CIENCIA, INNOVACIÓN Y PRODUCTO

CIENCIA, INNOVACIÓN Y PRODUCTO

Luis Héctor Perego (CV)

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Introducción :

Las “Nuevas Tecnologías” (NT) y su dinámico proceso de Integración a través de las Cadenas Productivas de Valor, son las que derraman en nuevos productos, procesos y servicios. Estas definitivamente modifican los usos y costumbres de nuestra sociedad.
En los últimos tiempos, como puede observarse en la cotidianeidad de nuestras vidas, esta situación ocurre de una forma cada vez más acelerada.
Este tipo de Tecnologías no es generado únicamente por un solo sector, ya sea este, el  sector productor de bienes y servicios tanto formal como informal, el sector científico tecnológico, el sector financiero o el sector estado.
En general, el término tecnología se utiliza ampliamente en los negocios y en la ciencia para referirse a los procesos de transformación del conocimiento básico en aplicaciones útiles. Podría considerarse que la ciencia se ocupa del “que” y la tecnología del “como”, mientras que los mercados y los negocios se ocupan del “donde” y “a quien”. No obstante el término Nuevas Tecnologías se refieren a aquellas en la que los conocimientos básicos se expanden, cuando la aplicación se produce en los mercados sometidos a innovación,  se aprovechan o crean nuevos mercados.
Concretamente, nos referimos a las tecnologías que todavía están emergiendo, ya sea dentro de empresas, en los laboratorios, en núcleo de innovadores e inventores, para la creación de valor en los mercados existentes o en aquellos en los que han surgido recientemente.
En un entorno estable, se puede hacer frente a la incertidumbre porque habitualmente existen sólo pocos y discretos resultados que definen el futuro y pueden diseñarse estrategias sólidas para adaptarse a esas posibilidades. La incertidumbre creada por una NTes completamente diferente. Los riesgos no sólo son externos sino también internos, ya que están relacionados con los prejuicios y las limitaciones de los esquemas mentales de las personas, lo que filosóficamente se denomina “riesgo epistémico” es decir el riesgo de no saber lo que uno sabe. (Day, G. S.; Schoemaker, P. J. H. y Gunther, R. E. 2001)
En las primeras etapas de un proceso de Nuevas Tecnologías, interactúan situaciones impredecibles y transitorias donde no existe una forma fija de prever el futuro. Deben seleccionarse aquí, iniciativas que apoyen las NT, buscar alianzas, desarrollar y convocar recursos humanos. Y obviamente es en el ámbito de la academia como en ningún otro ámbito, donde se encuentra la totalidad del conocimiento formal.
En consecuencia, la gestión de las NT no es un nuevo juego, sino uno “diferente” para los que los funcionarios y gerentes de las organizaciones maduras no están preparados, en virtud que tienen que lidiar con un contexto de incertidumbre y complejidad, adaptarse a un cambio acelerado y desarrollar nuevas competencias.
Las NT, no están desarrolladas ni comercializadas por individuos o por empresas aisladas sino que evolucionan en redes. A medida que la complejidad y los recursos necesarios para desarrollarlas continúen creciendo, la evolución y la gestión de estas redes de conocimiento se convierten en un tema estratégico central. (Castro Días 2002)
Las redes desempeñan un papel central en la gestión de las NT. Una multitud de jugadores generan y hacen circular conocimiento relevante, sin embargo, es extremadamente difícil saber qué conocimiento es más crítico para el éxito.
Las redes de relaciones que forman los distintos actores de la sociedad orientados a la NT determinan su éxito, por cuanto es necesario capturar el conocimiento que circula entre las redes y utilizarlo para su consolidación. Ubicarse en el centro de estas conexiones, permite acceder al nuevo conocimiento e integrar en forma eficiente a la cadena de valor.
El vertiginoso desarrollo de las fuerzas productivas convierte a la ciencia, y muy particularmente a la innovación, en una fuerza productiva de creciente y acelerada importancia. (Hall y Col 1999)
Latinoamérica tuvo y va seguir teniendo transformaciones notables, acompañadas por cambios en el contexto internacional jamás visto, tanto en el orden económico, comercial y tecnológico. El proceso de integración MERCOSUR es condicionante del escenario regional y tuvo y está teniendo una repercusión estructural en la conducta productiva de las empresas, en la definición de sus estrategias futuras de negocios y en las decisiones de inversión (Perego L. 2007).
Esta situación impacta centralmente en el “rediseño de negocios”; es decir, de refundación o de re conceptualización de la actividad productiva y de las estrategias empresariales. Las condiciones en las cuales estas empresas fueron creadas y manejadas por sus propietarios en el pasado se han modificado sustancialmente, y porque las firmas necesitan reinsertarse en un nuevo escenario productivo, tecnológico, comercial y de negocios, que no sólo está mucho más internacionalizado sino que además comienza a estructurarse sobre la base de un esquema de mercado ampliado y con tratamiento especial.
Si bien las Pequeñas y Medianas Empresas (PYME) fueron adaptándose a las coyunturas económicas y de mercado que confrontaban, las modificaciones del contexto macroeconómico, regulatorio y tecnológico —incluido obviamente el proceso de integración MERCOSUR—  las colocan hoy ante una situación de naturaleza distinta, que afecta a las raíces mismas de la empresa, sus objetivos, su modalidad de funcionamiento y toma de decisiones, sus ventajas competitivas y las capacidades y recursos requeridos, entre otras cosas. Los desafíos actuales de las PYME no son de simple ajuste transitorio (del tipo requerido por una recesión comercial) sino de transformación e innovación, lo que define un nuevo punto de partida con las consecuencias futuras que de ello se derivan. El hecho de que prácticamente “no hay retorno” a cualquier escenario anterior (Perego L. 2001).
Esta transformación significará modificar comportamientos históricos y pautas de funcionamiento muy arraigados en las empresas y poner en marcha un proceso deliberado de construcción de nuevas capacidades competitivas.  Estas deberán basarse en los conocimientos y aprendizajes (activos intangibles) disponibles en la empresa y en el acceso a sistemas de soporte y apoyo técnico, y convalidarse en las nuevas condiciones y dinámica de la demanda y de los mercados.
Entre la variedad de estrategias posibles, una de las más viables para enfrentar la competencia derivada de las aperturas económicas, es el esquema de asociatividad bajo el modelo de Distritos Industriales (clústeres). Estos constituyen un tipo de ámbito competitivo donde las interacciones entre las empresas PYME facilitan la existencia de una gran rivalidad y diversidad competitiva de forma que los resultados son altamente competitivos para el conjunto. (Perego L.,  2001)
Podríamos resumir que a partir de un nivel de estrategia colectiva, las organizaciones comparten los mismos objetivos y dan respuesta conjunta a las demandas de su entorno, vinculadas entre sí por lazos permanentes, compartiendo los mismos nichos de recursos.
En la búsqueda de las estrategias más viables para enfrentar la competencia derivada de las aperturas, directivos de las empresas, independientemente del tamaño de éstas, pueden apelar a un conjunto de opciones las cuales se clasifican en dos grandes categorías, no excluyentes: las individuales y las colectivas. Las estrategias individuales son de la más absoluta discrecionalidad de la gerencia, mientras que las colectivas requieren el concurso de numerosos participantes, al menos más de dos.
Entre las estrategias individuales que pueden emplear las empresas, además de las conocidas como de mejoramiento continuo y la reingeniería, se encuentran otras menos divulgadas y analizadas como la de ingeniería reversa o inversa. (Kerin 1992)
Las estrategias individuales no son necesariamente excluyentes de las estrategias colectivas. Estas, como su nombre lo indica, involucran a todos los participantes y la acción de una repercute sobre otras en diferentes grados, dependiendo el impacto de la modalidad de estrategia empleada.
La necesidad de diseñar y adelantar estrategias colectivas pasa a ser no  solamente una posibilidad de desarrollar ventajas competitivas individuales y conjuntas, sino que puede llegar a constituir un requisito básico de sobrevivencia para las PYME. Incluso alguna de las estrategias individuales tendrán éxito en la medida que ellas sean complementadas con estrategias colectivas.
Este trabajo procura ampliar el aporte realizado en la propuesta presentada en  el libro “Competitividad, Empleo y Desarrollo a partir de Agrupamientos Industriales” que evalúa los desafíos que encaran las pequeñas y medianas empresas (PYME) de nuestra región a medida que se consolida el proceso de globalización económica y el rol de las Nuevas Tecnología, como una estrategia para el mejoramiento de la competitividad de estas organizaciones.
En este caso, el objetivo será plantear un esquema de aceleración de los procesos industriales, a partir de un modelo dinámico de  “Integración de Cadenas Productivas de Valor en empresas de base tecnológica”.
Esta integración, se propone como un ciclo virtuoso donde los diferentes actores son eslabonados a través de un esquema articulado de juegos cooperativos, en donde el Mercado, la información estratégica que este proporciona, los centros tecnológicos asociados (los del sistema científico tecnológico público y las empresas con know how propio o adquirido a través de patentes), las mesas de negocios y facilitadores políticos, son los hitos a través de los cuales se debe transitar para logro exitoso y eficiente de nuevos bienes y servicios, producidos a partir la frontera del conocimiento.
Ciencia, Innovación y Producto es un análisis profundo de los elementos que integran este ciclo y que adecuadamente gestionados permiten acelerar notablemente la puesta en mercado, de ideas que por no poder eslabonarse en una etapa superior, quedaban obsoletas y/o extemporáneas.