Contribuciones a las Ciencias Sociales
Julio 2011

EL TEATRO CIENFUEGUERO DESDE UNA PERSPECTIVA REGIONAL



Yinely Ruiz Portela (CV)
yruiz@ucf.edu.cu




RESUMEN

La determinación histórica de la cultura se manifiesta en la resemantización constante y apropiación de los elementos simbólicos que son creados socialmente. Como bien propone la intelectual cubana Graziella Pogolotti: cultura es “la huella del hombre sobre la tierra (memoria pero autorrenovación constante de los códigos para una construcción del futuro que se volverá memoria mañana)”.

Con este análisis se pretende situar la cultura en el plano regional, de este modo se determina que los elementos culturales se expresan en una región cuando responden a una realidad definida económica, política, geográfica y socialmente.

Conocer las manifestaciones culturales y saber cómo han influido en el proceso histórico-social de la región, primeramente, y luego su repercusión a nivel nacional, resulta de gran utilidad. Su conocimiento y comprensión aumenta la sensibilidad del pueblo para con ellas, lo que resulta muy favorable para la conservación de la identidad nacional y local, mediante la cultura.

Estas manifestaciones han contribuido de alguna manera a enriquecer el proceso histórico y sociocultural de la nación. Una de estas manifestaciones es el teatro.

La historia del teatro cubano es la historia de un arte que aparece ligado a los elementos culturales que le dieron origen y que se desarrolla en un proceso constante por su reconocimiento nacional. El proceso de formación de la nacionalidad cubana es complejo en cuanto a etapas y hechos; el teatro cubano lo es también por los distintos géneros que fueron apareciendo y llegaron a conformar y articular una dramaturgia que es representación objetiva y crítica de la realidad nacional cubana.

La noción de región remite a cuestiones geográficas y políticas, destacándose las condiciones económicas que permitirán el desarrollo de la misma. Sin embargo, la dimensión sociocultural evidencia el contenido de todo marco regional. Entonces, la región es definida como “un resultado de la interacción que se establece entre elementos étnicos, religiosos y culturales, al entrar en contacto el hombre con su medio. Se añaden igualmente elementos políticos y geográficos para determinar la existencia de una región cultural específica”. Basándonos en las consideraciones precedentes podemos decir que la cultura regional se manifiesta como el conjunto de los elementos distintivos de un grupo social, ubicado en un espacio geográfico específico, en el cual se producen relaciones de significación e identificación de los individuos, basados en rasgos étnicos, lingüísticos, religiosos, valores que son construidos socialmente en un momento histórico específico.

Las particularidades identitarias de la región de Cienfuegos se patentizan en las diferentes etapas de su devenir histórico social, éstas se reflejan en este trabajo a partir de la descripción de las principales características de los diferentes grupos de teatro de la región cienfueguera.

Debido al nivel cultural, económico y social que alcanza la región de Cienfuegos, después de su fundación, el teatro se convierte en una de las manifestaciones del arte y por ende de la cultura regional, que más aceptación y reconocimiento alcanza.

Cienfuegos ha sido conocida tradicionalmente como una ciudad limpia y culta; la génesis de su fundación y el desarrollo socioeconómico de la misma favorecieron lo anterior. En su primera etapa la localidad se desarrolló grandemente por la comercialización de productos provenientes de la ganadería, la cera, la madera, el café, sumándose a la inversión de capitales nacionales (matanceros, habaneros y trinitarios) en la tierras locales destinadas a la producción azucarera por lo que la economía cienfueguera pasó a ser el eje central del azúcar y a partir del período 1819 – 1868 se define como plantación esclavista.

Todo lo que procede generó expresiones en lo urbanístico, constructivo y cultural surgiendo una ciudad compacta y homogénea con calles, plazas y paseos arbolados enmarcando la actividad social de sus habitantes, produciéndose una explosión constructiva de edificaciones de carácter público.

La actividad teatral ocupó un lugar preponderante asumida por la burguesía local, deseosa de representar sus intereses y aficiones culturales a escala urbana. Este placer ocupó un lugar importantísimo, para ello baste recordar que Cienfuegos fue cuna de importantes personalidades de la escena nacional e internacional como Luisa Martínez Casado y Arquímides Poust Vives.

Analizar el tributo de la ciudad cienfueguera a las artes escénicas partiendo de la caracterización del desarrollo de la cultura del territorio desde su fundación hasta la actualidad, así como del teatro en la región, es la tarea que se propone el presente trabajo, titulado “El teatro cienfueguero desde una perspectiva regional. Teatro Los Elementos”.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Ruiz Portela, Y.: “El teatro cienfueguero desde una perspectiva regional”, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, julio 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

1.1 Hacia una definición de cultura regional

El concepto de cultura ha sido ampliamente debatido en el ámbito de las Ciencias Sociales. Si bien se han asumido distintas perspectivas (Antropología, Sociología, Psicología, Filosofía) que centran su estudio en la realidad social; todas coinciden en asumirla como un producto único de las relaciones humanas. En el pensamiento marxista la cultura se presenta como “un fenómeno de la producción material y espiritual, (…) el sistema de normas e instituciones y las interrelaciones sociales” ; de este modo se conciben las diversas representaciones de la actividad humana. Una de las grandes peculiaridades del Marxismo es considerar también las formas históricas de toda manifestación cultural, como resultado del desarrollo social, en tanto el hombre, el grupo social o la sociedad en su conjunto devienen sujetos culturales.

Desde una perspectiva antropológica se reconoce una cultura cuando son visibles y objetivos una serie de elementos como “las ideas, los hábitos y reacciones emocionales condicionadas que son comunes a todos los miembros (…)” . Así, podemos establecer una definición de cultura que la sitúe, además del plano social de su producción y reproducción, en el contexto individual, aunque esta concreción se manifieste a nivel colectivo. Estaríamos refiriéndonos en este sentido a la identidad como un aspecto propio de todo sistema cultural. Sin embargo, las teorizaciones más recientes han adoptado una visión global de la cultura y la asumen como una construcción simbólica que se expresa mediante la utilización de significados y signos correspondientes a un escenario construido socialmente. Podemos referirnos a la cultura desde definiciones generales, teniendo en cuenta que constituye un proceso de significación en el que se incluyen concepciones del mundo, de ahí que resulte un sistema cognitivo y valorativo (significado y valor) sobre el que se establece el sentido que se origina mediante la interacción social. Este proceso incluye igualmente determinadas producciones materiales y espirituales como resultado de un sistema de relaciones humanas dadas en un momento específico, cuya expresión radica en instituciones y prácticas sociales que conllevan a un proceso de definición de una identidad.

La determinación histórica de la cultura se manifiesta en la resemantización constante y apropiación de los elementos simbólicos que son creados socialmente. Como bien propone la intelectual cubana Graziella Pogolotti: cultura es “la huella del hombre sobre la tierra (memoria pero autorrenovación constante de los códigos para una construcción del futuro que se volverá memoria mañana)”. Un concepto de cultura en todas las dimensiones que esta se presenta, presupone considerar todo el conjunto de elementos distintivos y propios, materiales y espirituales que caracterizan a un grupo social, además del desarrollo en las artes; incluyendo los hábitos y modos de vida, así como las costumbres, creencias y valores, todos determinados históricamente.

Con este análisis se pretende situar la cultura en el plano regional, de este modo se está determinando que los elementos culturales se expresan en una región cuando responden a una realidad definida económica, política, geográfica y socialmente.

El concepto de región ha sido analizado por teóricos de la Escuela de los Annales fundamentalmente, destacándose la perspectiva histórica para el estudio regional. Si bien la historicidad de la cultura de determinado grupo social implica un carácter distintivo en comparación con otros grupos humanos y con otra etapa de desarrollo, ayudaría a identificar aquellos rasgos identitarios. La noción de región remite a cuestiones geográficas y políticas, destacándose las condiciones económicas que permitirán el desarrollo de la misma. Sin embargo, la dimensión sociocultural evidencia el contenido de todo marco regional. Entonces, la región es definida como “un resultado de la interacción que se establece entre elementos étnicos, religiosos y culturales, al entrar en contacto el hombre con su medio. Se añaden igualmente elementos políticos y geográficos para determinar la existencia de una región cultural específica”. Basándonos en las consideraciones precedentes se puede decir que la cultura regional se manifiesta como el conjunto de los elementos distintivos de un grupo social, ubicado en un espacio geográfico específico, en el cual se producen relaciones de significación e identificación de los individuos, basados en rasgos étnicos, lingüísticos, religiosos, valores que son construidos socialmente en un momento histórico específico.

1.2 Teatro Cubano

La historia del teatro cubano es la historia de un arte que aparece ligado a los elementos culturales que le dieron origen y que se desarrolla en un proceso constante por su reconocimiento nacional. El proceso de formación de la nacionalidad cubana es complejo en cuanto a etapas y hechos; el teatro cubano lo es también por los distintos géneros que fueron apareciendo y llegaron a conformar y articular una dramaturgia que es representación objetiva y crítica de la realidad nacional cubana. El antecedente del teatro cubano se considera el proceso de Renovación Teatral iniciado en 1936, cuya duración se enmarca hasta los años ’50. El triunfo de la Revolución no sólo implicó transformaciones en los planos político y económico, sino que constituyó una apertura y un reconocimiento de la cultura cubana, sometida durante más de cuatro siglos a la hegemonía cultural extranjera.

Como primer elemento de las manifestaciones teatrales en Cuba aparece el areito que aunque carece de drama es una representación de la realidad. Pero el inicio del teatro surge con la llegada de los españoles a la isla. Ellos traen consigo su teatro y es de este teatro español que va a nutrirse y renacer después de la desaparición del areito el teatro cubano.

Con marcado carácter religioso se representan danzas y se realizaron celebraciones, siendo el Corpus Christi la máxima representación, en las mismas se podía distinguir la existencia de una estenografía y formas de vestuario específicas. Paralelo a estos festejos se realizaban las representaciones de los negros.

Entre 1790 y 1868 el teatro se va volviendo nacional, se va a acercar a su propio contexto y se va alejando de la española. En esta etapa se va a ver también el teatro bajo la influencia del romanticismo, su antesala fue Heredia. Heredia cambió la escena radicalmente, fue el primer autor que se comprometió políticamente y utilizó el teatro como arma contra la opresión colonial. En la década del 30 hubo un auge del teatro, se hicieron más de 80 obras dramáticas de corte romántico. Dentro del romanticismo teatral sobresalen los nombres de Milanés, la Avellaneda y Luaces.

Entre 1868 y 1902 se rompe con el teatro anterior y se va a convertir en un teatro populachero. Se va a ver el teatro épico basado en hechos y personajes reales, también el teatro militar basado en las guerras de independencia, lo que dio lugar al teatro mambí que se desarrolló fundamentalmente en el exilio, tenía entre sus fines recaudar fondos para la guerra. Aparece la epopeya y el negro como héroe. Su primera obra fue “Abdala” de José Martí quien proponía un nuevo teatro que se vio frustrado por la neocolonia.

Se desarrolló el teatro bufo que se dividió en cuatro tipos: el campesino, el sainete costumbrista, la parodia y el catedracismo. En el mismo se incorpora el gallego, la mulata y el negro, convirtiendo lo marginal en el eje central de sus obras y que fue desplazando al teatro español. Su interés era la actuación, no el texto y el actor fue la pieza fundamental. Representó lo popular y recibió fuertes censuras por representar la “mala vida”, es decir, la vida cotidiana, real.

En el período entre 1902-1935, el teatro era sinónimo de Alahambra, que no era otra cosa que el reflejo de la república, desde un punto de vista irónico. Adaptó y perfecciono lo bufo, usó la música para llenar los espacios vacíos, las críticas las hizo en forma de burla, nunca de repulsión lo que llevó a la decadencia a la cultura. El teatro Alahambra decae a raíz de la huelga de 1933. En esta época la figura más significativa fue José Antonio Ramos porque sus obras retoman el teatro nacional, aunque no lo logró.

Al atravesar por una crisis económica social entre 1936 y 1959 el teatro solo existía a través de representaciones esporádicas. La mayoría de los artistas se agruparon en instituciones burguesas fundamentalmente, y lo hacían con intereses puramente comerciales. Este teatro no satisfacía las ansias de la dramaturgia nacional y su teatro con un contenido revolucionario.

En los primeros años de la Revolución todavía persisten arraigos del teatro anterior que fue desapareciendo en la medida en que éste se fue transformando y consolidando paulatinamente hasta crear un nuevo teatro multifacético donde se fomentan los nuevos intereses sociales.

1.3 El teatro en Cienfuegos. Su tributo a la dramaturgia.

Dos décadas después de fundado la villa Fernandina de Jagua Cienfuegosfundada por Don Luis Juan Lorenzo D’Clouet ya contaba con su primer teatro. En la medida en que se fue desarrollando la construcción de teatros fue en aumento por su gran aceptación.

"El teatro constituía una de las manifestaciones de mayor preferencia en la Villa con las obras de autores locales y otras traducidas del francés; se destacan entre ellas los dramas, comedias, juguetes cómicos y las zarzuelas.”

El teatro cienfueguero se segmentaba en dos tendencias, la española y el bufo cubano, Arquímedes Pous se considera el más grande intérprete del teatro bufo en el siglo XX, cuenta con más de un centenar de obras.

No contaba con un apoyo oficial por lo que queda en manos de particulares y un gran número de teatristas se agrupaban en instituciones de corte burgués con fines comerciales muy elevados mientras dejaban atrás los artísticos.

Con el tiempo se fueron creando grupos de aficionados que hacen aportes a la manifestación. Surgió la necesidad de desarrollar de un teatro más moderno y artístico, aquí se destaca, Juan José Fuxá quien organizó un cursillo de iniciación en el arte escénico. Posteriormente aparece el teatro radial en la emisora CMHJ, iniciado por Luis Manuel Martínez.

Pero su esplendor lo alcanza y consolida después de 1959. Cuando la Revolución asume el poder realiza cambios en todos los sectores. Las manifestaciones artísticas resultaron grandes beneficiarias del nuevo proceso de transformación que el nuevo gobierno proponía.

Dentro de las leyes que se establecieron se construyeron las escuelas de arte, lo que permitió la formación de nuevos profesionales. La descentralización de las manifestaciones artísticas junto a los elementos ya mencionados le permitió a Cienfuegos y el resto de las provincias desarrollarse en la dramaturgia.

“En el caso puntual del teatro desde sus inicios fue de gran aceptación en nuestra ciudad y el triunfo revolucionario marcó un punto significativo para esta manifestación amén de que Cienfuegos

“… es un pueblo de tradición teatral, aquí siempre se hizo teatro, teatro de magnitudes y la gente iba al teatro, ya fueran las compañías foráneas que venían aquí, que venían muy asiduamente, compañías de teatro y los grupos que existían que eran grupos muy buenos, en realidad antes del triunfo de la revolución se hacía mucho teatro universal en Cuba, por línea general Cienfuegos no escapaba de eso, por aquí se montaron por algunos compañeros obras de teatro universal, pero de tremendísima calidad…”. (Entrevista realizada a Mario Rodríguez, actor del antiguo Guiñol y del Actual Caña Brava).”

Muchos grupos de teatro se fueron conformando y desarrollando de una manera muy eficiente al grado de alcanzar reconocimientos locales, regionales, nacionales e internacionales. Entre los grupos que se formaron se encuentran:

• Teatro Guiñol de Cienfuegos, fundado en septiembre de 1962, el cual ha tenido diferentes proyecciones según la dirección del mismo, sirviendo a su vez de árbol madre para el posterior desarrollo de otros grupos de teatro infantil y teniendo la gran responsabilidad educacional de inducir el gusto teatral en los infantes pues de este modo se garantiza el futuro público adulto.

• Centro Dramático de las Villas por la antigua distribución política administrativa del país. el cual se funda el 9 de enero de 1963.

De este grupo han partido actores que han fundado o han brindado su inapreciable experiencia adquirida aquí con otras agrupaciones, prestigiosas en el terreno nacional e internacional, como Velas Teatro, Teatro de la Luna, etc..

• Colectivo Teatro Escambray, encabezado por Sergio Corrieri y Gilda Hernández. Se funda en 1968 y su trabajo en las montañas abrió un nuevo camino que permitió que el teatro llegue a los lugares más intrincados del país.

• Grupo teatral comunitario, “Los Elementos”, fundado en 1991 y presentado como factor representativo de la región del Escambray Cienfueguero.

Estos son algunos de los grupos más representativos de la región, pues son muchos y puede decirse sin temor a equivocarse que cada uno de ellos ha hecho su aporte al desarrollo de la cultura y la identidad nacional.

Con estos ejemplos se hacen evidentes los aportes que ha brindado la Perla del Sur a las artes escénicas cubanas. La calidad del trabajo que llevan a cabo día a día los individuos que conforman sus filas es incuestionable. En las últimas líneas se trae a colación una cita, que se propone a modo de cierre para hacer un pequeño homenaje a todas aquellas personas que de una forma u otra hacen posible que el arte dramático en esta provincia mantenga el lugar que ha ganado con esfuerzo y mucho amor.

Sarraín comenta respecto al tema:

“Cienfuegos es una provincia con un acento especial dentro de la escena. Existe un movimiento fuerte de artistas que tienen un trabajo destacado a nivel del país, sobre todo en el género infantil”