De acuerdo a la Ley General de Desarrollo Social, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) contempla en la medición de la pobreza ocho dimensiones: ingresos, rezago educativo, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios en la vivienda, acceso a la alimentación y grado de cohesión social (SEDESOL, 2011).
La localidad “El Aguacate” está constituida por 207 viviendas, las cuales cuentan con algunos de los servicios básicos, pero aún son insuficientes y precarios; no obstante algunos hogares cuentan con alguno de ellos, como lo es el caso de la energía eléctrica, siendo este servicio uno de los de mayor disponibilidad durante todo el año en la localidad, ya que de las 207 casas, sólo 13 no cuentan con éste. El servicio de electricidad es pagado a través de un comité que se encarga de recolectar el monto de cada hogar para hacer los pagos en la cabecera municipal.
El agua de la red pública (extraída y entubada de un nacimiento desde la localidad de Tampemoche) es el servicio de mayor alcance en las viviendas de El Aguacate, debido a que todos los hogares cuentan con él. Pero es importante aclarar que en época de estiaje el líquido deja de fluir por las tuberías, debido a que la localidad se encuentra en un área alejada de ríos y lagunas, y por estar situada en una zona elevada, además de ser un lugar de clima cálido húmedo (Temperatura media anual mayor de 22° con lluvias todo el año, con una precipitación del mes más seco superior a los 60 mm y porcentaje de lluvia invernal menor de 18). A pesar de las abundantes precipitaciones en la mayor parte del año, los mantos acuíferos son sobreexplotados por los pobladores de la localidad en las épocas más cálidas del año, no permitiendo la recarga de agua de los mantos acuíferos, ocasionando la poca disponibilidad de agua, principalmente en los meses de mayo y junio, obligando a los pobladores a conseguir el agua de suministros naturales, echando mano de los escurrimientos de agua de cuevas cercanas a la localidad, como es el caso de la cavidad subterránea conocida por los habitantes de la zona como: “Sótano del Naranjo”; lugar al que van los habitantes para extraer y acarrear el agua, teniendo que caminar cerca de 5 km de ida y vuelta, además del descenso a la cueva de aproximadamente 200 metros, cargando un bidón con capacidad para 50 litros, sostenido de un mecapal1 en la cabeza de hombres y mujeres, con linterna en mano, ya que la cueva es afótica y resbalosa debido a los escurrimientos de agua en toda la cueva, haciendo muy peligroso el descenso, sumado a que el calzado utilizado generalmente es el huarache con suela derrapante. Estos factores de riesgo hacen de la cueva un lugar de alta siniestralidad.
Uno de los servicios básicos de los que carece la localidad, es el servicio de drenaje, es decir, que no dispone de tuberías para la eliminación de aguas negras y jabonosas (grises y jabonosas), por tal motivo, las excretas son desechadas en letrinas sanitarias que están compuestas de una losa colocada sobre un hueco o pozo con una profundidad de 2 metros o más. La losa cuenta con un orificio o asiento para que las excretas caigan en el pozo. Los líquidos se infiltran en el suelo y la materia orgánica se descompone, generando gases que flotan hacia la atmósfera, mientras que los residuos se descomponen (mineralizan) y se compactan. Estas letrinas son construidas por los jefes de familia de cada hogar.
El cuarto servicio básico es el combustible, utilizado para preparar o calentar los alimentos en los hogares; entre los tipos de combustible se encuentran: el gas natural o de tubería, gas de tanque, electricidad, leña o carbón con chimenea. La localidad no cuenta con ninguno de estos servicios, ya que a pesar de que los locatarios usan la leña como combustible para preparar o calentar sus alimentos, no cuentan con chimenea, lo cual ocasiona un gran riesgo de neumopatías asociadas a la inhalación de humo de leña. Por tal motivo la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) no define como servicio básico a la leña o carbón sin chimenea.
Uno de los programas que atiende rezagos en cuanto a servicios, es el Programa para el Desarrollo de Zonas Prioritarias (PDZP), que atiende integralmente los rezagos vinculados con la infraestructura básica comunitaria y la carencia de servicios básicos en las viviendas, ubicadas en los municipios de muy alta y alta marginación y de otras localidades, territorios o regiones que presentan iguales condiciones de rezago. Además, apoya a las familias que ahí viven con fogones altos, estufas rústicas o similares.
La localidad cuenta con pequeñas escuelas, abarcando desde la educación inicial (prescolar), educación básica (primaria), educación media (telesecundaria) y educación media superior (preparatoria). Las escuelas existentes en la localidad son: prescolar, escuela inicial, primaria, telesecundaria y preparatoria vespertina (uso del mismo inmueble de la telesecundaria).
Las escuelas de la localidad son monolingües, es decir, que los profesores imparten las clases en español, ya que no son hablantes de lengua indígena y provienen principalmente de la cabecera municipal.
Las edades promedio de estudio oscilan entre los 6 y los 15 años. Actualmente los jóvenes teenek concluyen sus estudios de secundaria, pero al finalizarlos se hallan en el dilema de seguir estudiando la preparatoria o conseguir un trabajo para contribuir a la economía familiar.
“Muchos de los jóvenes de aquí terminan la prepa, pero muchos terminando se van a trabajar a las ciudades grandes como Monterrey y después de un año o dos regresan” (Santos Arcadio Martínez, Auxiliar de Salud, El Aguacate, 20132 ).
Las condiciones de pobreza obligan a los adolescentes a buscar trabajo en las ciudades grandes, empleándose principalmente en las ramas de la actividad económica de la construcción, industria manufacturera y reparación.
Los habitantes de la localidad cuentan con un centro de salud, al cual se traslada la Unidad Médica Móvil desde la cabecera municipal para brindar atención médica dos o tres veces al mes, ya que además de acudir a El Aguacate tienen que trasladarse a las demás localidades aledañas a la localidad el resto del mes. A pesar de eso la población está conforme con las visitas de la Unidad Móvil y con el servicio brindado, aunque manifiestan que no siempre cuentan con los medicamentos recetados, debido a que la Secretaría de Salud no siempre abastece de medicamentos a las unidades móviles, teniendo que comprarlos por cuenta propia para seguir el tratamiento.
La principal prioridad de la Secretaría de Salud son las embarazadas y los niños, por ese motivo se les da antelación en las consultas dadas por el médico, que cuenta con una enfermera y un promotor, además de dos auxiliares de salud de la localidad (elegidos por un comité de la localidad) y anteriormente laboraban también un dentista y un auxiliar de salud. Cabe destacar que El Aguacate es una de las localidades indígenas del municipio con mayor densidad poblacional, y de las de mayor índice de embarazos. Es importante mencionar que aún hay mujeres que atienden su parto con los parteros de la localidad, estos hacen diferencia en el cobro por atención a parto; por los varones recién nacidos cobran $500.00 y por niña cobran $300.00, haciendo aún diferencia entre un género y otro.
A continuación se enlistan algunos datos relacionados a la salud dentro de la localidad El Aguacate:
Tabla XXXIII. Población derechohabiente de la localidad
Unidad de Salud |
|
Concepto |
Cantidad |
Población Derechohabiente |
1090 |
Familias de Responsabilidad |
220 |
Familias de Oportunidades |
207 |
Familias Afiliadas al Seguro Popular |
212 |
Familias Afiliadas al Seguro Popular Unifamiliares |
7 |
Fuente: Secretaría de Salud, Servicios de Salud de San Luis Potosí, E.S.I. 4 La Reforma, Aquismón. Primer Nivel de Atención. Periodo 2011 |
El total de la población de El Aguacate es derechohabiente, ya que las familias están afiliadas al Seguro Popular, siendo 212 las familias beneficiarias del servicio de salud y 7 las unifamiliares (hogares que se han quedado en responsabilidad de una sola persona debido a diversos factores como fallecimiento o emigraciones). 207 de las 212 familias cuentan con el programa Oportunidades, mostrando así que existe buena cobertura en cuanto a servicios de salud y programas en mitigación de la pobreza.
Tabla XXXIV. Distribución de cartillas de salud en la localidad.
Cartillas Nacionales de Salud |
Cantidad |
|
Cartilla Nacional de Vacunación |
Población de 0-19 años |
641 |
Con cartillas avance previo |
560 |
|
Sin cartillas |
25 |
|
Avance cuatrimestral |
56 |
|
Cartilla Nacional de la Mujer |
Población mujeres de 20-59 años |
188 |
Con cartilla avance previo |
153 |
|
Sin cartillas |
16 |
|
Avance cuatrimestral |
19 |
|
Cartilla Nacional del Hombre |
Población hombres de 20-59 años |
189 |
Con cartilla avance previo |
101 |
|
Sin cartillas |
81 |
|
Avance cuatrimestral |
7 |
|
Cartilla Nacional del Adulto Mayor |
Población hombres y mujeres de 60 años y más |
72 |
Con cartilla avance previo |
54 |
|
Sin cartillas |
7 |
|
Avance cuatrimestral |
11 |
|
Fuente: Secretaría de Salud, Servicios de Salud de San Luis Potosí, E.S.I. 4 La Reforma, Aquismón. Primer Nivel de Atención. Periodo 2011 |
En cuanto a las cartillas de salud, la mayor parte de la población cuenta con su cartilla y cuatrimestralmente se aumenta la cobertura en la población que aún no cuenta con su cartilla de salud.
Tabla XXXV. Control nutricional en menores de 5 años.
Control Nutricional en Menores de 5 años |
Cantidad |
Total de menores de 5 años con algún grado de desnutrición |
55 |
Total de niños con desnutrición leve |
43 |
Total de niños con desnutrición moderada |
17 |
Total de niños con desnutrición severa |
2 |
Menores de 5 años en programa de amaranto |
18 |
Fuente: Secretaría de Salud, Servicios de Salud de San Luis Potosí, E.S.I. 4 La Reforma, Aquismón. Primer Nivel de Atención. Periodo 2011 |
En la población de menores se observa un rasgo preocupante, ya que del total de 148 menores de 5 años, 55 tienen algún tipo de desnutrición, siendo la desnutrición leve, el trastorno de más casos en la localidad. Ante este trastorno la Secretaría de Salud implementó un Programa de Nutrición con Amaranto, el cual ayuda a combatir la desnutrición de los niños potosinos que cursen con algún grado de desnutrición.
La harina de amaranto es un alimento balanceado e ideal para menores con desnutrición ya que es rico en hierro, proteínas, vitaminas, minerales, aminoácidos, grasas solubles, calcio y magnesio y además es el cereal con mayor nivel proteico comparable con la leche (Servicios de Salud de San Luis Potosí, 2013).
2 Señor Santos Arcadio Martínez, auxiliar de salud en entrevista realizada por este investigador el día 1 de marzo de 2013, en el Barrio El Aguacate.