EMPRENDIMIENTO PARA CREACIÓN DE EMPRESAS CON RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL (RSE)

EMPRENDIMIENTO PARA CREACIÓN DE EMPRESAS CON RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL (RSE)

Alberto Ibarra Mares (CV)
Alexander Castrillo Galván (CV)
Universidad San Buenaventura de Medellín

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MODELO PARA ANALIZAR EL TIPO DE TECNOLIGIA QUE APLICA EL EMPRENDEDOR.

Desde la óptica del APS, aquí analizamos el tiempo a partir del cual es posible acceder a las tecnologías necesarias para producir el bien o servicio que oferta la empresa. También se analizan los procedimientos productivos y su correlación con la generación de empleos. Al mismo tiempo analizamos los principales factores que hacen a una empresa competitiva a través de su tecnología, tipo de empresa, nivel de productividad, dimensión del mercado en el que opera (nacional o dirigido a la exportación) y su capacidad como unidad productiva para la generación de empleos de calidad.

Para analizar variables que determinan la tecnología empleada por el empresario a través del EQ y el CND, el Modelo GEM señala que hay que tomar en cuenta los siguientes variables:

  1. El Acceso a la Infraestructura
  2. Apertura de Mercado. Este apartado incluyen a su vez tres variables que son:

b1) Infraestructura Física
b2) Infraestructura Comercial y Legal
b3) Apertura del Mercado.
Si partimos de ciertos informes sobre productividad a nivel mundial, observamos que Latinoamérica al día de hoy no ha podido solucionar sus problemas de largo plazo con respecto a la mala calidad de la mano de obra. Para los gobiernos en muchos sectores productivos esto representa la explicación de otros problemas muy serios como la baja calidad de productos, desajustes entre los niveles de calificación de los trabajadores, falta de pertinencia sobre la educación y capacitación de los ciudadanos, y algo muy importante, la falta de exigencia de dicha calificación por parte de los empresarios. Esto lleva a que importantes segmentos de la población estudiantil tenga una significativa contribución a la tasa de desempleo e incluso compitan con la población campesina en la emigración hacia países desarrollados para trabajar en oficios no calificados. La cifra es preocupante si recordamos que son estos niveles de educación los que tiene el mayor porcentaje de intención para crear empresas. Por otro lado, la fuerza laboral no contribuye significativamente a incrementar la productividad y competitividad en cada uno de los países dado el restringido acceso que se tiene a tecnologías de punta.

Al analizar las tecnologías o procedimientos necesarios para producir los productos o servicios en Latinoamérica, se observa que en muchas ocasiones las empresas han accedido a la tecnología adecuada en periodos que oscilan entre los tres hasta los cinco años. Otras se ubican en periodos que van desde un año hasta cinco años. Y sólo pocas empresas comienzan a producir con tecnología competitiva y productiva en un lapso menor al año. Consideramos que las empresas atraviesan por sus periodos más difíciles en los tres primeros años de su existencia, y si a ello le sumamos problemas de tecnología el panorama se torna más peligroso.

Con respecto al nivel de competencia a través de tecnología de punta, vemos que la mayor parte de países latinoamericanos GEM se ubican en los puestos intermedios y finales respecto al uso de nuevas tecnologías y uso de tecnologías de punta. En cambio cuando vemos cual es su ubicación con respecto a los mercados en expansión sin base tecnológica, observamos que de los siete países latinoamericanos cinco de ellos se ubican en los primeros lugares del grupo GEM.

Según informes del 2006 del Banco Mundial, la deuda pública aunque ha disminuido en muchos de los países subdesarrollados, sigue siendo elevada. Esto restringe el margen para aplicar políticas anticíclicas en caso de que el crecimiento no sea sostenido. Por ello el organismo recomienda que a futuro la prioridad presupuestaria se debe focalizar a aplicar mejor el gasto público, sobre todo en infraestructura. Sin embargo los beneficios únicamente se obtendrán en el largo plazo.

Con respecto a la apertura de mercados, en “Perspectivas para la economía mundial 2007” del Banco Mundial se examina la próxima etapa de la globalización y el crecimiento mundial para el periodo 2006 al 2030. Este estudio hace un análisis sobre el crecimiento, la competitividad y las oportunidades a largo plazo de todos los países. Apunta que la globalización presenta un ritmo veloz que sin embargo no ha mejorado el nivel de vida de grandes regiones mundiales. Señala que algunos países y ciertos grupos sociales han quedado relegados del progreso como es el caso de muchos ciudadanos latinoamericanos. También reconoce las tensiones en los mercados laborales y las inquietudes sobre la posible sostenibilidad del crecimiento a largo plazo.

El Banco Mundial estima que en los próximos 25 años, el incremento de la proporción del comercio estará impulsado por el dinamismo en el comercio de servicios. Así el comercio internacional de bienes y servicios se incrementará con más rapidez con respecto a la producción, estimándose en más del triple del valor actual, hasta llegar a US$27 billones en 2030. Un gran porcentaje de esta producción se llevará a cabo en los países subdesarrollados, pero como apuntamos antes, el nivel de ingresos de estas personas sólo será de una cuarta parte con respecto a los ciudadanos de los países desarrollados.

Por otra parte, Latinoamérica está llamada a ser una de las principales fuentes de recursos naturales que junto con Australia y Nueva Zelanda proporcionaran al mundo hasta el 90% del azúcar, el 50% de los cereales y el 40% de los productos lácteos. En cambio los países desarrollados exportaran más servicios, creando mayor productividad en los países subdesarrollados con mayor rotación en los empleos de oficina. La contratación internacional de este tipo de empleos calificados tiene la característica de estar bien remunerados en contraposición con el despido de trabajadores de baja capacitación. Esto puede llegar a eliminar la inversión en el conocimiento específico que cada empresa  realiza para los empleos de oficina.

La creciente diferencia entre los ingresos potenciales de los trabajadores calificados y no calificados, así como las inversiones en bienes de capital y tecnología están generando una extraordinaria demanda de trabajadores calificados. Las simulaciones que se presentan en los informes del Banco Mundial indican que los efectos combinados de varios factores (tecnología, globalización, comportamiento demográfico y demanda de trabajo calificado) pueden estar empeorando la distribución del ingreso en hasta dos tercios entre  los países desarrollados y subdesarrollados. Estos últimos por lo general son los que tienen las poblaciones más grandes del mundo.

La desigualdad en los ingresos puede ampliarse cada vez más. Causa inquietud a los organismos internacionales que las fuerzas de la economía mundial incrementen aún más las desigualdades entre los pobres y ricos. Los trabajadores no calificados son señalados especialmente como los más propensos a quedar marginados de la economía. La alta tecnificación de los bienes y servicios generara mayor demanda de personal capacitado, ensanchando la brecha entre el salario de los trabajadores calificados y el de los no calificados.