CONOCIMIENTO TRADICIONAL PARA EL DESARROLLO LOCAL: EL CASO DE LOS CIRUELEROS DE AGUACALIENTE DE GÁRATE, SINALOA, 2014

CONOCIMIENTO TRADICIONAL PARA EL DESARROLLO LOCAL: EL CASO DE LOS CIRUELEROS DE AGUACALIENTE DE GÁRATE, SINALOA, 2014

Adriana Cabanillas Lizárraga
Laura Isabel Cayeros López
Ricardo Becerra Pérez
Eduardo Meza Ramos
(CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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Consideraciones finales
Esta investigación se suma a los numerosos trabajos emprendidos en los últimos años con el objetivo de entender los procesos de desarrollo local, en un sentido más específico a los estudios relacionados con los conocimientos tradicionales que adquieren valor en un contexto actual de constantes crisis sociales, ecológicas y económicas.
Desde ahí se revalora el conocimiento tradicional como un componente que debe ser tomado en cuenta en los procesos de desarrollo de los diversos escenarios locales, como una forma de hacer frente a las emergentes problemáticas tanto locales como también globales, por encima de muchos métodos modernos que han sido depredadores del medio ambiente o bien haciendo combinaciones tanto del conocimiento tradicional como de los métodos modernos.
Esta línea de investigación es en la que se inscribe este estudio y la finalidad fue conocer en qué medida el conocimiento tradicional puede ser un factor que impulse o implique el desarrollo de una determinada comunidad, en este caso Aguacaliente de Gárate y los conocimientos acerca del cultivo de ciruela roja (Spondias purpurea L.) y el posterior proceso de deshidratado tradicional.
La importancia del conocimiento tradicional y su contribución al desarrollo de la comunidad y de la actividad ciruelera en Aguacaliente de Gárate
Uno de los cuestionamientos centrales de este estudio era indagar acerca de cuán importante pueden ser una serie de conocimientos tradicionales alrededor de una actividad que pareciera tan potencial como es el caso de la actividad ciruelera en Aguacaliente de Gárate.  La respuesta en un momento previo a esta investigación de dos años, era que había que impulsar el uso de técnicas “modernas” que elevaran la competitividad del producto como métodos de calidad y en búsqueda de una inclusión al mercado de frutas, subestimando aquellos conocimientos y prácticas tradicionales que bajo una ideología comercial y capitalista y la supuesta superioridad que otorga la Licenciatura en Comercio Internacional, parecen tan limitadas; hasta ese punto no conocíamos la importancia que había y siguen teniendo para los cirueleros del lugar.
En este sentido, y de acuerdo con lo que Lander (2000) señalaba acerca de la naturalización de la cultura capitalista, nos encontrábamos con una perspectiva asociada a la idea de progreso, en la que se clasifican y jerarquizan las formas de vida diferentes a las de la sociedad neoliberal, es decir, las prácticas tradicionales de los cirueleros de Aguacaliente de Gárate parecen limitadas o inferiores a las técnicas modernas que buscan la mejora continua de los métodos y la acumulación del capital.
Sin embargo, los conocimientos tradicionales adquiridos a lo largo del tiempo por los aguacalentenses acerca del cultivo de ciruela no han sido poca cosa, puesto que han significado un ir de menos a más mejorando año con año y convirtiendo las debilidades en fortalezas, de este modo, confirmamos el planteamiento de Díaz (et al., 2011) quien habiendo hecho estudios sobre los procesos productivos de los campesinos afirmaba que, como en cualquier otro proceso tecnológico, estaban implicados ideas, conocimientos, valores, definiciones y creencias que están inmersos en determinada estructura productiva lo que permite vincular en un solo proceso elementos de diversa índole.
De ahí, que el proceso de deshidratación de ciruela roja en Aguacaliente de Gárate lleve implícitos conocimientos tan variados que van desde el cuidado del cultivo y medio que le rodea, la organización social del trabajo en temporada de cosecha, hasta la mejora e implementación de los métodos en la producción de ciruela seca, como en cualquier otro proceso productivo.
El cultivo de ciruela es minimizado frente a otros con mayor importancia económica en el estado, minimizado por el gobierno, que no otorga apoyos a una especie temporalera y con tanta incertidumbre como lo es la ciruela roja (Spondias purpurea L.), más no es así para los cirueleros, que hacen frente a las problemáticas que el cultivo conlleva.
Los métodos son los mismos, los de siempre, los que les aprendieron a sus abuelos, padres y tíos y de los mismos colegas en el pueblo a través de la interacción y la observación, sin embargo, no están renuentes al cambio ya que, como vimos, integran ciertas técnicas e instrumentos modernos, los cuales son usados siempre respetando las reacciones del medio ambiente, de los ciruelos y las reacciones que generan en la ciruela. Esto reafirma lo que señalaba Díaz (et al., 2011) acerca de descartar la discusión de la distinción entre moderno/tradicional, ya que los conocimientos tradicionales no se generan de manera accidental como se cree cuando se evoca a tal distinción, y se apuesta por la existencia de gran complejidad y alto nivel de sofisticación en el saber cotidiano o empírico.
Han buscado, contrario a lo que dicen los estudios serios y científicos, la calidad en el proceso, cuidando que la consistencia, la textura, la apariencia y buen sabor de la fruta sean el resultado final. La importancia económica queda en segundo término cuando observamos cómo una actividad que se concibe con tanto esfuerzo y poca remuneración sigue siendo importante en cientos de familias y en la autonomía que representa seguir haciendo las cosas de una manera tan particular.
Dado el contexto que fue posible rescatar en este estudio acerca de la diversidad de conocimientos que van desde el cultivo del ciruelo hasta el deshidratado, podemos decir que el conocimiento tradicional es significativo en la medida en que da la libertad en la toma de decisiones autónomas sobre el espacio y uso de los recursos endógenos que posee la comunidad y que los involucrados conocen y reconocen las debilidades y fortalezas que ese territorio pueda tener, a partir de ahí proponen y explotan sus potencialidades cuidando no incumplir las leyes del medio ambiente.
En ese sentido, de acuerdo con lo que señalaba Puiggrós (2009), los aguacalentenses en el proceso de conocer su entorno han desarrollado conocimientos que se han vuelto fundamentales para mejorar sus condiciones de vida y de la comunidad a la que pertenecen, por lo cual, podemos decir que son saberes socialmente productivos que han modificado la naturaleza y la cultura mediante la inserción del cultivo de ciruela roja (Spondias purpurea L.), puesto que a raíz de la actividad, se desarrolla una festividad, además, de las nuevas formas de organización para el trabajo, lo que no solamente ha cambiado su habitus sino que ha enriquecido el capital cultural de la comunidad.
Fue interesante conocer a través de los ojos de los cirueleros el significado que adquieren para ellos los conocimientos que poseen y que algunos de ellos no cambiarían por algún otro proceso de modernización o tecnificación. Sus conocimientos les otorgan autonomía e independencia para hacer y decidir sobre su huerto y su cosecha. Es en esa lógica que el proceso de desarrollo local es una cuestión de especificidades, lo que para unos puede ser desarrollo para otros puede no serlo. Para los cirueleros lo ha sido, al menos desde su perspectiva.
De acuerdo con Hernández Xolocotxi (1970, citado en Lazos, 2011), el conocimiento de un determinado territorio, en este caso, la comunidad de Aguacaliente de Gárate, está dado por las experiencias acumuladas, los valores y las interacciones sociales, las cuales deberán tomarse en cuenta para llevar a cabo estrategias de desarrollo.
Los conocimientos tradicionales identificados en la producción de ciruela roja (Spondias purpurea L.)
Como vimos en un capítulo anterior, el conocimiento tradicional es un conjunto de creencias, valores, prácticas productivas, rituales, formas de vida y organización, que se generan por medio de la interacción, la experimentación y la reflexión en una determinada comunidad y su entorno y que son trasmitidas en el colectivo de generación en generación a través de la comunicación oral.
Por un lado, Berkes (et al., 2000, citado en Reyes-García) afirmaba que el conocimiento tradicional está estrechamente vinculado con el manejo del medio ambiente, por tal razón él lo llama conocimiento ecológico tradicional; tal premisa se confirma en el caso de los cirueleros de Aguacaliente de Gárate que tienen conocimientos del entorno donde se asientan sus ciruelares en aspectos como la tierra, el suelo, el clima, las plantas que conforman el ecosistema y los cuidados que sus árboles requieren para ser productivos, así, de acuerdo con Toledo (citado en Sevilla y López, 2013) en la gestión del entorno los productores y/o campesinos poseen conocimientos en cuatro escalas en relación con el aspecto ecológico: geográfica, física, vegetacional y biológica.
Asimismo cabe agregar que, de acuerdo con Díaz (et al., 2011) las condiciones climáticas que afectan la producción de ciruela roja (lluvias, heladas, nublados, niveles de humedad) imponen a los cirueleros de Aguacaliente de Gárate el necesario desarrollo de técnicas de manejo de los conocimientos en el ecosistema en el que operan, además, de los conocimientos requeridos para el almacenamiento y conservación de la ciruela al final de la cosecha.
Por otro lado, está la relación del conocimiento tradicional con las actividades primarias, en especial las prácticas agrícolas, la cual a su vez se vincula con el aspecto ecológico que menciona Berkes, es el principal fundamento de la agroecología, ya que parte del estudio de los agroecosistemas que poseen un potencial endógeno específico con respecto a la producción de materiales e información (conocimiento y códigos genéticos) procedente del entramado histórico entre naturaleza y sociedad, es decir, su coevolución (Sevilla, 2006).
Estas premisas se confirman con la identificación de los conocimientos tradicionales en el agroecosistema de los ciruelares de los aguacalentenses que provienen de la interacción de los cirueleros con su medio ambiente, como ya mencionábamos; sin embargo, reiteramos la presencia de conocimientos posteriores al cultivo como son los de la cosecha y deshidratación en la estructura productiva que, como señala Díaz (et al., 2011) se entrelazan elementos de diversa índole en un solo proceso.
Altieri (citado en Sevilla y López, 2013:90-91) propuso una tipología de los conocimientos tradicionales en cuatro dimensiones: 1) conocimientos sobre taxonomías biológicas locales, 2) conocimientos sobre el medio ambiente, 3) conocimiento sobre las prácticas agrícolas de producción y 4) conocimiento campesino experimental; en los hallazgos del estudio de los productores de ciruela, la clasificación se hizo también en cuatro categorías que se asemejan o bien contienen elementos de las dimensiones que propone Altieri. La clasificación es la siguiente:

  1. Conocimientos sobre el cultivo: los conocimientos sobre el cultivo están estrechamente vinculados al cuidado del medio ambiente, pues los cirueleros poseen conocimiento acerca del tipo de tierra en la cual se pueden plantar los ciruelos, el tipo de reproducción de la planta, que es asexual, los cuidados en el agroecosistema y el manejo de plagas y maleza. Cabe señalar que los huertos de ciruelos en su mayoría son monocultivo, pero en ocasiones comparten el terreno con algunos árboles frutales y silvestres como el guamúchil y el mango y demás variedad de plantas características de la región. Los conocimientos sobre el medio ambiente son fundamentales en el cuidado del cultivo y para la productividad del mismo.
  2. Conocimientos sobre el clima: otro de los conocimientos relacionados al medio son los que tienen que ver con el clima, aunque más bien estos resultaron ser una exposición de eventos y malas experiencias vividas por los productores ya que se trata de circunstancias que no son controladas por ellos, en este sentido la temporada de ciruela tiene un futuro incierto año con año, que inicia en el periodo de floración del ciruelo en el cual se presentan las llamadas heladas que acaban con la flor del ciruelo y por ende no hay producción, posterior a este fenómeno nos encontramos con el periodo de nublados y lluvias justo antes de terminar la temporada, lo que ocasiona que la cosecha de la fruta no culmine con el proceso tradicional de deshidratado; por lo cual, encontramos que los cirueleros aplican algunas técnicas para sobrellevar dichas situaciones.
  3. Conocimientos sobre la cosecha: en la etapa de cosecha identificamos las fechas en la cuales inicia la temporada de ciruela, que fueron diferenciadas y que estaban relacionadas con la ubicación de los ciruelares. Además de la organización del trabajo de las familias para recolectar la fruta, los horarios y la manera en que se recolecta.
  4. Conocimientos sobre el secado tradicional: en el último paso del proceso, observamos e indagamos sobre el secado tradicional de la fruta en la cual los cirueleros tenían conocimientos de la cocción, los diferentes materiales para el secado que existen, el acomodo de la fruta para que pueda secar por completo y el almacenamiento.

Los cirueleros poseen conocimientos diversos tanto en la gestión del ecosistema, así como también para sobrellevar las circunstancias ocasionadas por eventos climáticos inesperados, además de los conocimientos que se emplean en el proceso de producción de la fruta deshidratada lo que hace propicio el desarrollo de la actividad con el paso de los años.
Origen y formas de trasmisión de los conocimientos tradicionales
El origen de la actividad ciruelera resultó ser un tanto ambigua, sin embargo, existieron episodios en los cuales el contexto histórico se aclaraba. En una primera instancia los habitantes relatan que el cultivo fue traído de otra nación, dato que contrasta con la información revisada del origen del cultivo, donde diversos autores señalan que se trata de una especie frutal americana, de la cual, los indígenas que habitaban la región mesoamericana se alimentaban mucho antes de la llegada de los españoles.
El cultivo fue traído a tierras sinaloenses y más específicamente a la comunidad de Aguacaliente de Gárate por un extranjero de origen francés para la elaboración de vinos, otras son las versiones que dicen que el encargado de traer los primeros fue Juan J. Valdés.
Posteriormente el ciruelo empezó a tener auge gracias a la llegada de compradores al lugar y el aumento del precio en la fruta, lo que llevó a muchos habitantes a tomar la decisión de plantar un nuevo huerto. En la actualidad existen arriba de 100 ciruelares.
Por otro lado, la trasmisión de los conocimientos sobre el cultivo y los métodos tradicionales de secado fueron adquiridos por los habitantes por medio de la interacción oral, la observación y la experimentación y en consistencia con Lazos (2011) se mantienen en constante transformación, integrando una selección de usos y costumbres y adaptando nuevos conocimientos de los actores externos, como es el caso de la implementación de instrumentos y técnicas modernos como la malla de metal o la limpieza del huerto con tractor en sustitución del tapeste de carrizo y la “taspana” tradicional. De esta manera van adquiriendo nuevas técnicas que ayudan al mejoramiento de los procesos.
Asimismo, el conocimiento tradicional de los cirueleros se distribuye en los miembros de la comunidad ya que cada uno de ellos es portador de un parte del conocimiento necesario para llevar a cabo la actividad ciruelera, es decir, los cirueleros mayores tienen conocimientos del entorno en el que se asientan los ciruelares, el clima, los cuidados que requieren; los juntadores poseen conocimiento de la cosecha y las formas de recolección; los productores saben del método de cocción de la fruta y la posterior selección y deshidratado, en este sentido se reafirma la teoría del conocimiento socialmente distribuido o cognición distribuida de Hutchins (1995, citado en Gutiérrez); el conocimiento y el aprendizaje se relacionan dinámicamente entre productores, juntadores, miembros de la comunidad y los instrumentos o artefactos que utilizan.
Los cirueleros y su situación ante la actividad ciruelera
La situación de los cirueleros se investigó a partir de cuatro aspectos fundamentales para determinar si el proceso de desarrollo local en Aguacaliente de Gárate se lleva a cabo de manera integral. Los aspectos tomados en cuenta en este estudio fueron los siguientes:
El contexto social de los cirueleros de Aguacaliente de Gárate resultó ser diverso, pero tienen algo en común, la falta de organización para los beneficios de la actividad ya que no confían en las personas involucradas debido a las malas experiencias que han vivido. Existe pues una tendencia a hacer las cosas de manera individual y en busca de intereses personales, en lo que de acuerdo con Fukuyama (citado en Vázquez Barquero) en la división que hace de los territorios con respecto al nivel de confianza entre sus habitantes, comprobamos que la comunidad de Aguacaliente de Gárate corresponde a aquéllos territorios con bajo nivel de confianza social y donde priva el individualismo y las relaciones familiares, y no, a aquellos territorios en los que el nivel de confianza social es alto y por tanto, existe una fuerte propensión a la creación de asociaciones.
Por tal razón, se encontró que no existe un empadronamiento oficial y que cuando pasan imprevistos como en el caso de las heladas que afectan a la producción, los cirueleros recurren de manera desorganizada a pedir apoyos que no llegan o que solamente los reciben algunos miembros de la comunidad. Este panorama sería el más aquejante para los cirueleros en el aspecto de la confianza social en el territorio, un elemento importante para el desarrollo local.
Por otro lado, en el aspecto ecológico observamos que los cirueleros tienen una conciencia activa en lo que respecta al cuidado del medio ambiente, pese a que en algunos casos se ha recurrido al uso de químicos que les dieron buenos resultados sobre todo en la eliminación de la maleza y el combate de las plagas que afectan al cultivo. El uso de fertilizantes ha sido menos frecuente, ya que de los cirueleros entrevistados solamente uno aceptó haber probado con estos productos para elevar la productividad de los ciruelos, los resultados no fueron muy convincentes y los productores saben acerca de lo dañino que pueden ser tanto para los ciruelos como para el medio ambiente.
Encontramos que existe entre los productores una relación constante con el medio, lo que les ha permitido conocer su entorno, mantener un equilibrio y al mismo tiempo innovar, pese a las limitaciones en contra, sin embargo, se coincide con Gianza y Barracuda (et al., 2014) en que el desarrollo de los conocimientos, el aprendizaje, las innovaciones responden a los procesos de interacción colectiva que dependen de las condiciones sociales e institucionales, es decir, del nivel de confianza entre los cirueleros y con las instituciones, estos factores potenciarían las condiciones de interacción y la generación de nuevos conocimientos que respondan a las necesidades del medio en el que se desenvuelve la actividad ciruelera.
El aspecto cultural. Regresando nuevamente al concepto de cultura que enmarca esta investigación, según De la Peña (citado en Olivé, 1999), tenemos que se trata de un conjunto de conocimientos, técnicas, creencias y valores que posee determinado grupo y que son expresados por medio de prácticas y símbolos. Estos rasgos específicos son compartidos por los miembros de la comunidad de Aguacaliente de Gárate.
En ese sentido, podemos decir que las manifestaciones culturales entre los aguacalentenses y cirueleros son tres: 1) la identidad de la cual goza la actividad a nivel regional, 2) la organización para el trabajo y 3) la celebración que caracteriza al poblado. A continuación se describen cada uno de ellos:

Identidad a nivel regional

La ciruela de Aguacaliente de Gárate se distingue de la de otros puntos del sur del estado no sólo por la significancia en producción que posee el poblado, sino por el sabor y la calidad que tiene la fruta, algunos atribuyen estas cualidades a que las plantaciones se asientan en los cerros. Existen casos en los cuales la fruta es vendida como si proviniera del poblado aunque tenga otro origen. Los aguacalenteses son relacionados de manera frecuente con la fruta siendo ésta una clara representación de una identidad colectiva.
La venta del producto en la ciudad de Mazatlán y El Rosario y la distribución reciente en otros puntos del estado como Culiacán y Los Mochis, ha potencializado aún más la identidad del “pueblo de las ciruelas”, aunque la ciruela aguacalentense se ha distribuido ya en otros ciudades del país tales como La Paz, BCS, Mexicali, BC y Guadalajara, Jalisco. 

La organización para el trabajo

La organización para el trabajo da lugar a que durante la temporada se estrechen los lazos en familia, los miembros de la familia se reúnen y comparten las tareas de limpieza, de recolección y la cocción de la fruta. Estas costumbres son manifestaciones culturales de los aguacalentenses y es una forma de expresar su pertenencia a la comunidad. Pese a que no todos los habitantes del lugar poseen un huerto de ciruelas, las personas se involucran en la actividad y hacen suyas estas costumbres.  Las formas de trabajo son un referente y muestran muchas similitudes dentro de los diferentes huertos familiares, siendo estas las formas interiorizadas de representar la cultura, mientras que los instrumentos tradicionales para el trabajo forman parte de las manifestaciones externas y objetivadas del arraigo de la cultura ciruelera en Aguacaliente de Gárate. 

La celebración o fiesta de la ciruelas

La última manifestación cultural y no menos importante de los habitantes de esta comunidad, es la fiesta de las ciruelas que se realiza año con año, sin embargo, dicha expresión ha presentado cierta crisis en años recientes, lo que se refleja en la poca participación de los jóvenes en los bailes o bien en lo que respecta al reinado característico y parte central de esta actividad cultural.
Asimismo, ha disminuido el número de bailes que anteriormente se destinaban a esta fiesta que eran cuatro o cinco durante la temporada de ciruelas en el mes de junio, en los que amenizaba la tradicional banda sinaloense, se presentaba y se coronaba a la reina. Hoy solamente se realiza una noche de fiesta y en el mejor de los casos hasta dos fiestas. Los patrones de diversión en los jóvenes han cambiado, al menos en Aguacaliente de Gárate, puesto que estos no se integran al baile y no llevan a cabo las costumbres.
Por otro lado, una mayoría de los productores están por arriba de los sesenta años de edad lo que nos pone a pensar acerca del futuro de la actividad, ¿Dónde están las nuevas generaciones?, ¿Por qué no se interesan en seguir desarrollando la actividad?
De acuerdo con Arocena (1995) el componente cultural es importante en una sociedad local y sobretodo en los procesos de desarrollo local, ya que es necesario que el conjunto humano que habita una comunidad o territorio comparta rasgos de identidad comunes; cuando este componente se encuentra en su máxima expresión colectiva se ve reflejado en un “proyecto común”. Sin embargo, Aguacaliente de Gárate a pesar de tener rasgos identitarios comunes como los señalados anteriormente, no se ha llegado a su máxima expresión como lo es un proyecto común entre cirueleros.
El elemento cultural es tan determinante como el socioeconómico en los procesos de desarrollo local, solo cuando se persigue un proyecto común, cuando no es asi, como es el caso de los cirueleros de Aguacaliente de Gárate es posible que la sociedad local se encuentre fragmentada y se persigan objetivos individuales lo que deteriora la identidad colectiva y el desarrollo local es más difícil de generar.
Por último tenemos el aspecto económico que suele tener muchos matices y contradicciones, ya que en un sentido cultural este pasa a segundo término por los habitantes o bien, porque las condiciones simplemente van a contracorriente. En el proceso de trabajo de campo este aspecto resultó ser uno de los más llamados a colación puesto que además de las cualidades culturales de la ciruela no olvidemos que se trata de un cultivo productivo y que se realiza con la finalidad de adquirir ingresos que representen un apoyo a la economía de los hogares.
Ubicamos tres apoyos que reciben los cirueleros, sin embargo, ninguno es para el beneficio de la actividad, uno solamente es un apoyo productivo y los otros dos son de orden asistencialista; se trata de PROCAMPO para los productores que poseen otras tierras de cultivo, 65 y más y con menos proporción el de Oportunidades, que reciben las amas de casa.  El tema de los apoyos es otro punto que se debiera tomar en cuenta ya que la mayoría de los cirueleros mostró inconformidad por la indiferencia por parte del estado en solucionar estas problemáticas.
Existe una diversificación en los ingresos de los cirueleros durante el año, ya que se trata de un cultivo de temporal y con demasiada incertidumbre, por lo cual, los cirueleros buscan otras opciones para llevar el sustento a sus hogares. Destacan las actividades relacionadas con el campo, el comercio informal (venta de  alimentos y productos originarios de la región como el nopal y la ciruela, entre otros) y las relacionadas con las tareas del hogar.
La mayoría de las familias que se dedican a la actividad ciruelera son de origen humilde y el secado de ciruela, aun siendo una actividad que se realiza una vez al año, significa un apoyo importante para su economía familiar. De ahí, resulta importante señalar lo que afirma Arocena (1995) acerca del componente socioeconómico: la producción de riqueza, por mínima que sea, generada en el territorio es objeto de negociaciones entre los grupos socioeconómicos, convirtiéndose en el estructurante principal del sistema local de relaciones de poder.
El cumplimiento de los objetivos
Los objetivos planteados al inicio de esta investigación se cumplieron satisfactoriamente; pese a que hubo inconvenientes en la delimitación de los mismos, el proceso se fue esclareciendo en el transcurso, toda vez que se fueron respondiendo las preguntas planteadas.
Recordando el objetivo general planteado para llevar a cabo este estudio que era: Analizar los conocimientos tradicionales y su trasmisión en el proceso de producción y organización tradicional de los productores de ciruela roja en la comunidad de Aguacaliente de Gárate para determinar en qué medida contribuye al desarrollo local.
A partir de esto, cabe decir que no sólo se identificaron los conocimientos tradicionales sino que también se describieron a detalle basados en los testimonios de los cirueleros y en la observación participante; la trasmisión de los conocimientos reconoció que se genera a partir de la interacción entre los cirueleros lo que se enriquece con la observación y la experimentación en el predio, dicha información fue fundamental para conocer el punto central de esta investigación que era exponer como el CT contribuía al proceso de desarrollo local, en la que concluimos en una relación positiva entre estas dos variables.
Los objetivos específicos fueron los pasos que guiaron el proceso y que se desprenden del objetivo general de esta investigación, es decir, sin los objetivos específicos era imposible lograr el objetivo general. En dicho proceso lo primero era describir cada uno de los conocimientos que se tienen en las diferentes etapas de la producción de ciruela roja, desde la plantación hasta el secado y venta del producto, incluyendo la organización del trabajo, quiénes participan y los instrumentos que utilizan.
El segundo objetivo a cumplir fue investigar el origen de la actividad, objetivo que se cumplió con algunos inconvenientes pues la información recabada fue muy ambigua y dentro de este objetivo se planteaba igualmente conocer las formas de transmisión.  Otro de los objetivos fue crear un contexto de la situación de los cirueleros en cuatro aspectos fundamentales: social, ecológico, cultural y económico de la actividad, este objetivo sería esencial sobre todo para enriquecer el fundamento de la investigación en el sentido del desarrollo local.
La experiencia del proceso metodológico
El trabajo de campo fue especialmente enriquecedor, principalmente en lo personal,  ya que me permitió conocer de cerca las problemáticas que viven los cirueleros de mi comunidad y me llena de satisfacción poder contribuir con este estudio para el bien de ellos.  Por otro lado, y desde el sentido metodológico, en esta investigación para el cumplimento de objetivos y poder dar respuesta a las preguntas se llevó a cabo todo un proceso que implicó la ejecución de cuatro instrumentos de recopilación de información, como bien se especificó en el apartado metodológico de esta tesis, empero, en este espacio analizaremos las ventajas de cada uno de ellos que influyeron en los resultados de este trabajo con el fin de mejorar en posteriores procesos de investigación.
El censo.- éste fue el primer instrumento utilizado en el trabajo de campo y se levantó entre los meses de enero y febrero del año en curso. Dentro del método cualitativo que caracteriza a este estudio fue la única técnica implementada de orden cuantitativo, y resultó en una buena combinación con los demás instrumentos cualitativos. La ventaja primordial en esta práctica es que recopiló información importante acerca de los productores que no existía de manera oficial como el empadronamiento de los productores, el número de ciruelares, edades, apoyos, principales ocupaciones y aspectos relacionados con la comercialización del fruto. Una de las desventajas que tuvimos en esta técnica fue, quizá, que se dificultó el planteamiento de los reactivos para ordenar la información dada y facilitar su análisis.
La entrevista semiestructurada.- éste instrumento fue aplicado durante la temporada de cosecha del año 2014, con él adquirimos toda la información relacionada a los conocimientos mediante los testimonios de los cirueleros. La ventaja de esta técnica resultó en la accesibilidad mostrada por los productores, quienes muy amablemente accedieron a responder los cuestionamientos, el ambiente fue cálido y de mucha disposición, las entrevistas terminaron siendo charlas y los cirueleros expresaron sin ninguna limitación sus experiencias. Quizá una desventaja en ésta técnica fue en primera instancia el desorden de la plática, aspecto que fue mejorando en las posteriores entrevistas al ir ordenando los aspectos fundamentales que queríamos recuperar.
La observación participante.- más que un observador e investigador y  un agente extraño de los cirueleros me sentí parte de ellos y los cirueleros no mostraron ningún cambio de actitud ante mi presencia, puesto que al ser un miembro de la comunidad daban por hecho que conocía el procedimiento que se sigue durante la cosecha y actuaban normalmente al realizar sus actividades diarias. La observación participante fue realizada para enriquecer la información de las entrevistas semiestructuradas, pero solamente fue posible hacerla en una parte de la etapa que es la cosecha y el secado, esta fue quizá la limitante de esta técnica.
Los relatos de vida.- el último instrumento utilizado fueron los relatos de vida, este instrumento resultó ser el más complicado de los cuatro, debido a la poca información que los cirueleros tenían acerca del origen de la actividad y lo reducido de las charlas, me atrevo a atribuir la deficiencia de la técnica a la falta de conocimientos antropológicos dado el origen de esta técnica.
La investigación se caracterizó por ser esencialmente cualitativa y de tipo descriptiva bajo un método etnográfico, todo esto queda a consideración y abierto al mejoramiento de las técnicas implementadas en posteriores trabajos.
Nuevas líneas de investigación
Partiendo de los resultados de esta pesquisa surgieron tres líneas de temáticas para retomar en posteriores trabajos. Una de ellas y a la cual ponemos en primer lugar es el tema del medio ambiente, dado que debido a nuestra formación y a la orientación que llevaba este trabajo no fue posible profundizar en el aspecto del medio ambiente y en el desarrollo sustentable de la comunidad, sin embargo, es una problemática que merece una investigación aparte, debido a la relación que tiene el conocimiento tradicional con el medio ambiente.
Otra tarea de investigación que sería de gran relevancia para efectos de la mejora en la actividad ciruelera es la trama de la organización de los productores en el sentido político, ¿Por qué no se han organizado?, ¿Por qué no existen cooperativas que busquen el beneficio de la actividad?, serian buenas preguntas para orientar una nueva tesis. De ahí podrían resultar indagaciones acerca de las situaciones de poder y los intereses individuales que prevalecen, asimismo de la gestión de políticas públicas.
Por último, otro aspecto a tratar en posteriores trabajos podría ser la trasmisión de los conocimientos tradicionales en las nuevas generaciones. En el entramado de la actividad, ya que a partir de la información recabada pudimos ver la poca o nula participación de los jóvenes en la actividad. En ese sentido ¿Cuál es la perspectiva de los jóvenes acerca de la “cirueleada”? ¿Y cuál es el contexto político y social que da lugar a estas nuevas formas de actuar? Serían cuestiones interesantes a resolver.

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