MERCOSUR: POLITICAS MACROECONÓMICAS, ACTORES Y SUJETOS SOCIALES, NEGOCIACIONES y ACUERDOS DE INTEGRACIÓN EN BRASIL Y ARGENTINA

MERCOSUR: POLITICAS MACROECONÓMICAS, ACTORES Y SUJETOS SOCIALES, NEGOCIACIONES y ACUERDOS DE INTEGRACIÓN EN BRASIL Y ARGENTINA

Eugenio E. Espinosa Martínez (CV)
Universidad de La Habana

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3.2.- La dimensión estratégica: dos choques estratégicos, el choque económico externo y los acuerdos de integración

      La dimensión estratégica del proceso de integración en el Cono Sur ha sido abordada desde diversos ejes temáticos.
      El Programa de Estudios de las Relaciones Internacionales de América Latina (RIAL) impulsado por el PNUD y la CEPAL, organizó durante  1985-1986 un estudio sobre la agenda estratégica latinoamericana a partir de los ciclos de dependencia estratégica y de autonomía relativa. El chileno Varas y el brasileño Barros coinciden en que la guerra de las Malvinas constituyó un hito estratégico a partir del cual comenzaron a rediseñarse las proyecciones estratégico-militares suramericanas.
      Al chileno Varas el cambio  estratégico lo impulsa a investigar las líneas que van de la  competencia a la cooperación: "la definición de un rol estratégico moderno para América del Sur supone redimensionar la función policial circunscribiéndola a las conductas penadas por la ley(..)descansando en las instituciones policiales(..) En el campo de la seguridad global se trataría más que de neutralidad y exclusión del conflicto global, de un autocentramiento en torno  a intereses regionales(..) son tareas imposibles de llevar a cabo por cada país sudamericano en forma aislada. De aquí surge la fuerte necesidad de integración y colaboración para proteger la propia soberanía (Varas 1987: 13).
      La opción por las relativas autonomía o independencia estratégicas en condiciones en que ya no es posible confiar en las potencias aliadas, en que los enemigos posibles no son solo extracontinentales y en que se rediseña la inserción estratégica subregional y mundial, refuerza la necesidad de la concertación Brasil-Argentina e incluso para el resto de los países (Varas 1987:15-16, Moniz Bandeira 1993: 246-248).
      Barros, por su parte, explora los factores potenciales de conflicto en la época pos-Malvinas y destaca el nuevo rol de los militares, el tránsito a gobiernos civiles y el peso de la deuda externa como los más importantes cambios internos estratégico-políticos (Barros 1987:120).
      En 1987 los Estados Mayores respectivos de las Fuerzas Armadas de Brasil y Argentina organizaron el primer Simposio de Estudios Estratégicos bilaterales (Pereira 1987), iniciando públicamente un proceso de cooperación, concertación e intercambio que se ha mantenido desde entonces. Los temas debatidos incluyeron la identificación de intereses estratégicos comunes, convergentes y divergentes; el fin o la transformación del conflicto bilateral; la disuación convencional; los modelos de cooperación militar; seguridad y mecanismos de defensa en el Atlántico Sur; la industria bélica en ambos países.
      Luego de 1989 se inicia la era pos-debacle del socialismo en la Europa del Este y la desaparición de la URSS, lo que constituye un profundo viraje en la situación estratégica mundial. Aunque era de esperar que ello significase un alivio para los estrategistas del Cono Sur por la desaparición del tantas veces socorrido conflicto Este-Oeste, paradógicamente se convirtió en una mayor preocupación para algunos de los más realistas.
      Por ejemplo, el Estudio Económico Mundial de la ONU
contrasta las políticas fiscales y monetarias contraccionistas aplicadas aún durante 1989-1991,1 con los enormes desembolsos realizados por los países capitalistas desarrollados para financiar operaciones militares en el Medio Oriente, respaldar instituciones financieras y bancos insolventes y para la reconstrucción de la Europa Oriental y la ex-URSS (ONU 1992).
      El cambio estratégico en lo que el estadounidense Atkins denomina como el subsistema sudamericano es también destacado por este autor en los '80, en que se rediseñan las relaciones con las potencias y entre los países del subsistema, calificando la década del '80 como la sexta fase en las relaciones sudamericanas (Atkins 1990: 33-37). Los principales asuntos que destaca son los cambios internacionales y la nueva percepción de los actores extrasubregionales, las consecuencias de la guerra de las Malvinas, el Atlántico Sur, la anticipación en la revisión del Tratado de la Antártida, la transición hacia la democracia y la crisis de la deuda externa.
      Para el estadounidense Child, la dimensión estratégica de la proyección integracionista sudamericana vincula democracia, desarrollo económico, autonomía externa e integración en el pensamiento geopolítico de la liberación a traves de la integración para la dependencia (Child 1990: 82, 88-89).
      Las preocupaciones estadounidenses por el acercamiento argentino-brasileño son expresadas por Wiarda y Atkins en un momento en que sudamérica vuelve a ser asunto de primera prioridad para los intereses hemisféricos de los EUA, tal y como expresa Blachman (Wiarda 1990: 60, Blachman 1990: 143 Atkins 1990: 35).
      Los cambios estratégicos externos han estado asociados a significativos cambios políticos internos que se sintetizan en la transformación del régimen político, proceso denominado como transición democrática. Las transiciones de los regímenes militar-autoritario hacia regímenes civiles electorales, en el caso de Argentina por colapso y en el de Brasil por acuerdos pactados (O'Donnell 1988: 51), se producen en el contexto de una crisis constitucional (Reis 1988: 19) y de una transición permanentemente amenazada por la inestabilidad política causada por la crisis económica y social (Calderón y Dos Santos 1990).
      Los actores internos identificados por Cruz y que se debaten en esa crisis y transición son la coalición desarrollista y la alianza conservadora (Cruz 1988: 267).
      Una visión adicional es ofrecida por Lima y otros autores: el crecimiento económico y la integración Brasil-Argentina devienen asuntos de importancia relevante en la medida en que favorecen la reducción del papel político de los militares y el rediseño de su función en la sociedad, cuestión de la máxima importancia para la continuidad de los nuevos gobiernos civiles (Lima 1988: 223, Barros 1987). 
      Los nuevos gobiernos democráticos no solo han tenido que enfrentar las nuevas condiciones internacionales que emerjen del choque estratégico (guerra de las Malvinas) y del choque económico externo (crisis deuda) sino, tambien, la redefinición del papel de los militares y la mediación en las pugnas políticas internas por evadir los impactos de la crisis y del cambio en las políticas macroeconómicas (del modelo desarrollista al neoliberal).
      Los temas de la crisis, la deuda externa, consolidación de la democracia y reforzamiento de la capacidad negociadora se presentan vinculados a la necesidad de la integración desde la Declaración y Plan de Acción de Quito y el Consenso de Cartagena en 1984, pasando por el Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación Política en 1986 hasta las Declaraciones de las Cumbres del Grupo de Río que se inician en 1987 (Tomassini 1988).
      La cuestión del tipo o modelo de integración se vincula estrechamente a otro conjunto de ejes temáticos de singular relevancia:
- los actores que participan o no en el diseño e implementación de las propuestas y que se benefician o se perjudican con unos u otros tipos de acuerdos,
- la viabilidad o no de uno u otro modelo, o de uno u otro conjunto de medidas,
- la necesidad de la coordinación de las políticas macroeconómicas,
- el nivel del arancel externo común,
- los factores internos y externos que propiciaron el inicio del proceso de integración en el Cono Sur y que hoy lo impulsan,
- los avances y limitaciones en los acuerdos integracionistas,

- el saldo comercial bilateral y la expansión del comercio.

1     Políticas contraccionistas aplicadas a pesar de las demandas por alivios sociales y por la recuperación del crecimiento y del empleo.