CONSERVACIÓN Y MANEJO DE UN ÁREA NATURAL PROTEGIDA EN EL VALLE DE MÉXICO

CONSERVACIÓN Y MANEJO DE UN ÁREA NATURAL PROTEGIDA EN EL VALLE DE MÉXICO

José Isabel Juan Pérez, Jesús Gastón Gutiérrez Cedillo, Irma Eugenia García López, Alfredo Ángel Ramírez Carbajal, José Emilio Baró Suárez, José Gonzalo Pozas Cárdenas, Adolfo López Suárez y Arturo Vilchis Onofre (CV)
Universidad Autónoma del Estado de México

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INTRODUCCIÓN

En México, el concepto de barranca ha sido utilizado principalmente por las sociedades campesinas, agrícolas e indígenas, pero es importante conocer su funcionalidad en el campo de la ecología, la geografía, la geomorfología, el uso del suelo, el urbanismo y el ordenamiento territorial, esto con la finalidad de analizar esos ambientes naturales desde varios enfoques. Al respecto, la Ley Ambiental del  Distrito Federal (2000), define a las barrancas como una depresión geográfica que por sus condiciones topográficas y geológicas se presentan como hendiduras y sirven de refugio de vida silvestre, de cauce de los escurrimientos naturales de ríos, riachuelos y precipitaciones pluviales que constituyen zonas importantes del ciclo hidrológico biogeoquímico.

La definición anterior puede complementarse con lo que el Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal (2001) señala al respecto “las barrancas son consideradas como sistemas fundamentales que mantienen la hidrodinámica del territorio”. Así mismo, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT) (2004), establece que, las barrancas en la Ciudad de México representan elementos físicos importantes, tanto para la regulación del clima, como para la captación de aguas pluviales.

Por otra parte, el diccionario geomorfológico (Instituto de Geografía, 1989) define a la barranca como una forma lineal negativa del relieve que se forma generalmente en rocas fácilmente erosionables, como los loes, tobas, y conglomerados, por escurrimiento de temporada de las aguas pluviales y nivales.

Independientemente, de la diversidad de conceptos relacionados con las barrancas, un elemento importante que existe en la bibliografía revisada se vincula con la presencia o transporte de agua que puede tener diferente procedencia (tanto natural como contaminada). Sin embargo, para referirse al concepto “sistema de barrancas” es importante considerar que se trata de una serie de barrancas interrelacionadas desde el punto de vista geológico, geomorfológico, hidrológico, climático y biológico, donde cada uno de sus componentes representa una estructura y función dentro del sistema.

En México, la Ley Agraria, decretada por el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos (2001), considera a las barrancas como espacios de uso común para los ejidatarios y cuando se trata de expedir certificados de derechos ejidales, las barrancas, representan límites naturales, espacios de uso común y fuente de recursos para los pobladores que viven cerca de estos ambientes.

En el campo de la geografía y la geomorfología se señala al vulcanismo como la causa principal del origen de las barrancas, siempre asociado a la actividad y a los movimientos tectónicos, lo cual  originó las grandes fallas geológicas que provocaron fracturas en la corteza y generaron profundas grietas. Algunas de éstas  alcanzaron los 2,000 m de profundidad. Con el paso del tiempo y la acción del agua, lluvias y corrientes subterráneas se formaron los arroyos y los ríos que confluyeron en lo profundo de los cañones y barrancas, ahondándolos al socavar y erosionar sus cauces.

Con base en las consideraciones teóricas anteriores y teniendo presente que las barrancas son ambientes importantes para la vida de las personas que habitan ambientes adyacentes, entonces, el Programa de Conservación y Manejo del Área Natural Protegida Sujeta a Conservación Ambiental, “Barranca El Huizachal, Barranca Arroyo Santa Cruz y Barranca Arroyo Plan de la Zanja”, Municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México, es un instrumento de planeación, normatividad y ejecución para que a corto, mediano y largo plazo se realicen las acciones necesarias que favorezcan la protección, conservación,  restauración y manejo de los recursos naturales existentes en los ecosistemas de los ambientes referidos. Con la implementación y ejecución de las actividades propuestas es posible coadyuvar al mejoramiento de las condiciones ecológicas, ambientales y paisajísticas de los entornos adyacentes y por consiguiente contribuir al bienestar social de los asentamientos humanos.
El programa de conservación y manejo  del ANP Barranca El Huizachal, Barranca Arroyo Santa Cruz y Barrancal Arroyo Plan de la Zanja, ubicada en el contexto geográfico del Municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México se sustenta en una dimensión ecosistémica y ha sido analizado desde un enfoque integral (holístico), en donde se consideran todos los componentes, físicos, biológicos, ecológicos, ambientales y socioculturales, es decir, las partes que integran este libro fueron analizadas desde una perspectiva geográfica, biológica, ecológica, ambiental, demográfica y sociocultural.

Desde el punto de vista metodológico, la integración del programa se sustentó en trabajo de gabinete, aplicación de herramientas de sistemas de información geográfica, teledetección, fotointerpretación y uso de equipo de medición de precisión (DGPS), que en asociación con la aplicación de técnicas de trabajo de campo fueron útiles para conocer, analizar, interpretar, caracterizar, diagnosticar y diseñar las actividades y acciones para cada uno de los componentes de los subprogramas, que mediante la coordinación, concertación social, cooperación, colaboración y participación efectiva y comprometida del sector gubernamental, privado y social pueden coadyuvar al mejoramiento de los sistemas de barrancas del ANP, y por consiguiente en la calidad de vida de los asentamientos humanos adyacentes.

El programa de conservación y manejo para el ANP se sustenta en la premisa de la protección, la conservación y el manejo sustentable, así como la búsqueda del bienestar de la sociedad, sin afectar los componentes de los sistemas de barrancas, ni las condiciones de vida de los asentamientos humanos existentes en los entornos inmediatos. A partir del trabajo de campo (recorridos y observación directa), la caracterización y diagnóstico de los sistemas, se conocieron y estudiaron el ambiente natural, la biodiversidad, los procesos ecológicos y su asociación con los asentamientos humanos establecidos en los linderos inmediatos. Un elemento importante para el manejo de los sistemas de barrancas es la sociedad, ya que ésta representa el eje rector para lograr resultados favorables, y genera efectos de carácter multiplicador, por lo que, las opiniones y comentarios de las personas que viven en las áreas contiguas, fueron importantes al momento de integrar las actividades y acciones del programa.

Los fundamentos teóricos (Juan, 2006), normativos, de uso del suelo y los instrumentos de la política ambiental (Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y su Reglamento en Materia de Áreas Naturales Protegidas y el Código para la Biodiversidad del Estado de México), fueron esenciales para la propuesta de actividades y acciones para cada componente de los  subprogramas, y de esta manera fue integrado el programa de conservación y manejo de las barrancas que conforman el ANP. Como complemento a estos fundamentos, fueron considerados  los términos de referencia proporcionados por la Comisión Estatal de Parques Naturales  y de la Fauna (CEPANAF) del Gobierno del Estado de México, los cuales se sustentan en los Términos de Referencia para la Elaboración de Programas de Manejo de las Áreas Naturales Protegidas Competencia de la Federación.
 
El programa de conservación y manejo del ANP está estructurado con base en una secuencia lógica y jerarquizada, que inicia con los antecedentes del decreto de las barrancas como ANP sujeta a conservación ambiental y culmina con la integración de actividades y acciones para los componentes de los subprogramas, el ordenamiento ecológico, la zonificación, las reglas administrativas y el proceso de evaluación.

Es importante tener presente que el programa de conservación y manejo no limita el desarrollo de actividades económicas en el entorno adyacente a las barrancas, por el contrario, favorecerá hacer un uso del suelo de acuerdo a sus condiciones reales. En las actividades y acciones participarán los sectores gubernamental, privado y social, ya que se trata de un programa incluyente, participativo, dinámico, de planeación, normativo y ejecutable. Por supuesto, no es riguroso, sino flexible, ya que puede adecuarse a las condiciones de los entornos adyacentes, a las características de los asentamientos humanos locales y, a las estrategias de concertación social, coordinación institucional, colaboración, cooperación y la gestión.