VIVIENDA, RIESGO Y VULNERABILIDAD SOCIAL EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO PÁNUCO

VIVIENDA, RIESGO Y VULNERABILIDAD SOCIAL EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO PÁNUCO

José Luis de la Cruz Rock
Alfonso Tello Iturbe
María Eugenia Rosas Rodríguez
(CV)
Universidad Autónoma de Tamaulipas

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Empleo e ingresos: informalidad

Se les denomina informales a todas aquellas personas no incorporadas al aparato productivo de la economía formal, los que no están adscritos a ninguna organización pública ni privada y que por tanto carecen de todo tipo de prestaciones al no estar legalmente contratados o asalariados. El sector informal debe de entenderse en un sentido amplio, no solamente orientado a la obtención de ingresos, ya que su estilo de vida es informal porque no tienen recibos de nómina, ni prestaciones, carecen de registro a organismos de seguridad social como IMSS, ISSSTE e INFONAVIT y no pagan impuestos. Tampoco disponen de otros recibos de servicios públicos y recurren a servicios informales de salud, prestamistas y usureros.

En este sentido conforman una subcultura con sus propias reglas de funcionamiento. En relación a las actividades informales, es ahí en donde los migrantes se refugian como prestadores de servicios, vendedores ambulantes, fabricantes de alimentos, cargadores, mano de obra sin calificación y mal pagada. Poco se habla de las condiciones de vida, trabajo e ingresos de la mayoría de los informales; sus jornadas son largas y se exponen a extorsiones, contaminación, carencia o escasas prestaciones como la salud, vivienda, entre otros. Estas personas carecen de títulos de propiedad, no reciben estados de cuentas bancarios, recibos de gas, luz, teléfono, los bancos para ellos son los prestamistas usureros,  la atención a la salud es a través de parteras, curanderos y hueseros. Los ingresos son extremadamente bajos y no alcanzan para satisfacer las necesidades familiares, por lo que todos los miembros que la conforman tienen que contribuir económicamente.

La estructura de la economía se hace evidente al observar que el Sector Servicios representa el 68.4%, en comparación con el 28.3% que tiene el industrial y solamente el 3.3% le corresponde al agropecuario, dándose una tendencia hacia la tercerización de la economía a nivel regional, donde se ubica el sector informal. Según el INEGI, 6 de cada 10 empleados son informales.

La zona de estudio como centro de prestación de ser- vicios, de desarrollo comercial, industrial y turístico, ha generado una atracción regional que ocasiona una demanda de empleo inferior a la oferta real existente.

El sur de Tamaulipas manifiesta una diversificación productiva importante, el esquema de producción industrial es altamente tecnificado y no genera una oferta laboral que corresponda al perfil de la población regional. Este tipo de empresas demanda un nivel elevado de competencias, por tanto el empleo que generan para la población local, se limita a la etapa de construcción: mano de obra poco calificada como peones, albañiles, cargadores.

El municipio de Altamira cuenta con 44,284 habitantes que integran la población económicamente  activa. De ellos el 54.6% se ubicaba en el sector servicios, el 34.7% en la industria y el 10.7% en el sector agropecuario. En Cd. Madero, de 68,567 habitantes que estaban ocupados, el 68.8% laboraba en el sector servicios, el 30.4% en la industria y solamente el 0.8% en el sector agropecuario. En el caso de Tampico de un total de 116,926, el sector servicios absorbió al 73.4%, el industrial al 24.6% y el agropecuario al 2.0%.

Cabe mencionar que en promedio el 60% de la población ocupada en la zona percibe ingresos inferiores a 3 salarios mínimos, el 14% de 3 a 5 salarios mínimos y la población restante recibe ingresos superiores a los 5 salarios mínimos.