NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

Salvador Luna Vargas (CV)

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CAPÍTULO V

Turismo

El turismo en la era moderna

Desde épocas muy remotas el humano realizaba viajes con fines científicos y de reconocimiento de nuevos territorios, pero realmente no se le consideraba turismo, debido a que no eran viajes con fines de ocio, por negocios u otros. No fue sino hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando realmente se comenzaron a realizar viajes con fines de ocio. “El origen de los cambios sociales que se produjeron en ciertas sociedades de Europa occidental en el siglo XIX, se debieron fundamentalmente a dos procesos históricos: la Revolución Industrial y la Revolución Francesa. Por ende, puede decirse que el turismo es hijo de esta doble revolución burguesa” (Beltrami, 2010:24).
Como se mencionó antes, no es hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando se empieza a desarrollar la actividad turística como un fenómeno social, esto se derivó de los cambios sociales que acontecieron a finales del siglo XVIII y principios del XX. Esos procesos fueron la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, siendo la segunda, la más importante para el desarrollo del turismo. La Revolución Industrial se refiere al desarrollo tecnológico, socio-económico y cultural que ocurrió entre 1760 y 1840, el término –según varios historiadores- fue acuñado por el historiador Arnold Toynbee.
Los cambios tecnológicos fueron el uso de nuevos materiales como el hierro y el acero, nuevas fuentes de energía, como el carbón y nuevas fuerzas motrices como la máquina de vapor, y más adelante se inventarían nuevas máquinas para hilar (spinning Jenny) o para tejer (telar mecánico), que permitieron un gran incremento en la producción con mínimo gasto de la energía humana, además surgió una nueva forma de organización del trabajo (factory system) que forma la división del trabajo y una mayor especialización de la mano de obra. Otro rasgo importante fue el mejoramiento de los transportes como son los trenes y barcos de vapor (factor importante para el desarrollo del turismo). Entre los cambios sociales y culturales destacan el crecimiento de la población urbana, el desarrollo de la clase obrera, así como el movimiento obrero.
Existieron factores que determinaron que la Revolución Industrial naciera en la Gran Bretaña, uno de esos es el factor político, ya que el Reino Unido estaba establecido en el régimen de monarquía liberal, manteniendo libre al Reino Unido de las revoluciones que aquejaban a otros países, mientras que en otros países de Europa se refuerza la monarquía absoluta. Otro rasgo político es de la existencia de una moneda estable y un sistema bancario organizado, el Banco de Inglaterra ya había sido creado en 1694, situación que no ocurriría en otros países hasta finales del siglo XVIII.
En los factores sociales y económicos, residen en la abundancia de capitales de los intercambios comerciales de otros continentes con Europa, con productos como lo eran el té, el tabaco y el tráfico de esclavos, lo que había permitido la creación de enormes fortunas a comerciantes y banqueros. También se debió a la mayor libertad económica con respecto a otros países que frenaban cualquier innovación en las actividades industriales. Parte de esa corriente fue influida por el escocés Adam Smith, autor de “La Riqueza de las Naciones”, quien defendía la libertad económica, de esta manera para Smith esta sería la mejor forma de emplear el capital para generar riquezas, reduciendo lo más posible la intervención de los gobiernos. Es así como nace la metáfora de “La Mano Invisible”, en la cual expresa la capacidad autorreguladora del libre mercado. Además que en la Gran Bretaña la aristocracia permitía y premiaba las innovaciones y la creación de riqueza.
Otro factor fue el geográfico, ya que la Gran Bretaña contaba con abundante hierro y carbón. El hierro se hallaba en los Montes Peninos y el carbón abundaba en Inglaterra, Gales y Escocia. El agua era un constante suministro de energía hidráulica previo a la difusión de la máquina de vapor, ya que era una nación con clima lluvioso, que superaba los 1,000 mm anuales.
Sin duda uno de los mayores avances tecnológicos en la Revolución Industrial fue el de los transportes, situación que ayuda a reducir los costes en todos los sectores y permite la creación de mercados más amplios. A esto se le sumaron las mejoras en la construcción de carreteras y muchos canales (a finales del siglo XIX Gran Bretaña contaría con más de 3000 km de aguas navegables, 1000 de ellos construidos por el hombre), pensados en el transporte de mercancías pesadas, como lo era el carbón, que vino a sustituir a la madera debido a su creciente escasez.
La turismóloga Margarita Barreto (2008) hace la diferenciación entre el concepto de viaje y turismo, dividiendo los hechos históricos a manera cronológica, haciendo énfasis en donde se dio el cambio de un viaje hasta realizarse de una verdadera manera en actividad turística:

  1. Proto-historia del turismo
  2. Viajes obligatorios (siglos II-X d.c.)
  3. Antecedentes del turismo moderno (siglos XVI-XVIII)
  4. Turismo moderno (siglo XIX)
  5. Turismo contemporáneo (siglo XX) (Barreto, 2008:44-51).

Mientras que Khatchikian afirma que el verdadero fenómeno turístico y de recreación se genera a partir del fin de la segunda guerra mundial, teniendo ciertos antecedentes de viajes en periodos anteriores al momento de transición, así ordena cronológicamente esos periodos turísticos:

  1. La era preindustrial (antigüedad a fines sel s. XVIII)
  2. La era moderna (siglo XIX; aprox 1815-1914)
  3. Momento de transición (periodo entre guerras)
  4. El turismo masivo (desde la segunda guerra mundial hasta nuestros días)

Khatchikian define como era preindustral a la época anterior a la Revolución industrial, mientras que Beltrami define a este periodo como era pre turística.
El momento de trancisión como lo define Khatchikian es la era en la cual se redujo considerablemente el flujo de la actividad turística por motivos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, para que así después de la Segunda Guerra Mundial, retomara el rumbo, este fue el momento en que se consolida la hegemonía de las naciones industrializadas durante el keynesianismo, asignando en los países pobres la actividad turística, para articular el desarrollo de las sociedades ricas, convirtiendo a los países pobres en los primeros oferentes y a los países ricos en demandantes, además –dice Monterroso- fue el medio para calmar las inquietudes de los trabajadores por el sistema socialista, atendiendo sus necesidades recreativas a través de lo que se le llamó turismo social, que más tarde los organismos internacionales dentro del neoliberalismo  lo considerarían como catalizador idóneo para la expansión del capital, siendo una de sus primeras recomendaciones fue que desapareciera el concepto keynesiano de turismo social. Además recomendaron la ampliación de flujos financieros, mercancías y personas a partir del incremento del turismo receptivo, ante esta recomendación “los conductores de las secretarías o ministerios de turismo decidieron beneficiar a los grandes empresarios con las inversiones públicas y los incentivos a la inversión privada” (Monterroso, 2011:286). En la actualidad la mayoría de los países latinoamericanos han incrementado los servicios para atender la demanda turística internacional, principalmente los Estados Unidos. Cabe mencionar que la mayor parte de los beneficios dados por las secretarías y ministerios al turismo en sus países, está destinado al turismo masivo o turismo de sol y playa, ya que el flujo económico es mayor, como el que recomendaron los países ricos para poder invertir en el turismo en los países pobres.
Esto quiere decir que al finalizar la segunda guerra mundial se comenzó a insertar la cultura y el modo de producción capitalista en los países subdesarrollados o no industrialiazados con dos grandes modelos teóricos: el keynesianismo o del Estado benefactor o liberal y el neoliberal o de economía de libre mercado, con una orientación hacia el desarrollo, teniendo siempre como medio a los llamados organismos internacionales. Este fue un paso decisivo para la implementación del turismo masivo en muchos países del mundo. Con la aplicación del modelo keynesiano después de la segunda guerra mundial y el modelo neoliberal en los países de América Latina en 1982 1 se ha buscado la creación de un sistema global, impulsado principalmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización Mundial del Turismo (OMT), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El neoliberalismo es un proceso de autonomización del desarrollo capitalista. Operadores financieros, industriales y políticos construyen procesos y estructuras para eliminar los controles nacionales, apropiarse de los recursos naturales y culturales e imponer su dominio. En lo que lleva de aplicación pueden distinguirse dos periodos que, a su vez, permiten identificar dos modalidades de desarrollo: la del capitalismo salvaje 2 que corresponde a los años ochenta del siglo pasado; y la del capitalismo de rostro humano, que inició en la década de los noventa y aún perdura (Monterroso, 2011:278).
El capitalismo de rostro humano o liberalismo social surgió a principios de la década de los años noventa del siglo pasado, cuando comenzaron a notarse los excesos del mercado generados por el capitalismo salvaje. Surgió enarbolando temas tales como equidad social, étnica y de género, sustentabilidad ambiental, desarrollo humano (Monterroso, 2011:282).
Las formas de distribución del capitalismo en los países que siguen su desarrollo con el modelo neoliberal han repercutido  en los ámbitos económicos, culturales y ecológicos de esos países. Esos cambios trajeron consigo la una distribución del ingreso desigual, proliferación de las actividades del sector informal y se afecto a los estratos sociales con mayor número de población, como lo son: los trabajadores industriales, las capas medias, el campesinado y los sectores no competitivos de la clase capitalista.
En el neoliberalismo, los organismos internacionales le atribuyen una gran importancia al turismo internacional como factor de crecimiento económico. En los países subdesarrollados estos organismos intervienen fuertemente en la concepción y determinación de los servicios, considerando al turismo como el catalizador idóneo para la expansión del capital.

La nueva gerencia pública ha consolidado la conducción privada de los servicios destinados a la atención del turismo receptivo y elevado la competividad de las actividades turísticas en los mercados internacionales (Monterroso, 2011:286-287). Esta conducción hacia el incremento de la actividad turística ha sido concebida en su mayoría por los organismos internacionales, los cuales atribuyen al turismo internacional como factor de crecimiento económico. Un ejemplo de esas organizaciones internacionales es la Organización Mundial del Turismo, detallada más a fondo en el siguiente capítulo.

1 En sentido estricto, este modelo comenzó a aplicarse en la región latinoamericana a partir de 1973 a raíz del cruento golpe de Estado por medio del cual se derrocó al presidente Salvador Allende en Chile. Pero su generalización no comenzó sino hasta 1982, cuando los países miembros del Grupo de los Siete la acordaron en la reunión que sus representantes realizaron en Washington (Casilda, 2004:19-38, cit. en: Monterroso, 2011:278).

2 En los países desarrollados se comenzó a pensar en el capitalismo salvajea finales de la década de los sesenta del siglo pasado.