Dr. C (PhD). Renan García Tamayo
Profesor Titular- Universidad de Ciencia Médica de Santiago de Cuba 
Profesor catedrático en universidad de Lurio Nampula Mozambique
MSC. Mercedes De La Caridad Soler Lahittebignott
Profesora auxiliar, en universidad de Lurio Nampula Mozambique
PhD. Sergio Latorre Artega
Profesor auxiliar. Facultad de ciencias de la salud, Universidad de Lurio Nampula Mozambique
renangarciatamayo@gmail.com
Publicado sin revisión por pares
1.2. El proceso de construcción del conocimiento científico como sustento de las ciencias de la salud en Mozambique.
Desde el surgimiento de la  denominada Ciencia Moderna, se ha considerado un único modelo de construcción  del conocimiento científico que, desarrolló una sola noción de objetividad en  el marco de la ciencia, la cual era equivalente al concepto de realidad, en  tanto la objetividad se definía por la capacidad del método científico para  descubrir la realidad de forma pura.
  Tal comprensión se derivaba  de la concepciones positivistas del siglo XIX, en las llamadas ciencias  naturales que alcanzó un gran desarrollo con la modelación matemática de su  objeto, ello permitió formas relativamente estandarizadas de construcción de conocimientos,  con una determinada independencia de los investigadores como sujetos de dicho  proceso, de tal forma, en las llamadas ciencias sociales y humanísticas, se requiere  de un desarrollo actual en la ciencia que precise de diversas alternativas en  la re- conceptualización de los criterios de objetividad del conocimiento  científico, entendida en la unidad dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo.
Para citar este libro puede utilizar el siguiente formato: 
Renan García Tamayo, Mercedes De La Caridad Soler Lahittebignott y Sergio Latorre Artega (2018): “Sustentos de la pedagogía y didáctica de la educación superior para la formación del profesional de la salud en Mozambique”, Biblioteca virtual de Derecho, Economía y Ciencias Sociales (febrero 2018). En línea: 
//www.eumed.net/2/libros/1702/sustentos-pedagogia.html
En este sentido, la  objetividad no se alcanza al ocultar la subjetividad, o simplemente no  considerándola, sino por el contrario, elevándola a un primer plano para  conocer su influencia, que no es siempre negativa como afirman los  positivistas, sino por el contrario, positiva si somos capaces de encontrar esa  dialéctica necesaria entre lo objetivo y lo subjetivo presente siempre en el  conocimiento humano.
La relación entre el sujeto  en este caso profesional de la salud, como constructor del conocimiento teórico  y práctico, y la expresión matematizada de esta, es relativamente  independiente, en los momentos de interpretación y elaboración teórica, pues en  la ciencia elaborada hay un conocimiento establecido y el modelo matemático,  como una expresión de la interpretación de ese conocimiento, opera con  independencia al ser expresión de la técnica o un simple algoritmo. Hoy, con  los sistemas computarizados y los programas se impersonaliza mucho más, pero la  interpretación, y con ello el nuevo conocimiento, sólo es posible por la  subjetividad del investigador.
En las ciencias llamadas  naturales y la tecnología, las matemáticas representan un instrumento esencial  que mediatiza el vínculo del sujeto con las propiedades y regularidades del  objeto, llegándose a reducir éste a un conjunto de fórmulas matemáticas, que  expresan la esencia de este conocimiento científico, en un momento dado del  desarrollo de la ciencia.
En las ciencias llamadas  sociales realmente no existe un modelo matemático que permita la construcción  de las regularidades del objeto, lo cual no invalida la objetividad y cientificidad  de estas ciencias, lo que por supuesto, no se puede obtener a través de los  mismos métodos y vías de las “ciencias naturales”.
En las “ciencias sociales”  hay que adoptar el principio de pluricausalidad, ya que se está en presencia de  fenómenos complejos que generalmente no son el resultado de un solo factor,  variable o condición; donde una valoración dialéctica del objeto permite un  estudio más integral y sistémico del mismo.
La relación entre el sujeto  (profesional de la salud) y el objeto (problemas de salud) en la construcción  del conocimiento en ciencias para la salud que es del tipo  socio-humanista-asistencial es muy cercana, no existiendo independencia  relativa entre los conocimientos anteriores y los actuales, pues unos y otros  se integran en el proceso de construcción teórica y práctica, cuyos resultados  elevarán esta construcción a estadios superiores de su comprensión y  explicación. 
Las leyes y regularidades de  estas ciencias, operan a través de un sujeto activo, cuya acción modifica de  forma intencional hasta las propias leyes. Aun cuando el objeto de las ciencias  llamadas naturales también es histórico y está inserto en múltiples sistemas de  relaciones dinámicas en la realidad, la intencionalidad socio-humanista  asistencial individual no está determinada sólo por el comportamiento histórico  del objeto, lo cual es una característica distintiva de este proceso  investigativo.
Por tanto, la interpretación  es el sustento de la construcción del conocimiento científico en las ciencias socio-humanistas-asistenciales  en salud, en una dialéctica entre la abstracción y la generalización como  procedimientos lógicos en que se sustenta la construcción del conocimiento  científico y donde subyace la relación entre lo subjetivo y lo objetivo, como  condición para la objetividad del conocimiento. 
En las ciencias llamadas  naturales el modelo matemático permite, bajo ciertas condiciones, abstracciones  que limitan más lo subjetivo en la comprensión y explicación del objeto. En las  ciencias socio-humanistas-asistenciales para la salud esta objetividad es  condición para la propia construcción del conocimiento en la dinámica de su  desarrollo.
La construcción teórica y  práctica en las ciencias llamadas naturales está apoyada por complejos sistemas  matematizados, que en calidad de soportes, permiten esta elaboración, sin  embargo, esa elaboración en las ciencias que nos interesa es concomitante a  todo el proceso interpretativo, el cual adquiere niveles superiores de esencialidad  teórica y práctica.
En síntesis, la construcción  del conocimiento científico es un proceso objetivo-subjetivo, y representa a su  vez, el objeto que se comprende, se explica e interpreta a través de formas  subjetivas, susceptibles de penetrar en su esenia, lógica y estructura.
El resultado fundamental del  proceso de investigación científica en salud es el descubrimiento de la esencia  de dichos procesos, expresados en regularidades, relaciones y leyes que  enriquecen el sistema de conocimientos salubrista de la humanidad y sobre cuya  base es posible transformar cualitativamente la propia realidad de salud. Las  que se pueden desarrollar desde la diversidad de los paradigmas de la ciencia.  Un amplio tratamiento de la diversidad de paradigmas de la ciencia puede ser  estudiado en (H. Fuentes, et, al; 2007).
1.3. Contradicciones de carácter filosófico del proceso de construcción del conocimiento científico como sustento en la formación del profesional de la salud en Mozambique y de las investigaciones socio-humanista-asistenciales en salud.
En el proceso de  investigación científica en salud, al igual que en cualquier otro tienen lugar  múltiples contradicciones, como son: entre lo objetivo y lo subjetivo, entre lo  teórico y lo empírico, entre lo cualitativo y lo cuantitativo, entre otras.  Pero todas ellas, tienen como esencia, la contradicción entre los procesos de  preservación, desarrollo, difusión y creación de la cultura, lo que condiciona  otra contradicción dada entre la transformación y la revolución de dicha  cultura; contradicciones que dinamiza el proceso de investigación científica:  preservar la cultura es mantener lo más valioso del orden de cosas, y ésta se  contrapone al desarrollo, al cambio, a la trasformación; el cambio rompe, en  cierta medida, con el orden de cosas establecido. 
   Ambos contrarios dialécticos  se dan en unidad, en tanto, no hay desarrollo sin preservación, ni preservación  sin desarrollo. Pero tanto la preservación como el desarrollo, son sólo  posibles a través de la difusión y creación de la cultura, esto lleva a la  afirmación, de que la difusión de la cultura y su creación, constituyen los procesos  más dinámicos y síntesis de la relación dialéctica entre el desarrollo y la preservación  de la cultura, esto entonces condiciona la transformación y la revolución como  otro para dialectico en el que se expresa que no podrá existir revolución sin  transformación  y viceversa. Conforme a  la naturaleza dialéctica del proceso de investigación, ninguno de estos  procesos puede ser comprendido aisladamente, en cada uno de estos existen  rasgos de los restantes.
Entre  lo cualitativo y lo cuantitativo se desarrolla una unidad dialéctica que  permite una visión totalizadora de ese objeto, lo cuantitativo no tiene  significado si no es en la cualidad, pero a su vez la cualidad se expresa y  transforma en lo cuantitativo.
   En  el proceso de investigación científica sobre los problemas socio-humanistas  asistenciales, si bien lo cualitativo y lo cuantitativo se manifiesta en su  unidad, la investigación cualitativa o cuantitativa tiene prevalencia según el  objeto y el proceso a través del cual se desarrolla la investigación, así una investigación  se puede desarrollar por medio de procesos cualitativos o cuantitativos, lo  cual depende de los presupuestos epistemológicos y la cultura del sujeto.
   El  carácter de cualitativo o de cuantitativo de un proceso de investigación  científica no queda determinado por su carácter empírico o teórico, sino por el  nivel de interpretación y de aplicación de los métodos de investigación, así  una investigación es cualitativa aunque parta de datos concretos cuantificados,  pero de los cuales se deriva una interpretación cualitativa. Por el contrario,  a partir de datos cualitativos como opiniones y criterios, se puede quedar la  investigación en su procesamiento cuantitativo, por lo que quedarse solamente  en un estudio cuantitativo limita el carácter científico de la investigación.
   En  las ciencias sociales y con ellas las ciencias de la salud la mayor relevancia  la adquiere la investigación cualitativa, donde la construcción del  conocimiento se desarrolla en una unidad indisoluble entre lo empírico y lo teórico.
Lo empírico siempre tiene un sentido teórico, mientras que lo teórico siempre contiene lo empírico de una u otra forma, aunque no como criterio último de la verdad. Ambos, lo empírico y lo teórico son momentos indisolubles del conocimiento científico cuya independencia es sólo relativa.
En la síntesis de estas tres  contradicciones dialécticas se desarrolla el proceso de investigación  científica, que a su vez tiene como contradicción esencial la que se expresa  entre la preservación, el desarrollo, la difusión y la creación de la cultura  que condiciona a su vez la transformación y la revolución. Figura 1.2.1.
   Valorado desde un punto de  vista dialéctico; cantidad y calidad, objetividad y subjetividad, teoría y  práctica, constituyen pares de categorías filosóficas que reflejan importantes  aspectos de la realidad objetiva dadas en unidad, y pueden llegar a la conclusión  de que si se tiene en consideración la contradicción dialéctica entre la preservación  y el desarrollo, dado en este último, como el nuevo orden que trasciende a lo  ya establecido, negándolo, entonces se condiciona un conocimiento capaz de  preservarse sólo en su desarrollo.
   Por otra parte, para la  preservación del conocimiento se debe tener en cuenta la imprescindibilidad de  su desarrollo, pues si éste se mantiene estático e inmutable en el tiempo,  tiende a desaparecer y, además, es imposible desarrollarlo y enriquecerlo si no  es a partir de la preservación de la existente como base para la construcción futura.
   En la relación preservación,  desarrollo, difusión y creación, tanto la preservación como el desarrollo, son  sólo posibles a través de su difusión y creación, todo lo cual permite afirmar  que es precisamente la difusión y creación del conocimiento los procesos más  dinámicos y sintéticos de los dos primeros. 
   En cada etapa histórica del desarrollo  de la ciencia ha existido una correlación y predominio de una u otra dimensión  del conocimiento, lo que ha permito referirse a las etapas empíricas y teóricas  del proceso de desarrollo del conocimiento. La relevancia de la ciencia y su misión  social se logra gracias a la posibilidad de un conocimiento teórico capaz de penetrar  cada vez con mayor profundidad en el conocimiento de la realidad, lo que se  expresa a través del proceso de investigación científica, cuando se revelan los  nexos esenciales y necesarios en la transformación y desarrollo de los objetos  y procesos de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad, al conceptuar,  categorizar y encontrar relaciones, principios, leyes, teorías, las cuales se  configuran en sistemas teóricos que permiten comprender, explicar, interpretar y  observar la realidad de un modo más esencial y profundo.
   El desarrollo del  conocimiento científico, a través de la investigación teórica, consiste en  construir el aparato categorial, el sentido y el contenido de las abstracciones  científicas, al revelar las leyes y regularidades a través de las cuales se  modela y con ello se construye un nuevo conocimiento cada vez más esencial. En  ese proceso de modelación se aplican los métodos científicos particulares, de  acuerdo con la lógica propia de los métodos científicos generales y en  correspondencia con los sustentos de los métodos filosóficos asumidos.
   La ciencia se desarrolla  también en la dimensión empírica, en el que se obtiene información de la  realidad mediante la realización de observaciones y experimentos. No significa  que lo empírico se vincula al desarrollo teórico de manera espontánea o determinista,  se trata que en el desarrollo y construcción de la teoría se toma en cuenta la información  acumulada empíricamente, pero al mismo tiempo desarrolla sobre ella las  relaciones de carácter esencial que no emergen directamente de los datos  empíricos. A través de la investigación empírica se puede valorar y validar de forma  concreta los modelos teóricos.
   Lo anterior significa que lo  empírico y lo teórico han de darse en unidad dialéctica en el desarrollo del  proceso de investigación, por tanto constituyen lo empírico y lo teórico  momentos de un proceso único. El conocimiento empírico expresa los aspectos  externos del objeto, lo fenoménico, donde la categoría de mayor relevancia en  esta dimensión del conocimiento es el hecho científico, por otra parte, en la  configuración abstracta que se alcanza en lo teórico, que expresa un  conocimiento del objeto cualitativamente superior, cuyas categorías, leyes y  principios revelan de un modo más esencial la naturaleza de ese objeto y  expresan que entre lo empírico y lo teórico, hay una relación dialéctica de esencia  y fenómeno. 
   El tránsito del fenómeno a  la esencia como ley de construcción del conocimiento encuentra su explicación  en la relación dialéctica entre lo empírico y lo teórico en el conocimiento  científico, lo que no significa que lo empírico o lo teórico tengan más  relevancia uno que el otro, tan sólo constituyen dimensiones de un mismo  proceso.
   En relación con lo anterior  debe interpretarse también la ley del ascenso del conocimiento de lo abstracto  a lo concreto. Lo abstracto y lo concreto representan características del  objeto de la realidad como momentos o etapas de su conocimiento, porque el  reconocimiento del carácter concreto de los objetos significa que ellos existen  como unidad de diferentes propiedades, aspectos y relaciones. A su vez cada una  de estas propiedades, aspectos y relaciones representa un lado relativamente  independiente con respecto a las restantes partes, propiedades y aspectos del  objeto, o sea, cada de una de estas partes, propiedades, aspectos representa  una expresión abstracta del objeto de investigación transformado en el propio  proceso de investigación, entendido éste como una totalidad concreta pensada.
   Uno de los propósito de la  ciencia es comprender, explicar e interpretar desde la observación el objeto estudiado  en toda su diversidad epistemológica y metodológica, para esta intención es  necesario desarrollar un proceso muy complejo del pensamiento humano, donde inicialmente  se caractericen rasgos y aspectos de este objeto, se revelen los nexos entre  estos, de modo que se llegue a una representación teórica capaz de expresar ese  objeto en su totalidad y a la vez complejidad. Para lo cual el movimiento del pensamiento  debe seguir los siguientes momentos:
La dimensión empírica del  conocimiento está vinculada con la formulación de abstracciones, con el ascenso  de lo concreto a lo abstracto y la dimensión teórica se transita de lo  abstracto a lo concreto pensado. Este es el camino del pensamiento teórico: el  ascenso de lo concreto sensible a lo abstracto y de este a lo concreto pensado,  que representa a su vez un movimiento de las manifestaciones fenoménicas a las  determinaciones esenciales.
   En esta relación de lo  teórico y lo empírico, este último no puede verse como momento final de  verificación, ni como fuente absoluta de la construcción del conocimiento teórico,  pues el momento empírico está inseparablemente unido a la teoría. Más que de  verificación, se puede decir que lo empírico corrobora la capacidad de la  teoría por mantener su desarrollo y la estimula, en la cual se construye el  nuevo conocimiento sobre la realidad y se abren nuevos espacios a la ciencia.
   Las comprobaciones que se  logran con lo empírico no siempre representan un criterio de validez histórica,  sobre la base de su utilidad para el avance del conocimiento en un campo  concreto de la cultura. Las comprobaciones que se realizan desde lo empírico  constituyen soportes generales para el desarrollo integral de la teoría.
   En resumen, el proceso de  investigación en salud se desarrolla a través de diversas contradicciones  dialécticas, como cantidad y calidad, objetividad y subjetividad, teoría y  práctica, los cuales constituyen pares de categorías filosóficas que reflejan importantes  aspectos de la realidad que se dan en unidad, para satisfacer la contradicción  entre el desarrollo, preservación, difusión y creación de la cultura salubrista  que condiciona la transformación y la revolución de la misma.
   Desde esta posición  científica entonces, han de ser vistas estas contradicciones en su unidad  dialéctica y en su desarrollo para comprender, explicar e interpretar desde la  observación el proceso de construcción del conocimiento científico en salud.
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Recibido: Noviembre 2017 Aceptado: Enero 2018 Publicado: Febrero 2018