LOS RIESGOS EN EL VIAJE TURÍSTICO: DECONSTRUYENDO LA PARADOJA PROFESIONAL

LOS RIESGOS EN EL VIAJE TURÍSTICO: DECONSTRUYENDO LA PARADOJA PROFESIONAL

Maximiliano E Korstanje
Universidad de Palermo, Argentina

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CAPITULO III – PELIGROS EN EL CAMINO
Con el objetivo de reforzar las categorías analíticas desprendidas del marco teórico se ha llevado a cabo una observación directa de campo durante los años 2009 y 2010 en las estaciones de bus de Retiro, el aeropuerto Jorge Newbery, Internacional de Ezeiza Ministro Pistarini y la central Buquebus de Dársena Norte, Puerto de Buenos Aires. Se entrevistaron un total de 6 viajeros en diferentes fechas. Las entrevistas fueron espaciadas en el tiempo con el fin de relevar con mayor exactitud y amplitud las variantes condiciones sociales que comúnmente condicionan las respuestas de los entrevistados. Partiendo de la premisa metodológica que la entrevista describe las vivencias y sensaciones del entrevistado dentro de un lapso dado de tiempo, como una radiografía del momento la cual a veces no puede ser replicada (Miguez e Isla, 2010: 114), consideramos que a mayor amplitud temporal entre las entrevistas, mayor ha sido la riqueza en sus contenidos. Cabe aclarar que entre el investigador y los entrevistados no había vínculo previo que condicionaran las respuestas.  Asimismo las entrevistas fueron complementadas con observación no- participante y participante en donde se evaluaron diferentes aspectos que hacen a la problemática del viaje. El abordaje descriptivo inicial llevado a cabo en la primera fase ha sido necesario para la construcción de un cuestionario que servirá para llevar a cabo las entrevistas en una segunda fase sobre agentes de viaje y profesionales del turismo.

En estos abordajes se buscan elementos que permitan una mayor comprensión del fenómeno por medio del método etnográfico. Si bien el hecho de estar prontos a embarcar, predisponen a los entrevistados a una mayor sensibilidad con respecto a los peligros del viaje, los cierto es que existen dos limitaciones que deben ser mencionadas. En primer lugar, diversos anuncios e interferencias sonoras con respecto a la salida y arribo de vuelos o micros dificultan la conversación con los entrevistados. Si bien esta limitación no entorpece necesariamente la comunicación en general, dificulta el audio de las grabaciones efectuadas. Segundo, la característica de los bares o salas de estar como espacios públicos predisponen a los entrevistados a no tratar ciertos temas como la posibilidad de sufrir un accidente fatal en un viaje o una idea similar. La observación directa, por último, manifiesta algunos problemas vinculados a la posibilidad de ser externamente verificables por sujetos que no han estado en el campo. Por ese motivo, debe complementarse con otras técnicas de acopio de información. En una segunda fase explicativa, se ha seleccionado tres casos de profesionales del turismo para trabajarlos en base al enfoque historia de vida. Según los hallazgos principales de la investigación, las variables demográficas y constitutivas del sujeto no correlacionan directamente con la percepción de riesgo, sino a través de la experiencia de un trauma previo. No obstante, no es nada desdeñable la idea de una fobia como resultado-reacción individual a un entramado social. Si bien el miedo representa una forma de balance frente a la patología, el objeto al cual se teme varía de persona a persona. Mientras algunos temen viajar en avión, otros sienten pánico de subir a un bus.  Por demás interesante es la hipótesis de una “paradoja profesional” donde ciertos agentes de viajes hayan desarrollado un temor manifiesto a viajar.

Cabe agregar, se incluirán recortes periodísticos de noticias vinculadas al riesgo en los viajes para reforzar las categorías a analizar. Para la interpretación de los datos, resultantes de las entrevistas, se ha usado el método de análisis temático horizontal por la cual se pueden precisar categorías comunes acorde a los diversos discursos individuales.  De esta manera se pretende arribar a la construcción de un meta-discurso que permita la verificabilidad de las hipótesis planteadas en la introducción.  

Terminal de Ómnibus de Retiro
En primera instancia se observan personas acompañadas ya sea por su pareja, por chicos que pueden ser sus hijos o amigos entrando y saliendo de la terminal. En los bares no se han detectado clientes bebiendo bebidas alcohólicas, en su mayoría, debido a la hora del día en la cual se lleva a cabo la observación consumen agua, café y jugos de varios tipos. Los pasajeros en espera de arribar su viaje se caracterizan por estar completamente serios, tensos, algunos usan sus celulares para enviar mensajes o aprovechan para leer un libro o el periódico. Particularmente, es difícil en el caso de darse una conversación entre ellos poder escuchar que dicen debido a los reiterados anuncios de los arribos y las partidas que se escuchan en todos los rincones de la terminal.

No obstante, existen una serie de televisores pegados al piso (que funcionan con una moneda) en donde el pasajero puede ver televisión. Según me comentaron, estas piezas de tecnología tienen la función distraer al cliente mientras espera su partida y hacer la espera menos tensionante. En ocasiones, se puede ver una película o incluso algún documental. Cabe recordar que si bien estos servicios ya se encontraban presentes a bordo del micro, es por vez primera que se han trasladado a la plataforma de espera. El equipaje se constituye como un bien preciado que todos cuidan celosamente. Ya sea teniéndolo a mano muy cerca o dejándolo al cuidado de algún familiar si se tienen que alejar del grupo de referencia por un momento. En la mayoría de los casos, se le encarga a la persona quien queda en custodia del equipaje que mantenga “los ojos abierto” y tenga cuidado que no le roben el mismo.

Entre los negocios y los servicios que ofrece la Terminal a los pasajeros hemos contabilizado un total de 57 establecimientos aproximadamente. Entre ellos se destacan cuantitativamente los kioscos (8), y las jugueterías (8) seguido de stands de venta de diarios y revistas (7), bares y restaurantes (5), locales de venta de equipaje (4) y de ropa deportiva (4) entre otros. Es interesante la presencia de una sucursal del Banco Ciudad para la extracción de dinero, una quiniela e incluso una peluquería. Cualitativamente, si bien disminuidos en número con respecto a otros locales, las telefónicas y los Cyber se encuentran repletos de clientes y pasajeros que utilizan estos servicios para estar en comunicación con amigos y seres queridos antes de su partida o a su regreso. Otros lugares públicos como bares y restaurantes también encuentran una gran demanda de consumo por parte de los viajeros. Las siguientes observaciones preliminares se desprenden de la observación minuciosa del comportamiento de los viajeros en los distintos locales comerciales.

  1. El contacto con otras personas, ya sea virtual o físico, cumple un rol fundamental antes de la partida del viajero. Ello explica la gran demanda que tanto bares (contacto físico) como Cyber (virtual) tienen en la terminal de ómnibus de retiro. Es importante señalar que aún gente que viajaba sola se sienta en estos lugares emulando la compañía de otros, como por ejemplo la televisión. 
  2. Se nota una importante demanda de juguetes por parte de los viajeros para los niños.
  3. La abundancia de locales de venta de revistas o diarios como kioscos revela existe una relación entre el viaje y la lectura. Este recurso es muy consumido dentro de los pasajeros para enfrentar el aburrimiento.
  4. Se encuentra cierta tensión en las personas quienes arriban de un viaje. Con el rostro serio y el paso apurado, se observa que quieren abandonar rápidamente la terminal. Seguramente, este gesto se deba al cansancio producido por el viaje.

Aquel que viste la terminal recibirá por parte de dos promotoras un folleto emitido por La Agencia Nacional de Seguridad Vial, organismo dependiente del Ministerio del Interior. El folleto se titula “Ayúdenos a Mejorar su viaje y a Proteger su vida”, el mismo contiene una serie de reglamentaciones que deben tener los micros para poder operar. En el folleto se pide a los pasajeros que observen si las reglamentaciones se cumplan y denuncien a los organismos intervinientes si alguna empresa está en infracción. Entre las recomendaciones más importantes del documento se encuentran: a) la existencia de dos matafuegos, ubicados uno en la cabina del conductor y el otro a la vista del pasaje; b) la existencia de dos ventanas destruibles con sus correspondientes martillos, c) corroborar en el techo de las unidades la existencia de escotillas y d) la presencia y funcionamiento del avisador acústico y lumínico de exceso de velocidad entre otros. En el pie del folleto se lee una leyenda de común interés “Si se puede evitar, no es un accidente”.

El énfasis del folleto apunta al accidente como no determinado, siguiendo las observaciones de A. Giddens, el destino se presenta abierto a la posibilidad de sufrir un accidente el cual se constituye como evitable al viajero, sobre todo si este coopera con la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, denunciando cualquier irregularidad en las empresas que brindan el servicio. El pasajero, es agente co-responsable, siguiendo la tesis de la reflexibilidad del mismo autor, de su propio destino. Es el pasajero quien debe auditar que la unidad que lo debe transportar por contrato cumpla con las reglamentaciones necesarias en materia de seguridad en el transporte. En tanto que responsable de su propia seguridad, el pasajero no demanda seguridad en forma pasiva sino que opera en un nivel de responsabilidad similar al Estado y a sus instituciones.

Asimismo, como hipótesis de trabajo es interesante la relación que existe entre el motivo de viaje y la percepción de riesgos a los viajes. Para quienes viajan por placer existe una clara separación entre el hogar, el viaje, el destino y el retorno. Una de las preocupaciones principales de quienes perciben al viaje como un proceso en sí mismo, es llegar sano y salvo a destino y retornar en igual condición al hogar. Por el contrario, aquellos quienes viajan por motivos laborales, de negocios o competencias deportivas no distinguen al viaje como parte del destino. Sus preocupaciones principales versan en torno a dar un buen papel, o tener una buena performance, o asociada a un correcto desarrollo de su actividad laboral y su labor profesional. El viaje, para ellos, no sólo se vincula a la actividad que los mueve hacia ese destino sino que también los une al triunfo o a la ganancia.

Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery
Del Aeroparque Jorge Newbery parten vuelos domésticos al interior del país e internacionales a países limítrofes. Es uno de los principales centros aeroportuarios del país en donde diariamente se congregan miles de viajeros y turistas de clase media y media alta. Es por demás interesante observar que a diferencia de Retiro donde abundan las sillas para sentarse a esperar el embarque, en Aeroparque para sentarse hay que consumir en los bares o confiterías disponibles. También es importante mencionar que existe mucha seguridad privada en Aeroparque como así presencia policial tanto dentro como en las afueras del aeropuerto. Creemos que este es el motivo por el cual la gente en general se nota distendida, tranquila y sonriente aun cuando las colas en el sector de pre-embarque son enormes. Lo cierto parece que a diferencia de Retiro “el ritual de partida” se compone de cuatro fases:

La primera comienza con la presentación del viajero, seguramente en móvil privado o en taxi al aeropuerto con el fin de dirigirse al stand de la aerolínea que los transportará e iniciar una vez allí los trámites correspondientes al preembarque. En el mostrador se presenta el equipaje, se pesa, y el pasajero abona un canon extra si éste sobrepasa el límite permitido por persona. Se le entrega al pasajero un ticket en resguardo del equipaje y de su contenido y también asignando los asientos dentro del avión. La segunda fase comienza cuando el viajero deja el equipaje y se predispone a entretenerse hasta que se anuncie la partida de su vuelo. En estos casos el viajero dispone de 4 restaurantes, dos alojados en el primer piso y dos en la planta baja, sectores de boutiques y de un locutorio, el cual según nuestras observaciones se mantenía semivacío (otra diferencia sustancial con Retiro en donde los locutorios se encontraban atestados de gente), una capilla destinada a dar una oración a la virgen de Lujan o incluso un altar en honor a la virgen de Loreto, ambos lugares de no más de 5 mtrs2 en donde los viajeros pueden rezar encomendando su seguridad a Dios antes de su partida. Por lo general en cuarenta minutos de observación estos lugares permanecen vacíos, los viajeros no muestran propensión a acudir a estos establecimientos.

Una de las características de la segunda fase es que el pasajero se ve aliviado de tener que estar cuidando de sus pertenencias y ya una vez entregado a la compañía aérea se predispone a disfrutar de los beneficios y entretenimientos del lugar los cuales se caracterizan por una completa asepsia y lujo. Un café, en uno de los restaurantes mencionados, cuesta no menos de $ 10 mientras que un embalaje de equipaje completo con seguro incluido $ 35. Se estima que 3 de cada 10 personas por motivos de seguridad embalan el equipaje para evitar que los empleados de la aerolínea transportadora puedan robar objetos de valor. La tercera fase se caracteriza por la entrada del pasajero a la zona de embarque propiamente dicha en donde debe presentar sus documentos, acreditar su identidad, su ticket aéreo y el ticket de su equipaje. Una vez validada exhaustivamente su identidad (y sin excepciones) el viajero ingresa a una sala de espera en donde será conducido por medio de un micro al avión mismo. Cuando el vuelo llega a destino, el pasajero presentará su ticket para que se le retorne su equipaje o pertenencias personales. Por otro lado, al ser un lugar cerrado, a diferencia de Retiro, en Aeroparque Jorge Newbery se prohíbe fumar.

Existe una diferencia sustancial entre la fase primera y tercera en el ritual de viaje. Las colas en el preembarque a diferencia del embarque se caracterizan por: una cantidad grande de gente hablando en voz alta y haciendo mucho ruido, sacándose fotos o hablando por celular varios minutos (eso explicaría porque los negocios de telecomunicaciones se encuentran menos llenos que los de Retiro, el segmento al cual apunta este transporte goza de telefonía propia) y existe mucho desorden y confusión en cuanto a como y en que dirección deben formarse las filas para hacer el Check-in, en general se mezclan los vuelos.

Buquebus
La Terminal Buquebus se encuentra físicamente ubicada en el puerto de Buenos Aires, bajo la jurisdicción de la Prefectura Naval Argentina, para ser más exactos en Dársena Norte. La terminal conecta Buenos Aires con Montevideo y otras ciudades uruguayas por vía marítima. El tráfico de personas que se visualiza es notablemente menor a los de las terminales de Aeroparque y Retiro. La sala de espera de los arribos está decorada con globos circulares amarillos, una pantalla plateada de la cual vierte agua en forma de cascada. A su vez, el piso se forma por adoquines perfectamente alineados mientras que los stands de atención al público no muestran más de 3 personas. En la pantalla central del hall se observa una pantalla gigante en donde están registradas todas las salidas y entradas del día. Los comercios de la terminal no son muchos, podemos observar 1 kiosco, 1 casa de cambio para monedas extranjeras, un café-restaurant, una alquiladora de autos, una concesionaria Mercedes Benz. El clima es bastante monótono, hasta por parte aburrido. Los productos ofrecidos en los negocios hablan de un alto poder adquisitivo de los pasajeros con respecto a la terminal de micros de Retiro.

La ventana del bar da al río de la Plata, un extraordinario paisaje que trae calma y tranquilidad. Por lo demás es interesante notar que el bar se encuentra decorado con fotos de época, muchos de ellos viajeros y transatlánticos, tal vez de fines de siglo XIX o principios del XX en donde se ilustran no sólo las costumbres y vestimentas sino también los primeros pasos de la empresa Buquebus como transporte naviero.  En varias de las fotografías en blanco y negro se pueden ver buques transatlánticos de 3 chimeneas con excepción de una en la cual hay 4, lo cual hace sospechar que se trata del Titanic, el mítico buque que chocó con un Iceberg y protagonizó una de las tragedias marítimas más conocidas del siglo XX. En el sentido de Sontag y Bourdieu, dicha foto parece simbolizar una especie de “exorcismo” de la tragedia la cual una vez rememorada y contenida en imágenes permite que no vuelva a ocurrir. A diferencia de Aeroparque, donde me comentaban había en otros tiempos un equipo de psicólogos para asistir a los viajeros que temían volar, en Buquebus no hay un servicio de ese tipo. Ello sugiere que la navegación parece ser una forma de transporte que en el imaginario se percibe como más segura. Por medio de la fotografía, la posibilidad de un desastre, siempre latente en cualquier tipo de transporte, se hace mínima. Eso explicaría porque en Aeroparque o retiro no hay fotos retrato de buses o aviones como sí los hay en Buquebus.