Si  hay una experiencia histórica en materia de planeación económica destacable es  la de la Unión soviética, misma que destaca por tratarse de acciones altamente  intervencionistas, incluso con carácter totalitario. Irónicamente la planeación  económica de la URSS desde su inicio más que construir el socialismo, trató de  crear un capitalismo que permita la industrialización y la modernización de la  planta productiva soviética. Vladimir  Illich Ulianov (Lenin, 1870 - 1924) estaba convencido que el socialismo es la fase de transición entre el  capitalismo y el comunismo, pero para ello debe, como lo afirma Carlos Marx (1818 – 1883), el  socialismo no es viable hasta que el capitalismo no haya agotado todas las  posibilidades técnicas de su reproducción. Por ello, las primeras iniciativas  del nuevo régimen bolchevique van en dirección de permitir que el capitalismo  madure como esquema (se consolide).
  El  mundo después de 1945 queda dividido en dos bloques: por el lado occidental  está la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), que integra a las  principales naciones capitalistas y que a su vez funciona como un cinturón de  seguridad ante la posible amenaza de un ataque por parte de los socialistas.  Contraparte, por la parte de Europa del este aparece el CAME (Consejo de Ayuda  Mutua Económica) que integra a un conjunto de naciones pobres, en vías de  desarrollo. Lo que implica que la guerra fría y la carrera armamentista  financieramente es más costosa por el lado del este al respecto del este.
  La  planeación de las naciones de Europa de este si bien tiene como antecedente y  marco de referencia a la llevada por la Unión soviética, no la replican tal  cual, adquiere singularidades regionales como nacionales y por ello resultan  experiencias en materia de planeación disímbolas y con valor propio. No  obstante la injerencia soviética y su nexo a los compromisos adquiridos como  parte del CAME explican los resultados similares al fracaso soviético.
  El  proyecto soviético de “inventar” el socialismo fracasa por distintas coyunturas  internacionales que se dan en este esmero, en especial la segunda guerra  mundial, las guerras regionales de oriente como la de Corea (1951 – 1953) o la  de Vietnam (1964 – 1975) así como la llamada guerra fría (1953 – 1989). La  hegemonía soviética mediante el CAME (Consejo de ayuda mutua económica o  COMECOM) en Europa del Este y la carrera armamentista desvía el desarrollo de  este conjunto de naciones fortaleciendo al sector público y militar, costos  sociales graves para una sociedad de obreros y jornaleros campesinos cuyas  economías son incipientes, especialmente estos últimos. Una clase media  compuesta de burócratas y militares sustituye a la burguesía como clase  hegemónica. Su costo social es muy oneroso, gastos excesivos de orden público  como militar llevan a la quiebra las finanzas de esta Unión de Repúblicas  Socialistas, lo que causa la caída ulterior de las economías del este de Europa  en 1989.
  Las  coyunturas de guerra como de entre guerra y posguerra desvían a la planeación  soviética a fortalecer sectores prioritarios para mantener la "guerra fría"  y su hegemonía militar internacional con un gran costo social y político: las  clases militares y burocráticas se vuelven un lastre y peso gravoso a la  sociedad trabajadora que se sume en la miseria en contraste del bienestar de  estas clases (la llamada pseudo burguesía).
  Al  parecer, la guerra fría, principalmente, así como la carrera armamentista  desvían el interés soviético de construir una sociedad socialista, donde por  resultado el capitalismo monopolista de Estado, y con ello se sella el primer  intento histórico de "inventar" el socialismo, esfuerzo fallido.
  Puede  afirmarse que el intento de la URSS por inventar el socialismo fracasa por las  presiones internacionales del bloque capitalista, quienes mediante la carrera  armamentista causan que en la la Unión soviética se privilegien no solo  sectores económicos, sino ciertas clases sociales urbanas (militares y  burócratas) y se amplíe la brecha de la pobreza entre el campo y la ciudad.
  La  llamada reaganomía iniciada en 1980  por Ronald Reagan (1911 – 2004;  E.U.A.) y Margaret  Thatcher (1925 - … R.U.) presiona a la  URSS acelerando la carrera armamentista y con base a una política exterior  agresiva a ésta lo que fuerza a los soviéticos a incrementar sus gastos  militares, situación que pronto le lleva a la quiebra.
  La  experiencia histórica al respecto de la planeación central en la construcción  de una sociedad socialista no indica que el socialismo no es históricamente  viable, sino que no es posible mientras el capitalismo, tal como lo afirma Carlos Marx, no haya agotado todas las  posibilidades técnicas de su reproducción.
  De  la experiencia histórica de la URSS son rescatables dos instrumentos base  dentro de la planeación económica: los salarios que cumplen en una economía  muchas variantes, por una parte corresponden como dividendos del producto  planificado en forma de consumo para los trabajadores, y por otra se relaciona  enormemente con la mano de obra necesitada y ofertada. A su vez, los precios  son de vital importancia pues organizan los niveles de producción con los  factores mismos de producción, esto asociado en algunos casos con la  intervención de un mercado negro en la sociedad.