LA MUJER EN LA OBRA PERIODÍSTICA DE EVA CANEL EN EL DIARIO DE LA MARINA (1918 – 1922)

LA MUJER EN LA OBRA PERIODÍSTICA DE EVA CANEL EN EL DIARIO DE LA MARINA (1918 – 1922)

José Antonio Ramírez Jiménez (CV)
Sergio Salazar San Martín

Universidad de Cienfuegos

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La emancipación femenina en el discurso de Eva Canel

Eva refiere cómo la mujer emigrante, específicamente alemanas e inglesas, son en gran medida discriminadas y enmarcadas en solo un puñado de puestos de trabajos, se les escogía específicamente de regiones y nacionalidades ya que realizaban solo su labor y no se entrometían en los asuntos masculinos. Plantea, con gran asombro y descontento, cuando menciona en un artículo que: “Pero no se me olvidará revelar algo que tiene inteligencia con lo expuesto por la distinguida conferen­ciante de Chicago. Las infinitas casas sajonas y teutonas con que cuenta Buenos Aires rechazan por regla casi general a las mecanógra­fas de nuestra raza. Encargué a mi hijo que me averiguase con ingleses y alemanes por qué hacían esto, a lo cual todos contestaron lo mismo: las sajonas y las que aquí nacen y se educan como en los pueblos de su origen, son máquinas que copian, escriben al dictado y cumplen su cometido sin enterarse de los negocios de la casa: no ponen juicio en lo que oyen; Copian: no se dan cuenta de nuestra situación comercial ni de nuestros secretos y las argentinas hijas de españoles, de italianos o de franceses, educadas en las escuelas públicas, se enteran de todo pueden hablar de todo y podría darse el caso de que lo contasen todo...”1
A través de sus años viviendo en la Isla, Eva Canel continuó con sus escritos sobre la mujer trabajadora y sus derechos. Pide que no sean discriminadas realizando  trabajos inferiores a los destinados a los hombres, Eva reconoce que las mujeres modernas son capaces de hacer los mismos trabajos e incluso con mejor calidad, y describe como en la mayoría de los casos se les paga mucho menos que a sus contrapartes masculinas 2, ya bien sea por temor a una mayor independencia o por el simple hecho de ser mujer. Lo manifiesta en sus anotaciones: “He formado juicio en muchos países, en donde la mujer llena oficinas y tiendas: hasta las he visto conductoras de tranvías, y no en Estados Unidos durante la guerra, sino en Chile donde hay mujeres telegrafistas desde hace medio siglo, quizás. Repito que he formado mi juicio, sobre esta modalidad social y creo firmemente, que la independencia económica de la mujer, no saldrá de las leyes sino de su capacidad para lo que sea; de la educación moral y de que no se la deprima ca­rgándole menos que al hombre, cuando el hombre, muchas veces, es inferior a ella en un mismo trabajo. Legislen, pero háganlo después de estudiar los problemas y no de oído, como los aficionados a tocar cuplés y danzoncitos, sin conocer las notas.” 3
Escribe Eva Canel sobre las actitudes que asumen los hombres en relación con las mujeres en los centros de trabajo:“… ¿Puede haber mayor dominio del hombre sobre la mujer, que el de jefe de oficina que puede dejarla cesante; y el de patrón de fábrica que puede menospreciarle el trabajo; y el de amo de tienda que tiene mil medios para declararla inservible? El hombre no me convencerá de su buen deseo respecto de la mujer mientras no se sacrifique por la compañera como la compañera debe sacrificarse por los hijos y por él mismo: mientras no evite su perversión que él procura; entre tanto no aplaque las ansias femeninas en calma, con el espectáculo de las suyas calmadas. Entonces no voy a cantar un himno a que la mujer alterne con el hombre en oficinas y talleres: entiéndase que no quiero que huelgue; quiero sí que trabaje…” 4
Además escribe sobre el feminismo y los efectos que está teniendo en la independencia de la mujer:“…la mujer tiene derecho a participar con el hombre. No sólo en los negocios públicos, sino en otras actividades, que hoy son patrimonio exclusivo del sexo masculino…"5
Eva Canel escribió muchos artículos referentes al derecho al voto femenino, influenciada grandemente por la primera oleada del feminismo mundial. Cabe resaltar que aunque no fue la primera mujer en hacer alusión al mismo, si podemos añadir que estaba muy adelantada, sino a su época, al menos si lo estaba con respecto a su contexto, ya que Eva Canel se debatió gran parte de su vida entre Cuba y España, ambos países en los cuales el sufragio femenino no se alcanzaría hasta aproximadamente 20 años después. 6 El mismo ya era parte indisoluble de las constituciones de un gran número de países desarrollados. El sufragismo aparece como una forma de unidad entre las mujeres de diversas clases sociales, con el objetivo común de reclamar el derecho a la participación política, en los cuales se encontraba como requisito el voto. Logrando así reformar legislaciones y costumbres y, en consecuencia, las sociedades. Una evolución diferente presentaron los países del este procedentes de los imperios centrales: austro-húngaro y alemán, turco y ruso. El desmoronamiento de los primeros tras la primera guerra mundial (Alemania, Austria, Checoslovaquia, Polonia) trajo reformas muy progresistas, como el sufragismo. En Rusia el voto femenino solo fue posible después de la revolución bolchevique, que cambió los fundamentos del orden tradicional 7. Con todas estas razones que estaban aconteciendo en un gran número de países, consideraba la escritora que era de suma importancia para transformar la sociedad cubana y los derechos de las mujeres en la misma al escribir:
“El voto femenino, al cual toda la vida fui contraria 8, y ya lo acepto como necesidad que ahora mismo he­mos tocado; el voto femenino, no vino por medio de suspiros y lágrimas; no necesito demostrarlo; vino como se irá, por el abuso de los desorganizadores de la sociedad: cuando al cabo de un tiempo, que no será muy largo, entren las mujeres votantes y elegibles, a saco en esa misma desorganización, arrastradas por ellos que seguirán mandando en su organismo dúctil y poco consistente para ser tesoneras, no faltará un segundo Napoleón I que empuñe la batuta para tocar a todos "la polka del Spianto," como dice el pueblo argentino en italiano bárbaro, arrasando con los desaguisados y bellaquerías con que los desgobiernen... a ustedes, porque yo no he de verlo.”9 Cabe destacar que Eva Canel aboga por el derecho al voto aproximadamente una década antes de que el mismo se aceptara oficialmente en España en el año 1931.
Constituyen objeto de sus análisis los efectos negativos de este nuevo feminismo, y que cómo algunas mujeres lo toman demasiado apresurado y se olvidan de sus deberes como féminas y madres:“…Los niños de hoy no se mueren porque vayan las mujeres al matrimonio con los ojos vendados sino porque los llevan muy abiertos y no quieren tener hijos, y si por casualidad los tienen no quieren amamantarlos y si les dan el pecho una o dos veces al día y no más, ya que la crianza envejece, el resto del día y la noche se les da leche que preparan las criadas sin cuidado, ni ciencia, ni limpieza, y así los pobrecitos padecen esas crueles infecciones intestinales que los llevan al sepulcro sequitos después de un proceso largo y penoso; por eso se mueren muchos niños, no porque no se enseñe Puericultura en las escuela, sino porque los niños ya no se reciben como bendición del cielo, sino como animalitos que estorban más que el perrito de moda, pues al perrito se le deja acostado y se le perdonan los desaguisados personales culpando de ellos a la criada si viene al caso, pero no es obstáculo para ir al baile y al cine y al teatro como a veces le son las criaturitas humanas…” 10
En su artículo titulado “Lo prometido es deuda. El club feminista” Eva Canel plantea que los hombres han crecido en las formas erróneas de tratar a las mujeres. Hace alusión además a la igualdad de los sexos en cuanto a la capacitación profesional para que la mujer realice las mismas actividades que el hombre, y deja bien en claro que a pesar de esta igualdad siguen siendo mujeres y como tales cumplen un objetivo, el de ser madres. Se puede apreciar en fragmentos del artículo: 
“He modificado un poco mi opinión respecto de algunos particulares que no  admitía entonces: los aconteci­mientos, las leyes innovadoras que tienden a destruir la familia y a ani­quilar nuestras honorables tradiciones;  el desconcepto en que han caído los legisladores, cobardes para de­jarse dominar por gárrulas amorales, y en cuyos corazones falta el brío de la conciencia, por haberla apagado las concupiscencias; todas estas cosas y otras que han rebajado en el hombre las altas condiciones que la naturaleza le ha impuesto, como guía y amparo de la mujer, han hecho que mis convicciones miren por oscuro prisma nuestros  derechos polí­ticos, después que la mujer individualmente reciba una educación moral que la capacite para  sentir mejor que el hombre; y digo para sentir porque sintiendo bien  se  piensa bien y se practica mejor. “…que la mujer sea mujer; que se eduque para madre, para esposa, para  compañera.” 11

1 No hay tales carneros. Diario de la Marina. Sección de la tarde. Pág. 1. Año 1920

2 Esta particularidad no va darse solamente en Cuba, también en los Estados Unidos y países de Europa. En los Estados Unidos en la década de 1920 del pasado siglo por la Enmienda XIX de la Constitución de los Estados Unidos, en la misma se expone que: "El derecho de los ciudadanos de Estados Unidos al voto no será negado ni limitado por los Estados Unidos o por cualquier estado por razón del sexo". Por esta enmienda es que la mujer adquiere derecho al voto y no va a ser hasta la década de 1960, que la situación del empleo femenino y el pago salarial van a alcanzar no los niveles deseados, pero si ciertos estándares paralelos a los masculinos; tras largas luchas de las féminas norteamericanas. Sitio web: http://www.monografias.com/trabajos20/movimiento-feminista/movimiento-feminista.shtml#ixzz2puo42Yqp

3 ¿Hay derecho, doctor Montoro? Diario de la Marina. Sección de la tarde. Pág. 1. Año 1918

4 No hay tales carneros. Diario de la Marina. Sección de la tarde. Pág. 8. Año 1921

5 Modernismo y Feminismo, Exageraciones y prejuicios. Diario de la Marina. Sección de la tarde. Pág. 8. Año 1920

6 En los países occidentales cabría diferenciar entre los protestantes (Inglaterra, Holanda...): más modernos y evolucionados, y más prósperos económicamente, y los católicos (Italia, España, Portugal...): atrasados, tradicionales y conservadores (...) En los países protestantes hubo un movimiento sufragista fuerte, y sólo gracias a su lucha se consiguieron las reformas y el voto. En los católicos apenas se dio el movimiento sufragista y sólo tras mucha batalla femenina y muy tarde, caso de Italia, o por el reformismo de sus gobernantes, caso de España, se obtuvieron estas conquistas" .Franco Rubio, Gloria Ángeles "Siglo XX" Historia Universal Madrid, 1983 Historia 16.

7 Ver anexo 7.

8 Según Eva Canel el sufragio universal es la causa de las confusiones sociales, de los males que aquejan a la sociedad y estorban la vida y el bienestar de los ciudadanos. Y conste que estos males sociales que denuncia Eva Canel “…tie­nen su origen en la revolución de septiembre, pues a partir de aquella revolución de 1868 se puso en práctica el sufragio universal” .Eva Canel, «Cosmorama», Kosmos n° 73 del 1/5/1907.

9 ¿Y la Estética? ¿No es nada? Diario de la Marina. Sección de la tarde. Pág. 6. Año 1918.

10 Modernismo y Feminismo. Exageraciones y prejuicios. Diario de la Marina. Sección de la tarde. Pág. 8. Año 1920.

11 Lo prometido es deuda. El club feminista.