HACIA UNA GESTIÓN PÚBLICA PARA UN DESARROLLO SUSTENTABLE

HACIA UNA GESTIÓN PÚBLICA PARA UN DESARROLLO SUSTENTABLE

Eduardo Jorge Arnoletto (CV)

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CAPITULO 4:
LA CRISIS DE LOS PARADIGMAS TRADICIONALES Y LOS NUEVOS PARADIGMAS DE DESARROLLO Y GESTION PUBLICA

Frente a todos los factores mencionados en el capítulo anterior es obvio que el paradigma tradicional del desarrollo económico sobre bases puramente economicistas, de libre competencia, “mano invisible” del mercado y uso irrestricto de los recursos naturales considerados gratuitos, infinitos y de libre acceso, no solo no es funcional ni conveniente para una buena calidad de vida humana, sino que es incluso causa directa o indirecta de muchos de los problemas señalados, y sobre todo de su agravamiento en tiempos recientes.

Otro tanto cabe decir de los modelos tradicionales de la gestión pública, como el modelo weberiano, que con su rigidez formal y su legalismo rutinario se muestra incapaz de enfrentar con éxito los problemas que día a día nos acosan con mayor intensidad.

No es extraño, pues, que ambos paradigmas tradicionales hayan entrado en crisis y se busquen nuevos planteos que apunten a resolver las situaciones mencionadas y lograr alcanzar un camino de desarrollo sustentable hacia un futuro más satisfactorio.

Ya existen sólidos fundamentos internacionales para darle vigencia efectiva al desarrollo sustentable y algunos intentos normativos bien orientados en el ámbito de los Estados. Entre los primeros cabe citar:

  • La Conferencia de Estocolmo: La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Entorno Humano, celebrada en Estocolmo en 1972, adquirió relevancia al reflejar la creciente angustia del público en las sociedades del Norte en relación con los impactos negativos ocasionados por la industrialización. En términos muy claros, la Conferencia de Estocolmo fue impulsada por ciudadanos de países industrializados que manifestaron su creciente preocupación por los impactos acumulativos de la contaminación estacionaria y móvil. Los pronósticos sobre un planeta vuelto inhabitable como consecuencia de la expansión industrial estuvieron conformados por profecías neomaltusianas referentes a la explosión demográfica en el mundo en desarrollo.
  • La Conferencia de Río: Del 3 al14 de junio de 1992 se celebró en Río de [aneiro, Brasil, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como "Cumbre de la Tierra", la cual reunió a más de cien jefes de Estado y a voceros de más de 170 países con el objetivo de plantear los problemas más graves del deterioro ambiental del planeta y buscar soluciones para preservar la vida en el mismo. En la Conferencia, las naciones industrializadas y los países en vías de desarrollo tendieron a reprocharse mutuamente el no responsabilizarse ni de la creciente y agravante generación de los problemas ambientales, ni de asumir los costos para su solución. Muchas delegaciones de la reunión criticaron a Estados Unidos por lo que llamaron su abdicación de liderazgo en la solución a los problemas ambientales, lo cual no sería más que reflejo de un conflicto latente mucho más amplio, constituido por las diferentes perspectivas de un Occidente desarrollado que prefirió poner el énfasis en los problemas globales del deterioro ambiental, frente a la preocupación fundamental de los países en desarrollo sobre cómo cuidar el medio ambiente sin descuidar las urgentes necesidades del crecimiento y el desarrollo económico."
  • La Cumbre de Johannesburgo: Diez años después de Río, y conforme al mandato de la Resolución 55/199 de la Asamblea General de Naciones Unidas, los líderes del mundo se reúnen nuevamente en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sustentable (CMDS) en Johannesburgo, Sudáfrica del 26 de agosto al 4 de septiembre del 2002, para evaluar el cumplimiento de la Agenda 21, los avances hacia la sustentabilidad alcanzados por los países participantes, sobre problemas prioritarios: agua, energía, agricultura, salud y biodiversidad, entrelazados con la defensa del medio, y las tareas que aún están pendientes.

Con posterioridad se han firmado muchos compromisos internacionales sobre estos temas:

  • La Convención marco sobre el cambio climatico-
  • El Convenio de Basilea sobre Movimiento Transfronterizo de Residuos Peligrosos.
  • El Convenio sobre la Diversidad Biológica.
  • El Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Reducen la Capa de Ozono.
  • La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).
  • La Normatividad Ambiental y la Autorregulación, según los Acuerdos ISO 9000 e ISO 14000.
  • La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), en particular, a los contenidos en la Agenda 21.

Convenciones, acuerdos y normas abundan: el problema es que se cumplan en la práctica.

El Protocolo de Montreal, por ejemplo, es un convenio, que en la actualidad es seguido por 157 países. Fue firmado en Montreal, Canadá en 1987, y tiene por objeto detener el deterioro de la capa de ozono estratosférico. El protocolo de Montreal estableció que para 1998 se reduciría a 50 por ciento la producción de (cloro-fluoro-carbonos) CFC, hasta su eliminación total en la primera década de este siglo, pero debido a que las tendencias no se veían disminuir, se enmendó el protocolo en 1992en Copenhague, con lo cual los países desarrollados se comprometieron a eliminar la producción yel uso de los CFC en 1996,añadiendo a la lista de sustancias controladas los HCFC halones y el bromuro de metilo. Los países en desarrollo tienen responsabilidades similares pero con un periodo de gracia de 10 años. También se establecen diferentes plazos para las demás sustancias, de tal manera que no se afecten las economías ni el desarrollo de los países implicados.

En varios países ha habido avances legislativos internos en materia ambiental, en consonancia con los tratados internacionales, como reconocer el derecho de los ciudadanos a vivir en un ambiente sano, adecuado para su desarrollo y bienestar, la obligación del Estado de promover un desarrollo integral y sustentable, etc. También se han hecho reformas y ampliaciones de alcance en leyes sobre equilibrio ecológico, desarrollo forestal, pesca, aguas nacionales, variedades vegetales, etc. En el trazado de Planes Nacionales de Desarrollo en general se reconoce el principio de la sustentabilidad, identificando los recursos clave y promoviendo la participación ciudadana en la toma de decisiones. Lo que falta es una mayor efectividad de esos principios.