NEOLIBERALISMO EN LAS FINANZAS MEXICANAS 1994-1999

NEOLIBERALISMO EN LAS FINANZAS MEXICANAS 1994-1999

Gustavo Alberto Barredo Baqueiro
Universidad del Mayab

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CAPITULO III

EFECTOS EN LA MACROECONOMÍA.

3.1 Introducción.
Antes de considerar los efectos en las finanzas empresariales de México, así como en las finanzas personales de los mexicanos, es de vital importancia determinar los efectos en las principales variables macro-económicas, ya que sin tenerlas en cuenta sería prácticamente suicida e inútil una planeación financiera a nivel  micro.
La ejemplificación se da en un capitán de barco que conociendo perfectamente el funcionamiento de su máquina, no conoce las generalidades meteorológicas en las que va a navegar, es decir, por ejemplo, no pueda persuadirse de cuándo entrará un “norte”, y de cómo poder maniobrar para mantener a flote la embarcación. A menudo en la planificación estratégica de las finanzas empresariales, no se toman en cuenta los factores macroeconómicos, y eso,  ha sido tal vez, la causa del naufragio de tantas empresas.

3.2 Devaluación 1994.
En el caso que interesa a este trabajo, como se mencionó en un principio no estamos hablando de la aplicación real de un programa neoliberal, sino de un Neoliberalismo selectivo, que le conviene utilizar estrategias económicas de países subdesarrollados, para alcanzar los fines políticos y de poder,  como ya se mencionó, a través de organismos internacionales como el F.M.I.
En particular México, desde 1982, dado el incremento desproporcional en la deuda externa, ha venido aplicando recetas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (F.M.I), recetas de política económica Neoliberal, con programas que básicamente se enfocan a la disminución de la inflación, esto, en un principio nos parecería humanitario, ya que todos sabemos los efectos devastadores que la inflación tiene en la economía, sin embargo los fines reales de la búsqueda de la disminución de la inflación, son las de asegurar el pago de la deuda, esto es, la inflación de alguna manera afecta la capacidad de pago de un país, lo cual no es conveniente para el F.M.I
En ello, podemos ver que el interés real de la política económica por reducir la inflación, era realmente asegurar la fuente de pago de los préstamos otorgados. La desmedida preocupación por disminuir la inflación a menos de un dígito, y la desigual implantación del libre comercio, que incluye la aceptación de  Capitales extranjeros, medida también dictada por el F.M.I, prácticamente sentaron las bases de una devaluación.
Sin embargo vamos a analizar, más profundamente las principales causas de esta devaluación,  a saber:

  1. Apertura total a capitales internacionales y su exagerada dependencia de ellos.

2. Obsesión política por bajar a un dígito la inflación, como si este en si fuera un objetivo, y no un medio.
3. Déficit de “cuenta corriente”, como consecuencia de una recesión financiada por la venta de activos del país.
En el primer caso, los capitales internacionales como efecto de la globalización, tratan de cazar tasas altas, con riesgos pequeños, es decir buscando en la frontera de posibilidades los que den más rendimiento y menor costo. Ante el ya mencionado bajo ahorro interno, la opción viable era traer capitales extranjeros haciéndose atractivo a través de altas tasas de interés, esto desde luego con el efecto en el costo financiero de las empresas mexicanas a las que cada vez más le costaba invertir; sin embargo ni con el alto porcentaje de tasas se podía compensar el riesgo-país con el que las empresas calificadoras mostraban a México, lo que finalmente terminó con la salida agolpada de capitales, dejando las secuelas respectivas al país. Es importante mencionar que México, era un novato en el “Casino Financiero” en el que se había convertido, y, desde luego los países más diestros en esto son los que se llevaron las apuestas.
Respecto del segundo punto, la obsesión de bajar la inflación a un dígito, persiguiendo esto como un fin más que como un medio, llevó a decisiones en el que resultó más alto el costo que el beneficio, la principal decisión que mantuvo la obsesión inflacionaria fue la apertura brusca a las importaciones, tomada como medida alternativa al control de precios oficiales, de esta manera se eliminó el desabasto de productos;  con el costo de la desaparición de empresas y productos mexicanos que no podían entrar a la competencia  por no tener los niveles de calidad necesarios, como consecuencia de la falta de inversión en la modernización, debido a un paternalismo gobiernista reinante en mucho tiempo.
En relación con el tercer punto, gran parte del problema es efecto de los dos anteriores, sin embargo a la luz pública la balanza de pagos se mantenía estable, acumulando altos niveles de reservas, esto como consecuencia de que la recesión y la incompetitividad se estaban pagando con la venta de los activos del país, pero cuando se gastó todo lo que en su momento era viable de vender, entonces se vio la cruda realidad de las finanzas públicas en que se vivió, por lo que la única solución era dada la salida agolpada de capitales (escasez de dólares) era la de obtener préstamos internacionales, que desde luego también presentaron su factura.
Sin embargo la devaluación de 1994 pudo haberse evitado, ya sentamos que la causa principal fue que la obsesión por mantener baja la inflación  mantuvo al peso sobrevaluado desde 1990, por lo que desde 1991 hasta 1994 se mantuvo una tendencia de comprar la exterior más de lo que se vendía, más aún, la administración le apostó a la aceleración de la importación de capitales y estimular el endeudamiento exterior, con la esperanza de que entrara gran cantidad de capital productivo, que pudiera complementar a la planta productiva nacional. Se equivocó.
El peso mexicano debió haberse deslizado más rápidamente  frente al dólar a partir de 1990, en términos de un 6 a 10 %, adicional por año. 1 Una minidevaluación de 53 centavos  de nuevo peso (aproximadamente 15% del valor del dólar) colocaba al peso en su nivel correcto, pero la reacción de los inversionistas extranjeros, mejor dicho, especuladores, fue retirar inmediatamente del país  varios miles de millones de dólares.2

3.3 Crisis 1995-1996.
Las consecuencias lógicas fueron: incremento en las tasas de interés, incremento en los costos de producción (compra de materias primas importadas), Recesión, y merma razonable del nivel de vida del mexicano.
El incremento en las tasas de interés también repercuten en la deuda gubernamental, no sólo en la deuda a las empresas e individuos (tratados más adelante); más todavía, la devaluación también afectó en la deuda gubernamental indexada a dólares, tal era el caso de los “Tesobonos”. Si bien el efecto de los CETES emitidos antes de la devaluación no tiene cambio en sus pagos, sí los tiene el pago de los “Tesobonos”, que precisamente tienen el fin de garantizar el valor del peso, absorbiendo el riesgo, y respectivo costo de la devaluación  el mismo gobierno.
Pero para estos casos, también el F.M.I., tiene la receta, y aquí vienen los famosos “Planes de Choque”, que tienden a eliminar todos los alicientes inflacionarios: congelamiento salarial o aumentos salariales muy reducidos, concertación de precios, reducción de gasto, y como  variante de corte monetarista, la disminución o “cortos” del circulante, esto es contraer la demanda de bienes y servicios, ocasionando no sólo una disminución en la inflación, sino también en el crecimiento, y, por ende el nivel de vida del mexicano.
Tomando en cuenta las recomendaciones anteriores, la resiente administración presenta las medidas de política económica tomadas para resolver la problemática:
1. Desaparición de la banda de flotación y el Banco de México se retira del mercado cambiario para que la fluctuación peso-dólar  sea libre, lo que significó una devaluación del peso, al pasar de $3.5, en noviembre de 1994 a $8.00 en noviembre de 1995; es decir una devaluación de 108.26%.
2. Para fines de 1995 se decide mantener en “flotación” al peso y no fijar una paridad al dólar, lo que significa que el peso sigue perdiendo valor en comparación con el dólar y no se consigue la estabilidad económica.
3. Se sustituye el Pacto para la Estabilidad y Crecimiento Económico (PECE) por el Pacto para el Bienestar, la estabilidad y el Crecimiento Económico (PABEC).
4. Promoción de un Programa emergente denominado Acuerdo  de unidad para superar la emergencia económica (ACUSEE), que incluye medidas fiscales, monetarias y financieras, cuyo costo recae principalmente en la clase trabajadora, que es quien realiza más sacrificios.
5. Se incluyen medidas de corto plazo en estabilizar el sistema financiero, y las finanzas públicas, así como revertir la tendencia deficitaria en materia de cuenta corriente, haciendo énfasis en corregir la balanza comercial.
6. Se firma un acuerdo financiero con  Estados Unidos, que incluye un paquete de rescate crediticio (Línea de crédito) hasta por 51 mil millones de dólares hacia nuestro país.
7. En marzo se da a conocer una nueva estrategia contra la crisis llamada Programa de Acción para reforzar el acuerdo de unidad para superar la emergencia económica (PARAUSEE) que incluye políticas fiscales, económicas y cambiarias, como:
a) Incremento de 50% al I.V.A (del 10 al 15%).
b) Contracción del Gasto Público.
c) Incremento a la gasolina y tarifas eléctricas  de un 35% más un incremento mensual de .8% mensual durante 1995.
d) Restricción de política monetaria (disminuyen los créditos).
e) Continúa la flotación de Tipo de Cambio.
f) Se establece un mercado de futuros de divisas, en los bancos y en la bolsa.
g) Se establece un mercado de futuros en pesos en Chicago (CME).
h) Se destinan recursos para fortalecer el Sistema Bancario Mexicano.
i) Creación de las UDIS (Unidades de Inversión) con el objeto de apoyar a los deudores e inversionistas  por medio de esta cuenta indizada a la inflación.
j) Programa de reestructuración de crédito, con el objeto de reducir el saldo de cartera vencida.
k) Incremento de 10% a los salarios  mínimos a partir de abril de 1995.
l) Se incrementó la participación de la inversión extranjera en el sistema bancario mexicano.
8. Se implanta el Plan Nacional de Desarrollo 1995-2000, que tiene los siguientes objetivos:

  1. Fortalecer el ejercicio pleno de la soberanía nacional, como valor supremo de nuestra nacionalidad y como responsabilidad primera del Estado Mexicano.

 b) Consolidar un pleno desarrollo democrático con el que se identifiquen todos los mexicanos y sea la base de certidumbre y confianza para una vida política pacífica y una intensa participación ciudadana.
c) Consolidar un régimen de convivencia social protegido por derecho, donde la justicia sea aplicada a todos por igual y la justicia sea la vía para la solución de conflictos.
d) Avanzar a un desarrollo social que se extienda por todo el país, y propicie las oportunidades de superación personal y comunitaria, bajo los principios de equidad y justicia.
e) Promover un crecimiento económico vigoroso sostenido y sustentable en beneficio de los mexicanos.
9. Ampliación de la base gravable de las entidades federativas con el objeto de fortalecer los ingresos.
10. Se crea un fondo para promover la infraestructura del país.
11. Se implanta el Acuerdo de Apoyo inmediato a los deudores de la banca (ADE), que pretende solucionar el problema de las carteras vencidas de los bancos.
12. Se continúa con la apertura comercial acelerada e indiscriminada basada en la participación de México en el GATT y el TLC.
13. Se implementa un programa de incremento a las importaciones mediante la simplificación fiscal y la desregulación.
14. Elevación de aranceles para las importaciones de los países con los que México no tenga acuerdos  de libre comercio.

Los resultados de esta política recesiva neoliberal de corto plazo, presenta los siguientes resultados:
1. Pérdida de 2.4 millones  de empleos en diez meses, lo cual se debe al cierre de empresas y al despido de trabajadores.
2. Caída en más del 52% de las ventas internas en 10 meses.
3. La pobreza extrema, que se incrementa en 1995 llega a los 14 millones 284 mil mexicanos. (SEDESOL).
4. El salario mínimo ha tenido una pérdida del 25% en los primeros nueve meses de 1995.
5. Según la encuesta nacional de empleo, el desempleo afecta a 5 millones de personas (de los cuales depende 20 millones de mexicanos), en tanto que 10 millones laboran en economía informal.
6. De acuerdo al Banco de México, han salido 32 mil millones de dólares, gran fuga de capitales.
7. La inflación de enero a septiembre de 1995 llega a ser de 41.7 %.
8. La recesión del país se manifiesta en la disminución del PIB en más de un 5% en el primer trimestre  y de 10.5% en el segundo.
9. Según S.H.C.P., la deuda externa del país al primer semestre de 1995 fue de 147,300 millones  de dólares.
10. Incremento de la deuda interna no bancaria.
11. El servicio de la deuda externa  (Intereses más amortizaciones) incluyendo  los tesobonos representan el 18% del PIB, y el 37% de la deuda externa total (estudios BANACCI).
12. Incremento de la tasa abierta de desempleo en 101% de septiembre de 1994 a septiembre de 1995.
13. La planta productiva industrial se encuentra trabajando entre el 30 y el 50% de su capacidad instalada (Consejo Coordinador Empresarial).
14. Incremento de precios de bienes y servicios tanto del sector público como del sector privado. 3
15. Puesta en marcha de la Alianza para la recuperación económica (APRE) en la que destacan los siguientes puntos:
a) Aumento gradual del 29.7% en los precios y tarifas del sector público a  lo largo de 1996.
b) Aumento del 10% a los salarios mínimos a partir de abril de 1996.
c) El gobierno se compromete a reducir su gasto corriente en 4.75% en términos reales para 1996.
d) Incremento de la inversión pública en los sectores energéticos, educación y salud en por lo menos 3% real.
e) Se mantiene el régimen de libre flotación de cambio.
f) Las tarifas de gasolina diésel y energía eléctrica aumentan 7%  a partir de diciembre de 1995, y otro incremento de 6% a partir de abril de 1996. Estos incrementos son adicionales  a la elevación de 1.2% mensual para 1996, excepto en abril.
g) Eliminación del Impuesto al Activo (del 1 de noviembre de 1995 al 31 de diciembre de 1996) para empresas que en 1995 obtuvieron ingresos acumulables hasta de siete millones de nuevos pesos.
h) Se promueve el empleo mediante un crédito fiscal equivalente al 20% de un salario mínimo anual ($1,457.45)  por cada empleo nuevo que se contrate, el cual se puede deducir del pago del impuesto sobre la renta  de 1996.
i) Se elimina para 1996 el pago del Impuesto sobre automóviles nuevos. (ISAN), con el objeto de fomentar la producción y el empleo en dicha industria.
j) Deducción para las empresas de hasta un 71%  de las inversiones en automóviles.
k) Se modificó la ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para tasa cero a alimento procesados y medicinas, aplicar el IVA sólo a intereses reales sobre crédito al consumo y tarjetas de crédito.

3.4 Factores exógenos en la economía mexicana 1997-1998.
Debido a la elevada sobrevaluación cambiaria que tenía la mayoría de las economías en Asia, Europa y Japón provocó que desde octubre de 1997 a Agosto de 1998 ocurrieran depreciaciones abruptas: en el yen japonés de 17.5%; de 234.8 % en Indonesia; y de 28% en México. La influencia de Estado Unidos en Japón y China provocó que se revirtieran las tendencias mundiales, y por primera vez los Estado Unidos reportaron un déficit comercial de 198 mil millones de dólares  al cierre de 1997, un crecimiento económico superior al 3.5%, y presiones inflacionarias y monetarias que presionan la estabilidad de la economía más grande del mundo.
A finales de agosto de 1998 ya se tenían las siguientes expectativas: Que las economías más grandes del mundo tuvieran el desarrollo más bajo de los últimos veinte años; destacando el descenso de Asia  por 7.9%  en 1998; que en Japón se registrara una baja de 1.9%; en Rusia el producto Interno Bruto (PIB) disminuyó 3.9%, China creció 6.5% y se esperaba que México aumente su PIB cerca del 4.0%. Sin embargo se temía que de continuar la crisis financiera a nivel mundial, el crecimiento económico fuera negativo en casi todos los países - incluyéndose  los europeos y China -, hasta que no se resuelva la disparidad de precios cambiarios con respecto al dólar y se tengan las reservas monetarias suficientes para satisfacer la demanda  esperada de divisas.
La inestabilidad financiera prevaleciente en los mercados internacionales de capital durante 1998, ha estado caracterizado por la depreciación  y presiones especulativas  sobre los tipos de cambio, además el efecto inmediato sobre el crecimiento económico y el comercio global. La revaluación del dólar en los mercados internacionales provocó que la movilidad de la inversión extranjera en cartera se haya incrementado cerca de los 255 mil millones de dólares en la compra de títulos gubernamentales con mayor seguridad financiera. Ante ello Estados Unidos obtuvo el déficit comercial más elevado de la historia: 120 mil 530 millones de dólares acumulado al mes de junio de 1998, y registró asimismo un crecimiento anual de 21.9 %.
En este contexto, cualquier posible intervención por parte de los bancos centrales en respaldo de sus divisas, tiene un impacto sobre los mercados cambiarios, pero este puede ser limitado si no es respaldado por la política monetaria y las medidas económicas internas. Dicha intervención puede, por ejemplo, tener un efecto anunciado y añadir un elemento de incertidumbre en circunstancias donde la especulación pudiese ajustar aún más la paridad cambiaria.
La revaluación del dólar frente a Japón es del 17.5%, lo que ha provocado que Estados Unidos compre más bienes y servicios del resto del mundo que nunca antes en su historia; esto trae repercusiones económicas que podría hacer que la economía norteamericana incurra en una crisis de balanza de pagos y de crecimiento de precios en los próximos meses. Muestra de ello es que el crecimiento económico de Estados Unidos en el segundo trimestre de 1998 fuese de 1.6% comparado con el aumento de 5.5% del trimestre previo – resultando muy por debajo de lo esperado -, y que los precios de agosto se incrementaron  el 0.1 al 0.2 %, porcentaje superior a la inflación estimada para ese mes.
Ante menores expectativas de crecimiento de la economía del país del norte, y la cada vez más profunda crisis financiera, los grandes grupos financieros  han tratado de fusionarse estratégicamente. Los países de la región del sureste Asiático permanecen en una creciente crisis financiera  iniciada en julio de 1997, dentro del escenario económico de bajo crecimiento, dada la depreciación de las principales monedas regionales frente al dólar  y a los riesgos de insolvencia de los grandes grupos bancarios. Ante los desequilibrios financieros, las economías del sureste de Asia han registrado una devaluación frente al dólar de 63.76% desde que se inició la crisis, y han dado lugar a las turbulencias financieras actuales.
Los llamado Tigres asiáticos impactaron a cinco importantes bloques comerciales; el primero, uno de los mayores productores de Petróleo, conformado por Iraq, Kuwait y Arabia Saudita, que vendían el 60% de su producción mundial a los países de Asia; el segundo bloque comercial es Latinoamérica; el tercer bloque es Estados Unidos; el cuarto es Japón, y el quinto es China.
El Bloque Latinoamericano fue afectado por los países Asiáticos básicamente por dos razones: la primera se basa en las fuertes inversiones de Hong Kong y Singapur en Brasil y Argentina; y la segunda se debe al desplazamiento de los productos latinos a Estados Unidos. (Recordemos que una devaluación pone al país en “ganga”). En la región latinoamericana, la vulnerabilidad a los factores externos ha derivado de la turbulencia de los mercados financieros regionales, así como a las presiones devaluatorias sobre las economías  que mantienen la libre convertibilidad cambiaria con el dólar, como Argentina, y los tipos de cambio fijos, como Brasil.
Las principales monedas de América Latina no han alcanzado el nivel de competitividad y eficiencia obtenido por las economías de Asia, que todavía mantienen un superávit en sus cuentas externas; muestra de ello es que México tenía un déficit comercial cercano a los 6 mil 600 millones de dólares para el primer semestre de 1998; Brasil registraba, para esa misma fecha, un saldo negativo de 6 mil 400 millones; y Argentina, 6 mil 100 millones de déficit comercial con el resto del mundo.
Hasta ahora la mayoría de los países latinoamericanos no han reconocido una mayor devaluación respecto al dólar, debido a que en la mayoría de ellos imperan todavía los regímenes de flotación cambiaria fija (que no es el caso de México); sin embargo se ha observado un incremento en las tasas de interés y mayor inflación. 4

3.5 Situación actual, 1999.
El impacto de los factores exógenos de 1998 todavía siguió haciendo ruido en la actividad productiva mexicana durante el primer trimestre de 1999, sin embargo durante el segundo trimestre se empezó a levantar la recuperación económica, esto debido a que la evolución de la economía norteamericana al crecer 4.3% en el primer trimestre, es decir 1.3% más de su tendencia a largo plazo, y ya que las exportaciones y la inversión física (inversión bruta de capital) conforman el principal elemento de la demanda, y también, al levanto, aunque lento, del consumo privado, ya que durante el primer trimestre hubo un recorte en las compras de consumo duradero de 4.2% y una contracción en la compra de maquinaria de origen nacional.
La desaceleración productiva del primer trimestre ocasionó una baja utilización de la planta manufacturera, afectando también a las empresas exportadoras y a las que tienen dura competencia con las importaciones, como en el caso de imprentas y papel.
En lo referente a la paridad cambiaria, esta se mantiene firme y la inflación controlada, la inflación acumulada a la primera quincena de junio es de 6.8% y la anual baja a 17.7%, estimando que cerrará 1999 con un 14% acumulado, esto debido a varias razones: la apreciación del peso, la baja de precios de frutas y legumbres, de gas doméstico y menor dinamismo del consumo.
Por la trayectoria de los pesos del petróleo se estiman  ingresos adicionales, pero que tendrán seguramente su fin en el pago del servicio de la deuda, pero esto no significará de ningún modo un relajamiento en la política fiscal, por lo que se espera que el efecto neto sobre las reservas sea mínimo.5
En lo referente a líneas de crédito contingentes y/o deuda, se ha anunciado un paquete financiero denominada “blindaje” con el fin de asegurar una transición ordenada en el cambio de sexenio que se avecina.  
En caso de usarse los 16.9 mmd, que no necesariamente se recurrirá a su totalidad, se tendría un endeudamiento neto de 3.6mmd, debido a los vencimientos con los organismos contratados, también es importante mencionar que dado que se sigue manteniendo un tipo de cambio flotante, esos recursos no deberán fugarse en demanda de divisas, ya que por el efecto monetario del tipo de cambio, este debe ajustar su valor, por la oferta o demanda del dólar.

3.6 Variables macroeconómicas.
3.6.1 Balanza de pagos.
Como a nivel empresa, también los países  presentan una Balanza de Pagos, en las que los resultados “podrían” significar le eficiencia y productividad del país, si estos son  superavitarios, o la ineficiencia e improductividad, si éstos, son deficitarios. Sin embargo los resultados pueden estar escondidos en estrategias, que no son más que una  descapitalización que cubre la ineficiencia del país, con resultados a toda vista positivos (aparentemente). Para poder ampliar este análisis dividiremos la Balanza comercial, en sus dos rubros  principales: Cuenta corriente y Cuenta de Capital, en la primera se reflejan todas las transacciones de bienes y servicios (Turismo, importación y exportación, entre otras), y en la segunda, se registran todas las transacciones eminentemente financieras ligadas a la compra-venta de activos, Inversión extranjera, endeudamiento, etc.)
3.6.1.1 Cuenta Corriente.
La tendencia de la cuenta corriente ha sido negativa en el período 1993-1998, sin embargo 1995 ha tenido por único año una tendencia importante a disminuir, dado principalmente por una disminución de 8.7% en las importaciones comparadas con el período anterior (1994), así como un incremento del 30.6% en las exportaciones, también comparadas con el período anterior, cabe también aclarar que este incremento en las exportaciones ha sido el mayor en el período 1994-1998.
Dentro de las exportaciones, es notorio que las no petroleras, en ese mismo año, (1995) tuvieron un despegue del 33.1% con respecto al año anterior, y de estas se incrementaron en 46.9% con respecto a 1994 las manufacturas sin maquila. Sin embargo cabe mencionar que en 1998 la variación anual con respecto  a 1997 fue tan sólo del 6.4%, incrementándose en un 11.3 % las exportaciones no petroleras y el 6.9% las manufacturas sin maquila.
Esto como se mencionó en los impactos exógenos de la economía mexicana 1997-1998, se debió a un desplazamiento real de los productos mexicanos, y en general de los latinoamericanos, por los productos asiáticos, debido, como ya se mencionó a que la devaluación de la moneda los puso en mayor competitividad que México, y también al estancamiento económico de los E.E.U.U.
En lo referente a las importaciones, a excepción del decremento considerable  en 1995, se dio un notable incremento en 1996, 1997 y 1998, con un 23.5, 22.7 y 14.1% respectivamente, esto debido al incremento en las exportaciones, y el descenso del último año, como consecuencia de la caída da las mismas. Podemos citar tres tipos de importaciones: la primera denominadas de consumo, ya que tienen como mercado final el país, cuando éstas se incrementan en demasía, es señal de recesión en el aparato productivo, ya que ni los productos básicos se producen en el país; aunque también ha tenido un porcentaje respetable, dentro de las importaciones, sobresale el 40.1 % de incremento en 1997, con respecto al año anterior, sin embargo la tendencia alcista ha disminuido al 19.1% en 1998 comparado con 1997; el segundo tipo son las intermedias, denominadas así porque son materias primas que en su mayoría, se reexportan aplicándole elementos de conversión, obteniendo un margen de utilidad para el P.N.B., cuya tendencia ha sido acorde con el nivel de exportaciones; y el tercer tipo son las de capital, que son las necesarias para incrementar el proceso productivo, este rubro también creció considerablemente en 1996 y 1997, en un 25.6% y un 38.4% respectivamente, con un descenso al 14.6% en 1998, por las causas mencionadas.
3.6.1.2. Cuenta de Capital
Resalta en 1996 la disminución de esta cuenta, básicamente por el incremento en Activos Internacionales y en Inversión extranjera, así como una disminución en la deuda externa bruta. Aun cuando la deuda se ha mantenido más o menos constante, de hecho decreciente a excepción de 1998  en el que el aumento se dio básicamente en la Banca, y los activos netos han ido incrementándose, la inversión extranjera ha ido disminuyendo  de manera considerable, esto dado que el riesgo de invertir en los bloques emergentes, bloque al cual pertenecemos ha sido alto para los inversionistas extranjeros, sin embargo por la disminución de las tasas de los bonos a 30 años de los E.E.U.U. con respecto a 1998, se espera que México se vuelva buen prospecto como mercado de inversión.
La tendencia durante 1993 y 1994 de la inversión extranjera  directa a la inversión extranjera total fue inversamente proporcional, esto es la especulación ganaba a la inversión realmente productiva para el país; sin embargo a excepción de 1996, donde se repitió este fenómeno la Inversión directa ha sido directamente proporcional  al total de la Inversión extranjera.
3.6.1.3 Reservas Internacionales.
Es notable que en todo momento en el período 1993-1995, la tendencia de las reservas internacionales ha sido directamente proporcional a los saldos de la cuenta corriente, pero, desde 1995 ha mantenido una correlación mayor con la cuenta de capitales, haciendo caso omiso del incremento en la cuenta de  una manera todavía más evidente  desde 1995, la explicación de este fenómeno es que hasta 1995, el tipo de cambio manejado era fijo y semi-variable, en ambos casos,  mas menos las reservas internacionales como variable endógena para estabilizar, con mayor oferta  o demanda de dólares el tipo de cambio; pero desde 1995 se dio una flotación libre del tipo de cambio por lo que el precio se determina por el juego de oferta-demanda, dicho de otra forma el déficit o superávit de la balanza tendrá a determinar el tipo de cambio. A esto se le conoce como el enfoque monetario del tipo de cambio, que se define como el precio al cual el acervo da cada divisa  que está en circulación se mantiene voluntariamente por el público, sea este del país o del extranjero, dándose  el ajuste en variación y no en cantidad.6 Este incremento en reservas  se dio, al gran cúmulo de 1997 en los activos internacionales netos y a la disminución de la Deuda externa en mayor cantidad que la disminución de la inversión extranjera.
3.6.2 Tipo de Cambio, Inflación, Tasas de Interés, Ahorro Interno.
La tendencia alcista de la inflación lleva una correlación con las tasas cetes promedio a 28 días, resultando menor la tasa cete a la inflación únicamente en 1996, también existe una relación entre la tasa cete  y los pasivos en cuenta de capitales al sector bancario, sin embargo el dinero que entra fresco al gobierno por la inversión de la banca en los certificados de la tesorería (Cetes), han tenido la tendencia de regresar a la misma (banca) como pago a descuento, y en la realidad solo ha servido para que la banca obtenga spreads interesantes, entre lo que recibe por cetes y lo que paga por inversiones, mermando así la función principal de la banca que es otorgar créditos.
En lo referente a la situación del enfoque monetario del tipo de cambio, la tendencia de este no tiene que ver con la inflación, sino más bien parece tenerla en forma inversa al déficit de cuenta corriente, ya que como se mencionó en el punto anterior, en la medida en que aumenta el déficit de la cuenta corriente, aumenta la demanda de los dólares, al incrementarse la demanda, automáticamente el ajuste se da en la variación del tipo de cambio, mas no en la cantidad de reservas.
En lo concerniente al ahorro financiero, la tendencia es claramente inversa entre esta variable, y la inflación, este fenómeno es explicado por que la inflación merma el poder adquisitivo real de la gente, es decir a mayor inflación, la renta se destina al consumo y no existen remanentes para invertir, pero en los años observados con una menor tasa de inflación, se permite un sostenimiento real del poder adquisitivo, y por lo tanto puede existir un diferencial disponible para el ahorro, antes de 1995, es notable el buen diferencial existente entre la inflación y la tasa cete, por lo que se hacía muy interesante la inversión, y si a esto le aunamos el sostenimiento de la inflación a través de las importaciones, entendemos por qué se hacía apropiada la inversión.

1 Cfr. Balanza de pagos: Criterios Básicos. Instituto Panamericano de Alta dirección de empresa México. México, (P) AEN-799, (octubre 1997), p. 2s.

2 Cfr. Schettino, Macario. El costo del miedo. México: Ed. Grupo Editorial Iberoamericana, S.A de C.V., 1995, p.3

3 Cfr. Méndez, Silvestre. Problemas económicos de México. México: Ed. McGraw-Hill, 3ra. Edición, 1996, pp. 373-377.

4 Cfr. García, Erika y Vanegas, Rodrigo. “Surge fortalecido el dólar en medio de la vorágine financiera internacional”. El Financiero, (agosto 29, 1998).  p.16s.

5 Cfr. Grupo Financiero.Banamex-Accival. “La marcha de la Economía”. Examen de la Situación Económica de México.  Número 883, (Julio, 1999). pp. 228-243.

6 Cfr. Mansell, Catherine. Las nuevas finanzas en México, México: Ed. Milenio, S.A de C.V., 1992, pp. 93-96.