ALTERNATIVAS SUSTENTABLES Y PARTICIPACIÓN COMUNITARIA

ALTERNATIVAS SUSTENTABLES Y PARTICIPACIÓN COMUNITARIA

Ramón Rivera Espinosa
Universidad Autónoma Chapingo

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DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN SANITARIA Y AMBIENTAL DE ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS RURALES DE SEIS MUNICIPIOS CAFETEROS DEL SUROESTE DE ANTIOQUIA, 2014.

Ana María Galeano García,
ana.galeano@gmail.com,
Universidad de Antioquia,
 Facultad Nacional de Salud Pública, Medellín.

Resumen

Los establecimientos educativos deben brindar o favorecer condiciones de seguridad que favorezcan la salud, integridad y calidad de vida a los estudiantes durante la prestación de los servicios educativos.

El objetivo fue caracterizar las condiciones sanitarias y ambientales de centros e instituciones educativos rurales en seis municipios cafeteros del suroeste de Antioquia, 2015. Se realizó estudio descriptivo y de corte transversal en 63 establecimientos educativos en Andes, Betania, Betulia, Ciudad Bolívar, Concordia y Salgar, mediante muestra por conveniencia y muestreo aleatorio.

El sector rural del país requiere una extensiva y progresiva transformación de sus vulnerabilidades, particularmente los establecimientos educativos que constituyen la oportunidad para el desarrollo humano integral y saludable. La creación de entornos saludables es fundamental para la promoción de la salud, por lo que estas deben proporcionar ambientes físicos sanos, seguros, limpios y estimulantes para el bienestar de la comunidad educativa.

La situación sanitaria y ambiental evidenciada ofrece condiciones y factores que ponen en riesgo la salud y el desarrollo humano de la población escolar, destacándose las deficiencias en el saneamiento básico y ambiental, y el uso de agroquímicos en predios aledaños, que amerita toma de decisiones locales y departamentales para garantizar entornos saludables a la población rural.

Palabras clave: Salud ambiental, salud infantil, entornos saludables, escuela saludable, factores de riesgo, instituciones educativas, plaguicidas, saneamiento ambiental.

Introducción

Debido al progresivo crecimiento demográfico e industrial, las personas no tienen capacidad de reaccionar frente a los efectos negativos del medio ambiente y, por lo tanto, sobre sus consecuencias, reduciéndose eventualmente, las condiciones de brindar a las siguientes generaciones ambientes favorables y seguros que cuenten como mínimo, con agua potable, aire limpio, saneamiento básico, alimentos suficientes y sin contaminantes, educación, vivienda y recreación adecuadas.

Los riesgos ambientales incluyen un amplio espectro de peligros de distinta naturaleza, en diferentes medios (el agua, el aire, los alimentos y el suelo) y en diferentes entornos de exposición, como el hogar, la escuela o la comunidad. Y es necesario brindar cuidados especiales a los niños de todo el mundo para protegerlos tanto de los riesgos acumulados que existen desde hace mucho tiempo, como la combustión vehicular, como a los nuevos riesgos a sustancias químicas Causas como las deficiencias higiénico-sanitarias y la inequidad en el acceso a servicios básicos, constituyen factores de riesgo que deterioran la salud de los niños y jóvenes, y determina carencias que permite el desarrollo pleno de sus potencialidades.

El ambiente que rodea los infantes determina contundentemente su estado de salud, bienestar, futuro y en un alto número de casos, su supervivencia misma por factores que incluyen su tamaño, fisiología, fragilidad inmunitaria, crecimiento, desarrollo físico y mental, y en general, su dependencia de los adultos. 9 Se puede determinar que la salud ambiental infantil estudia el impacto del medio ambiente, sobre la salud de los niños y de los miembros de la unidad familiar. 1

Este trabajo aborda el interés, la necesidad y las razones para realizar investigación en la temática de salud ambiental en entornos escolares mediante el análisis de situaciones de riesgo de origen natural y antrópicas en los establecimientos educativos.

Planteamiento del problema

Según la Organización Mundial de la Salud más de cinco millones de niños con edades entre 0 y 14 años mueren anualmente de enfermedades y otras afecciones causadas por los ambientes en los que viven, estudian y juegan. Factores como la falta de acceso a agua potable, las intoxicaciones por agentes químicos, las zoonosis, entre otras, son las principales características que influyen de manera importante en la pérdida de la calidad de vida y en el deterioro de la salud de las personas.

Los factores ambientales desempeñan una función importante en la determinación de la salud y el bienestar de los niños, la mayor susceptibilidad de estos a los diversos contaminantes del medio ambiente se deriva principalmente de las características biológicas y fisiológicas específicas que definen a las diversas etapas del desarrollo, desde la concepción hasta la adolescencia y ejercen en ellos efectos más marcados que en los adultos, y una exposición precoz puede conllevar a padecer efectos a largo plazo. 4
 
La ruralidad en Colombia ha sido víctima de inseguridad, inequidad y desconocimiento de los gobiernos de turno, se relaciona con percepciones de antiguo, atraso, pobreza. Los indicadores de vulnerabilidad de la población rural se dan por la debilidad o desvanecimiento del Estado para atender y dar cobertura en la provisión de servicios como educación, saneamiento básico, salud,  infraestructura y asistencia técnica para proveer su desarrollo. Más que pobreza, en el campo colombiano hay indigencia, es el resultado de décadas de abandono y olvido; el ingreso promedio de un campesino en 2009 era tres veces menor en relación al promedio urbano; el 11% no tiene vivienda, 16% la tiene en mal estado, 85% carece de alcantarillado, el analfabetismo es de 18,5% y 60% no tiene agua potable.

El uso de la tierra agrícola en el departamento tiene miles de hectáreas de participación, existen 71 Comités Municipales de Cafeteros, todos pertenecientes a la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) representan más de 500.000 familias del país; 96% conformado por familias campesinas con fincas menores a 5 hectáreas cultivadas en café; la fragmentación en la posesión de tierras sumado a las características de economía de subsistencia, niveles de insatisfacción de las necesidades básicas y el bajo nivel educativo, es frecuente en el agro latinoamericano, las hacen vulnerables a los cambios del entorno.

Una gran cantidad de escuelas no están en condiciones de custodiar la salud de sus alumnos, ni de garantizar que estos adopten practicas benéficas y modos de vida saludables. Se debe en parte a que el sector salud no le ha atribuido un alto grado de prioridad, ya que son menos vulnerables a la enfermedad que otros segmentos poblacionales, y a que no ha logrado satisfacer adecuadamente las necesidades manifiestas. Las escuelas deben contar ambientes físicos seguros, limpios y estructuralmente apropiados, que aseguren una atmósfera psicosocial armónica y estimulante, sin agresiones ni violencia verbal, física o psicológica.

La educación ha presentado otra serie de carencias y rezagos a nivel rural, caracterizados por condiciones de pobreza y relacionados con la baja escolaridad y persistencia de analfabetismo, altas tasas de repitencia, escasa cobertura y oferta educativa para algunos niveles de educación básica y superior. La infraestructura escolar no es ajena a esta deuda social y política con lo rural, de similar ocurrencia en América Latina. A continuación se exponen algunos casos representativos, noticias que evidencian la escuela como un lugar que también constituye riesgos; un estudio de casos en las escuelas rurales del Ecuador, indicaron que las primeras causas de mortalidad infantil se ocasionaron debido a las recurrentes infecciones intestinales por condiciones de saneamiento básico y situaciones sanitarias no satisfactorias e inexistencia de sistemas de evacuación de excretas en el 84% de las escuelas, la no cohesión en la educación sanitaria y la legislación nacional insuficiente y debilidad de la autoridad encargada.

En Argentina, las clases de dos establecimientos se interrumpieron por dificultades en la infraestructura e invasión de roedores. En México, el 38% de la población infantil presenta sobrepeso, debido al alto consumo de bebidas azucaradas por carencia en el acceso al agua potable de los establecimientos. En España, una investigación realizada a las condiciones higiénico - sanitarias de los comedores escolares, revelaron deficiencias en las instalaciones debido al desconocimiento de la legislación vigente, con incumplimiento en 77% de los inspeccionados.

En el país, los restaurantes escolares presentan dificultades internas relacionadas con el Programa de Alimentación Escolar - PAE debido a que la dispersión de las sedes en la zona rural dificulta su operación; las debilidades para tomar medidas correctivas varían en cada región. Otras denunciadas por padres de familia y políticos; como la calidad del servicio y de los alimentos, la disponibilidad en relación a la demanda, la estandarización de las porciones, que en algunos casos no corresponden a lo estipulado en la minuta y en los lineamientos nutricionales; además de las dificultades contractuales que impide la prestación del servicio en diversos periodos del año. Respecto a la infraestructura física, se destaca el caso de una Institución Educativa en Huila, donde los niños no disponen de menaje y un lugar adecuado donde consumir los alimentos, las cocinas no cumplen con los requerimientos de salubridad, la preparación no se realiza en el establecimiento y los padres de familia denuncian la desviación de recursos que impiden su correcto cumplimiento y los directivos de los establecimientos no denuncian por miedo.
Un diagnóstico higiénico–sanitario a nivel departamental registró condiciones deficientes, entre ellos, el incumplimiento de un poco menos del 40% en los requerimientos que dispone la Norma Técnica Colombiana NTC 4595, el 84% con exposición a ruidos, 28% cercanos a focos contaminantes y 35% con riesgos geológicos. Las aulas presentaron poca iluminación y ventilación y hacinamiento. El estado de las unidades sanitarias presentó acceso a inodoros u orinales 21% y lavamanos 4%. El estado higiénico evidenció el mal estado de las unidades, presencia de olores desagradables, no acceso al agua, pisos y paredes sucias, entre otras. La disposición de excretas y residuos líquidos se realiza en sistemas de alcantarillado, de los cuales 28% presenta deterioro. Los contenidos de educación ambiental implementados en las clases no han sido eficazmente llevados a cabo y hay debilidad en los programas de atención y prevención de desastres.

Los plaguicidas son compuestos de uso creciente en la Región de las Américas; la información disponible hace pensar que la exposición ocupacional y ambiental a estos, es superior a la que se notifica para otras regiones del mundo. Su uso como única medida de control de plagas, de características altamente peligrosas, exceso de aplicaciones y la carencia en medidas de precaución y protección, conlleva a efectos en la salud y ambiente a nivel mundial. Anualmente producen 3 millones de intoxicaciones agudas, alrededor de 200 mil muertos y 700 mil sufren efectos crónicos en el mundo. El 99% de estos ocurren en países en desarrollo de los cuales el 75% corresponde a América Latina. Wesseling caracterizó en 1991 el uso de los plaguicidas como “intensivo, generalizado y totalmente fuera de control”.

Según la OPS, Colombia ocupa el tercer lugar de consumo de plaguicidas en kilogramos por agricultor. Los organofosforados (OF) y carbamatos (C) son utilizados en el país como insumos agrícolas, domésticos y de control en enfermedades epidémicas, y son los principales causantes de las intoxicaciones masivas registradas, en 1967, 1970 y 1977, produciendo 990 casos y 122 defunciones por  consumo de insumos alimenticios y fuentes de agua contaminados en algunos municipios del país

El departamento de Antioquia se encuentra localizado al noroeste del país, es el sexto más extenso de Colombia, su organización territorial comprende nueve subregiones y 125 municipios Figura 1. Habitan actualmente 6.456.207 personas, su economía genera el 13 % del PIB del país. La geografía conjuga elementos de llanuras, montañas, altiplanos, páramos, ríos, ciénagas, mar y bosque. La subregión del suroeste  tiene una extensión de 6.733 km2 que equivalen al 10.44% del total departamental, tiene una población de 374.988 habitantes, 53%  a nivel rural, presenta un equilibrio entre los grupos poblacionales (50.9%); y el grupo etario con mayor concentración es de 0 y 19 años (41.6 %).

El cultivo de café representa el segundo generador de divisas para el país, por tanto cualquier problema que lo afecte es de importancia especial en su economía. Actualmente, se encuentran cerca de 800 mil hectáreas de café que incluyen el patrimonio de más de medio millón de familias cafeteras colombianas.

En la primaria se presenta la mayor tasa de deserción (7.53%) de un total de 91.204 matriculados, la mayoría en las zonas rurales, debido a la incorporación de menores de edad a la fuerza laboral del grupo familiar, como a los desplazamientos forzosos rurales – urbanos.

En Antioquia, en dos veredas del municipio de Andes se presentaron tres brotes de intoxicaciones por plaguicidas en el 2014 afectando 47 estudiantes de la Institución Educativa Tapartó sede primaria, situación que reincidió el 21 de marzo, donde fueron 45 los estudiantes afectados, y el 14 de mayo del mismo año, en la Institución Educativa Rural Palenque del municipio de Betania se presentaron 11 casos de intoxicación en sus estudiantes, debido a la realización de labores de aspersión con plaguicidas por la cercanía que existe entre la institución y los cultivos.   En la exposición a plaguicidas, la vulnerabilidad conlleva a incrementar la posibilidad de desarrollar algunas enfermedades crónicas, y disminución de características neuro-cognitivas.

¿Cuáles son las condiciones sanitarias y ambientales de las instituciones y centros educativos rurales de algunos municipios cafeteros del suroeste de Antioquia?

Justificación

Se eligieron zonas rurales como objeto de estudio porque son éstas quienes contribuyen a la identificación de brechas entre lo urbano y lo rural por su tendencia a la pobreza, acceso a servicios básicos como educación, salud, saneamiento, infraestructura, tecnología e indicadores de desarrollo humano PNUD y DNP para el 2003; igualmente, por presentarse casos de intoxicaciones en escuelas aledañas a cultivos de vocación cafetera.

La situación anteriormente presentada se considera preocupante, ya que se han evidenciado cierres en establecimientos educativos a nivel nacional e internacional por los inadecuados manejos en las instalaciones hidrosanitarias y restaurantes escolares, sumado a los problemas de infraestructura, invasión de roedores y entornos insalubres que repercuten desfavorablemente en la inasistencia escolar, desarrollo adecuado de los niños, prestación adecuada de los servicios educativos y a posibles efectos negativos sobre la salud y la calidad de vida de la comunidad educativa.

El estudio es necesario porque profundiza en los factores adversos a que están expuestos niños, niñas y jóvenes en su entorno escolar, un terreno poco estudiado desde la salud pública; pues los establecimientos educativos deben considerarse integralmente, es decir, no sólo desde la perspectiva educativa, ya que su entorno escolar influye directamente en las condiciones físicas, mentales y emocionales de los estudiantes.

Igualmente, el contribuir como insumo a investigaciones en la temática y realizar desde la evidencia, sensibilización en el uso sustentable de las sustancias químicas para evitar incrementos a la salud y perjuicios al ambiente y entorno, reflexionando en la sostenibilidad y el equilibrio saludable del hábitat.

Finalmente, busca beneficiar a la población escolar infantil de las poblaciones rurales, mediante la identificación de los principales factores de riesgo sanitarios y ambientales a los cuales están expuestos en los establecimientos educativos; y constituir información como insumo para que las autoridades administrativas, sanitarias y ambientales de la región tengan herramientas para la toma de decisiones en su gestión municipal y medidas correctivas a las dificultades encontradas.

Objetivos

Objetivo general: Caracterizar las condiciones sanitarias y ambientales de los centros e instituciones educativas rurales en seis municipios cafeteros (Andes, Betania, Betulia, Ciudad Bolívar, Concordia y Salgar) del suroeste de Antioquia, 2015.

Objetivos específicos:

  • Identificar las características educativas de los establecimientos y la población escolar matriculada.
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  • Describir el estado de la infraestructura y las condiciones higiénico - sanitarias locativas de las instituciones y centros educativos rurales de los seis municipios.
  • Determinar las condiciones de saneamiento ambiental en relación con abastecimiento de agua, operación o mantenimiento de tanques de almacenamiento de aguas, manejo de residuos sólidos, disposición de residuos líquidos, factores de riesgo por plagas domésticas, vectores y zoonosis, entre otros, en los establecimientos educativos.
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  • Describir las condiciones higiénicas-sanitarias de los restaurantes escolares en cuanto a estructura, manipulación y preparación de alimentos.
  • Identificar los factores de riesgo por sustancias químicas al interior y exterior de los establecimientos educativos rurales.

Metodología

Se realizó un estudio de tipo descriptivo, de corte transversal. El universo fue de 231 establecimientos educativos rurales en los municipios de objeto de estudio, y la muestra fue elegida por conveniencia, los establecimientos educativos fueron seleccionados con el director de la UMATA (Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria), el Técnico de Saneamiento Ambiental y/o el Secretario de Educación (o Coordinador de Núcleo).

Inicialmente se contactó telefónicamente las Secretarías de Educación de los municipios objeto de estudio y se solicitó información acerca de su funcionamiento para programar las visitas. Se brindó información sobre el estudio y se solicitó el consentimiento informado, y durante las visitas se aplicó una encuesta a un representante del establecimiento y se diligenció una guía de observación del entorno mediante un recorrido.

Los niveles de plaguicidas en agua se determinaron con un muestreo en tres (3) establecimientos por municipio, se seleccionaron aquellos en los que el encuestado informó la existencia de factores de riesgo por plaguicidas en cercanía de la bocatoma o redes de suministro del agua de las que se abastecían. Se tomaron acorde con el manual de instrucciones para la toma, preservación y transporte de muestras de agua de consumo humano y se analizaron en el Laboratorio de la Corporación Autónoma Regional (CORNARE) mediante un barrido de plaguicidas OF y C  por cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas. 

Esta investigación se realizó de acuerdo con los principios establecidos en la Declaración de Helsinki, el Informe Belmont y se fundamentó en la normatividad nacional acorde con la Resolución 8430 de octubre de 1993 del Ministerio de Salud.

Resultados

La totalidad de los establecimientos son de naturaleza pública y de carácter mixto (estudian hombres y mujeres); de estas, 32 (51%) ofrecen jornada escolar en horario diurno y 31 (49%) prestan su jornada durante la mañana y tarde. Cuentan con el nivel educativo de preescolar (95%), básica primaria (98%), básica secundaria (17%) y ninguno cuenta con jardín infantil (0%); sólo una institución ofrece el servicio de educación media con especialidad técnica (10° y 11° de bachillerato). En promedio labora un docente por establecimiento educativo, y el número de estudiantes matriculados en 2014 fue 4482, distribuidos en 50,3% hombres y 49,7% mujeres. Los rangos de edad de los estudiantes preponderan entre 7 y 10 años correspondientes al 40%, seguido de edades entre los 11 y 15 años con el 38%, y 3-6 años con el 12%.

El 98% de las aulas de clase cuentan con aireación o ventilación suficiente; solo 5 instituciones (8%) cuentan con ventanas en buen estado y vidrios completos. La frecuencia fue de 105, evidenciando un promedio de 3 aulas por establecimiento en los municipios estudiados.

El área mínima presentada fue de 10 m2 y el área máxima 105 m2 (un salón múltiple, multipropósitos es también usada como aula de clases y tiene un área de 105 m2); el área promedio fue 36,3 m2 y el área promedio por estudiante matriculado es 1,6 m2 y un promedio de 21 estudiantes por aula. Referente a la infraestructura la iluminación natural es favorable con promedio 79% (156); el porcentaje de buen estado en techos fue de 72%; pisos en 68%. Los establecimientos educativos de los municipios de Salgar y Betania presentan mayor deficiencia.

El estado higiénico de las unidades sanitarias se evidencia deficiencia en la limpieza de pisos y lavamanos, la carencia de jabón para el lavado de manos y presencia de malos olores. Tabla 13.

El total de unidades sanitarias fueron 327, la frecuencia mínima fue 6, máxima 40 y en promedio 4 unidades por establecimiento; presentando un área mínima de 1 m2 y máxima 32 m2. Se evidenció que el 59% de las unidades sanitarias se encuentran separadas por sexo y el 24% son unidades de uso mixto, es decir, el servicio es compartido por los niños y niñas. Tabla 15.

Las condiciones de infraestructura de los espacios (se entiende por espacio el área delimitada en la cual se encuentran varias unidades sanitarias) presentaron las paredes 72% en buen estado y deficientes 8%; por su parte, el estado de los techos presentó buena condición en 62% y deficiente en 4%  Los pisos se ubican las unidades sanitarias presentaron buenas condiciones en 74% y deficientes en 3%. Las y puertas presentaron buen estado en 64% y deficientes en 11%.

El 21% (13) de los establecimientos tienen calidad de agua potable y el 79% restante adquieren agua cruda; los docentes manifestaron características organolépticas buenas en 29 establecimientos (46%). 

En 30% (19) establecimientos existe tanque de almacenamiento; de estos, 10 (53%) se observan en buen estado, 8 (42%) en condición regular y un (1) tanque en pésima condición.  El principal problema que experimentan los establecimientos con el suministro de agua es la deficiente calidad con 32% (20), seguido de la ruptura de tuberías en 22% (14). 

Los docentes argumentan afectación en la calidad del agua en relación con la existencia de cultivos de café en predios aledaños donde usan herbicidas, fungicidas, entre otros productos químicos, debido al paso de las aguas por estos predios o lindan con el nacimiento o bocatoma; en este sentido, 46% (29) reportó sospecha o riesgo de contaminación por plaguicidas en el agua utilizada en los establecimientos. Además de deterioro en la infraestructura hidráulica, disposición de envases de plaguicidas cerca o en las fuentes de agua, o el uso de tanques de almacenamiento para lavado de equipos de fumigación. Así mismo, contaminación por escorrentía de materia fecal, y aunque, algunos desconocen la ubicación de la bocatoma, análisis realizados registra Escherichia coli; también la sospecha de contaminación con mercurio en dos fuentes de agua captadas para una finca y un acueducto veredal.

El 79% de los establecimientos poseen disponibilidad de agua durante todo el día; el 21% restante dispone de agua, así: menos de 6 horas con 12%, 3% con disponibilidad de 6 a 8 horas, 6% con disponibilidad de más de 12 horas y 79% no registra información. Y el 79% establecimientos educativos rurales recibieron inspecciones sanitarias en los últimos dos años, en todos los municipios.

Sólo a 24% de los establecimientos educativos se les ha realizado análisis de laboratorio para vigilancia de la calidad del agua en el último año, de éstos, el 67% reporta análisis de muestras una vez al año, 27% dos a ocho veces y 6% diez veces. No obstante, los establecimientos no poseen el resultado escrito de los datos microbiológicos del agua analizada.

Los sistemas de disposición de excretas existentes son sanitarios convencionales ( con flujo de agua) en 87%, tasa sanitaria 11% (sin flujo de agua propio) y un establecimiento (2%) no cuenta con servicio sanitario.

Los residuos generados en los establecimientos educativos son: 13% peligrosos, 100% orgánicos y 98% inorgánicos. Se observó en 27% los residuos sólidos dispuestos incorrectamente, es decir, no se realiza separación en la fuente.

Otros tipos de disposición final que se evidenciaron fueron uso como abono, reciclaje de residuos orgánicos e inorgánicos, reutilización y traslado a otros lugares. En 65% existe la separación en la fuente; de estos, 22% tienen recipientes debidamente etiquetados para realizar la separación.

El 97% se encuentran cercanos a cultivos donde se aplican plaguicidas, el 95% de estos correspondían a cultivos de café; de estos, el 71% se encuentran entre uno y dos cultivos, el 25% restante entre cultivos 3 a 5, 4% no reporta información. En promedio, la distancia entre los cultivos y los establecimientos educativos es de 25 metros.

El 44% indicó que los menores ayudan a sus padres en la aplicación de plaguicidas y se registraron 5 casos de estudiantes que utilizan los envases o empaques de plaguicidas para llevar alimentos a la institución; 8% han presentado casos de intoxicaciones de menores que requirieron atención hospitalaria y 87% no han presentado casos; el restante desconocía información y 19% de los establecimientos tenían mujeres estudiantes y/o docentes en estado de gestación, lo que implica un riesgo mayor ante la exposición por plaguicidas y.

Los plaguicidas usados en los diferentes predios abarcan plaguicidas de categoría toxicológica I a IV, siendo I la categoría interpretada como extremadamente tóxico y IV ligeramente tóxicos. Los grupos químicos de los plaguicidas más usados son organofosforados, carbamatos, piretroides, organoclorados, bipiridilos y triazinas.  De tal manera, los plaguicidas más usados en los cultivos aledaños a las instituciones educativas son: glifosato 37%, clorpirifos 15%, endosulfán 7%, cyproconazole 6% y  thiametoxan 5%, entre otros. 

40 establecimientos educativos (el 65%) perciben olores a plaguicidas en el interior de la institución, de estos, el 38 los registra en horas de la mañana.  El 30% registraron la presencia de signos y síntomas en los estudiantes relacionados con el uso de plaguicidas a su alrededor, como irritación ocular, náuseas y vómito, dolores abdominales y de garganta; debido al uso de plaguicidas en predios cercanos a la institución educativa; 38% no han presentado síntomas y el resto no tiene información al respecto.

La Secretaría de Educación informó 69 casos de intoxicación presentados en la institución educativa La Carbonera, que no fueron informados, puesto que la coordinadora dio orden de que los niños regresarán a sus hogares. El plaguicida que causó la intoxicación fue descrito por los docentes como un “plaguicida de olor fuerte” de nombre “Thionyl” (endosulfán) y Pyrinex (clorpirifos) cuyo grado de toxicidad esII.

El 14,8% reportan la suspensión de actividades académicas por fumigaciones u olores en los últimos dos años. El 43% utilizan plaguicidas para control de moscas, zancudos y cucarachas; 33% utiliza raticidas químicos y 14% los guardan en algún lugar del establecimiento.  El 16% presentan cercanía a sitios en que se dispone empaques y envases por productores y otras personas y uno (2%) ha sido utilizado por comerciantes para promoción de plaguicidas y otros agroquímicos.

Otros riesgos químicos hallados son suceden en el 81% (51) de los establecimientos, donde los estudiantes utilizan detergentes o desinfectantes en el aseo de las aulas de clase, debido a que en la mayoría son ellos mismos o sus padres quienes deben garantizar el aseo del establecimiento. El 5% tienen aledañas minas de oro donde se usa el mercurio o cianuro, en Andes un establecimiento presenta cercanía a quemas de amalgama de oro. El 6% registra la existencia entre estudiantes de consumo de sustancias psicoactivas y 3% la existencia de campos minados en la vereda, que pongan en riesgo el desplazamiento de los menores al establecimiento educativo. 

 

Las plagas que se hallaron en las instituciones fueron: 44% (28) zancudos, 37% ratones, 35% cucarachas, 32% moscas, 3% mosquitos, 2% arañas, 2% murciélagos.  Se encontró existencia de posibles criaderos de vectores en charcos, pozos de agua estancada, llantas, botellas, frascos, floreros y otros en 40% (25 escuelas).

En 22% existe señalización de evacuación en caso de presentarse una emergencia y en 21% (13)  existen brigadas de primeros auxilios o incendios, lo cual indica deficiencia en la preparación para emergencias y desastres en los establecimientos educativos.

Discusión y conclusiones

Los resultados indican que la situación sanitaria y ambiental de los establecimientos educativos rurales estudiados en el suroeste del departamento de Antioquia, ofrecen condiciones y factores ambientales que potencialmente ponen en riesgo las comunidades educativas, entre las que se destacan, deficiencias en la estructura física, ubicación geológica, deficiente acceso a agua potable, el manejo inadecuado de residuos sólidos y la exposición a sustancias químicas.

Las escuelas deben propender por el bienestar de la comunidad educativa, inicialmente porque su derecho a la salud quedó promulgado dentro de la Convención sobre los Derechos del Niño y las cartas legales y constitucionales del país, que si bien debería servir para atenuar estas desigualdades, en la práctica no sucede. La salud es uno de los determinantes claves de una buena educación escolar y apropiada preparación para la vida y el trabajo; debido a que son a su vez interdependientes. La educación y la salud deben fortalecerse mutuamente.

Algunos estudios han reportado que los comportamientos preventivos de la población dependen del nivel educativo alcanzado, del nivel de capacitación de los profesores y de la frecuencia de intervención de las administraciones municipales o departamentales que con frecuencia son débiles en comparación a las necesidades que presentan. Por tal motivo, el sector rural del país debe continuar extensiva y progresivamente hacia una transformación integral de sus vulnerabilidades, debido a que los establecimientos constituyen la oportunidad en formación e intervención hacia el mejoramiento de las condiciones de pobreza y calidad de vida de la región y los estudiantes, tienen todas las facultades para ser los actores locales del futuro próximo.

Son variados los factores que determinan y confluyen para que una escuela ofrezca o no seguridad a su comunidad educativa. El uso de productos químicos ha supuesto una mejora en las condiciones de vida, pero también un incremento del riesgo a la salud, a causa de las propiedades tóxicas, nocivas, corrosivas, irritantes o sensibilizadoras de algunas de ellas, al ser utilizadas de manera inconsciente por codicia de algunos emprendedores o afición de algunos consumidores a querer ahorrar sin importancia de las consecuencias negativas para la salud. Es necesario entonces reflexionar sobre la relación entre los agentes químicos y físicos del entorno y la salud de las personas, así sobre la importancia de la sostenibilidad para mantener un equilibrio saludable.

Incluir los establecimientos rurales a la Red Nacional de Escuelas Saludables, que tiene entre su propósito y componentes, la implementación de actividades de promoción y educación para la salud en el ámbito escolar, la creación de entornos saludables fundamental para la promoción de la salud en el ámbito escolar, con objeto de transformar a profundidad las estructuras de desarrollo, dirigidas a mejorar las condiciones de vida y velar por una sustentabilidad rural. 

Debido a que no se evidenciaron establecimientos privados, se sustrae que la población que accede a este servicio, no cuenta con la economía o interés para prestar otra alternativa educativa; también que la disponibilidad u oferta educativa es reducida para las poblaciones rurales y que debido a su carácter público, el Estado debe proveer por las condiciones óptimas de sus establecimientos para proporcionar un adecuado servicio e inversión social de las comunidades distantes del país.

La infraestructura presenta inicialmente preocupaciones en cuanto a su ubicación, aunque la topografía del departamento es agreste, pueden construirse nuevos establecimientos en lugares que preventivamente proporcionen condiciones aproximadas a las establecidas en la norma técnica 4595, partiendo de la voluntad que tengan los encargados, por el ser humano y sus condiciones de vida dignas. Respecto al deterioro de los establecimientos está relacionado con el poco mantenimiento, que genera a futuro, un riesgo por desplome (puntual o total), y aunque no se tuvo en cuenta la antigüedad del establecimiento, la mayoría de ellos y por las características de detrimento, ha presentado deficiencias acumuladas en el tiempo, como el descuido.

Entre los hallazgos puntuales que pueden ser mitigados con mayor facilidad está el control de los criaderos de vectores y roedores alrededor y en el establecimiento, y la reubicación o medidas que permitan mejorar la disposición de residuos sólidos alejados del establecimiento, pero posteriormente contrarrestada a fondo y los problemas de salud pública no sean desplazados de una comunidad o ambiente natural a otro.

La ventilación favorable de las aulas, representa un riesgo, suponiendo una sospecha de exposición a la aspersión de plaguicidas; debido a la cercanía de los establecimientos a los cultivos y la posibilidad de intoxicación por inhalación de aires contaminados durante las jornadas de escolares y preocupa la cercanía ya que el mayor porcentaje oscilan con distancias entre 0 y 20 metros y la inhalación es considerada la vía de absorción más peligrosa.

Otro hallazgo en relación con las aulas de clase son la disponibilidad de dos aulas en la mayoría de los establecimientos para dictar los diversos niveles educativos que ofrecen en ellos, lo que genera hacinamiento, comprobable con el área mínima encontrada en una de ellas de 10 m2 y máxima de 105 m2, siendo esta última un salón multipropósito. Incumpliendo algunos parámetros de la NTC 4595, entre ellos donde se indica debe haber un docente por cada 40 estudiantes, que para el estudio, existe uno por establecimiento y sugiere además dificultad en la calidad de la educación que reciben y la carga laboral de los docentes.  Por otra parte, el promedio del área de los establecimientos por estudiante es mínimo de 1,1 m2 y máxima de 3,7 m2, la normativa sugiere sean mínimo 2 m2 por estudiante y la cantidad mínima de unidades sanitarias.

Cabe resaltar el alto porcentaje de establecimientos que recibieron inspecciones sanitarias en los últimos dos años, sin embargo es irrelevante al no brindarles la información obtenida y para realizar comparaciones en el tiempo o niveles de contaminación en sus aguas.

Uno de los hallazgos más preocupantes fue la poca cobertura, calidad, acceso y disponibilidad del agua potable, que en profundidad revela deficiencias del mismo tipo a nivel social, y una inequidad relevante en materia de las necesidades básicas aún insatisfechas en el país y en poblaciones vulnerables.

La disposición final de los residuos sólidos, es un preocupante daño ambiental, debido a que el mayor porcentaje un incorrecto manejo y disposición, y de disponerse efectivamente, evitando la quema, desecharlos en cuerpos de agua o enterramiento, se contribuiría al saneamiento ambiental.

Las deficiencias halladas en los restaurantes escolares se evidencian en los materiales de las superficies de contacto con los alimentos, lo que puede convertirse en un foco contaminante físico, microbiológico, y de riesgo para los escolares que se benefician de este servicio.

Respecto a la limpieza y desinfección, no se estudió los productos que implementan con este fin, sin embargo debido a las condiciones generales de algunos y la porosidad de los materiales de construcción, puede dificultar el correcto aseo e inocuidad de los utensilios y elementos necesarios para la prestación del servicio alimenticio. Además del suministro de agua potable, debido a que si no se cuenta con las características microbiológicas requeridas, el agua se convierte en un factor de riesgo para la transmisión de enfermedades por alimentos.

Los contenidos de educación ambiental que han sido implementados durante las clases no han sido eficazmente llevados a cabo en los establecimientos, se encontró un incremento en todos los contenidos, exceptuando el de ecología y el manejo de residuos sólidos. Según esta comparación, el cuidado del agua y el aseo y limpieza personal obtienen el incremento más considerable desde el 2008.

Respecto a la seguridad química, se destaca el uso de plaguicidas de categoría toxicológica alta y moderada en los predios aledaños, situación preocupante por la sinergia de otros factores existentes, entre ellos, la colaboración en el trabajo de sus padres y las sustancias usadas en los establecimientos.  Se resalta que los organofosforados y organoclorados son de los más usados, el endosulfán, prohibido en el país, ingresa por contrabando, y que además de contaminación ambiental, perjuicios a la salud provoca efectos citogenéticos y reproductivos (neoplasias), alteraciones neuroconductuales y efectos teratogénicos, endocrinos e inmunotóxicos. Igualmente y de la misma importancia, constituye el uso frecuente de glifosato, recientemente clasificado por la OMS como herbicida de categoría IV a categoría IIB, con riesgo probable de producir carcinogénesis.  

La exposición de los menores a bajas dosis y prolongadas en el tiempo causadas por el vivir con contaminación residencial en los alimentos y el medio ambiente, y para este estudio siendo estudiante en establecimientos cercanos a los cultivos y participar en actividades agrícolas (además de un factor predictivo de exposición de los padres a sus hijos, por su exposición ocupacional), demuestran los riesgos a la salud.  Un estudio realizado por Stela Benitez Leite  indicó una asociación en el deterioro de la velocidad de atención y búsqueda visual, problemas en la motricidad fina, baja flexibilidad y formación conceptual, dificultades en la memoria de corto plazo, funciones cognitivas visuales, velocidad visomotora, déficit atencional, discapacidad intelectual en los niños que conviven en ambientes cercanos a la aplicación de plaguicidas.

Recomendaciones

Promover en los establecimientos educativos rurales el conocimiento de los riesgos ambientales (evitables) con acciones y hábitos sanitarios e higiénicos (manejo de residuos sólidos y aguas residuales, calidad del agua, presencia de vectores y zoonosis, problemas de contaminación, entre otros) que afectan la salud de la comunidad educativa, por medio de la iniciativa nacional que se relaciona directamente con el mejoramiento de los entornos escolares a través del diseño e implementación de los Proyectos Ambientales Educativos –PRAE y de la Estrategia de Entornos Saludables (EES), ésta última definida por el Ministerio de Salud como aquella dirigida a la movilización social, impulsada desde los diversos sectores para lograr equidad, calidad de vida y desarrollo social en lo local.

Fomentar en los establecimientos espacios dinámicos y participativos de educación, convivencia, democracia, habilidades, valores y virtudes, donde se promuevan aprendizajes y saberes necesarios para el desarrollo las potencialidades de los niños, y transformación y gestión social donde se involucre la comunidad en beneficio de su progreso; afianzando los derechos de los niños y su lugar en el mundo.

Concientizar los estudiantes del papel fundamental que ejercen en la sociedad (como actores de un mejor futuro), su comunidad educativa y familiar en torno a la importancia de transformar y transmitir lo aprendido en las aulas a los hábitos rutinarios, en materia de aprovechamiento y disposición final de los residuos sólidos, cuidado del recurso hídrico y protección y conservación del ambiente, y profundizar la educación en agroecología y sustancias químicas.

Incorporar en los planes básicos y/o planes de ordenamiento territorial (PBOT o POT) o en los esquemas de ordenamiento territorial (EOT) la ubicación adecuada de los establecimientos educativos del área rural, de tal manera que se encuentren distantes de factores de riesgo para la salud de los escolares y la comunidad educativa, acorde con la NTC 4595 y 4596 de 2000, entre ellos, sitios de disposición de residuos sólidos, industrias, minas, contaminación atmosférica, por sustancias químicas, radiaciones, fallas geológicas, entre otras.

Promover mediante acción conjunta entre diferentes actores sociales, el mejoramiento y transformación de los espacios locativos escolares rurales desde una perspectiva de producción social de la salud, como lo es la iniciativa de educación ambiental, el aporte en la calidad de la educación y la educación para la salud (fortalecimiento de los valores, actitudes, habilidades y competencias y prácticas de las personas para cuidar de su propia salud y del prójimo), para optar y mantener estilos de vida saludable.

Realizar las actividades periódicas y permanentes de vigilancia, inspección y control por parte de las autoridades sanitarias y ambientales que indiquen las debidas reformas, ajustes y correctivos estructurales y físicos para el adecuado funcionamiento de los establecimientos y protección de la salud de los escolares y comunidad educativa.

Garantizar el mejoramiento de las condiciones de salud, la calidad de vida y de educación, hacia la transformación de escuelas saludables y promover mejores condiciones para todos sus miembros según su propio alcance y paulatinamente a las prioridades encontradas; por lo cual es necesario realizar asistencia a las escuelas como factor protector de la salud infantil presente y futura, abordando los determinantes que la deterioran.

Las administraciones municipales deben impulsar a nivel institucional e interinstitucional las políticas de desarrollo rural con una mayor participación de las comunidades rurales en las decisiones, y el desarrollo de la infraestructura y los servicios sociales básicos, para superar la brecha existente entre el área rural y urbana. 45

Educar ante la alta variedad de plaguicidas y las agresiones a causa de estos a los ecosistemas, debido al desconocimiento de las practicas agroecológicas, además de fomentar la debilitada o inexistente capacitación y asistencia técnica en el uso y manejo, reduciendo o evitando el uso excesivo e indiscriminado de tales productos, y así mismo, las repercusiones en la salud por intoxicaciones crónicas y agudas, y los efectos ambientales sobre el suelo, el agua, el aire y la biodiversidad.

Los programas educativos institucionales deben fortalecerse, principalmente en el manejo integral de residuos sólidos, fomento de escuelas saludables, la atención y prevención de desastres, que continúan mostrando falencias como la cobertura incompleta y debilidad en permanencia. 

  • Las exigencias sanitarias por parte de las autoridades competentes deben ser rigurosas, pues la escuela debe ser modelo de construcciones sanitarias y de brindar seguridad a sus beneficiarios, en ese sentido, los establecimientos que no reúnan las condiciones mínimas deben clausurarse con el ánimo de procurar las intervenciones requeridas para el bienestar y la salud de la población escolar y educativa, de manera inmediata, por la administración municipal, y retornar la prestación de los servicios cuando las condiciones sean aptas y favorables.
  • En relación con las condiciones de los restaurantes escolares, no existe aún legislación que reglamente adecuadamente la higiene de los restaurantes escolares; entre la normatividad, se destaca que la Resolución 30 de 1936, del Departamento Nacional de Higiene dispuso reglamentación para los restaurantes, exceptuando los escolares, situación similar que ocurrió con el Decreto 3075 de 1997 vigente en materia de salubridad para el expendio y elaboración de alimentos.  En ese sentido, la legislación se encuentra dispersa en relación con los factores sanitarios, como son agua de consumo, residuos, aguas residuales, alimentos, otros, al igual que los registros o patentes de sanidad expedidas por la autoridad local .  Por este motivo, los funcionarios públicos de saneamiento ambiental y salud ambiental  deben educar a alumnos y maestros sobre el saneamiento ambiental, los factores de riesgo para la salud de la población escolar y comunidad educativa y el control de enfermedades evitables y otros efectos adversos a la salud derivados de factores ambientales.57