad y orgullo por esta Revolución.
Con el Triunfo de la Revolución, cae el gobierno que tenía oprimida a la clase obrera, y en especial al trabajador azucarero, cesan las jornadas laborales extensas y las luchas de los trabajadores en demandas de empleo, comienza una nueva etapa de transformaciones y mejoras para el obrero.
En una entrevista hecha a Artemio Fernández, en su condición de corresponsal voluntario destacado en 1972, por Dino Cabrera, miembro de la UPEC, el entrevistado refiere: “mi vida antes de la Revolución sólo muestra trabajo mal pagado, carencias de objetivos, explotación; ¡comencé a vivir en 1959!”.
Estos años son de intenso quehacer para Artemio Fernández. Dedica parte de su tiempo a estudiar el nivel primario de la enseñanza y diversos cursos de normación que organizaba la industria azucarera, y en 1962 recibe su certificado de sexto grado; es nombrado normador del departamento de organización del trabajo y los salarios del ingenio.
Por sumas razones, Artemio fue nombrado en ese puesto, en el cual manifestaba cualidades de organizador, trabajador destacado, de fácil comunicación y mucha eficiencia. Ángel Pérez Peña dirigente sindical y compañero de trabajo de Artemio dice al respecto.
 “Artemio tenía muchas cualidades, trabajador ejemplar, laborioso, tomaba su trabajo con una seriedad extrema, perseverante en todo, incansable cuando se proponía una tarea, era una cosa de día y noche.”
A mediados de 1963, Rossano Zamora en representación de la Comisión de Organización Revolucionaria de  la entonces Región  Tunas - Puerto Padre y secretario de la misma, orientó el nombramiento de corresponsales voluntarios por los núcleos del Partido de los distintos departamentos del central; así inició el Movimiento de Corresponsales Voluntarios, en Delicias, del que es fundador Artemio Fernández y su hermano Alfredo, Orlando Cordoví, Raúl Ramos, entre otros.
Surge como una necesidad de reflejar los escenarios donde hombres y mujeres tienen sus propias realizaciones, el mismo requería de personas emprendedoras, desinteresadas, amantes del oficio, capaces de divulgar todo lo que ocurre en su entorno, por su utilidad.
Este movimiento al que pertenece Artemio, y que contribuye a su  consolidación, tuvo muchos afiliados de diversos sectores que al igual que él, llevaban impregnado ese espíritu de sacrificio.
Artemio confiesa en la entrevista (hecha por Dino): “en mi formación influyó mucho la ayuda de Alfredo, mecánico de caldera del central, que fue corresponsal del periódico Hoy y ahora lo es de Granma desde 1972”.
Comienza a destacarse entre sus compañeros, y con su trabajo se reforzó el frente de la información para el “Noticiero municipal de radio”, el cual contaba con muy pocos corresponsales.
Muy activa fue aquí la participación de Artemio Fernández, tanto que figuró como  miembro colaborador de la Unión de Periodistas de Cuba, UPEC, y del grupo de dirección a nivel municipal de la  organización donde ocupó el frente de Corresponsales.
Entusiasta y constante, comienza su trabajo directamente con el periodismo en 1963. El primer mes envía 58 informaciones sin abandonar su trabajo diario en el central ni las otras obligaciones como revolucionario.
Aún se conserva un amplio volumen de reportes periodísticos de Artemio a la prensa. Este es un ejemplo:
MONTAN EXPOSICION REFERENTE AL AHORRO EN EL CENTRAL “GUITERAS”
DELICIAS.- Personal de planificación, control y mantenimiento del central Guiteras montan una exposición que será inaugurada en el marco de la operación juvenil 14 de Junio, como tributo al Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara y el Titán de Bronce Antonio Maceo.
El objetivo principal de esta muestra, es hacerle comprender a los trabajadores la importancia que tiene el ahorro, para ellos serán expuestos muchos materiales y piezas de equipos que han sido dados de baja y abandonados como inservibles, pudiendo ser utilizados todavía.
Ningún acontecimiento en su entorno le era ajeno a Artemio. En este caso supo vincular la fecha histórica con la necesidad del uso racional de los medios y el ahorro de recursos. La información refleja un poder de síntesis que sólo es posible en una persona con experiencia.
Los hermanos Fernández juntaron conocimiento y esfuerzo en el trabajo periodístico y, apoyándose uno al otro, hicieron una importante obra. Durante buen tiempo publicaron diariamente por vía telefónica una sección llamada “La marcha de la zafra” desde el propio central, en la que informaban cantidad de sacos elaborados, arrobas de cañas molida durante las 24 horas del día, rendimiento promedio y  cifra de sacos hasta la fecha, a través de la emisora de Puerto Padre.
Con la entrega en 1967 del carné de la UPEC a Alfredo Fernández, en Delicias, y la asignación de un curso por correspondencia dirigido por esta organización, se le ofrece una posibilidad de superación a Artemio, puesto que su hermano comparte el curso con él. A medidos de este año, orientado por la COR municipal, se crea la Comisión de Historia de la que es miembro fundador Artemio.
 Es parte de su labor aquí la realización de un bosquejo de la historia del central, que aunque no fue publicada obtuvo el 2do lugar en el Concurso Nacional “Esta es la Historia de mi Central”, convocado por el Ministerio de la Industria Azucarera, MINAZ; la Central de Trabajadores de Cuba, CTC; y la Comisión del Centenario del inicio de las luchas independentista de nuestro pueblo.
El trabajo realizado por esta comisión fue exhaustivo y profundo. Se recogieron datos sobre el historial de la industria azucarera, materiales y fotos del movimiento de cincuentenarios, los internacionalistas vivos y muertos, la historia de la Federación de Mujeres Cubanas, las MNR, las Brigadas Técnicas Juveniles, los CDR, la labor de los fundadores de las organizaciones políticas y sociales de la  región en sus fructíferas vidas.
Toda esta documentación se muestra en la Sala de Historia que se funda en la localidad, cuyo objetivo era reponer la tradición de la industria azucarera, en Delicias, y la labor de mujeres y hombres que contribuyeron a su consolidación. Lo que sirvió de orgullo para este pueblo trabajador.
Para obtener tales resultados, Artemio y sus compañeros trabajaban horas extras hasta ya pasada la media noche, en la casa de alguno de ellos donde se reunían, organizando y redactando la información que conseguían durante alguna hora del día.
A tales razones Rafael Fernández atribuye:
 “Gracias a Artemio Fernández y los demás compañeros de la Comisión de Historia, existen sobradas pruebas y testimonios que forman parte del patrimonio histórico de nuestro pueblo, del cual nos sentimos orgullosos”.
En 1968, Artemio junto a su hermano Alfredo fundaron “La Chispa azucarera”; su impresión se hacía en mimeógrafo, en Chaparra, del cual se tiraron 6 ediciones, una de ellas en conmemoración de la Jornada de Girón a lo que fue dedicada íntegramente.
Además de integrar el colectivo de radiodifusión en Puerto Padre, recibe el carné que acredita su participación activa en la organización, lo que le facilita desempeñarse oficialmente como difusor de la noticia.
Con motivos de la inauguración de la jornada guerrilleara que tuvo 32 días de duración, los obreros del central Antonio Guiteras se atrincheraron en sus respectivos departamentos, trabajaron de 14 a 16 horas diarias con el lema “Como en Vietnam Heroico”. Artemio respondió al llamado de la COR para divulgar la importante labor que desarrollaban los trabajadores, junto a los dirigentes administrativos, durante todo el tiempo que duró la misma.
El 8 de octubre de 1969, en conmemoración del segundo aniversario de la caída en combate del Comandante Ernesto Che  Guevara salió  impreso en mimeógrafo, el boletín “La Chispa guerrillera”, cuya edición estaba dedicada a honrar su memoria. De este boletín se hicieron 3 publicaciones con 200 ejemplares por tirada, todo bajo la colaboración del grupo de corresponsales voluntarios del central en el que se encontraban los hermanos Fernández, Orlando Cordoví y Raúl Ramos, entre otros. El tercer y último número de la edición evoca la figura del Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán en homenaje a la jornada. El contenido de este boletín se trasmitía, además, desde el puesto de mando del MINAZ, donde se instaló un equipo de amplificación con algunas bocinas colocadas en las distintas áreas de la industria.
En el lugar se oía, también, el Noticiero Municipal de Radio con las noticias más significativas del desarrollo de la producción, informaciones que se difundían por la emisora Radio Libertad. Estas noticias eran enviadas, además, a la prensa escrita municipal, regional, provincial y nacional, reflejando el acontecer de uno de los renglones más importantes de la economía del país.
A principio de los años 70 se nutre el movimiento de corresponsales voluntarios con un gran número de miembros, el cual permite la creación del Centro Regional de Información de Prensa, hecho que contribuyó al fortalecimiento del trabajo de la organización, pues su personal era el encargado de concebir todo el trabajo informativo en cuanto a la calidad y cantidad de las noticias de los corresponsales voluntarios, que se enviaban a diferentes medios de difusión masiva.  
El auge de corresponsales voluntarios tiene su esencia, en Delicias, motivo para  contar con lo más destacado y entusiasta del mismo, con figuras representativas como Artemio Fernández.
En la década de 1970, el movimiento de corresponsales voluntarios llegó a cubrir el 90% de las publicaciones periodísticas que se transmitían por Radio Libertad. Artemio realiza importantes  investigaciones como el trabajo de “La historia de la prensa territorial, donde enmarca su inicio incipiente desde 1902 y su evolución hasta 1920 en el territorio, cuyo trabajo fue el resultado de mucho esfuerzo y dedicación en la búsqueda de datos, tuvo la colaboración además de su compañero inseparable Alfredo Fernández.
Para un mayor disfrute y reconocimiento  de su trabajo, el movimiento de corresponsales voluntarios lleva a cabo una emulación  mensual por iniciativa de  la COR del Comité Regional del Partido, en Puerto Padre, la cual finalizaba con la elección del mejor municipio y  el corresponsal más destacado; a estos compañeros se les entregaba un estímulo en reconocimiento a su labor. Raúl Martes agrega,”hacían estas actividades más por amor que por beneficio material”.
Los chequeos de emulación se realizaban mensualmente, donde se reunían todos y compartían juntos con sus familiares los éxitos y dificultades  de su trabajo.
Artemio toma un curso breve en la escuela ideológica del Partido Regional, impartido por periodistas profesionales donde se enfrenta a los conocimientos teóricos de la profesión, aspecto que contribuyen a garantizar un mejor desempeño de sus funciones dentro de la corresponsalía. En la entrevista realizada a Raciel Montero Herrera, secretario del Comité del Partido de la Industria, el mismo comenta.
 “En este curso se nos enseñó la forma de redacción, qué es una noticia, un reportaje, la historia del periodismo, las técnicas para sintetizar la información, cómo hacer una entrevista y otros aspectos que hicieran que nuestro trabajo fuera más factible”.
Durante el año 1971 en la emulación establecida entre los territorios de Puerto Padre, Chaparra, Vázquez y Delicias, este último se mantuvo en primer lugar y tres de seis corresponsales ocuparon el sitial de honor en los chequeos mensuales que durante el mismo se llevaron a cabo. Este mérito se lo gana Artemio Fernández Pérez del central Guiteras, recibiendo este año por primera vez de la UPEC el diploma de Corresponsal Destacado.
En el mismo año, se le nombra presidente de la Comisión de Historia, de Delicias, en sustitución de su hermano Alfredo, quien decide mudarse para Chaparra. Artemio realiza una excelente labor hasta 1977, cuando Alfredo regresa a Delicias.
En enero de 1972 a raíz de haberse constituido el Territorio Tunas, que adoptó una nueva estructura y el surgimiento de las nuevas Regiones, entre ellas Guiteras, se creó la delegación regional de la UPEC que tenía como tarea principal la calificación técnica y práctica diaria de completar la formación de los corresponsales.
La delegación, además, supervisaba un “parte diario” con detalles sobre la molida, asistencia y productividad de la fuerza de trabajo encargada del suministro de caña al central. Este parte diario, era de una cuartilla impresa por ambas caras que adoptó el nombre de “Ofensiva en la zafra” y durante el mes de abril circuló con el nombre de “Ofensiva de Girón”.
La redacción del mismo estaba a cargo de Freddy Pérez, delegado de la UPEC regional, con la colaboración de los corresponsales voluntarios Artemio Fernández Pérez y Roberto Suárez
En este mismo año, Artemio es nombrado para ocupar la secretaría de Orientación Pública y la Subcomisión de Publicaciones y Prensa Escrita del Partido, en la Región Guiteras.
A finales de 1972 con el inicio de la molienda se reactiva el colectivo que hace posible la salida al aire de “Ofensiva en la zafra” cuyos resultados fueron positivos por ser portadora de una información dinámica, sobre el desarrollo agro-industrial
El parte se hacia llegar a todos los campamentos de las fuerzas movilizadas y habituales. Las tiradas diarias fueron de 700 ejemplares gracias al esfuerzo del colectivo de la imprenta del Partido y el grupo de corresponsales voluntarios al frente de la tarea.
Artemio vuelve a ser elegido corresponsal voluntario destacado en la emulación de cierre que se realiza a finales de 1972, en la que ocupa por tres años consecutivos tal distinción.
En la entrevista anteriormente citada, Artemio añade:
 “Enviamos nuestras informaciones a Radio Libertad y al periódico “El Forjador”, cuyo nombre se decidió cambiar este año del XX Aniversario por el de “Siempre es 26”, el cual aparece semanalmente. También tenemos un boletín diario: Ofensiva XX Aniversario”.
Artemio Fernández, en su condición de corresponsal voluntario establece una fuerte colaboración con los boletines, periódicos y programas, en los que trataba el tema del desarrollo de las operaciones en el central Antonio Guiteras y las áreas cañeras. Por lo que tenía un papel decisivo dentro del movimiento.
Además, él estuvo vinculado a la realización de un programa radial con informaciones y música; tenía frecuencia de lunes a sábado, entre 12 meridiano y 12 y 28 de la tarde, que se llamó “Aquí la Región Guiteras”. El espacio inició a principios de enero de 1973, que hoy se mantiene con el nombre de “Hombres del Azúcar”, con el mismo objetivo por el cual fue creado, hace 36 años.
Sus realizadores trasmitían un mensaje musical-informativo sobre los hechos más relevantes ocurridos durante las reparaciones y el período de zafra, así como detalles acerca de la siembra, limpia y fertilización de los campos de caña y otras actividades de carácter económico y social, que llegaba a la población a través de Radio Libertad.
En abril de 1973 en el II Activo Provincial de Corresponsales en Oriente, celebrado en la Ciudad de Las Tunas, con la participación de  doscientos delegados y al cual asistió Ernesto Vera, presidente de la UPEC Nacional, es seleccionado como el mejor corresponsal de Oriente Norte y elegido a participar en el Acto Nacional por el X Aniversario de esta organización celebrado, en La Habana.
El 8 de Septiembre de ese año, en el Acto Nacional por el Día Internacional del Periodista, se le otorga un viaje de estímulo e intercambio de experiencias a la Unión Soviética, el  que realizó un mes después.
En 1975 Artemio obtuvo la orden “Antonio Hurtado del Valle”, máxima distinción otorgada por la Unión de Periodistas de Cuba a los corresponsales voluntarios con cinco o más años de labor destacada.
Un año más tarde, recibe un gallardete y un certificado al mérito por  resultar el mejor corresponsal voluntario del Sindicato Azucarero en la provincia de Oriente.  Había ganado la emulación durante sexto año consecutivo.
En sus investigaciones, que es parte inseparable del periodismo, también obtuvo resultados significativos. Entre 1967 y 2003 desarrolló los siguientes temas: “Esbozo histórico del central Antonio Guiteras Holmes”, “Esbozo histórico del Movimiento de Obreros Cincuentenarios”, “Historia de la prensa territorial”, Reseña histórica del movimiento obrero del central Delicias, hoy Antonio Guiteras”, “Crónicas de las oficinas de la empresa Antonio Guiteras” y “Reseña histórica del central Antonio Guiteras”.
Al hecho de indagar sobre sucesos locales, agregó la participación en eventos científicos de carácter municipal, provincial y nacional. Están los casos del Concurso Esta es la Historia de mi Central, en el que ganó el Segundo Lugar a nivel Nacional (1968); III Encuentro de Patrimonio Histórico Azucarero, Mención (2001); IV Encuentro municipal de Patrimonio Histórico Azucarero, Segundo Lugar (2002); IV Evento de Rescate y Conservación del Patrimonio Azucarera, en Las Tunas (2002); y XV Foro municipal de Ciencia y Técnica, Premio Relevante (2003).
Como Artemio desempeñó otras tareas simultáneas con la labor de corresponsal, también, recibió Medallas, Diplomas y Certificados de Reconocimiento. Son ellos, por ejemplo, los de Cincuentenario Honorario, Jesús Suárez Gayol (Sindicato Nacional de trabajadores Azucareros), 28 de Septiembre (Comités de Defensa de la Revolución) y por servicios prestados a la defensa de la Patria junto a otros por su destacada gestión informativa en la divulgación de la Revolución y mantener su condición de Trabajador de Avanzada durante 10 años.
En casi 20 años de labor en las filas del movimiento de corresponsales voluntarios, Artemio dejó importantes aportes, entre ellos:

Artemio Fernández Pérez muere el 2 de julio del 2008,  en Puerto Padre, a los 91 años, producto a repetidas isquemias. Su cadáver fue expuesto en su casa en Delicias, acompañado de familiares y amigos que se sumaron al dolor que ocasionó su pérdida. El sepelio se realizó el 3 de julio  en la tarde: su ataúd hace entrada en el cementerio de Puerto Padre con la bandera cubana acompañado de numerosas personas, entre ellas familiares, dirigentes políticos, obreros cincuentenarios de la industria azucarera, pioneros, personalidades de nuestra cultura como Pablo Armando Fernández, su hermano, y el Historiador de la Ciudad, Ernesto Carralero Bosch, quienes depositan el cuerpo en el panteón de la familia de los Febles. En el duelo de despedida se hace mención a la trayectoria vital de Artemio, así como a su labor como corresponsal voluntario destacado, y a los valores políticos, culturales, morales y éticos que distinguían su personalidad. Ángel Pérez Peña, dirigente político y amigo de la familia, quien  da lectura a la despedida, expresa:
 “Artemio Fernández es símbolo del periodista revolucionario y constante, del militante sin tacha, del esposo y padre ejemplar, del compañero y amigo fraterno y solidario. Hoy no venimos a depositar un simple cadáver, sino la semilla que germina de generación en generación en los hombres de un pueblo que se siente agradecido por contar con gigantes como él.”

Conclusiones
El periodismo posee un significado básico en la comunicación social. Muchos expertos en diferentes épocas han considerado que la sociedad no pudo ni puede alcanzar ninguno de los niveles de desarrollo: económico, social, ideológico, cultural, científico, ajena a los procesos comunicativos, en los cuales difundir la información ocupa el lugar esencial, principalmente, en la sociedad moderna, por los enormes adelantos científico-técnicos.
Por haber dejado huellas imprescindibles en su labor como hombre comprometido con la información al pueblo, destinada a satisfacer necesidades del saber humano sobre los sucesos, en los cuales mujeres y hombres crecen con el trabajo que sale de sus manos, se realizó la historia de vida de Artemio Bartolo Fernández Pérez, la que se abordó en dos momentos significativos. En el primero, se aborda el período de su nacimiento, contexto familiar, la juventud y parte de su adultez. En el segundo período, su formación como corresponsal voluntario y la consolidación de su obra.
En el periodismo encontró una vía y se aferró a ella para dar a conocer su pensamiento, en el que reconocía las virtudes del otro ser humano creador y sentía placer al darlas a conocer.
De forma simultánea supo llevar otras tareas como la investigación de los sucesos históricos vinculados al patrimonio de Delicias, su labor como obrero de la industria azucarera, su dedicación al desarrollo de la comunidad.
En casi 20 años de labor en las filas del movimiento de corresponsales voluntarios, Artemio aportó significativamente al periodismo en el municipio de Puerto Padre, convirtiéndose en paradigma para los periodistas del territorio.

 Bibliografía

 

Otras fuentes utilizadas
Entrevistas realizadas a:

 

1 “La Gazeta de la Habana” aparece escrita con z en la obra “Técnica Periodística” de José Antonio Benítez. Parece que se publicó solo durante los años 1782 y 1783.

2 El primer número de “El Papel Periódico de La Havana” apareció el domingo 24 de octubre de 1790. En este periódico y en “La Gazeta de La Habana”  predominaban las noticias sobre situaciones climáticas y el comercio.

3  “El Lagarto”, incluía noticias y crónicas de intención satírica contra las fuerzas mambisas. A pesar de reconocerse en la historia como el primer periódico manuscrito, no se conserva ningún ejemplar.

4 Luís Casas Romero. Director y compositor musical cubano. Creador del género “criolla”.